Partida Rol por web

La sala en la que os encontrais está hecha, como todas las demás de piedra. El techo se encuentra a unos 15' del suelo y en 3 direcciones se encuentran las salidas de esta sala.

La figura humanoide embozada en una túnica oscura se adelantó tras el tedioso procesó del teleptransporte. Mientras su compañero permanecía algo desorientado, se retiró la capucha, permitiendo al otro contemplar su abominable naturaleza:

Cuatro tentáculos visocsos surgían de la boca-pico del ser, semejante a un calamar cruzado con un humano. El azotamentes saludó mentalmente a su compañero, sin usar palabras.

Saludos resonó  el eco psiónico en la cabeza de Arsubanipal Soy Xil ' A ' Tor

Tras  recuperarme un poco del teletransporte, miro a mi alrededor y contemplo la espantosa figura del que va a ser mi compañero. No puedo reprimir una mueca de repulsión al saludarle: Hola, mi nombre es Arsubanipal. Combatiremos juntos, asi que llevemonos bien. A continuación no puedo evitar pensar que vaya pareja hacemos, un humano normal y un calamar...

Deberíamos trazar algún plan de acción dijo el ilícido a su compañero. Mis puntos fuertes son mi habilidad para arrancar el cerebro a mis víctimas indefensas. Mueren al instante. Para ello debo apresarles, y si es posible, que no puedan moverse o estén algo atontadas. Para ello puedo usar mi aptitud de explosión mental, que sólo los seres de voluntad más fuerte aguantarán.

¿Qué puedes aportar tú a dicha estrategia?

Si se trata de dejarlos incapacitados, ese es mi terreno. Puedo hacer que se pasen asaltos enteros vomitando sin poder hacer nada mas que defenderse o puedo invocar tentáculos que les apresen. Amén de muchas mas formas para que sufran mientras se les escapa la vida... respondo a mi compañero mientras sonrio levemente. Puede ser que hayamos tenido suerte a la hora de aparecer en la misma sala. Parece que podemos formar un equipo bastante competente.

El illita asintió. Realmente podremos lograr sobrevivir si nos compenetramos bien. respondió ¿puedes camuflarte o hacerte invisible de algún modo? preguntó mientras jugueteaba con uno de los anillos que portaba en su mano. Si es así, creo que nuestra mejor baza sería auardar aquí ocultos hasta que algún incauto entre.

Yo puedo comunicarme contigo mentalmente, de modo que no necesitaremos hablar en voz alta para coordinarnos. pensó el azotamentes, resonando las palabras en la mente del brujo.

Ante la pregunta de mi compañero sonrio. ¿Crees que vendría a un torneo como este sin estar preparado? Le contesto. Me parece un buen plan. Esta sala es tan buena como cualquier otra para tender una emboscada. Y quizá podamos cambiar la decoración tiñendo las paredes de sangre de nuestros enemigos.

Acto seguido, utilizo pasar desapercibido y me desvanezco en el aire.

Xil asintió y se desplazó hasta el lateral de la entrada a la cueva, taanteando con su mente la del brujo, de modo que, de usar su estallido mental, su camarada no se viera afectado. A continuación, activó su anillo de invisibilidad y aguardó.

pnjotizado para ahorrar tiempo

Xil, muevete a donde está tu personaje y ya muevo yo a arsubanipal si no entra, porque no se si estais en la entrada de algun pasillo o justo al otro lado

Gralojh:esta criatura tiene el aspecto de una mujer anciana humana, pero imposiblemente alta. tiene la piel de un color azul oscuro y el cabello negro y sucio. Viste una coraza y un yelmo de grotesco aspecto, ni en sus manos ni en su cintur puedes ver arma alguna.

Noa:Ante ti puedes ver un enorme centauro. LLeva un simple chaleco, adornado por una ondeante capa y en sus manos esgrime una enorme lanza de caballería

la voz de Xil resuena en tu cabeza describiendo rapidamente a dos supuestos contrincantes que has oido entrar por el pasillo.

Gralojh:esta criatura tiene el aspecto de una mujer anciana humana, pero imposiblemente alta. tiene la piel de un color azul oscuro y el cabello negro y sucio. Viste una coraza y un yelmo de grotesco aspecto, ni en sus manos ni en su cintur puedes ver arma alguna.

Noa:Ante ti puedes ver un enorme centauro. LLeva un simple chaleco, adornado por una ondeante capa y en sus manos esgrime una enorme lanza de caballería