Partida Rol por web

Mi memoria está perfectamente.- Dije intentando no crispar mucho el ambiente.- Creo que no me escuchaste bien, se que dijiste que nos darías información, simplemente me resulta extraño que no tuvieses acceso a ella en aquel entonces y tan solo una noche después ya puedas dar más información. Por eso te he preguntado que si nos habías dado la información que tenias ayer…- Comente mientras Hannes parecía buscar algo en su mochila, al recibir la información de un libro por parte de Libusa interrumpí la frase. Supongo que eso podía explicar la repentina información. Por como hablaba de él tenía que ser algo para la recogida de información. No podía estar segura pero por alguna razón me vino a la cabeza un libro que había portado durante una temporada, ¿Sería el mismo?. Al ofrecer a que le echáramos un “ojo” en la siguiente parada no supe si mostrarme molesta. Realmente no debería hacer que la gente cámbiese su forma de hablar por mí, aunque a veces tenía la sensación de que lo hacían aposta.

Solté un suspiro.- Pues lo que se de un wargo es que es peludo y más grande que un lobo, así que no creo que pueda dar información útil.- Dije mientras caminábamos.-Yo no podría dar mucha información sobre ellos. Pero aun así si ese libro es un manual nos podrá decir cómo manejarlos ¿no?

Terminamos de almorzar y reemprendimos la marcha, siguiendo un buen ritmo. La tensión entre Hannes y Rhyuka volvió a hacerse manifiesta. Desde luego, quedaba un largo camino si iban a convertirse en parte de un grupo de forma más asidua, pero eso no iba a suceder.

Hannes mencionó entonces el Manual de Monstruos, sacando su ejemplar para indicarnos que tenía información bastante fidedigna. Era obvio que era algo en lo que se podía confiar, pero depender de él no era una idea que me pareciera especialmente atractiva.

- Son muy violentos, vendrán a por nosotros en cuanto entremos en su territorio o nos vean al alcance, y aunque no se haya reportado es probable que ya hayan matado a alguien. Son bastante sigilosos, pese a medir entre dos y tres metros, y su mordisco es venenoso...

Efectivamente, no era un enemigo al que enfrentar sin armadura, por lo menos no en cuerpo a cuerpo, y era exactamente lo que me iba a tocar hacer a mi. Era justo lo que me faltaba.

- Teniendo en cuenta su territorialidad, no creo que me de tiempo a hacer ningún tipo de trampa, pero podría intentar cegarlos con un flash de luz. De ser necesario, aventuro que tardaría un minuto en exorcizar a cada uno, o quince segundos teniendo su sangre, pero eso solo conseguirá que vuelvan a aparecer en un tiempo si encuentran el camino de vuelta.

El cazador río afablemente ante las últimas palabras de Rhyuka.

-Cuando uno ha de hacer su trabajo, lo intenta hacer bien.- Seguía sonriendo. -La mayoría de la información que uno consigue acerca de las misiones, en un principio, depende de lo específica que esta sea y del conocimiento que tenga el encargado de las misiones acerca de esta, es así de sencillo. Así que a veces uno ha de saber dónde buscar a parte de las fuentes habituales.- Miró alegremente a los dos compañeros esperando haber respondido la duda que parecía habitar dentro de Rhyuka y que solo había formulado a modo de enunciación.

-Muy bien, Halden. Veo que haces alago a tu presentación.- Le dedicó una agradable sonrisa al chico. -Eso es más o menos todo acerca de los Wargos, no creo que yo pudiera añadir más información a ello. De todas formas, siempre está mejor desglosar la información y tratarla de forma más analítica.- Mientras hablaba, iba girándose hacia los dos individuos moviendo las manos para expresase mejor. A uno podía recordarle a una especie de maestro dando consejos acerca de cómo hacer las cosas. Consejos que uno podía tomarse enserio e intentar aprovecharlos o simplemente actuar conforme uno creía correcto. -De base podríamos llegar a relacionarlos de alguna forma u otra con los lobos. Pero esto es un apartado que dejaríamos aquí.- “Guiño” Le había guiñado el ojo a Libusa. -Son muy violentos y agresivos, y eso es un punto a tener en cuenta, ya que los convierten en unas bestias peligrosas por varios motivos, y uno de ellos es que no dan tregua hasta que acaban con lo que están cazando.- Golpeó el puño derecho contra la mano izquierda agarrándola, como si la hubiera apuñalado. -Como bien ha comentado Halden, son muy territoriales, así que en el momento que entremos dentro de su espacio, es muy probable que nos convirtamos en sus presas y añadiendo su peculiar talento para el sigilo, nos daría una verdadera desventaja, pero nos facilitaría mucho el aspecto de tener que rastrearlos.- Sonrió maliciosamente. -Y por último está su mordisco… Venenoso quizás es quedarse corto. Se puede convertir en una enfermedad bastante desagradable y ha habido tan pocos casos, debido a que nadie acostumbra a sobrevivir a un ataque de Wargos, que poco se sabe acerca de su tratamiento, así que tened cuidado en ese aspecto. Cubrirse la piel y evitar que los posibles ataques lleguen a un contacto directo con vuestro organismo.- Dejó un pequeño silencio y siguió avanzando meditando.
-Eso es toda la información acerca de ellos. La verdad. Espero que os sirva de algo.- Sonrió bobamente. -Intento exponeros lo mejor que puedo la forma de trabajar, pero no me considero un buen maestro.- Pese a todo, hablaba con calma, haciendo que la conversación durara lo suficiente como para no darse cuenta del buen ritmo que el grupo llevaba.

