Partida Rol por web

Telion sale del refugio y corre hacía la camioneta con el rifle laser apuntando a todos lados, realmente está nervioso y puede disparar a cualquier sombra que vea. Al llegar a la camioneta Telion sube detrás junto a Jericus y se coloca en posición de cubrir a sus compañeros cuando salgan del refugio, mirando a cualquier cobertura donde pudiese haber un francotirador escondido.

Glask secundó la voz de Cadyk.-Yo también puedo conducir,tranquilos.-Su mirada barrió nuevamente la calle,el sonido de artillería volando no le agradaba y menos con el a descubierto.-Vamos padre,salga corriendo yo le cubro.-Se levantó y golpeó el hombro de Hamido con la palma.-Avanza y cubre allí.-señaló con la mano la esquina cercana a la furgoneta.-yo cubriré al padre.-sacó dos cargadores extra y amunicionó totalmente el rifle.

Glask, te necesitamos como potencia de fuego. Irás en la parte de atrás, para que tengas suficiente espacio. Jericus, tú eres el experto en ciudades, serás el copiloto. Guíanos por las calles.

Contesto a Atreus desde la parte de atrás de la camioneta, en la que estoy sentado:

 - "Prefiero que vayas tú de copiloto. Eres el líder y debemos cuidarte. Yo iré acá atrás mirando, pero por más experto en ciudades, no sé donde está la zona, a diferencia tuya. Además, creo ser mejor potencia de fuego que tú y tengo el comunicador para hablar contigo en caso de cualquier cosa. Ve dentro junto con la placa de datos y guíanos. Cadyk debe saber llegar a cualquier zona a la que le indiques sin más ayuda."

En ese momento recuerdo un punto interesante:

 - "¿Borden, la zona indicada a la que vamos está hacía el sur? Si es así, podríamos pasar a recoger un vehículo blindado ya que queda de camino. ¿Que te parece?"

Miro bien los alrededores, avistando si llegan enemigos a atacarnos, para abrir fuego en respuesta.

Telion mientras los demás intentan subirse a la camioneta intenta ir toqueteando la placa de datos para que esta se conecte a alguno de los satélites que haya en órbita o si no estaban perdidos y sin rumbo.

     Cadyk arrancó el vehículo y se familiarizó con los controles. Aunque muchos tenían un diseño imperial estandar muy similar, no quería sorpresas. Cuando estuvo satisfecho comenzó la marcha. - Indíqueme la dirección, padre. Pidió a Borden con tono neutro.

Con Cadyk al volante, la camioneta aceleró bruscamente provocando que sus ruedas patinaran sobre el asfalto revuelto por las explosiones. El antiguo conductor, que había sido despachado sin muchos miramientos, y se encontraba junto a la furgoneta, fue pisado por las ruedas traseras del vehículo cuando el equipo se puso en marcha. El sonido no fue muy agradable pero es lo que había... La vida era dura y todo eso.

Las bombas seguían cayendo y a los ocupantes de la parte trasera de la camioneta les caían encima escombros de los edificios cercanos. Todo era un caos. El humo inundaba las calles mientras la furgoneta roja lo cortaba como un cuchillo corta la mantequilla, los proyectiles sonaban silbantes, las explosiones retumbaban, los cascotes caían y repiqueteaban sobre el metal de la carrocería.

Cadyk se vio obligado a activar las luces del vehículo, y las escenas que rodeaban al grupo mientras circulaban por las calles los asombraron y generaron cierto grado de inquietud. Había bastantes cuerpos tendidos en posturas extrañas en las calles, tanto en las aceras como en la calzada. Parecían estatuas antiguas pues la ceniza que caía les daba un color gris extraño. Entre ellas había madres aun abrazadas a sus hijos pequeños, destrozados por dentro por las ondas expansivas y la metralla, había sujetos mayores, y jóvenes... Todos reducidos a lo mismo por el efecto de la artillería.

Las imágenes pasaban como pictogramas de una película antigua, como aquellas que solo mostraban tonos grises. En ellas se estaba fijando el grupo cuando de repente una gran sombra se echó encima sobre la camioneta. En verdad era complicado vislumbrar largas distancias con aquella ceniza, y aquel camión volcado y cruzado en medio de la calzada emergió de entre las sombras a escasos metros de la camioneta. El antiguo vehículo se precipitaba sobre el obstáculo a toda velocidad.

