Partida Rol por web

Una noche más había llegado a la bulliciosa ciudad de San Francisco. Lo normal habría sido escuchar la vida nocturna, pero tras una fina llovizna, lo único que se oía en la ciudad eran las sirenas de coches oficiales y el leve tráfico que pudiera haber a altas horas de la madrugada. Ambos estabais sentados en lo alto de un edificio corporativo que a estas horas se encontraba totalmente cerrado. 

Vuestro turno de guardia había empezado hace una hora, pero era una noche tranquila, tanto que decidisteis agenciaros un par de perritos calientes y unos refrescos. Y ahí estabais, en lo alto de la azotea contemplando la vista de San Francisco tras una noche de lluvia. 

Si había una cosa incómoda de verdad en aquello de ser un superhéroe y de lo que nadie había hablado, era hacer guardia en una armadura, si encima te entraba hambre y se ponía a llover, era sencillamente horrible. No es que la armadura estuviese mal, todo lo contrario, la había hecho muy cómoda, y le gustaba estar en ella, pero cuando estaba solo, o cuando volaba, no desde luego cuando estaba en compañía de Goldie sentados en una azotea. Por no hablar de las dificultades de comerte un perrito, ¿sabes lo increíblemente desagradable que es que se te meta un poco de mostaza dentro de la armadura?

Aunque en aquel momento parecía que la fina lluvia había cedido, el muchacho no se fiaba de que volviese en cualquier momento, por lo que usó su armadura para dejarla en posición de sujetar su propia capa, creando así un improvisado toldo, tras lo cual se salió de la misma y se sentó junto a Goldie, o en aquellos momentos, mejor dicho White, para disfrutar del perrito mientras simplemente miraba al horizonte.
Habría estado bien conseguir ropa cómoda, algún tipo de exotraje, pero el dinero no daba para tanto, así que solo llevaba un pantalón de chándal, y arriba se había asegurado de usar una sudadera, prefería llevar una camiseta sin mangas a la hora de pilotar, pero era demasiado habitual aquello de pasar horas muertas, así que había sacrificado comodidad a la hora de pilotar, por no pasar frío, y ahora se alegraba de su decisión.

Aun no acababa de acostumbrarse de verla de aquella guisa, parecían dos personas completamente diferentes su amiga y la heroína adolescente de San Francisco, cuando llegabas a conocerlas podías ver el nexo que las unía, no es que fueran diferentes, es que eran dos caras de una misma moneda, pero no dejaba de ser chocante observar aquel cambio de actitud.

-¿Estás estudiando para los exámenes de la semana que viene?- Preguntó el muchacho, obviamente le preocupaba aquello de ayudar a los demás, y había seguido la cruzada de la chica hasta ir haciéndola suya poco a poco, pero lo que más le preocupaba era Goldie en si, y eso no significaba solo preocuparse de que no la mataran, también era preocuparse de que pasara de curso. Además la noche era demasiado tranquila como para que pensara en nada más.

El muchacho dio un bocado al perrito asegurándose de apartarse bien para no marcharse, y la maniobra tuvo éxito, pues aunque un poco de mostaza y ketchup cayeron del perrito, impactaron en el suelo y no en el pantalón.

Si había algo más raro que saber que Goldie y White eran la misma persona, eso sin duda era ver a White actuar como Goldie, sobretodo ese momento en el que como un click, su compañera se iba, y allí estaba su amiga. Si tuviera que elegir, sin duda White era con quien mejor se compenetraba, algo explosiva, pero más centrada, focalizando, podía parecerse más a él mismo. Sin embargo era Goldie quien le hacía sonreír, aunque muchas veces no lo expresara de forma física. Mientras había estado montando su toldo improvisado no había perdido detalle de como la muchacha bailaba sobre los charcos como si de una niña de siete años se tratara. Como si no le hubiera marcado un trágico pasado, con aquel disfraz, bien podía haber parecido una chica disfrazada de su heroína preferida disfrutando de la noche. Eran esos detalles los que captaban por completo la atención del muchacho.