-De todos modos, el manual, Rhyuka, no da información acerca de cómo manejarlos. Eso entra dentro de la consideración de cada uno. Da información acerca de sus costumbres, modo de actuar, etc.- Pensó en un símil que ella pudiera entender. -Mmm… Imaginate una especie de libro con información acerca de animales… No, creo que ese no es un buen ejemplo para ti…- Siguió pensando. -Bueno, si… Dejémoslo en una enciclopedia de animales.- No parecía satisfecho con su resolución final. -Si tenéis algo mejor adelante.-

-De todos modos, acerca de los estragos que han causado los dos Wargos. Hasta la fecha, desde hace aproximadamente unas dos semanas, han “robado”, si es que se puede decir así, varios de los cargamentos de alimentos y han hecho desaparecer unos cuatro animales de carga. No han atacado a ningún trabajador, pero al parecer, si se han acercado lo suficiente como para que estos pudieran identificarlos, así que no me extrañaría que pudiera producirse un ataque, y teniendo en cuenta que no es precisamente una zona poblada, que acaben con todos los trabajadores.- Eso era todo lo que sabía.

Volvió a centrarse en Halden. -Cegarlos es un buen planteamiento, pero quizás es algo muy apresurado. Aún tenemos tiempo para discutir acerca de ello. Y lo del exorcismo, de momento lo apartamos.- 

Me quede escuchando la información que tenían mis compañeros. Habían explicado ya bastante cuando en mitad del discurso de Hannes, este, le guiño un ojo a Libusa. Estuve tentada de interrumpir sus explicaciones, me ponía los pelos de punta. Reprimi mis palabras ya que estaba dando información valiosa sobre los wargos.

-Silenciosos, grandes, agresivos, y su mordisco es venenoso. Veneno que según cuentas es bastante peligroso. Podriamos usar que sean territoriales para tenderlos una trampa, aunque sean sigilosos si estamos atentos no creo que nos cojan desprevenidos.-Y en cierta manera me sentía mejor moralmente si en vez de matarlo a sangre fría era defendiéndome de un ataque por su parte, eximia de responsabilidad.- De todas formas si ese veneno es tan peligroso… Supongo que no serán los primeros wargos que se cazan, ¿Nadie se ha hecho con una muestra de dicha sustancia para elaborar un antídoto?- Mi madre me había enseñado a que si se mataba algo fuera por necesidad y se usara todo lo posible. Habitualmente esto se aplicaba a comida y ropa. Inconscientemente me cubrí un poco con mi abrigo de piel. Había sido de una especie de oso que había atacado la cabaña en la que vivía, por alguna razón no quiso escucharme y se dedico a atacarme sin razón. Después de abatirlo con cierta tristeza y bastante dificultad, fue algo bastante duro para mi, con mi madre nunca había ocurrido. Quizá yo no tuviese su misma habilidad pero… de todas formas, sin haber podido evitar su muerte y saliendo bastante herida del encuentro, finalmente utilice sus restos para comida y abrigo.

Sin detenernos, Hannes se dedicó a explicar de una forma más extensa los detalles de los wargos para que Rhyuka los entendiera mejor. Usar sus manos para gesticular estaría bien para mejorar el entendimiento, pero teniendo en cuenta que la muchacha estaba ciega, me parecía más un desperdicio de energía.

Dejó claro lo de evitar el contacto con los dientes, lo cual era más fácil decir que hacer, al menos para alguien que estará en cuerpo a cuerpo.

