Partida Rol por web

Se sintió como un tonto, su gesto se hizo triste y dejaba de solo estar apenado por haber dicho lo que dijo. Intenta centrarse en su religión, pero estando en aquel estado de ánimo se deprime más al recordar como había perdido su pureza de una manera tan vulgar... lo que tuvo que hacer para salir del agujero... se sentía culpable, horrible por ello, sus ojos se humedecen y su gesto se torna doloroso.

-en Ánglin, creemos en la divinidad de la naturaleza... la cual tiene dos aspectos... el ciervo que es lo natural y la fertilidad... y la diosa de lo puro y la vida... ambos se complementan y permiten la existencia de un ecosistema saludable que se sostiene por si mismo... tranquilo que no destruye a otros ni a si mismo.-

La mujer aunque con claro reflejo de escepticismo que por otro lado no era para nada raro apunto o tomó nota de lo que decías...-Bueno...aún creo que no estaba preparado para venir, no entiendo que es lo que le pasa esto no es una entrevista de grandes intimidades pero si usted me las dice...yo...¿que le hago?...yo soy la que hace mi trabajo...haga usted también su parte...por favor...¿y del tema salud, algún tipo de problema que los doctores tengan que controlar o vigilar?.

-¿cómo?... uhm...- Nisso se encontraba contrareado, pensaba que la señorita preguntaba por más información y cuando se la da, actúa como si no la hubiese querido en primer lugar. -N-no... no nada.- "de otra manera ya lo hubiera dicho..." agrega solo en su mente, para no ser descortés evidenciando lo extraño que le parecía el comportamiento de la mujer.

-De acuerdo... dijo dejando que secase la tinta adecuadamente antes de cerrar el papel ...pues hemos terminado entonces, de momento le buscaremos un lugar donde situarle en la sociedad, mientras lo hacemos le recomiendo el albergue que esta al final de la calle principal a la izquierda es donde existe un alojamiento más barato y mejor comida...a fin de cuentas recibimos muchas solicitudes diarias y podemos tardar incluso más de una semana.

Asiente con la cabeza, sacudiendo sus cabellos rubios -sí, muchas gracias señorita.- para luego ponerse de pie y hacer una reverencia, antes de caminar hacia la entrada y retirarse por fin -hasta luego.- se despidió de la escriba y también de la guardia, yendo en búsqueda de aquel albergue que le comentó la escriba, el que se encontraba al final del camino principal, a la izquierda.

De alguna manera se sentía más tranquilo y relajado ya que ya había comenzado su trámite.

Salido desde el castillo el jóven no tardó demasiado en llegar atravesando el empedrado de las calles, en esta zona parecía que el uso de los inmuebles pertenecerían a un uso más inmobiliario pues no se divisaban comercios hasta llegar a un gran edificio de tres alturas...principalmente de madera y con bellas decoraciones en bajo-relieve con la misma, al entrar ves dos grandes hileras de camas que comienzan a lado y lado de la puerta, un mostrador y al otro lado un gran comedor con múltiples mesas rectangulares de madera con sillas a juego, 8 por mesa...en el mostrador se hallaba una jóven elfa de pelo negro, de ojos azules y con una largísima coleta trenzada hasta las caderas...vestía con chiton blanco, el cual sin mostrar nada hacía lucir su pecho bonito y bonitas facciones...apuntaba en el mostrador en un libro de registro con pluma y al otro extremo de la instancia unas grandes escaleras de madera maciza de subida y unas más pequeñas de bajada.

Luego de caminar por las calles, mirando de manera más tranquila y curiosa los detalles de las edificaciones; llega a aquel lugar indicado por la señorita de registros. Se quedaba parado en la puerta, con inocencia y asombros mientras miraba todo el local, se fijaba en los detalles de la estructura y finalmente en la mujer que estaba tras un mostrador.
Con cierta urgencia camina hasta el mostrador y, antes de llegar a éste, hace una reverencia con las manos en su regazo -saludos, soy Nisso Elrohir...- luego de su breve saludo se acerca, asumiendo que no haya ninguna contraria por parte de la mujer -quería saber si podría descansar aquí, mientras mis papeles se ponen en regla en la oficina del castillo.-

La mujer miró la libreta mientras te miraba y se apartaba el pelo de la cara...-No te preocupes tenemos bastantes camas en este mes, normalmente en estas fechas nunca tenemos demasiada gente...ya sabes los caminos no se hacen demasiado transitables...¿comerá también aquí o tiene algún otro lugar para comer mientras tanto?... la jóven tomo algo de color en sus mejillas.