La muchacha bromeó sobre los exámenes y por un segundo Reece dudó si de verdad le tendría que explicar que era un examen, haciendo que este frunciera un poco el ceño, pero Goldie no era tonta, solo despistada, y aquello sumado a su poca capacidad de concentración, y a que le dedicaba su tiempo básicamente a lo que le interesaba, y no eran los estudios, hacían que Reece no tuviese muy claro que futuro esperaba sacar del instituto.
Entonces la muchacha le expuso una idea que al parecer se le había pasado por la cabeza, y parecía más la de una niña que la de una adulta, aun así Reece se limitó a escuchar con atención toda su exposición y siguió comiendo hasta que esta no terminó de hablar. Entonces puso un poco de cara de circunstancia.

-Eso ya lo puedes hacer.- Se limitó a decir, y luego tragó la comida para poder continuar.- Quiero decir, puedes aprender capoeira. Hay cursos para eso. Tu idea suena más a que no te apetece estudiar y hacer exámenes...- Dijo echándole una mirada de padre.- Esta claro que tienes un talento excepcional para aprender artes marciales. Pero imagínate que las artes marciales son un perrito caliente, ¿comerías solo perritos? ¿dejarías de comer pizza y hamburguesas? Está bien comer de todo, y aprender de todo.- Dijo el muchacho, aunque ni él mismo estaba de acuerdo con aquello, ya que las actividades físicas y la religión le parecían un coñazo.- Además, si solo aprendes a luchar ¿de que vas a vivir?- Le preguntó finalmente, al fin y al cabo los estudios podían no gustarte, pero todos los necesitaban para buscar su lugar en el mundo.- Si aun no has empezado a estudiar mañana no va a tocar patrullar, va a tocar sesión de estudios, de todas formas la ciudad está tranquila últimamente.- Concluyó dando un trago a su refresco.

Ya no solo era eso, es que encontrar a delincuentes no era tan fácil como parecía en un principio, suponía que Stark contaría con sistemas para detectar amenazas, eso de dar vueltas por la ciudad esperando cruzarse problemas solía ser más una pérdida de tiempo que otra cosa, necesitaban un método mejor, probablemente pinchando las frecuencias policiales, algún tipo de app que le permitiera filtrar problemas reales de las tonterías, ya pensaría en ello.

El muchacho la miró un poco raro cuando la chica fue añadiendo ingredientes y queso a la pizza que le gustaría, y la mezcla de anchoas era cuanto menos extraña, no estaba seguro de como sabría, pero si de que sin duda provocaría un ataque de colesterol directo en el corazón. Sin duda no había sido buena idea comparar aquello con comida, pues había hecho que la chica enseguida pensara... en eso... en comida...

Al menos la amenaza con el "castigo", pues lo que parecía que fuese si que hizo reaccionar a Goldie, sabía que para ella no era fácil, el gesto de la chica si que lo hizo reaccionar, cada vez que empezaba a hacer pucheros lo descentraban, no sabía si lo amaba o lo odiaba, pero desde luego lo incomodaba hasta el punto de que su propio rostro se torcía un poco, y comenzaba a mover las manos un poco inquietas. Principalmente porque era un arma contra la que no sabía combatir. No es que fuera generalizado, llevaba ignorando por completo los lloros de su hermano desde la infancia, simplemente los ignoraba, pero con los de Goldie aquello simplemente no funcionaba.

-¡U-una chuleta n-no es lo mismo!- Dijo el muchacho al que no le gustaba nada la idea, uno estudiaba para aprender, no para aprobar, luego si tenía que echar algún cable en forma de trampa no le importaba, pero siempre y cuando se hubiera esforzado por aprender por ella misma.

