Partida Rol por web

Deber de buen cristiano

Olor a vino y acero

Cargando editor
17/02/2011, 15:30
Juan Acuña

- Quien lo pregunta? digo sin mas, y aunque no espero respuesta, me voy levantando y poniéndome en posición decorosa.

- Bueno, como no hay mas en la celda debo ser yo, Si soy Juan Acuña, que quiere de mi vuestra merced?

Cargando editor
17/02/2011, 16:44
Director

- Saberlo.

El carcelero responde con bastante desprecio y sigue su ronda tranquilamente, llevándose la única luz que os quedaba.

El silencio sigue a la oscuridad, mientras te remueves en tu celda intranquilo. Muchas ideas corretean en tu cabeza, todo es demasiado extraño, todo demasiado preparado. Todo apunta a que debe haber algo más. Pero la noche pasa sin más, y sin saber muy bien como, acabas dormido. Es el ruido del desayuno lo que te despierta.

El mismo tipo de ayer por la noche lanza mendrugos de pan dentro de las celda. Al llegar a la tuya, vuelve a sonreírte. Te lanza dos mendrugos.

- Prepárate, tienes visita.

Cargando editor
17/02/2011, 23:39
Juan Acuña

-Enseguida estare, Vuestra merced.

no es bueno perder la compostura y hacer creer a los demas que estas nervioso, templa los nervios, come y espera a que te habran , a ver quien es, sea quien sea, no te sorprendas, y si es algun enemigo, tampoco, a toda situacion se le puede dar la vuelta, aunque no se vea nada al final del tunel como es esta.

mientras pienso eso, cojo los mendrugos, y me los como tranquilamente a pesar de todo el hambre que tengo, no puedo demostrar que lo estoy, ademas años de hambre en el frente me ha echo contener mis ansias de ello.

Cuando acabo me lebanto y me aliso mis ropas lo mejor que puedo, colocandomelas correctamente, espero a que vuelva el carcelero y me abra.

Cargando editor
18/02/2011, 09:08
Desconocido

Te fijas en que las celdas cercanas a la tuya han sido vaciadas, seguramente mientras dormías. Todo sumado vaticina algo importante, o a alguien importante, pero el hombre que se acerca por el pasillo parece de todo menos importante. Viste ropas negras y sombrero negro de ala ancha. Parece entrado en años, y las arrugas de su cara demuestran que ha visto mucho mundo. Se mueve con una elegancia poco habitual para su edad y se acerca en solitario.

Echa mano al bolsillo y abre la celda. Entra con calma y la cierra tras de si. Con absoluta tranquilidad y confianza guarda las llaves en su bolsillo, y al ver tus atentos ojos, te sonríe y se dirige a ti con un tono cordial y amable.

- No lo intentéis. Sería muy desagradable para todos.

Se queda quieto, erguido, mirándote, como si te estuviese analizando. Al poco hace un gesto y te señala el pequeño taburete que hay en un rincón de la celda.

- Sentáos, tenemos que hablar.

Cargando editor
18/02/2011, 15:34
Juan Acuña

Me siento, como me indica y le digo,

- Vuestra merced me perdone, pero ya sabéis mi nombre, y yo no se el vuestro, podríais decírmelo? es de buen caballero darse a conocer antes de una charla.

no importa su nombre, pero si me lo dice sabré algo mas de ese hombre, sino, nada se habrá perdido.

Cargando editor
21/02/2011, 10:59
Desconocido

- Mi nombre no es relevante, pero podéis llamarme Ortega.

Por la forma en la que pronuncia algunas veces la erre, dirías que tiene de español lo que tú de flamenco.

- Lo que importa es, ¿queréis salir de aquí? Hay quien preferiría que se perdiese la llave de vuestra celda. Y sería una lástima, pero creo que poca gente os echaría de menos.

El hombre permanece frío e impasible mientras habla de dejarte tirado en la celda de por vida. No tienes duda de que lo hará sin remordimientos.

Cargando editor
21/02/2011, 22:35
Juan Acuña

-Bueno, vuestra merced sabrá que como buen español y devoto del señor que soy, le tengo apego a la vida, tanto como me encomiendo cada día al señor, y la verdad no me gustaría en absoluto pasar mi buena y merecida vejez entre estas cuatro paredes.

hago una pausa y termino diciendo.

- Así que vuestra merced dirá, que es menester hacer, y como hay que proceder para poderla pasar en mi querida Oñate.

Cargando editor
23/02/2011, 12:06
Desconocido

- Me alegro de que propiciéis el entendimiento.

Ortega pasea lentamente por la celda.

- Lo primero, permita vuaced que me disculpe por los malos modos. No me gusta dejar nada al azar y una petición formal no habría sido mi estilo. Aunque he de reconocer que vuestro amigo nos facilitó las cosas. De no aparecer él tendrían que haber entrado a la taberna y sacaros a rastras. Y el viejo Malfario no gusta de los malos modos en su garito.

