Partida Rol por web

Dos de los hombres se mueven rapidamente y se ponen a tus costados, dejandote solamente solo tu espalda para poder huir. Estos lanzan sus ataques uno a la vez y controlandose para no golpearse entre ellos, usando ataques ascendentes y descendentes con sus espadas

¡Muere sabandija!

 El ataque del primero no supuso ningún problema. Pero entonces, tanto el segundo como el tercero le rodearon... Y, de repente, controlar a tres enemigos era más complicado que antes. Intentó devolver el golpe al guardia que se había colocado frente a él, aprovechando una nueva estocada fallida, en un momento de respiro por parte de los otros dos...

Esquivas el ataque el primer bandido y lanzas un puñetaso hacia el rostro de tu adversario pero la esquiva con total naturaleza moviendo su cabeza. Mientras tanto sigues siendo victorima de los ataques de los otros dos hombres los cuales no llegas a esquivar, pero tu armadura esta haciendo bien su trabajo

La bufanda de Lugh se extendía y contraía, parando los golpes, y dejando a los soldados con la mirada atónita ¿Que clase de objeto era ese, que parecía moverse con vida propia, salvando a su propietario de cortes posiblemente mortales? Lugh vio como su desconcierto iba en aumento, y consiguió pillarlos por sorpresa, con una finta brusca

Este sería un buen momento para huir

No supo por qué. Se había movido de forma rápida, casi como un fantasma. Los soldados apenas le habían seguido, y tenía la oportunidad de escapar de ellos sin más problemas. Pero no supo por qué, se quedó. Y se lanzó de nuevo a por dos de los soldados

Quizás lo hizo por negativa a huir de un combate. Quizás lo hizo por cumplir la voluntad de Garnaris, con la que sentía una extraña conexión, al ser los dos, al fin y al cabo, renegados de la sociedad. Quizás lo hizo por intentar dar algo de tiempo a la gente de la carroza. Quizás fue por otra razón totalmente distinta

El caso es que sus puños y piernas reaccionaron solos, y súbitamente se vio saltando sobre el soldado que le había atacado con la ballesta, preparado para hundir su cráneo con un golpe de reverso. No le gustaba matar de forma innecesaria, y siempre que podía lo evitaba, pero tres enemigos era un momento crítico como para preocuparse por controlarse. Pidió por dentro, a cualquiera de los Dioses que decidiera oírle, si es que existía alguno, y a la madre naturaleza, que evitaran que sus golpes fueran mortales. Y luego, dejó de pensar, mientras su golpe impactaba

Giras en el aire haciendo un trompo sorprendiendo a tus enemigos con tu determinacion para finalizar extendiendo tu mano para golpear directo en la cara a los bandidos, pero para tu sorpresa el primer bandido lo esquiva agachandose muy rapido, como si hubiese previsto tu ataque... pero el hecho de que este lo halla esquivado quiere decir que el siguiente lo recibiria con mas fuerza y asi fue. Tu puño impacta contra el menton del hombre el cual sientes que se le sale de lugar con un desagradable sonido hueso golpeado mientras el hombre se tambalea despues de dar una vuelta en el lugar por el golpe

¡¡Rodrigo!! - grita uno de los bandidos preocupado - !Pagaras por eso!
ambos hombres lanzan ataques horizontales desde ambos lados, dispuestos a cortarte en dos

Por otro lado puedes escuchar como la batalla en la caravana empezo. Se escuchan gritos de dolor e ira, como tambien el agudo ruido metalico de las espadas chocando

Se esperaba el contraataque del primero, así que no le costó moverse a tiempo para esquivarlo. Con lo que no contaba era con el otro soldado, del que, por alguna razón misteriosa, probablemente provocada por alguna de las distracciones que tanto le caracterizaban, se había olvidado totalmente. Y, al ver la espada tan cerca, dio un traspiés. Perdió el equilibrio, y, mientras el filo se acercaba, cerró los ojos un instante, anticipando el golpe

Cuando bajas de tu salto inmediatamente recibes dos ataques simultaneos, e intentando esquivar uno terminanstes llendo hacia el otro espadazo y este te corta profundamente. El golpe esperado pero inevitable te hace perder el equilibrio y el polvillo bajo tus pies se corre haciendote caer al suelo y para tu sorpresa, tu preciada bufanda se escapa de tu cuello y cae lentamente al suelo.