- Los wargos son seres sobrenaturales, y como tales hay determinadas leyes naturales que no siguen o lo hacen de una forma muy diferente - respondí a Rhyka antes de que Hannes lo hiciera -, por lo que podría ser que simplemente no fuera posible conseguir dicha muestra.

Yo también pensaba que cegarlos era muy precipitado. Al fin y al cabo, terminé al borde de la muerte por confiar demasiado en aquel conjuro. Sin embargo, empezaba a molestarme su insistencia en dejar de lado el exorcismo. Mi propio comentario ya indicaba que no era un método razonablemente efectivo, pero tenía bastante claro que debía ser tomado en cuenta.

- No hablo de exorcizarlos de buenas a primeras, pero creo que es importante saber que disponemos de ese recurso, al menos como medida de emergencia si nos vemos superados por la situación - dije con un tono enfadado. Suspiré y me serené antes de seguir -. De todos modos, creo que para evitar los mordiscos lo mejor sería empezar haciéndoles daño en el hocico. Teniendo en cuenta que pueden usar otras "armas" a parte de sus colmillos, se lo pensarán dos veces antes de clavar una dentellada ante el riesgo del dolor y de agravar la herida.

-Aaah…- Halden interrumpió la respuesta que iba a dar Hannes. -Creo que ya te ha respondido el.- Asintió enérgicamente mostrando aprobación hacia Halden. -Me imagino que la alternativa para ello quizás sea capturar uno con vida. Pero no creo que nadie esté interesado en pedir ese tipo de trabajo. Un ser tan agresivo y poco exótico no es algo que la gente aprecie, ni tenga interés en investigar más de lo justo.- Se rascó la cabeza mientras soltaba sus cavilaciones quizás algo absurdas.

Miró curioso a Halden cuando este siguió hablando acerca de exorcizar, notando algo de agresividad en su tono. -Quizás no me he expresado bien. No estoy diciendo que le cerremos la puerta a eso, pero bien sabes que es una solución temporal. Así que mejor mantenerla como último recurso. Si te parece mejor, podemos definir unos parámetros de uso. Pero se reducirían a extrema emergencia. Y creo recordar…- Meditó un momento. -Que, si algo sale mal, puede agravar la situación y lo último que nos faltaría, en ciertas circunstancias, es que las cosas se agravasen. Entiendes lo que digo ¿Verdad?- Dejó un pequeño silencio esperando algún signo de aprobación o de asentimiento por parte de Halden. -No he tenido el placer de trabajar con un individuo que tenga esas habilidades, y no estoy menospreciando las tuyas, ni mucho menos, pero es de bastante conocimiento general entre la profesión que solo es una manera de atrasar lo inevitable, sin poder hacer una estimación concretar.- Siguió analizando la idea de Halden.

-Esa es una buena idea, Hal. Lo primero será protegernos bien, luego, aunque quizás sea algo complicado, sería intentar acertar en el hocico, ya sea para que se planteen atacar dos veces con mordiscos, como simple y llanamente…- Se pensó lo que iba a decir. -Destrozarles el morro impidiendo así que lo usen…- Su tono había denotado algo de duda. Quizás por la dificultad que se imaginaba que aquello entrañaría o quizás por otros motivos.

Volvió con Rhyuka para acabar de responder a su planteamiento de una trama. -Una trampa sería una muy buena idea. Aprovechando su territorialidad como una posible debilidad, se podría sacar partido de ello. ¿Tendríais algún planteamiento para ello?¿De cómo abarcar la situación?- Observó a los dos individuos, girándose, empezando a avanzar de espaldas quedando de cara a sus compañeros.

Me quede un momento pensado. Me lleve la mano izquierda a la barbilla en actitud dubitativa sin aminorar el paso.-No se hasta que punto seria bueno que yo propusiera un plan. Desconozco rutinas de esas bestias, y además para una trampa no se me ocurre ningún modo de asegurarnos que ninguno salga herido.- Es mas mi primer pensamiento había sido usar alguien como cebo. Pero eso no solucionaba nada.- Por no saber no se ni como es la zona, faltan datos. Por eso dije que un día me parecía poco, no podremos siquiera trazar algo decente para enfrentarlos. Tengo ideas sueltas, pero no podría formar un plan, demasiadas incógnitas.- Me quede callada esperando para ver si Halden tenía alguna idea.

Inspiré profundamente para tratar de calmarme. No quería ponerme a discutir por un punto en el que estábamos de acuerdo, aunque parecía que a Hannes eso no le había quedado claro.

