Partida Rol por web

Desgraciadamente hoy tengo malas noticias para mis habituales:

Como todos ellos sabrán, llevo un año a trancas y barrancas, entre compra de nueva vivienda, traslados y cambio de rutina laboral, desde que regresé de USA allá por finales del año pasado.

Concretamente en esta última temporada ha sido aun peor:

Primero he estado de vacaciones en Alicante, sin conexión, dos semanas, y luego he tenido dos semanas de trabajo con viajes emergentes constantes e igualmente sin conexión, lo que me ha dejado casi sin posibilidades de contestar a mis partidas, como ya sabréis.

Por el momento esta situación no va a cambiar. La realidad es que mi día a día ha cambiado, impidiéndome seguir partidas de ritmo diario; actualmente no puedo. Aún más, cuando finalmente tengo algo de tiempo, las partidas que actualmente tengo suponen más una responsabilidad que una diversión, dado el reducido tiempo en que tengo que responder a todas ellas, impidiéndome explayarme, e incluso así, a detrimento del resto de mi tiempo de ocio.

Muy a mi pesar tengo que admitir que el tener que despreocuparme forzosamente durante mis recientes vacaciones de mis “deberes” en Comunidad Umbria ha sido un verdadero alivio. Por todo ello, tras mucho meditarlo durante estas dos últimas semanas, he decidido tomarme una pausa de la Comunidad, tras casi 7 años de participación constante.

He de decir a favor de la decisión que esta partida viene en buen momento, dado que, como ya advertí anteriormente, estaré en Egipto tres semanas de vacaciones a partir de finales de la semana entrante, por lo que no iba a participar en la web quisiera o no. Así, los masters de los que era jugador tendrán la oportunidad de buscar sustitutos adecuados, que puedan liberarlos de paso de mi renqueante participación de este último verano y dar fluidez a sus partidas.

No puedo expresar lo mucho que lamento perderme el desarrollo y desenlace de las partidas en que actualmente participo, ni puedo dirigir disculpas suficientes a mis jugadores y VIPs de la patida “DESESPERACIÓN” que, sin embargo, tengo intención e interés en continuar más adelante, si estuvieran aún disponibles. Quedaba mucho por revelar, y confío en poder revelárselo en otro momento, pero cualquiera de mis jugadores al que no le gustaría poder disfrutarla más adelante, puede dirigirme un e-mail para que le comente el desenlace (aunque lo cierto es que la información será fútil, sin haber vivido todo lo que quedaba por destaparse). La partida quedará en pausa y entraré periódicamente a la web para escribir y que no se borre, salvo indicación en contra de los jugadores, que prefieran que la finalice directamente.

Ciertamente podría mantener alguna de mis partidas y dejar de lado todas las demás, pero me parecería tremendamente injusto, dado que todas rellenan y por todas ellas tengo un respeto y cariño indudable, si bien obviamente las más viejas, aunque sea por el hecho de que el roce hace el cariño y por haber acumulado en definitiva más sonrisas que las otras (que no de mayor calidad) obviamente se llevan la palma.

Como ya digo, esto es una pausa, y no descarto volver en un futuro no muy lejano a la comunidad, a realizar participaciones más modestas, eso sí, muy posiblemente. Lamentablemente las partidas de Comunidad Umbria, aunque muy estimulantes y satisfactorias, duran mucho más que los momentos de relativa estabilidad de una vida y las condiciones cambian. He disfrutado mucho al lado de todos vosotros y confío en volver a hacerlo; si no aquí, al menos tomándonos algo.

En los días venideros me conectaré para poder dar respuesta a todo aquello que se me quiera opinar al respecto y escuchar a mis amigos. Así pues, leeré vuestras respuestas. Tras esto, seguiré entrando periódicamente, aunque sea a saludar.

Aunque por comodidad he posteado este mensaje en cada una de las partidas en que participo, voy a abrir un topic del foro de usuarios para que me podáis contestar allí mismo a este mensaje, en lugar de en 14 partidas distintas.

Gracias y mil perdones.

PD: Por curiosidad innata e interés obvio, me gustaría solicitar pases VIP para las partidas de las que era jugador, si no es molestia.

I'm back!!

Ale, a ver que tal nos re-enganchamos.

Yo sigo aquí... ¿Qué tal los Jefferson? ¿Has visitado a algún supervivente durante tus vacas Horus? ¿Te dieron saludos? ;)

Oh, sí. Visité el Jefferson's Memorial y pasé un par de horas hablando con Bartholomew, el guardés. La verdad que el pobre hombre estaba muy muy afectado, aún no podía explicárselo. Y me confesó, en petit comité que Deborah, la sobrina pequeña, estaba ingresada aunque no se sabía qué la afectaba.

