Partida Rol por web

[Zork]04 -Bajo las sombras de Montnoir

Capítulo 2 (desvío): Veritas lux mea

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12/12/2017, 18:25
Kaleb "El Grande"

Por un momento, dudó de si había sido buena idea pedirle tal cosa, pero luego lo sorprendió con ese cambio de actitud. Era un personaje... peculiar.

-Nos veremos pronto, Fray Hugo- le dijo el cronista con una inclinación de cabeza.

Estaba por comenzar a hablar, para aflojar cualquier suspicacia que pudiera guardar el Decano, cuando nuevamente fue sorprendido. Esta vez aún más gratamente. ¡El Decano era un admirador de su obra! No se lo esperaba... y su rostro lo mostró brevemente.

-Vaya... me sorprende gratamente, Decano, es un honor para mí que usted encuentre satisfactoria y elogiosas mis humildes letras- dijo sosteniendo el libro para realizarle una firma y una dedicatoria acorde al estatus de la persona que tenía frente a él.

Mientras pensaba qué escribirle, levantó la mirada para responder.

-Lo que quería era consultar, además de su famosa biblioteca personal, sus vastos conocimientos... ¿Le dice algo "la boca del pozo"?- preguntó observando las reacciones del Decano.

En ese momento se le ocurrió qué escribir, aunque prefería dejar en suspenso esa situación, para tener una leve ¿ventaja? para quedarse más tiempo.

Notas de juego

Hécate se queda conmigo entonces... ;)

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12/12/2017, 22:02
El Narrador

Tancredo y Golyav avanzaron por los oscuros pasadizos de las catacumbas, iluminados únicamente con una runa luminosa* del primero, durante lo que parecieron horas. Era difícil precisar el tiempo allí dentro. No tardaron en escuchar a varias ratas que se escabullían a su paso, seguidas de chillidos y gorjeos en la oscuridad. El rhusiyano avanzaba detrás, todo su escuálido cuerpo temblando.

—No me gusta este lugar —repetía de vez en cuando.

Al rato, en una de las bifurcaciones indicadas en el pergamino, el brujo se topó con un pedazo de tela púrpura que le resultó familiar. No podía asegurarlo debido a la oscuridad, pero juraría que aquel color pertenecía al blasón de la marquesa. ¿Habrían estado ella y sus soldados allí abajo?
No tuvo mucho tiempo para reflexionar antes de toparse con la supuesta salida. El pasillo que habían estado siguiendo desembocaba en una sala similar a la que había debajo de la Catedral, con marcas demasiado similares en el frío granito. El pórtico que tenían ante sí estaba flaqueado por dos gárgolas que los miraban de forma burlona. El frontón de la puerta lucía el glifo que combinaba el pentagrama y el pendiente.

Aquí es.

A pesar de su ostentoso marco de piedra, con sus columnillas y su decoración recargada, la salida era una vulgar puerta de madera. No había ninguna clase de cierre, pero tuvieron que hacer esfuerzo entre los dos para lograr abrirla. Al parecer, alguien había colocado una voluminosa estantería para disimular la entrada. 
Habían llegado a alguna clase de archivo, repleto de muebles que contenían legajos y pergaminos enrollados. No parecía haber kobolds en la costa.

Notas de juego

*: el truco Luz, vamos.

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12/12/2017, 22:49
Tancredo de Bergerac

Era muy evidente que estaban en el archivo de la universidad. El peregrino musitó algo para sus adentros, un leve murmullo con los ojos cerrados, que se movían como si estuviese soñando y se apresuró para meterse a gatas debajo de una mesa cubierta por un gran tapete que colgaba hasta el suelo.

—Golyav, deprisa, ven conmigo. He revisado la mente de mi pájaro familiar y he averiguado que don Hugo viene de camino con un lacayo del decano. Esta habitación está reservada para los miembros de la universidad y no tengo ganas de tener que dar explicaciones a nadie que no sea el exorcista.

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12/12/2017, 23:11
El Narrador

Aunque, efectivamente, notaba a Hécate muy cerca, Tancredo se sorprendió de no escuchar ningún sonido de pasos. No obstante, decidió aguardar por si las moscas. 

Tras unos minutos, se convencieron de que estaban completamente solos.

Notas de juego

Recuerda que tirar Discernir la realidad si lo deseas.

 

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12/12/2017, 23:15
Profesor Nicolas Lapierre

El Decano miró a Kaleb con interés cuando mencionó a "La Boca del Pozo". Entrecerró los ojos y se mesó la perilla, haciendo memoria.

