Partida Rol por web

Eros siguió insistiendo con las citas y ahora fue el turno de la cita ocho. Todo comenzó nuevamente en el hotel, ahora al lado de una de las piscinas, pero el gran dios había dado esas velas y creía que era un buen detalle para los que quieran hacer otra cosa, o viajar al fin del universo, siempre protegidos por su amor y cuidado.

Psique miró todo intrigada.

-Falta menos mi señor, ¿habrán encontrado el amor?

Eros, sonriendo y acariciando sus celestiales cabellos, le dijo a su amada.

-Si estuvieron menos solos, si sonrieron, si fueron más felices... con eso me alcanza.

Me bajé de la moto y me encontré en el sector de piscinas. Estaba muy lindo el día, el sol brillaba como un disco de oro puro. Sin embargo, sabía yo que mi cabeza seguía teniendo un precio por tanto matón suelto al que le robé sus tesoros para entregarlos a los museos, que vale decir que nunca fueron realmente suyos en primer caso. Los mafiosos eran así, les molestaba cuando alguien les robaba algo que ellos habían robado.  "¡Qué tíos más estúpidos!"

Caminé despacio, apuntando con mis armas alrededor, esperando a mi cita, pero también esperando algo peor.

"Nunca se puede ser demasiado precavida"

-¿Quién anda ahí? -pregunté con desconfianza...

 Esperando a mi cita a la sombra de las palmeras, veo como ella misma se aproxima, sin ni siquiera verme, apuntanto con sus pistolas en todas direcciones. Salgo a la luz con las manos en alto y le digo:

- Tranquila, soy inocente... Soy Patrick Jane, consultor de la Unidad de Delitos del CBI... ¿Puedes dejar de apuntarme? Gracias... - esbozo una pequeña sonrisa y le digo: Chica, creo que no deberías ser tan violenta... Los hombre te lo agradacerían...

Pego una risotada cuando el chico me dice esa frase. Y tiene bastante razón, pero mi vida me ha hecho una chica dura.

-I am sorry -le digo y, bajando las armas, me acerco hacia él. Estiro mi brazo y le tiendo la mano mientras lo saludo.

-Un placer conocerte. Soy Croft, Lara Croft, arquéologa, aventurera y... peligrosa.

Cuando acoto esto último dejo que una sonrisa pícara se asome por mi cara.

-Tú debes ser mi cita. No tienes aspecto de mafioso cazafortunas. Aunque... es como dicen, las primeras apariencias no son siempre exactas. Mnnn... ¿no eres un mafioso, verdad?

Camino en rededor de él mirándolo muy atentamente, pero con las armas en el cinturón.

 Sonrío ante tan extraña pregunta y respondo dudando:

- No, creo que no... Aunque si quieres registrarme por si llevo micros o armas... allá tú. No, en serio, no soy mafioso, aunque... No siempre he estado dentro de la ley... Bueno y, ¿cuánto tiempo llevas así, huyendo o matando mafiosos? Porque debe ser muy estresante...

Me pongo las manos en la cintura y pienso, para responderle de acuerdo:

-Bien, desde que empecé con esto de la arqueología, y me comencé a internar en templos olvidados por el tiempo... Digamos que, tengo 22 años... Mnnn, sí exactamente hace cinco años que estoy en esta carrerilla.

Sonriendo le digo:

-¿Tú trabajas en el fbi dijiste? Cbi, FBI, ¿tienen algo que ver?

Lo miro más y le pregunto:

-¿Eres un bloody agente federal? Muñeco yo no soy criminal, yo soy perseguida por ellos.

 - Tranquila, no seré yo el que te arreste... - pienso un poco y digo - El FBI son los federales, los polis de verdad; en el CBI, Brigada de Investigación de California, nos dedicamos a eso, a investigar crímenes... E intentar resolverlos... Así que si algún día estos mafiosos que te persiguen te asesinan en California, me encargaré de encontrarles... Espero que esto no pase...

Sonrío al decir esto último y comienzo a dar yo vueltas alrededor de ella mientras le observo y digo:

- Chica, 22 años, bastante experimentada para su corta edad, pero que sin duda es traicionada de vez en cuando por su juventud. Parece peligrosa a simple vista, pero en realidad todo lo hace por un motivo... ¿Personal? ¿Familiar quizás? - me quedo a su espalda y digo - ¿Ves? ¿A que no te gusta que hagan eso? Pues ese es mi día a día en el trabajo...

A medida que trataba de descubrir cosas de mi pasado me divertía aún más. Lo miraba indagar, tratando de revelar mis secretos, en varios estaba acertado pero no iba a ser fácil de leer, no yo.

-Vaya, vaya, ¿eres una especie de psicólogo, haces los perfiles criminales y esas cosas? darling. Pues qué interesante. Y no, no me gusta que me hagan eso, muñequito, así que si fuera tú me detendría ahora mismo...

Sonreí y puse ojos malvados.

-No sea que descubras realmente lo que soy capaz de hacer cuando me arrinconan...

Me reí y dije:

-Mphhhhhff!! No te asustes, no voy a lastimarte. Bien esto es una cita, cupcake, ¿qué quieres hacer?

