Partida Rol por web

Cachorros

En el hospital militar du Val du Grace

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01/12/2014, 23:27
Charles "Brick" Conroy

Brick miró con desagrado el corredor por el cual había desaparecido el oficial Xavier. —Mascachinches...—masculló más como una reflexión que como un verdadero insulto. Buscó un catre en el que sentarse. Las palabras de ese larguirucho almidonando le habían hundido más que cualquier golpe recibido a lo largo de su vida. Había hablado de fusilarles. No temía a la muerte. No se podía temer a aquella con la que dabanzabas cada noche bajo el fuego enemigo. Morir con deshonor era otra cosa bastante diferente. No era miedo, sino un malestar, una inquietud del alma. Brick no podía permitir que el nombre de su familia se vieran ensuciado, así como el de su país. Volvió a ponerse en pie. Pensar era apropiado para los tipos listos. De seguir reflexionando se volvería loco. Necesitaba algo de acción. Por desgracia su corpachón estaba hecho polvo como el de cualquier otro de sus compañeros. —Gracias por la ayuda enfermera—dijo muy serio —.Ha hecho más por nuestra salud echando a ese hombre de lo que hubiera logrado una semana entera de descanso. Rob se había despertado. —Bienvenido de entre los muertos, amigo—saludó, aunque Rob no parecía estar para bromas. Escuchó como el recién despertado lanzaba un interrogante a la enfermera. Ojalá ella pudiera arrojar algo de luz sobre aquel turbio asunto. Ah, pero él no podía quedarse parado, varado igual que una ballena que hubiera quedado atascada en la inclemente arena de la playa. No podía quedarse simplemente allí para ver que sucedía. —¿Tú que dices Anthony? Eres un chico listo ¿De qué va esto? Quizás pedía demasiado. El chico era listo pero estaba tan perdido como los demás. Faltaba información. ¿Por qué les habían hecho perder la conciencia sino era para acabar con ellos? En la guerra de trincheras no existía la piedad. El mismo hombre al que perdonabas la vida hoy podía ser tu verdugo mañana. No existía la caballerosidad, únicamente había superviviencia. Entonces ¿A que sentido atendía el caso en el que estaban envueltos? Quizás había que buscar en el origen de todo para desentrañar todo el misterio. —Creo que nos drogaron Doc. No escuché ningún mortero ni ninguna granada de gas pero tuvo que ser alguna clase de droga. Porque...porque la noche en la que perdí el conocimiento deliré. Ahora estoy seguro de ello. Estaba en la trinchera, el enemigo atacó. Las balas zumbaron. Disparamos. Una y otra vez. Debí de disparar al mismo individuo más de siete veces. No fallé. Estaba oscuro, pero era una noche con luna... una luna blanca y viciada. No caía, el enemigo no caía. Y el que lo hacía, volvía a levantarse. Si, entonces debía de estar ya bajo los efectos de ese gas. ¿Qué otra cosa puede ser si no? Más preguntas, a un compañero, a otro, tratando de buscar el plomo que equilibrase su precaria embarcación mental. De repente se sintió más cansado que nunca. Ni siquiera su fornido vigor le ayudó a mantener el ánimo. —No voy a dejar que me fusilen. No sé que pensaís vosotros, muchachos, pero si van a acusarnos de deserción y a fusilarnos por ello...prefiero desertar de verdad, ir a Reims y limpiar nuestro nombre.

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03/12/2014, 12:28
Anthony Anselm Wheelock

¿Fusilamiento? Vaya, este tipo no se anda por las ramas, se dijo Anth amargado. Entonces, después de sus amargas palabras –que esperaba de todo corazón que fuesen una amenaza vacía—, el teniente se marchó por la puerta obsequiándoles con una última mirada de desprecio.

Qué tipo tan agradable, pensó mientras éste abandonaba la sala. Ahora era cuando se le ocurrían las réplicas ingeniosas a sus hostiles palabras. Pero la vida real no era una buena novela: aquí las los diálogos ingeniosos y las respuestas eran sustituidos por silencios incómodos y rostros de perplejidad. Rostros bastante lastimeros, por cierto. 

Ciertamente eran un grupo penoso; convaleciente para ser más precisos. Estaba claro que si aquel tenientucho quería jugársela, no tendría muchas dificultades dado su escaso margen de maniobra. Ni tampoco tendría mucho mérito, dicho sea de paso.

