Partida Rol por web

Veo que lo que a unos nos han dado, a otros os lo han retirado...

Dice el hombre dando un golpe a ¿Pietro? ¿John? en el hombro.

Le queda bastante mejor este aspecto juvenil, señor Sacco. Yo parece que ahora soy Norbert Price así que mi aparente nacionalidad alemana de Kurt Homburg ha sido cambiada...

Mirando a los otros dos caballeros, Norbert pregunta.

¿A ustedes que nombre les han dado ahora?

-¿Price...? ¡Ese es el apellido que me consta ahora en el telegrama... ¿Volverá a haber parentescos cruzados entre nosotros...? ¡Hay que buscar a las mujeres! Y, desde luego, al rector... veamos qué nos dicen ahora.

Se pasa la mano por el pelo, que no altera un ápice al estar cortado corto, en cepillo.

-Os dais cuenta de que esto ya no tiene nada de natural... de que o la explicación es por completo paranormal, y estamos sometidos a una especie de tránsito espacio-temporal, o estamos siendo pasto de experimentos o maniobras alucinatorias. Y que, en cualquier caso, somos las víctimas. Nos están manipulando...

Se detiene un momento, pensativo.

-Ya que estamos aquí, ¿peinamos el resto de habitaciones...?

Y sin más, se acerca a otra de las puertas (la que está junto a la 13, la 11 imagino, y llama con contundencia).

Bueno si nosotros hemos cambiado , ¿ el resto habrá cambiado ? y no me refiero a las chicas sino a los que en teoria hace un año eran compañeros de expedición ... tal vez debriamos volver a revisar el libro de registros , tal y como hicimos hace ... se interrumpe unos instantes ... ¿unos dias ? , ¿ un año? , ya no lo sé .

Luego se dirige hacia a escalera , y espera a ver si sus compañeros le siguen .

Esperáis un rato, pero nadie parece responder al otro lado, pasado un tiempo prudencial. Insistís, pero vuestra llamada sigue sin respuesta. Parece que no hay nadie en el cuarto.

-Yo, ehem... soy Gianni. Como ve, aunque mi aspecto sea diferente, tampoco parezco haber mejorado mucho. -Contesta con una forzada sonrisa el del ojo extraño. -Creo que... Patrick tiene razón. -Dice mirando al pelirrojo que dice ser Pietro. -Miremos el libro de registros, señor Sacco... Pietro... o John, ehm.

Upss , se le escapa al hombre mayor .Perdon señor no me he presentado , antes creo que me llamaban Patrick Davourier , ahora según el telegrama me llamo señor Bevan . Dice el hombre de aspecto mayor realizando una leve inclinación con la cabeza .

-Bien...

dice el pelirrojo de porte militar, desistiendo de su llamada a la puerta.

-...pues vayamos abajo. Al registro. Veamos qué nueva sorpresa nos encontramos. Pero antes, denme un minuto. Uno o dos, por favor.

Y se mete en su habitación, dejando la puerta abierta para que todos vean lo que hace. Abre el armario, los cajones, y todo cuanto lleva encima, observando con detenimiento su contenido, y lo que va encontrando.

Después abre la ventana, y se asoma.

Tras ello, cierra su puerta, abre la del baño dejándola también abierta, y se desabrocha la camisa, evidentemente buscando los trazos del tatuaje que Pietro llevaba encima...

El hombre que ahora es Norbert acompaña a John al baño y se echa una mirada al espejo.

No es descabellado que ahora usted y yo tengamos algún parentesco. Parece que el color rojo debió poblar en algún momento mi poblada cabellera.

Dice mientras se mesa el gran bigote como extrañado de que es encontrase ahí.

El hombre pelirrojo registra su habitación durante un breve lapso, antes de dirigirse al cuarto de baño. Allí podéis ver que tiene un tatuaje muy familiar bajo su piel:

Ocupando la mayor parte de la parte superior delantera de su cuerpo, negros surcos recorren su piel por debajo de la dermis. Parece pulsar momentaneamente, como si sangre independiente recorriera las ensortijadas líneas del tribal. Extrañas runas recorren sus bordes, adentrándose hacia el centro en una lenta espiral, que termina en un ojo con unas runas más nítidas marcadas en su pupila.

Notas bajo tu ropa el inconfundible contacto de unos calzones largos bajo los pantalones. en el bolsillo interior de la chaqueta sientes el familiar peso de una cartera de cuero, en la que puedes encontrar 500 dólares y una tarjeta de visita:

y un resguardo sellado por la policiá de Arkham y el rector de la Universidad Miskatonic, acreditando la pérdida de documentación por parte del portador, y su consiguiente "legalidad temporal hasta que todo se aclare", con la restricción de no poder salir del estado de Massachussets. Comparte el bolsillo con esta una pequeña llave de corte antiguo, de hierro colado.

El cajón de la mesilla hace un seco ruido de madera deslizante al abrirse para mostrar un par de calzones largos de hombre, un conjunto de ropa interior de cuerpo entero de algodón, y dos pares de calcetines negros. Un cerrado reloj de bolsillo reposa junto a todo esto, acompañado de un pequeño neceser con un cepillo de dientes, un bote de bicarbonato, una jaboneta a medio usar, espuma de afeitar en polvo, y una navaja de barbero.

En el cajon izquierdo del escritorio pueden hallarse 20 folios blancos en perfecto estado y bien ordenados, asi como 5 sobres blancos y sellos por valor de 25 dolares. En el derecho se podrá encontrar un plumier con un medio vacio tintero de tinta negra y cinco plumillas, así como una barra de lacre con un sello de madera bastante ambiguo con el símbolo (no oficial) de la Universidad Miskatonic de Arkham. Cierra el conjunto un encendedor de gasolina usado.

El armario cruje cuando tiras de la manilla, pero está cerrado.

Al abrir la ventana, un agradable soplo cargado de olores intensos se cuela en la habitación, mientras polvo y óxido caen de las contraventanas, por la falta de uso. Lo que parece un campus universitario de principios de siglo aparece imponente ante tus ojos, como un conjunto de diez edificios victorianos enclaustrados por una verja de metro y medio de piedra y otro tanto de barrotes metálicos rematados en picas, bordada con jardines y cesped bien cuidado, y surcada de paseos terrosos que desembocan en un gran obelisco central, imitación de uno egipcio. Te encuentras en el segundo piso de uno de ellos.

Cuando desnudas tu pecho descubres que, como si estuvieran grabados sobre él, ocupando la mayor parte de la parte superior delantera de tu cuerpo, negros surcos recorren tu piel por debajo de la dermis. Parece pulsar momentaneamente, como si sangre independiente recorriera las ensortijadas líneas del tribal. Extrañas runas recorren sus bordes, adentrándose hacia el centro en una lenta espiral, que termina en un ojo con unas runas más nítidas marcadas en su pupila.

-Mierda...

Suelta el pelirrojo ante el espejo, viendo la ya familiar tribal medio cicatriz medio tatoo...