Partida Rol por web

Cachorros

En el hospital militar du Val du Grace

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04/01/2015, 14:28
Robert W. Cassidy "Rob"

Tras beber el primer sorbo de té Rob estalló en un fuerte ataque de tos. Por fortuna el segundo sorbo fue algo mejor y el tercero ya pudo saborearlo bien. Estaba delicioso.

Se incorporó con dificultad quedando sentado en la cama pero con mucha mejor perspectiva del resto de la habitación.

Estamos bastante jodidos.

El panorama era desolador. Se encontraban incluso peor que la última noche antes de ir al frente, cuando todos cogieron la madre de todas las cogorzas. Y eso ya era decir mucho.

- Bueno - comentó tras acabar el té y dejar la taza en la mesita de noche. - Creo que sólo nosotros vamos a poder hacer algo ya que ese teniente prefiere enterrarnos vivos por desertores a mover el culo de donde lo tenga apoyado.

Cayó en la cuenta de la presencia de las enfermeras e hizo una inclinación de cabeza a modo de disculpa.

- Perdón por mi lenguaje, señoritas - dijo disculpándose mientras miraba hacia sus compañeros. - ¿Alguna idea de qué hacer? Sigo diciendo que tendríamos que averiguar todo lo posible de las circunstancias en que nos encontraron y de nuestros últimos momentos en el frente.

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07/01/2015, 14:46
Johan Bruce

Virginia se sentó junto a Rose y Johan, aparentemente intentando iniciar una conversación con el joven soldado.

El músico tomó la taza ofrecida con ambas manos, comprobando que aún se encontraba demasiado caliente la puso a un lado sobre la mesita que se encontraba junto a la cama.

-Gracias señoritas, por todo- comentó con voz queda. -Creo que sois el único confort que tenemos ahora, pues ni siquiera los recuerdos que tenemos todos son los mismos...- finalizó mirando a la enfermera Rose Bolton a los ojos.

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10/01/2015, 18:26
Guardián Ciego

30 de Julio de 1918

Han pasado ya cinco días desde que los soldados despertasen en las mullidas camas del hospital militar parisino. Incluso entre el poco confort de saber que estaban siendo investigados por un supuesto crimen de guerra y los horribles recuerdos de los cuales sus mentes aún no podían desprenderse, sus cuerpos fueron recuperando fuerza. El grupo de laboriosas enfermeras voluntarias y la dedicada doctora Holgate se encargaron de que así sea.

La mañana comenzó nublada, sin embargo el día parecía agradable. No todos los soldados estaban completamente recuperados, muchos todavía necesitaban guardar cama y seguir estrictas recetas debido a algún mal o enfermedad derivada del aparentemente largo coma.

Sin embargo, el alta formal no había sido dado a ninguno de ellos. La doctora holgate les había prometido que en cuanto estuviesen en condiciones reales de poder moverse por su cuenta, les darían el alta que dependía por completo del jefe de piso.

Quizá éste era el día esperado.

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10/01/2015, 19:21
Guardián Ciego

Durante los pasados días, una breve llamada de Jean Pierre te hizo saber que había encontrado varios informes relacionados con el Capitán George Lombard, el nombre que le habías proporcionado. Debido a su importancia, prefirió enviarte la información por escrito en una carta.

La carta te llegó al hospital el día 29 a la noche, traida por el correo militar y marcado como "Mensaje Urgente". Los datos que ella contenía eran bastante importantes y al parecer podrían ser vitales para que los pobres soldados pudiesen desentrañar lo ocurrido.

Notas de juego

Los datos de la carta se encuentran en la escena "Libreta de Notas".

