Partida Rol por web

- He cogido un par de cosas del mago -dice Silver examinando el edificio que tiene al lado, buscando que ha pasado con el resto.

- Cuando podamos identificarlas ya veremos que hacer con ellas

El dragón sonrie al elfo, escuchandole

- Y más practico tambien... pero igualmente ha terminado congelado, que es lo que importa. - los cuenta- Necesitaremos cuatro caballos, yo no necesito y Malark... tendriamos que tener un elefante o algo. Todavia queda mucho para que yo llegue a la edad adulta y sea lo suficientemente grande como para llevarte a cuestas. Iremos a una zona segura y alli examinaremos las monedas y otros objetos para la siguiente pista. Saber donde ir y todo eso. Aunque de momento son ELLOS quienes nos tienen que buscar, pero claro, no viene mal estar un paso por delante del enemigo.

Antes de que Airel se aleje, mientras Malark reza a su dios, la puerta del edificio central se abre lenta y penosamente. Del interior sale un hombre, uno de los soldados, tambaleándose. Cae y os mira, extendiendo una mano como suplicando ayuda.

Murmura algo, casi todo es ininteligible. Pero hay tres palabras que sí se entienden.

-... .......... señores ... .... .. Uzerth ... ... .... . ..... .. peligro.

Tose violentamente, escupiendo sangre, y queda inerte.

ignorando al hombre a quien apenas le dedica una mirada decide ir a buscar al cambiante antes de que algo mas raro pase, en ese momento era lo siguiente en su lista, se daba una idea de lo que sigificaba eso pero seria una amenaza o una advertencia?

Una vez más el grupo no iba a poder respirar unos minutos tranquilo. El portón del edificio central se abrió de golpe y un soldado avanzó tambaleándose ante ellos. Las palabras que transmite apenas son audible sólo se entiende "señores, Uzerth y peligro" la primera podría referirse al maldito duque que nos ha metido en esto o bien con la segunda referencia a los señores del valle. La tercera es clara, el peligro no somos nosotros sino lo que haya podido suceder dentro. Era conocido que en los últimos años algo sobrenatural y maligno sucedía en aquel valle. Quizá aquello que ocurriera sobre la niña tenía que ver con aquella maldad, siendo el propio Duque parte de la causa en su ansía de poder.

Mientras sus pensamientos se arremolinaban su cuerpo ya actuaba y miraba con atención al interior, la simple palabra de peligro aunque viniera de un enemigo siempre tenía el mismo significado y no era bueno. Se levantó con la niña ya en brazos y pudo ver cómo Airel ignoraba lo que había ocurrido. Cuando algo se le metía en la cabeza a esa mujer no cesaba. No debían olvidar que la niña seguía en peligro.

- Creo que es hora de ir a un lugar más seguro para la niña. Ya se hará lo que se tenga que hacer, no es momento de entretenerse. dijo en voz alta y tras decir estas palabras desapareció de la vista de todos junto con la niña y se ocultó en dirección a lo que pudiera salir del edificio tras las piernas del engrandecido clérigo. Lo que fuera por que la niña no fuera detectada. - Estaré cerca tuyo salvo que entres en combate para ocultar a la niña con tu cuerpo. susurro a Malark.

- Aqui tenemos dos opciones -dice Silver mirandolo todo- Investigar a fondo el asunto o buscar un lugar seguro. Ambas arriesgadas.

El dragón mira a sus compañeros, esta tenso, indeciso sobre si irse o quedarse. Descarta dividir el grupo, dejar  a la niña con una o dos personas podria ser su error mas grave si son atacados...

- Lo que sea que ha pasado aqui, podria ser algo importante y podriamos necesitar investigarlo. Por lo menos no parece que ningun soldado de estos vaya a perseguirnos.
 

Estamos aquí ya, sería absurdo no mirar lo que hay a nuestro alrededor y después preguntarnos si nos hemos perdido algo. Investiguemos, sin perder ojo a nuestro alrededor. Digo con todo serio mientras agarro mis armas con fuerza. Me dispongo a investigar el perímetro, pero antes, ante la desaparición de Endozal, le susurro por si algún oído indiscreto está al acecho: Mantente atento, compañero. Si quieres, sígueme con la niña, si no, métete entre el grupo.

Silver tiene razón, después de todo, no sabemos todo lo que ha pasado aquí y la investigación podría darnos algunas pistas.

