Partida Rol por web

Cachorros

Anthony, descarnado - Prólogo

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26/10/2014, 20:23
Guardián Ciego

Los ojos del joven escritor se abrieron perezosamente. Frente a él, una cámara sumida en las penumbras le daba la bienvenida. Lo que podía llegar a ver del piso y de dos columnas que se erguían a unos metros frente a él, le daban la impresión de estar en una antigua construcción de piedra. La sensación principal era la de estar en el húmedo y frío calabozo de un castillo medieval, acentuada por la desagradable certeza de tener el cuerpo desnudo en su mayor parte, apoyada su espalda contra una dura y fría pared rocosa, colgando de sus muñecas que sufrían la mordida de cruel acero en forma de grilletes.

Era imposible determinar los límites exactos de esa prisión, ya que las sombras se agolpaban no my lejos de él, siendo la única fuente de iluminación la mortecina luz de la luna que se colaba por algún ventanuco de reducidas dimensiones, colocado muy arriba de él pero que lamentablemente no podía localizar.

Delante, dónde la oscuridad barría las distancias, había algo, una figura. Quizá el deseo del joven de no estar completamente solo le estaba alterando la precepción.

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27/10/2014, 19:40
Anthony Anselm Wheelock

El contacto con el gélido y húmedo suelo de piedra de aquel siniestro calabozo hacía tiritar al dolorido y entumecido cuerpo del joven. Las preguntas comenzaron a agolparse en su mente: ¿dónde estaba? ¿cómo había llegado hasta allí? ¿quién le había hecho aquello?

El horror invadió a Anth cuando de pronto reparó en la neblinosa figura que se encontraba a tan sólo a unos metros de su posición.

¿Hola? —preguntó al vacío con voz queda sin tener la certeza de si alguien o algo le respondería—. ¿Hay alguien ahí?

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27/10/2014, 23:54
Guardián Ciego

La silueta se movió, agrandándose en el campo de visión de Anth, haciéndose peligrosamente real.

Un paso, otro y otro más resonaron sobre la roca, permitiendo entrever los vaivenes de una basta túnica, aparentemente negra. A una distancia de no más que una braza se detuvo, sin emitir palabra ni sonido alguno. Simplemente dejó de andar.

El filólogo buscó instintivamente un rostro, unos ojos bajo la negrura sólida bajo la capucha, pero no había nada allí que pudiese distinguir.

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29/10/2014, 10:25
Anthony Anselm Wheelock

Un escalofrío recorrió la espalda de Anth cuando la figura encapuchada se acercó hacia el lugar donde yacía, frío y desnudo, y se le quedó mirando fijamente, ignorando sus preguntas. Se le aceleró el pulso, un sudor frío empezó a manarle de la frente y una indescriptible sensación de horror comenzó a invadirle.

¿Es que acaso iba a morir? La sola idea le hacía estremecerse aterrorizado.  

El vahó se arremolinaba alrededor del joven escritor con cada exhalación nerviosa que daba. No, aquello no podía estar pasándole. No a él. ¿Qué había hecho para merecer aquello?

Se quedó contemplando a la figura encapuchada con ojos suplicantes.

Por favor —balbuceó, está vez en francés—. Por favor, ayúdeme. 

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30/10/2014, 23:54
Algo Descarnado

Las palabras del joven norteamericano se ahogaron en seco, al tiempo en que su corazón se aceleraba. Aquello había dado un paso, acercándose demasiado, dejando que la luz lo bañara. Bajo esa capucha fue revelada su presencia imposible, pero tan real y aterradora que Anthony no pudo más que retorcerse intentando huir, balbuceando sin poder emitir sonidos coherentes.

Lo que allí se ocultaba poseia solamente escasos girones de carne seca, como si las aves carroñeras se hubiesen dado un festín en lo que alguna vez fue un cuerpo putrefacto y ahora era un silencioso carcelero.

Sin detenerse un momento, su brazo se estiró, mientras la desesperación de Anth crecía y pareció dirigirse a su cara, pero en lugar de ello, un dedo descarnado se apoyó en su hombro derecho.

El contacto no era frío y asqueroso.

Quemaba.

Cual hierro al rojo vivo.

Los balbuceos se transformaron en un agudo grito de dolor.

Notas de juego

-Fin del Prólogo-