Partida Rol por web

La señora observo a la pequeña Aurora, perecía una niña buena, pero no pudo evitar pensar en el tiempo que le quedaba sobre el disco. En muchas ocasiones no era justo que algunos contaran con más tiempo que otros para vivir, los malvados solían permanecer durante más tiempo sobre la superficie, será que “él” no quiere que esos hombres no molesten en “su casa”. Seguramente, una niñita así podría ser más útil en los quehaceres domésticos que un malvado ladronzuelo.

Se deshizo de aquellos pensamientos dándole un trago final a su aperitivo. Después de todo, quien era él para juzgar quien debía morir y cuando. Solo tenía que recoger sus almas y llevarlas a…

LO SIENTO PEQUEÑA, PERO TUS AMIGOS ME HICIERON SALIR APURADO DE LA FIESTA, SOLO PUDE TRAER ESTA COPA. A LOS DUEÑOS DEL CATERING NO LES GUSTA MUCHO QUE LOS INVITADOS SALGAN CON SUS UTENSILIOS DEL SALÓN, POR ALGO DE LA RENTABILIDAD ABSOLUTA Y LA AMORTIZACIÓN INDIVIDUAL DE CADA EQUIPO. EN VERDAD NO PUEDO ENTENDER QUE LES PASA.

Al llegar el cafetero con los pocillos descartables de café y un par de cara de pescado, la muerte se apresuro a engullir uno de esos deliciosos bocadillos.

MMMGH! DELICIOSO, HACÍA AÑOS QUE NO PASABA POR LA UNIVERSIDAD. DELICIOSO. – Dio una palmadita en la cabeza de Aurora – ¡GRACIAS POR INVITARME PEQUEÑA MAGA!

Link se encontraba por lanzar improperios ante los comentarios de Aurora y el proceder de la muerte, pero su atención se vio atraída por el proceder del individuo que se había convertido en su enemigo eterno.

- COMO SE ATREVE!!!!! COMO SE ATREVE!!!

gritaba una y otra vez mientras caminaba de un lado a otro, en una ocación hasta llego a colocar su dedo indice a centimetros de la cara del enano.

- Enano de galera!!! eso era CAFE!!! C A F E!!!! el mejor liquido que pueda tomar en un desayuno merienda o despues de comer.

El pobre cafetero se sentia ofendido, impotente, a punto de estallar y estallo...pero un llanto desconsolado, un llando de niño pequeño, a poco partido contra un arbol morado.

"Señores magos, el hombre que ustedes buscan ha partido en esa dirección, sin embargo..."

Por uno de esos azares que tiene el destino, Ramirus escuchó perfectamente todas y cada una de esas palabras. Sin embargo, no oyó lo que venía después del "sin embargo", así que, ni corto ni perezoso, se encaminó hacia allí.

Ocurrió que, exactamente en el tercer árbol morado, el camino se acabó y el paso se quedó bloqueado.

- ¡Ah! pues si el lavandero ha pasado por aquí, debe de haber una forma. -se dijo, tozudo.

Mientras los demás acababan de decidir lo que hacían, el anciano se dedicó a buscar cualquier resquicio por donde seguir.

_Ahhh nooooo. ¡AAAHHHH NOOOOOO!

El viejito Romitelli se estaba poniendo colorado y le salía humor de la cabeza, al parecer alguien había dicho algo que no le había gustado.

_"Solo intentaba inmovilizarlos"... "No les estaba haciendo nada malo después de todo" -Romitelli imitaba con voz nasal las frases que el de la galera les había dicho-. Ahhh noooooooo.

Romitelli mostraba lo que para algunos podía parecer una nueva danza, pero que en realidad no lo era. Los conocedores se habrían dado cuenta de que era el clásico bailoteo que hacen los boxeadores alrededor de su rival, con algunos toques de la casa. Entre vuelta y vuelta Romitelli empujó la galera de la cabeza del hombre para que se fuera al piso, en una actitud claramente provocadora. Es que estaba realmente dispuesto a trompearlo.

_¡ESE GUSANO NOS APRISIONÓ, NOS ESCUPIÓ Y AMENAZÓ CON MATARNOS! ¿¿¿COMO QUE NO ESTABA HACIENDO NADA MALO??? ¿Y además insultas el café de Link y le dices a mi nuevo pupilo Clotter "enano maldito con bonete? AHHH NOOOOOOOOOO.