- No veo como preparar una trampa, a no ser que uno de nosotros haga de cebo. No tengo claro que tengamos tiempo para poder preparar nada especial, como un foso o una trampa activada por gatillo. Si se trata de una zona boscosa y se os da bien escalar, podéis esconderos entre las copas de los árboles mientras yo los atráigo hasta el lugar para aprovechar el factor sorpresa. Con algo de tiempo quizá podamos improvisar algo para que levantéis una cuerda cuando se acerquen y así derribarlos, aunque dudo bastante que pueda superar en velocidad a uno de estos, especialmente si están en su entorno. Lo ideal sería ver el entorno antes de poder concretar un plan.

Hannes se quedó pensativo analizando las respuestas. Pese a la desenfadada posición que había tomado, tras las últimas palabras de los dos individuos pareció tomar una posición más relajada, aliviada. -La verdad, me disculpo. Había malinterpretado esas palabras. Las de “solo nos das un día como grupo”, creo que eran.- Las había citado de memoria sin tenerlas muy claras. -Así que, si tenéis esas inquietudes y no sois los únicos, podemos tomarnos más de un día. De todos modos, pese a esto, lo mejor sería al menos, seguir con el plan previsto de llegada al lugar. Eso calmará los nervios de los trabajadores.-

Observó unos instantes a Rhyuka, intentando descifrar que era exactamente lo que había querido decir con las primeras palabras. Para Hannes sonaban algo macabras. -No planteéis los planes desde el punto de vista de que nadie salga herido, en buena la consideración, pero es mejor mirarlos desde el punto que supone menos riesgos y peligros. Parece lo mismo, pero no lo es. Creo que lo deberías entender, si no, ya lo haréis.- Sonaba ambiguo, pero era más sencillo de lo que parecía.

Siguió pensando por si se le aclaraban las ideas. Pero parecía que empezaba a decantarse por la idea de tomarse más de un día. -Entonces… Que os parece…- Sonaba algo afligido diciendo eso, como si le hiriera el orgullo, o algo más profundo. -Si nos tomamos más de un día e intentamos hacer unos preparativos, intentamos hacer un reconocimiento de la zona, y a partir de ahí, ideamos algo mejor… Creo que los dos habéis dado con la misma idea y es de las mejores, sobretodo en esta situación que no precisamos de un tiempo concreto.- Observó a los dos individuos examinándolos esperando alguna reacción, fuere la que fuere. -¿Todos de acuerdo?-

Asentí con la cabeza ante la proposición de  tomar mas de un día para realizar los preparativos  aunque rápidamente volví a hablar. – El plan del cebo no habría que descartarlo. Hannes, creo que comentaste que habían atacado a algunos animales, eso es que están hambrientos… ¿Sabéis si los wargos son en parte carroñeros?-Pregunte con curiosidad, había muchos animales que si estaban hambrientos no dejarían pasar un bocado, aunque hubiese muerto hace un par de días.- Si hay, podríamos usar el cadáver de uno de los animales atacados junto con lo que me ha dado Jefsen esta mañana para drogarlos, no se si se dormirán, pero supongo que algo aturdidos quedaran.- Comente mientras trazaba mentalmente un plan.- Si la zona es boscosa podríamos dejar el cebo y atacarles desde las copas de los arboles después de que se lleven la comida a la boca… Aunque si quedan dormidos quizá podríamos obtener un primer ejemplar para estudiarlos…- Comente con la poca esperanza de no necesitar matarlos. Tenia claro que a no ser que el animal hubiese cometido una atrocidad, no me sentiría capad de matarlo a sangre fría.

Me quedé pensando unos minutos. No estaba seguro de como enfrentarlos de la mejor forma posible, pero al fin y al cabo todo ya se había propuesto, solo era cuestión de juntarlo.

- Si, el mejor cebo es usar comida que les parezca fácil de conseguir, como las víctimas de sus ataques anteriores. Podemos usarlo para que salgan de su territorio y así poder realizar trampas más elaboradas que tan solo ponernos en posiciones ventajosas. Antes de explorar la zona quizá sea conveniente preguntar a los trabajadores, probablemente ellos sepan bastante sobre el lugar.

No se podía concretar nada sin más información. Una vez supiéramos el lugar donde tender la trampa podríamos pasar a los detalles, como por ejemplo, mi uso del flash de luz.