Tras investigar el fuerte descubrís que los caballos siguen en su sitio, que no se escucha ni un alma y que hay restos de magia residual. Posiblemente un hechizo de teletransporte, o similar, bastante potente. Incluso os aventuráis a mirar dentro de los edificios, sin acercaros mucho, y lo que veis es preocupante, como poco. Todos los soldados están muertos. Todos. No hay rastros de lucha ni de heridas violentas.

También encontráis al Doppleganger, que no murió por las heridas de las flechas de Caelny -de milagro- ni por la caída desde el muro. Se arrastró huyendo pero alguien lo alcanzó. Se puede apreciar el vómito de sangre negra, casi idéntico al del soldado que salió al patio.

Y algo muy revelador, un dardo clavado en su cuello. Pero nada más relevante, ningún otro objeto que pueda indicar nada.

A varios kilómetros del fuerte, en una cueva natural bien ventilada y fácilmente defendible pese a tener dos entradas, os bajáis de los caballos para pasar la noche y analizar los eventos del día y vuestros siguientes movimientos.

Finalmente examinamos la zona, no encontrando nada fuera de lo normal en un principio, pero pronto comenzaron a sucederse los detalles extraños. Tomé nota mental de ellos, tomando también con cuidado aquel dardo clavado en el cambiaformas y guardándolo en mi saquillo.

Ha sido una suerte que lo hayan rematado, pero dudo que intentaran hacernos un favor.

Pertrechados con lo encontrado, pudimos subirnos a los caballos y partir de allí, guareciéndonos en una cueva natural a algunos kilómetros del fuerte. Bajé del caballo en seguida, aferrando las riendas donde pude para recorrer la cueva, asegurándome de que esta sólo tenía dos entradas.

- No será difícil de vigilar, y a pesar de la humedad del interior, tiene buena ventilación. – informé a mis compañeros al regresar. – Cuando disponga algunas cosas y decidamos qué hacer, yo puedo vigilar la entrada del fondo, está más oculta entre la maleza. – añadí antes de acercarme a Endozal, que sostenía a la pequeña entre sus brazos. - ¿Te gusta este sitio para pasar la noche? – pregunté a la bebe en un susurro, haciéndole una carantoña en la mejilla, dándome cuenta de cómo buscaba mi dedo. – Esta niña tiene hambre… - señalé a Fik antes de retirarme.

Avancé hasta el lugar más seco y plano de la cueva, aunque también el más oscuro, no sin antes tomar la bolsa de mi caballo. Tras sumergirme en la penumbra metí la mano en esta, dando lugar de forma casi inmediata a una pequeña fogata, suficiente para iluminarnos y que nos diera calor sin llamar la atención.

Volví entonces a introducir mi mano en ella, sacando un odre de agua, varias raciones, y finalmente algunos sacos. Solo nos quedaba pasar allí la noche, así que me pareció bien hacer uso de aquellos recursos, además, teníamos que asegurarnos de que la pequeña estuviera bien.

Al terminar volví a ponerme en pie, llevando una mano a mis costillas un momento, volviendo a comprobar que estas se encontraban completamente bien después del poder curativo de Malark. Siempre me había parecido increíble ese tipo de habilidad, aunque ahora la que requería era otra. Caminé hasta el clérigo, sacando el dardo encontrado en el cuello del doppelganger y se lo cedí.

- ¿Podrías mirar si tiene algún tipo de veneno? – le pregunté, recordando su examen del botecito que aún portaba. – Quizás sea el motivo del vómito negro… O pueda darnos alguna otra pista. Por favor. – le pregunté, esbozando una tenue sonrisa.

No lejos de allí, se encontraba Lothlouin, con quien apenas había podido cruzar unas pocas palabras desde que se desatara la batalla. Se le veía mejor tras la intervención del clérigo, además de que tenía esa costumbre de mostrar el más regio se los portes aunque estuviera sintiendo que le arrancaban las entrañas, pero sus ojos no me engañaban; se encontraba algo más que cansado.

- ¿Cómo te encuentres? – le pregunté acercándome a él, mientras me quitaba los guantes.  - ¿Me acompañas? – le pedí acercándome a uno de los sacos, esperando que el hiciera lo mismo. – Si me dejas mirar bajo la armadura, igual puedo hacer algo… - sugerí con cierta timidez, arrodillándome en el saco a la espera de que descendiera.

Cuando se hubo acomodado retiré la capa y la armadura con cuidado, tratando de no procurarle ningún roce que pudiera procurarle dolor. Al terminar de quitarle las protecciones, subí con cuidado la ropa, comprobando que su cuerpo tenía peor aspecto del que cabía esperar. No parecía nada excesivamente grave, pero contaba aún con un corte y algunos cardenales por su cuerpo, incluida la espalda.

