Partida Rol por web

-¿Y por que no se van y me dejan tranquilo de una puta vez?. -Respondió el viejo demente a las palabras amables y razonables de Salina. - Preguntas, preguntas y más preguntas. -Masculló antes de escupir a un lado. Pero parecía que algo había despertado la curiosidad del viejo. -¿Que preguntas me quieren hacer?. -Miró a Salina con desconfianza.

-Está bien - Reprimiendo un suspiro, Salina pensó en cómo podía preguntar lo que querían saber, sin acusar al hombre de nada. Estaba claro que decirle un: "Sabemos que discutió con el banquero que ha muerto, díganos dónde estaba el día en el que murió" no estaba descartado - Estamos investigando las muertes de Robert Bale y James Elmore, y estamos reuniendo información sobre ellos. ¿Podría decirnos todo lo que sepa sobre ellos?

No muy convencida, Salina esperó la reacción del hombre.

Bueno, por algo se puede empezar...

Jonh se quedó esperando la respuesta de Hill. Y decidió no añadir, al menos de momento, ninguna pregunta. El viejo se mostraba reacio a hablar y la presión no ayuda. Así que solo se permitió un gesto con la mano, para indicar a Peter que se relajara. No era conveniente poner nervioso a alguien irascible.

El volátil carácter del hombre volvió a pasar de sosegado a nervioso cuando Salina formuló su pregunta. Estaba claro que aquel anciano no estaba muy bien de la cabeza.

-¡Yo no sé nada de las muertes!. -Les chilló alzando amenazante de nuevo la guadaña. -Ya se lo dije a la puta de la sheriff. -Ni siquiera había dejado que Salina terminara de formular la pregunta para ponerse a chillar.

Salina puso los ojos en blanco. Intentar razonar con ese hombre tenía tanto éxito como enseñar a hablar a las piedras. Se acercó hasta su jefe, Dwight, y le comentó lo que pensaba sin tapujos.

-Si realmente queremos saber si podría haber sido él, ¿por qué no intentamos buscar el arma del crimen? - Bajando la voz, agregó - No parece estar muy bien de la cabeza, así que si fuera el asesino, quizá no limpiara la sangre, ni del arma ni de su ropa. 

Peter se queda a la espera, a ver qué pasa, pensando que igual la Bestia se apacigua ante la Bella pelirroja. Enarca una ceja cuando no es así pero no inicia ninguna acción ya que es el jefe quien debe darle la órden.

-Doc y yo podemos ir a registrar, como dijimos antes- responde éste, como apoyo a la propuesta de su compañera.

Sus compañeros le instaban a que registraran el lugar para buscar pruebas, y John no podía estar más de acuerdo. Pero vivían de acuerdo a unas leyes y aquel viejo no les había dado permiso para entrar en su casa y no tenían ninguna orden. Así que contra su voluntad tuvo que dar su opinión a los otros agentes.

-Nada me gustaría más que vaciar esa casa en busca de indicios, incluso de llevárnoslo a comisaría para interrogarlo- en realidad estaba tentado de hacer de todas formas esto último. Si no lo hizo fue porque sabía que el viejo no hablaría si lo llevan a rastras y no serviría de nada- pero no podemos hacerlo. Necesitamos una orden.

No sabía si les denegarían la orden o no, había ciertos indicios para sospechar de él. Pero aún no la habían pedido. Así que se acercó a la sheriff para hablarle.

-Necesitamos que nos lleve al juzgado o donde haya un juez para pedir una orden. Debemos darnos prisa, cuanto más tiempo tardemos más tiempo le daremos al señor Hill de deshacerse de pruebas en caso de que las haya.

También se vio tentado de decirle a uno de sus colegas que permaneciera cerca del lugar para asegurarse de que el viejo no hiciera nada raro... pero no sabía como se tomaría éste la presencia policial cerca de su propiedad. Seguramente, muy mal.

Joanne comprendía al agente Dwight y asentía a sus palabras conforme este iba pronunciándose al respecto de tan escamoso asunto.

-Deberíamos llamar al juez Roberts en Joshua Tree. -Sugirió la sheriff. Era evidente que en Ashville no había ninguno y la autoridad local recaía en el sheriff del pueblo, pero había un limite en sus competencias y el sheriff no podía proclamar tal orden.

El viejo Hill seguía frente a ellos con la amenazante guadaña cruzada delante suya. Hacía oreja para enterarse de qué estaban hablando y por la cara de malas pulgas que puso a continuación debió escuchar algo que no le gustó un pelo ya que hizo bailar la guadaña de un brazo a otro, aquel apero de labranza parecía recién afilado y aunque el viejo tenía poca fuerza, un mal golpe de aquella arma podría resultar terrible.

Al viejo Hill no le gustó ni un pelo lo que Jules insinuaba sobre la guadaña.

-¿Tú que dices, negro?. -Dijo de pronto en tono despectivo.

-Dice que podría usted bajar esa hoz, no hay ninguna necesidad de que gaste energías en mantenerla en esa posición. -Salina intervino antes de que Hill siguiera soltando aquellas sandeces. Era ya lo que le faltaba, encima de estar medio loco y no tener modales, acababa de demostrar una vena racista. Evitando soltarle la reprimenda que de ser otra persona habría dicho, añadió - Y tampoco tiene usted motivos para mantener esa actitud, ¿sabe? 