Oh, Brick —le dijo a su compañero de armas al tiempo que se incorporaba sobre la cama—, el fusilamiento, por muy atractiva que sea la idea —bromeó pomposo—, no está entre mis planes inmediatos.

Anth se quitó el cabello de la frente, tratando en vano de adecentárselo. Necesito un buen corte de pelo. Y un afeitado, parezco un maldito pordiosero.

Parece que el Teniente está dispuesto a llegar hasta el final de todo esto —continuó—. Y me refiero desgraciadamente a nuestro final. Es muy posible que esté recibiendo presiones desde arriba para aclarar lo sucedido. Y dado que ni nosotros mismos tenemos idea de lo qué pasó realmente parece que prefiere optar por la vía rápida y eliminar el problema de raíz. Quizás podríamos recurrir a su superior y tratar de persuadirle de algún modo de que decimos la verdad. Aunque estoy seguro de que esto sería mucho más fácil si pudiésemos construir una verdad algo más verosímil que un mes en coma y unas horribles pesadillas.  

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10/12/2014, 00:10
Francis "Keeper" Campos

—No voy a dejar que me fusilen. No sé que pensaís vosotros, muchachos, pero si van a acusarnos de deserción y a fusilarnos por ello...

 -Está claro que antes de cualquier fusilamiento debe hacerse un consejo de guerra- Respondió Keeper cabizbajo desde su cama. -Dadas las extrañas circunstancias, compañeros, una investigación preliminar es obligatoria antes de cualquier consejo- Lo comentó haciendo una mueca que era quizá una sonrisa.

-Si no investigamos nosotros, nadie lo hará, el teniente se asegurará de que sea así- Terminó de hablar de manera forzada, parecía que aún necesitaba bastante descanso.

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10/12/2014, 00:18
Maurice Orelav

-Parece que las cosas no están tan mal- Agregó el polaco volviendo a un pálido reflejo de su habitual jovialidad, acentuando en la palabra "tan". -Al menos el desagradable teniente no ha aplastado nuestros espíritus-

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10/12/2014, 00:51
Charles "Brick" Conroy

—Yo no me acuerdo de nada—respondió a Anthony. — Tú mismo lo has dicho. ¿Cómo vamos a acudir a un oficial superior con las manos vacías?—Le dio vueltas a aquella idea hasta marearla dentro de su cabeza.— Hace tiempo, cuando era un crío, recuerdo que asistí a una feria de fenómemos, un espectáculo ambulante en mi querida Utah. Era una especie de feria ambulante, con espectáculos de extraña índole. Era muy pequeño, algunos de los espectáculos me aterraban. Vean al increíble hombre pez, rezaba el cartel —rió con humor agrio —.Entre los fenómenos había uno que era capaz de hipnotizar a gente del público. Mi padre dijo que eran todos cómplices, parte del teatro. —Barruntó, pensativo. —. ¿Podría funcionar? Hipnosis. Dejó la idea en el aire. Sus compañeros no habían perdido los redaños, tampoco el humor ni el empuje. —Creo que hoy no vamos a ir a ninguna parte. Ni mañana tampoco. En nuestro estado no podríamos tumbar ni a mi abuela. Regresó a su catre para tumbarse. No abandonaba la conversación pero había decidido que necesitía estar en buena forma física si iban a tomar aquel toro por los cuernos. —Enfermera, ¿Cuánto tiempo tendremos que permanecer en el hospital?

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10/12/2014, 03:26
Virginia Floret

Calmense, calmense todos. A ver, cada uno vaya a su lugar por favor, voy a traerles una taza de té. Diganme quién quiere una taza de té, me iré un minuto a la cocina a buscarles algo de beber y a la vuelta hablaremos todos. Sé que no recuerdan nada, pero una solución hay que hallarle a todo esto.

Una taza de té, pensé, siempre es buena para calmar los ánimos exaltados y hasta las penas. Me fui directo a la cocina a buscar ayuda, a buscar té y a preguntarle a la doctora si algo se podía hacer para ayudar a estos pobres desgraciados. Algo, algo más fuera de todos los análisis que ya les habían realizado. Escuché a uno hablar de hipnosis, sería algo tan descabellado?

Creo que yo también necesitaba una taza de té...

 

 

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10/12/2014, 03:40
Virginia Floret
Sólo para el director

Ni bien entré a la cocina me encontré con varias de las enfermeras pero la doctora no estaba. Chicas, necesito unas cuantas tazas de té, después de la visita de aquel desagradable teniente los ánimos de los soldados han quedado por el piso. Ustedes creen que se nos permite hablar con ellos de manera directa sobre lo que recuerdan? Necesitan ayuda.