—Mmm… Veamos. Si no recuerdo mal, "El Pozo" es una expresión arcaica que se utilizaba para hablar de El Abismo. Se trata de un vacío entre dimensiones. Mucho antes de la creación del Velo y de separar, por tanto, los distintos planos de Zork, los dioses primordiales dormitaban en las insondables profundidades del cosmos. Sin embargo, algunas de esas entidades eran mucho más peligrosas y afectaban al mundo directamente. Como sabrás, la esencia de la magia y de la vida misma es el cambio. El caos no es más que magia pura y descontrolada que altera la realidad, tanto involuntariamente como de forma malintencionada. 
»Pues bien, El Pozo o El Abismo es el limbo al que enviaron a los dioses del caos. Allí, su influencia sobre los planos es prácticamente nula. Respecto a "La Boca", supongo que te refieres a una de las entidades que se mantienen más cerca del Velo. "Boca" es otra forma arcaica que puede significar "entrada" o "guardián". Existen incunables con ilustraciones muy hermosas que representan una enorme boca devorando almas en pena de condenados por la religión, ¿sabe? Era una forma de representar El Abismo y, sin embargo, todo se debe a un error de interpretación. Curioso, ¿verdad?

Lapierre hizo una pequeña pausa. Por la forma en la que le brillaban los ojos, Kaleb intuyó que el tema le debía interesar mucho. Eso, y que se moría de ganas por volver a impartir clase.

—Si lo desea, en mi biblioteca guardo información acerca de los errores en la iconografía asociada a la religión de Lineras. También hay algún registro de cultos a dioses del Caos, aunque ninguno relacionado con La Boca del Pozo per se. Luego, por supuesto, guardo archivos y textos de antiguas órdenes de estudiantes. En la Universidad siempre ha sido muy común entre las hermandades de estudiantes el crear grupos esotéricos. Un entorno como este, en el que se mezclan la religión y la magia, es muy propicio para ello, ¿no le parece? Son muy aficionados a rescatar expresiones y costumbres arcaicas, así que esa construcción no me extrañaría nada. ¿Le interesa investigar el asunto? Podría mostrarle, personalmente, esa parte de nuestra colección. Intuyo que será para alguna de sus futuras obras y, por supuesto, me encantaría poder ayudar en lo que fuera posible —dijo, subrayando sus últimas palabras con una agradable sonrisa.
 

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12/12/2017, 23:16
Tancredo de Bergerac

Empezaba a mosquearse, no es que fuese un impaciente, pero igual se había pasado de listo. ¿Cuantos archivos y bibliotecas puede tener una universidad? Nunca había estado dentro de una hasta hoy, y se le ocurrió pensar que podrían estar organizadas por temas, así que sí, habría varias.

Sacó el plano que le entregó el monje y lo observó en busca de indicaciones. ¿Dónde carajo estaban? Después, sin sentirse muy seguro, alzó el tapete y se puso a mirar. Lo primero que trató de averiguar era si había ventanas, y lo segundo qué clase de tomos había allí. Avanzó a gatas hasta una estantería mientras mandaba callar a Golyav soplando con el dedo. Era una escena un tanto ridícula. 

- Tiradas (1)

Motivo: Discernir la realidad

Tirada: 2d6

Resultado: 8(+2)=10

Notas de juego

• ¿Qué ha pasado recientemente aquí?
• ¿Qué está a punto de pasar?
• ¿Qué hay aquí que no es lo que parece?

 

https://www.youtube.com/watch?v=tjmVdK3Q1HQ

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14/12/2017, 01:33
Kaleb "El Grande"

Mientras el Decano hablaba, Kaleb tragó saliva más de una vez. Es que los pensamientos que le venían a la mente no eran de lo más tranquilizadores. Si un grupo de estudiantes, estúpidos imberbes ávidos de conocimientos ocultos. (bueno, un poco así era él, aunque con barba) quería despertar algún dios o criatura primigenia como aquellas, esto podía ser más... complicado, por ponerle una palabra, de lo que pensaban.

-¡Oh! Pero es que no deja de honrarme con sus saberes- dijo el gnomo con una sonrisa de oreja a oreja, totalmente sincera, además -Todo lo que pueda facilitarme le será muy agradecido...- le guiñó un ojo -¿Quién sabe qué cantos o loas surgan en estos tiempos venideros?-

Las razones por las que Lapierre había dejado de impartir clases las desconocía, salvo por trinos y cacareos poco claros o que al menos él no consideraba muy veraces, pero se notaba que añoraba esos tiempos, y acababa de recibir a un hombre (gnomo) ávido por conocimientos. Y él los tenía.