Parecía que habían dado con algo interesante. Hannes sin duda demostró cierto interés en la idea que había dado Rhyuka. Halden parecía estar también a favor de aquello. -Perfecto. Esa ha sido una muy buena aportación.- Se rascó la barbilla perfectamente afeitada con su mano derecha intentando pensar en algo. -No recuerdo haber oído nunca que los Wargos sean carroñeros ni mucho menos, y este comportamiento actual, he de decir que me resulta extraño… Pero si podemos aprovecharnos de él, es un buen punto. ¿Sabrías disimular el olor? Por precaución.- Miró a Rhyuka algo interrogativo. -De plantas no tengo mucho conocimiento, pero si tengo entendido que algunos animales son capaces de diferenciar ciertos componentes tóxicos dentro de otros animales y alimentos. Solo para asegurarnos de que saliera bien.- Quizás esperaba que Rhyuka fuera lo suficientemente hábil para dar con algo en el tiempo de preparación que iban a tener ahora que, al parecer, habían decidido tomárselo con algo más de calma.

_{-Bien, bien-} Hannes murmuró para sí mismo, parecía contento. -Halden ¿tu como llevas el tema de las trampas? Mientras Rhyuka le dedica algo de tiempo al somnífero ¿te ves capaz de montar algo decente? A mi se me da mejor la exploración, pero creo que me las podría apañar con las trampas si prefieres dedicarte a lo otro. Incluso hacer las dos cosas juntos, para evitar sorpresas desagradables.- Volvió a asentir conforme con lo que se estaba formando en su cabeza. -Perfecto, creo que esto puede salir bastante bien.-

-Si es por el olor que desprenda… No creo que lo identifiquen como algo toxico, es algo mas bien dulzón a si que no creo que les resulte desagradable.- Comente mientras colocaba mi mochila sujeta a un solo brazo y la inclinaba para acceder a la parte delantera, empecé a buscar aquel frasco que me había dado Jeften y lo saque de la mochila, volví a colocárme la mochila sobre los hombros. Tantee el bote que contenía lo que seria el sustento principal del plan, era una… ¿botella? Quien en su sano juicio metía las raíces de Sødme sovepille en una botella, era de todo menos practico.

Quite el corcho que hacía de cierre y acerque la nariz al borde. Rápidamente aparte la botella de mi rostro y me lleve la manga de mi otra mano a la nariz mientras ponía una mueca de desagrado.- Si definitivamente dulzón.- Pronuncie con mi mano amortiguando los sonido. – Creo que con tiempo podría hacer algo decente, aunque al ser criaturas mágicas no se de que forma les afectara…- Realmente era algo que nunca había hecho, únicamente mantenía en mi mente las explicaciones hechas por mi madre cuando en algún arrebato de curiosidad me acercaba mientras lo realizaba. Ella siempre comentaba que era bastante sencillo que únicamente dependía de el trato que dieras a los ingredientes. Volví a cerrar la botella y a guardarla, ahora mismo no podía hacer nada, necesitaba estar parada y un fuego.

- No se puede decir que sea un especialista, pero con algo de tiempo creo que podré improvisar algo mínimamente decente. Aun así, necesito saber como es el entorno para saber que sería lo más adecuado.

Definitivamente, era especialmente importante conocer el entorno en el que iba a ser puesta la trampa. No sería lo mismo en una zona boscosa que en una explanada; los materiales disponibles, el mecanismo de la trampa y la forma de ocultarla variaban mucho de una a otra. Si tenía que darle las gracias por algo a mi padre, era por ese tipo de conocimientos.

- También podemos hacer trampas los dos. Varias trampas nos ayudarán a conseguir un mayor éxito, bastará con que estén lo bastante cerca de la emboscada como para que no puedan huir en cuanto sientan la amenaza.

Me quedé mirando a Ryhuka mientras trabajaba con aquella planta enfrascada, sodme nosequé. Se suponía que aquello era para niños, así que no lograba ver como podría afectar a criaturas más grandes que un hombre adulto, y menos aun si tenían que comerla primero. Entonces pensé que, quizás, si este penetraba su cuerpo tendría más efectividad, y quizá podría usarse en alguna trampa. Se lo comentaría de ser el caso.

El grupo había llegado a formar un plan relativamente sólido para lo que era su primer contacto y parecía que podía funcionar. Solo faltaría ponerlo en práctica cuando llegase el momento adecuado y esperar a ver los resultados, aunque en el día a día de los cazadores, los planes no tenían por qué salir bien.