La verdad, me quedé bastante afectado. La vida puede ser muy cruel a veces.

x-D

Voy a estar de vacaciones hasta el día 23, me marcho unos días a Escocia para tratar de desplazar un poco hacia abajo en mi lista de problemas el estrés laboral (difícil propósito, pero en fin).

Hasta entonces dejaré en pausa la partida y de paso aprovecharé para pensar qué hacer con la baja de Etrius, que no va a ser fácil de suplir sin duda.

Saludos a todos y perdón por esta nueva parada.

Ningún problema, Boss.

Pásalo bien, descansa, refréscate y tráete algún güisquito bueno bueno xD

¡Escociaaaaaaaa! :D

El Espantapájaros aparece por la puerta. Se acerca a uno de los sillones de la sala de descanso que están tapados con una sábana por el cierre de hace unos meses y, con gran elegancia, saca la sábana de un tirón espantando a un par de arañas.

Se sienta en el sillón y saca un puro del bolsillo de su raída gabardina. Mira un momento alrededor y finalmente, al ver que no hay nadie más por allí, se lo enciende el mismo con un Zippo plateado que aparece como por arte de magia en sus manos. Lo vuelve a guardar mientras echa una bocanada de humo. Espera un rato, mira su reloj y luego se gira hacia el espectador de la escena:

- Que no me entere yo que el director monta una partida de Falkenstein mientras nuestros héroes siguen al pie de la batalla, en pleno enfrentamiento con unos orcos. Hay que acabar lo que se empieza o, como mínimo, darle un final digno... con muerte y mucha sangre.

El espantapájaros se recuesta mientras espera a que alguien más haga su aparición por la sala de descanso. Tiene tiempo, él ha estado siempre aquí y estará cuando no quede nadie...

Una chamuscada pájara sacude sus alas al entrar, poniéndolo todo perdido de cenizas y brasas. Se acerca a la butaca del espantapájaros. ¿Se espanta...? No. La guiña un ojo, y se sienta a su vez. Después de robarle el puro, y empezar a formar aritos con las volutas de humo.

-Sí, amigo... pero.... ¿Qué hacemos sin  Asolación Kurgan...? No va a ser lo mismo, no.

El espantapájaros se encoge de hombros:

- Siempre se van los mejores, sí... ¿Crees que los otros también nos han abandonado y sólo quedamos tú yo? 

No puede decirse si en la mirada que el espantapájaros lanza a la puerta abierta hay ansiedad, aprensión o esperanza... Quizás un poco de todo.

- Es pronto para decirlo. Esperemos a ver si alguien se da cuenta de que estamos aquí.

Utilizando el fuego de su puro enciende unas cuantas velas. La casa empieza a estar iluminada. Le pediría a la pájara que lanzase una llamarada pero ya la conoce bien: igual se queda todo reducido a cenizas. Y no es el momento... todavía.

Una pequeña fisura aparece en el aire y titila durante unos segundos antes de extenderse súbitamente, acompañada de un trueno. Primero aparece una larga garra metálica y poco después una enorme figura cubierta por una armadura barroca, negra y dorada, decorada con oscuros motivos termina de cruzar el umbral.

- En mis tiempos estas cosas no pasaban. He sentido una perturbación en la Fuerza... Espera, no, eso no es de aquí. Digo que he visto por Disformidad TV que el advenedizo lealista que dice organizar y gobernar esto no sólo lo tiene abandonado sino que además se muda a otras tierras a gobernar! - Repara en el espantapájaros y la llameante ave. - Ah! Estáis aquí, os habéis adelantado.

El Traidor mira la sala con ojo crítico, llena de polvo y cubiertos los muebles por sábanas.

- Estas cosas no se hacen... Y mira que lo diga yo tiene delito, que traicioné a mi Padre, pero bueno eso es otra historia. Tanto abandono y luego buscarse otro reinecito así por lo bajini... Además con un nombre impronunciable!! Falken-yo-que-sé!! Por Tz'Kultht'Avukukgth!!

¿Acaso la otrora eficiente y profesional Guardia Negra se estaba tornando torpe y descuidada? ¿Acaso aquellos tres guerreros, soldados, mercenarios... con tantas experiencias a sus espaldas como cicatrices que lucir, se habían acomodado ante la inactividad de tal forma que ni tan siquiera le escucharon entrar? ¿O quizás fuera porque estaban tan concentrados en su golpe de estado, en su chispa de intento de rebelión, que no repararon en su presencia?...