     El ruido de fondo provocado por las explosiones y la tensión de sentir que iba a recibir un balazo (o algo peor) en cualquier momento le jugó una mala pasada a Cadyk. Sin haber levantado aún el pié del acelerador, aquella sombra surgió de improviso de entre el humo, dándole el tiempo exacto para susurrar - Pero que coño...

La camioneta se precipitó contra aquel camión, un vehículo de tropas imperial volcado en mitad de la calzada. Cadyk lo vio demasiado tarde pero aun eso intentó girar para sortearlo, pues para detenerse era demasiado tarde. No lograron salvar el obstáculo por poco y el vehículo impactó con la parte frontal izquierda contra la masa metálica. Un terrible chirrido de metal inundó por un momento la atmosfera mientras el vehículo se sacudía violentamente y derrapaba lateralmente media decena de metros mientras los frenos chillaban por detener el vehiculo.

Tras el impacto todos los ocupantes de la parte trasera, que tan solo estaban sentados en la zona de carga y carecían de cualquier medida de seguridad, se agarraron fuertemente para no salir despedidos. Todos lograron permanecer dentro de la zona de carga, todos menos el soldado que había sido asignado para ayudaros. En el momento del impacto se encontraba aferrado a su baqueteado rifle laser, y al contrario que el grupo de agentes inquisitoriales, no estaba aferrado a ningún asidero, por lo que el hombre salió volando por encima del remolque como un cohete.
Todos pudisteis ver cómo salía despedido y se estrellaba una veintena de metros más adelante contra el suelo con la cabeza por delante. Rodó como un muñeco de trapo tras tocar tierra y quedó tendido sobre la acera en una extraña postura, con las articulaciones de los codos y las rodillas dobladas de extrañas maneras.

La camioneta se detuvo por fin cruzada de medio lado, con la parte izquierda del frontal destrozada, y habiendo perdido una de las luces. Nada más detenerse se caló de forma repentina, mientras salía un leve humillo blanco del radiador. Dentro de la cabina tanto Cadyk como Atreus se encontraban bien, gracias a los cinturones de seguridad. Cadyk maldecía la mala suerte de aquel encuentro. ¿Qué hacia aquel vehículo de tropas….? La idea quedó en el aire cuando la única luz de la camioneta iluminó la zona de carga del transporte volcado.

Aquel camión había sido brutalmente tiroteado, y pese a que algunos de los soldados que transportaba se encontraban a los pies del transporte entre grandes manchas de sangre, algunos aun colgaban de sus arneses en los bancos, balanceando sus brazos y sus rifles con las vibraciones de las bombas. El chasis estaba terriblemente machacado a impactos de bala de alto calibre y el conductor y copiloto se encontraban terriblemente desfigurados dentro de la ensangrentada cabina.

Oh joder... Comento mientras dejo de agarrar la barra de seguridad de la camioneta. Para habernos matado... Rápidamente de un salto bajo del transporte y me coloco en uno de sus flancos rifle en mano y escudriñando la maldita tormenta de ceniza que está dejando la calle como si fuera un gélido planeta. A esos infelices los han acribillado a tiros sin darles oportunidad alguna y nosotros estamos donde ellos cayeron, parados. Esto no pinta nada bien. Chicos... Formemos un perímetro de seguridad mientras Cadyk intenta arrancar. Tileon podría echarle un vistazo al motor por si está roto. Y alguien podría ir a ver si el tipo ese raro está vivo, aunque lo dudo... Había sido algo espectacular verlo salir volando y aterrizar con semejante violencia sobre la calzada. Mala suerte estas cosas pasan... Pienso mientras activo mis sistemas de miras.

Pero que demonios!!! - pensó Telion cuando la camioneta chocó de frente contra el otro vehículo

Por suerte solamente el soldado había salido malparado.

- ¿La camioneta sigue operativa? - preguntó Telion sin hacer mención al soldado muerto

Pues no se compañero. Prueba a echarle un vistazo. Parece que hemos perdido una luz... pero solo mirando dentro del capó sabremos que daños tiene esto. No era decente esperar a que los demás hicieran el trabajo sucio que no gustaba, así que me encaminé hacia el soldado que había salido disparado a toda velocidad mientras caminaba en cuclillas y con paso rápido. Al llegar junto a él le dije en voz baja mientras le tomaba el pulso: !Eh! ¿Cómo estás? Era una pregunta un tanto estúpida, pero... ¿Qué le iba a preguntar? ¿El numero de la lotería imperial?. Tranquilo, estamos aquí. A ver que tienes roto... Comienzo a examinarlo con el rifle agarrado con una mano y empleando para ello la izquierda. La seguridad es lo primero.

