Partida Rol por web

Ethan nota que en el comentario de Howard hay algo más de lo que explica. Algo personal. Repasa mentalmente la conversación y recuerda un "desde que me rescataron". No quiere volver a sacar el tema porque, si es lo que se imagina, es algo duro de recordar.

Está claro que todo el mundo tiene un pasado.

Es curioso lo de catolico. En la isla tampoco se llevan muy bien con ellos, ni con los extranjeros. Segun he oido hay muy pocos. Pero no sé nada de que los cacen. Lo que cuentas es terrible.

Por cierto, ¿esa Elisabetta quién es?. He oido hablar de ella desde que llegué al continente. Pero me daba vergüenza preguntar, ya que todo el mundo parecia saber de ella. Según he podido entender es la regente de un pasi o algo así ¿no? un reina o algo.

Es terrible y estoy dispuesto a acabar con ello. O con todo lo que pueda.

Y cambiando de expresión a una más distendida declaró.

Bueno yo no se mucho tampoco pero basicamente se trata de la nueva emperatriz de Arkangel. El problema es que es solo una niña y no hay mucha gente dispuesta a seguirla. Por lo que a mi respecta la iglesia no la ha aceptado como sumo pontifice.

Y eso - sentenció -  ya quiere decir algo.

Supongo que a lo mejor Nyphel sabe algo más ya que estuvo estudiando en la universidad de Arkangel.

El hombre pone su dedo indice sobre el menton mientras piensa mirando el techo. Al parecer ninguna idea viene a su cabeza asi que le hace un gesto a su compañero para que le ayude a pensar. Este sonrie levemente y te mira fijamente

Si estas buscando algo para conocer mas la ciudad podrias echarle un vistazo al observatorio, aunque no estoy seguro si admiten turistas. Tambien puedes recorrer la ciudad, por supuesto, hay infinidad de edificios antiguos e iglesias todos muy hermosos. Tambien tienes para probar comidas tradicionales o ver alguna obra en el teatro… todo depende de sus gustos mi estimado caballero

De seguro que si da unas vueltas por el pueblo encontrara algo que le llame la atención

 Escucho atentamente la conversación de mis compañeros, haciendo apenas algunos gestos para expresar mis emociones. Sin embargo, al escuchar preguntar ¿quien es elisabetta, no puedo menos que ponerme de pie de la impresión.

-Esto... esto... Hermano, amigo, es verdad todo eso, ¿de verdad no saben?.

Me tranquilizo un poco y me siento.

-Elisabetta es la nueva emperatriz, accedió al trono tras la repentina muerte de su padre. Es cierto, tiene sus problemas, no solo por ser la primera mujer en ocupar un cargo tan importante, si no también por su corta edad. 

Sin embargo, ella cuenta con el apoyo del mas poderosos de los señores de la guerra, y ha sido entrenada desde la cuna por la orden del cielo. Ademas, dicen que posee una belleza sobrecogedora, una de esas que es capaz de robarle el corazón a cualquiera, y que sin embargo, emana un aura de bondad y pureza a su paso.

Aun que el imperio se a separado, he escuchado con algunos comerciantes, que desde que murió su padre y ella asumió el trono, se sienten mas seguros, no estoy del todo seguro de como fue su padre, pero al parecer los comerciantes le tienen un cierto resentimiento.

Ethan se sorprende cuando Nyphel se levanta visiblemente alarmado. Incluso echa un vistazo pro si alguien les ataca. Pero cuando explica el motivo de su sorpresa ya se tranquiliza.

Mil perdones Nyphel. En verdad no sabía nada de la situación. La verdad es que la politica me interesa más bien poco. De hecho me da dolor de cabeza. Aunque debería averiguar qué tal están en Argos con la situación. si al final me acabo quedando allí supongo que tendré que estar minimamente enterado de la situación local.

Mmm. ¿Entrenada por la orden del cielo dices?. Esos son los mismos soldados que guardan la caravana en la que vamos ¿verdad?. Interesante. Supongo entonces que son asó como el ejercito del imperio.

De acuerdo, muchas gracias-Comenta Alan con una sonrisa afable, a la vez que se da la vuelta, dispuesto a salir a la calle.

Antes de hacerlo, vuelve a hechar un vistazo al interior de la taberna. Despues de tanto tiempo solo, o con una compañia pésima, el ambiente desenfadado de aquel lugar le gustaba. Quizá se quedase un tiempo allí.