Su argumento se hizo aun más absurdo, ¿su plan era graduarse y que? ¿vivir de las propinas de las ancianas? Vale que la última a la que habían acompañado a casa les había ofrecido dos refrescos por su servicio, pero eso no daba para vivir.
La chica le dio un emujoncito y Reece la miró mal sin decir nada, solo clavando la mirada en ella como si intentase decir: "¿de verdad crees que eso va a funcionar?".
Pero entonces la muchacha rompió cualquier barrera de espacio personal... Reece no era un chico rarito de los que se ponían histéricos por que lo tocaran, aunque si tenía mucho respeto por el espacio personal, aunque solo por el suyo, pues si algo le llamaba la atención no tenía problema en romper el de los demás para examinarlos más de cerca. Pero abrazos y ese tipo de cosas ya eran terreno pantanoso, no solía darlos y no solía recibirlos, de hecho casi podía recordar casi todos los abrazos que había dado en su vida, y uno de ellos había sido a su hermano tras el funeral de sus padres. Aunque aquello había cambiado con Goldie, ella no parecía tener ningún problema a la hora de demostrar su afecto o destrozar los espacios personales literalmente, o al menos con él, que a fin de cuentas era lo que le importaba...
El muchacho pareció hacerse más pequeño, como si tuviera frío y se escondiera dentro de su sudadera, pero a la vez sin hacer ningún gesto brusco, como si tuviera miedo de que ello pudiera causar que Goldie se soltara, desvió la mirada enfurruñado, clavandola en la mancha de salsa que había quedado en el suelo en uno de los últimos bocados de su perrito.

-T-tendrás que sacar buenas n-notas para seguir estudiando...- Dijo con la boca pequeña, como si estuviese enfadado.- P-por proteger el b-barrio no nos p-pagan...- Entonces tosió para aclararse un poco la voz y coger algo de valor, pero seguía si mirarla.- Solo patrullaremos si ocurre algo, sino quedaremos a estudiar, y si lo haces bien luego saldremos un rato.- Le propuso finalmente intentando ocultar que estaba ligeramente sonrojado, aunque la cobertura de la noche y las sombras del "toldo" ayudaban a ello. No era mal trato, de todas formas tampoco iban a estudiar hasta la madrugada.

El muchacho se alarmó un poco ante la pregunta del tartamudeo, era verdad que había dudado un poco, pero no tanto, quiso responder en seguida, pero su cerebro lo detuvo, no podía decir que no lo había hecho si si lo había hecho, intentó pensar una excusa rápido, pero antes de dar con ella la muchacha le lanzó otra pregunta. Lo bueno de aquella pregunta era que presentaba la solución a la primera, aunque era absurdo teniendo en cuenta la diferencia de ropa entre los dos que ella se lo preguntara a él.

El muchacho no se resistió, se dejó abrazar y poco a poco se dejó caer sobre el regazo de esta.

-Si...- Acabó respondiendo aunque no sabía muy bien ni porqué. No estaba seguro de si era un si tenía frío, si estaba cómodo, o si lo que fuera...

La verdad es que la sensación era agradable, aunque el muchacho miraba con cara de circunstancia al horizonte, sabedor de que en aquel momento parecía que fuese una chica acariciando a su mascota. Pero a pesar e ello se encontraba cómodo, por lo que no protestó ni se movió, se limitó a quedarse medio inclinado, recostado sobre su regazo y se limitó a escucharla con atención.

Meterse en la policía era algo que podría hacer, aunque probablemente acabaría con sus aventuras como White y Caliburn, lo cual sin duda le daba pena, la segunda idea le hizo abrir los ojos en primer lugar y fruncir el ceño en segundo, ¿de verdad ese era uno de sus planes de futuro?
Era gracioso que el motivo por el que a ella no le gustaban los libros, era el motivo exacto por el que a él si, eran mucho más simples que las personas, y cada uno tenía siempre algo que enseñarte, encima con ellos nunca había complicaciones, siempre le habían parecido el amigo perfecto, o al menos hasta que la encontró a ella.

