Partida Rol por web

Aquel discursito sobre lo que eramos, como deberiamos sentirnos, que no deberiamos avergonzarnos o esas amenazas veladas a los que eran diferentes ya los había escuchado antes. Le sobraba un palmo de altura, le faltaba un bigote y necesitaba algo más de mala leche. No pudo evitar hacer el encuadre para la foto con las manos, visualizandolo. No pudo evitar soltar una carcajada, negando con la cabeza. Se llevó las manos a la espalda, sin borrar la sonrisa mientras aun intentaba quitar de su mente la imagen, centrándose en Moira y Mistica.

- Conmigo lo del ejemplo lo habeis clavado. - Comentó sin borrar aquella amplia sonrisa. Él distaba mucho de ser un modelo precisamente de buena conducta. Y desvió la mirada hacia Mistica cuando habló de Xavier. Aquellas palabras le hivieron borrar la sonrisa, carreaspeando y llevando las manos hacia adelante, cruzándo los brazos a la altura del pecho. - ¿Donde esta Xavier? - Preguntó. En coma o no, todo el mundo hablaba, si sabías escuchar. La cuestión era prestar atención de una forma correcta.

Sonrío en respuesta a la animada pelirroja.

- Será un placer. Y, ey, yo no canto tampoco mal. Joder, además es el tipo de música que me va.

Cuando Bill responde, incluso haciendo el gesto con las comillas, me lo quedo mirando y río brevemente, para seguir mascando chicle y hacer una pompa que explota sonoramente. Sigo escuchando a los demás, fijándome en como se expresan, en como se definen. Sin poder arrugar la nariz en un par de ocasiones. Todo ese discurso de 'nosotros' y 'ellos'... Habrá que ver como sigue todo esto, la verdad.

Asiento a las palabras de Raven y Moira. Lo de luchar contra los prejuicios y la estrechez de mente, en principio no parece tan mal. Y lo del tal Xavier es una muestra clara de lo importante que es tener control sobre los propios póderes, aunque en mi caso, la verdad es que me siento bastante tranquilo al respecto. 

- Dudo que tenga problemas con que mis poderes escapen de mi control, pero, esto puede ser interesante. - digo pasando mi mirada por el resto del diverso grupo, con una mirada pícara en los labios - Contad conmigo.

A Nathan se le hizo un poco raro escuchar sobre Xavier, había pillado alguna vez a Raven y Moira hablando de aquel hombre. El dueño de la casa, pero rara vez lo nombraba expresamente. Y la única vez que le preguntó cambió rapidamente de tema.

Aún así, tenía claro lo que quería hacer. Estaría con ella para lo que quisiera. Miró a los demás chicos, los cuales parecia iban aceptando también, cada uno con sus motivos. Pero lo importante es que se iban a quedar.

Ya sabes mi respuesta Raven.
Cuenta conmigo. Por supuesto.

Había escuchado los rumores sobre un antiguo grupo de mutantes en la crisis de los misiles de cuba. No es que siguiera las noticias, pero cuando descubrió lo que era trató de informarse sobre los mutantes. Leyendo cualquier cosa relacionada con ellos. Pero no se sabía lo que había sido de ellos, lo mismo incluso habían muerto.
Esperaba que si se convertian en un grupo, o equipo, les fuera mejor.

Soon Hee sonríe ante la pregunta de Dahlia y asiente:

Claro, me gustan mucho las flores.

Para sonreír a la chica y observar cómo le coloca la flor y le dice que le quedaba muy bien, ella le sonríe como agradecimiento y es entonces cuando empiezan a hablar de temas más serios. Soon Hee escucha a las dos mujeres atentamente para una vez que han terminado todos de hablar decir:

A mí me gustaría ganar control con mis habilidades de… ¿mutante? Esa palabra suena rara… como si fuéramos un monstruo o algo así… no se no me gusta mucho…

Hace un barrido para observar a todos los que están allí y finalmente dice mientras inclina levemente la cabeza:

Sera todo un placer formar equipo con vosotros para que no nos vean como monstruos… mucho odio se ha creado en el mundo y mucho daño se ha hecho por eso.

Raven negó con la cabeza apesadumbrada.

- Está hospitalizado, bajo cuidados médicos.

Sucedió un tenso silencio entre ambas mujeres.