- Veamos… - murmuré, sacando el material de sanación para limpiar aquel corte, y es que poco más podía hacer. - No ha quedado nadie vivo en el fuerte, nadie, incluso remataron al doppleganger... Alguien se ha asegurado de que nadie nos diera ningún tipo de información... - le comenté pensativa, mientras comenzaba a curarle.

Me dediqué a la herida con cuidado y mimo, cabizbaja, sintiendo no poder hacer más por él. Al terminar, volví a mirarle a los ojos, esforzándome por mostrarle una sonrisa.

- Siento que no sea gran cosa… - musité casi sin fuerza, bajándole la ropa después. - Quizás cuando esto termine, debiera dedicarme una temporada a ampliar mis conocimientos de sanación. - añadí pensativa.

Silver vuelve a estar en la forma humana, recuperando su clasica sonrisa. Se estira suavemente mientras ve como Caelny va preparando el campamento. Saca de su bolsa una caja de la cual empieza a sacar mas raciones de las que caben en la misma, con agua incluida. Saca comida para cuatro personas, aunque Malark que le conoce sabe que lo esta sacando para si mismo. Ser un dragón conlleva un alto gasto metabolico, especialmente con la actividad de hoy. Empieza a comer sin pausa.

- El dardo -menciona Silver sacando el anillo y la túnica del mago- deberia examinarlo Ariel con sus guantes, es probable que nos de muchas pistas, tambien examinaria el anillo del mago y algun objeto que tenga Ariel del comandante... y las monedas.

Silver se relaja un poco, sonriendo de medio lado, soltando un bostezo antes de seguir comiendo.

- Aunque ahora podemos celebrar un poco, hemos rescatado la niña e impedido que salga esa cosa... mejor estar alegres que amargados.

Todo vuelve a ser, una vez más, demasiado apresurado. No tenemos tiempo de saborear la calma tras la victoria, cuando los acontecimientos se suceden. Uno de los esbirros de ese mal surge del interior de un edificio, tan sólo para escupir algunas palabras ininteligibles antes de fallecer. El tiempo del descanso y el estudio queda aparcado, y nos dedicamos a peinar el campamento en busca de pistas, aunque no arroja demasiada luz. El cambiapieles ha muerto, aunque no únicamente bajo el poder de mi prometida, sino ejecutado al parecer por haberse vuelto inútil a los planes de aquellos para los que trabajase. Al igual que todos, todos, los soldados del campamento a los que no hemos ajusticiado nosotros.

Y hay magia en el ambiente, un rastro de algún tipo de hechizo, posiblemente de teletransporte. Potente. Mal asunto. Quien anda detrás de esto, cuenta con un gran poder místico.

Por ese motivo, ensillamos caballos suficientes para todos y emprendemos la marcha. En ese trayecto aprovecho para, sumido en mis pensamientos y preocupaciones, limpiar convenientemente la hoja de Brisa de Tormenta, el espadón élfico a través del que ejerzo mi poder, aquel que pedí fuera forjado en nombre de mi amor, ya que no podría tenerlo a mi lado sino como un recuerdo doloroso.

Cómo ha cambiado todo...

Es precisamente Caelny quien encuentra refugio para nosotros, unas cuevas naturales con dos entradas y buena ventilación, suficiente para ocultarnos, guarecernos de la climatología y arriesgar mínimamente al encender un fuego que, a buen seguro, es necesario al menos para la pequeña que custodiamos. Una indefensa criatura a la que debemos procurar abrigo y... alimento. Con tristeza miro alrededor desde la altura que me confiere mi montura. No somos lo que la bebé precisa, en ese aspecto. Necesita una madre, una nodriza, alguien avezado en el cuidado de los recién nacidos. Pero sólo cuenta con nosotros, guerreros, espías, gente hecha para el conflicto.

Te ha tocado vivir tiempos interesante, pobre desdichada...

Caelny está ocupada intercambiando unas palabras con Malark, acerca del dardo que encontró en el cuerpo del cambiapieles, creo, cuando me decido a descender de mi montura aprovechando que no me ve. El gesto de mi rostro sería más que suficiente para que se diera cuenta del dolor que me recorre la espalda y el costado. No demasiado, eso es verdad, merced al efecto curativo del poder divino del clérigo, pero suficiente para hacerme apretar los dientes al descolgarme de la silla antes de tocar el suelo.