-¿De verdad no hay nada más que te gustaría hacer?, supongo que ser policía va en tu ADN, aunque para ello como dices tendrás que aprobar antes, y también te realizan pruebas allí, no es todo golpear cosas...- Dijo obviando el tema de que aquello los separaría después.- Lo de la lucha no se, creo que vales para mucho más que para meterte en una jaula a que te pegues...- Dijo el muchacho evitando decir parte de lo que pensaba "y tampoco quiero ver como te golpean día si día también...", una cosa era hacerlo por justicia, y otra hacerlo como trabajo.- No es necesario que ahora decidas nada, pero si apruebas al menos tendrás la oportunidad de mañana decidir lo que tú quieras, no solo las opciones que te queden.- Aquella charla se le hacía rara, pues a la única otra persona que se la daba era a su hermano y pasaba por completo, además de que era una charla que ni si quiera acababa de comprender, pues no entendía la dificultad de algunos chicos para parar el culo en la silla un rato y ponerse a estudiar, como si aquello les diera algún tipo de reacción alérgica.

La muchacha tenía la costumbre de adularlo demasiado, y no le gustaba, no se sentía superior a nadie, simplemente hacía lo que le gustaba, pero para ella aquello parecía que fuera algún tipo de don, no obstante el chico no protestaba por ello, pero tampoco solía hacer mención al respecto.

-Intentaremos que no te parezca tan aburrido.- Le dijo el chico, aunque solo se le ocurría premiarle con chocolatinas como recompensa. Lo cual le parecía más digno de una foca que de un ser humano, pero le daba la sensación de que a Goldie le gustaría, fuera como fuese si de verdad era tan listo daría con un modo de que aquello no se e hiciese tan aburrido a la chica.

Reece se quedó en aquella postura en silencio, nunca le había molestado, aunque con Goldie no fuera muy corriente tenerlo, simplemente mirando al horizonte y disfrutando de sus caricias que habían dejado de darle calor para pasar a su pelo, lo cual era agradable, debía admitirlo.
Reece sonrió un poco al ver que la chica cedía, aunque fuese un poco. Parecía bastante confusa sobre su futuro, aquello era algo que si bien podía comprender, no compartía, siempre había sabido a que quería dedicarse en el futuro, lo había tenido clarísimo desde su primer lego, lo suyo era crear cosas, intentar construir un futuro mejor, aunque sonase terriblemente cursi. Si bien se alegro al escuchar que Goldie no pretendía darle de lado con su idea de la policía, no podía compartir aquel plan, pues dudaba ni que la chica pudiese llevarlo a cabo, aparte de que sería una sobrecarga tremenda de trabajo, requeriría de engañar a sus compañeros y traicionar a su juramento.

El muchacho se revolvió un poco, y acabó tendido por competo en el regazo de la chica mirandola a la cara, lo había hecho para verla mejor, pero eso hizo que se sonrojara un poco y se arrepintiera de su decisión en seguida, aun así se acaró la voz e intentó no pensar más en aquello.

-No te preocupes, hay mucha gente de clase que no tiene ni idea de que hará mañana, solo digo que  tienes que asegurarte de poder decidir lo que quieres, y para eso hay que aprobar.- Le dijo regañandole un poco, aunque más por intentar superar su verguenza que otra cosa, aunque después relajó el tono mucho más al hablar de la policía.- No se si eso de la policía funcionaría, actuar luego como vigilante sería traicionar a la placa y a tus compañeros, no creo que quieras hacer eso.- Dijo sabedor de que probablemente no se había detenido a pensar en ello, le tenía demasiado respeto a su padre y su trabajo y era demasiado buena como para andar con medias verdades. El muchacho le acercó una mano a la mejilla y le dedicó una pequeña caricia.

Entonces el chico pareció despertar y darse cuenta de que estaba ahí tumbado sobre su regazo recibiendo y regalando caricias, y aquello le dio un pequeño ataque de nervios, lo que hizo que enseguida volviera a sentarse tomando distancia totalmente sonrojado y escondiera su cara detrás de la lata de refresco que empezó a beber hasta que se atragantó con ella.