Acto seguido, el chico sale al exterior, y comienza a andar en la dirección indicada por aquel hombre. Decidió que lo primero que iría a ver sería el observatorio (con un poco de suerte estaría abierto al público)

Seguro que entiendes que vivo lejos de la ciudad mas cercana y que para colmo mi patria es Kushistán. Alli no vas a oir a nadie decir algo distinto a que la emperatriz es una niña debil que si no fuera por los apoyos que tiene no pintaria nada. Elisabetta no es muy querida por alli. Y los unicos que la quieren es porque piensan que es el fin del Sacrosanto imperio.

Luego de que el cantinero te de las gracias decides salir de la taberna y averiguar como llegar al observatorio. Empiezas a caminar errante por las calles buscando el susodicho lugar pero al no tener pista alguna le preguntas a unas señoras que te dicen amablemente donde queda… aunque se encontraba un poco alejado, casi saliendo de la ciudad.
Como no tenias nada mejor que hacer decidiste ir a echar un vistazo de todas formas

Luego de caminar un buen tiempo llegas a una plaza bastante grande, donde no hay ningun árbol y el pasto esta cortado prolijamente, y en el medio de esta se encuentra una torre en forma de cilindro al que todos dicen de ser el observatorio. La torre se eleva por arriba de los 200 metros y resplandece por el brillo del sol. Es realmente estetico y una buena atracción turística, aunque parece estar cerrada ya que la unica puerta de entrada esta bloqueada por una soga.

Aparte de las demas personas que disfrutan del extravagante parque, un hombre te llama poderosamente la atención. Este esta parado justo detrás de la soga de contención y mirando fija adelante, como si estuviera totalmente decepcionado de que el lugar estuviera cerrado

 ...y aun que así fuese, la necesitamos, piensalo, ella es el simbolo del imperio. Es como la iglecia,como buda o como los dioses.

Ethan se acercó a aquel hombre.

-Una pena, ¿Verdad?-Dijo con cara algo triste-Yo tambien tenía pensado visitarlo.

Mientras hablaba, fue moviendose para ver aquel curioso lugar. Al rato, volvió con el hombre.

-¿Tambien eres turista, como yo? Te puedo tutear, ¿verdad? Me pone muy nervioso hablar a la gente de usted-Le dijo, mientras le dedicaba una sonrisa.

Ethan se queda pensativo unos instantes.

Bueno. Como ya he dicho, la politica me aburre. aunque intentaré estar al tanto de las cosas. Y de ponerme al día.

De hecho algunas cosas que he oido es que Lucrecio está governado por el último descendiente de la familia Giovanni, que es la familía que había estado governando el imperio por siglos.

Me rio un poco por la rudeza del muchacho
je, no hay problema, no hay problema -suspiro- Si, es una pena. Tenia muchas ganas de ver como era esto del observatorio, y mas teniendo en cuenta que era el unico del mundo

Me doy vuelta y miro al hombre que me estaba hablando, dandome cuenta que se trata de un muchacho

Pero no te preocupes, segun tengo entendido quizas lo abran a la noche, y si lo piensas un poco es bastante logico

Sonrio ampliamente y me rio por mi comentario y extiendo mi mano al muchacho, mostrando mi lado amable

Gerard Wickcloud, un placer

El extrovertido hombre viste con elegantes ropas de seda de color negro, con ciertos detalles militares. Su piel es mas oscura que la promedia a la de la gente de Lucrecio como tambien su altura superior. No tiene cabello pero su barba que recorre desde sus orejas hasta el menton bien arreglada y prolija

Cuando extiende su mano para saludarte ves algo extraño en su mano. Esta esta hecha de metal, como si fuera una extraña protesis o como si estuviera usando una armadura debajo de su camisa. Aun asi el hombre parece ignorar esto e insiste en el saludo

-¿Por la noche?-Pregunta Alan-Claro, tiene su sentido-Dijo a continuación, reflexionando.

Alan-Añade,devolviendole el saludo, y fijándose disimuladamente en su mano.

El muchacho dudó un momento si preguntarle acerca de la prótesis, aunque decidió no ser maleducado, y lo dejó pasar.

-Pues ya no se que puedo hacer-Dice, suspirando-Tenía algun otro lugar que me gustaría visitar, pero este es el que mas me ha llamado la atención. ¿Conoces esta ciudad?-Pregunta el chico, intentando entablar conversación con el desconocido.

Estrecho con fuerza la mano del joven como me es de costumbre y le miro sonriente

La conosco muy poco a pesar de vivir toda mi vida en Lucrecio. Nunca sali mucho de Du’ Lucard, solo cuando era joven y aventurero. Ahora solo soy un retirado que quiere conocer el mundo

¡Pero cierta gente nos quiere arruinar nuestro pasatiempo¡ – respondo con una voz mas fuerte y algo burlona, aunque ciertamente molesto mientras señalo con mi pulgar el observatorio

¿Tu que me cuentas amigo? No pareces de aca ¿De donde eres?

