Partida Rol por web

Martín sale del coche al ver que se acerca María y tras abrir la puerta se sienta en la parte trasera.

- Parece que solo falta Jordi, creo que lo acaba de recoger un coche ahora...Me he traído a dos equipos de los GEO. Uno de ellos protegerá el perímetro de la villa por si hay intento de fuga. Los otros entrarán con nosotros, van vestidos de paisano. ¿Cómo os fue a vosotros?

La gente del bar no sabe la matrícula del coche ni el modelo, ya que rara vez lo vieron coger el coche pero uno de ellos te indica el nombre del mesero.

ANTONIO DÍAZ SÁNCHEZ Alias "El eslavo".

Con ese alias habría que investigarlo de primeras. Al poco aparece un coche oficial para llevarte a Monforte, varios agentes se quedarán en el bar por si vuelve y otra patrulla irá a su casa a registrarla. Empieza a moverse la operación y parece que la Policía Armada y la Guardia Civil cooperarán en esta parte sin poner ningún "pero".

Bien. Seguimos la pista de los explosivos hasta el contacto local que los procuro, y este nos dio las pista de los rusos. No hay nada tan fiable como buscar quien es el vendedor de las armas. Comento con voz profesional.

Tengo ganas de terminar con este caso, me da la impresión de que es mucho más turbio de lo que aparenta. ¿y tú que tal?

Jordi teclea en su móvil tan rápido como le es posible:

ANTONIO DÍAZ SÁNCHEZ Alias "El eslavo". Sospecho que sea un topo de los ruso-polacos.

Pensó con irritación que los extranjeros habían preparado el terreno con suficiente antelación, para lo que sea que tuviesen en mente.

-Quiero otra patrulla aquí. Mandad a todo el mundo a casa y acordonad el área con cinta, como si hubiese pasado algo. ¿Entendido? Si vienen civiles en camionetas de aspecto extranjero, avisadme cuánto antes. Podéis retenerles pero están armados. No quiero muertos que no pintan velas en este entierro- ordena, temiendo que el "eslavo" fuese con el farol a los ruso-polacos y estos se dirigieran al bar.

Se monta en el coche. -Bien, paraos en el acelerador. No quiero arriesgarme a que mis colegas la caguen si no estoy cerca- dice al conductor, bastante irritado todavía, y expectante ante lo que fuese a encontrar allí.

- De papeleo en los Madriles, la cosa está movidita por allí...están cerrando la ciudad a cal y canto por miedo a un atentado. Pero me han dejado traer a mi antiguo equipo de operaciones así que estaremos bien cubiertos... - saluda a Castro que acaba de llegar con el jefe y os pregunta por Jordi - ¿Sabéis algo de Jordi? Sé que la lió con el comisario en Lugo pero nada más...

Los uniformados te hacen caso y recibes un SMS de Castro:

Estamos todos. Faltas tú.

Te montas en el coche y salís a una buena velocidad hacia Monforte. En cuestión de tres cuartos de hora largos llegáis a vuestro destino. Por instrucciones de Mayo no se puede ir con luces ni llamando la atención, suerte que es un vehículo civil y no demasiado llamativo. Están todos esperando a las afueras, puedes ver el coche de Castro con Mayo, a Martín con Isabel y otro agente que no conoces pero debe ser el que se sumó que venía de Oviedo. Cerca de vosotros sin llamar demasiado la atención hay un vehículo con hombres de semblante serio y de claro aspecto militar. Son los GEO sin lugar a dudas, la antigua unidad de Martín y la élite de la Policía Armada. Todos exmilitares miembros de cuerpos especiales, al menos la potencia de fuego la tenéis garantizada si los rusos-polacos van bien armados.

Sonrió al escuchar el comentario sobre Jordi. Si, se le subió un poco a la cabeza el poder. Una salida de tono sin importancia que solo le afecto a él. Exigió y ordeno cosas que no venían a cuento en una comisaria de provincia, puede que esas cosas funcionen así en las grandes ciudades, pero aquí en las provincias las cosas van de forma distinta. Como te digo, algo sin importancia. ¿Qué has escuchado tu? A Francisco, Jordi no le caía bien, lo consideraba una persona arrogante y poco entrenada, solo había que ver su aspecto físico. Aunque el físico no lo era todo, era un aspecto importante de la labor policial.