Telion se acerca al motor de la camioneta y levanta el capó para inspeccionarlo, era un motor rudimentario de seis cilindros a injección, lo había estudiado en los libros así que poco podría hacer por ese tipo de motores si realmente estaba roto del todo pero aún así se decidió a hacer algo útil mientras los demás se recuperaban del golpe y Hamido iba a ver al soldado que Telion suponía estaría muerto después de aterrizar con la cara en un salto así.

     El golpe había sido fuerte y Cadyk había quedado algo aturdido. Golpeó el volante tres veces en rápida sucesión, presa de la frustración que sentía. - ¡Mierda, mierda, mierda! algo mas calmado, miró hacia atrás mientras preguntaba. - ¿Estáis todos bien? Obviamente el soldado no lo estaba, así que solo quedaba preguntar a sus compañeros. Con cuidado salió del vehículo y comenzó a revisarlo de arriba a abajo. Esperaba que aún pudiesen continuar con él. - Alguien debería controlar los alrededores mientras ponemos en marcha ésto. No queremos que nos den plomo a nosotros también. Comentó mas en general que nadie en particular, al ver los agujeros en el camión y los soldados muertos. Mientras que sus compañeros se dedicaban a sus quehaceres, se acercó al tecnosacerdote. - ¿Intento arrancarlo o vas a hacer alguna comprobación primero? Le dijo.

Hamido se acerca a examinar al desgraciado que ha salido volando y al encontrarse junto a él, ve que su estado es desastroso. La mitad de su cara se ha quedado en el asfalto, las cuatro articulaciones de sus miembros están dislocadas, y os huesos que unen están fracturados. Probablemente tenga una buena cantidad de costillas rotas, y por como respira es muy probable que alguna de ellas haya perforado un pulmón, pues sus inhalaciones son cada vez más agudas y cargadas de un gorgoteo alarmante. El hombre mira a Hamido con los ojos muy abiertos, sin poder pronunciar ninguna palabra, pero con un claro gesto de suplica en sus ojos. Está atemorizado y no es para menos. Con asistencia médica podría llegar a vivir, y tras una larga recuperación quizás llegaría a ser algo similar al hombre que fue en otro tiempo.

Por su parte Tileon III sale del vehículo y rápidamente, atraído por todo lo mecánico, se aproxima al capó de la camioneta y tras trastear unos segundos lo abre para comenzar a trabajar en el. El golpe ha sido importante, y a parte de destrozar parte del frontal y la defensa del vehículo, se ha llevado un faro y ha roto el radiador. También parece que un conducto está suelto. La reparación llevará unos cuantos minutos, puede que diez, y eso en manos de un experto como el Tecno-Sacerdote, de tratarse de un mecánico cualquiera, ese vehículo no podría haber sido reparado en la calle. Cadyk tras ver que el resto del vehiculo estaba en condiciones se acercó al experto y le ofrecio su ayuda en la reparación.

Algunos de los miembros del grupo permanecen en el vehículo viendo nevar como si aquel extraño espectáculo los hubiera ensimismado por completo. A los lados del grupo se alzan altos edificios, algunos deteriorados y otros más enteros. Al fondo de la calla se ve arder un bloque entero, por el resplandor que les llega, pero no es distinguible por la peculiar tormenta de ceniza que cae. La calle se pierde en la densa niebla y la cortina de copos de ceniza. A unos 50 metros una calle cruza la que están recorriendo, una calle en línea recta que atraviesa de oeste a este la que en estos momentos el equipo estaba recorriendo de norte a sur. Igualmente en penumbra debido a los apagones y similarmente desierta. Ocasionalmente el grupo ve cruzar la intercesión de calles a algunos grupos de personas que la atraviesan en parejas y moviéndose muy rápido. Los llantos llegan hasta vosotros, pero eso son los problemas de otros individuos.

Al cabo de unos largos minutos en los que Telion no sabía si prestar atención al motor o a los alrededores para cubrirse ante posibles ataques, por fin el tecno-sacerdote logra arreglar la camioneta.

