Partida Rol por web

Yo voy al calabozo como bien he dicho antes.

Para evitar suspicacias, hemos sido contratados por la guardia de la ciudad para ayudarles a dar caza a los lobos de Harad, ten los ojos y lo oidos bien abiertos y cuida bien de mi caballo y sin duda seras recompensado. Me gustaria quedarme un poco mas, pero hay asuntos que nos apremian. Gracias de antemano por tus cuidados.

Ese tipo sigue con sus tareas y al oír el nombre de Harad se le cae un cubo y alborota un poco a los caballos. He si, espero que puedan dar caza a esos villanos.

Al llegar al Calabozo pido que me dejen a solas con el Prisionero para poder interrogarlo convenientemente.

- Creo que tienes algo que me interesa. - le digo rudamente. Y siempre consigo lo que quiero.

- Ahora la pregunta es ... ¿Cuantos huesos deberé de romperte antes de que me digas donde encontrar a Harad y el resto de su chusma. - añado con una perversa sonrisa.

Realmente me iba a divertir sacándole la información.

Arqueo una ceja y me despido del herborista con la mano al salir de la tienda, si todos hacen negocios asi no se a que vienen los lobos, salgo de la tienda e intento ver a alguno de mis compañeros, caminando llego hasta la zona central del lugar, una especie de mercado.

Aqui puede haber información sobre los lobos.

Camino de un puesto a otro hablando con tenderos y clientes y comprando alguno fruta que voy comiendo por el camino preguntando si han visto algo fuera de la ciudad que les haya llamado la atención, o si saben algo sobre los lobos de harad.

La gente del mercado, es amable pero algo reservada, en cierto modo muy correctos pero no saben o no dicen saber nada, _{eso son cosas de los soldados nosotros solo queremos estar en paz.}

Reedie acompañaba a Eldacar y se puso a observar a la gente por si veía a alguien que le resultaba sospechoso

"Vaya estaba con Reedie y Eldecar". Me digo mientras acompañaba a ambos, entre ese bosque de piernas me era imposible reconocer a nadie, por suerte al tener a Eldecar abriendo camino no sufria embites de la gente.

Espero llegar pronto, antes de morir aplastado entre esta turba jaja. Tras el combate y haber recuperado fuerzas mi humor volvia a ser el de siempre, ya me estaban ganas de animar al bardo a que se soltara, pero mejor no, mejor seguir con lo que teniamos entre manos.
 

Avanzamos en medio del gentío, pues es día de mercado, y toda clase de gentes, han acudido a mostrar sus productos y tratar de hacer negocio.
La algarabía es intensa y por mi parte, examino a las personas con las que nos cruzamos, intentando hallar algún signo sospechoso.
Cuando Maese Mediano hace su comentario, replico.
Se diría que hay cierta prisa por cerrar tratos. Y no me sorprende teniendo en cuenta las circunstancias. Pero quizá tengamos suerte y demos con algún detalle esclarecedor.

Venganza poder esperar, ser más urgente dar caza a lobos Dirigiendose de nuevo a Pablo, el muchacho de los establos Soov oir que lobos extorsionar gente, ¿Saber a quien? Encarandose con Felgor le comentó Si esto no funcionar vamos a armería aún tener otro rastro que seguir.

Al llegar al Calabozo pido que me dejen a solas con el Prisionero para poder interrogarlo convenientemente.

Ves a un saco cuerpo semi-desnudo con evidentes síntomas de tortura, los soldados te advierten que si no ha hablado ya es que es mudo o quiere morir antes de hacerlo. Pero el prisionero en si habla y dice algo repetidas veces como si estuviera ido. 

^{le pillaremos si, se comerá la frontalera.}

Reedie acompañaba a Eldacar y se puso a observar a la gente por si veía a alguien que le resultaba sospechoso

realmente es todo tan normal como parece, nada te llama la atención.

Las gentes os reconocen como forasteros y dudan de si ud son lobos en cuanto entienden que no se relajan un poco y actúan algo mas normal

Y teniendo en cuenta las miradas que nos van echando algunos de los transeúntes, doy sendos codazos a mis compañeros, con cuidado de no acertarle a maese Mediano en la cara y añado con el ceño levemente fruncido y sin alzar la voz.
Y será mejor que nos relajemos un poco mientras caminamos. No me apetece mucho que digamos, levantar sospechas y que se acabe montando una turba con ganas de encerrarnos otra vez o algo así.

Están en el segundo nivel y de un comercio salen tres individuos armados, no son soldados de la guardia y en cuanto os ven giran la esquina a un callejón, están a unos 100 metros de ese callejón.

de la tienda sale un hombre con los hombros caídos y mira como se alejan, Maldita sea como sigan así habré de cerrar. ¿Y ustedes quienes son van con ellos? o perdonen les habré confundido serán los nervios.  dice el tendero disculpando se por haber gritado a su paso. 

Dwalin sale de la hostería vieja y os encuentra antes que entren en la taberna de Ragarth, justo en el momento que sus pj se encuentran a 200 metros pueden ver siete hombres desgreñados y armados, durante un par de segundos se paran mirando hacía uds y acto seguido giran la esquina y ya no los se ven.

El Oriental se olió problemas y viendo a Erethor a cierta distancia le hizo una señal con la mano para que se acercase sin perder de vista el callejón.

Cuando estuvieron los tres reunidos se dirigió primero a Felgor al que le dijo en un susurro solo audible por ellos: Tu subir techo, dominar desde ahí con arco. mientras decía esto señalaba el tejado de la casa al lado del callejón Nosotros ayudar a subir si necesitar. Después le dijo a Erethor Esperar en esquina con espada lista cuando ellos salir tu golpear, yo atraerles hasta ti. Esta vez señalo la esquina del callejón más cercana a ellos.

Una vez que el plan estuvo claro avanzó con cierta rapidez hasta la esquina anterior al callejón para ayudar al elfo a subir al tejado, aunque estaba seguro que su agilidad natural convertiría su ayuda en redundante.

Sin embargo tuvo cuidado de un par de cosas: De no llamar demasiado la atención y de comprobar que no hubiese ningún otro individuo de mala catadura vigilando.