Mientras esperaba, Francisco alargo la mano y empezó a jugar con el seguro de la pistola, era un tic que había adquirido durante su entrenamiento en el ejercito.

Desciende del coche y suspira. Piensa para sí  "este es el final de la cacería" y, por lo que sospechaba, a este baile no iban a ir sólo ellos y los ruso-polacos. Está la potencia de fuego, están los refuerzos y por supuesto, está la carne de cañón: ellos. Suponía que los altos mandos querrían ver resultados, y si la brigada caía en acción, al menos tendrían menos presupuesto y un bonito informe que mostrar al final. Luego exequias de héroes, condecoraciones póstumas. 

Saludó a Mayo y a Castro con un movimiento de cabeza. -Situación- dice secamente, sin más. Valiente esfuerzo el no pasar la información por el analista de datos. Al menos Castro entendía la importancia y él, que no se había quedado solo, había conseguido entender lo que rodeaba a aquella inusual situación.

Lo que iba a encontrarse, no estaba seguro. Pero tenía la sensación de que tenía que ser grande y probablemente peligroso. Nada más podía justificar los descarados movimientos de los agentes extranjeros bajo las narices de todo el mundo. Y sólo Dios y a quien quiera que rezasen los eslavos, sabría cómo reaccionarían al ver que la brigada les respira en la nuca y venía para acabar con aquella corona que habían decidido ponerse encima. 

Y tras una larga espera por fin aparece Jordi, que se acerca a Castro y Mayo lacónicamente y luego ve a Isabel, Martín y Francisco que también están en las inmediaciones. 

Castro lo saluda con su habitual alegría:

- Bienvenido a la fiesta, ya pensaba que te la perdías...los GEO están listos pero aún no se ha detectado la presencia de los rusos. No creo que tarden en hacer acto de presencia, son una unidad bastante grande y suelen llamar la atención. - mira al resto y añade -  Por lo demás todos preparados, finalicemos esto y disfrutemos de las vacaciones que nos tocan...

El teléfono móvil de Mayo suena y lo veis hablar por el un par de minutos. Semblante serio pero decidido. Tras la breve charla cuelga y os hace gestos. Os reunís todos alrededor de Mayo porque parece querer dar indicaciones:

- Acaba de comunicarme que los rusos se están acercando, están en una casa rural abandonada que hay a las afueras del pueblo. Les debieron informar de que han visto al vagabundo en el pueblo, está cerca de la plaza mayor...la policía lo tiene controlado pero no lo acorralarán, ha quedado demostrado que es un peligro y es preferible no causar alarma ni empeorar la situación. He mandado que notifiquen a la benemérita que habrá una situación de peligro en el pueblo. Se usará el sistema de aviso de emergencia a través del móvil por lo que los residentes en el pueblo deberían recibir un mensaje para que vayan a sus casas o queden en los establecimientos abiertos mientras dura la situación de peligro. - hace una pausa y añade - Los GEO preferían cogerlos fuera del pueblo pero no será sencillo, así que dejaremos que entren y los cerraremos. Están cogiendo posiciones en tejados para tener tiro si la situación lo requiere pero no pueden controlar todas las calles...así que intentemos que esto termine en una plaza o una zona abierta...¿alguna pregunta o sugerencia?

Francisco asintió a las indicaciones, todo podía ser sencillo y rápido. Aunque por experiencia personal sabía que nunca las cosas eran sencillas y rápidas, siempre había alguna complicación de última hora. ¿De qué armamento disponen ellos, y que armamento estamos autorizados a usar? Supongo que al ser una zona habitada esta denegado el uso de explosivos y munición de gran calibre.

-Entonces necesitamos una carnada- dice Jordi mientras acaricia su barbilla. -¿Queremos que jueguen con nuestras reglas? Alguien debe vestirse como el vagabundo, elegimos un sector del pueblo, mandamos fotografías y dejamos que lleguen mientras apostamos hombres en puntos altos para neutralizar a los ruso-polacos- comenta con su tozudez habitual.

