Partida Rol por web

Die Gehassten. Capitulo 1: Normandia

Upottery

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24/03/2010, 22:48
Director

 

La noche del cuatro de julio en Inglaterra prometía tranquila, los soldados y todo el grueso del ejercito conocía los planes que se iban a llevar a cabo para invadir Francia, todos sabían que tenían que hacer. Pero no sabían cuando.

Se hablaba del 5 de junio como el día D para invadir las playas de Normandia y lanzar a los paracaidistas detrás de las lineas enemigas. Pero los informes metereológicos preveían una posible niebla en la zona que retrasaría posiblemente la partida.

Los barracones donde dormían los soldados estaban llenos de gente, divididos por compañias y estás a su vez por pelotones. El ambiente era de seriedad, nostalgia y una cierta tristeza y preocupación. Muchos soldados novatos, provenientes del alistamiento, se conocían entre sí y aunque estaban algo más relajados que los veteranos, se encontraban nerviosos por combatir. Los soldados veteranos en cambio, que apenas se conocían entre ellos ni conocían a los novatos se miraban con esa preocupación de que tal vez la persona a la que estan mirando, muera en apenas unas horas cerca de ellos. Como ya les había ocurrido otras veces, al ver morir a ese chaval tan lleno de vida y ansioso por combatir que dormía junto a ellos en Africa, o tal vez en Italia...

 

Notas de juego

Esta primera escena es de contacto para que os vayais conociendo.

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24/03/2010, 23:49
Albert Bennett Lévesque

Albert se recostaba en su litera mientras miraba abstraído a la pared mientras movía su palillo de arriba a abajo. Pensaba en sus anteriores desembarcos, y miraba con pena a esos jóvenes reclutas, una nueva carnicería le deparaba el futuro, con puede que una única diferencia, la de si engrosaría él o no la lista de caidos en combarte.

Se aventuró a mirar en detenimiento a sus vecinos de litera, no parecían que ninguno tuviese menos de 22 años, e incluso había dos, el más corpulento de los que le rodeaban, y otro con bigote y prominente mentón que parecía que andarían cerca de la treintena. Sin duda alguna debían ser veteranos, se les notaba en la mirada...

De repente Albert se encaramó hacia su mochila, sacó un paquete de cigarros, unas cartas de poker, y a los que justo hace un momento había esta escrutando les dijo:

¿a alguien le apetece echar unas cartas?

Notas de juego

Doy por supuesto que en el barracón hay más personas, y el resto de PJs son vecinos mios de litera.

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25/03/2010, 00:22
James William Reynolds

Había mucho en qué pensar como para poder dormir la noche antes de ese tremendo desembarco. James estaba ya casi cansado de escuchar a los oficiales una y otra vez las tácticas, qué playas iban a asaltar y qué todo lo hacían para imponer el orden en la vieja Europa. Ya sonaba monótono puesto que no era la primera vez que aquel tirador escuchaba esas palabras pero en otro lugar más sureño llamado África. De repente, una voz sonó cercana invitando echar una partidilla de cartas. El soldado de primera se irguió lentamente para buscar con la mirada al otro militar que había pronunciado aquellas palabras.

Bueno, ¿por qué no? —inquirió el joven con un acento algo sureño propio de un texano o por ahí cerca.— A ver sí me entra un poco la modorra y puedo descansar algo antes del "gran día". —añadió con cierta sorna mientras se acercaba...—

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25/03/2010, 09:56
Albert Bennett Lévesque

Albert miró a aquel joven que había aceptado la invitación. El acento de este chico contrastaba con el suyo que poseía ese deje francés habitual de la zona de Maine.

Albert Bennett. —dijo mostrando una amigable sonrisa y extendiendo su mano hacía el joven en forma de saludo.