- Inténtalo ahora - dice a Cadyk - He sustituido algunas piezas por las del vehículo contra el que chocamos y suerte que siempre llevo herramientas conmigo. Creo que podremos seguir con la camioneta un rato más pero ten más cuidado no he conseguido arreglar el faro así que iremos con menos visibilidad si cabe - dice mirando la nube de ceniza que empezaba a caer.

¡Arff! ¡Grafh! ¡asas! -Atreus farfullaba.

Le estaba costando un gran esfuerzo no ahogarse. En realidad estaba tratando de maldecir al conductor, Cadyk, pero no podía. Al ver la inminencia del golpe se había protegido el rostro con el brazo. Se había tragado parte de la túnica del Adeptus Mecanicus e intentaba sacarse la tela de la boca. lo consiguió, peor se  sentía estúpido. Ahogarse con la ropa mientras arde una ciudad. ¡Qué estupidez!

No recordaba haber bajado del vehículo, pero sí haber preguntado a todos por su salud. Tampoco recordaba su respuesta. El martillo, arma de guerra, símbolo del Emperador, le sirvió como bastón. Cenizas. Durante un instante se sintió como los videntes del Emperador. El espectro de luz que sus ojos procesaban eran un espectáculo aterrador y hermoso. Ya había tenido una visión de ese estilo, al llegar al planeta. Ahora tenía un segunda, más cercana, más próxima.

Hay algo hermoso en la destrucción...

No quiso decirlo en voz alta, pero lo hizo, involuntariamente. Cerró la boca, no quiso decir nada más. Se aproximó al guardia moribundo. Era su deber.

Hermano. Tu servicio está a punto de terminar. Pronto te reunirás con los padres de la Humanidad, y se sentirán orgullosos de recibirte en su casa. Si alguna vez cometiste un pecado en este momento te es perdonado. ¿Cuál es tu nombre, hermano?

Cuando Borden se aproxima, viendo que la llegada de un sacerdote no augura nada bueno, al hombre se le escapan unas lagrimas de los ojos mientras su expresión de terror se acrecenta. Intenta pronunciar su nombre, pero su mandíbula al impactar contra el asfalto, está rota, y tan solo logra balbucear con mucho dolor alguna silaba entrecortada. Esto hacer que su miedo aumente aun más, pues teme que si no logra comunicarse adecuadamente con el emisario del Trono Dorado, quizás quede lejos de su mano. Más lagrimas, tanto de dolor como de frustración y miedo, brotan de sus ojos mientras no quita la vista de encima a Borden.

Dos trabajaban con el motor, otros dos estaban arrodillados sobre un tercero que no podía moverse... Dos más estaban conversando sentados en la parte trasera del vehículo que había estado siguiendo hasta que impactó. Vehículo civil, ropas militares, sin uniformes definidos, armados... El francotirador iba pasando la mira por cada uno de los sujetos que estaban en su campo de visión. En cada momento, cuando posaba su mira sobre una figura, esta apuntaba a la cabeza del sujeto. Seis hombres en total, inmovilizados... Estaba claro cuál era el objetivo. No debían poder marcharse.

El tirador activó su radio y tanteó los canales. Puede que buscara comunicaciones con su escuadra, o quizás buscase saber que estaban hablando ahí abajo. Un segundo después volvió a tomar el fusil para descubrir con gusto que seguían donde debían estar. La mira volvió a recorrer a todos los individuos, hasta que se posó sobre el que reparaba el motor con tanta habilidad. El dedo se tensó sobre el gatillo, la respiración se detuvo.

!!! BANGGG !!!....... !!!ZIUUUUUNNNG!!!.... !!!CLONCK!!! El proyectil pasó entre Glask y Jericus con un zumbido muy característico e impactó en el manto de Tileon III con un ensordecedor choque que hizo saltar la ceniza acumulada en la parte superior del manto. El proyectil fue prácticamente detenido por el blindaje que el Tecno Sacerdote llevaba, pero aun eso logró rozar el cuero cabelludo del adepto.

    El impacto sobresalta a Cadyk, que se cubre rápidamente contra la carrocería del vehículo. Con cuidado intenta precisar el origen del disparo a través de los cristales del habitáculo, basándose en la trayectoria de la bala, pero sin mucho éxito.