Partida Rol por web

Me giro con los ojos entrecerrados ante las primeras palabras de Airel. ¿Todos estamos bien? Hay que tener valor... Claro que ya hace tiempo que tengo claro lo que pensar acerca de ella. Jadeando por el esfuerzo realizado, me llevo una mano a cada uno de los puntos de mi anatomía donde he recibido el castigo de los enemigos a los que he enfrentado con valor y soportado con arrestos y entereza. La estrategia ha surtido su efecto, pero aún alto precio. En algo menos de una hora, los efectos del conjuro se desvanecerán, y con ellos la vida prestada que mantiene mis heridas en suspensión para poder seguir combatiendo.

¿Donde está la niña? -Pregunto apoyando la punta de mi espadón en el suelo, buscando alrededor- Y Endozal, por supuesto, pero... -Añado en consecuencia a las palabras de Silver- ¿...Y Caelny? ¡¡Cae!!

Llamo a mi prometida a voces, encaminándome hacia la parte trasera del campamento, acelerando un poco más a cada paso. El cambiapieles estaba por allí, puede que la trifulca continúe lejos de nuestros ojos. En poco tiempo, estoy avanzando a la carrera.

Hoy es turno de endozal de cambiar pañales asi que eso esta haciendo

Me hacerco a los restos del general un par de cosas pequeñas e inocentes son en realidad lo que me llama la atencion despues iria por el chaman subiendo al edificio, confiaba en mi compañero y seguro llegaria de un momento a otro, aun tenia algunas que resolver en ese lugar pero no habia prisa por el momento y dado el estado de algunos puede que no sea bueno apresurarse ni andar descuidados

Silver sube al techo del edificio, cogiendo el anillo y la tunica del chaman mientras pega una ojeada a su alrededor, intentando ver a Caelny o a Endozal desde esa altura.

Tambien busca irregularidades, hay algo que le preocupa.

La sonrisa en el rostro de Silver me hace respirar tranquilo. Parece que desde su posición dentro del recinto amurallado es más adecuada para ver lo que se cuece a nuestro alrededor y saber que todo está razonablemente bien. Nuestros enemigos han caído, loado sea Pelor y su Luz Bendita.

Busco con la mirada heridas feas en mis compañeros pero no veo nada a primera vista. Si alguno está gravemente herido, ya me lo hará saber.

Me giro, hacia donde oí la voz de Endozal justo antes de terminar el combate. ¿Estás bien, Fik? ¿Y la niña? No me termino de acostumbrar a su poder de invisibilidad. De hecho, me hace sentirme algo incómodo, pero supongo que debo acostumbrarme.

Por fin consiguió llegar hasta la posición de Malark al otro lado de la empalizada y se mantuvo pegado a la empalizada cerca de él vigilando los exteriores desde su posición. Estaba preocupado por el desarrollo de la batalla pero por lo que había visto al salir del lugar, la tenían controlada. Por lo menos la niña estaba segura por el momento en sus brazos aunque le preocupaba que el Cambiante hubiera ido directo hacia Caelny, esperaba que alguno de sus compañeros hubiera podido asistirla en combate.

Parecía que el alboroto de combate había cesado y había comenzado a oir las voces de sus compañeros aunque no distinguía bien lo que decían. El rostro relajado, aunque siempre serio, de Malark al girarse hacia él le confirmó que la batalla había acabado. Y tras oír que se dirigia a él, susurro una palabra para que la invisibilidad desapareciera y se acercó hacia él para pasar dentro con el resto de sus compañeros.

- Si, poner a salvo a la niña ha sido sencillo. Además parece que le gusta la invisibilidad ya que se ha quedado dormida. dijo en susurros sonriendole mientras entraba dentro de nuevo, se acercó hacia ellos acunando a la pequeña. - Se ha quedado dormida al entrar en la invisibilidad aún con el alboroto de la batalla. ¿Estáis todos bien? ¿Habeís podido ayudar a Caelny? ¿El Cambiante iba hacia ella? dijo preocupado por que el cambiante hubiera podido con ella y hubiera adquirido su forma. Es más aún teniendo a la niña en brazos el también se había separado del grupo podrían pensar lo mismo de él. - Tanto con la Caelny que encontremos como conmigo tenemos que verificar que seamos los reales, somos los únicos que nos hemos separado. Es una posibilidad que debemos de verificar por el bien de esta criatura. dijo a sabiendas de que aquello podría no sentar bien. Se quedó a expensas de que estuvieran todos para levantar su vestimenta y que comprobaran sus marcas en el vientre.