¿Eh? Bien, bien... -Respondo a mi amada cuando me sorprende por la espalda, preguntándome por mi estado- Los efectos del hechizo que me sostenía se están desvaneciendo, pero gracias a las bendiciones del santo Malark... -Me encojo de hombros, echando el rostro a un lado forzando una sonrisa cansada, antes de apartarme el cabello del rostro, empujando mi melena plateada hacia la espalda- Por supuesto, después de ti... -Accedo a acompañarla, con gesto galante, sorprendiéndome ligeramente azorado cuando se ofrece a tratar mis heridas. Asiento con la cabeza, arrodillándome frente a ella, dándole la espalda para que, tras retirar mi capa, pueda desabrochar la armadura y desvelar mis ropas y la piel bajo ellas. Y, aunque, no puedo verlo, soy bien capaz de imaginar los cardenales en mi espalda y el corte que aún debe sangrar en el costado, efecto mágico de la armadura del comandante- Puede que... parezca más de lo que realmente es. -Digo con poco convencimiento, tratando de calmar cualquier inquietud que esa imagen pudiera hacer brotar del pecho de mi amada. Entonces, antes de comenzar a tratar lo daños, Caelny hace un comentario acerca de lo encontrado en el campamento- Eso no importa ahora. Incluso si ha logrado cubrir sus huellas, la victoria es nuestra. -Elevo mi rostro, tomando aire, de forma que mi pecho se hincha y mi espalda se endereza, orgulloso, observando a lo lejos a Endozal Fik con la pequeña entre sus brazos- La niña está viva, a salvo, rodeada de protectores que daremos hasta la última gota de nuestra sangre por defenderla. El cambiapieles que nos engañaba y volvía a unos contra otros ha muerto. El culpable caerá, tarde o temprano. -Mis ojos se entrecierran, al tiempo que mi mandíbula se tensa- Nadie esconde su traición por siempre...

Y así es como mi mente vuela lejos de esta cueva, de la niña y de quien la quiere muerta, y se clava en el recuerdo de un rostro familiar, el rostro de alguien que una vez fue un ser querido, sangre de mi sangre, y hoy sólo es el doloroso recuerdo de una traición. De un asesino. De una deshonra.

Oh, tranquila, está bien, me siento mucho mejor... -Replico a las innecesarias palabras de disculpa de Caelny, mirándola de reojo mientras comienzo a ayudarla a ponerme la armadura de nuevo. Lo cierto es que no siento mejoría alguna, salvo en el interior de mi pecho. Y no se debe a sus artes sanadoras, sino al poder sanador de su presencia a mi lado- Muchas gracias, Cae.

Me pongo en pie y busco a Tarkas, acercándome a él con un gesto amistoso y una sonrisa.

Maese Tarkas, antes las cosas se han apresurado y no ha sido posible, pero ahora que estamos más tranquilos, ¿tienes a bien permitirme inspeccionar ese colgante? -Le pido invitándole a que me acompañe, negando con las manos al ver que hace ademán de entregarme el objeto para tal fin- Oh, por favor, no así. Es mejor que no toque el objeto, si no te importa. Tan sólo acompáñame aparte y déjalo frente a mí, en el suelo. -Cuando así lo hacemos, apartados en un rincón al que alcanzan las luces del fuego de la hoguera, trazo un círculo con los dedos en el suelo, dibujando símbolos arcanos en lengua élfica alrededor, arrodillándome frente a ello- Deposítalo en el centro, por favor. Puedes quedarte, si así lo deseas. Me llevará un rato, aunque es incierto lo que pueda descubrir en realidad.

Una vez Tarkas deposita el colgante en el centro del círculo, centro mi mirada, mis sentidos y mi concentración en el objeto, canalizando mi poder místico a través de mis ojos, tratando de percibir el aura del objeto, su potencia, y cualquier dato que pueda extraer de la misma.

No se llegó a desatar el peligro por lo que relajó y aún manteniendo su invisibilidad y siempre cerca del clérigo como protección investigó junto a ellos el fuerte. Se separó un momento de ellos para echar un ojo al soldado que acababa de caer buscando el motivo de la muerte, se echó unos momentos al hombro a la niña para que no viera el cadaver y buscó un tipo de herida en concreto. No tardó en encontrarlo, uno más. Imaginaba que el resto en el interior de los edificios habrían corrido la misma suerte.

La magía residual que comentaron que estaba en el ambiente, posiblemente de un teletransporte, le hizo pensar que el Duque había estado allí. El muy egocéntrico habría querido presenciar el ritual en primera línea. ¿Qué estaba tramando y que aliado tan poderoso podría matar a los soldados de aquella manera?