-Además, por su forma de compartir el conocimiento que posee, seguramente debe haber sido de aquellos profesores a los que no les cuesta compartir su pasión con los estudiantes, ¿no es así? Recuerdo en mis años mozos de estudiante... bueno, aún estoy en ellos ya que uno no deja de aprender... y de ser mozo- le guiñó un ojo cómplicemente -En esos tiempos había pocos así, como usted... o al menos no tuve la fortuna de conocerlos-

Notas de juego

Si hay muchos errores, perdón, no pude revisarlo antes de enviar ya que recién veo la actualización y quería responderle antes de que lo hicieras vos jeje

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14/12/2017, 15:37
Le Maison
Sólo para el director

Le Maison pasó encerrado en la capilla el resto del día orando por guía espiritual a su Diosa

Notas de juego

Le pediría guía respecto a los próximos pasos a seguir.

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14/12/2017, 19:44
El Narrador

A lo largo de la historia de Zork, después de la creación del Velo que separó los planos de la realidad y el cosmos, han existido oráculos que hablaban a través de los dioses. Desde chamanes y druidas de religiones basadas en el animismo, el culto de los espíritus de la naturaleza; hasta ascetas y clérigos que dedicaban su vida a servir a una o varias deidades.

Le Maison había seguido la senda de Lineras, como un paladín que defendería su causa hasta que sus huesos no pudiesen sostenerle. Y así, en aquel momento de paz, la Diosa se hizo verbo en la mente del caballero de la Orden del Pendiente:

Un peligro acecha tus pasos, hijo mío. Pero nada has de temer. Pues la ayuda acudirá a ti en la forma que menos te esperas.

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15/12/2017, 00:12
El Narrador

El archivo estaba iluminado vagamente, lo que explicaba la existencia de varios candelabros repartidos por las mesas. Cuando Tancredo alzó la vista, pudo ver unos cuantos ventanucos repartidos a gran altura por las paredes, de forma que la luz no llegaba a incidir directamente sobre las estanterías. No sabía mucho acerca del deterioro y la conservación de los documentos, pero intuía que algo tenía que ver.

El brujo ojeó las placas de los estantes, que indicaban el tipo de documento albergaban. Organizados por orden cronológico y por tipo de soporte, al parecer. Con cuidado, decidió sacar un viejo códice que le llamó la atención:

Cofradías y hermandades de estudiantes de la Universidad de Montnoir. Registro y actividades. Años ([borroso]).
Realizada por el Hermano Marcelino

Aunque no era capaz de distinguir la fecha, pudo ver que llevaba años allí por la capa de polvo que lo cubría. La fecha en la placa también parecía confirmarlo. Intrigado, se paseó por otra estantería y encontró un tomo similar con el mismo título pero una fecha más reciente. Esta vez, el autor era un tan Hermano Arcadio.

¿Qué diantres tenía que ver la Inquisición con las órdenes estudiantiles?
Volvió a sentir escalofríos solo de recordar a la Hermana Beatriz y el episodio con el espíritu del muchacho en el bosque. ¿Qué se traían entre manos los cuervos? [1]

Por suerte, los libros que había cogido eran lo suficientemente ligeros y resistentes como para poder cargar con ellos sin que le estorbasen. Por si acaso decidió tomarse su tiempo para comprobar que no había rastro de magia en aquellos tomos o en el lugar. Al parecer, podía respirar tranquilo. Cuando ojeó el más reciente, tuvo un extraño presentimiento que decidió comprobar abriendo de nuevo el primer códice. ¡Dos de las hermandades compartían el mismo nombre! Y, por si fuese poco, parecían compartir el mismo símbolo:

Parecía un ojo vacío, quizá una boca abierta. ¿Tendría alguna relación con La Boca del Pozo?

* * *

De pronto, Tancredo dio un respingo. Había oído algo a través de las paredes. Había una puerta al fondo de la sala, probablemente la entrada principal. Un murmullo lejano le hizo ponerse en guardia. En su mente se materializaron cientos de posibilidades: alguien entonando un conjuro, espectros susurrantes, un portal a una dimensión —probablemente peligrosa—, una máquina de tortura de la Inquisición —«¡Glups!»—, etc.
Armándose de valor, decidió prestar más atención. No era la primera vez que su cabeza le jugaba una mala pasada. El rumor le resultaba familiar, pero no parecía amenazante. Fue entonces cuando se percató de que era alguien rezando, y de que conocía a ese alguien: Le Maison, el caballero del Santo Pendiente. Sí, era su voz, sin duda. [2]

No obstante, mientras valoraba las posibilidades de salir y reencontrarse con un compañero que podría cubrirle las espaldas, escuchó algo más.