-A menos que queráis simplemente llenarlos de plomo. En ese caso, sed mis invitados, yo os observo desde donde no pueda estorbar- dice encogiéndose de hombros. Ser el analista tenía justamente eso. Que al momento de jugar a las armas pesadas y la artillería, más le valía quedarse en un rincón que ir de lleno a la refriega.

-Eso sí, tratad de no dejarlos irreconocibles. Necesitaré echarle un vistazo a sus equipos. O igual se muere su misión con ellos- advierte cruzando los brazos y frunciendo el ceño.

- No creo que se muera su misión con ellos, ya sabes como son los rusos...no van a mear sin un plan. Lo que temo es ese plan B. Podemos coger a la primera oleada pero la segunda podría cogernos a nosotros... - mira a Jordi sonriendo y añade - ...yo creo que de vagabundo darías el pego...con un kevlar o dos para evitar riesgos...

Mira a Martín tras su ocurrencia y sonríe aunque opta por una solución más civilizada. 

- Si alguien hace de carnaza será uno del equipo de emergencias, tienen mejor preparación pero lo primero es localizar al vagabundo y detenerlo. Castro, Jordi...coged un coche e inspeccionar el pueblo. María, Riego, haced lo mismo en otro. Id despacio y en cuanto lo localicéis indicad su situación. Martín, coordinarás al equipo de emergencias. Yo buscaré un bar para montar un centro de operaciones y coordinar a todos...vamos a cazarlos y esperemos que sin disparar ni una sola vez...si nadie tiene nada mejor, montad en los coches. El tiempo corre pero no a nuestro favor.

- Venga Jordi...yo conduzco y tú observas... - dice corriendo a coger el coche y salir a revisar la ciudad aunque antes abre el maletero y sacando un par de chalecos le tira uno a Jordi - Eso sí comprueba que tu arma está lista por si se tuercen las cosas...y ponte el chaleco...evitemos un tiro...

Francisco miro a María, apenas conocía nada de la chica, pero se había convertido a marchas forzadas en su compañera de trabajo. María condice tú, si hay que bajar y correr detrás de ese desarrapado por un pueblo lleno de rusos prefiero arriesgarme yo.  Dijo dando un toquecito a la pistola que guardaba debajo de la chaqueta. Por mi parte, podemos empezar.

-Muy gracioso- dice Jordi con una expresión seria. -Pero el tío está en los huesos, así que igual y tú quieres poner el culo antes que os quedéis sin analista de datos. Y sin inteligencia- dice de malas pulgas a Martín.

Asiente a las órdenes de Mayo y se encoge de hombros. -Si el vagabundo es quien creo que es, por mucho que tenga mi arma cargada, dudo que nos sea de utilidad- comenta agrio. -Lo mejor es no enfrentarse y llamar refuerzos. Eso va para ustedes, Riego y López. Al menos que quieran terminar como el cura- dice mientras entra al coche.

-Comencemos por las zonas boscosas alrededor del pueblo. Y luego los basureros cerca de los restaurantes. Aunque me dudo que éste sea un vagabundo como los otros. Atentos a la radio- ladra su orden y espera a que Castro se suba con él para dar inicio a la marcha.

Soy forense, no un agente de campo pero solo por joder a Jordi soy capaz de ponerme en peligro para demostrarle que puedo hacer las cosas como los demas. Me contengo y miro a Mayo antes de poner los ojos en blanco. 
-Sabes que podria estrellar el coche en una situación asi - le replico a Francisco cogiendo las llaves para ponerme al volante. Vacaciones si salgo de esto y muy largas. 

Subo al asiento, poniendo la llave en el contacto y arrancando. 

El tándem formado por Daniel y Jordi empiezan a buscar por las zonas boscosas alrededor del pueblo y en los vertederos cercanos a los restaurantes.

La otra dupla accede al interior del pueblo con calma. María conduciendo y Riego atento a lo que puedan ver.

Martín se une a los equipos de FFEE y se coloca como francotirador en una azotea mientras Mayo monta un centro de mando y empieza a realizar llamadas para que más equipos vengan a ayudar en la búsqueda. El grupo de rusos es peligroso y hay que sumarle al vagabundo que parece ser un asesino en serie.