El muchacho comenzó a toser como un loco, no se imaginaba a Iron Man metido en esos berenjenales, menudo superhéroe estaba hecho...

Reece levantó las manos al escuchar a la muchacha, aunque no estaba convencido del todo, por lo que su cara era un poco de resignación, y más que levantar las manos parecía que le colgaban hacia arriba, mientras recibía algún golpecito de la chica y él aun tosía de forma esporádica.

El chico miró otra vez a Goldie algo resignado y tosió una última vez antes de bajar los brazos.

-No te decía nada de esto para que te preocuparas, seguro que encuentras exactamente lo que quieras hacer, y conseguiremos que funcione.- Le prometió el muchacho dedicándole una pequeña sonrisa.- Lo único que intentaba decirte... es que tienes que estudiar para los exámenes.- Dijo el chico ampliando su sonrisa, la verdad era que sonreír con ella era mucho más fácil que con cualquier otra persona.- Y bueno... volvemos cuando tú quieras, no tengo mucho que hacer mañana aparte de quedar contigo para estudiar, y aquí se esta bien.- Concluyó el chico rodeando sus propias rodillas con sus brazos mientras miraba la ciudad con ensoñación.- Espero que hoy no me escuchen entrar cuando vuelva.

Si Reece tenía un problema con patrullar a aquellas horas era el volver a casa y que no le dijeran nada por llegar tan tarde. Aunque por lo general como sabían que era un chico responsable no le decían nada, pero si su tía se enteraba que andaba por ahí a las 3 de la mañana igual se replanteaba el darle tanta libertad.
Para colmo no era nada fácil ser un superhéroe enlatado en una máquina enorme, no podía meterla en su cuarto, y entrar por la ventana con ella puesta era super aparatoso. La solución había sido dejarla en la azotea cubierta con unas lonas, afortunadamente nadie solía subir allí, aunque eso no quitaba que fuera una solución cutres. Luego bajaba por la escalera de incendio y se colaba en su habitación, donde afortunadamente a Gael le daba igual lo que hiciera, lo más que le decía si lo pillaba despierto era "¿Otra vez con Goldie? Muack muack muack" ese chico tenía el cerebro de una cría de babuino, si alguien le decía que jugaba con sus amigos a tirarse heces no le pillaría por sorpresa. Fuera como fuese debía encontrar un modo de hacer la armadura más transportable...
 

Se alegró de ver que la preocupación de la chica se disipaba un poco, sobretodo cuando en gran medida, por no decir toda, se la había causado él mismo con sus preguntas.
El hecho de que le prometiera estudiar lo dejó bastante más tranquilo, aunque alzó las cejas con curiosidad cuando habló de un trato, ¿cuando habían hecho un trato?, no es que le preocupara el hecho en si, iba a ayudarla de todas formas, nunca se plantearía el dejarla sola ante el peligro, ni aunque el peligro fueran unos inofensivos libros, aquello era algo que hacía mucho tiempo que había decidido. Pero si que tenía por curiosidad por el trato que al parecer había olvidado.

Al parecer la chica no le había propuesto aquel trato aun, y la mirada de Reece cambió de curiosidad a incredulidad, la chica a veces le sorprendía con algunas cosas muy raras, y un trato que ya habían cerrado en su cabeza aunque ella no lo había ni propuesto no era lo peor.
El chico torció el gesto con desagrado al escuchar "robot" y estuvo a punto de corregirla cuando ella misma lo hizo, a veces se enfadaba porque parecía que aunque le intentara enseñar hablaba con la pared, pero el enfado le duraba solo unos pocos segundos, lo que tardaba en corregirla, de todas formas sabía que la chica iba a hacer lo que le diera la gana. No obstante su gesto se transformo en una pequeña risotada cuando ella misma hizo el esfuerzo de corregirse. Eran esos detalles los que hacían que la quisiera como a nadie, podía ser una borrica, pero se esforzaba por él aunque para ella la armadura solo fuese su disfraz, y aquel esfuerzo valía su peso en oro.
Le hizo especial gracia el comentario sobre que creería que era un genio, puede que no se le dieran bien los libros, pero eso no quitaba que lo fuera, aun así le gustaba el entusiasmo que le ponía a todo, así que era difícil no sonreír cuando te vendía sus ideas con tanta alegría y energía.