Los bandidos sonrien maleficamente al ver como caes al suelo y como aquel extraño artefacto se desprende de tu cuello

 Mierda

Había sido demasiado lento. Y su error le había costado caro. Pero la batalla no estaba perdida, aún

Recogiendo su bufanda, se levantó del suelo, preparado para defenderse de los ataques, en busca de una posición más ventajosa desde la que atacar, mientras volvía a colocarse el recuerdo de su maestro alrededor del cuello. Y entonces vio que dos de los soldados no se habían esperado su reacción, rápida como una centella. Aprovechándose de sus reflejos, que siempre le suponían una ventaja frente a sus enemigos, intentó noquearles antes de que pudieran herirle de nuevo

Desde el suelo agarras tu bufanda y la colocas de nuevo en su lugar mientras das un salto marcial para ponerte de nuevo en pie. Mientras caes de vuelta sobre tus pies y golpeas usando la palma de tu mano sobre la nariz de los hombres al mismo tiempo. Los bandidos son totalmente sorprendidos por este movimiento reciben el golpe con todo su esplendor. El bandido que aun estaba aturdido por el golpe cae al suelo sobre su espalda rapidamente, mientras que su compañero recibe el golpe y retrocede unos pasos mientras lleva su mano a su ahora sangrienta nariz. El malviviente que quedo ileso mira la escena sin saber que hacer

¡Vamonos de aqui, esto ya no vale la pena! -dice mientras lanza un peligroso espadazo para luego retroceder

 Lugh se quedo unos momentos en estado de shock. Había sonado mal, muy mal. Se le había ido de las manos. Pero no podía pensar en eso, claro estaba. Deseando que aquel hombre aún siguiese vivo, se irguió justo a tiempo de esquivar la arremetida de ese hombre. Acto seguido, habló con rapidez, intentando arreglarlo

¡Deponed las armas, y marchaos! No tiene porque haber más heridos...

Frunció el ceño, mientras observaba el cuerpo del soldado

Por favor, que aún siga vivo...

Los bandidos empiezan a dar pasos atras timidamente mientras se miran fugazmente

vamonos, no quiero morir aqui -le dice a su compañero

pero... rodrigo esta...

¡¿Te crees que no lo se!? No podemos hacer nada por el, ¡VAMONOS!

Le grita precupado. Su compañero asiende con su cabeza y empiezan a dar pasos pequeños hacia atras hasta tener cierta distancia para luego dar media vuelta y salir corriendo y desaparecer de tu vista

Parte 2

Estas corriendo por el bosque, gracias a tus años de estar en este ambiente puedes saltar troncos y raices como esquivar ramas con total naturalidad sin disminuir el ritmo, por lo que parece que si quisieran perseguirte les seria muy complicado. Luego de correr un buen trecho te detienes al ver que no te persigue ninguno de los otras personas

¿y ahora que es lo que deberias hacer? Garnaris te dijo que le llevases a la gente que te parezca "especial", y sin duda la encontraste, pero ahora es imposible persuadirles para que te acompañen. Varios sentimientos y pensamientos pasan por tu cabeza mientras te sientas en una rama para agarrar algo de aire por tanto correr

 Lugh despeja su mente. Al fin y al cabo, Garnaris le había dicho que salvara a esa gente, y si era posible, que les trajera junto a ella. Lo de traerles ya parecía imposible. Lo de salvarles ya estaba hecho. Así que lo mejor sería volver para hablar con ella. Al fin y al cabo, tampoco es que supiera por qué estaba haciendo todo eso

Suspiró, y se levantó. Ya pensaría algo con Garnaris

Entonces se acordó del Laicos

Mierda. Se me había olvidado totalmente. Se suponía que esto era un favor, pero la verdad es que me había hecho ilusiones

Bueno, no estaba todo perdido. Lo mejor sería consultarlo con la excéntrica mujer

Ya cansado por todo lo que paso, decides ir con Garnaris nuevamente. A pesar de ser la primera vez dentro de ese bosque y haberte movido tanto, sientes como si supieras el camino exacto hacia el dichoso lugar.

Luego de aproximadamente 7 minutos llegas nuevamente al pantano donde esta Garnaris. Desde lejos la puedes ver sentada en la silla de su escritorio, meciendo su silla, con los pies sobre la mesa y leyendo un libro con una suave luz de vela. Parece estar muy tranquila, y que no esta preparada para lo que esta por pasar

 Lugh caminó con torpeza y cansancio, sintiendo que cada paso se volvía una eternidad. No es que el se cansara fácilmente, de hecho, había conseguido moldear sus energías interiores de manera que soportaran su cuerpo cuando su condición física fallara, lo que le suponía una resistencia varias veces mayor que la de una persona normal, en la plenitud de su vida. Pero, aún así, había invertido demasiado en esa lucha, había puesto en ella todos sus esfuerzos. No, no tenía ganas de correr a saludar a su nueva amiga

Así que se limitó a llegar a su altura, y luego, se sentó en el suelo, suspirando. No dijo nada durante unos segundos, pero luego esbozó una sonrisa cansada hacia la mujer, que le miraba interrogante

Hola de nuevo, Garnaris. Ya está hecho

Se tumbó sobre su espalda, y cruzó las piernas, mientras miraba al cielo, distraído

Aunque no he conseguido que vengan. Pero vamos, en principio, están a salvo

Luego suspiró. Tenía ganas de echarse una siesta. Sí, probablemente se echaría una siesta en breve