 

 

Notas de juego

¿Es posible realizar hipnosis en el ámbito del hospital y en el contexto en el que nos encontramos?

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11/12/2014, 22:18
Anthony Anselm Wheelock

Anthony sonrió animado ante el comentario de la enfermera

Excelente idea, querida —dijo con la confianza, quizás excesiva, de alguien acostumbrado a dar órdenes al servicio—. Si no te importaría me gustaría un te afrutado con dos cucharaditas de azúcar. Y si pudieras añadirme una rodaja de limón, te estaría eternamente agradecido, que mi garganta me está matando.

Se volvió entonces hacia el hombretón.

Completamente de acuerdo, amigo mío —Anth solía abusar de estas fórmulas coloquiales para dirigirse a la tropa, incluso cuando no existía relación de amistad alguna entre él y su interlocutor—. Lo mejor será que descansemos, a ver si consultándolo con la almohada se nos ocurre alguna explicación plausible que darle al teniente. O algún curso de acción a seguir para averiguar lo que realmente pasó.

Aunque la verdad no tenía ninguna relevancia. Al menos no a corto plazo, donde imperaba encontrar –o inventarse- una historia que aplacara la sed de sangre y el ansia de poder del teniente Xabiar. Lo que Anth no tenía tan claro era que el resto de la compañía estuviese dispuesta a engañar al oficial. Al fin y al cabo mentir al teniente también podría considerarse traición. 

Las drogas podían ser una excelente historia alternativa, se dijo. Y quién sabe, puede que incluso eso sea lo que ocurrió realmente. 

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14/12/2014, 23:04
Guardián Ciego

Tras alcanzarle un vaso de agua a Rob, la enfermera Floret se retira a encargarse de la prometida infusión. Mientras va saliendo de la sala, el cuerpo de salud habitual vuelve a ingresar a encargarse del cuidado de los veintiún soldados. Algunas de ellas portan rostros de obvia preocupación, sin embargo no dejan de ejercer su trabajo de la forma esperada.

Notas de juego

Como pueden apreciar, la enfermera Floret ha salido de sus destinatarios por ahora.

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14/12/2014, 23:10
Alexander Bruce

El filólogo entrado en años había permanecido en cama desde el momento en que despertase, su estado de salud parecía delicado, así como su cuidado bigote estaba ahora algo descuidado, desluciendo su habitualmente pulcra apariencia.

El señor Bruce permaneció pensativo tras la partida de la policía militar, ensimismado, aunque en verdad estaba intentando absorver todo lo que se decía para poder entender los hechos: hilvanar los relatos de alguna forma coherente.

Tosió varias veces, de manera ruidosa. La enfermera Whitman le acercó un poco de agua y le facilitó aclarar su garganta.

-Señores, si me permiten deciros algo...- su mirada de posó en el enorme Brick -Mis últimos recuerdos son imágenes deformadas de mi niñez.- coronó la frase con un gesto de asco, como si hubiese probado algo extremadamente agrio. Varios rostros que se encontraban cerca se voltearon a mirarlo -Lo que quiero decir es que he sufrido una horrible y muy lúcida pesadilla.- agregó con esa forma de profesor universitario que lo caracterizaba.

-Varios de los relatos que he oído me parecen tener el mismo origen. No solo por su extrañeza, sino tambien porque todos difieren radicalmente entre sí. Por ejemplo, el relato del doctor tiene que ver con un avance sobre la trinchera enemiga, el del señor Conroy con un avance enemigo sobre nuestras trincheras. Personalmente no poseo recuerdos ni de lo uno ni de lo otro.-
-si piden mi opinión, diría que lo que nos borró la memoria también nos provocó sueños horribles y muy realistas. -

Concluyó de manera taxativa y volvió a recostarse.
 

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14/12/2014, 23:24
Rose Bolton

Rose se encontraba todavía en la cocina, un poco más calmada ya.

Chicas, necesito unas cuantas tazas de té, después de la visita de aquel desagradable teniente los ánimos de los soldados han quedado por el piso. Ustedes creen que se nos permite hablar con ellos de manera directa sobre lo que recuerdan? Necesitan ayuda.