Continuaron en busca del cuerpo del cambiante y la explorado retiró un dardo del cuello de este. Obviamente la causa de la muerte, volvió a repetir la jugada anterior para examinar el cadáver desde más cerca y el orificio era exactamente igual que el de los soldados. - Causa de la muerte de todos un dardo aparentemente normal, pero ¿como habían desaparecido los dardos de los soldados? ¿Qué clase de fuerzas habían entrado en juego y porqué no habían utilizado el mismo truco con ellos para quitarlos de en medio? Sin duda alguien desde las sombras trataba de no dejar testigos y parecía ser mucho más temible que el doppelganger ya que aún no habían sido capaces de detectarlo.

Tras llegar a los caballos volvió a aparecer ante ellos con la niña en brazos. No dijo nada, su mente era un hervidero de pensamientos. Se agarro con fuerza con sus piernas en la grupa del caballo y lo dirigió con una mano no muy rápido para evitar caerse con la niña en brazos. Durante el camino tras no sacar nada en claro ni recordar a nadie que en Puerta de Baldur utilizara ese tipo de habilidades, se centro en recordar qué sabía sobre el valle y dónde podrían estar ubicada la familia noble emparentada con la niña. Nada en su mente, no había salido mucho de la ciudad y al comenzar la misión ni siquiera sabía que fuera a acabar allí por lo que no investigó en profundidad sobre el Valle. Solo sabía de oídas que los señores del lugar gobernaban con pocos recursos el Valle en un castillo cerca de una aldea.

Si llegaran hasta Quizá ellos pudieran dar luz sobre el porqué el Duque quería tan fervientemente a la niña y que tenía esta de especial. El jugar de la niña agarrando con fuerza la barba le sacó de sus pensamientos. ¿Cómo algo tan pequeño podía estar rodeado de tantos problemas?. Con el transcurso de la batalla y la investigación, ni siquiera mientras había jugado con ella se había dado cuenta al estar alerta y sumido en sus pensamientos, pero pequeña ya no era tan pequeña. La notaba más pesada y agarraba con fuerza la barba, los ojos mostraban curiosidad, más abiertos mirando el paisaje que recorrían y hacia sus propias manos como si las acabará de descubrir. En instantes alargaba los brazos al cielo en dirección al dragón que nos sobrevolaba, ¿Era capaz de verle? aquello no era normal. No había estado rodeado de bebes pero por lo poco que había visto este desarrollo en un bebe estaba siendo acelerado y no era normal. La sonrió y se mantuvo alerta el resto del camino situado en el centro del grupo con el que cabalgaba.

La exploradora dio con un refugió en el que por fin podrían descansar y decidir el siguiente camino a tomar. Descabalgó del caballo y entro en ella. Se quedó pensando unos instantes en como acomodar a la pequeña en aquella cuando se acercó Caelny jugueteando con la niña, omitió el obvio comentario que le dirigió sobre la niña.

No habían tenido tiempo de alimentar a la niña desde que la rescataron, aquel fuerte no era lugar para hacerlo y dudaba que allí la hubieran dado de comer, aunque pudieran haberle echo algún conjuro mágico previo al ritual. Aún guardaba algo de la leche y la baya que le había dado Airel. Si en las raciones que tuviera el resto no tenían que darle al bebe, junto con agua es lo único que podrían ofrecerle. Necesitaban llegar pronto a alguna aldea.

Una vez ubicada la hoguera Endozal extrajo el saco de su mochila y junto con su chaqueta, improvisó un lugar de reposo para la niña lo más cómodo posible, en un pequeño cuenco hizo puré la baya y tras dársela, templó la leche y se la dio de beber.

Cuando Silver mencionó que lo examinará Airel coincidió con él. - Tanto los soldados que cayeron durante el interrogatorio, como el que salió del edificio tenían el mismo tipo de orificio que el que presentaba el cambiante una vez que se le extrajo el dardo. Examinando la historia detrás del dardo quizá descubramos quién y como los ha estado utilizando. Y porque no había ni rastro del dardo en estos y en el cambiante si. También examinando el resto de objetos ella puede confirmar la presencia del Duque en la fortaleza. Sospecho que la magia residual del teletransporte fue utilizada por él. comentó hacia el grupo. Se quedó pensativo unos segundo. - Tras la revelaciones de Airel sobre el dardo, si no descubre nada sobre el veneno sería interesante si Malark o cualquier otro lo pudiera comparar sobre el veneno que utilizaron sobre Lothlouin.

Continuó dando de comer a la pequeña observándola preocupado, ¿la habrían echo algo en el fuerte antes del ritual?
Miró a Silver y le señalo que se acercara. - ¿Podrías confirmar si hay algún rastro de magia sobre ella? Temo que la hayan echo algo mágico, me da la sensación de que esta creciendo y espabilando más rápido de lo normal.