Ni aun cuando bromea sonríe. Su rostro permanece impasible. Pero su voz transmite tranquilidad.

- Me alegro de que os consideréis buen español y devoto. Eso hará que al menos disfrutéis de la tarea que se os viene encima. Como supondréis, pago mis deudas. Y lo que os voy a comentar no es cosa baladí. No sólo ganaréis la libertad, sino que os llevaréis un buen pellizco. A cambio comprended que necesito vuestra discreción.

Para su paseo en seco y te mira directamente a los ojos.

- No penséis ni por un momento que no llegará a mis oídos vuestra traición de haberla. - Reanuda el caminar - ¿Qué me decís, mantendréis vuestro silencio?

Cargando editor
24/02/2011, 00:18
Juan Acuña

-Mantendre mi silencio sobre el asunto, y solo dios sera testigo de ello y si viene con algo de dinero mucho mejor.

mas vale ser deboto aqui, no sea que sea de la inquisicion y las pase putas, asi que con dios hasta el infierno

-Cuenteme de que va el asunto, vuestra merced.

Cargando editor
15/03/2011, 11:01
Desconocido

El hombre te mira concienzudo, analizando si le has mentido o no. Pasados unos segundos parece creer en tu sinceridad.

- El asunto que nos ocupa es complicado. Los enemigos de nuestro señor pretenden dañar a las Españas. Para ello, un grupo de cobardes flamencos se dirige hacia nuestro país, escoltando un carruaje que no sabemos qué contiene. Su ruta ahora mismo pasa por Francia, y dentro de 2 semanas deberían estar en una posada llamada L'Oie d'Or, cerca del pueblo de Montpellier.

Hace una pausa para que empieces a asumir la información.

- Dentro de tres días nos reuniremos en la taberna de Malfario. Allí conocerás a tus otros dos compañeros en esta aventura. Aunque creo que a uno ya le conoces, está en la otra celda. La tercera es una mujer, cuyos encantos seguramente os ayuden en la tarea. No debéis dejar testigos y una vez que tengáis la carga, deberéis entregársela a Sebastien Beny, un amigo de Montpellier. - Ortega se acaricia la barba. - ¿Alguna duda?

Cargando editor
18/03/2011, 01:41
Juan Acuña

-Si es para defender a las Españas cuente conmigo y haciendo reflexion de lo que me ha contado, le digo, por cierto quien ese al que llama Sebastien Beny?, que profesion tiene, como sabremos quien es?, no me gustaria equivocarme con algo tan importante, y otra cosa, si no hay que dejar testigos... me toco con los dedos el menton ... con que armas contaremos? tendremos municion, dinero, o alguna otra cosa que pueda facilitarnos el trabajo de una empresa tan importante para nuestra gran España?

Cargando editor
21/03/2011, 14:48
Desconocido

- No es mi labor armarles, allá cueza cada uno sus habas con lo que pueda. Cuando estén en el pueblo pregunten por Sebastien, cualquiera podrá indicarles. Es el herrero del lugar.

Cargando editor
21/03/2011, 21:43
Juan Acuña

Lo había intentado, pero el gañán era mas hábil de lo que pensaba y se sabia todas las argucias, así que nos tendremos que contentar con lo que tengamos, en fin, al menos no nos vana  colgar por el gaznate.

tomada la resolucion le digo:

- Bien, estoy dispuesto, nos reuniremos dentro de 3 días, y haciendo una pausa continuo, si me puede sacar del calabozo vuestra merced, se lo agradecería, pues tendré que prepararme para ese viaje por las Españas.

Cargando editor
22/03/2011, 10:21
Director

Ortega se levanta sin más y llama al carcelero con una voz. El desagradable tipo se acerca hasta la celda, aunque no parece demasiado contento de que le hagan trabajar más de lo habitual. La abre, y tu misterioso benefactor sale sin mediar palabra. Cuando pasa junto al celador hace un gesto de asentimiento y ambos se marchan juntos, dejando la puerta abierta.

Notas de juego

Bueno, y hasta aquí vuestro prólogo. Ambos estáis libres y salvo que queráis hacer alguna cosa más, esperaremos a terminar los prólogos que quedan y ya pasamos a la partida.

Cargando editor
22/03/2011, 23:02
Juan Acuña

Notas de juego

por mi esta bien, no tengo suficiente dinero para comprar nada, asi que como no asaltemos a nadie, la cosa esta jodida jejejejje

Cargando editor
23/03/2011, 09:57
Director

Notas de juego

Bien. Juanolo, algo que quieras hacer?

Cargando editor
23/03/2011, 14:34
Rodrigo Lozano

Notas de juego

Nos devuelven nuestras cosas? o salimos con una mano delante y otra detrás?

Cargando editor
23/03/2011, 14:39
Director

Notas de juego

Os las devuelven, os las devuelven.

Cargando editor
23/03/2011, 15:41
Juan Acuña

buen apunte, si señor :)