Tancredo, ¿lo has oído? Reconozco esas voces. ¡Te juro que las he oído antes! —dijo Golyav, que parecía al borde de un ataque de ansiedad. Había comenzado a temblar y le miraba con los ojos anegados en lágrimas —Ayúdame, ¡son ellos!

Se trataba de tres o cuatro personas. Hablaban entre susurros y no era capaz de entender lo que decían, pero sus voces sonaban más bien agudas, como las de un muchacho al que todavía le está cambiando la voz. Parecían llegar desde la otra punta, probablemente fuera del edificio, pues carecían de eco como la de Le Maison. Pero no cabía duda de que se acercaban hasta él… [3]

 

Notas de juego

[1]: ¿Qué ha pasado recientemente aquí?
[2]: ¿Qué hay aquí que no es lo que parece?
[3]: ¿Qué está a punto de pasar?

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15/12/2017, 02:50
Profesor Nicolas Lapierre

Lapierre suspiró con aire nostálgico.

—Si usted supiese… Ser Decano es todo un honor, pero es un cargo que requiere mucho trabajo y me mantiene alejado de las aulas. Hace una década, yo era uno de los profesores más queridos por generaciones de estudiantes. Ahora piensan que soy una rata de biblioteca agria y cínica. ¿Y sabe qué? Tal vez me esté convirtiendo en una. Si no fuese por las ocasionales conferencias o los libros… ¡Pero no perdamos más tiempo! No deje que mis divagaciones le desanimen y acudamos raudos a la biblioteca. Sígame.

El Decano se levantó como una exhalación, con una agilidad que Kaleb no le hubiese atribuido jamás a un hombre de aquella edad y con esa constitución.

* * *

Recorrieron juntos unos cuantos pasillos llenos de papeles que flotaban, garabateados con runas y mensajes que informaban de notas, horarios y futuros eventos del Campus Principal. La entrada a la biblioteca era casi tan lujosa y bien labrada como la del despacho de Lapierre, grabada con escenas de caballeros y magos que luchaban contra una masa indefinida de monstruos —muchos ojos, bocas repletas de afilados dientes, y algún cuerno aquí y allá—. 

No tardó en localizar a Hugo y al señor Bragnes. El primero inspeccionaba una pequeña montaña de libros que había retirado de la sección de mitos y esoterismo.

—Me alegra ver que no pierde el tiempo, fray Belmonte —le dijo el Decano antes de dirigirse a Kaleb, señalando un par de estanterías —. Bien, maese Kaleb, la sección de esoterismo ya la está asediando su compañero, pero aquí tiene textos sobre las hermandades. Me temo que tendrá que conformarse con estos tomos sobre testimonios y tesis relacionadas con sus miembros. Los registros se guardan en el archivo del Campus eclesiástico.

En aquel momento, a Kaleb le pareció oír cómo Hécate ululaba de forma extraña a través de la ventana…

 

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15/12/2017, 03:43
Tancredo de Bergerac

Una ocasión de hacerse con información como aquella no sé veía todos los días, así que aprovechó para llevarse aquellos registros inquisitoriales, por supuesto. Nadie los iba a echar de menos, y si lo hacían, haberlos guardado bajo llave, qué cojones, en vez de dejarlos allí a la vista de cualquier brujo astuto que entrase por un viejo pasadizo secreto escapando de la inquisición. 

***

La exagerada reacción que el rushyiano tuvo al oír las voces casi le partió el corazón al brujo. Aquel hombre había sido un verdadero coloso, una bestia con músculos de acero, y ahora estaba reducido a ese estado. Parecía un chiquillo desvalido, así que se metió con él debajo del la mesa y lo cogió de la mano; si se portaba como un niño, habría que tratarlo como a un niño.

—¡Shhhh! ¡Tanquilo, hombre, y no alces tanto la voz! ¡Tú guíate por mi! Esos van a entrar en el edificio ahora, y no nos da tiempo a salir sin que nos vean, así que vamos a quedarnos aquí escondidos y en silencio. Me da la impresión que van a bajar por el túnel secreto así que sí no hacemos ruido pasarán de larg... Un pensamiento fugaz cruzó su mente y lo interrumpió: ¡Mierda, no recuerdo haber cerrado la entrada secreta! Apretó los puños con fuerza a medida que se asomaba otra vez y dijo —...pasarán de largo.

