Partida Rol por web

Incluso cuando la Tercera Edad estaba llegando a su fin, muchas de las historias favoritas que se contaban en las acogedoras tabernas de la Comarca, giraban en tonrno a los antiguos reyes allá en Nomburgo, muy al norte. Sólo aquellos hobbits muy interesados en la historia antigua, como algunos bolsones, recordaban que una vez hubo un rey dúnadan no muy lejos de allí, en el sur. Esta historia hacía sonreir, y es que en las planicies que se extienden entre el Brandivino y el Fontegrís solo vivien en la actualidad unos cuantos locos o desterrados. De hecho cuando los hermanos Albos, Marcho y Blando, fundaron la Comarca, allá por el 1601 T.E, el Reino de Cardolan (S. La tierra de las Rojas Colinas"), era sólo un mero nombre en los antiguos mapas. Lo único que se conservaba de los esfuerzos y deseos llevados acabo por aquellos hombres, eran las criptas infectdas de espectros que se encontraban en las Quebradas de los Túmulos, y las engañosas ruinas del Gran Puente sito en Tharbad. Incluso los más sabios habían recluido a Cardolan en viejos y olvidados tomos. Solo Tom Bombadil lo recuerda.

Esta es su historia, la de los Príncipes dúnedain que vivieron en el Reino perdido de Cardolan.

Turno 100

En la época actual, las tierras se muestran agitadas y los pueblos convulsionados por la Gran Tormenta del 1643, que ha pasado hace tan sólo unos meses. Las intrigas políticas se han detenido para centrarse en recuperar las pérdidas provocadas por una tormenta que muchos piensan tiene que ver con el señor de Angmar. Los campos y la vegetación están agitados por los fuertes vientos y lluvias que llegaron desde el norte.

Pese a todo, y bajo un clima batante saludable la mayoria del tiempo, los viajeros se dirijieron al sur por la Pista Medben. El único caballo que llevaban con ellos era el de Cuidoron, que en lugar de montarlo lo utilizaba para llevar la carga más pesada. El paso que llevaban era normal, ni lento ni rápido. Los viajeros preferian ir seguros y tranquilos que tomárselo con prisas, las cuales nunca trajeron nada bueno.

Durante el largo viaje han sido numerosos los encuentros con otros viajeros. Unos parecian diestros guerreros, otros más bien cazafortunas, con caras menos amistosas y algunos otros transportaban mercancias. Algunos se dirijian al norte pero la mayoria compartia dirección con los viajeros

Cuando pasaron cuatro dias de viaje, los transeuntes que ivan encontrando en el camino parecian ser más morenos y algo más salvajes en su forma de vestir. Sin embargo, cada vez que se cruzaban con el grupo, los nuevos hombres les sonreian y les decian palabras amistosas. Al parecer, algunos de los habitantes de Miniriath son algo más divertidos y agradables que los habitantes del pueblo donde se conocieron, aquel que olia tanto olia a pescado.

En trascurso de los dias iva haciendo mella en la rivalidad entre Cuidoron y Zhorab, que intentaban encontrar algún punto en común si es que eso fuera posible. Tanto el elfo como el enano no dejaban de sentirse raros estando en el mismo grupo. Y así transcurrieron las jornadas. Descansaban de noche acompando y haciendo guardias mientras que al alba contunaban el camino

Al llegar el alba del séptimo dia de viaje, los aventureros levantan su campamento y continuan la marcha. Ya se han acercado mucho al enigmático Eryn Born, y cada vez ven más cerca la espesura de árboles que parecen amenezarles, como si supieran que su destino está entre sus troncos. Algunos de la compañia pretenden internarse en el bosque en busca de retos y aventuras, otros tienen como objetivo de llegar a Saralainn, donde según les han dicho podrian encontrar un trabajo interesante.

En cualquier caso, a los dos horas de reanudar el camino, los miembros de la compañia divisan una colina en la lejania, sobre la que se encuentra una pequeña y humilde torre de guardia. La pista bordea la colina y continua hacia el sur. 

Turno 101

Llevamos siete días de camino y en estas dos horas de marcha tan cerca de ErynBorn 

Tengigo un poco de añoranza de mi tierra. Hecho mano insconciente de mi pipa y

Recuerdo que no me lo traje (por las prisas).

Me muero por un poco de tabaco 8 en el proximo lugar que estemos pienso  conseguir una.

A lo lejos se ve una torre y la señalo emocionado ( tal vez hay tabaco).

-Compañero mirad lo que se divisa una torre, podemos explorarla.- y doy saltitos con mis

peludos y grandes pies.