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11/01/2015, 20:20
Charles "Brick" Conroy

Cinco días. Cinco largos días en los que había sido tan vulnerable como un bebé. Odiaba sentirse así. —Una vez me subí al cuadrilátero para batirme con un hombre que no tenía nombre, sus amigos le apodaban "camioneta". Era un combate fuera del circuito legal... —explicó, no muy orgulloso—.Solo tardé dos días en recuperarme de la pelea. Siempre he tenido buena resistencia. Sea lo que sea lo que nos ha alcanzado, es duro. Pasaba los días contado historias, anécdotas, preocupándose por el estado de salud de sus compañeros, visitando a aquellos más débiles en sus camas, palmeando espaldas, dando ánimos. Para él, esos hombres eran sus hermanos, patriotas y caballeros, ingleses. Al quinto día ya poseía suficiente energía como para sentirse como un león enjaulado, paseando de un lado a otro a la espera de que el domador abriese la celda. Hoy era el día, tenía el presentimiento. O quizás sus deseos eran tan intensos que no le permitían ver la diferencia entre sus anhelos más profundos y la realidad más cruda. No obstante no era hombre que se dejase doblegar por las circunstancias. Algunos de sus compañeros tardarían semanas en reponerse del todo. Seguro que ayudaba el saber que les había ocurrido. Era su deber marchar a descubrirlo. Aquel día se puso en pie, madrugador, y llamó a la enfermera Floret. A pesar de provenir de buena familia él no posía la gracia que tenían algunos de sus compañeros al hablar con las mujeres. Él no sabía adornar las palabras. —Buenos días, enfermera Floret. Hoy me siento lleno de vida. Creo que podría tumbar un búfalo solo con mis manos —dijo sonriente, cercano. —¿Dónde están nuestros uniformes? Tendremos que ponernos otra ropa que no sea la del hospital cuando salgamos hoy de aquí.

Notas de juego

Aunque Brick no se sienta recuperado del todo va a fingir que está perfectamente para poder conseguir el alta.

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12/01/2015, 19:21
Virginia Floret

De repente veo que se me acerca este soldado, de manera un poco torpe, pero con una sonrisa preguntándome dónde estaba su uniforme. 

Pero bueno! Veo que nos sentimos con renovadas fuerzas, eso me alegra, pero no creo que debiese apresurar tanto. Deme unos minutos para que hablemos con la doctora, le parece? 

Mientras busco con la mirada a la doctora en la sala, me da un poco de nervios que ahora varios quieran desesperadamente marcharse cuando no están en condiciones aún, cuando no se sabe qué les pasó y aunque estamos alejados del epicentro, todos estamos en tiempos de guerra, por lo cual nadie sabe con certeza qué nos deparará el día siguiente, si somos afortunados en verlo. 

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13/01/2015, 16:16
Anthony Anselm Wheelock

Pasaron los días y al fin Anth tuvo la ocasión de asearse un poco y de adecentarse. Lo primero que hizo fue deshacerse de la maldita barba, que ya empezaba a parecer un indigente. Y es que los cuidados de las enfermeras, si bien eran atentos y prácticamente constantes en lo que a nutrición y salud se refería, dejaban mucho que desear en lo tocante a la estética y al estilo personal. De acuerdo, puede que muchos de sus compañeros no fueran el adaliz de la gracia y la sofisticación propia de los hombres con clase del siglo XX (de hecho la constitución y la forma de expresarse de algunos de ellos era más propia del proletariado y de gentes de los bajos fondos, pero bueno, no se podía negar que aquello era conveniente para un soldado raso), pero desde luego las enfermeras no hacían mucho por adecentarlos de acuerdo a las normas del que dictaban buen gusto y protocolo social. En fin, tampoco es que le molestase demasiado.

Porque lo que de verdad le había tenido ocupado aquellos días era su nuevo cuaderno de notas, cortesía de la encantadora enfermera Florent. Se había pasado la mayor parte del tiempo garabateando y escribiendo en ella, tratando de ordenar sus ideas y pensamientos, así como de plantear distintas hipótesis alternativas al inquietante suceso que la compañía había sufrido. 