- A él le hubiera gustado conoceros. Hace varias semanas estuvo preparándose para iniciar un curso similar al que hemos ideado nosotras. Tenía una lista de candidatos que pude aprovechar para encontraros.

Trató de sonreir apartando momentáneamente las malas sensaciones.

- No he podido ver mucho de vuestros poderes así que bueno, una de las primeras cosas que podemos hacer hablar un poco de nosotros y presentar vuestras habilidades en sociedad, si queréis. Quiero decir, aquellos que sean manejables aquí fuera.

Ladeó levemente la cabeza.

- Por mi parte imagino que todos me habéis visto ya en acción.

La piel de la mujer sufrió un curioso efecto, similar a escamas azuladas recorriendo su carne, girando de manera que dejaron tras de sí una copia exacta de Moira. Ahora teníais delante a dos de ellas.

- La doctora no tiene poderes pero nos ayudará mucho.

Cuando vi cómo Raven hacía su truco de volverse azul y eso sonreí mucho. "Eso mola un montón, puede disfrazarse de quien ella quiera", asentí encantada. "Aunque hay una cosa que siempre me pregunto respecto a tus poderes. Es algo importante, ¿sabes?. Yo quisiera saber si puedes convertirte en personajes de dibujos animados. O sea, imagínate si pudieras volverte Popeye o Super Ratón, estaría genial". Luego estuve un rato imaginándomelo mientras miraba al cielo, pero me di cuenta de que la gente me miraba muy raro. Seguramente querían conocer mi truco.

"¡Ah!, mirad, yo puedo hacer esto", dije con una sonrisa llena de dientes mientras alzaba mi mano izquierda con la palma hacia arriba. Luego hice algunos movimientos sobre ella con mi otra mano y apareció sobre ella una pequeña semilla desde ninguna parte, que luego se hizo grande y en un segundo se había convertido en una cereza bien madura. Me relamí y me la metí en la boca, la mastiqué y escupí el hueso sobre la alfombra. "Puedo hacer cosas como frutas, o flores, o setos, o lianas o raíces, o así", dije riéndome. Como seguían mirándome raro pensé que estaban enfadados porque no les había ofrecido cerezas, así que puse una mueca rara estirando la boca hacia la izquierda y alcé mis dos manos hacia el jardín que se veía por una ventana. El suelo tembló un poco mientras un cerezo se alzaba unos seis metros de altura y cargaba sus ramas de ricas cerezas, haciendo entrar una de ellas por la ventana. "Podéis comer, si queréis. Están ricas" me encogí de hombros. 

Mantengo mi gesto y mi sonrisa entre pícara y burlona mientras Raven vuelve a hablar y nos pide que mostremos nuestros poderes.

La primera en responde es Dahlia, con esa sonrisa inocente que la caracteriza. Ladeo la cabeza y me levanto ligeramente las gafas de sol al ver como la semilla que tenía en su mano se convierte en una cereza, y, tras eso, hace brotar, en cuestión de segundos un cerezo maduro del jardín.

En cuanto nos ofrece cerezas, me echo a reír, señalando hacia arriba, varios metros nos separan de las cerezas.

- Un poco altas, ¿no? - le respondo en tono de broma.

Estoy a punto de declinar lo de mostrar nuestros poderes, pero... hay chicas mirando. Joder, y son muy guapas todas.

Cierro los ojos durante un instante, dejándome llevar a la zona. Cuando los abro, lanzo las gafas de sol en el aire y apoyo mis manos en el reposacabezas de la silla, levantando todo mi cuerpo, quedando en perfecto equilibrio. Cada músculo respondiendo perfecta y eficazmente a mi mente de manera instintiva. Con un leve empujón, me alzo en el aire, enganchando un pie en una rama baja, suficientemente fuerte como para sostener mis peso y a la que uso como punto de apoyo para voltear y lanzarme todavía más arriba. En el aire, empiezo a recoger algunas cerezas, moviendo mis manos con precisión, sin casi rozar las hojas del cerezo.

Tras una voltereta en el aire, apoyo un pie en el tronco del árbol, alterando la inercia del movimiento y dirigiéndome de vuelta a la mesa en la que nos encontrábamos, aterrizando grácilmente al lado de la silla en la que estaba sentado. Inclino ligeramente la cabeza hacia arriba, de manera que las gafas vuelvan a situarse en su posición.