Turno 101
No pretendo mantener una actitud reservada deliberadamente, es inconsciente. No menciono palabra alguna siempre sumido en mis pensamientos cuando no tengo conversaciones con el elfo. El tiempo ha pasado y ya he compartido cientos de kilómetros con estos extraños compañeros. Observo cabizbajo al pequeño animoso hobbit. Una torre, mmm.
- Lo que sí sé es que mis pies necesitan reposar unos preciados minutos, al menos antes de continuar nuestro viaje más al sur.
Mis ojos abarcan la torre en su totalidad. Dudo que haya algo en el interior que pueda interesar a un hobbit, o a cualquiera. Un edificio tan antiguo debe haber sido explorado anteriormente y no creo que seamos los primeros en pasar por allí.
- ¿Qué espera encontrar maese Hsmson, amigo inquieto, ávido de aventuras?.

Turno 101

La mayor parte del viaje la pasa junto a Dugandar, conversando animadamente sobre ningún tema en particular, o intentando abrir un tema de conversación para todo el grupo en los tramos más silenciosos. Durante un tiempo también tanteó conversaciones con el enano, pero no sabía gran cosa sobre su raza más que rumores sobreextendidos y pronto cejó en su empeño; en cualquier caso tenía la sospecha de que el enano sabía que su ardid para hacerlo coincidir en el grupo con el elfo había sido a propósito y creía que podía guardarle rencor por ello.

Era uno de esos momentos silenciosos que Kormun detestaba cuando la aparición de la torre y el hobbit le evitaron la necesidad de pensar en una forma de romper el silencio.

- Solo parece una torre de vigilancia, no es nada impresionante. - dice alzando la mano para protegerse del sol. No era un gran oteador pero habría dicho cualquier cosa aunque ni siquiera hubiera visto la torre, sería humillante pensar que alguien que apenas levantaba unos palmos del suelo pudiera ver en la lejanía mejor que un hombre de estatura normal

- Me parece un poco pronto para descansar, pero tal vez haya alguien en la torre con noticias sobre la zona, no es tan mala idea ir a echar un vistazo.

Te he quitado la cursiva para que la uses cuando tu personaje piensa algo.

Entiendo que quieras darle un toque narrativo antiguo, pero prefiero que sea todo homogéneo ;).

También intenta tener más cuidado con las faltas dentro de lo posible.

Gracias por cambiarlo y disculpa la molestia :).

Turno 101

Después de otra larga jornada de viaje, agradezco mentalmente el breve receso ocasionado por la aparición en la lejanía de la antigua torre. Escucho atento las opiniones de mis nuevos compañeros de viaje acerca de las posibilidades de hallar algo interesante en la distante edificación y tras Kormun, expreso mi impresión.

-Podría ser interesante echar un ojo, si está deshabitada podemos ver que se divisa desde su planta superior e incluso pasar la noche. Si está habitada por gente amistosa tal vez proporcionen  alguna información útil de por aquí...bueno y si no son amistosos, bueno eso ya se verá ¿qué opináis los demás? Me vuelvo hacia los que aún permanecen silenciosos

Turno 101

Los viajeros se aproximan a la colina. El grupo lo encabezan el elfo, dugandar y el hobbit, seguidos por el mago y el enano en la retaguardia. Por el momento el elfo y el enano no se pronuncian al divisar la torre de vigilancia.

Al ir acercándose por la pista Medben, comprueban que la torre de vigilancia está sobre una colina consideráblemente alta y es fácil pensar que si hay alguien ocupándola les habrá visto llegar desde muy lejos. En cuanto a la estructura, se trata de una pequeña construcción de madera no muy alta. 

El grupo continua la marcha por el ancho sendero y al bordear la loma pueden divisar una nueva colina. La pista pasa entre las dos lomas y luego va girando hacia el suroeste, en dirección al bosque. Al seguir un poco el sendero, puede divisarse un valle que parece estar reguardado por las dos colinas. Albergadas en el valle, algunas casas de paja y madera se ven en la lejania.

El terreno a los lados de la pista está cubierto de hierba baja. El sol comienza a subir desde el este y la temperatura es agradable. Los viajeros se encuentran ahora al pie de la primera colina que divisaron pero ya han visto algo más de lo que tienen enfrente.

Turno 102

¡Qué belleza! ¡Una maravilla de la naturaleza! ¡Un regalo para la vista!
Sin duda el frondoso bosque, aunque hasta cierto punto amenazador, era una explosión de vida. Incluso será difícil para él internarse en tal espesura. El día en que Cuidoron entrara en Eryn Born estaba ya cerca.

Por eso tardó en opinar sobre la torre. No la encontraba tan excitante como sus compañeros de viaje, pero no podía ignorar su entusiasmo.
-Si es vuestro deseo explorar la pequeña torre, os acompañaré. -pero el elfo señaló delicadamente las casas próximas al camino- Aunque debéis tener en cuenta que tal construcción debe pertenecer a los habitantes de esa humilde aldea... Creo que sería educado que primero les pidamos permiso

Turno 102

Al acercarnos vemos que la torre es de madera y no es muy alta.