Cuaderno de notas de Anth:

(…) son sin duda, desde mi punto de vista, tres las mejores explicaciones tentativas a las que podemos aferrarnos: (1) el desvanecimiento colectivo, la inconsciencia y las pesadillas recurrentes son fruto de una droga a la que nos hemos visto expuestos, bien mediante inhalación (¿algún gas experimental?), bien mediante ingesta directa (¿raciones saboteadas? De ser así tendríamos que barajar la hipótesis de un saboteador interno); (2) Hipnosis o autosugestión, de algún modo todos debimos de haber sido expuestos al tratamiento en un intervalo de tiempo prolongado (tiene fuerza porque podría explicar la falta de memoria, aunque me temo que esta versión carecería de verosimilitud ante un tribunal militar); (3) Argumentar un incumplimiento del deber en pos de algún bien mayor, algo lo suficientemente relevante (y me temo que también real o con indicios de haberlo podido ser) como para justificar la desaparición de una compañía entera y la caída de varios de sus miembros (con la dificultad añadida de que ya puede ser bueno el cuento que nos inventemos para poder salir con éxito del maldito brete en el que nos ha puesto el tal Xabiar).

Porque si presentamos cualquier versión en la que nos contradigamos los unos a los otros –como, por desgracia, de momento parece el caso-, a buen seguro que el tenientucho de marras consigue, como poco, acabar con nuestras carreras militares. Y lo peor de todo es que si un tribunal nos encuentra culpables, lo más probable es que no se limiten sólo a terminar con nuestras carreras, sino más bien con nuestras vidas y nuestro honor. Personalmente valoro más lo primero, pero estoy seguro que lo segundo puede granjearme varios apoyos entre la compañía a fin de conseguir una versión “maquillada” y uniforme de lo ocurrido.  

No obstante, había también otra cuestión a la que Anth le había estado dando vueltas, si bien había procurado ser algo menos explícito en sus anotaciones. Y era la pesadilla que había sufrido durante aquellos días. Aunque conscientemente sabía que sólo había sido un mal sueño, a pesar de que sabía que no debía que darle ningún crédito… la verdad es que seguía aterrorizado de aquella cosa, a falta de un término mejor. O más bien de la posibilidad de que aquella cosa fuera real. El sólo recuerdo del gélido frío invernal, la quemazón en la garganta, las rodillas despellejadas y los hombros desencajados le ponían ya de por sí los pelos de punta. Pero lo peor de todo era sin duda cuando evocaba la imagen de aquel ser: su rostro cadavérico y descarnado, con las cuencas vacías y el rictus sonriente. 

Agitó la cabeza, eliminando la imagen de su mente.

Se te ve bien hoy, Birck —el hombretón se había mostrado sorprendentemente animado y amable durante aquellos días. Se diría que estaba empezando a caerle bien, a pesar, claro, de sus orígenes humildes—. Si consigues convencer a la enfermera Florent para que te deje dar una vuelta, permíteme acompañarte a mí también. Creo que no me haría ningún mal estirar las piernas y tomar algo de aire fresco. 

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14/01/2015, 13:51
Marjorie Joan Holgate

La doctora Holgate ingresó en la sala de internaciones acompañada de varias enfermeras que harían el reemplazo de aquellas que hicieron la guardia nocturna. Junto a ella la enfermera Whitman traia el acostumbrado desayuno, que ahora para quienes se sentían ya con mejor ánimo incluia alimentos más nutritivos. Los doctores habían dado permiso para traer algunos huevos revueltos, pero no eran para todos.

Marjorie se acercó sonriente al grupito que se había concentrado cerca de la cama del soldado Conroy, que parecían estar con gran entusiasmo.

-Disfrutad del buen desayuno, me alegra verlos rebosantes de energía- Le acercó ella misma las poderosas vituallas a Brick.

-Tengo buenas noticias, los reportes de todos han sido leidos y analizados por el doctor Villevile. Hoy mismo será posible dar varias altas luego del desayuno.- Tomó una gran tetera del carrito y le sirvió una buena cantidad a Anthony.

-La lista completa y las condiciones serán confirmadas luego, por ahora les puedo decir que no recibireis uniformes militares, ya que llegaron a nuestro hospital con batas de internación. Se les proporcionarán ropas civiles nuevas.-

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15/01/2015, 16:55
Guardián Ciego

Notas de juego

No olvides la data importante que has conseguido, probablemente sea de mucha utilidad si recibes la opinión de los soldados.