- Entonces, ¿quién quiere cerezas? - les digo depositando todas las que he recolectado encima de la mesa, mientras me llevo una a la boca.

Por lo que pudo deducir de las palabras de Mística, aquel hombre, Xavier era muy importante para ella y para la doctora, se notaba que estaban preocupadas por la situación de este, así que no pudo evitar decir:

Espero que mejore lo antes posible y puede recuperarse su amigo.

Lo que si le sorprendió fue lo de la lista de candidatos, ella se había encontrado de casualidad con ella, aunque si lo pensaba bien tal vez había sido cosa del destino encontrarse con esa mujer con esas habilidades cuando estaban despertando sus poderes, ¿y si resultaba que había alguna forma de saber que tenían poderes mutantes incluso antes que ellos mismos y ese hombre podía hacerlo? Era una posibilidad que no se le antojaba imposible y en cierta forma le había pensar en que aquel hombre debía ser impresionante. Rápidamente su atención volvió a la rubia de nuevo ya que empezó a preguntarles por sus habilidades. Pero fue realmente increíble lo que hizo a continuación ya que su piel se volvió azul, como escamosa y tras un movimiento o tal vez un giro de estas volvió a cambiar de forma, ahora era exactamente igual a la doctora. No era la primera vez que lo veía, pero era impresionante y no pudo evitar mirar sorprendida con los ojos muy abiertos, realmente era increíble.

Rápidamente Dhalia empezó a hacer algunas preguntas, mientras las escuchaba Soon Hee asentía, realmente tenía razón, a ella le parecían preguntas muy interesantes, ¿Quién sabia, a lo mejor podía tomar la forma de un dibujo animado? Aunque le parecía que sería difícil, y podría quedar extraño, pero si podía hacerlo sería sin duda digno de verse. Entonces la pelirroja dijo que iba a mostrar sus habilidades.

Soon Hee le miraba muy atenta y cuando hizo que esa pequeña semilla se convirtiera en una cereza se sorprendió y dijo:

Oh, qué bien… puedes hacer que una semilla sea un fruto

Pero lo siguiente que hizo la chica le sorprendió aún más, realmente era increíble como hizo que aquello tan pequeño se convirtiera en un árbol tan grande y bonito, con la boca abierta y sorprendida dice:

¡¡¡Vaya!!! Eso sí que es increíble Dhalia…

Se quedó en cierta forma absorta observando el árbol y los frutos que su compañera había conseguido crear cuando de repente sucedió algo más que también le sorprendió, en esta ocasión fue Ethan que empezó a moverse con una agilidad y precisión increíbles, realmente parecía que estaba volando, ella le mira y dice:

Increíble… es como si hubieras estado bailando y flotando en el aire, que bien.

Realmente sus compañeros tenían unos poderes que le parecían muy útiles y que le habían gustado mucho, con cuidado se pone de pie y se arregla una arruga e su vestido y dice:

Yo no puedo hacer cosas tan chulas como esas… pero ummm

Mira a su alrededor, entonces se acuerda de los coches que había en el patio, en los que habían llegado y dice a sus compañeros:

¿Esto, me esperáis un momento?

Tras lo cual se acerca hacia donde están los coches y tras inclinarse levemente delante de uno de los conductores y pedirle perdón se agacha y sin hacer esfuerzo levanta con una mano uno de los coches por encima de su cabeza como si estuviera levantando un coche de juguete moviéndolo hacia otro lugar y dejarlo también con facilidad, vuelve a pedir disculpas al conductor y vuelve mientras se limpiaba las manos con una de las servilletas:

Esto es lo que puedo hacer, soy un poco más fuerte de lo que parezco, jeje

Termina con una sonrisa de niña buena

Nathan sonrió cuando vio a Mistica hacer su truco. No importaba las veces que lo hiciera, siempre le sorprendia.
Se giró a los demás a ver quién iba a ser el siguiente. Pensó en hacerlo él. Ya que llevaba un poco más de tiempo allí. Pero la chica rubia se le adelantó.
Era algo extraordinario. Podía hacer crecer árboles. Árboles frutales. Eso podría ayudar al mundo si lograba amplificarlos. Vida en los desiertos. Comida. Increíble.

Luego uno de los chicos empezó a saltar y dar volteretas en el aire. Muy agil, muy preciso. Muy chulo todo. Y dejó las cerezas que había cogido ahí tiradas.