Y llegó la trompi nomás. Su puñetazo no tenía la técnica de su bailoteo pero iba bien dirigido al mentón de su rival. Luego de lanzarlo, Romitelli ya se sentía descargado, su piel había vuelto al color habitual.

Sin interesarse por el resultado de la piña ni en qué estado había quedado el otro, se fue junto a Ramirus a intentar encontrar alguna manera de pasar por ese lugar.

_¿Sientes magia aquí? Si el camino ha sido bloqueado por un hechizo podríamos intentar deshacerlo.

Cuando Romitelli apareció, Ramirus estaba intentando apartar la maleza con su bastón sin ningún resultado positivo.

- ¿Bloqueado con magia, dices? -el hecho de que el mago amoroso hubiese hecho la pregunta a grito pelado a escasos centímetros de su oreja había ayudado mucho a que la entendiese.- No se me había ocurrido.

El viejo se arremangó, extendió sus brazos, entrecerró los ojos y puso cara de máxima concentración, volviéndose de cara a la barrera que impedía el paso.

- Voy a tratar de percibirla... -dijo en un susurro. 

En esos mismos instantes, comenzó a arrugar rítmicamente su gran narizota, despacio al principio, más rápido después y, como si de un sabueso se tratase, empezó a olisquear todos los matojos de su alrededor.

El señor de la galera se encogió como un cachorro asustado ante el arrebato de furia del cafetero. Trato de decir algo para defenderse, pero solo el sonido de sus piernas al temblar fue lo que se pudo oír en el bosque morado. Sin embargo eso no fue todo para el pobre desgraciado, ya que el mago que ostentaba el mismo color que el bosque en su túnica le lanzo un fuerte empujón descargando la rabia contenida por un largo tiempo. Se podría decir que desde aquel año en que su padrastro le arrebato el mordillo con sabor a frambuesa.

Producto del empujón el rodo fuera del camino dando con su cabeza en un árbol quedando, instantáneamente, dormido sobre el piso. La oruga de caramelo se precipito a su rescate quedando a sus pies como un perro guardián. Con la pequeña diferencia de que su baba era mucho más dulce y apetitosa.

Al final del camino Ramirus hurgaba entre los arbustos intentando traspasar una barrera invisible. Pero por más que lo intentara al pasar entre un montón de zarzas, una nueva y molesta pared de espinos lo hacía virar hacia un costado. Luego un enorme panal de avispas lo hacía retroceder apresuradamente sobre sus pasos. El camino se encontraba definitivamente cerrado, parecía que el bosque mismo cerrara el paso de los héroes para evitar… evitar, que querría evitar un bosque?

La pregunta comenzó a circular por la mente del mago y a punto estuvo de resolverla cuando Romitelli se acerco a él diciendo algo, muy razonable sobre la utilización de la magia. Digo muy razonable porque si un poderoso mago había bloqueado el camino de seguro lo haría con magia, todos sabemos lo perezosos que son los magos para hacer trabajos manuales.

Ahora con un objetivo más claro los dos experimentados magos observaron aquel extremo del camino con otros ojos, sabía que buscar y no tardarían mucho en encontrarlo. Tras unas manzano silvestre, justo a la vuelta de una zarzamora carnívora que no dudo en darle unos mordiscos amistosos a nuestros dos héroes, estaba... encontraron, una enorme guarda que cubría lo poco que quedaba del camino. Sin dudas aquello era lo que estaba causando el desmembramiento de la realidad que producía cambios en tan bonito bosque. Evitando que logren avanzar por él.

-Oh, que pena- respondió Aurora a la Muerte cuando ésta le dijo que no tenía más cocteles para convidar. -Por nada- respondió a lo de los pepinillos -Cuando gustes estás invitada al viernes de Canapés de Pepinillos. Sé que tu presencia allí causará sensación, pero no te preocupes, yo diré que vienes de mi parte y asunto solucionado. Lo mismo pasó la primera vez que vieron a Billy en ese estado y ya ves... hasta lo dejan seguir estudiando y todo!- mientras la chica conversaba con la señora, no perdía de vista lo que hacían los demás; sobre todo tenía bien vigilados a Romitelli y a Ramirus. Todos sabían que, dada su edad, los magos estaban medio gagá, así que no había que dejarlos solos demasiado tiempo o todo acabaría mal.