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20/01/2015, 18:42
Virginia Floret

En medio del alboroto de desayunos y buenas caras, pensé que podría ser beneficioso por si algunos comenzaban a irse, me pregunto a dónde irían, a retomar sus vidas?, en fin, pensé en sugerirles a todos una reunión informal y preguntarse unos a otros cómo se sentían y quizás ver si estaban dispuestos a intentar una vez más en grupo recordar algo relevante, algo que fuese común, que coincidiera en el relato de uno y otro. 

Buenos días, veo buenas caras y buen apetito. Me alegro por ustedes. También quisiera hacerles una invitación informal a charlar un poco así me cuentan quiénes pedirán el alta y cuáles son los planes generales. Les parece? 

Mientras pensé al momento de hablar ojalá no haya cometido una imprudencia y como siempre sea reprendida por la médica u alguien superior con respecto a mi "naturaleza impulsiva". 

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20/01/2015, 18:50
Marjorie Joan Holgate

La doctora Holgate afirmó la invitación de Virginia con una sonrisa. -Excelente propuesta enfermera- comentó acercándose a ella.

-Desayunen tranquilos. Volveré con noticias en un rato.- comentó mientras la joven Rose Bolton le entregaba varias carpetas con informes y Marjorie le agradecía con un gesto.

Dicho esto se dispuso a retirarse de la sala.

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21/01/2015, 00:56
Charles "Brick" Conroy

—Si hoy no conseguimos algo más que un paseo terminaré subiéndome por las paredes—había respondido a Anthony. La enfermera Floret fue a buscar a la doctora. Era un encanto, como la mayoría de las chicas que trabajan allí. Era cierto que detrás de cada gran hombre había un gran mujer. En el ejército se cumplía la máxima de que detrás de cada gran soldado había una gran enfermera remendando sus pedazos. Pero él ya estaba remendado, estaba cansado de sonrisas, té y descanso. La enfermera Floret regresó con la doctora y el desayuno. Buenas noticias, algunos recibirían el alta hoy. No recibirían uniformes, sino ropa de civil. Quizás era lo mejor para lo que se proponían hacer. —Aunque sea disfrazado de arlequín, saldré a la calle de cualquier forma—gruñó mientras devoraba una tostada—.Doctora, acuérdese de incluirme en la lista de los aptos para el alta. ¿Quiere que le demuestre como me encuentro? Podría levantar al pequeño Anthony por encima de mi cabeza—dijo, haciendo un ademán de agarrar a su compañero—. Vale, vale, le dejo donde está. Pero acuérdese del alta. Y gracias. Un desayuno más, algo de papeleo y entonces serían libres. Libres para ser acusados como desertores, libres para caer en las garras de ese tal Xavier y ser destrozados por él. "No pienses así Brick, la verdad está de vuestra parte. Sigues siendo un campeón, no un perro que finge tirarse a la lona".Libres para buscar la verdad. La enfermera Floret, era la más activa de las enfermeras lo que a veces la metía en ciertos problemas con sus superioras, les animó a reunirse y hablar. Quizás recordasen algo. Pero él...él no, él ya había dicho todo lo que recordaba, no podía añadir nada nuevo. —Hay que ir a Reims y averiguar que nos pasó. Hay que descubrir que clase de tatuaje nos han hecho y porque. Alguien tiene que saber algo. Aunque no sé si ese oficial estirado estará esperándonos al salir de aquí...

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25/01/2015, 01:03
Robert W. Cassidy "Rob"

Rob negó con la cabeza.

- No podemos ir a Reims, Brick - dijo mientras buscaba algo decente que ponerse que no fuera el pijama del hospital. - Dudo que nos dejen salir de la base estando acusados de deserción. Pero hay otras formas de averiguar qué ha pasado. Podríamos mandar algunos telegramas allí para averiguar qué pasó.