La amable señorita le hizo preguntarse algo, ¿sus antiguas anfitrionas le podrían servir de nuevo comida?... sería bonito volver a saludar y agradecerles todo, pero tampoco quería aprovecharse de su gentileza.

Había bajado la cabeza mientras pensaba en si aceptar o no, pero finalmente volviendo a alzar su vista al mostrador y a quien le estaba hablando, sonríe cortesmente y vuelve a asentir -sí, comeré aquí si no es mucha molestia...- dicho aquello, también se sintió incómodo por andar pidiendo cosas y se ofreció - ¿hay algo en lo que pueda colaborar, por mi estadía?... - y sí... Nisso no tenía dinero.

-Bueno, siempre puedes fregar...limpiar en general...la verdad es que el que lo hace esta enfermo y no sé a ciencia cierta cuando estará listo para trabajar otra vez, por lo cual  durante unos días tendrías trabajo sino te molesta... como detalle que era interesante, ni en brazos, hombros o cuello veías rastro de ningún tipo de tatuaje como habís observado en los anteriores habitantes de la ciudad o en los propios funcionarios públicos.

Antes de notar aquella peculiaridad en la mujer, se sintió muy animado y entusiasta al saber que tenía algo de suerte en poder conseguir ayudar y así pagar su estadía y comida; fue tanto así que dio un pequeño brinco y aplaudió un par de veces. Pero luego se sintió mal, por celebrar que alguien estaba enfermo, se vuelve a su posición y toce levemente, se cubre con su mano. -cof cof-

Vuelve a lazar la vista -quizá si tengo un rato libre pueda ayudar en algo, también, a quien se encargaba antes de la limpieza.- de momento no quería señalar o preguntar por qué ella no tenía tatuajes, quizá incomodaba a la señorita y no quería eso.

-Vale no pasa nada...¿entonces lo vas a hacer y empezamos ahora mismo?... dijo la mujer ...te veo muy distraído...¿es imprensión mía?...la verdad es que te veo...no sé...como decirte... dijo sonriendo con su lustrosa sonrisa ...¿te incorporarías ahora mismo al trabajo?.

Se lleva la mano a la mejilla, apenado -oh sí sí... si puedo comenzar ahora, no tengo problema.- dicho ello da un paso al lado del mostrador y se gira a ver a la chica -¿donde están los implementos de limpieza?- pregunta por la escoba y esas cosas.

-quizá sería bueno... si no es mucha molestia que alguien me de un recorrido por las instalaciones, así podría conocer el lugar mejor.-

De detrás de mostrador sacó el cubo con agua y la fregona...se extrañó bastante al ver que preguntabas por ver las instalaciones...pero afirmó con la cabeza...-La verdad es que hay poco que enseñarte...pero como quieras... la mujer te mostró lo que ya estaba a la vista que era las camas y el comedor de esta planta, después te acompañó al piso de arriba...en ella se denotaba el tipo de tejado en la marcada viga superior del techo, a parte de las camas en hileras(únicos muebles de la estancia) existían dos grandes ventanales rectangulares ...estas son simplemente habitaciones superiores...ven y te enseño las que faltan...¿como me habías dicho que te llamabas?.

Miraba con cuidado de jo perder detalle, ya que ahora trabajaría en aquel lugar para justificar su estadía. Cuando la mujer vuelve a preguntar su nombre el joven elfo no teme en responder Nisso Elrohir, señora responde con respeto.
- aquí es muy tranquilo, no?- comenta para seguir la conversación.

-Sólo se vuelve todo más movido cuando tenemos a los huéspedes aquí, pues esto es sólo para comer y dormir, no es una vivienda ni nada parecido...así que la mayoría de veces simplemente estoy aquí sóla atendiendo a gente como usted...le enseñaré el resto... al bajar a la planta de abajo todo esta más oscurecido e iluminado levemente por velas, sólo había unas 10 camas y la puerta de una habitación, además de una pequeña salita con una gran mesa y sillas a su alrededor encima de una tarima ...esta es la salita...por si alguien quiere "conversar", al otro lado de la puerta es el espacio del almacén y la cocina, ahí no entre pues la propia cocinera lo limpia y no le gusta que se lo toquen.

El chico escuchó con atención y tomó nota mental de todo lo dicho, cuando por fin parecía terminado el recorrido el chico asiente con la cabeza y sonríe amablemente -bien entonces, si eso es todo ¡me pondré a trabajar!- exclama animado de poder ser útil de alguna manera, la verdad que nunca había explorado aquel aspecto de la vida y se sentía muy entusiasta al respecto.

Comienza por buscar la escoba y a barrer el lugar; quizá silbando una alegre tonada y moviendo el cuerpo un poco para sentirse acorde a sus ánimos.