Llegó el turno de la oriental. Y lo cierto es que le sorprendió muchísimo. Había levantado aquel coche como si fuera de juguete. Nunca se habría esperado algo así de ella.

Sonrió.

Bueno. Creo que me toca.

Una especie de aura azulada envolvió al joven y este se elevó en el aire. No era que estuviera saltando como había hecho Ethan, estaba verdaderamente volando. Dio un par de vueltas al arbol acabando de recoger los frutos que quedaban en el. y luego aterrizó de nuevo.

No dejes las cerezas ahí en la mesa. Ponlas en un recipiente hombre.

De su mano salió un rayo azulado y una especie de cesta se creó encima de la mesa. Dejó allí sus frutos y colocó también los de Ethan.

Mejor tenerlo todo recogido ¿no creéis?

- Yo podría hablar con él. - Aseguró amagando una sonrisa. Lo que Mistica había dicho había despertado todo su interés, y ahora toda su itnención estaba en saber donde estaba ese tal Xavier y descubrir que le había pasado, y porque. - ¿Y como sabía él donde buscarnos? - Aquello se le escapaba. Después de todo, por lo que había dicho al menos uno de ellos, había llegado desde Japón. Así que no, no se había cruzado con ellos por la calle. Había otras formas de saber esas cosas. Y eso de saber más, a Bill, le llamaba como moscas a la miel.

Se cruzó de brazos, mirando a Mística. Ya había visto eso. Más bien lo había sufrido, y haciendo memoria, aun le dolía la nariz del golpe que le propinó para hablar con él. De una forma incosciente, se llevó la mano derecha a la nariz, comprobando que estaba en su sitio. - Lo he sufrido más bien. - se quejó con el recuerdo del dolor aun vivo.

Aun estaba dándole vueltas al pasado cuando la pelirroja habló, y habló de una pregunta trascendental. Y el interes y misterio le hicieron prestar todos sus sentidos en aquella pregunta cuando preguntó lo de los dibujos animados. De una forma incosciente, inclinó la cabeza sin poder creerse lo que estaba escuchando. cuando se giró a mirar el resto, simplemente carraspeó y se limitó a disimular, mirando a su alrededor. Le daba cosa que le hubiera visto mirándola con aquella cara de no comprensión.

Pero cuando anunció que comenzaba su espectáculo, no pudo evitar volver a centrar la atención en ella. A medio hacer, comprendió lo que estaba haciendo. - Floragénesis. - anuncié en alto, una idea que debería haberse quedado solo en su cabeza. ¿O estaba solo en su cabeza? Ahora no lo tenía del todo claro. Igualmente, no interrumpió nuevamente, cuando hizo crecer aquel arbol, y Bill se limitó a asentir con la cabeza. - Interesante. - reconoció. En aquellos segundos ya le había encontrado al menos una docena de usos a aquella habilidad, y ninguna tenía nada que ver con paliar el hambre en el mundo.

Después llega el turno de demostración de aquel chaval. A Bill le había caido en gracia, todo fuera dicho. La mayoría de los presentes le habían caido bien, pero la gente como Ethan eran con los que sabía que se podía contar para un bombardeo. Lo siguió con la mirada, viendolo hacer aquellas cabriolas en el aire, moviendose en sincronía perfecta. Cuando acabó aquella demostración, aplaudió durante unos segundos. - Impresionante. - Reconoció, encogiendose de hombros incluso sin borrar la sonrisa. Parece que todos los presentes sabían hacer cosas que escapaban a la imaginación del ser humano.

En el tercer turno le tocó a la chica coreana, que pidió un momento y salió de allí para ir hasta los coches. Él si que se asomó a la ventana para tener mejor perspectiva, y ver como levantaba el coche. Levantó las cejas impresionado. - Guau. - Reconoció, mientras la chica aun estaba dejando el coche, y miró de reojo a Drake. - Descartada para mi. Toda para ti. - Bromeó. La idea de tener una novia que pudiera convertirlo en un acordeón de piel y huesos no le parecía de lo mejor para pasar las noches en aquel sitio.