…aunque también es posible que no se tratase de ninguna de esas cosas. Puede que simplemente ocurriese que quien entró en la tienda fue el director y, ya se sabe, el director es omnivor.. omnipres.. omnipot.. vamos, ¡que todo lo puede! Así, entró sin hacer ruido, sin delatar su presencia. Por lo que cuando todas las velas se apagaron de repente (sí, incluidos los puros) y un fino haz de luz roja surgió del techo iluminando su rechoncha figura a tan sólo un metro de ellos, los hombres-sin-miedo, los confabuladores, los conspiradores, dieron un respingo de sorpresa.

-Vaya, vaya, vaya… ¿qué tenemos aquí? – a pesar de que él no tenía por qué hacerlo, también hablaba en susurros. Su voz, sin embargo, no sonaba como de costumbre, retumbante y cargada de eco, como la de un hacedor. No. En esta ocasión era una voz rota, cascada, machacada por el humo del tabaco. Su mano derecha jugueteaba con una moneda. La lanzaba al aire con el pulgar, haciéndola girar velozmente, emitiendo destellos de luz, para recogerla a continuación con un ágil movimiento. La hacía bailar entre sus dedos y la volvía a lanzar. En su mano izquierda sostenía un puro, el único que aún permanecía encendido -. Tenían que ser mis dos muchachos de orejas picudas, ¡quien si no! ¿Os preocupa algo chicos? ¿No hay nada que queráis contarle a papá? No se… esto de aquí… apesta a rebelión como el culo de una mofeta.

Los observaba con atención mientras se desplazaba por la tienda en círculos a su alrededor. En momento dado, como por arte de magia, en sus manos apareció un bate de baseball.

-¿Queréis presentar una queja? ¿Habéis hablado ya con el sindicato? Seguro que sí. – sonreía peligrosamente, la suya era la de una serpiente dispuesta a saltar sobre su presa -. Y os habrá hablado sobre derechos del jugador, y sobre partidas pausadas, y sobre… ¿Y qué pasa con vuestro compañero ausente? ¿No es más que una montaña de carne que abandonar por el camino? No, claro que no… no lo veo por aquí, ¿verdad?

La pájara dió un respingo, ¡Juer!, lo que es el poder de la mano negra... claro que ahora ella debía callar. Por poco, pero ya conocía lo bien que sentaba ese poder en cualquier mano... o ala.

El Oscuro jugaba con ellos, se mofaba de la tropa, aunque por alguna extraña razón sólo se había metido con ella y con el del enorme sombrero. O, lo que era lo mismo, con los dos soldados de orejas picudas. ¿Acaso el jefe, el humano-ave, (que además había declinado sin inmutarse su participación en otra guerra), tenía en el omnipotente del puro encendido alguna prebenda desconocida para ella? Frunció el ceño, y el fuego en su interior se avivó.

Pero estaba contenta de verle aparecer. A punto estuvo de darle un caluroso abrazo al Oscuro, que le dejara constancia de su tórrida bienvenida...

 El Espantapájaros reencendió su puro con el Zippo. Ese director era bueno, si señor, muy bueno. Había un viejo lema en su mundo en el cual un ente, por poderoso que fuera, quedaba sometido a la voluntad del director cuando entraba en su área de influencia. Así que el Espantapájaros, pese a lo que pudiera ser fuera de aquella casa, no dejaba de ser un jugador sin más poderes cuando cruzaba el umbral.

¿Y a quién le importaba? Lo importante de las rebeliones era conseguir los objetivos, aunque para ello hubiera que perder la rebelión...

- Así que has llegado... Me alegra que los planes salgan bien...

Y aún le dijo al Traidor:

- Cuidado con sentarte ahí... El último que se sentó fue el pobre Jeremiah Jefferson... Y ya sabes lo que les pasó a los Jefferson...

Qué descaro... Tantas horas y arengas para luego ser dejado de un lado. Hum... Será una característica común de los gobernadores el tener fijación con los orejas-picudas? Uno que hico una trilogía hace unos años también se dedicó a meter abraza-árboles por todos los lados...

- Oh, sí... Los Jefferson... Terrible, incluso para no haberlo hecho yo. Un final trágico. - Respondió al espantapájaros. Luego volvió la mirada al re-aparecido Gobernador. - Que una rebelión no salga bien una vez no es impedimento para realizarla mas veces. Yo me apuntos a todas como si es un bombardeo orbital, me gusta el olor a bomba vírica por la mañana!

¡Ignorante!

Yo.. eh... tampoco lo se.

:-P