Partida Rol por web

Alagaësia

Prólogo III: Freya.

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12/12/2008, 11:07
Director

Carvahall

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12/12/2008, 11:38
Director

La noche transcurre tranquila en la taberna. Los mismos borrachos de siempre, la misma mierda de todos los días. Pero allí estabas tu, como siempre, firme tras la barra de la taberna, sirviendo las mesas sin parar y levantando suspiros a tu paso.

Todos te miran cuando pasas y te inclinas suavemente para dejar las jarras de cerveza sobre las mesas. Tus pechos quedan casi al aire en ese momento... por lo menos, dejarán buenas propinas y quién sabe, tal vez alguno te pida algo más... eso siempre te resulta divertido, a la vez que placentero.

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12/12/2008, 13:10
Freya

Se pasea contoneándose entre las mesas, con una fugaz sonrisa en su rostro y haciendo ondear su sedoso pelo rojo como el fuego. Después de asegurarse de que todas las mesas estaban servidas, empieza a limpiar vasos y jarras tras la barra, mirando fugazmente la puerta de vez en cuando para asegurarse de que nadie se vaya sin pagar, ni entre sin que se dé cuenta.

Frederick había tenido que partir en busca de nuevos barriles de cerveza el día anterior y todavía no había vuelto. Pero no la había dejado sola. Siendo la hija del anterior dueño de la taberna, parece que no termina de confiar en ella... y sus temores son infundados, pues por el trato recibido durante todos estos años, Freya guardaba un gran rencor hacia el tabernero.

Robert estaba a su lado. Al menos era una mejor compañía que la de su padre y confiaba mucho en él.

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12/12/2008, 14:07
Director

Robert se aleja un poco al verte pasar. No quiere entorpecer tu trabajo y claro, si Frederick no regresa pronto con los barriles, tendrás que cerrar la taberna y sabes que eso no es muy grato para los clientes.

Las puertas de la taberna se abren una vez más, y por ella, vez entrar a una persona un poco desgarbada, pero con porte noble.

El caballero se sienta en una de las mesas, mientras comienza a mirar a todos los presentes. Nadie parece reparar en él, pero tu te das cuenta que no deja de escrutar a cada una de las personas de la taberna con mirada adusta.

Cuando sus negros ojos se posan en ti, ves como hace un gesto con la mano, pidiéndote una cerveza.

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12/12/2008, 14:15
Freya

Freya asiente al caballero mostrando su más jovial sonrisa... la misma que guardaba para todos aquellos nuevos clientes a quienes aún no tenía clasificados. Deja lo que estaba haciendo y se seca las manos en un paño. Justo después, sirve una jarra de cerveza directamente del barril con la maestría propia de los años y se contonea de nuevo con paso firme hacia él, sin prestar atención a ninguno de los comentarios del resto de la clientela. Deja la jarra del caballero en frente de él mientras lo examina más detenidamente.

Serán 5 piezas de bronce. Dice en tono de voz suave... aterciopelado e inconscientemente sensual.

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12/12/2008, 14:49
Brom

Cinco piezas, es un buen precio por tan buena cerveza y compañía. Dice el hombre mientras te mira a los ojos.

Parece un hombre poderoso, eso te lo dice la mirada. Cuando sus manos cojen la jarra, te das cuenta que estan curtidas, debido a su trabajo tal vez. Su cara muestra las típicas arrugas de la edad, pero no parece viejo, más bien, cansado. Sus desgastadas botas indican que hace mucho tiempo que camina...

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12/12/2008, 15:42
Freya

Freya asiente satisfecha y vuelve a sonreír una vez más, mostrando quizá un poco más de confianza que al principio.

¿Deseáis pagar ahora o pensáis quedaros por aquí mucho tiempo más? Pregunta mientras con cuidado, se inclina para limpiar la mesa con un paño, levantando con cuidado la jarra para volverla a dejar después delante de él.

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12/12/2008, 15:49
Brom

Tenía pensado pasar la noche por aquí, ¿tenéis habitaciones? Verás, vengo desde muy lejos y necesito descansar. Pero toma... Dice girándose hasta su macuto y saca dos piezas de plata. Esto cubrirá unas cuantas cervezas.

Puedes ver, cuando se gira, el pomo de su espada en el cual, hay engarzado un rubí precioso.

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12/12/2008, 15:52
Freya

La sonrisa de Freya no desaparece de su rostro en ningún momento. Se pone de pie con las manos en la cintura para hablar.

Sí, tenemos habitaciones disponibles todavía. Toma las monedas ensanchando su sonrisa y las guarda en el escote de su minúsula blusa. Gracias. Avisadme cuando necesitéis otra y os la traeré enseguida.