Alan rió ante el comentario de Gerard. Ciertamente, alguien les había arruinado su principal pasatiempo.

-No, yo no soy de aqui-Dice, sin borrar la sonrisa de su cara, aunque mirando al suelo de manera inconsciente-Nací en Brudje, Kanon-Mintió el chico, temeroso de que alguien le estuviese buscando-Y es la primera vez que vengo-Añadio, dedicandole a su interlocutor una sonrisa.

Bueno, ¿Y que podemos hacer ahora?-Preguntó, poniendo los brazos en jarras.

No tengo idea…

Respondo mientras suspiro, me cruzo de brazos y cierro mis ojos pensando. A pesar de haber vivido toda mi vida en Lucrecio, no conosco nada de esta ciudad, y esa me deprime un poco, pero eso hace que mi vena aventurera se hinche mas y mas

… ¡Y bueno! Supongo que podria ir a ver la plaza principal aunque queda muy lejos, o quizas la cerveza de Malakai sea diferente a la de Du’Lucard. ¡Eso seria genial jaja! –me entusiasmo nuevamente- Creo que ire a buscar un lugar donde pasar la noche y de paso comer algo, que tengo un hambre atroz

Si quieres te puedo invitar. ¿Qué dices? ¿Quieres ir a comer algo con el viejo Wickcloud?

El tiempo pasa tranquilamente en la taberna. Algunas personas se van sin mas del lugar, y otras piden algo de comer al tabernero. Todo transcurre de una manera tan tranquila y apacible que uno no se percata de ellas, pero todo tiene su fin.

La puerta se abre repentinamente como si fuera una bomba de luz y una persona ataviada con ropajes oscuros y una capucha entra en la taberna. Sin mirar atrás y sin detenerse camina apurado hasta uno de los asientos del fondo, tapando su cara cada vez que pasa cerca de alguna persona. Cuando pasa cerca de ustedes lo unico que le logran ver son unas mechas de pelo violeta que sobresalen de la capucha. Cuando llega al asiento se sienta alli y actua como si no hubiera pasado nada.
Todas las personas que aun estaban alli la miran fijamente hasta que se sienta en la esquina, cambiando ese aura apacible por uno mas normal. El tabernero al ver esto hace una mueca de desagrado pero con un disimulado suspiro sigue hablando con su compañero obviando el tema

Ni siquiera llega a pasar un minuto desde la entrada del misterioso personaje que la puerta se vuelve a abrir. Esta vez se trata de un hombre adulto que viste con armaduras de cuero y metal empieza a caminar por el lugar apurado y molesto, mirando a todos lados. Es ahí cuando ve al encapuchado y camina furioso hasta el y lo agarra del brazo

¡¿Y todavía te piensas que te puedes esconder!? Si que eres molesta –Grita el hombre

¡Dejame en paz!
Dice la encapuchada con una notoria voz de mujer

Empiezan a forcejear en el lugar, pero el hombre parece ser mas fuerte y empieza a arrastrarla, tirando la mesa donde la mujer se habia sentado

La conversación se había vuelto amena. Y, por lo menos, Ethan estaba disfrutando tanto de ella como de la compañia. Además había provado la cerveza, y le había gustado. Pero prefirió no abusar de ella. Porque había oido que el alcohol te nublaba la mente y no te dejaba actuar bien. Y no quería embotarse.

Cuando parecia que no pasaría nada, el destino llamó a la posada. O más bien entró. Primero en forma de encapuchado, que resultó ser encapuchada, y luego en forma de brabucón que parecía obligarla a hacer algo que no quería.

Ethan miró a sus compañeros, se encogió de hombros y se levantó en dirección al hombre de la armadura.

Perdone. Pero parece que la señora no quiere ir con usted.

La conversación se había vuelto amena. Y, por lo menos, Ethan estaba disfrutando tanto de ella como de la compañia. Además había provado la cerveza, y le había gustado. Pero prefirió no abusar de ella. Porque había oido que el alcohol te nublaba la mente y no te dejaba actuar bien. Y no quería embotarse.

Cuando parecia que no pasaría nada, el destino llamó a la posada. O más bien entró. Primero en forma de encapuchado, que resultó ser encapuchada, y luego en forma de brabucón que parecía obligarla a hacer algo que no quería.

Ethan miró a sus compañeros, se encogió de hombros y se levantó en dirección al hombre de la armadura.

Perdone. Pero parece que la señora no quiere ir con usted.