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25/01/2015, 14:30
Charles "Brick" Conroy

— ¿Piensas averiguar lo que nos ha pasado desde la distancia? —Inquirió Brick, mirando a Rob, perplejo.
La tecnología avanzaba mucho ultimamente, podían recibir telegramas de casi cualquier parte del país en cuestión de pocos días, a veces incluso en pocas horas. Brick era más tradicional, o más bruto si esa era la palabra que debía usar, prefería el trabajo de campo, ir al lugar del problema y solucionarlo en persona. Jamás sería oficial, contemplar un mapa desde una oficina, dar órdenes sin pisar el terreno, ganar una guerra sin disparar una bala, no era su estilo.
—Ya estamos acusados de deserción, Rob. No voy a esperar a que llegue un telegrama mientras el pelotón de fusilamiento carga sus armas.
Esperó, para ver cuantos de sus compañeros eran afines a sus ideas de acción y cuales lo eran a las de Rob, más cabal y sensato. Sin duda la propuesta de su compañero eran más inteligentes pero Brick creía que no se podía interrogar a nadie via telegrama, había que ir a su casa y calentarse un poco los nudillos. Solo así se conseguían respuestas sucias a asuntos sucios.

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25/01/2015, 16:37
Robert W. Cassidy "Rob"

- Bueno - terció Rob, - ¿y qué tal si intentamos todas las gestiones que podamos desde aquí y después intentamos ir a Reims por nuestra cuenta? Dudo que nos fusilen sin un juicio y esas cosas siempre llevan tiempo.

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30/01/2015, 14:45
Johan Bruce

Ya habían pasado cinco días desde nuestro despertar, y aunque los sueños en los que me vi envueltos hasta ese momento no eran especialmente buenos, las noticias al despertar tampoco lo habían sido. Todo seguía estando borroso, recuerdos borrosos e inconexos que se entremezclaban con las pesadillas, y el tatuaje en el hombro sumado a la acusación por deserción solo empeoraban las cosas. Aun así seguíamos vivos, aunque no sabía durante cuánto tiempo duraría aquello.

Abrí los ojos descansado, mi cuerpo poco a poco se había ido recuperando del entumecimiento  derivado del tiempo en cama y las ganas de poder salir de la cama iban incrementando a cada minuto – Buenos días – saludé mientras me sentaba en la cama a aquellos que ya habían despertado, y al escuchar la conversación entre los demás no pude evitar meter la nariz – Quedarnos aquí solo hará mas agónica nuestra espera hasta que nos fusilen – comenté negando con la cabeza levemente  - es cierto que no podemos salir todos, eso nos llevaría a la muerte con mas rapidez, pero si un par de nosotros vamos a Reims pasemos desapercibidos, los otros mientras pueden intentar averiguar algo desde aquí – carraspee un par de veces, sentía la garganta seca – pero me niego a quedarme aquí sin hacer nada hasta que llegue el juicio.

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01/02/2015, 15:30
Sarah Whitman

La enfermera Whitman se acercó a ambas mujeres con un paso apresurado y un rostro que denotaba urgencia. Se detuvo de golpe pues al parecer no esperaba encontrarse con la doctora en la puerta de la enorme sala.

-Gracias al cielo las encuentro a ambas- expresó con alivio, lanzándole una mirada reprobatoria a Virginia, al parecer por algunas de sus frecuentes despariciones días atrás.

Sin más preámbulos, continuó -El doctor Villevile me ha indicado que quiere hablar con ambas en su despacho-.

Habiendo terminado de transmitir el mensaje encargado, Sarah siguió su camino hacia la cocina a continuar con sus tareas.

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01/02/2015, 15:44
Guardián Ciego

Mientras se encuentra hablando, debatiendo al posible curso de acción a tomar, una de las enfermeras más entradas en años se acerca presurosa a la puerta, entablando una rápida conversación con la doctora Holgate y la enfermera Floret, tras lo cual ambas se retiran sin mediar palabra.

Notas de juego

Ellas ya no están en la sala con ustedes.

