Partida Rol por web

Desde el otro lado

8. Decepciones

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16/03/2011, 13:24
Director

Eduardo despertó en una butaca de orejas y vio la tenue luz de la tarde filtrándose por las persianas del estudio. Le costó percatarse de en dónde se encontraba, pero terminó por darse cuenta de que había vuelto a la casa de sus padres.

Todo tenía un aspecto viejo y desastrado. Seguía estando muerto. Al menos eso no había cambiado.

Desde su asiento observó las interminables hileras de libros. Su padre había amado la literatura. Se conformaba con sentarse en ese mismo sillón, tomar un trago de whisky y dejarse llevar por las novelas. Tantos autores, tantas historias... Su padre había intentado que Eduardo amase también los libros, pero no había logrado nada. Aunque no era lo único, claro.

Escuchó un rumor cerca de él, como de un grupo de gente reunida. Unos pasos se aproximaron a su sillón. Una voz conocida...

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16/03/2011, 13:49
Marcial

-¿Te has quedado dormido, hijo?

Era su padre, tal y como él o había conocido en vida. Estaba muerto, eso era evidente. En un lado de la cabeza tenía un agujero humeante, probablemente la causa de su muerte. Pero su rostro era afable, sonreía.

-Tenemos una partida pendiente. ¿Quieres jugar? Hay sitio para ti en la mesa.

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16/03/2011, 13:53
Sombra de Eduardo

¡No le creas! Ese no es tu padre. Tu padre soy yo, Eduardo. Esto no es más que una ilusión.

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16/03/2011, 15:58
Eduardo

Mi padre esta muerto, todo este sitio lo demuestra, el agujero en su cabeza lo demuestra, la voz en mi cabeza lo demuestra. Pero yo estoy muerto, y de momento esa especie de conciencia retorcida no me ha hecho muchos favores precisamente, tal vez si sea mi padre, tal vez no, en realidad no importa mucho. Tras tanto tiempo despreciando la forma de vivir de mi padre me descubro feliz de volver a verle, es extraño

-si, jugare- miro a mi alrededor, casi no recuerdo este sitio, ¿a que jugaba aqui con mi padre?. Después de su muerte intente no hacer nada de lo que el hacia, y olvidarlo todo. Pero me siento donde me dice y espero

Recuerdo la oscuridad donde estaba hace un momento, luego viento, ahora estoy aqui "morirse es muy raro"

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17/03/2011, 00:24
Director

Al otro lado del estudio había una mesa cubierta con un tapete verde. Una montañita de fichas desgastadas y rotas aguardaban a ser apostadas. Los fantasmas no fumaban, pero aún así había cierta neblina cubriendo la mesa, como si alguien hubiese estado ahumando un buen rato. En dos de los cuatro taburetes se sentaban otros dos fantasmas. Uno de ellos era un joven bien vestido y elegante, al estilo del siglo XIX, mientras que el otro parecía un mendigo al que le hubiesen arrancado la mitad de la cara de un mordisco. La mitad de la mandíbula estaba descubierta y la lengua se movía inquieta entre los dientes. Lo saludaron con un cabeceo.

Su padre tomó asiento y lo invitó a hacer lo mismo.

-Jugamos al Póker -informó, cogiendo una baraja y comenzando a mezclarlas-. Tapado.

Empezó a repartir. La mano que le tocó a Eduardo no era mala, pero podía ser mejor. Quizás en los descartes...

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17/03/2011, 00:30
Sombra de Eduardo

¿Por qué le estás haciendo caso? ¿Es que no me escuchas, Eduardo? Él no es tu padre, es una ilusión. Tú estabas en una celda, esto es todo una mentira. Los soldados nos han engañado. Intenté liberarnos, pero fallé. No caigas en la trampa, no te fíes.

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17/03/2011, 00:39
Eduardo

Me siento en la mesa, no recuerdo que jugase al poker con mi padre ¿un recuerdo reprimido o nunca ocurrió?

Sigo notando el escozor del arañazo en mi mejilla, pero tras ver a "media-cara" creo que he sido afortunado

"¿sigo en la prisión?¿esto es una ilusión?" miro una vez mas a mi alrededor inseguro, ¿que ha pasado?¿donde estoy?

"pero fuiste tu quien me llevo a ese lugar oscuro ¿intentando liberarnos?, pues no veo que puede tener de malo una partida de poker"

Tan pronto como digo esto en mi cabeza me doy cuenta de donde está la trampa y sonrio, las encerronas de este tipo son el pan nuestro de cada dia en mi trabajo

-bueno, ¿y que vamos a apostar?-

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17/03/2011, 00:47
Marcial

-Dinero. O al menos, lo que consideramos dinero en este lado -respondió su padre-. Óboli. Ya sé que tú no tienes, acabas de llegar. Yo pondré por ti, ya me lo pagarás.

Sacó tres monedas de gran diámetro del bolsillo y varios cuartos y mitades y las puso sobre la mesa, junto a Eduardo.

-La apuesta mínima es un cuarto de óbolo -informó.

Todos colocaron un cuarto en el centro del tapete y comenzó la partida.

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17/03/2011, 00:52
Director

-¿Y tú por qué has muerto? -preguntó el de la cara destrozada-. No nos lo has dicho.

-Un accidente de coche -informó su padre-. Un conductor borracho en sentido contrario se estampó contra él, ¿verdad, hijo?