Notas de juego

¿Mierda, el pasadizo está cerrado o no? Si no tengo que ir a cerrarlo o avisar a Le Maison, porque no creo que pueda cerrarlo sin ayuda, y Golyav está muy alterado como para no acabar haciendo alguna estupidez. 

Supongo que este edificio es el archivo eclesiástico, y que por eso hay una capilla de Lineras.

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17/12/2017, 02:13
El Narrador

Mientras se lanzaba hacia la entrada secreta y buscaba un lugar adecuado para ocultarse, escuchó a alguien acercándose a la puerta principal —la que daba a la capilla donde Le Maison estaba rezando—. Los pasos eran demasiado suaves como para tratarse del caballero, y Tancredo sabía que Kaleb y Hugo estaban con el Decano de la Universidad. ¿De quién podría tratarse?

Notas de juego

Pues no… tira Desafiar el peligro +DES a ver si logras cerrarla a tiempo y sin hacer ruido.

Y sí. Por lo que sabes, este debe tratarse del archivo del Campus eclesiástico de la Universidad.

¡Espero que no se te ocurra dejar a Le Maison solo!

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17/12/2017, 13:42
Tancredo de Bergerac
- Tiradas (1)

Motivo: Desafiar el peligro -correr

Tirada: 2d6

Resultado: 7(+1)=8

Notas de juego

No debería dejar solo a LeMaison o a Golyav?

No voy a cerrar la puerta, porque seguro que tendía que tirar desafiar el peligro, pero con fuerza. Lo que intento hacer es ir corriendo para avisar a LeMaisón. No sé quien viene, si esos fantoches de la universidad o un inquisidor, pero si solo es el primer caso, imagino que la presencia de LeMaisón es más que suficiente para achantarlos.

Tengo un 8 en total, no es un éxito completo.

Tengo una idea, ¿puedo usar prestidigitación para crear voces? Me gustaría hacerle creer al que viene que se acerca un grupo de caballeros de Lineras gritando "Paso, en nombre de Lineras", o algo así.

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18/12/2017, 14:35
Le Maison
Sólo para el director

Tras las instrucciones de la Diosa Lineras, Le Maison quedó extasiado. A pesar de que su fé era fuerte, siempre había temores, de no ser digno, de pecar de orgullo. La vergüenza del combate contra la aberración había disminuido su autoconfianza, así que las palabras de Lineras fueron como un bálsamo para él.

Tras unos pocos momentos para agradecerle a su Diosa su fé en ese indigno servidor suyo, Le Maison volvió a ponerse en pie, tras los rezos de rodillas, y contento corrió con el resto del grupo* para darles las buenas nuevas.

Notas de juego

(*) Hugo y Kaleb

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18/12/2017, 20:05
Kaleb "El Grande"

Kaleb acompañó al Decano en todo momento con el libro que le dedicaría. La frase que se le había ocurrido se le había esfumado entre los recovecos de su mente luego de la última información que Lapierre le había compartido. Su mente seguía esos derroteros, cuando llegaron a la biblioteca. Sonrió recordando la primera vez que había estado, y la curiosidad pudo más que la razón.

-Escuché que hay historias sobre gnomos que trabajan en la biblioteca pero que nadie los puede ver más que algunos encargados... ¿son reales las historias?- preguntó el Cronista.

Le dedicó una inclinación de cabeza muy leve a manera de saludo a Belmonte, y luego le prestó atención a lo que tenía delante. Tendría que buscar. Tendría que leer. Por suerte ambas cosas le gustaban. Pero lo que no siempre disfrutaba eran las interrumpciones, y Hécate estaba siendo una.

-¿Podría abrir un momento la ventana?- preguntó el gnomo despreocupadamente...

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18/12/2017, 21:57
El Narrador

Tancredo estuvo a punto de abalanzarse a tiempo a la puerta, ¡solo para descubrir que las voces provenían de las propias catacumbas! Tuvo el tiempo justo para tirar del brazo de Golyav y ocultarse con él bajo uno de los escritorios. El brujo tenía que pensar rápido. No tenía escapatoria, pues sus posibles enemigos se acercaban por las dos únicas salidas que tenía el archivo.