Entonces la chica volvió, y la cara de impresión no había desaparecido del rostro de Bill. - Sin palabras. - Reconoció. - Conozco un par de tios que me deben un par de cientos... - Le dejó la frase en el aire, bromeando. Por último, entró en escena aquel chico que vivía allí de antes. Y se puso a volar, para acabar creando esa cesta de la nada. Bill no pudo evitar levantar la mano ligeramente, para hacer una pregunta. - ¿Puedes fabricar lo que quieras? ¿Como un 250 GT Berlinetta? - Porque aquello si le interesaba potencialmente.

Entonces sintió que todas las miradas se posaban en él, esperando ver que podía hacer. Bill se limitó a encogerse ligeramente de hombros, negando con la cabeza. - Yo solo soy un tio normal, no sé hacer nada impresionante. - Reconoció sin pudor ni problemas. Todos ellos hacían cosas realmente impresionantes.

Estaba atento a las palabras de mis compañeros, así como la manifestación de sus poderes. Entonces era verdad que existían los mutantes, y yo no era un caso aislado como me explico Mística durante el viaje. No atosigaba decir alguna palabra ya que siempre me había costado tratar con extranjeros y más con americanos tras la aún reciente Segunda Guerra Mundial.

No les tenia rencor por lo sucedido, pues las guerras no las gana nadie, sino pierde el pueblo y más cuando hay ideologías tan extremas. Estos chavales me caían bien y me habían dado buena impresión, pero parecían más centrarse entre ellos que no en mí. Sin duda alguna la asiática me atraía más por ser de mí mismo continente, aunque no distinguía si era china o coreana. Parecía tener mezcla de padres.

Los poderes de mis compañeros eran bien diferentes e incluso extraños. Eran originales en su demostración, pero los míos no me daban confianza. Aun no los tenía plenamente controlados y temía hacer daño. Instintivamente de mi cuerpo se empieza a notar una aureola caliente. Algo intermitente se empieza a agitar en mí y de mis pies empieza a salir humo. El césped se empieza a quemar, aunque no soy consciente de ello. Asombrado por el resto, no me doy cuenta que he activado mi propio poder. Las suelas de mis zapatillas deportivas se empiezan a derretir lentamente.

Las dos mujeres asistieron a esa demostración de habilidades sobrehumanas. Raven al escuchar la pregunta inocente de Dahlia quedó con expresión más bien fría.

- Me temo que sólo me transformo en personas.

Dejó fluir una pequeña sonrisa después pero la primera sensación fue de que le había costado.

La frase de William hizo entonces que las dos le miraran interesado.

- Si puedes hablar con una persona que está en coma... eso es bastante impresionante y además lo vamos a tener que intentar. Porque no tenemos muy claro lo que le pasó, simplemente lo perdimos.

Las dos mujeres ahora estaban muy pendientes del muchacho así que no constataron que Izumi había activado sus poderes hasta que fue demasiado tarde y la hierba a su alrededor comenzó a arder. Era una llama pequeña pero eso sumado al hecho de que sus propias zapatillas se iban calentando alertaron al joven de lo que sucedía. Dahlia y Nathan enseguida notaron también el inicio de ese fuego pero no así el resto.

Mística seguía hablando.

- Contamos con un amigo que os podré presentar más adelante. Un científico que está de nuestra parte. Por el momento yo os enseñaré a sobrevivir y Moira hará un papel más tradicional de enseñanza escolar. Estaremos las dos todo el día a vuestra disposición y os tengo que decir algo y es que tendremos que repartirnos un poco las tareas del hogar porque no hemos querido que haya aquí alguien ajeno a todo esto, es decir a nuestras habilidades mutantes. Pero no nos llevará mucho tiempo. Lo importante es que aprendamos y vayamos a mejor.

Sonrió ahora queriendo transmitiros esa confianza en que vuestra estancia aquí sería positiva.

Nathan sonrió ante la pregunta de William y sacudió la cabeza.

No. Lo siento. No puedo fabricar cosas complejas. Muros, rampas, esferas o cubos sí. Pero nada más. Aunque puede ser bastante útil cuando te están disparando.

No le pasó desapercibido el intento del joven de hacerse el normal.

No tienes por qué avergonzarte de lo que eres William. Si estás aquí con nosotros es porque eres mutante, como el resto. Así que no tienes que esconder tus dones. Estás entre amigos.

Pero antes de que pudiera contestarle Izumi empezó a humear.

Cuidado.
¿Estás bien?