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17/03/2011, 01:15
Eduardo

Miro las monedas un momento, no se su valor y si la voz en mi cabeza "tendré que buscarle un nombre o algo" tiene razón, podrían desplumarme para que quedase en deuda con mi "padre" pero el poker no se me da del todo mal, ais que decido jugar

-iba en coche, no conducía yo, y entonces... si, creo que fue un conductor borracho, todo fue muy rápido y casi no me enteré-

Y no me enteré, pero el enorme crater en el lugar en que desperté decía otra cosa, mi "padre" ha mentido, y el no era de mentir, siempre decía que la gente honrada sale adelante o algo así, pero ahora acaba de mentir, ¿que mas les da a estos si morí en una explosión o en un accidente de tráfico?¿porque ha mentido?

Pero hecho en la mesa mi cuarto de obolo y pido cartas

-¿y vosotros como moristeis? apuesto a que lo tuyo no fue muy agradable- Lo último se lo digo a media-cara, pasar la otra vida con esa pinta debe ser una putada

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17/03/2011, 13:13
Director

-Me suicidé -contestó el joven del traje-. Una pistola en la boca, de principios de siglo. Las pistolas entonces eran menos fiables, pero mucho más bonitas.

-Cáncer -contestó el de la media cara-. De piel. En la cara. Te lo puedes imaginar.

Se levantaron las cartas después de subir las apuestas. Tanto Eduardo como su padre habían caído en el farol del joven de traje, que se llevó sus ganancias. Se volvió a empezar. En la siguiente mano, el ganador fue media-cara. En la siguiente, las apuestas mínimas se doblaron, pero padre e hijo siguieron perdiendo óboli en todas las manos. Incluso cuando Eduardo tuvo que retirarse por falta de fondos, su padre continuó jugando hasta que ya casi no le quedaba nada. La última mano, que se dice.

Eduardo vio que tenía un póker de reinas después del descarte. Los otros dos fantasmas, muy serios e impertérritos, no dejaban ver si iban de farol o realmente tenían muy buenas cartas. En vida, Eduardo nunca había tenido nada tan bueno como eso.

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17/03/2011, 13:22
Marcial

Marcial carraspeó. Las cartas, ocultas sobre la mesa, tenían muchas posibilidades frente a lo que los demás pudiesen llevar. No había nada para apostar... nada excepto una cosa.

Se quitó el anillo que llevaba en la mano izquierda y lo enseñó a los presentes.

-Un anillo reliquia en buenas condiciones. Mucho valor sentimental, así que está garantizado que tendrá una duración bastante buena. ¿Lo aceptáis?

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17/03/2011, 19:25
Eduardo

"¿un anillo reliquia?" me inclino para verlo mejor, el anillo de mi padre, que siempre llevo en el bolsillo, lo llevaba en el bolsillo cuando morí, ¿que hace aquí?

Me meto la mano en el bolsillo, donde suelo llevarlo, no esta claro, ni las llaves del coche ni nada

-espera, espera, ese es tu anillo. No puedes apostarte ese anillo, es... es demasiado importante- siento una sensación muy desagradable, como que algo no está bien aquí. Tengo una buena mano, pero de algún modo me parece que ese anillo es demasiado valioso, que estos oboli no valen para nada lo que el anillo

-no escucha, tu estabas en contra de apostar, creo que ya hemos perdido bastante hoy. Anda, recoge el anillo y vámonos, ha sido divertido-

Notas de juego

supongo que será mi grillete

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17/03/2011, 23:56
Marcial

-Lo aceptamos -dijo el joven bien vestido-. Pero parece que tu hijo no desea que lo apuestes...

-Mi hijo... mi hijo es joven -contestó Marcial negando con la cabeza-. Tranquilo, Eduardo, no pasa nada. No es como si tuviera un farol, ¿eh?

Notas de juego

Acertaste.

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18/03/2011, 12:32
Eduardo

Las palabras de mi padre "¿de verdad es mi padre?" no me tranquilizan para nada

-pero, ese anillo es demasiado importante. ¿para que queremos este dinero de todos modos? si estamos muertos. Nos hemos divertido un rato, creo que ya está bien-

He perdido mi anillo, lo tenia en el bolsillo cuando la bomba, se lo habrá quedado alguno de los servicios de emergencia, o peor, se lo habrán dado a mi mujer. Y aquí mi padre va a perderlo otra vez, reliquia lo ha llamado, he escuchado esa palabra en las últimas horas, parece algo importante

-si tanto quieres jugar seguro que podemos apostar alguna otra cosa-

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20/03/2011, 18:37
Marcial

-¿Y qué otra cosa quieres apostar? -preguntó su padre, suspirando.

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20/03/2011, 18:38
Director

-Tu hijo parece fuerte -observó el joven del traje-. Quizás... Podría utilizarlo para trabajar en mi Morada. Hay mucho por hacer, aún.

-¿Un esclavo? -preguntó el otro, el de la cara mutilada-. Oh, sí. Lo acepto.

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20/03/2011, 18:39
Sombra de Eduardo

¿Quieren venderte como esclavo? ¿Vas a permitir eso? Te lo he dicho, Eduardo, pero no me has escuchado. Ahora todo lo que te pase lo tendrás bien merecido.

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21/03/2011, 10:18
Eduardo

Me remuevo incomodo en la silla, hay que reconocer que ahora la voz tiene toda la razón

-¿esclavo por una partida de cartas? debéis estar mal de la cabeza, no pienso ser esclavo de nadie, y mucho menos por perder a las cartas-

Vuelvo a mirar mis cartas, un poker de reinas, es una mano muy buena, no se porque me preocupo tanto, seguro que gano, de hecho con todas las dudas que he mostrado es el momento de farolear

-venga, apostemos el anillo, pero vais a tener que subir vuestras apuestas para igualar su valor-

"igual se retiran ellos"

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21/03/2011, 13:09
Sombra de Eduardo

¿El anillo? ¿Qué estás haciendo? ¡Qué estás haciendo! ¡Ese anillo es mío!