Partida Rol por web

Avanzáis con cuidado y esperando no mostrar ningún símbolo que os pueda identificar como Pathfinders, e intentando que vuestra actitud no os delate ante todo lo que véis en aquella ciudad portuaria.

Preguntáis a alguno de los que parecen tener menos apariencia de raja gaznates y más sobrios, con el blanco de los ojos menos rojo. Poco a poco tras pregutar a unos y a otros os dirigís a la Casa Cartahegn.

Rodeando a una enorme factoria de dos plantas, hay una gran multitud de ciudadanos y mercaderes. Algunos con caras de preocupación, retorciendo sus manos nerviosamente, mientras que otros gritan muy enfadados a una mujer joven y bien vestida que se encuentra en la entrada de la factoría.

- CÓMO HE DICHO- grita la portavoz de la casa Cartahegn subida en una caja de madera- TODOS LOS RECURSOS DE LA CASA CARTAHEGN SON NECESARIOS PARA RESOLVER UN ASUNTO URGENTE EN NUESTRA REFINERÍA DE AZÚCAR, NUESTRAS INSTALACIONES ESTARÁN CERRADAS DURANTE TODO EL DÍA O HASTA QUE LA DIRECCIÓN RESUELVA LA SITUACIÓN. PERDONEN LOS INCONVENIENTES, PERO AHORA, VUELVAN A SUS CASAS O SUS LUGARES DE TRABAJO.

En cuanto baja de la caja, la mayor parte de los que gritaban y quejaban empiezan a dispersarse.

Mira tu que bien, os sonríe la suerte, ya podéis ofrecer nuestros servicios a cambio de mercancías. Quién de vosotros tiene el piquito de oro?

 Ailush, a medida que el grupo se iba acercando a Cala Sangrienta, fue ocupando un lugar intermedio en el grupo. No se le daba bien hacerse pasar por quien no era, era más se sentía muy incómoda y prefería pasar desapercibida.

 Un grupo de aventureros... ¿y qué pinta tiene un grupo de aventurero? ¿No sería como nosotros? No será por falta de armas, armaduras, y equipo de aventuras... Por que no se requiere nada especial... ¿o sí?

- Creo que estaría bien ponernos un nombre de esos rimbombante, algo que nos señale como un grupo unido y constituido. Como Los Portadores de Luz de Sarenrae. O los Rayos del Amanecer. O Plumas de Ángel... no, mejor ese último no, jejeje.- Se ríe por lo bajo con voz cantarina.- Creo que eso reforzaría la idea de que somos un grupo como tal. Y como Sarenrae es una diosa querida y respetada por la mayoría de la gente...

***

 Finalmente el equipo llegó al enclave, y tras preguntar un poco, estos llegaron junto al grupo de gente reunida que voceaban ante lo que parecía una portavoz de la casa Cartahegn. Mientras la gente se dispersaba, la joven sacerdotisa miro de forma elocuente al resto de compañeros.

- Pues sí que... nos dijeron que era nuestra mejor opción... la cual cosa no significa que sea la única, espero. O podemos meternos donde no nos llaman y preguntar si podemos hacer algo para agilizar su reestructuración. Suena a trabajo para los Portadores de la Luz de Sarenrae.- Termina diciendo con una sonrisa amplia entre sus labios y la mirada radiante.

Aventureros...

Vlado tenía vagos recuerdos de su infancia. Desde que tenía uso de memoria, había vivido como un Varisio viajando de un lado para otro, sin un lugar fijo donde aposentarse. En su mente, todavía conservaba las historias de la vieja Madamme Balanais, cuentos que narraban la razón de por qué los varisios habían abrazado ese modo de vida y se consideraban a ellos mismos como el pueblo elegido de Desna, la Estrella del Camino. Quizás fue por esa razón por lo que el joven bufón decidió unirse a la Sociedad de Exploradores, porque sabía que jamás habría descanso para los varisios, ya que estaban condenados a vagar por el mundo viajando de un lado a otro sin establecerse en ningún lugar fijo.

Mientras creció con la troupe de artistas, nunca destacó por ser especialmente divertido o agraciado, pero debido a su cuerpo enclenque y esquifido, fue elegido para trabajar como bufón... aunque... siempre dio algo de grima a aquellos que lo observaban.