—¡Eh! ¡Esta puerta está abierta! Alguien tiene que habérsenos adelantado —dijo una voz plagada de gallos tras la entrada secreta de las catacumbas.
—No pasa nada. Sea quien sea, lo habrá liquidado ya el Hermano Arcadio. Ya sabéis cómo se las gasta ese Inquisidor —respondió otro joven.

Entonces la idea surcó como un chispazo la mente de Tancredo. Rebuscó en una de sus bolsas de tela hasta dar con un hongo de sombrero esférico. Tras apretarlo, escupió una nube de esporas malolientes que el brujo procedió a soplar. La plegaria que pronunció a continuación, se intensificó hasta llenar la habitación. En el archivo del Cámpus eclesiástico de la Universidad de Montnoir resonó la voz de una treintena de hombres a coro:

¡Paso en nombre de Lineras, escoria hereje!

A continuación, casi simultáneamente, los dos frentes se detuvieron ante sus respectivas puertas, sobresaltados. Tras la puerta principal, la figura cayó de espaldas. Tras la entrada secreta, los muchachos salieron huyendo como alma que llevan los diablos.

Ahora que Tancredo sabía que muy probablemente se encontraría a un inquisidor tras la salida que daba a la capilla, debía darse prisa antes de que éste recuperase la compostura…

Notas de juego

A estas alturas de la aventura, voy a adoptar la regla de Chemo para los Trucos de mago. Puedes realizarlos sin necesidad de tirada, únicamente describiendo su efecto y pista (cosa que ya hiciste).

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18/12/2017, 22:15
El Narrador

Antes de que el Decano pudiese siquiera abrir la boca, Bragnes estaba respondiendo:

—Oh sí, señor Kaleb. Tenemos a una plantilla medianamente extensa de auxiliares. Muchos de ellos cubiertos con un potente encantamiento de invisibilidad, ¿sabe? Son muy eficaces a la hora de aparecer de la nada para pedir silencio o para vigilar quién entra, cuidar de la colección… ya se imaginará. Solemos mantenerlo en secreto, pero ya es todo un cacareo.
»¡Ah! ¿La ventana? Preferiría que no. La temperatura es la adecuada para conservar los libros, ¿comprende? Tampoco queremos que entren insectos ni nada por el estilo, sería terrible.

 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Búsqueda bibliográfica de Hugo Belmonte

Tirada: 2d6

Dificultad: 7+

Resultado: 3(+2)=5 (Fracaso)

Notas de juego

No te preocupes por la tirada oculta, no te afecta directamente. Se trata de la búsqueda de Hugo por la biblioteca.

Tú también puedes tirar Discernir la realidad +SAB si quieres encontrar lo que buscas o Parlamentar +CAR y +1 con el Decano para que te ayuden a encontrar un libro que necesites.

Si decides dejar Discernir la realidad para el final y obtienes buenos resultados en Parlamentar o en Exhibir conocimientos (sobre bibliotecas), tendrás un bonificador de +1 por cada buena tirada:

Parlamentar (Decano): 4+1 (+2) = 7 --> +1
Exhibir conocimientos (bibliotecas y bibliografía): 6+4 (+1) = 11 --> +1

Discernir la realidad: 5+1 (+0) (+2) = 8

Vamos a falsear un poco esto y hacer como en Gumshoe y, aunque saques un 6 o menos, obtendrás siempre algo de información. 

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18/12/2017, 22:53
Tancredo de Bergerac

Tancredo no desaprovechó aquella oportunidad, siendo él tan oportunista como era, y gritaba —¡A mi la Orden! ¡Caballeros de Lineras! Mientras le susurraba a su antiguo patrón y protector —¡Vámonos de aquí cagando leches Golyav! Lo tomó de la mano y tiró de él hacia la salida.

Si se encontraba con ese inquisidor le iba a atizar en toda la nariz con el saco de hongos y se iba a creer no solo que venía un regimiento entero de caballeros, si no que los cielos se abrían y que hasta la mismisima diosa Lineras bajaba.

- Tiradas (1)

Motivo: desafiar el peligro

Tirada: 2d6

Resultado: 2(+2)=4

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19/12/2017, 01:54
El Narrador

En el preciso instante en el que Le Maison salía del trance y se aproximaba a la salida de la capilla, escuchó un estrépito junto a la puerta de la sacristía. Cuando dirigió su mirada en dirección al ruido, vio a dos personas chocando entre ellas. Uno de ellos era el Hermano Arcadio, el otro parecía ser… ¿Tancredo? 

Entre ellos se elevaba una sutil y extraña nubecilla de polvo.