 - Tranquila, no me asusto tan fácilmente... - pienso en su pregunta y contesto - Pues no sé... ¿Qué te apetece hacer a ti? Yo me conformo con pasear o darme un baño en la piscina...

<<Vaya, parece una chica dura, pero aún así me gusta bastante... ¡Es una mujer increíble!>>

Sonrío y me relajo más.

-Mnnn, podemos nadar o podemos caminar. O podemos hacer mil cosas, este lugar tiene de todo. Ok, me gusta que la cita tenga la primera opción en elegir.

Me acerco a él y, poniendo las manos sobre la cintura, pregunto:

-So... ¿qué prefieres hacer, señorito Jane...? ¿Cómo se divierte un consultor?

Me cruzo de brazos y espero que decida.

"¿Sabrá nadar? No sea cuestión de que se me ahogue... Eros me mataría"

 Al tener a Lara tan cerca, le miro fijamente a los ojos y, respirando hondo, agarro su cintura y le beso en los labios. Acto seguido, y viendo mi error, aparto mis manos y mis labios de ella y me disculpo:

 - ¡Oh! Perdón... Es que al tenerte tan cerca... Lo siento... ¿Qué te apetece hacer? ¿Vamos a la piscina?

Cuando me toma por la cintura casi reacciono mal, pensando que sí era uno de los tíos de Tony y que estaba en problemas. Pero el beso es diferente. Me deja sorprendida de la mejor manera. Cuando se aparta lo miro, divertida, y curiosa.

-Mnnn ok, los del CBI saben usar sus labios.

En respuesta a su actitud, y para sorprenderlo un poco, le devuelvo un beso violento, lleno de pasión. Corto pero intenso, en donde exploro su lengua unos segundos. Luego, me separo rápidamente y le guiño un ojo diciendo.

-Mnnn ¿entonces sabes nadar?? Y no juegues con fuego, pretty boy, ¿no sabes que puedes quemarte??

 Aún más sorprendido por su beso que por el mío propio, sonrío y le contesto:

 - Claro que sé nadar... Y, tranquila, soy inmune al fuego... - sonrío de forma pícara al decir esto y añado - Pero si vamos a ir a la piscina tendré que ir a cambiarme a la habitación... ¿O es que tú te bañas con las pistolas?

-Mppppppppppphff!! -me hizo reir de buena gana. Era un tío simpático y bastante guapo, y directo. Todo eso me caía bien.

-Vale, cutie, vamos a nuestros respectivos cuartos a cambiarnos por algo más acorde a la situación. Eres una luz para las bromas, no me cabe duda de que me voy a divertir contigo. Ahora, nadie es inmune al fuego, darling, excepto Hermes quizás...

Lo acompañé hasta la puerta de su cuarto y le dije:

-Bien, yo tengo el mi habitación cerca, ¿nos encontramos aquí en diez minutos o directamente en la piscina en quince? -le pregunté mirando un reloj que había en la pared del hotel.

 - Yo prefiero que nos encontremos aquí... Bueno, aunque si quieres te acompaño y te ayudo... - digo esto último medio en broma y medio en serio, a la vez que sonrío. Luego añado: Bueno, me voy para adentro, ¿me ayudas tú?

Espero su reacción en la puerta de mi habitación, ya entreabierta.

"Es terrible... me voy a tener que andar cuidado con este niño bonito..."

-Mnnn  bien, si quieres que te ayude puedo hacerlo. Pero eso es todo lo que haré muñequito.

Me acerco a su oído y le susurro...

-Porque lo demás te lo debes ganar, ¿sabes?

Volteo mi cara levemente y le doy un breve mordisquito en la oreja, luego, suspirando, y haciendome la desentendida, digo:

-Pero seguro que tú puedes solito, babe, me voy a cambiar, no vayas a jugar sin mí... digo a nadar sin mí. Nos vemos al lado de la piscina.

Luego me doy media vuelta para irme a mi habitación.

 Me quedo un poco boquiabierto tras lo que dice Lara, y cuando se va, entro en mi habitación para cambiarme. Al desnudarme para ponerme el bañador, no puedo evitar tener una pequeña erección al recordar sus palabras y su mordisco... Decido así usar calzoncillos bajo el bañador, para evitar sospechas.

 Bajo a la piscina, y mientras espero a Lara, me doy una ducha, para ir refrescándome.

En mi habitación me fijo qué ponerme como traje de baño. No tengo mucho que digamos de trajes de baño. Elijo uno de dos piezas que es un bañador de color celeste militar y una malla pequeña, parecida a mis shorts pero mucho más cortos. Luego me coloco unos lentes rojos y me dirigo hacia la piscina. Me siento en una hamaca, junto al agua que parece tan celeste como el cielo.

"El sol está hermoso y me encantaría zambullirme. Pero después, debo tener paciencia. ¿Dónde estará el bombón que se tarda tanto?"

Entonces veo venir a Patrick con unos shorts o algo así.

-Mnnn hi darling. ¿Precioso día, no?

 - Pues sí, casi tanto como... tú. - sonrío y le pregunto - ¿No te apetece bañarte?

Me fijo en cómo va vestida, y vuelve a mi la erección anterior, y, tras pensar un poco le digo:

- Oye... Estás preciosa...

Entonces de un salto me zambullo en el agua, sacando la cabeza y revolviendo mis pelos como si de un león se tratase