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01/02/2015, 15:46
Alexander Scie de Villevile

Sin perder un momento, ambas voluntarias se encuentran en el despacho del jefe de piso otra vez. El doctor, con sus modales habituales, las invita a pasar y a sentarse.

Hoy su escritorio se encuentra inusualmente desordenado: hay varias cartas repartidas, cuadernillos con anotaciones, pero sobre todo se encuentran los informes e historiales de los veintiún internados cubriéndolo todo. Su máquina de escribir ha sido colocada en el piso, a un lado del mueble, eso les llama la atención.

-Doctora Holgate, enfermera Floret- saludó con una cortés inclinación de cabeza.

-He estudiado minusciosamente los informes que habeis confeccionado, los resultados de cada uno de los exámenes a vuestros pacientes- se aclaró la garganta mientras sus manos revolvían los papeles buscando uno de los cuadernillos de notas.

-Solamente a tres de los soldados serán dados hoy de alta- abrió la libreta y bajó los ojos hacia lo que alí tenía escrito con tinta oscura.

-El joven Johan Bruce, por supuesto, esa bestia llamada Charles Conroy y por último Robert Cassidy-

-La verdad es que el último fue sobre el que más dudas tuve, pero creo que le hará bien salir y caminar un poco fuera del hospital-  terminó cerrando cuidadosamente el cuaderno, volviendo a mirarlas a ambas.

-Los demás deberán todavía guardar tratamiento por un tiempo- Se aclaró la garganta y se puso de pie.

-El alta, sabreis, es un permiso de convalescencia en París por dos semanas. Éste permiso es lo mejor que puedo otorgarles- Dio un par de pasos y se volvió hacia ellas -Ya sabeis la situación debido a la investigación encabezada por el teniente Xabier, no os tengo que aclarar más al respecto. El comandante médico Joseph Beltrie, a quién ya conoceis, declaró que deben presentarse todos los días en el hospital a las nueve de la mañana ante él- Puso un rostro de amargura, resignación quizá -So pena de ser considerados desertores sin más investigación por delante.-
La última frase la terminó de golpe y de forma taxativa, como queriendo dejar el mensaje bien claro.

Ambas conocían a Beltrie, no era un hombre muy simpático, sin embargo su rasgo más sobresaliente era su paranoia. el comandante era demasiado cuidadoso con todo y parecía desconfiar de todo el mundo. Definitivamente los soldados no tendrían oportunidad de evadir estas visitas.

-Os preguntareis por qué las he llamado a ambas- comentó mirando a Virginia a los ojos.
-La verdad es que os quería proponer tomaros unos días libres, si quereis, por supuesto. Quizá, podriais acompañar a Bruce, Conroy y Cassidy. Ninguno de ellos habla francés ni conoce la capital francesa. Seguro sereis una compañía indispensable.-

El doctor hizo una breve pausa para que ambas pudiesen asimilar todo lo que les había dicho

-¿qué decís?-

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01/02/2015, 16:26
Francis "Keeper" Campos

Keeper se acomodó en su cama, tomó un largo trago de té caliente, tosió y asintió ante las palabras de Johan.

-Si vamos a salir de París, debemos saber exactamente a dónde iremos- se sonrió mientras hundía su cara nuevamente en la taza de latón.

-Por varias cosas, la primera es que Reims es muy grande y es zona de guerra todavía; no será posible andar por allí pateando puertas y haciendo preguntas-
-Sabemos todos muy bien como son los controles militares-

Lanzó a sus compañeros una mirada de complicidad.

-La segunda es que no creo que nos den un alta completa. Probablemente el comandante médico encargado de los norteamericanos del hospital nos quieran mantener cerca y controlados.-
-Es de comprender, pues la policía militar seguro lo tendrá bien vigilado-

Finalizó su té y se volvió a acomodar en la mullida cama, tosió varias veces, una de las enfermeras le alcanzó agua. Bebió y terminó -En definitiva, nos hace falta más información y debemos buscarla antes de intentar algo más osado-