Se le veía bastante preocupado. Más de lo normal para ser una persona a la que acababa de conocer.

Como no podía dar crédito, sólo miraba mientras masticaba montones de cerezas con los ojos como huevos duros. Ethan las había dejado encima de la mesa, después de pegar tantos saltos por todo el árbol. Era una mezcla entre un artista de circo y una cabra que vi una vez en las montañas, no sabía que alguien pudiera hacer algo como eso. Después mi nueva amiga Soon había dicho que ella no sabía hacer nada tan increíble, así que había ido a la entrada y había levantado un taxi, y casi me atraganto. ¡Si es casi tan pequeñaja como yo!. Estaba totalmente sorprendida por lo que estaba pasando allí. Luego Nathan empezó a crear lucecitas de colores que tenían formas. Supongo que por eso volaba como los estorninos antes, se habría puesto lucecitas en los pies y estaría levantándose en el aire. Y el chico asiático, Izumi, empezó a brillar un poco y a despedir humo como si fuera a empezar a arder. Yo acerqué un poco el dedo, pero en seguida lo retiré no fuera a ser que me quemara.

"Increfible", dije con la cesta de luz de Nathan en mi regazo, llevándome cerezas a la boca. "Muy, muy increfible", asentí. Sólo quedaba un chico, así que me quedé mirando a William, que hizo... nada de nada. Lo miré con mi mejor mirada de suspicacia, porque no me lo creía. O sea, ¿como es que todos allí podíamos hacer cosas y él no?. Dejé la cesta en la mesa, me limpié el jugo de la cara con una hoja hoja amplia y suave, y puse la mejor cara de chica astuta que tenía, que tampoco se diferenciaba mucho de la cara de cuando tengo gases. "No me creo que seas un tío normal", sonreí cruzando los brazos. "Nos estás engañando, ¿a que sí?. Te he descubierto", asentí intentando parecer segura de mí misma.

Al ver como extrañamente todos me miraban y oler a chamusquina. Empece a dar brincos como un reflejo de que me estaba quemando, aunque en realidad no era así.

Mierda, mierda, mierda, mis zapatillas!! Dando brincos mientras notaba cada vez mi cuerpo mas caliente.

Cada vez se me concentraba mas energía en mi cuerpo y necesitaba soltarla de golpe. Parece que al excitarme viendo los poderes de los demás hizo que el mío se activara por instinto. Empecé a canalizar todo esa energía en mis manos y la disparé con potencia hacia el cerezo creado por Dhalia. Este quedó medio carbonizado. 

Arrepentido y medio sonriente, cogi en mis manos lo que quedaba de mis zapatillas al notar los pies sobre el cesped. Y enseñandolas hacia los demas y mirando al árbol, digo sin saber a donde mirar: Lo... lo siento!!! Aun no domino bien mi poder!

Respondo a la sonrisa de Nathan y luego miro como éste, rodeado de una luz azulada empieza a volar. Y luego utiliza la misma luz para crear una cesta. 

La siguiente en mostrar sus poderes es Soon, que levanta uno de los coches por encima de su cabeza como si nada. Río cuando Bill hace su comentario.

- Uy, ¿te ha cogido miedo? - le digo bromeando.

Y, cuando a continuación dice que es un tipo normal, vuelvo a reír.

- Eso no te lo crees ni tú. Como dice Raven, si puedes hablar con él eres tan normal como el resto de nosotros. - digo señalando a la tropa con una cereza antes de llevármela a la boca.

Escucho a Raven como sigue explicándonos el plan que han trazado para el día a día en esas instalaciones. No puedo evitar sonreír con picardía cuando dicen que estarán a nuestra disposición a cualquier momento del día. No mucho, pero al menos sirve para aligerar el gesto agrio de mi rostro, porque estamos en un internado. Que lo llamen como quieran, pero es un internado.

Abro la boca para mostrar mi opinión cuando veo a Izumi, el chico japonés que se había mantenido bastante callado, descargar una oleada de energía hacia el cerezo, carbonizándolo.

- Suerte que ya habíamos cogido las cerezas. - digo riendo - Pero será mejor que nos movamos, no sea que le caiga encima a alguien. - les digo, sin apartar mi mirada del cerezo. - No te preocupes, tío. - le digo, acercándome al japonés y dándole una palmada en su hombro - Todo es cuestión de tiempo. Y, bueno, parece que aquí tendremos la oportunidad de aprender a controlar y perfeccionar todas estas cosas raras.