La joven norteamericana se acercó a la recién llegada -Si, yo te puedo ayudar con eso, ¿algún té en especial?- preguntó intentando poner buena cara, pero su rostro mostraba claros signos de que había estado llorando. -Si podemos hablar con ellos, claro, ¿por qué no? si es para ayudarlos, más razón aún-

Notas de juego

El Dr White es el jefe del departamento de Psiquiatría del hospital, quizá el podría orientarte mejor. Sin embargo, jamás has oído hablar del proceso de hipnosis como algo aplicado en el ámbito del hospital.

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14/12/2014, 23:29
Johan Bruce

Luego de que terminara de hablar su padre, el joven Johan creyó oportuno sumar algo a lo que se venía hablando -Yo... recuerdo, estar realizando una de esas largas caminatas de exploración, envuelto en una niebla espesa que se iba devorando a todos mis compañeros...- relató mirándose las manos con una expresión de alguie que está perdido. -Luego escuché una risa, eso me hizo helarme hasta el tuétano...- Se agarró la cabeza con ambas manos y la hundió entre sus rodillas.

-La verdad es que califica bastante bien como pesadilla, sin embargo no creo que nunca olvide las horribles sensaciones-

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15/12/2014, 00:25
Robert W. Cassidy "Rob"

Rob escuchó a sus compañeros discutir sobre la amenaza del consejo de guerra. Le interesó mucho lo dicho por Keeper acerca de tendrían que ser ellos mismos los que investigaran lo que había sucedido.

Tras oir lo que Brick le comentó a Anthony se decidió a intervenir.

- Yo tampoco me acuerdo - dijo. - Bueno, tengo algunos "flashes", pero nada claro. Tendríamos que hablar con los que nos encontraron en Reims para saber en qué circunstancias lo hicieron, por si hubiera alguna pista. También saber cómo llegamos hasta allí ya que hay un buen trecho.

Cuando Alexander contó lo de sus pesadillas Rob fue asintiendo con cada palabra que escuchaba.

- Sí, eso es cierto. Yo también he tenido una pesadilla pero tampoco tenía que ver con una trinchera si no con una cueva o algo parecido. ¿Podría haber sido algún tipo de gas?

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17/12/2014, 17:44
Anthony Anselm Wheelock

Anth se recostó aparentemente tranquilo mientras el resto de sus compañeros compartían sus truculentas y particularmente inquietantes experiencias oníricas. Era curioso como jugaba el subconsciente en periodos de inconsciencia prolongados, atormentándoles con sus miedos más íntimos y sus miedos más secretos. ¿Cómo explicar si no los nuevos movimientos artísticos de vanguardia en el viejo continente si no era aludiendo a la parte inaccesible de la conciencia humana? La única alternativa es que el ser humano se había vuelto loco. Y eso, Anthony, no podía tolerarlo.

Parecía que la enfermera iba a tardar en volver, así que, aburrido, decidió unirse a la conversación de sus compañeros. Rob acababa de decir algo interesante por el modo en que lo miraba el resto de la tropa, aunque Anthony apenas había estado prestándole atención hasta que salió a colación la hipótesis de las drogas.

Eso es, amigo mío —no es que conociera demasiado al explorador, pero aún así se dirigió a él en ese tonito rimbombante que tanto le caracterizaba mientras se rascaba debajo de la barba, ahora más que incipiente. Necesito un buen afietado ya, se repitió mentalmente—. No puedo más que suscribir tu teoría, Rob. Tuvimos que ser objetivo de alguna clase de gas o de nueva droga. Una además lo suficientemente potente para hacernos caer a todos en el mismo intervalo de tiempo y despertarnos también más o menos a la vez. Por no mencionar el efecto inductor que tiene con las pesadillas. Estos boches deben de haber fabricado una nueva droga o algo y estar probándola con nosotros —Anth elevó el tono de voz—. ¡Es indignante! ¿Tú no soñaste con nada, Brick? —le preguntó al hombretón, curioso. 