El grupo siguió andando el resto de las cuatro horas aproximadas que les quedaba hasta las cercanías del lugar especificado en el documento de la misión. El trayecto se hizo más ligero ahora que todos estaban de algo mejor humor llenando el silencio con alguna conversación lo suficientemente amena como para entretenerlos, pudiendo disfrutar del paisaje y los ligeros cambios que este iba sufriendo.

El camino por el que discurrían empezaba a adentrarse en un pequeño bosque de abetos con grandes claros, quedando cerca del río que cruzaba de Norte a Sur el Este de Heinlein. En esa zona era un pequeño riachuelo, pero rápidamente pudieron comprobar que esto era debido a que a veces, debido al terreno, este se partía formando a uno más pequeño, volviéndose a encontrar más adelante con la otra parte. Otras veces se ensanchaba.
Pese a todos estos cambios, el cauce de este era muy tranquilo con apenas pocas irregularidades más que ligeras cascadas de no más de un palmo.

El trayecto ahí dentro era tranquilo. El fluir del agua era tranquilizador y la mezcla de ruidos de aquel bosquecillo denotaba que aquel era un buen lugar asilado de muchos peligros.
La mano humana no parecía haberlo perturbado demasiado más que por el camino que discurría por allí en medio. Pero aquella paz era un simple preludio a los problemas.

Tras unos veinte minutos avanzando por allí dentro. Saliendo y entrando en diversas arboledas todas parecidas entre ellas, pudieron observar como el agua tomaba un tono ligeramente rojizo que se acentuaba a medida que avanzaban, teniendo que adentrarse cada vez más en lo que empezaba a ser un tupido bosque, pero antes de encontrar la fuente de aquel color, el camino se separaba de este adentrándose hacia el valle, dirección noroeste hacia una colina que quedaba a una media hora de viaje en donde se podía distinguir una especie de edificación humana de piedra y madera maciza, justo al inicio de un bosque más tupido.

Hannes andaba algo distraído y no pareció percatarse del color del agua hasta un buen rato después.

El resto del camino concurrió con relativa tranquilidad mientras intentaba recordad todos los pasos mencionados por mi madre cuando preparaba aquella mezcla, empecé a escuchar un rio el cual parecía que quedaba a nuestro lado y los rayos del sol empezaban a interrumpirse, probablemente estábamos empezando a entrar en un pequeño bosquecillo, Aun absorta en mis pensamientos arrugue la nariz, olía a algo que no era lo común en un bosque.- ¿Alguno se ha cortado?- pregunte antes de que un sencillo pensamiento llegara a mi mente a través de Libusa. El rio parecía descender con algo mas aparte del agua habitual que portaba. Caminábamos a la par del rio y el olor se fue acrecentando según avanzábamos mas y mas hasta que finalmente llegamos a un desvío, en mi mente no podía dejar de pensar en aquella sangre, quizá alguien estuviese mal herido rio arriba y necesitaba ayuda.

Esto… no pensareis dejar pasar esto… ¿no?- Pregunte dudosa antes de que terminaran de decidirse sobre que hacer, me acerque con cuidado al borde del rio hasta que note el pequeño flujo de la corriente en la punta de este. Me agache brevemente y introduciendo la mano en el agua me la acerque a la cara. Sangre, no había duda alguna.- Podría ser una persona que necesite ayuda… Como mínimo tendríamos que averiguar de que es la sangre…- Pronuncie las palabras casi sin darme cuenta mientras dejaba la mochila en el suelo y rebuscaba por un objeto en concreto, después de breves segundos un pequeño botecito descansaba en la palma de mi mano. Inconscientemente empecé a quitarme las botas y el abrigo quedándome únicamente con los finos pantalones y camisa. Deje estos en la orilla del rio y introduje el pie en la corriente, realmente esto era lo que mas miedo me daba, nos saber la profundidad de algo al dar una pisada, finalmente antes de que mi rodilla ya estuviese mojada mi pie toco el suelo del rio. El agua estaba bastante fría pero no había otra opción que se me ocurriese para saber si aquella sangre era humana. Empecé a avanzar hacia el centro del rio mientras el agua empezaba a subir por mis piernas, pare momentáneamente antes de llegar al centro, el agua fría ya me cubría hasta los muslos y empezaba a notar ciertas tiritonas. Con un último esfuerzo alcance el centro del rio y me puse dirección contracorriente. Puse el pequeño bote que sostenía en mi mano frente a mí y después de quitar la pequeña tapa derrame una única gota de un liquido oscuro frente a mi mientras murmuraba algunas palabras.