Los proyectiles llegaron rápidamente a su destino, acertando en el cuerpo del cambiaformas y haciéndole caer sobre el muro mientras parte de su carne era corroída por el ácido de mis flechas. Di unos pasos en su dirección, para tratar de ver de cerca cómo se encontraba, aunque no dejaba de inquietarme el silencio que comenzaba a adueñarse del campo de batalla.

El cuerpo comenzó a deslizarse y terminó cayendo al otro lado del muro, dejando de escucharse nada tras un golpe seco. Titubeé un instante, pero la situación de mis compañeros apremiaba, así que di media vuelta, aumentando el ritmo de mis pasos hacia el lugar donde el grueso de la batalla se había estado produciendo.

El casi silencio sepulcral se rompió entonces por unos gritos. Era él, no cabía la menor duda, y me interné entre las edificaciones, gritando también su nombre.

- ¡¡Lothy!! – grité mientras corría, dando con él caminando apresurado en mi dirección. - ¿Estás bien? – le pregunté azorada, frenando al darle alcance, y observando con preocupación su maltrecha armadura y la zona oscurecida en esta, así como su agotado semblante. - ¿Y el resto? ¿Ha terminado todo ya? – pregunté después, mirando sus ojos con congoja, antes de volver a desviar los mismos a aquellas feas marcas de lucha. – Intentó engañarme, pero creo que he acabado con el impostor… - añadí volviendo a admirar sus ojos, los de verdad, mientras mi mano enguantada se acercaba a su mejilla para limpiar una mancha de sangre.

Caelny y Lothlouin se reencuentran, ambos algo golpeados por la pequeña escaramuza, cerca del altar, casi entre dos de los edificios. La gran pantera de la exploradora acude a su lado desde la muralla, con ganas de comprobar el estado de quien es dueña de su lealtad. La peor parte se la lleva el elfo, pues aunque ha sido golpeado severamente eso no parece importarle a Loth II, que lo desplaza sin miramientos con su corpachón, buscando la atención de Caelny.*

Silver sube al tejado y registra el cuerpo del chamán que allí mató mientras Airel hace lo propio con el comandante, en el centro del patio. Ambos encuentran cosas en los cuerpos que registran. Tarkas, Malark y Endozal están cerca de ella. El gigantón puede apreciar que Lothlouin no está en muy buena forma, manteniendo sus fuerzas de prestado gracias a un hechizo nigromántico bastante...útil, aunque algo mal visto. Tampoco el guerrero Tarkas está en perfecta forma, aún tiene secuelas del anterior combate.

La niña, en brazos de Endozal, despierta tranquila. Tironea de la pequeña barba que luce el detective.

Los barracones de los soldados siguen en completo silencio.

Entre las ropas encuentras unas monedas curiosas, ninguna otra cosa parece relevante.

Ambos objetos son claramente mágicos, pero requerirán de un estudio más profundo para determinar sus cualidades exactas.

Silver baja, todavia sin relajarse, deslizandose suavemente sobre el suelo.

- Malark, Loth y Tarkas estan muy malheridos, creo que convendria que los sanases un poco antes de continuar. Luego de curarnos y cerciorarnos de que Caelny no es el cambiante engañandonos deberiamos partir cuanto antes y poner la niña a salvo.

Silver pliega las alas pero no asume aspecto humano

- Pero quizas antes deberiamos investigar el fuerte, esta todo muy callado y hay magia residual por todos lados, no solo del portal.

Me acerco hacia ambos compañeros con la intención de verificar sus heridas. Como siempre, prefiero ser cauto en el uso de mi magia curativa, nunca se sabe lo que acecha tras cada esquina y las bendiciones de Pelor, su Luz caiga sobre nosotros, no son ilimitadas.

Pese a la advertencia de mi amigo Silver, me centro en mi cometido con premura. Somos muchos y si aparece algo o alguien darán el grito de alarma. Me fijo, con no muy buena mirada, que algunos de los compañeros están registrando a los caídos y no comparten sus hallazgos con el resto. No tengo un mayor interés en las posesiones terrenales, pero pueden ser cosas útiles para el grupo y debieran ser compartidas, pues ¿cuál es el fin de los grupos si no es buscar lo mejor para el conjunto?

Deshecho el malestar con un giro brusco de cabeza y me pongo a revisar las heridas de mis compañeros.

La pequeña había despertado y por lo que parece juguetona. -¿Qué hago ahora? Con lo bien que estaba dormida. Miró a su compañeros buscando ayuda pero todos tenían sus quehaceres y el suyo en ese momento le estaba tirando de la barba. Asintió a las palabras de Silver, - Entretengo a la niña mientras lo verificáis y Malark atiende a los heridos.

El sitio por el momento parecía seguro por lo que optó por sentarse y jugar con la pequeña en el suelo mientras el resto del equipo se ponía en marcha y se decidían por su próximo movimiento.