Da media vuelta para dirigirse de nuevo a la barra, pero antes de dar un paso vuelve a voltearse haciendo que su cabello suelte pequeños destellos del mismísimo color del fuego al verse la luz de las escasas lámparas reflejada en él.

¿Puedo preguntaros qué os trae por aquí? No he oído de ningún evento especial que traiga viajeros desde lugares tan lejanos.

Si hubiese alguna feria o algo parecido por los alrededores, necesitaríamos más barriles de los que encargamos.

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12/12/2008, 16:17
Brom

No, sólo estoy de paso. Me dirijo hacia las montañas, hacia más allá de ellas. Te dice mientras bebe un largo sorbo de cerveza. Si tenéis habitaciones, me gustaría quedarme una noche en este pueblo. Dicen que es muy tranquilo.

Debo continuar rápido mi viaje, no es prudente que me encuentren los soldados de Galbatorix en este lugar y con el huevo.

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12/12/2008, 16:20
Freya

Freya asiente, sonriendo de medio lado nuevamente.

Por supuesto. Cuando deseéis conocer vuestros aposentos, sólo tenéis que avisarme, yo misma os guiaré. Guiña sutilmente el ojo a su interlocutor antes de empezar a caminar de nuevo hacia la barra, ignorando de nuevo los comentarios absurdos de la clientele y pasando por encima de algún que otro borracho que cae a sus pies.

Una vez tras la barra, saca las 2 monedas de plata de su escote y las coloca en el cofre que hace de caja, oculto a la vista de cualquiera. Al pasar detrás de Robert le susurra unas palabras sin borrar su media sonrisa de sus labios.

Deberías echar sutilmente a los enanos borrachos de aquella mesa. Sólo 2 de ellos se mantienen en pie y no creo que puedan irse de aquí si todos acaban por el suelo.

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12/12/2008, 16:27
Director

La juerga sigue en la mesa, mientras Robert se deshace de los que molestan más que consumen y poco a poco el lugar se va vaciando. El extraño viajero ya se ha bebido seis jarras de cerveza y parece estar cansado.

Tras un par de horas más, Robert deja limpia la taberna y te mira con ojitos tiernos como preguntándote que vas a hacer con el extraño de la mesa. Sabe que no desea dejarte sola, pero ya es muy tarde y tiene otros asuntos que atender.

Sin embargo, no crees que el extraño sea peligroso, por lo que le dices que puede retirarse y este lo hace, tras darte un besito en la mejilla y cierra la puerta de la taberna.

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12/12/2008, 16:31
Freya

Freya sonríe a Robert mientras recibe su beso en la mejilla y le acaricia un brazo a modo de despedida.

Buenas noches... Susurra mientras éste se aleja.

Ella lo sigue para cerrar con llave la puerta del local después de que él haya salido. Luego vuelve a su lugar, tras la barra, para secar las jarras y los vasos que ya había lavado, y colocándolos en su sitio. El silencio se vuelve incómodo mientras intenta entablar conversación con ese nuevo cliente potencial.

¿Venís de muy lejos, pues? ¿Necesitáis algo para vuestra montura? Pregunta con su mismo tono de voz suave y pícaro, mientras su mirada no deja de centrarse en lo que está haciendo.

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12/12/2008, 16:37
Brom

Je, je, je. No tengo montura, pero te lo agradezco. Ahora me gustaría ir a descansar. ¿Has cerrado bien la puerta? No quiero que tengas problemas por la noche y además, me gusta descansar tranquilamente. Te dice con una sonrisa mientras se incorpora y termina de beber la última gota del vaso.

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12/12/2008, 16:39
Freya

Freya levanta la mirada de los vasos y ahora sí la fija en el desconocido.

Por supuesto. Se seca las manos con una brillante sonrisa y coge el manojo de llaves que colgaba de su cintura. Si me seguís, os llevaré hasta vuestra habitación.

Echa a andar esperando que Broom la siga mientras sigue hablando en el mismo tono de voz suave y meloso que la primera vez.

Podéis estar tranquilo. La puerta está bien cerrada. No hemos tenido problemas con ella durante años.

Cuando llegan a la habitación, Freya la abre con destreza y saca una de las llaves del manojo ofreciéndosela a él.

Aquí tenéis. Podéis cerrar por dentro si lo deseáis, pero esta noche sólo estaré yo aquí, en aquella habitación, por si necesitáis algo. Dice, señalando una puerta al final del pasillo y... mordiéndose el labio inferior como un acto inconsciente mientras examina el cuerpo de Brom con descaro.