Se quedó a la espera, con la niña de nuevo en brazos para que pudiera curiosear lo que hacía el grupo, de las revelaciones tanto de los objetos que podía analizar su compañera como del amuleto que se disponía a examinar el elfo. Aquel momento podía ser muy revelador y una vez que juntarán la información podrían proceder a intentar ubicar el castillo donde debían llevar a la niña junto a sus tios. Aunque sabía que con las pocas fuerzas de las que estos disponían su misión no acabaría allí pero por lo menos la niña estaría mejor atendida y alimentada.

Airel ayuda a saquear algunas cosas que pudieran ocupar para el viaje, como algunas frasadas para la niña o algo de comida que sospechaba podria estar envenenada, puede que el clerigo sepa algun metodo magico para descubrirlo o eliminar el veneno, ya que las bayas se habian terminado seria mejor tener algo de reserva, igual es mas util llevarla que dejarla pudriendose en ese lugar, si el grupo extendia la busqueda entraria a alguno de los edificio cubierta por su oscuridad aun si va sola sitiendose segura de que poco o ningun oponente podria hacer mucho contra ella en un espacio cerrado y completamente a oscuras

Al ver que el general no cuenta con insignias o algo similar decide llevar el espadon, este podria haber sido hecho para un fin particular o ser la condecoracion que ella buscaba

La evidencia del ataque habia sido muy bien ejecutado, sin duda habia un profesional trabajando en la zona, sin duda alguna el doppler no era la mejor carta en esa mano, solo habia sido un distractor la mayor parte del tiempo

Cuando vamos por los caballos, airel nota que dejarlos a todos encerrados podrian morir de hambre o sed y algun depredador podria verlos como presa facil en ese lugar encerrado, una vez que cada quien tomo una montura libero al resto para que estos escapen o se queden, pero ya bajo su criterio equino, si tenian algun contenedor de comida me aseguro de dejarlo habierto para que coman, ya alimentaria al mio en los caminos o con algo silvestre

Al llegar a la cueva y entrar me aparto un poco del grupo, me pongo una marca de oscuridad bajo la ropa

-ocupo algo de privacidad si no les importa

Me aparto un poco oculta en mi oscuridad al final de la cueva escuchando sus comentarios, me desvisto quitandome la ropa mojada y cambiarla por algo mas seco en mi mochila, un traje igual a mi uniforme actual, dejo la ropa humeda extendida en el suelo ya se secara un poco en la noche para guardarla en la mañana, desde la oscuridad also un poco la voz hacia caelny

caelny ocupas un cambio de ropa?, si alguien ocupa curaciones me quedan un par que no ocupare

cubro la marca de oscuridad ocultando las sombras y dejando mi ropa en ese rincon, si caelny quiere un cambio de ropa se lo llevo y tambien algo de mi ropa (muda de artesano) para la bebe

Miro a silver con una sonrisa que podria no notarse bajo las vendas, me sorprende su boracidad que reafirma mis ideas

Tendremos que viajar rapido pues la familia de la niña peligra, es claro que ella y su familia son una amenaza hacia el duque... en terminos politicos,  alguien esta limpiando el tablero eliminando las piezas que dejan se servir, cualquiera que sepa que la niña esta viva supongo o que pueda identificarla, el doppler claramente intento fingir su muerte con la caida pero alguien lo detuvo cuando intentaba escapar, por las monedas que no son una gran suma seguro que no planeaban pagarle a nadie del destacamento, ingualmente seguro que todos eran reclutas poco experimentados y quienes se fueron eran los habiles o fuertes...

toma una pausa tras sus conjeturas sacando las monedas, el espadon y dejandolos en el suelo para examinar los objetos uno a la vez igualmente dejando espacio para que pongan el dardo

mucho cuidado con el dardo, podria envenenar solo con tocarlo o herirse con el, por cierto malark, recogi algo de comida del lugar de casualidad conoces conjuros para quitarle el veneno? sospecho que podrian haber envenenado la comida del lugar

Inicio detectando magia en los objetos para segurarme si cuentan con algun truco o conjuro
Continuo intentando engañar los objetos, si tienen algun conjuro habilidad o funcion que reaccione solo ante cierta contraseña o persona podre hacerlos reaccionar, esto no lo realizo en el dardo pues podria desaparecer o activar una trampa

El siguiente paso es tomar cada objeto analizandolo hasta por 10 minutos y dando los resultados en voz alta para que todos se enteren