No tarde mucho en detectar cierta característica de la sangre, solté un suspiro de tranquilidad y empecé mi camino de nuevo hacia la orilla. Salí del rio completamente empapada de cintura para abajo.- No es humana, es de algún tipo de animal… no sobrenatural.- Termine la aclaración finalmente, ciertamente disgustada, si hubiera estado en un lugar donde supiese que no había habido ataques de wargos abría subido a intentar ayudar a el animal que estuviese herido… o a darle un fin digno, sin embargo no podía comprometer a todo el grupo a aquello… Por un momento en mi mente se paso la idea de poder usar el cuerpo de dicho animal como el cebo del que habíamos hablado un momento antes, pero no me atreví a dar ese tipo de idea, no quería dar por muerto a un animal, o mucho menos dar la idea de que acabaran de matarlo únicamente para usarlo en un plan era algo que no podría concebir.

Empezaba a notar como mis piernas empezaban a quedarse heladas, así que me agache a coger la manta de mi mochila y sin recato alguno me quite los pantalones empapados, habría sido buena idea quitárselos antes, pero no pensaba que el agua fuera a estar tan fría, además ya no servía pensar en ello. Empecé a secarme las piernas con la manta únicamente ocultando mis vergüenzas con la ropa interior mientras hablaba. -No se cual es la dirección que queréis tomar, o cuanto quedaba para el punto marcado donde estaban los wargos, pero no se si seria mala idea investigar el cuerpo que ha dejado la sangre del rio, o al menos quitarlo del cauce si esta dentro de el, si no, hará que el agua del rio no sea potable para la gente.- Finalmente me coloque las botas y el abrigo por encima dejando los pantalones empapados cerca de la mochila. Me agache y empecé a colocar las cosas en su correcto lugar, dejando finalmente los pantalones colgados en la parte inferior del carcaj, debía hacer que se secaran, no podía andar por ahí sin ropa o podría enfermar. Empecé a avanzar hacia mis compañeros.- Bueno, ¿entonces?.- Pregunte inquisitivamente para saber cual seria el rumbo.

Al final, como esperaba, resultó ser una zona boscosa. Si bien le daba la ventaja a los wargos en un ataque no planificado, este ambiente nos daba la ventaja a la hora de tender una emboscada. Era más fácil esconderse y esconder las trampas, y los materiales disponibles eran bastante mejores.

Sin embargo, lo que más llamó la atención era el color que estaba tomando el agua. Al principio pensé que debía tratarse de arcilla, pues la cantidad de sangre necesaria para cambiar el color del agua debía ser bastante grande, pero el agudo olfato de nuestra compañera parecía no estar de acuerdo con mi opinión. Y antes de que pudiera hacer nada ya se estaba quitándo ropa como si no importara y se metió en el agua.

- Eh... ¿estás segura de que quieres hacer esto?

Sin embargo, a Rhyuka no parecieron importarle mis plabras, llegando al centro del río y haciendo una especie de ritual extraño, probablemente para identificar el orígen de la sangre. Su acción me pareció precipitada, especialmente por el hecho de haber mojado su ropa con tanta tranquilidad en un ambiente como el de Heinlein.

La confirmación, tanto del hecho de que era sangre como su orígen, me hicieron pensar que se trataba de una presa de los wargos y que iba a ser peligroso acercarse porque podríamos ser presas fáciles para un ataque sorpresa. Aunque ese pensamiento se torció en cuanto Rhyuka se quitó los pantalones mojados sin pudor alguno. Igual que sucediera ayer, mi riego sanguineo volvió a tomar un desvío hacia mis pantalones, interpretando aquello casi como una provocación. Respiré profundamente para tratar de calmarme. El bulto tardaría en desaparecer, pero siendo ella ciega no se daría cuenta. El problema sería que fuera Hannes el que se diera cuenta.

Finalmente se cubrió con su abrigo largo, aun sin pantalones. Si bien la cubría, con el movimiento se le podrían ver las piernas, lo cual me pondría nervioso y me haría centrar la atención en ello todo el rato. Tragué saliva y saque mi manta de la mochila, para a continuación acercarme a ella.

- Deberías cubrirte un poco más, o podrías terminar resfriada. Deja que te ayude...

Mi intención era cubrirle las piernas con la manta yo mismo, pues si había una oportunidad de tener contacto íntimo con una mujer, aunque fuera breve, no iba a desperdiciarlo. Por supuesto si se oponía y quería hacerlo por su cuenta o simplemente no quería, no iba a forzarlo.