Freya, ¿qué te pasa? Esta misma mañana saciaste tu sed con Robert, puedes controlarte todavía.

Enseguida sacude la cabeza y esa expresión llena de picardía y deseo en su rostro desaparece al instante, siendo sustituida de nuevo por una amable y servicial sonrisa.

Que... que paséis buena noche.

Consigue pronunciar con la garganta llena atropelladamente mientras echa a andar hacia su habitación, dispuesta a levantarse a primera hora de la mañana siguiente para tener listo el desayuno.

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12/12/2008, 16:52
Brom

Muchas gracias, dulce dama. Te dice cuando le entregas la llave y se te queda mirando sonriente cuando te muerdes el labio inferior.

No tienes idea de lo que puede estar pensando, pero parece que él si se da cuenta de todas tus intenciones. Es extraño, como si supiera en cada momento lo que estás pensando. ¿Quién es este tipo?

Cuando te giras hacia tu habitación para retirarte, el extraño hombre te coge de la muñeca y de un suave tirón, hace que te des la vuelta y lentamente, apoya sus labios en el dorso de su mano a modo de despedida.

Que paséis buena noche, señorita. Por cierto, mi nombre es Brom. Te dice mientras suelta tu mano y se mete en su habitación.

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12/12/2008, 17:03
Freya

Freya traga saliva y desvía rápidamente la mirada antes de sucumbir a la tentación que tan contundentemente llama a sus puertas. Desaparece tras la puerta de su habitación y se apoya en ella después de cerrarla, respirando agitadamente y cerrando los ojos mientras inclina la cabeza, con el cabello rojo cayendo alrededor de su rostro. Su pecho sube y baja con un ritmo tan rápido que parece que no llegue apenas aire a sus pulmones, sus mejillas sonrosadas, sus ojos brillantes... Parece que esta noche va a tener que satisfacer esa sed ella misma, pues no se ve capaz de controlarse.

Se muerde el labio inferior de nuevo, esta vez con rabia contenida al ver que no puede evitar hacer lo que va a hacer mientras a paso lento se acerca a su cama, desnudándose y tumbándose en ella para no dormir al menos durante un rato.

Mierda... Susurra momentos después, cuando su respiración se empieza a normalizar después de explorar los rincones más eróticos de su cuerpo. ¿Por qué...?

Susurra de nuevo, recogiéndose en un ovillo tapada con las sábanas y mordiéndola de pura rabia sin poder contener más las lágrimas de desprecio. Iba a llorar mucho aquella noche, pero el día siguiente sería un nuevo día. Una nueva oportunidad para intentar controlar sus impulsos.

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13/12/2008, 11:56
Director

No sabes cuanto tiempo ha pasado, ni si has estado llorando y maldiciendo tu naturaleza toda la noche, ni siquiera sabes si has dormido un poco, cuando un chillido comienza a sonar en toda la taberna.

El chillido es terrible, hace que te duelan los oídos, hace que te tengas que coger la cabeza con tanta fuerza que sino, sentirás como estalla en mil pedazos. El chillido termina justo en el momento que las espadas comienzan a entrechocarse unas con otras.

Te incorporas en la cama y ves un resplandor de luz que sale de debajo de la puerta, y luego, más ruido de espadas entrechocándose. Un golpe, dos, tres, un chillido. Nuevamente te tienes que tapar los oídos, pero la batalla, continúa.

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13/12/2008, 18:55
Freya

Freya no se lo piensa demasiado mientras se viste rápidamente y empuña la fina y pequeña daga que siempre llevaba en la bota. Si alguien había entrado en la taberna aquella noche, no iba a salir de ella como si nada.

Respira hondo un par de veces y hace acopio de toda la rabia que tenía dentro para olvidarse del miedo. Abre la puerta con la daga en la mano.

Si buscáis el dinero, os he de informar de que se lo llevaron. Pronuncia nada más abrir la puerta, antes incluso de mirar el panorama.

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13/12/2008, 19:21
Brom

¡Mierda! ¡Métete dentro, maldita sea! Grita Brom girándose mientras le rebana el cuello a uno de los enemigos encapuchados con los que lucha.

En ese momento de distracción, justo cuando el se gira, el otro enemigo que queda en pie clava su oscura espada en el costado de Brom, hiriéndole de muerte justo debajo de la axila.

Brom grita como un poseso cuando el oscuro filo envenenado entra en su cuerpo, pero haciendo acopio de sus últimas fuerzas, escucha que grita algo que no logras comprender, pero un rayo de fuego sale de su mano y calcina al enemigo que lo atacaba y al que ya estaba en el suelo, convirtiéndolos en cenizas.