Partida Rol por web

Cogí el cuchillo entre mis manos y estuve jugando con el para poder acostbrarme.

Iba a devolver el ataque cuando escuché a Ginzo, inconscientemente moví el cuchillo perdiendo toda la concentración fallando en devolverla.

-¡Lo siento!- me disculpé nerviosa por haber fallado en el ataque.

Ginzo se prepara cuando ve venir la pelota. Tiene el cuchillo en su mano, junto a la cadera, y efectuando un rápido movimiento cuando esta está muy cerca e él, trata de efectuar un pinchazo, usando el movimiento de su cadera y su brazo a la vez para imprimirle mayor fuerza. Sin embargo es incapaz de alcanzar la pelota adecuadamente, golpeándola con escasa fuerza.

- ¡Shimatta! - masculla el chico, frustrado.

Eso se debe a tu orgullo. Has intentado un ataque complicado que no habías practicado con un arma a la que no estás acostumbrado... Se regaña a si mismo en su cabeza.

El muchacho te miro extrañado cuando te sentaste pegada a el, pero tampoco pareció incomodarle o molestarle siquiera, parecía estar…pues…bien.

Karma te miró ladeando la cabeza.-Eso es lo que pasa por tener demasiadas expectativas, a partir de ahora déjalas por el suelo y todo irá bien.-Comentó guiñándote un ojo.

¿Se podía ser tan escoria?, bueno…podría ser peor ^_FRAN.

El chico pelirrojo seguía ignorándome como si no fuese nada para él. Sin embargo, cada vez que era rechazada sentía más ganas de dominarle. No iba a parar hasta que le tuviese comiendo de mi mano, iba a convertirle en mi mascota.

-Vaya lástima... yo pensaba que un chico guapo como tú podría ser un buen compañero, planear como matar a ese pulpito, quedar juntos para estudiar, aprender nuevas cosas... Ya sabes, pensé que tendrías algo que enseñarme.-Dije de forma insinuante intentando que malpensara con mis palabras.

Karma soltó una pequeña risa.-Yo se estudiar solo, no te preocupes…es más, nunca estudio, básicamente porque apruebo todo.-Sonrió alegremente. Algo te decía que no mentía, a fin de cuentas el fue el primero en hacer daño a Korosensei, pero aun así…

-¿Algo que enseñarte?.-Preguntó acariciándose la barbilla.-¡Oh!, ya se…espera.-Lentamente se metió la mano en el bolsillo y sacó una foto. Una foto de un hombre con la cara hinchada y llena de golpes y una chica que parecía estar realmente apenada y aterrada.

-¿Ves?, que gente más amable…los conocí antes de llegar a la escuela, incluso sacaron sus carné de identidad para que no me olvide de sus caras o de sus nombres.-Ahora no tenías lugar a duda…era un psicópata.

Sonreí alegre, al parecer si que había acertado con él.

-Are... pareces muy alegre en la foto. ¿Se supone que eres un chico malo?-

Manteniendo la mirada en sus ojos, y haciendo que los suyos siguiesen los míos, eché mi cuerpo lentamente sobre su regazo, sin apoyarme, hasta que alcancé la manzana que estaba pelando (pelando la manzana, eh). Luego, le pegué un pequeño mordisco.

Luego, volví a incorporarme aún sonriendo.

-Eso es un juego al que pueden jugar dos.-

-Claro que salgo muy alegre, tengo una buena cara para las fotos.-Dijo alegremente.-Y si, se podría decir que soy un chico malo.-Sonrió mientras permitía que le mordieras la manzana, entonces mordió justo donde tu mordiste la manzana mordida (WOMBOCOMBOOOO)

No pareció importarle ni lo más mínimo.

-¿El juego de ser malo?.-Karma se rio mientras daba otro bocado a su manzana.-Solo respóndeme…¿has hecho daño alguna vez al pulpo?

-Los chicos, tan sencillos, ya comienza a seguirme el juego...-Comencé a regodearme, poco a poco estaba cayendo en mis redes.

-¿Yo, dañar a Pulpo-sensei?-Dije poniendo cara de niña buena y voz mona, de forma realmente irónica.

-Pero.. si soy una chica, las chicas no hacemos daño a los chicos. O solo en ciertos sitios..-

Karma te miró e hizo una mueca.-¿No?, pues que rollo…-Parecía algo desilusionado.-Si es así, entonces no te metas en medio de el pulpo y yo, esto es personal…odio a los profesores, y podré matar a uno…y encima me pagarán por ello…es maravilloso.-Dicho eso se estiró en el césped, poniendo las manos sobre la cabeza y con una sonrisa.

Definitivamente el poco interés que te tenía lo había perdido cuando abriste la boca.

-¿Hm?-Al verle de nuevo ignorarme, me sorprendí y decidí cambiar de actitud. No sabía mucho sobre él pero se resistía demasiado. ¿Tanto odio tenía contra los profesores?

Saqué unos palillos del bento y comencé a tomar arroz, dejando unos taquitos de pulpo para luego.

-Me da igual el dinero. Nunca me ha servido para nada...-Después de todo, una familia rica solo aspira a tener más riqueza y se olvida del resto...-Y tampoco me importa si ese pulpo muere o no. Al menos, es divertido.-

Probé un poco más de mi comida antes de continuar.

-¿Por qué tienes tantas ganas de matarle? ¿Acaso algún profesor te hizo algo?-

-Con mucho dinero puedes hacer bastantes cosas, todas las que quieras. Como ser un villano, tener replicas de armas, cosas así.-Sonrió.-Pero me interesa más el poder matar a un profesor.-Dijo calmadamente paladeando como sonaba esa frase.-Yo ya tengo suficiente dinero, mis padres son millonarios.  