Vlado tenía un gran complejo de inferioridad. A veces se sentía como un perro lastimoso que necesitaba acercarse al cobijo de un amo fuerte que le diera seguridad, es por eso, que la irrupción en el grupo de Khyrom y sobre todo la bella Ailush, habían dejado huella en el adolescente. El explorador osirion era adusto y convincente en todo lo que exponía, mientras que la sacerdotisa sabía discurrir y se mostraba con una seguridad férrea. Sentía envidia de ambos.

A medida que se acercaban al enclave, el pícaro se mantuvo en silencio escuchando las melódicas palabras de Ailush, A veces tuvo que hacer esfuerzos para que la baba no le cayera de la boca. Estaba casi hipnotizado...

Ya en Cala Sangrienta, Vlado se concentró en la faena. Aquel lugar no le gustaba, con lo que de forma instintiva, su mano derecha fue a acariciar el mango de una daga que mantenía oculta en una funda de muñeca, bajo la chorrera de la manga izquierda... ¡¡Aquel lugar estaba lleno de matasietes borrachuzos!!

Preguntando consiguieron averiguar donde se hallaba la Casa Cartahegn, y allí, el gentío se agolpaba frente a sus puertas enfervorecido. Una portavoz salió para refrenar los ánimos, y ciertamente lo consiguió, pues la muchedumbre comenzó a dispersarse mientras allí se quedaban ellos. Vlado se acercó hasta Ailush y le susurró...

- Tal vez deberías hablar tú... pareces la más grandilocuente...-

Parecía que la descripción que hizo Aram Zey sobre la ciudad no iba desencaminada y esta lugar era una lugar poblado de maleantes y borrachos. Maensifo trataba de disimularlo, aguantando el rostro indiferente, pero estaba fascinado. Si bien no alcanzaba a comprender las razones que llevaban a tanta gente a humillarse a sí mismos de esa manera, su curiosidad se veía saciada por las caras, los lugares, los olores, aunque pocos de ellos fueran en alguna manera atractivos. Simplemente admiraba la diversidad e intentaba comprender mejor a estos seres a través de la observación neutral, sin interferir en su desarrollo, como un espectador de una obra de teatro.

Cuando llegaron a la Casa Cartahegn, permaneció en silencio esperando que alguien del grupo más ducho en las habilidades sociales abordara a la mujer para intentar conseguir los suministros.

 Pareciendo que sus acompañantes no terminaban de dar el paso, la joven pelirroja tomó aire y se adelantó hacia la porta voz de la casa Cartahegn

- Hola, buenos días.

 Empezó diciendo con su voz cantarina para llamar la atención de la mujer.

- No quisiera molestarla, será solo un momento. Me llamo Ailush y estos son los otros miembros de los Portadores de Luz de Sarenrae.- Dice con un tono de orgullo y satisfacción en su voz, le gustaba como sonaba el nombre.- Hemos llegado recientemente a Cala Sangrienta para hacer escala y reanudar nuestras aventuras hacia el sur y pensábamos aprovisionarnos en vuestra casa. Tenemos un calendario urgente por cumplir y... y viendo que tienen ciertas dificultades quisiéramos saber si podrían servirnos o deberíamos buscar a otros comerciantes.

 Tras una pausa dramática, y con una sonrisa radiante en los labios añade.

- Aunque, como buenos aventureros que somos, si pudiéramos echarles una mano en su problema, y abreviar la espera y ajustar el precio de nuestro aprovisionamiento, estaríamos encantados de ayudarles.

Khyron permaneció en silencio, al ver que Ailush tomaba la iniciativa y se dirigia a la vocera de la casa Cartahegn.
Casi parece que me ha leído la mente. Se sorprendió al oir las palabras de la sacerdotisa.
Muy a gusto con la forma de plantear las cosas, el explorador se dedicó a mirar hacia todas partes, para ver si alguien los observaba.

Varias personas os miran extrañados durante el trayecto, algunos tras hablar con ellos parecen no creerse del todo vuestra tapadera.

Avanzas hacia la portavoz de la casa Cartahegn que escucha atentamente lo que le dice la clériga y sonríe ante el ofrecimiento:

- ¿Sí? Pues la verdad es que vamos cortos de personal y ante un ofrecimiento como el vuestro no podemos rechazarlo, gracias a los dioses que habéis acudido a mi. ¡La situación con las hormigas en la refinería es terrible! Hemos perdido miles de kilos de azúcar en una hora, y dudo que seamos capaces de hacerlas retroceder, si aparecen más, perderemos toda la fábrica. Auqnue tengo una idea, mi ama de llaves ha creado una loción que repele a los insectos, y apuesto lo que sea que si "alguien" consigue llevar la cantidad suficiente a los túneles de las hormigas, podría mantenerlas alejadas el tiempo suficiente para bloquearlos. SI estáis interesados y decís que necesitáis suministros de comida, os prometo un importante descuento a cambio de vuestros servicios una vez podamos volver a abrir. ¿Qué dicen?