La idea en si no era tan buena, no le gustaba dejar su armadura tan lejos de si mismo, además le obligaba a coger un taxi para cogerla y después de dejarla. Por no hablar de que aunque le parecía genial tener un garaje para él, de hecho, todo un sueño, no le gustaba tanto la idea de invadir su casa. Aun así el muchacho no dejó de sonreír escuchandola con atención.
Le preocupaba la posibilidad de herirla por el mero hecho de negarse, así que intentó ser lo más sutil y lógico que pudo.

-No se hasta que punto a tu madre le va a gustar la idea de que use su garaje para trabajar en la armadura.- Empezó a decir el muchacho pensativo.- Ni bueno... tener una armadura de un justiciero en su garaje... Mi azotea está bien, no te tienes que preocupar por mi.- Dijo el chico quitandole importancia, al fin y al cabo era su problema.- ¿Cual era el trato que me ibas a proponer?- Preguntó entonces el chico intentando cambiar de tema y mirandola con curiosidad, aunque suponía que tendría que ver con usar su garaje, ¿pero que le iba a pedir a cambio? ¿qué la ayudara a estudiar? No se imaginaba aquello. Si, puede que ayudarla fuera bueno para ella, pero desde su punto de vista aquello probablemente solo fueran dos cosas buenas para él, ponerla a estudiar y tener un sitio para trabajar.

-Tranquila.- Dijo el muchacho contento al ver la respuesta de la muchacha, y luego desvió la mirada con algo de timidez.- Gracias por ofrecermelo.

Pues sabía que la muchacha hacía aquel tipo de ofrecimientos de corazón. Puede que por interés de verlo más, pero en aquello él también coincidía, así que seguía pareciendole un gesto bonito.
El muchacho escuchó atentamente a la chica y frunció un poco el ceño al escuchar su plan.

-Es decir, que tu idea era buscarme un lugar para trabajar, para no dejarme trabajar.- La miraba algo serio, pero no pudo evitar sonreír, en momentos como aquel era tan mona que le costaba concentrarse. Aun así se pasó la mano por la cara y ordenó un poco sus ideas.- Yo creía que cuando quedábamos a estudiar, el favor me lo hacías tu a mi.- Dijo divertido, o al menos eso parecía por lo que le costaba convencerla de hincar los codos.- A ver si al final voy a ser yo el que no tiene nada que ofrecerte a ti.

El muchacho no era muy dado a bromear, pero era cierto que con círculos de su entera confianza no tenía ningun problema de hacerlo. Lo que se resumía a que bromeaba con Goldie y con Gael, aunque con la chica casi más que con su hermano, aunque también era cierto que empezaba a pasar más tiempo con ella del que había pasado con nadie nunca.

Reece contempló a la muchacha sin cambiar de posición, aun abrazado a sus propias rodillas, aunque parecía bastante relajado. No le gustaba mucho hablar, pero con ella no tenía problema, incluso entendía un poco a la gente que decía que era algo entretenido. Era un poco complicado, para él aquel tipo de conversaciones sin objetivo solo le parecían una perdida de tiempo en la que podría estar haciendo algo más provechoso, pero con Goldie parecía que cada conversación era algo de provecho. Era difícil de explicar, de hecho él no habría sabido hacerlo.