-Aguarda un momento- dijo la chica cuando vio que Ramirus intentaba atravesar infructuosamente más allá del final del camino violeta. -Estoy segura de que algo está por ocurrir... ya vengo!-

Corriendo veloz como una libre, la maga sorteó la distancia que la separaba de los ancianos y llegó justo a tiempo para escuchar lo que Romitelli decía de la magia. -Hey viejo! veo que de vez en cuando tienes buenas ideas... a ver... quién invocará al Dolhar para que nos deje pasar? Pasará pasará, pero el último quedará, jejejej.

_Niña insolente, no por nada mi nombre ya era reconocido en todo el disco cuando tú aún tomabas la mamadera.

La chica era cada vez más insoportable. Ni siquiera el hecho de que fuera carne fresca compensaba ya eso. Mejor una vez que consiguieran recuperar el sombrero se iría con Clotter a un lugar de esos que le gustaban a Romitelli para conseguirse dos gorditas pechugonas. Debía llevar por el camino de la virtud a ese Clotter-come-travas, y ese sería el primer paso.

Volviendo al tema de la guarda que tenían en frente, Romitelli achinó los ojos para ver bien de qué se trataban esos signos. Hizo un círculo juntando su pulgar e índice de cada mano y mirando con cada ojo por cada círculo intentó leer lo que decía la guarda. Si no conseguía respuestas leyendo intentaría hablar con ella. Todos en el Disco tenían un precio, incluso esa guarda.

Saqué un tabaco de marihuana orégano de mi bolso (por que sí, me quedan y no comparto) y lo encendí mientras miraba a los magos hablar y hablar y hablar y hablar y hablar y habl... ZZZ...

Sacudí mi cabeza mientras me quitaba sus voces de los pensamientos. Usar esas magias arcanas de resurrección se me hacian las mas duras; incluso mas duras que el no reirme cuando Romitelli quedó todo cacheton como nalga de bebé. Le di una aspirada al porro y luego miré al inconsciente enano - Romitelli, si sigues así yo mismo me encargaré de que seas tú la próxima comida del gusano de gomita - la verdad es que empezaba a hacer un dolor para el grupo.

Volteé a ver a Aurora y sonreí - Quien se encargará de la magia ahora? Porque no creo que el cachetón pueda hacer mucho mas que hablar con arrogancias a los demas - "Este porro no es normal, me hace hablar extraño". Cuando vi me di cuenta de que este tenía extractos de menta y papas de espalda de troll "Fuck, este no era mío..." Ya me imaginaba al profesor de Herbolaria, mi amigo Blob Farley, tirado entre los arbustos y las setas viendo mas magia de lo habitual...

Aurora, creo que deberias darme uno de esos canapés que te quedan - Necesitaba vomitar esto... aunque tal vez esto no estaría mal por un rato

Ignorando al huesudo me acerco a Romitelli esperando poder ayudarle, mientras me acerco a Aurora lo más disimuladamente posible.

Romitelli que nezezitas eh?? Zeguro que mi magia zuper poderoza va a zoluzionar cualquier inconveniente que tengazzz!!!! Aurorita de mo corazzon, no te enojez con Romitelli, ez que ezta mizion ze ezta volviendo complicada.... 

Tras darle un par de cariñosos bastonazos a la zarzamora carnívora que había hincado sus verdes dientes en las posaderas del mago, Ramirus se topó con una cenefa de bonitos dibujos que se repetían siguiendo una pauta definida. Una guarda, vamos.

- Uhmmm... por aquí no es. -reflexionó el viejo y se dio la vuelta para ponerse a buscar por otro lado cuando se topó con todo el grupo que se había agolpado en torno a suyo y a Romitelli y que miraban encantados aquella cenefa.

- Uhmmmmmmm -siguió reflexionando. Y ante la imposibilidad de atravesar la barrera humana que formaban sus compañeros detrás suyo, decidió distraerse disfrutando también de aquella preciosa muestra de ornamentación forestal.

Viendo como el cachetón empezaba a leer algo me acerqué para ver. Se notaba un poco lo ofuscado que estaba y lo entendía, esas letras o runas o grafitti eran incomprensibles para mí... Creo que debería haberme traido los lentes...

- ¡Anda! -exclamó de pronto Ramirus- ¡Si eso está escrito como aquel libro de cuentos que me leía mi abuelo...!

Pero de eso hacía mucho, mucho tiempo.