Partida Rol por web

- Has lanzado una luz brillante y les has cortado el brazo a ese tipo desde varios metros, y además ha sonado como algun tipo de animal salvaje. En mi vida habia visto algo parecido...

Agitado como estaba envaine como pude y trate de centrarme.

Bueno... pareces buena persona asi que no creo que seas un demonio ni nada parecido... Más tarde me gustaria que me explicaras que ha sido eso.

Me acerque al bandido que aun quedaba tirado en el suelo.

¿Quien eres, de donde eres y porque has hecho esto? Habla.

¿De donde habra salido ese chico? Si no es más que un niño... En fin, que se encargue algun otro de momento.

Howard seguía diciendo cosas incoherentes sobre Ethan.

¿Demonio? No, te aseguro que no soy ningún demonio.
En cuanto al Rugido del Dragón es una forma de ataque especial que me enseñó uno de mis maestros.

Como Howard parecia más calmado se dedicó a echar un vistazo alrededro de la caravana y asegurarse de que no hubiese nadie acechando.

Ethan parece evadir el tema y se va a revisar por los alrededores. Los heridos ya tienen sus respectivos vendajes y se encuentran afuera de la carroza mirando lo que quedo del campo de batalla. Mientras Howard se acerca al bandido que quedo en el suelo y le pregunta

¡No-No te voy a decir nada! ¡¿Nada de nada entiendes!? Solo alejate de mi –responde asustado mientras empieza a retroceder ayudandose con su unico brazo sin levantarse del suelo

Das unas vueltas por la caravana. Cuando te acercas a los arbustos de la derecha encontras rastros de sangre y no muy lejos un hombre tira en el suelo con las mismas pintas de los bandidos, puedes ver que respira asi que no esta muerto.

Justo antes de que puedas segur con tu pequeño rastrillaje o ver al hombre inconciente escuchas voces, varias voces desde no tan lejos. Podrian ser los bandidos tramando algo, es lo primero que se te ocurre… aunque podria ser cualquier otra cosa

 Tras cerciorarme de que Freya se encuentra bien y descansa tranquilamente tomo su mano entra mis manos y la beso suavemente. Me retiro un momento.

En cuanto salgo, escucho al bandido "huir" de Howard. Me acerco, y me interpongo entre ellos dos.

-Permiteme un momento amigo, déjame hablar a solas con el...

Tiendo mi mano al bandido para que se levante.

-Hablemos un momento, necesito saber porque me buscan, y como esto esta relacionado con mi padre. Ahora estaremos solos un rato y tu me dirás todo lo que sabes. ¿de acuerdo...?

 Lugh se encogió de hombros. Parecía que los heridos ya estaban curados. Sus conocimientos no eran necesarios allí. Encogiéndose de hombros, le dio la espalda al extraño caballero que se había plantado frente a él, y se acercó a ver la escena. Su mente empezó a divagar

¿Bueno, y como lo hago ahora? Garnaris me dijo que les trajera conmigo, pero... ¿Que les digo para que vengan?

Lugh nunca había tenido don de gentes, la verdad. Y ahora mismo, convencerlos de que se internaran en el pantano con él le parecía más complicado que luchar el solo contra todo el regimiento de soldados que había atacado la caravana. Por más que cavilaba sobre el asunto, no llegaba a ninguna parte: Era una batalla perdida mucho antes de empezar

Estaba claro que debía esperar unos segundos. Ahora mismo, el momento de tensión con el bandido era suficiente como para obtener una mala contestación si intervenía, y más teniendo en cuenta que era un extraño. No se fiarían de él así como así. Quizás si les dijera que les había ayudado... Pero no, no le creerían. Y si le creyesen, era probable que sospechasen de él. Al fin y al cabo... ¿Como habría podido un chico de unos catorce años, desarmado, contra cinco adultos versados en el combate, con espada y ballesta? Era algo difícil de creer. El mismo Lugh no acababa de creerse su buena suerte...

Como quieras Nyphel, encargate tu, pero no le hagas nada poco cristiano, ya no puede hacer daño a nadie.

Bueno... estan atendiendo a los heridos, Nyphel se encargara del bandido y Ethan esta revisando los alrededores... solo nos queda....

Hola chico, Lughaidh ¿no? te he oido antes decirselo a Vallento. - Dije tendiendole la mano al nuevo sujeto. - Mi nombre es Howard ¿Que haces aqui tu solo?

 Lugh se sobresaltó cuando el otro personaje se acercó a preguntarle. Esbozó una sonrisa, y le apretó la mano con convicción

Hola, Howard... Pues... Verás, es... Complicado de explicar Ni el mismo lo entendía, de hecho Se supone que venía a ayudaros, pero, por lo que veo, no necesitabais mucha ayuda...

Jugueteó algo incómodo con su bufanda, sin saber muy bien que decir. A pesar de su juventud, sus ojos mostraban más experiencia de la que podría aparentar en un principio. Parecía inquieto, y no dejaba de mover los pies, que, con la tierra del camino, se le estaban llenando de polvo, ya que su única protección eran un par de sandalias ceñidas

Verás, es que una mujer, una tal Garnaris, me pidió que os ayudara, que os iban a tender una emboscada, y no pude negarme... Así que subí a un árbol, dejé mi mochila, y espere a que... ¡Mi mochila! Ahora vuelvo...

Sale corriendo de nuevo, por el lado del camino por donde apareció

Al parecer Ethan había hecho bien en revisar los alrededores, pues no estaba todo tan desierto como parecia en un principio. Primero el bandido inconsciente y luego las otras voces.
La primera idea del joven era ir a examinar al bandido y luego llevarlo a la caravana, pero el murmullo le llamó la atención. Tratando de ser lo más sigiloso posible se acercó a ellas.