Salina se mantenía con las manos bien alejadas del arma, en una posición calmada aunque algo forzosa. Sabía que de ponerse feo el asunto, podría alcanzar y desenfundar su arma mucho antes de que aquél pobre loco pudiera siquiera acercarle la guadaña. En parte gracias a haberse mantenido a una distancia prudencial durante todo aquél rato. 

-Iremos a ver al juez Roberts- respondió a la sheriff pero el viejo comenzó a amenazar con aquel objeto afilado que bien podría utilizarse como un arma.

Estaba claro que ese hombre era un peligro.

-No tenemos nada contra usted, pero amenazar con un arma a agentes del FBI es un delito. Nos iremos de aquí como ya le dije, pero si no baja eso me temo que tendremos que llevarlo a comisaría.

Quizá eso les sirviera como excusa para poder detenerlo, aunque John no sabría qué harían si se resistía.

Peter se siente realmente molesto con el viejo Hill y su reacción ante Doc aún le dan más ganas de pegarle un tiro en la pierna, para que aprenda. Le recuerda demasiado a la gente de su pueblo natal. Peter consideraba que todo eso lo había dejado atrás hacía mucho tiempo, pero está claro que tus raíces siempre te acaban alcanzando de un modo u otro. Y esta vez en forma de viejo sociópata gruñón.

-Sigo pensando que deberíamos detenerle aquí y ahora por amenaza a agentes, pero como tú digas Jefe- contesta el joven ex-militar, con voz calmada e indiferente -Aunque también podemos quedarnos algunos aquí a vigilar al carcamal mientras vosotros vais a buscar la orden. Tampoco necesitamos ir todos a hablar con el Juez...- se encoge de hombros- Seguro que nos podemos tomar un té frío como personas civilizadas mientras esperamos a que llegueis con la orden.

El viejo Hill escupió al suelo cerca de sus pies y gruñó malhumorado.

-Con orden o sin ella aquí no va entrar ni Dios. - Declaró mirando desafiante a los agentes.

La verdad es que aquel viejo estaba empezando a colmar la paciencia de los agentes, y se estaba ganando con mucho que alguno de ellos sintiera el deseo de propinarle un puñetazo o incluso pegarle un tiro. Toda la tranquilidad y calma que habían forzado para dirigirse hacía él solo había conseguido un único fruto, y era que el viejo dejara de chillarles e increparles en voz alta, ahora por lo menos lo hacía en un volumen de voz adecuado...

Pero por muchas ganas que tuvieran de golpear al viejo Hill, ellos eran agentes del FBI y no matones, y estaban tratando con un viejo senil anclado en otra época y con evidentes signos de demencia.

En vista de que la situación se estaba poniendo demasiado tensa con el viejo, la sheriff Baker decidió mediar poniendo algo de calma. 

-Señor Hill, por favor, quédese ahí un momento si usted quiere. Voy a hablar con estos agentes y vengo enseguida.- Hll dijo algo así como que los cinco deberían irse con viento fresco de su propiedad pero aceptó aguardar allí unos segundos. Tal vez no por las palabras de la sheriff sino que quería controlar que hacían esos intrusos en sus tierras, pero de todos modos allí aguardó.

Joanne les hizo un gesto para que la siguieran hasta el coche y así poder hablar en privado en voz baja. - Está claro que no va a contar más del asunto. Ni cuando vine yo sola ni ahora con ustedes. Y temo que si vienen aquí con una orden acabe pasando alguna desgracia, no creo que un papel firmado por un juez signifique mucho para este hombre. Díganme, ¿que quieren buscar en su casa?. Si el arma del crimen es la guadaña como ha dicho Jules, tal vez le podamos convencer para que nos la dé.

-Sí, yo creo que el arma que tiene el señor Hill en sus manos es el tipo de arma con la que se cometieron los asesinatos. Puede que no sea precisamente esa, como también puede que este hombre no sea el asesino. Pero si la ha afilado recientemente puede haber sido para limpiar la sangre de la hoja. -Señaló. -¿Hay indicios suficientes para requisar la guadaña, jefe?. -Le preguntó a John.

-De todos modos Sheriff Baker, si algún día muere este hombre me gustaría que me llamará para hacerle un estudio forense. Creo que es un sujeto bastante curioso...

-Pues básicamente me interesaría buscar restos de sangre o de señales de que el crimen se haya podido cometer aquí. Aparte de la guadaña para analizarla, claro. Aunque si el resto de su propiedad la ha limpiado como ha podido limpiar el arma podríamos no encontrar nada en su cobertizo.

A menos que rastrearan bien el lugar. Cosa que sin su permiso sería difícil.

-Pero podríamos empezar por la guadaña, y pedir una orden si encontramos algo.

El problema era convencerlo de que les diera el posible arma del crimen.

Peter se queda pensativo mientras escucha el intercambio de opiniones e ideas entre Doc y el Jefe. Lo cierto es que conseguir esa guadaña iba a ser complicado con Hill, un hueso duro de roer.

-Pues como no le disparemos un dardo para dormirle y le cambiamos de mientras la guadaña por unas costillas de cerdo...- bromeo por lo bajo. El joven marine empieza a creer que su jefe está siendo demasiado blando con el carcamal pero se calla al respecto.

-¿Cómo que el crimen se cometiera aquí, agente Dwight?. -Dijo la sheriff confusa. -No entiendo, ¿no sucedieron en las casas de las victimas?.

La sheriff pensó un rato acerca de como podrían conseguir la guadaña de el viejo Hill. -Puede que si le ofrecemos algo de dinero a cambio...