Cuando le preguntaste que pasó, el chico te miró extrañado.-Bueno, los profesores me expulsaron de la escuela…pues les tengo algo de tirria.-Concluyó encogiéndose de hombros.

Sabías que no era toda la verdad, pero tal vez no quería hablar sobre el tema.

Me coloqué el bento sobre mis piernas y me eché un poco hacia atrás, a la altura de su cara, apoyándome con las manos en el suelo. Luego, cogí los palillos y con ellos tomé un pulpito. Ladeé la cabeza y suspiré.

-Ser rico es aburrido, tener todo es aburrido. Se por experiencia que si entras en ese mundo tienes que cumplir con lo que los demás quieren, y eso no es para na~da divertido.-Nada es de verdad en ese mundo, nada merece la pena.-

Llevé el pulpo a la boca de Karma, colocándolo en sus labios para que lo comiese. Y de paso silenciarle unos segundos.

-Y no me mientas, si te hubiesen expulsado podrías haberle prendido fuego al instituto o haber hecho que le echaran de su trabajo. Si me lo cuentas, puede que te ayude a cumplir tu objetivo...-Comenté de nuevo sonriendo.

Karma hizo una pequeña mueca y negó con la cabeza.-Nada de eso, yo tengo libertad para hacer lo que quiera, además…-Antes de que pudiera continuar, tenía un pulpo metido en la boca.-Humm…-Lentamente empezó a masticar con pausa y tranquilidad, como si no le importara mucho el estar siquiera comiendo.

Pero cuando acabaste de hablarle, el alzó su mano, tragó con tranquilidad y empezó a hablar-No miento, pero si tanto quieres saber…te contaré.-Lentamente se sentó correctamente y te miró a la cara.-Veamos…hace un tiempo, cuando estaba en la clase D con algún que otro compañero de esta clase, había un tutor allí con el que me llevaba bien. No me portaba del todo bien, pero sacaba buenas notas, así que sensei dijo que estaría a mi lado siempre que tuviera razón.-Karma relataba la historia como quien compra patatas en el mercado, con una calma y una serenidad indiscutible.

-Un dia, vi a un alumno de la clase E siendo acosado por algunos chicos de la clase A…así que decidí ayudarle, a fin de cuentas no era nada justo tres contra uno…les di bastante fuerte, o eso creo…pero aun así hice bien, protegí al inocente. Cuando sensei se enteró…bueno, el decía que estaba equivocado, que no tenía derecho a proteger a escoria proveniente de la clase E, por lo tanto me dijo que el próximo año acabaría en la clase E…por atacar a un alumno con un brillante futuro defendiendo a una basura…eso me enfadó…así que destroce la sala de profesores y acabé expulsado por ello y por pegar al de la clase A.-Karma sonrió.-Desde entonces odio a los profesores, a todos…-El muchacho cogió de tu bento un pulpo y se lo llevo a la boca.

-¿Te parece una historia bastante buena?.-Preguntó al fin ladeando la cabeza.

Como parecía que nadie se atrevía a seguir con el juego decidí seguir yo con un saque. Aunque lo intenté hacer igual que la vez anterior esta no me salió tan bien y le di en la red al intentar dar el golpe.

Hikari cogió el cuchillo con firmeza y golpeó el balón cuando le tocó. Por suerte el golpe había funcionado aunque por poco y también se alegraba de no haberse hecho daño en el intento, era obvio que era muy bruta.

-¡YAY!

Karasuma dio unas palmadas y dio fin al partido.-Buen trabajo equipo atacante, habeís aniquilado al defensor…pero por muy poco, tendréis que practicar más si quereis llegar a ser buenos o vencer al pulpo.-Dijo duramente mientras se cruzaba de brazos.-Luego al finalizar las clases os daré vuestras recompensas…seguro que estaréis ansiosos de saber que es.-Exclamó sin mostrar siquiera una sonrisa amigable…desde que llego a la escuela no sonrió ni una sola vez.

El resto de compañeros de vuestra clase que os rodeaban, aplaudieron emocionados y soltaron algunos silbidos para dar ánimos al equipo perdedor. Pero algo os llamó  la atención…y fue ver a Korosensei mirándoos desde la ventana del salón de profesores con una soga al cuello y lágrimas en los ojos.

-Ignoradle…-Bufó Karasuma .-Solo quiere dar pena y que le hagáis caso.

Tranquilamente saliste al patio acompañado de Nakamura, por lo visto el partido acababa de finalizar.-¿Por qué usas muletas?, ¿que accidente tuviste?.-Preguntó de sopetón mientras se estiraba respirando aire fresco con una sonrisa en el rostro.

Nakamura no era una mala chica…no sacaba malas notas, pero su conducta era digna de un delincuente, se juntaba con el grupo de “matones” de la clase y incordiaba o se burlaba de los demás, pero eso no evitaba que tuviera sus buenos momentos, como todo el mundo.

Cuando salí de las clases al patio me di cuenta que todo el mundo estaba celebrando algo, fijándome un poco pude ver que acababan de jugar a una especie de voleibol o algo así aunque lo habían hecho mientras yo estaba dentro así que tampoco podía hacer mucho cuando casi ni siquiera sabía que ocurría.

Entonces escuché a Nakamura preguntarme por mí ante lo que sonreí levemente -cuando tenía los diez años sufrí un accidente de tráfico, así que tampoco es nada especial la verdad- o al menos para el resto de personas sin duda yo sufrí un antes y un después, en cualquier caso me estiré un poco imitando a Nakamura para tener un poco de buen ambiente