- No tardéis les dijo algo inquieto, se sentía vulnerable jugando con la niña en el suelo - Aquí no estamos seguros.

El combate había terminado, o mas bien, Silver decidió ponerle fin con un poderoso ataque que desintegro al golem, tuve que apartarme para que no me cayesen encima cascotes de golem. -Un sobervio golpe, señor Silver. -exclame con una leve inclinación de cabeza.

Antes de darme cuenta, Lothlouin corre buscando a Caenly, tentado estuve de partir en su ayuda, pero el reencuentro entre los conyuges no es cosa mia, me quede ahi quieto, dejando que la adrenalina del combate volviese a su cauce y comencé a limpiar los aceros de la sangre enemiga, puliendo con esmero la superfice de mis mas preciados objetos.

Fik apareció con la niña, estaba a salvo, el objetivo estaba protegida, para mí ya nada quedaba aqui. -Dejen vuestras mercedes de rapiñear y larguemonos de aqui, esto ha sido facil, demasiado facil.... -Segui observando los alrededores, ¿se podia confirmar que el cambiante no fuese Fik con la niña, o Caenly?, este lance ha sido una ridiculez... demasiado facil. Cuando veo aparecer a la pareja me siento aliviado, estabamos todos, ahora había que comprobar que somos quienes eramos. -Sacad todos vuestros papeles y juntemoslos. -Alego mientras saco el mio del bolsillo, un trozo de papel arrugado que nada vale y demuestra todo a la vez.

Al ver venir al heroe de Pelor, dejo que me examine, se lo había pedido hacia horas pero parece que tardaba en atender a los heridos. -Nada nuevo, camarada, un ligero golpe en el antebrazo izquierdo, mas las viejas heridas, si puedes gastar un poco de la bendicion de tu dios, prefiero que sea sobre la caja torafica, si sois tan amable.

Mi carrera se ve frenada de improviso, al parecer Caelny por entre las edificaciones. Su rostro, su voz, todo me dice que se trata de ella, y sin embargo, doy un paso atrás afianzando mis manos en la empuñadura de Brisa de Tormenta antes de que me alcance.

¡Alto! Espera, espera... -Digo mientras miro en derredor. Si lo que se de esa criatura es cierto, es perfectamente capaz de ser exactamente igual que ella, aunque si eso fuera el caso significaría que Caelny...- El día en que nos conocimos, en el bosque de Shervalen, las raíces sobre las que conversamos... ¿a qué tipo de árbol pertenecían?

Es, sin duda, una pregunta con trampa. El Doppleganger debería ser capaz de leer la respuesta en mi mente, ofrecer la que yo esté esperando inmediatamente. Sin embargo, quizás este ardid le pudiera desenmascarar, al menos en parte. Un atisbo de duda, un momento de nerviosismo. Porque Caelny sabe la respuesta a esa pregunta, ella conoce la especie de cada árbol de esos bosques. En cambio, yo nunca presté atención a tales asuntos. No hay respuesta en mí que pueda arrebatarme, y eso le debería hacer dudar.

Como yo mismo hago al ser prácticamente arrollado por la pantera, que en su afán de regresar junto a su señora, me aparta con su inmenso corpachón felino. ¿Puede un cambiapieles engañar a una bestia de la naturaleza? Buena pregunta, pero al verles juntos, algo me grita desde lo más profundo de mi interior que se trata de ella, que ese ser no podría suplantarla de tal manera.

Me llevo la mano a un costado, palpando la zona dañada por el mangual de ese guardaespaldas, en cuanto Silver desciende del tejado. Oigo cómo indica al servidor de Pelor que atienda nuestras heridas, ante lo que niego con la cabeza, haciendo que mi larga cabellera se sacuda ligeramente.

De momento no será necesario en mi caso, Malark. Los efectos del conjuro que he ejecutado para soportar lo que restaba del combate continuarán activos un buen rato más, hasta entonces mi cuerpo se engaña a sí mismo creyendo estar en un estado de salud aceptable. -Explico, tratando de calcular cuanto tiempo ha transcurrido desde que lo arrojé. El efecto dura una hora, aún me resta tiempo- Parece que aprovechaste bien el pequeño truco que utilicé con el comandante, Silver. -Le dedico al dragón plateado una cansada sonrisa- Me hubiera gustado servírtelo en el tejado, habría quedado más... teatral. Me temo que mi magia no alcanzaba tan lejos. -Reconozco, buscando a Tarkas con la mirada- ¡Maese Tarkas! ¿Os parece éste un buen momento para inspeccionar ese colgante? -Le pregunto a cierta distancia, apoyando la punta de mi espadón en el suelo como apoyo y volviendo a mirar a Caelny, junto a su pantera.

