Partida Rol por web

¡¿Pero es que esto no va a acabar nunca¿!

Sigo concentrado en mi tarea. Sigo extrayendo disformidad de mi entorno, y sigo estando medio visible para los demás. Además, aún conservo el efecto del poder de punteria del turno anterior, por lo que me concentro en modificar mi sino y poder hacer realidad lo que me interese. Pero ni así consigo penetrar las defensas de mi adversario...

Efectivamente, así no se acabará esto jamás...

El señor de las ratas parece obcecado con Zaddion y vuelve a lanzar dos golpes sin éxito ninguno.

Desde mi  posición inicial, vuelvo a apuntar al señor de las ratas fallando el tiro por muy poco, la emoción del disparo anterior se desvanece, volviendo a la fría sensación de que esto se está alargando demasiado...

El clérigo continua en su afán de liquidar al Señor de las Ratas, asi que calmado y centrado comienza a respirar pausadamente mientras poco a poco va ejerciendo una leve presión en el gatillo de su revolver hasta que casi de sorpresa el proyectil sale disparado de su arma, atravesando el espacio que le separa de su objetivo e impactando de nuevo en la criatura.

Nuevamente el arma del clérigo hace brotar sangre del pecho del líder del ataque, su estado es muy grave.

El asesino vuelve a fallar en su ataque, la hoja choca ruidosamente contra el suelo.

ASALTO 6

Las ratas siguen confusas por la distorsión que la disformidad crea alrededor de Zaddion y Caín consigue defenderse.

Christoph vuelve a levantar su garrote y espera la oportunidad adecuada para golpear pero solo roza a la rata que es más rápida de lo que el arbite pensaba.

¡¿Pero es que esto no va a acabar nunca¿! Zaddion sigue concentrado en su tarea. Sigue extrayendo disformidad de su entorno, y sigue estando medio visible para los demás. Además, aún conserva el efecto del poder de puntería de hace unos segundos, por lo que se concentra en modificar su sino y poder hacer realidad lo que le interese. Pero ni así consigue penetrar las defensas de su adversario...Efectivamente, así no se acabará esto jamás...

El señor de las ratas parece obcecado con Zaddion y vuelve a lanzar dos golpes sin éxito ninguno.

Desde su posición inicial, Atellus vuelve a apuntar al señor de las ratas fallando el tiro por muy poco, la emoción del disparo anterior se desvanece, volviendo a la fría sensación de que esto se está alargando demasiado...

El clérigo continúa en su afán de liquidar al Señor de las Ratas, así que calmado y centrado comienza a respirar pausadamente mientras poco a poco va ejerciendo una leve presión en el gatillo de su revólver hasta que casi de sorpresa el proyectil sale disparado de su arma, atravesando el espacio que le separa de su objetivo e impactando de nuevo en la criatura y nuevamente el arma del clérigo hace brotar sangre del pecho del líder del ataque, su estado es muy grave.

El asesino vuelve a fallar en su ataque, la hoja choca ruidosamente contra el suelo.

Las ratas se ceban con Zaddion pero consigue evitar gran parte de los daños. Por su parte Caín retira la pierna otra vez en el último instante.

Christoph no consigue impactar con su garrote y maldice entre dientes

Cierro los ojos para intentar guardar la concentración tras los mordiscos de los asquerosos engendros, y lo manipulo para seguir vibrando. Esta vez tengo que luchar enconadamente con el poder que manejo para que no se descontrole, y lo consigo. Pero ya exhausto del combate, al intentar obtener ventaja en mi punteria la disformidad me vence esta vez y aunque consigo abrir los ojos y disparar en el pecho al ser que tenía delante, no sabía lo que podría ocurrir...

Inmediatamente me doy cuenta de que un olor acre, más fuerte que el de la basura que cubre el suelo, comienza a rodearme...

El señor de las ratas intenta aprovechar el ataque de sus mascotas pero de nuevo la distorsión le confunde: No fallezcáis mis pequeñasssss, ya es nuestrooooo

Confiado por sus éxitos anteriores Albrek realiza un último disparo con su arma pero esta vez lejos de acertar, su bala se pierde por las alturas, renegando, el clérigo emprende de nuevo la carrera en dirección a sus compañeros.

Viendo como mana de su cuerpo un reguero de Sangre sonrio pensando en que a ese engendro no le queda más que un disparo. Pero tendré que esperar, ya que no consigo acertarle

Siempre a la defensiva (mientras esperaba eternamente la ayuda de sus compañeros) Caín logró por fin alcanzar a la rata, un certero golpe en una de sus patas delanteras.

La rata vuelve a saltar para esquivar el golpe del asesino pero esta vez una milésima de segundo hace que no se retire a tiempo y queda ensartada en la espada.

ASALTO 7

Las ratas se ceban con Zaddion pero consigue evitar gran parte de los daños. Por su parte Caín retira la pierna otra vez en el último instante.

Christoph no consigue impactar con su garrote y maldice entre dientes

Zaddion cierra los ojos para intentar guardar la concentración tras los mordiscos de los asquerosos engendros, y lo manipula para seguir vibrando. Esta vez tiene que luchar enconádamente con el poder que maneja para que no se descontrole, y lo consigue. Pero ya exhausto del combate, al intentar obtener ventaja en su punteria la disformidad le vence esta vez y aunque consigue abrir los ojos y disparar en el pecho al ser que tenía delante, no sabe lo que puede ocurrir...

Inmediatamente se da cuenta de que un olor acre, más fuerte que el de la basura que cubre el suelo, comienza a rodearle...

El señor de las ratas intenta aprovechar el ataque de sus mascotas pero de nuevo la distorsión le confunde: No fallezcáis mis pequeñasssss, ya es nuestrooooo

Confiado por sus éxitos anteriores Albrek realiza un último disparo con su arma pero esta vez lejos de acertar, su bala se pierde por las alturas, renegando, el clérigo emprende de nuevo la carrera en dirección a sus compañeros.

Viendo cómo mana de su cuerpo un reguero de sangre Atellus sonríe pensando en que a ese engendro no le queda más que un disparo. Pero tendrá que esperar, ya que no consigue acertarle

Siempre a la defensiva (mientras esperaba eternamente la ayuda de sus compañeros) Caín logró por fin alcanzar a la rata, un certero golpe en una de sus patas delanteras. La rata vuelve a saltar para esquivar el golpe del asesino pero esta vez una milésima de segundo hace que no se retire a tiempo y queda ensartada en la espada.

A pesar de su superioridad las ratas comienzan a sentir miedo por el estado de su amo, no acertando a ninguno de sus enemigos.

Christoph ignora a la rata que le queda a Caín y se mueve para ayudar a Zaddion, cosa que la rata aprovecha para encaramarse a su espalda y morderle. Aunque el mordisco no traspasa el manto del arbite la distracción evita que acierte al señor de las ratas.