Ya lo de las clases... 

Espero poder lograrlo. Normalmente los tengo controlados, y nunca me he sentido así. Supongo que el estar rodeado de gente similar hace que no te veas raro. Aun recuerdo la mirada de la gente durante mi ultimo campeonato de Kendo. No ha pasado mucho tiempo desde que descubri mis poderes. Sobre las clases, no tengo problemas. Mis padres me han presionado mucho al respecto y en Japon nos inducen a estudiar muchas horas.

Soon Hee observa la demostración de poderes de Nathan bastante atenta mientras comenta:

Vaya, que útil… eso es muy útil, sí señor.

Cuando le llegó el turno a William este dijo que no tenía ninguna clase de habilidad, la coreana le mira con los ojos entrecerrados en cierta forma desconfiada mientras pensaba que no se lo creía, no podía estar ahí y no tener ningún poder, estaba claro que si estaba allí era porque tenía un poder, diferente era que no quería mostrarlo, pero tener tenia, o al menos era el motivo por el que estaban allí.

Después Mística comento que había un científico que podría ayudarles y que tendrían que asistir a clases y en cierta forma ayudar en las tareas domésticas; para ella esto no era un problema ya que estaba acostumbrada a hacerlo en su casa, por lo que eso no le supuso ningún problema. Natham explico algo más de su poder y ella asentía, parecía que solo podía hacer aparecer formas sencillas, pero eso no era nada malo, varias cosas sencillas forman una forma compleja, por lo que seguramente todo sería planteárselo de cierta forma.

Entonces se fijó que todos miraban al japonés y ella le miro sin prestarle mucho atención, no fue hasta que este lanzo una gran energía contra el árbol que había creado Dahlia que no reacciono dando un pequeño salto por el susto del momento, el hermoso árbol comienza a arder, ella mira al japonés y molesta dice:

Como has podido hacer eso… ¿Por qué no apuntaste hacia otro lado y apuntaste al árbol que ha hecho crecer Dhalia?

Mira a la pelirroja que seguramente estaría enfadada o molesta para mirar de nuevo al japonés con enfado mientras pensaba en que estaba viendo que lo que le decían sus padres de los japoneses era cierto, solo sabian hacer daño.

Cuando Soon comenta que yo podía sentirme molesta, (me había quedado boquiabierta viendo mi árbol hecho cenizas), empecé a gesticular, señalando con las dos manos a Soon, y luego abriéndolas como pidiendo explicaciones, y luego dirigiéndolas al pobre cerezo, y mirando a Izumi y encogiéndome de hombros con una expresión incrédula negando con la cabeza. "¡Era mi cerezo!", me expliqué boquiabierta. "¿Por qué le hiciste eso a mi cerezo?", negaba con la cabeza con una expresión de escepticismo. "¿No te gustaba?... ¡daba cerezas!".

Con una sonrisa en los labios, asiento a las palabras de Izumi cuando da sus explicaciones.

- Ya, me imagino, tío. Yo tuve suerte de que mis poderes son muy 'light', muy tranquilos. ¿Qué es lo peor que puede pasarme? ¿Esquivar un beso o un abrazo? - digo riendo - En cambio, joder, lo tuyo, debes estar continuamente en tensión para vigilar que no se te vaya de las manos. Si podemos ayudarte con algo, tú dilo.

Y parece que el pobre va a necesitar ayuda más pronto de lo que pensaba. Me giro hacia las chicas, levantando las gafas para mirarlas con mi más radiante de las sonrisas.

- Fue sólo un accidente, chicas. El pobre se ha disculpado ya. - luego centro mi mirada en Dahlia - Todavía no controla sus poderes, imaginate es como si tu, por error, hicieras que un árbol creciera debajo de un coche. Además, estoy seguro de que puedes hacer crecer otro árbol como si nada, ¿verdad? - digo posando una mano en el hombro de Dahlia - ¿Qué te parece si esta vez pruebas con un manzano. - entonces se me ocurre una idea - Soon, ¿qué te parece si cuando Dahlia haya creado el manzano lo sacudes a ver si soy capaz de recoger todas las manzas sin que toquen el suelo?

Además de que puede ser divertido, también lleva la atención lejos del pobre Izumi.