¿uuuoooooohhh? –digo como mezclando decepcion con el reproche de una niña cuando me dice que no pudo traerlos

Aun asi estoy feliz de que alla podido salvar la caravana, pero estaba muy ansiosa por poder hablar con alguna de esas personas, tendre que tragarme las ganas y seguir como estoy

Bueno, deberias sentirte bien, pudistes salvar a mucha gente con tu propia voluntad y eso es admirable… te daria un besito si no fuera por que estoy en una parte interesante de mi novela –bromeo con tono sarcastico mientras le miro de reojo por arriba de mis anteojos- Si quieres descansar alli atrás esta mi cama, esta algo desarreglada y no es muy comoda, pero es lo mejor que tengo

Señalo mi cama atrás de todo. La cama pasa muy desapercibida, ya que hay tantas cosas arriba de ella que parece una mesa acolchada

 Lugh casi abraza a Garnaris cuando le señala a la cama. Se apresura a añadir

Oh, no, no, valdrá de sobra. Gracias, no sabes la alegría que me acabas de dar

Se acerca, arrastrando los pies, hasta el lecho, y luego se queda mirando durante unos segundos la mullida superficie de este, cubierta hasta arriba de libros y otros cachivaches. Al principio, duda, pero, al final, se encoge de hombros

¿Oye, no te importa si aparto un poco todo esto, no? Me parece que no quepo entre tanto libro...

Rascándose la cabeza, se pregunta por donde empezar. Como presume que la respuesta será afirmativa, comienza a dejar las cosas que hay encima de la cama donde bien puede, mientras sigue hablando, algo distraído

Bueno, quizás te interese saber el aspecto de los más "singulares". Había uno que llevaba dos espadas, Howard se llamaba, y otro que llevaba una bonita armadura, que casi no me deja entrar en las carretas. También había uno, no me acuerdo bien de su nombre, que sabía artes marciales... Parecía que los que atacaron la caravana querían unos objetos que llevaba con él, o que llevaba su padre, o algo por el estilo... Bueno, no me enteré muy bien, pero vamos, que se conoce que era el foco del problema

Intenta hacer memoria. Con lo distraído que es normalmente, la verdad es que tampoco se acordaba muy bien de la conversación entre Fénix y el chico al que perseguía. No debía de haber sido muy importante

Se conoce que el bando de los malos malosos estaba liderado por un tal Fénix, que decía no-se-qué de una misión y un tal Sol negro... Parecía un poco loco, pero no era mal chico... Y bueno, luego estaba otro...

Al recordar a Ethan, sonríe. El guerrero era, desde luego, el que más le había impactado. Su estilo de combate, su sentido del honor, sus extraños poderes... Sí, desde luego era un contrincante formidable

... Yo diría que el más poderoso de todos. Aunque parece que le gusta jugar con el fuego. En un bosque...

Al acordarse de la misteriosa y peligrosa habilidad del luchador, frunce el ceño. Sí, no cabía duda. Podría ser que la próxima vez que se vieran, tuviera que detener sus horribles poderes. Podría ser que volvieran a tener objetivos contrarios. Incluso podría llegar a darse el caso de que combatieran, simplemente por el placer de medir sus fuerzas

Lo único que sabía, era que, tarde o temprano, acabarían luchando

Lugh esperaba con ansia ese momento

Quita todo lo que quieras, no te preocupes por eso, luego lo arreglo

Cuando Lugh se pone a explicar lo que paso y vio cierro mi libro y le escucho atentamente. Algo decepcionada por los resultados, ya que hablar con esta gente no solo les ayudaria a conseguir lo que necesitan, si no que tambien me sacarian de esta vida rutinaria que llevo; le sigo escuchando hasta que termine

Es una verdadera pena, me habria encantado hablar con cualquiera de ellos –suspiro- sera para otro momento entonces

Descansa querido, hoy tuvistes una mañana intensa
Le hago una seña para que valla a descansar y que no se preocupe por nada. Luego vuelvo a levantar el libro y me interno nuevamente en la lectura

Mientras descansas en la cama (que hace mucho que no te acostabas en una) tienes un sueño donde caminas plasidamente por el bosque mas hermoso que nunca antes habias estado, todo es tranquilidad y armonia hasta que de un momento a otro se escucha un fuerte estruendo y un dragon hecho de fuego surge desde el suelo y te rodea mientras quema el bosque entero.
Te despiertas repentinamente cuando el dragon estaba a punto de engullirte. Al ver a tu alrededor y recuerdas que te habias quedado en la casa de Garnaris, pero ella no esta por ningun lado. La casa esta aun mas oscura que antes ya que el sol esta poniendose, la vela en la calavera esta a punto de extinguirse, y leve viento entra por la ventana moviendo la cortina cual coreografia y un gato pardo gris esta durmiendo placidamente sobre tus piernas