 Ante la respuesta de la mujer, la joven queda levemente sorprendida, se hubiera imaginado cualquier otra cosa, como un robo, desperfectos por algún contrincante, el asalto a una caravana... ¿pero hormigas? En cualquier caso la muchacha reacción pronta a su cuartada como aventurera interesada en el descuento.

- Bueno, la verdad es que un descuento nos irá bien, ya que tenemos en mente una gran cantidad de provisiones... y si bien unas hormigas no son lo que tenía en mente, tampoco representan un gran peligro, supongo.

 Mirando al resto un momento, esperando alguna negativa, comentó.

- Por mí está bien el trato.

Vlado miró a la bella sacerdotisa y con una sonrisa en los labios asintió con su cabeza. Cuando miraba a la muchacha era incapaz de articular palabra...

A pesar de todo, no llegaba a comprender como unas simples hormigas habían provocado tal desaguisado. Parecía un trabajo demasiado fácil, colocar un repelente y acabar con unas cuantas hormigas... ¿Dónde estaba el problema?

Algo le decía que pronto lo averiguaría.

La última vez que me hicieron "limpiar" unas "simples ratas", unas "simples arañas" o unas "simples algo", necesité una semana de descanso para recuperarme de las heridas...Yo a lo mío, sigo sin decir ni pío y voy echando miradas de vez en cuando para ver si nos siguen.

De acuerdo. Necesitaremos muchas provisiones para llegar hasta las ruinas de Kembe. Dice el explorador asintiendo con la cabeza.
Me parece bien. Danos esa locion y la llevaremos hasta los tuneles creados por esas alimañas.
Este...una pregunta? De que tamaño son las hormiguitas?
Quizas nos venga bien una "p...locion" anti venenos también...

Novaria os entrega un frasco con la poción que ha creado su ama de llaves:

- ¿Pues como van a ser?, ¡gigantes!, ¿no pensarán ustedes que hablamos de hormigas diminutas? que un niño puede matar con su dedo meñique!! ¿No son ustedes de aquí, verdad?

Maravilloso y Khyron dando el cante...tendré que ir con más cuidado y seguir sin decir ni pío, creo que el silencio será el mejor aliado...

 La joven sacerdotisa de Sarenrae simplemente esboza la mejor de sus sonrisas, haciendo florecer dos holluelos en sus mejillas.

 - No, no somos de aquí. Pero tenemos nuestra palabra, y nuestra sed de aventuras.

 Mirando hacia los alrededores, apunta.

 - ¿Por dónde dice que estan las hormigas esas?

Como era habitual el brujo parecía distraído mirando alrededor pero escuchaba sin perder palabra la conversación.

Hormigas gigantes. Interesante. Y más aún como lo dice esta mujer, como si fuese la cosa más natural del mundo. Tengo curiosidad por ver cómo de gigantes son estos animales...

Meditaba mientras recordaba lo que había aprendido a lo largo de los años sobre estos insectos, sobre sus hábitos, su forma de socializarse, lo que las atrae y, por supuesto, sus debilidades.

Sabes bastante sobre esas criaturas. Sabes que como las diminutas hay varios tipos: trabajadoras, soldado, zángano y la reina. En este orden de peligrosidad. Aunque se les llama gigante no son tan grandes como otras criaturas, tienen el tamaño de un caballo pequeño o un poni.

Son muy veloces, aunque no rápidas (es decir no esquivan pero si se mueven mucho) y duras (dote dureza), muy buenas escaladoras. No suelen verse afectadas por conjuros que afecten a la mente pues forman parte de una colonia. Las trabajadoras sólo muerden, pero las soldado también tienen un aguijón con veneno que suele afectar a la fuerza de sus blancos, de potencia media y apresan a sus enemigos tras morderles en sus pinzas de la boca. Los zángano son parecidos pero pueden volar también tienen aguijón con veneno y apresan a sus enemigos. Pero las más terribles son las reinas, son enemigos formidables, muy duros, muy potentes y también veneno, lentas debido a su descomunal tamaño, estas són gigantes de verdad, y muy diferentes a las hormigas en si.

No se conoce ninguna debilidad ni virtud especial más de ellas.