Empiezas a moverte entre los arboles y maleza con cuidado para averiguar de que se trataban esas voces. En menos de un minuto llegas a ver al grupo de bandidos reunido, puedes ver a un tipo que no habias visto antes, este esta vestido diferente al resto y sobresale por su gabardina roja. Al parecer el hombre les esta dando arco y flechas a los bandidos y algunas indicaciones mientras otro hombre esta haciendo un fuego apresuradamente sobre un bracero

Ninguno de estos te ha descubierto por la distancia que hay y la vegetacion, pero debido a la distancia te es dificil escuchar lo que dicen

No te hagas el tonto, sabes muy bien en que esta metido tu viejo y no vamos a dejar que transporten esas cosas con tanta facilidad. ¿Qué acaso no te das cuenta de lo que realmente estas haciendo? – Pregunta desbordante de rabia

 Tras unos segundos, Lugh vuelve con una mochila al hombro. Mientras se limpia de ramitas sus pantalones, los cuales llaman la atención por ser bastante holgados y probablemente un par de tallas más grande de lo que le correspondería a chicos. De hecho, la única razón por la que parecen no caérsele es gracias a una especie de cinturón de cuerda, algo improvisado

Bueno... Murmura el chico, plantándose de nuevo ante Howard ¿Donde me había quedado?

Entonces, algo parece captar la atención del chico, que se queda embobado mirando a un punto en concreto. Al seguir su mirada, Howard descubre que lo que le ha conseguido abstraer hasta el punto de olvidarse de su locutor es una simple mariposa, que chupa néctar de una flor a un lado del camino

¡Guau! ¿Has visto que colores?

Parece que al chico le cuesta focalizarse en un sólo punto. Fijándose más de cerca, Howard puede comprobar que sus orejas son algo más picudas que las de una persona estándar, y con un poco de vello en la punta

Al ver la escena Ethan comprendió rápidamente lo que pasaba. Esté debería ser realmente el lider de los bandidos. Y al parecer pensaban volver y quemar la caravana.
El joven monje se debatía entre salir a pelear con ellos y el volver a avisar al resto.
Uno de los maestros del templo, Montaña Sonriente, seguramente se lanzaría como un carro debocado sin importar cuantos fuesen, pero en cambio la maestro Lince Veloz iría primero a avisar y luego volvería antes de que estos se dieran cuenta.

Al final la logica prevaleció. Quizás podría con ellos, pero sólo con que uno o dos escaparan ya podrían hacer daño a la caravana. Con un vistazo final al tipo de la gabardina roja para tratar de quedarse con su aspecto. Ethan salió raudo cual guepardo en dirección a la caravana. No se molestó mucho en en que no le escuchasen. Prefirió confiar en su velocidad.

Nos volveremos a ver. No os preocupeis.

-Mi padre es un mercader honesto. Y así que seramejor que digas lo que quieres antes de seguir difamandolo.

Lo arrastro un poco mas y hablo lo suficientemente bajo para que nadie escuche nuestras conversación.

 -No importa en que líos se halla metido mi padre, eso no es motivo para dañar gente inocente. Te juro, te juro que si algo le llego a pasar a ella la muerte sera para ti el mayor de tus deseos...

¡Honesto mis pelotas! Las personas como tu padre son escoria que tiene que ser borrada de este planeta. No te hagas el listillo delante de esta gente, tu eres igual a el – grita el bandido mientras mira a Nyphel conteniendose para no golpearlo

De repente escuchan unos pasos apresurados acercarse al lugar, Ethan vuelve a la caravana corriendo a toda velocidad después de haber dado un vistazo por la zona. Por el gesto de su cara parece que no trae buenas noticias…

Tal y como se esperaba los bandidos no habían podido reaccionar a tiempo, eso si es que realmente le habían visto. Pero era mejor prepararse para lo peor.
Una vez al lado de los demás pudo dar la alarma.

Atención. Esto todavía no ha acabado. Hay alguien que ha reagrupado a esa gente y se preparan para volver con arcos y flechas encendidas. Creo que intentan quemar la caravana.

O nos vamos rápidamente, muy rápidamente. O los interceptamos en el bosque que es desde donde creo que van a disparar.

 Lugh frunce el ceño; Esta era su oportunidad. Nunca se la había dado bien mentir, pero al menos esta vez, lo que iba a decir no era del todo mentira

Conozco un lugar seguro, dentro del bosque. Os puedo guiar, si dejáis atrás las caravanas

Esperándose la negativa, se apresuró a dejar su mochila a uno de los lados del camino, bien escondida, mientras seguía hablando

Aunque claro, si no tenéis intención de iros, supongo que tendré que echar una mano...

Se levantó, y se ajustó los guantes. Mientras lo hacía, un corte algo profundo se pudo intuir en su costado. Aún sangraba, pero Lughaidh ni siquiera parecía darse cuenta. No es que el dolor le fuera indiferente, es que sabía aparentar que no le afectaba. Y aún le quedaba mucho por pelear antes de desfallecer

En cuyo caso Añadió Lo mejor sería atacar primero

Sonrió, enseñando sus afilados caninos

Cuando escucho la noticia me separo de la caravana y me acerco al joven con mucha preocupacion. Empezaba a darme una idea de todo esto, pero no queria apuntar con el dedo a nadie hasta estar segura

No creo que atacarlos sea una buena opcion, en estos momentos estamos heridos... aunque ellos tambien. Dime Ethan ¿de cuantos se tratan? ¿cuantos vistes?
Pregunta Freya llamando la atencion despues de haber estado un buen rato en silencio