Antes de poder acercarme a mi amado, al verdadero Lothlouin, este detuvo mi avance mientras su mano se dirigía a la empuñadora de Brisa de Tormenta. Sabía lo que significaba eso, lo sabía a la perfección, y por un segundo sentí como si aquella espada se me clavara en el corazón. Pero era normal, un habilidoso ser había estado intentando sembrar la duda entre nosotros, y yo misma había dudado de quién tenía delante minutos atrás.

Callé, sin saber qué buscaba Lothlouin exactamente, hasta que de su boca salieron aquellas palabras que hacían referencia al día en que nos conocimos.

Las raíces en Shervalen… ¿Pero qué dice?

- ¿Qué importa eso ahora? – pregunté confusa y preocupada, mirando las señales de lucha en su cuerpo. – Además no diferenciarías un Ent de una Secuoya… - dije aún confundida, sin entender qué pretendía exactamente.

En ese momento la pantera casi se echó sobre mí, apartando a Lothlouin en el proceso.

- Tranquila pequeña, con cuidado. – le pedí a mi amiga, tratando de separarme de aquella gran cabeza que se frotaba contra mí, sin poder evitar un gesto de dolor por el golpe en mis costillas.  - ¿Has cuidado de Airel y de la pequeña como te pedí? – pregunté al animal, acariciando su cabeza y rascando tras sus orejas.

Mientras tanto Lothlouin y los demás trataban el tema de las heridas, y es que había compañeros mucho más graves que yo, entre ellos mi prometido.

- El Señor Widokowy tiene razón. – dije mirando en dirección al grupo. – Esto ha sido demasiado fácil, yo tampoco me fío, deberíamos partir cuanto antes; no sabemos lo que nos espera… - mi mirada se clavó entonces en Lothlouin, tratando de ocultar inútilmente la preocupación en mis ojos – Y por eso deberías dejar que el sanador te trate. – dediqué entonces una sonrisa cansada a Malark, antes de volver a dirigirme a todos. – Acabé con el cambiaformas, cayó al otro lado del muro, podéis comprobar que está allí.

Las cosas del general no resultaron interesante esperaba tener algo de historia pero me desepciono el contenido, solo tomo las monedas para ir hacia el grupo, saco mi trozo de papel y se los muestro

Aqui esta mi trozo de papel, alguien reconoce estas monedas? me parece dinero de comunidad elfica aunque podrian ser imitaciones, supongo con esto podre saber quien le pago a este tipo o a quien planeaba pagarse es cobre mas que nada asi que supongo podria ser dinero para provisiones o lo que robaron de los medianos, puede que nos de una pista util mas tarde

Escucho algunos de los temas del grupo, no tenia mucho que aportar a ellos 

Les dejo las monedas, ya que las revise podremos darles algun uso, ocuparemos caballos para la huida, ya no tengo mulas aunque les quedan algunas horas de servicio y luego se esfumaran sin aviso... fik no olvides darle de comer estoy segura de que estos brutos no la an cuidado bien, aun tienes la baya verdad? 

Miro hacia donde estaba caelny tras escuchar que el sujeto imitador habia muerto aun tenia dudas si este provenia de mi antigua orden o no, tenia que asegurarme

Tengo que asegurarme que el imitador este muerto, ademas podria tener alguna pista sobre quien lo acompañaba y asi no nos tomaran tan descuidados, regreso en un momento, si algo pasa escapen y los alcanzo despues

Sin perder tiempo o esperar respuestas de alguien mas salgo en direccion hacia las caballerizas, seguro no seria dificil encontrar al cambiante, igual subir y bajar la muralla era un juego para ella

la idea sera ir hacia el muro y pasar al otro lado para buscar al cambiante entre mi movimiento y escabullirse puedo moverme 85' igualmente planeo tomar cosas del cambiante pero no me hacercare a la ligera hacia el

No me hacercare a la ligera hacia el y peinare el area del muro oeste y norte usando detectar magia si no lo veo 

Sabiendo lo cabezón que es Lothlouin, además de orgulloso, me acerco a él dejando a Tarkas cerca y a cualquier otro que vea herido para que entren dentro del alcance de mi conjuro. Entonces, comienzo a elevar una plegaria a Pelor. De mi cuerpo surge una corriente azulada que comienza a rodear a los heridos, quienes notan como sus heridas comienzan a cerrarse poco a poco.

Pero antes de eso extraigo mi porción de papel, demostrando que soy quien digo ser. No me gustan los subterfugios, aunque al acercarme a Lothlouin con mi treta me he sentido como el niño travieso que una vez fui.