Tras revisar eso al escuchar que la niña parece algo rara, uso detectar magia en ella y en mi misma por si el efecto de aquel relampago me dejo alguna extraña secuela

La cueva es segura, una salida pequeña al final además de la entrada, más amplia, que habéis usado. En caso de ser atacados no estaríais automaticamente bloqueados sin salida. Fácilmente defendibles, una por ser pequeña, tanto que los caballos no cabrían, y bien oculta y la otra por su posición algo elevada respecto al terreno circundante. Es lo bastante amplia para tener a los siete caballos a un lado, atados y con comida, y a la pantera en la otra punta para no ponerlos demasiado nerviosos. Y el espacio que queda es para los componentes del grupo. Podéis relajaros de manera cómoda.

Tarkas decide hacer él la primera guardia en la puerta, con la hoguera varios pasos detrás, para que el humo pueda salir con facilidad pero la luz no os delate de inmediato y tampoco estropee su visión nocturna. Se mantiene allí, en silencio, meditando mientras vigila.

El sacerdote examina la comida conseguida por Airel, que no está envenenada mientras esta se concentra en los objetos* que ha conseguido y trata de averiguar su origen. Lothlouin se centra en el colgante y logra determinar sin asomo de duda que la magia vinculada al mismo es de convocación, para invocar algo, pero nada más.**

Caelny vigila la entrada pequeña y oculta, pero desde dentro, participando más en las conversaciones del grupo, tras haber hecho lo que ha podido por su amado noble. Su pantera, echada a sus pies, mira con envidia la cantidad de comida que engulle el dragón -aunque tenga forma humana- y también observa con cierto aire protector a la niña, a quien Endozal alimenta con cuidado y ¿Cariño paternal?

Detectar magia sobre la pequeña la hace brillar casi como a una estrella. Algo muy intenso actúa sobre ella. O desde ella. Realmente poderoso. Y, además de esa magia que brota como un torrente, hay un fuerte encantamiento sobre ella. Uno que enmascara...algo.

Airel revela que el espadón perteneció al comandante de la guarnición un hombre de 40 años, malvado. Y antes de ello, al que parece ser su padre. Y a su abuelo...un arma perteneciente a una familia, nada especial en sus dueños.

La impresión psíquica de las monedas muestra de nuevo al comandante, pero antes que a él pertenecieron al duque de Puerta de Baldur. Y antes a un elfo. Todos sus dueños comparten un alineamiento malvado.

Lo mismo ocurre con el dardo, perteneció a alguien malvado, un elfo, de más de 200 años.

Sin embargo, las impresiones psíquicas pueden aclarar muy poco más. Tampoco un análisis más convencional del veneno os da mejores resultados. Parece ser similar al usado contra Lothlouin, hasta cierto punto. Como si compartiesen una raiz común, pero hubiesen sido elaborados de manera distinta.

En definitiva, la única pista que tenéis son las palabras del moribundo soldado, y el objetivo que ya teníais antes: llevar a la niña con los señores del valle.

Sentado frente a la hoguera, con las piernas cruzadas, permanezco con la vista perdida en las llamas. Mi mente vaga por múltiples pensamientos que nublan mi ánimo, tras haber compartido con los demás mis hallazgos y ser cómplice de los suyos. No puedo evitar hilar ciertas pintas, dejándome llevar por mi propia historia para encajar piezas que de otro modo sería mucho más inciertas.

Monedas, en manos de un sucio mercenario, procedentes del duque, que llegaron a él de manos de un elfo. Un elfo. El dardo, impregnado de un veneno que origen similar al cultivado por mi hermano para deshonrarme, procedente de un elfo. Un elfo. Imposible es no asumir que es la mano de Draluin esté detrás de todo este asunto. Más y más actos destruyendo el noble linaje del que procedemos, el honor familiar. No puedo evitar sentirme responsable de ello. Es mi hermano, mi sangre, mi responsabilidad. Si hubiera hecho caso a las palabras de advertencia de Caelny...

Sin embargo, no puedo evitar tampoco mirar más allá de mi drama familiar. Mis ojos no tan sólo han contemplado el aura de ese colgante, descubriendo en las vetas de la energía que emite el claro reflujo de la escuela de Conjuración, lo que lo acredita como un objeto dedicado a invocar algo, sino que también he podido contemplar el aura de nuestra pequeña protegida. Y es maravilloso, como contemplar de cerca una estrella del firmamento. Majestuosa, inconmensurable, pero al mismo tiempo, preocupante. Se trata de una magia poderosa que brota como un torbellino místico con ella en el centro, pero al mismo tiempo otra magia la recubre, oculta y enmascara. No a ella. Algo. Es un galimatías místico, un misterio por desentrañar, un puzzle cuyas piezas se mantienen ocultas. ¿Será el resultado algo bueno... o un peligro que enfrentar? El desarrollo acelerado apreciado por Endozal... ¿Es peligroso para la niña?