Me quedé dubitativo unos segundos, aun con el bulto en los pantalones. Para intentar distraerme de las piernas de Rhyuka, intenté volver al tema del que estábamos tratando. Me llevó casi un minuto entero, pero al final lo recordé.

- Eh, no creo que sea una buena idea ir a mirar, probablemente sea una o varias presas de los wargos, y eso nos haría entrar en su territorio, arriesgándonos a ser atacados en cualquier momento, lo que haría que toda la planificación hasta ahora no haya servido de nada. Podemos encargarnos de eso una vez hayamos terminado con los wargos.

EL cazador seguía andando con tranquilidad. No se había dado cuenta del cambio en el agua hasta que Rhyuka empezó a hablar sacándole de sus pensamientos.

-¿Eh?- Primero observó algo confundido hasta que cayó en la cuenta de lo que hablaba la muchacha. Sus primeros pensamientos tenían que ver con los mismos que había tenido Halden y no dudo en comentarlo. -¿Seguro que no es arcilla? A fin de cuenta por aquí se dedican a trabajar. Habrán removido algo.-
La joven no tardó demasiado en desmentir aquello confirmando que se trataba de sangre gracias a su afinado olfato, disponiéndose, tras aquello, a confirmarlo de forma más eficiente con la pretensión de meterse dentro del río.

En un principio Hannes demostró algo de preocupación, al igual que el otro muchacho, aunque de una forma más amistosa y desenfadada. -Ten cuidado no te resfríes. Puede ser primavera, pero Heinlein sigue siendo un lugar frío. Por no decir que esta agua viene de arriba de las montañas. Y dudo mucho que quieras que alguno de nosotros tenga que alimentarte y darte calor.- Le guiño el ojo a Halden sin ocultarlo a su compañera que no podía ver aquella acción. “Ojo, guiño, Hannes, Halden.” Mientras pronunciaba aquellas palabras, se acercaba a la orilla para observar más por el espectáculo que por la preocupación.

Observó curioso como la chica llevaba a cabo un pintoresco ritual recibiendo una respuesta que expresó a sus dos compañeros.

Hannes se agachó cerca de la orilla y metió la mano dentro para dar varias vueltas con esta y formar unos pequeños remolinos en el interior que se disiparon rápidamente. Tenía los ojos perdidos en el interior del río hasta que un par de gotas de agua le salpicaron cuando Rhyuka salía del interior del río.
-Por lo que veo el agua estaba bastante fría ¿Seguro que estás bien?- Cuando posó su mirada sobre ella, pudo observar como esta empezaba a quitarse los pantalones húmedos, mostrando sus muslos y su pálida piel.
Hannes, tras titubear, sin levantarse de su posición, empezó a inclinarse ligeramente hacia la derecha hasta el punto de quedar medio cuerpo boca abajo pudiendo conseguir así un mejor ángulo de visión de lo que era la parte inferior de la muchacha, cuya ropa interior también se había mojado. No pudo evitar dibujar una sonrisa pícara en su rostro hasta que si visión se topó con algo que le hizo apartar la mirada cuando Halden intentaba ayudarla de forma bastante curiosa y ensimismada.

-Si, eso mismo, deja que Halden te ayude.- Dijo jocosamente metiéndose con el otro chico.

Tras aquello y escuchar las cavilaciones del compañero quien parecía más entretenido con la chica, dio su propia opinión. -No deberíamos estar en su territorio. Se supone que sus dominios están al lado Este del río. Al otro lado de donde nosotros nos encontramos. Tampoco es una clara especificación. Pero no deberían merodear por aquí como si fuera su terreno… Como mucho, podríamos considerarlo su coto de caza y aun así, parece que su forma de cazar es extraña.- Recuperó la posición sin levantarse y miró hacia arriba, siguiendo con los ojos la línea que el río dibujaba a medida que se adentraba hacia el bosque, empezando a quedar oculto más allá de los diez metros debido  al aumento de frondosidad y la irregularidad forma del regato que lo hacía desaparecer tras varios giros.
Hannes se quedó en silencio, indicando con la mano que se mantuvieran en silencio. -Parece que más arriba tenemos a dos seres.- Dijo en voz baja. -O al menos dos cuerpos. ¿Cien metros? Creo que menos.- Se volvió hacia los dos jóvenes defraudado viendo que el espectáculo estaba acabando.

Dibujo una sonrisa algo maliciosa. -¿Creéis que deberíamos ir a ver?- Esperó una repuesta mientras colocaba una de sus manos sobre el pomo de su espada con precaución.