Por alguna razón le gustaba tomarle un poco el pelo, lo justo para que se pusiera algo nerviosa pero enseguida se diese cuenta de que no tenía porque.
Y entonces la chica le hizo sonreír una vez más, y nuevamente por una contradicción, bobo, tonto, estúpido, eran probablemente tres de las peores cosas que le podías decir al muchacho. Era demasiado listo para permitir que nadie le llamase bobo. De hecho en alguna ocasión en la que su hermano le había llamado tonto por no darse cuenta de algo, o eso decía él, Reece había acabado sacandole todas sus notas y títulos para demostrarle que llamarlo tonto solo exponía su propia ignorancia. Pero que Goldie le llamara bobo tal y como lo hacía le sonaba más como un piropo, y de hecho cuando la muchacha le dio el empijoncito, Reece se sonrojó nuevamente un poco y desvió la mirada al suelo.

Siguió escuchando el lógico argumento de su compañera en silencio, y no dijo nada excepto cuando tocó el punto de "molestarle".

-Sabes que puedes "molestarme" cuando quieras.- Dijo suavizando el molestar con una mueca, para dejar claro que no era una molestia. Aunque le había costado un poco mantener el tipo con aquel guiño y su sonrisa.

En su mirada se notó una leve sorpresa al ver que la chica se levantaba, sobretodo porque aun se encontraba procesando lo anterior. ¿Eso era que ya habían acabado por hoy?, la verdad es que era un poco tarde. Pero entonces le sorprendió de nuevo con aquella pregunta, ¿qué hacer? El solo hacía una cosa más allá de las 1 de la madrugada, y era dormir, así que no tenía ni idea. Además le limitaba no solo la hora, también sus uniformes.

-Lo que tú quieras.- Dijo finalmente, no sabía muy bien porque, quizás porque no quería separarse de ella aun, pero lo que en realidad había querido decir era "ir a casa a dormir, que ya es muy tarde".

Reece se levantó sacudiendose la parte del culo del pantalón, aun sin saber muy bien porque había dicho aquello, pero supuso que en parte se debía al hecho de que Goldie aun no quería irse a casa.

No tardó mucho en darse cuenta de que no había tomado la mejor decisión posible, para el IQ que tenía a veces si que parecía tonto. Pero para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde, y la sonrisa maliciosa de su compañera ya había aparecido en su rostro.

"¿Qué has hecho?"

La primera idea ya de por si, aunque le gustaba ver a la chica tan emocionada ya le horrorizó, ¿y si se caía desde el Golden? Goldie parecía a veces tener preocupación cero sobre su propia seguridad, y para ello estaba Reece allí para velar por que no se matara. Había preparado ya todo un discurso sobre seguridad, y lo mala idea que era escalar aquello y más a aquellas horas y con la superficie húmeda, cuando la muchacha cambió de idea

"¿Y ahora qué?"

La verdad es que era simplemente preciosa cuando daba salititos y se emocionaba. Y lo decía alguien para el que algo mono solo era un tipo de simio, pero que mona se ponía en momentos como aquellos...

"¡Céntrate Reece!"

El muchacho volvió al mundo real, no iban a ir a Alcatraz a aquellas horas, era tardisimo, y por su mente había pasado que la chica quisiera otro perrito antes de irse a casa, no que quisiera poner a hacer visitas o deportes de riesgo.

-No.- Dijo Reece parandola en seco, en momentos como aquel le salía el borde que solía ser, pues sabía que o la paraba en seco, o terminaría accediendo, así que tomó el mando de la situación antes de que la chica contraatacara protestando porque la había dejado elegir.- Es muy tarde, nos vamos a ir a dormir y mañana vamos a quedar para estudiar.- Dijo el muchacho haciendo una pequeña pausa, había preferido dejar lo mejor para el final esperando que eso la convenciera. Así que antes de que hablara él siguió.- Y si veo que avanzas bastante con el temario, si quieres el domingo iremos los dos sin uniforme, solo como dos turistas, a hacer la visita a Alcatraz.

El muchacho se sentía un poco como un estafador, porque en realidad sentía que salía ganando, la vería todo el fin de semana y encima la obligaba a estudiar.