Todo preguntas, ni una sola certeza.

¿Sabemos a qué distancia se encuentra la morada de los Señores del Valle? -Pregunto, aún con mis ojos hipnotizados por las llamas y las preguntas de mi mente- Cuando lleguemos, deberíamos comprobar que todo esté en orden antes de entrar con la infante, no sea que, como ha apuntado Airel, hayan caído a manos de mi... -Detengo mi lengua, parpadeando como si despertase del influjo de un hechizo. Tan sólo por estar a punto de nombrar a Draluin y acusarlo directamente- ...a-a manos de esos... indeseables. No nos interesa darnos cuenta de que nos tienden una emboscada cuando ya estemos en el interior de sus muros. -Aclaro agachando la mirada, azorado por la vergüenza de la deshonra que aumenta día a día en el apellido Greyendil.

Comprendia en parte la frustracion de Lothlouin, pero igual tenia sus propios asuntos de los cuales ocuparse

Bueno creo que podremos descansar esta noche aunque sin bajar la guardia, sera necesario ir lo antes posible con la familia de la niña y entregarla, en el campamento habia magia de teleportacion, si el viaje fue para regresar a un punto seguro es posible que tengamos un par de dias de ventaja, si fue para ir hacia el valle tendremos que darnos mas prisa y puede que hasta encontremos algunas sorpresas ufff... este espadon es inutil, esperaba que diera una mejor historia asi que supongo podremos venderlo en el primer pueblo que encontremos, o cambiarlo en cualquier caso, con suerte caera en manos que le daran un mejor uso que su antiguo dueño

miro a la niña con algo de duda, su familia podria confirmar su identidad por medio de la marca que los medianos mencionaron y por la cual la reconocieron sin chistar, pero si los tios no creian en esa parte de la historia quedarian con un destino incierto, durante la primer guardia airel aprovecho para investigar los objetos y actualizar sus diarios, todo esto metida dentro de su saco de dormir, uno un tanto peculiar y muy comodo al parecer, tras estas tareas se dedicaria a meditar y descanzar

Ya que no ocupo dormir puedo encargarme de la siguiente guardia, supongo cuando termine mi meditacion sera mi turno

mira de reojo esperando la chica no cresca mucho durante la noche, habria que buscarle ropa pronto si el viaje se prolonga o si continua aumentando de edad, ella tenia un par de cambios de ropa que le podrian quedar grandes, aunque sin saber cocer o surcir...bueno ya se las arreglarian con eso despues

Silver ladea la cabeza, mira a la pantera que lo esta mirando, mete mano de nuevo en la caja de raciones y saca unas pocas para la pantera. Sonrie al animal y se las da.

- Sería lo mas sensato -comenta Silver- Ir a los señores del valle y comprobar antes que todo este en perfecto orden... esa niña emana una poderosa magia, casi deifica me atreveria a suponer.

Cuando Airel menciona las guardias se queda pensativo unos segundos, pensando que quizas deberia volver a la forma de dragón una vez se vallan a descansar, por si hay una emboscada.

Escuchó con atención todos los detalles y descripciones que sus compañeros habían conseguido de los objetos mientras daba de comer a la pequeña. Se confirmaron dos de sus sospechas sobre el veneno que junto con la procedencia de las monedas le llevaron más preguntas. ¿Se habrán aliado el Duque y el familiar de Lohtlouin en busca uno del poder arcano y el otro quitando a su hermano de por medio, el trono y quizá los territorios del Valle? En ambos casos los peligros se habían multiplicado ya que ambos seguían si obtener lo deseado y conocían su próximo destino, el castillo del Valle y posiblemente ellos si supieran donde se ubica.

- ¿Alguien conoce este Valle? Creo que si ninguno conoce la ubicación del castillo del Valle partimos con desventaja respecto a nuestro enemigo común. Ya que tras el encuentro con la anciana seguro que ellos saben donde debemos de dirigirnos al estar el cambiante bajo el mismo techo que nosotros..

La pequeña termino de comer y y la recostó sobre la improvisada cama. Aprovecho para quitarse la camisa de Mithril de debajo de sus ropajes y descansó cerca de la niña apoyado contra una pared de la cueva, con una mano acariciando la cabeza de la niña.