Giramos al suroeste en dirección al bosque y vemos un sendero y un valle en las colinas también vemos unas casas de paja y madera.

Estamos sobre la colinas y permanezco callado observando con detalle los distintos paisajes.

Conforme nos acercamos presiento posibles peligros. Voy delante con el Elfo pensando que con mis piernas cortas  tal vez este retrasando la marcha del grupo.

Empiezo a hacerme una lista mental para próximos viajes.

“Primero mi Pipa y buena comida ya que  tengo que hacer mis diversas comidas al día como buen hobbit, Luego un pequeño pony para poder viajar mas cómodo y no retrasar la marcha de los demás…. (Y así voy numerando mi lista)”

Turno 102

Observo con interés la torre de madera emplazada sobre la elevada colina, así como el grupo de casas del lugar. La sugerencia del elfo de acercarnos a hablar con los hipotéticos moradores de dichas estructuras antes de acercarnos a la torre me parece acertada. Probablemente desde esa altura, si hay algún guardián en la fortificación ya habrá divisado el nutrido grupo de viajeros que nos aproximamos. 

-Me parece bien acercarnos a las casas...esperemos que no les asusten demasiado unos viajeros como nosotros

y vuelvo a fijarme en la torre intentando percibir alguna novedad

Turno 102

La visión de las casas en la lejanía no le sorprende demasiado, seguramente no serían suficientes ni para considerarse un pueblo pequeño. Por otro lado cada vez se hacía más preguntas sobre la verdadera utilidad de una torre en ese lugar, la única conclusión a la que llegó era que o bien vigilaba el camino, o vigilaba las casas.

- Opino que deberíamos ir primero a la torre y comprobar si hay alguien. Ya nos pilla de camino, y si esta abierta y vacía nadie puede quejarse de que entremos a echar un vistazo.

Turno 102

A Zhorab no le había gustado nada la encerrona en la que le metió el ballenero el primer día de viaje. Al encontrarse al alba con el elfo, resopló y gruño cual toro bravo, pero sabía que no tenía otra alternativa, debía viajar con aquellas gentes si quería ir acompañado y sabía que debía ir acompañado. Sus amigos hacía tiempo que no daban señales de existencia alguna y eso era muy raro.

Había permanecido el último en la marcha y en silencio todo el primer día y aunque no lo parecía, se fijaba en el elfo. No parecía tener esos aires de superioridad que detestaba en su raza, ni parecía tan pedante como otros con los que había "tratado", si por trato podemos decir pequeñas transacciones de compra y venta de armas.

El segundo día pareció que el descansar le había sentado bien al enano, pues casi ni gruñía y fue capaz de soltar alguna que otra palabra. Desde entonces, su mal genio pareció ausentarse poco a poco.

Ahora, en el séptimo día de viaje, todos los prejuicios que el enano tenia hacia aquel elfo, habían desaparecido. Hablaba con él como con el resto, escasamente, pues Zhorab siempre ha sido de la opinión que es mejor escuchar y que si no se tiene nada bueno que decir, mejor callar. Y aparte tampoco es que conozca mucho mundo, encerrado como siempre ha estado en su herrería, muchos temas de conversación le superan. Eso si, si hay que hablar de metales, ascuas o cosas relaccionadas con la herrería, puede llegar a aburrir hasta a las vacas.

Zhorab aprovechó que el grupo discutía sobre la torre de vigilancia para mira alrededor y disfrutar de aquel paraje. Después de un rato apoyado en su martillo, se decidió a hablar, bufando antes como si le molestase hacerlo.

- Huuum... Opino como Dugandar. - aunque se lleve bien con el elfo, Zhorab nunca dirá que esta en acuerdo con él. - Deberíamos acercarnos a aquellas casas y quizás informarnos. Si algo o alguien está en la torre, la sorpresa nos la llevaremos nosotros.

Turno 102

Los viajeros al pie de la primera colina hacen un alto para debatir si exploran la torre de vigilancia o si por el contrario continuan su marcha en dirección a las casas. 

Todo parece tranquilo, corre una suave brisa y la temperatura es fresca. 

Pasados unos minutos, el grupo comprueba que se les acerca un hombre desde lejos. La figura viene caminando desde el valle, donde están las casas de madera y paja. Cuando está a la altura de éstos, comprueban que se trata de uno de esos viajeros que han ido encontrando los últimos dias de viaje, al ir acercándose a la región de Saralainn. El hombre va cargado con voluminosos bultos.