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18/12/2014, 19:20
Charles "Brick" Conroy

—Yo no soñé. Era real, muy real—masculló Brick. Todas aquellas historias darían para un buen folletín de relatos de terror. Pesadillas, los peores temores de aquellos hombres o simplemente un eco desconocido de sus subconcientes dormidos. ¿Cómo había logrado fabricar el enemigo un arma tan devastadora, capaz de afectarles a un nivel tan íntimo. —Recibimos un ataque. Todos nosotros. Eso no fue un sueño. El enemigo avanzó hacia la trinchera. Pero no caía. Se negaba a morir. Por muchas balas que recibía, los soldados no caían. Y entonces...entonces nada...—se pasó la mano por el rostro.—No estaba dormido. No fue una pesadilla, tampoco una alucinación. Fue real. Desperté aquí...lo último que recuerdo es al enemigo tomando nuestra posición, y nada más. Abría y cerraba las manos, en el hospital había un sinfin de medicamentos pero ninguno lograría apaciguar la llama inquieta que le quemaba por dentro. Necesitaba golpear algo. — ¿Y si realmente huímos? ¿Y si realmente nos afectó una droga y perdimos la noción de todo, huyendo del campo de batalla? ¿Y si somos unos desertores?—Dejó las preguntas en el aire mientras apretaba los dientes en una mueca feroz—. Podemos pasarnos hablando horas y horas, pero solo podemos suponer. No tenemos nada sólido. Voy a ir a Reims a descubrir que nos sucedió, no me importa lo que diga el sargento Xavier. Nos hayan hecho los que nos hayan hecho, alguien va a pagar por ello.

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18/12/2014, 21:36
Virginia Floret
Sólo para el director

Gracias Rose, con un té, sea el que sea mientras esté caliente les será de alivio. Si estas tazas ya están listas vamos a la sala y nos sentemos ahí, mediante la taza de té podemos comenzar a hablar, o a escuchar, te parece a ti? 

En el momento me dispongo a colocar varias tazas a llenar en la bandeja y miro con insistencia a la pava con el agua haciendo punto de ebullición. Insistencia e impaciencia, a algo certero nos tiene que llevar todo esto. 

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21/12/2014, 21:30
Rose Bolton

Con tranquilidad, Rose se encargó junto a Virginia de tener preparadas esas tazas de té. Juntas colocaron en el carrito los utensilios necesarios, las dos enormes y humeantes jarras y en azúcar.

-Creo que estamos listas- comentó la jovencita mientras comenzaba a empujar la deliciosa carga hacia la sala de internación. -Ha sido una buena idea, amiga.- agregó con una sonrisa tímida -Creo que Johan se pondrá mucho mejor si se relaja y no me ve llorar, ya por demasiadas cosas ha pasado el pobre.-

Lentamente condujeron el carrito por el pasillo hacia su destino.

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21/12/2014, 21:36
Marjorie Joan Holgate

Mientras varios soldados hablaban, la doctora entró a la sala y se puso a coordinar a algunas de las enfermeras. Parecía sobre todo atareada, sin embargo su rostro mostraba un cierto alivio compartido por la partida de la policía militar.
Luego de revisar con detalle los diferentes signos vitales del soldado Harper, se acercó a Brick.

-No he podido evitar escuchar vuestra conversación, señor Conroy- irrumpió de manera cortés, aunque algo apresurada. -Permitame contarle, si le sirve de algo, que lo primero que hicimos al recibirlos en nuestra sala fue obtener muestras de sangre- Se señaló la articulación del brazo con el dedo -Pues el doctor Villevile sospechaba que pudiesen ser todos vosotros víctimas de algún gas nuevo. Sin embargo, los resultados fueron negativos, no se halló nada extaño en vustros sistemas. Debo agregar, por si no lo sabe, que nuestras instalaciones cuentan con tecnología de punta-

-El gobierno no ha escatimado ni un dólar al equiparnos.-

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21/12/2014, 21:44
Guardián Ciego

Mientras la doctora Holgate charlaba con varios de los soldados, que discutían sobre la posibilidad de haber sido envenenados en las trincheras, las enfermeras Virginia y Rose ingresaron a la sala trayendo grandes cantidades de té caliente.

Inmediatamente comenzaron a repartirlo entre los soldados que estuviesen de ánimo para ello.

Rose se apresuró a servir varias tazas y luego se sentó junto a Johan, para comenzar a chequear su estado.

Notas de juego

Virginia vuelve a la escena.

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29/12/2014, 20:02
Virginia Floret

Buenas, tome esta taza de té que le hará bien.

No sabia si tratarle de usted o no aunque parecía ser el más joven, tomé una silla y me senté a su lado a ver si podíamos comenzar una charla. Miré también al soldado de la cama contigua y le regalé una sonrisa, algún gesto humano en aquella situación de guerra, de horror, de enfermedad y dolor. Sólo los que estábamos ahí, trabajando o recibiendo asistencia.