Partida Rol por web

La joven pelirroja, viendo que a Lirianne se le habían esfumado las ganas irrefrenables de ir a por las hormigas, y de que tenían la posibilidad de saber algo del mestizo aquí mismo, la joven asintió ante la observación del brujo.

-No tengo inconveniente alguno. Vayamos un momento a ver que descubrimos.

La apreciación del brujo le parecía correcta y en cierto modo lógica. No era nada conveniente ir paseándose por aquel lugar tan peligroso, donde podían ser foco de miradas indiscretas. Cuando Ailush respondió a Mensifo, Vlado asintió con su cabeza, el también estaba de acuerdo.

- Pues entonces vayamos ya...- susurrando intentando mostrar la nueva dirección. Algo le decía que no debían pasar mucho tiempo allí quietos.

Tienen razon. Asiente el explorador. Vamos a esa tienda acá cerca a preguntar, y si está todo bien podemos ir a donde están las hormigas. Sera solo un momento. Asegura en voz baja, susurrando.

Una vez habéis comprado los antídotos y habéis decidido que vuestro siguiente paso es ir a visitar a Senzer Rulkep, os dirigís hacía allí. Hay gente caminando por la calle ya que es una hora temprana y no hace demasiada calor.

Miras dentro y puedes ver una tienda de alquimista como en la que has estado antes con varios clientes merodeando por la misma.

Son humanos, o eso parecen a esta distancia. No ves ningún dependiente.

El pícaro marchó junto al resto de integrantes de la compañía hasta la tienda de remedios de Senzer. Por suerte, el sol todavía no estaba en su posición más alta y el calor no era demoledor, pero sólo era cuestión de tiempo que sus abrasantes rayos fueran aumentado de intensidad.

Cuando por fin se hallaron frenta a la puerta del comercio, Vlado decidió echar un vistazo a cualquier detalle que le pudiera revelar información relevante. Se acercó con detenimiento a la puerta y la observó con cuidado, y luego oteó a su alrededor...

No hay nada extraño en la puerta, parece que se ha tratado bien a pesar del clima. Y no hay ningún rastro extraño que pueda revelarte nada inusual.

Mensifo asiente complacido ante la aprobación del grupo de lidiar ahora con el asunto del semielfo. Mira al cielo considerando la temperatura que pueda alcanzar esta ciénaga y espera tranquilamente a que sus compañeros den el primer paso de entrar en la tienda para seguirles.

Viendo al resto un poco dubitativo, la joven entra en el comercio. Saludando a los presentes.

-Buenos días y que Sarenrae os guarde.

Pacientemente tomo su lugar en la cola de los presentes para ser atendidos o aguardando a que les pregunten por el motivo de su presencia en la tienda.

Una pequeña campanilla suena cuando abrís la puerta de Tónicos Rulkep. Botellas de colores y bolsas de polvo decoran las estanterías, mientras que retorcidas raíces y grandes botellas descansan con seguridad tras un mostrador de cristal. Algunos clientes deambulan por el comercio y os miran con extrañeza ante el saludo de la clériga de Sarenrae con evidente malestar antes de continuar examinando las estanterías con extrañas intenciones una y otra vez. Un demacrado semielfo sale de trastienda hacia el mostrador, su morena piel brilla ligeramente por el sudor que lo cubre. SOnríe forzosamente tras el mostrador.

- Bienvenidos a Tónicos Rulkep, amigos, ¿Qué puedo hacer por ustedes hoy?

Los ojos del semielfo se dirigen a los otros clientes con inquietud para cambiar su expresión de calma a terror. Sin articular sonido alguno pero de forma clara, sus labios articulan una palabra: "AYUDA".

La joven detectó claramente el semblante de angustia de Senzer y asintió mudamente.

-Buenos días.- dijo con su voz cantarina.-Como tal vez han podido intuir soy sacerdotisa de Sarenrae, y me he acercado a su tienda por que he escuchado que su hijo ha caído enfermo y no han encontrado cura para la dolencia... así que he creído que estaría bien venir por si pudiera hacer algo con mis dotes.

El aspecto del semielfo era lamentable. Sin duda su macilento y demacrado aspecto era el resultado de varias noches sin dormir. Cuando vocalizó la palabra "ayuda" frente a Ailush, supo que los oidos que se hallaban en el interior de aquella tienda eran indiscretos, y que por lo tanto no estaban exentos de peligro. Casi disimulando, se apartó unos pasos de la sacerdotisa serenita, y comenzó a vigilar a los clientes que deambulaban por la tienda.

Ante cualquier movimiento sospechoso, no dudaría en actuar...
 

Los "clientes" se llevan las manos al cinturón donde parece que llevan a parte de una espada una porra cada uno de los tres. Ante la pronunciación de las palabras de Ailush sobre el hijo enfermo y recalcando que es sacerdotisa de Sarenrae uno mira la puerta sigueindo órdenes de otro que se preparan para el inminente combate.

Ante las palabras de Ailush, el semielfo baja la mirada tras encontrarse con las miradas amenazadoras de los tres "clientes" y dice:

-¿Mi hijo enfermo? No se dónde habrá escuchado eso, está perfectamente. Si sólo querían eso ya pueden marcharse...- obviamente el tono es totalmente falso, miente para salvaguardar su vida y la de su hijo.

Khyron, se mantiene al margen de la conversacion, algo fuera de la vista y agachado en cuclillas al lado de unas estanterias.
Tras vigilar a los supuestos clientes, aprovecha un momento en el cual los tres parecen acribillar con la vista al semielfo, para escabullirse en direccion a la trastienda.