Al acercarse al grupo, el viajero les habla.-Vaya,  si no estoy equivocado, vosotros váis hacia mi tierra. El hombre examina al grupo mientras habla. -Algunos tienen facilidad para encontrar problemas sin buscarlos y otros van detrás de ellos. Me parece que vosotros sóis de estos últimos. Dice el saralaino con una leve sonrisa en el rostro.

Zhorab distingue movimiento en la torre. Al fijarse bien en la parte descubierta, ve un hombre con atuendo militar moverse en ella. Parece que la figura mira en dirección al grupo.

Turno 103
El dunedan se sienta junto a una roca esperando que los compañeros de viaje se decidieran. Parecía sensato informarse antes tal como el enano comentaba. Tenía curiosidad por aquella torre pero había aprendido a tener paciencia, ¡quien sabe que podía ocultar en su interior!. Quizás encontrara algo que le llamase la atención, que le fuera útil.
- Buena idea, maese Zorab - replica sin mostrar emoción alguna - Son tiempos difíciles, aunque reconozco que la curiosidad me insta a inspeccionar la torre.
Se sentó sobre una roca y esperó que el grupo se decidía. Entonces apareció aquel viajero que venía desde el valle.
- ¿Por qué decís eso? ¿Problemas? - responde sin alterar su rostro - Sólo buscamos un lugar donde estirar las piernas y descansar. Me intriga vuestras palabras ¿Nos advertís acaso de algo?¿Sabéis algo de esa torre, amable viajero?

Turno 103

         Estaba pensando en una de mis seis comidas al día, y en aquel día que en Ciudad Grande vino El Thain de la casa de los tuk iba acompañado de dos “oficiales” Tan gordos como él, me comento algo sobre una historia de unas gallinas desaparecidas, pero no se como  acabaron esa noche todos cenando en mi casa y acabando con la despensa, el Thain tenia buen apetito y parecía de sobre peso como los oficiales.

            Cuando a lo lejos veo un extraño personaje acercarse, una vez nos alcanzo nos pregunto si nosotros íbamos detrás de los problemas ¿ por qué diría eso, sin conocernos? ¿Cómo suponía ese buen hombre a donde nosotros nos dirigíamos?.

Me acerque alegremente hacía ese hombre sin saber su raza ni lengua, al parecer y por su última frase parecía que hablaba bien el Oestron.

-Buenos días buen Hombre- Le comente acercándome dando pequeños saltitos- No se lo que piensa de nosotros, por lo visto nos a mal juzgado por nuestro aspecto-hago una pausa y al poco continuo diciendo- solo nos vamos a ver esa torre de madera.- le miro desde mi baja altura y le pregunto-¿o sabe algo que nosotros no sabemos sobre esa torre?, ¿sabe si fuma alguien en pipa en ese lugar?

Turno 103

A Cuidoron le sorprendió la actitud de Kormun. ¿Acaso no había hablado con sabiduría? Repasó mentalmente sus palabras. Había expuesto correctamente sus pensamientos y el peso de sus razonamientos era indiscutible. Pero el humano se entestaba en visitar primero la torre. Quizás supiera algo de la zona, no entendía las supuestas ventajas de ir directamente a la torre*

Y entre tales pensamientos habló el enano. Cuidoron tampoco entendía a Zhorab. No sabía cuando contestaría o seguiría en un profundo silencio.
Era cierto que en los últimos días el enano se había mostrado más cortés. Su indignada posición era totalmente insostenible. Pero a veces contestaba con naturalidad y otras no decía nada, cuando las normas de decoro sugerían decir algo para demostrar que se está escuchando.

Dejó que el misterioso pero noble Saerwen y el amistoso Hamson se comunicaran con el viajero. El elfo tenía dudas sobre lo que conocía del comportamiento de las otras razas

Turno 103

Kormun había seguido en sus trece durante la discusión para pasar primero por la torre, y es que cuando tomaba una decisión podía ser tan duro de mollera como un enano. Fue en estas que se acercó el hombre desde las casas y compartió un saludo que fue respondido por Hamson y Saerwen.

Escuchó con ligero interes lo que les dijo aquél hombre, pero al oir las frases de sus compañeros dejó escapar un bufido y entró en la conversación.

- Nada de eso, debe de referirse a las revueltas que han ocurrido en Saralainn, al menos si lo que dijeron en el pueblo no eran simples rumores.

Zhorab permaneció callado mientras los demás hablaban con el viajero. Cargado de bultos, se asemejaba más un animal de carga. Le sorprendió este echo al enano. Si eran sus tierras como decía, porque iba tan cagado, pareciera que huía de ellas.

Apoyado como estaba en su martillo, escuchó lo que aquel viajero tenía que contestar a las preguntas que se le formularon sin añadir nada más, de lo contrario se podría decir que le estaban haciendo un interrogatorio algo excesivo.