 

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25/03/2010, 12:35
Archie T. Avner

Archie fumaba uno de sus cigarrillos, de pie, pensando en el día siguiente. Estaba seguro de que esta misión no iba a ser igual que las anteriores, como las de la operación de 1942...Esta implicaba adentrarse en el mismo corazón del conflicto, en la vieja Europa, mediante un desambarco que se realizaría en Normandía, Francia. Miraba pensativo a su alrededor, a los jovenes soldados que a su vez mantenían un rostro melancólico. Estaba ya cansado de que los oficiales les recordaran los pasos de la operación.  Observó al joven soldado que amigablemente les invitaba a echar una partida de cartas y se acercó mientras otro joven se presentaba como Albert Bennett. Exhalando el humo del cigarro, se dirigió a ambos con ese acento ligeramente duro que lo delataba como oriundo de Chicago.

-Opino igual que tú, muchacho. El juego siempre distrae, aun en las peores circunstancias.- Esbozó una amplia sonrisa. -Archie Avner.-Dijo mientras ofrecía cigarros a los jovenes soldados.

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25/03/2010, 14:25
James William Reynolds

James alargó su mano para estrecharla a la del Soldado de Primera Bennet con otra sonrisa amistosa.

James Reynolds, un placer —concluyó con su presentación justo cuando el momento fue interrumpido por otro hombre de más edad, unos treinta y pocos.—.

El hombre -pese a su edad seguía como Soldado de Primera también- nos ofreció un par de cigarros. Apenas recordaba la última vez que Jim se fumó un cigarro, quizás con dieciséis años escondido en la parte de atrás de la granja. Hacía bastante que lo dejó.

No, no, —dijo rechazando los cigarros pero con una sonrisa para que no viera que era algo personal.— Gracias Archie, pero ya no fumo.

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25/03/2010, 15:07
Albert Bennett Lévesque

A Albert le produjeron una cierta sensación de anhelo las palabras del soldado de primera Reynolds. Desde que llevaba en la guerra no había conocido a nadie que no fumara, o por lo menos, a nadie que hubiese dicho abiertamente esas palabras. Para él, el tabaco era tan sumamente inherente a la guerra como las balas.

-Siempre es un placer. -dijo mientras alargaba la mano para sacar uno de los cigarros que sobresalían y que tan amablemente le ofrecían. Expulsando su palillo de la boca, se llevó el cigarro a los labios. -Muchas gracias Archie Avner, cuando estemos en París, recuérdame que te debo uno. -concluyó junto con una leve risa melancólica.

Al instante abandonó las cartas sobre la litera y sacando de su bolsillo izquierdo un mechero con el emblema de las DAK en uno de los reversos, le ofreció fuego al soldado Avner.

Notas de juego

DAK - Deutsches Afrikakorps

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25/03/2010, 15:50
Robert J. Herbert

Robert Herbert zanganeaba tumbado en su litera leyendo un libro. La boca se le abría de vez en cuando, ya que los entrenamientos de los últimos días habían sido bastante intensos, y aunque intentaba aprovechar el tiempo que les quedaba antes de entrar en acción, el libro no terminaba de fijar su atención. El tiempo pasaba lentamente mientras oía sin prestar mucha atención los ruidos de un barracón donde los hombres ocupaban el tiempo libre como mejor les parecía. Pero entonces escuchó como prácticamente a su lado alguien proponía jugar a las cartas, y de pronto esa idea le pareció brillante.Se incorporó poco a poco mientras marcaba la página que estaba leyendo y dejaba el libro bajo la almohada.
Yo también me apunto - dijo uniéndose a los otros dos que ya habían respondido. - Me llamo Robert Herbert, pero normalmente todos me llaman Bob, o incluso Doc. - y extendió su mano estrechando la de unos y otros.

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25/03/2010, 19:53
Archie T. Avner

No le pareció extraño que Reynolds no fumara, al fin y al cabo, él mismo había empezado a fumar por unas "especiales" circunstancias.

Archie encendió el cigarro con el mechero que Bennett le ofrecía. Observó el objeto con una mirada que encerraba una mezcla de tristeza, melancolía y orgullo, pero no dijo nada. Le había traído a la mente, indirectamente, ciertos recuerdos del pasado, aunque no dejó que se le notara. Agradeció el gesto al soldado con una sonrisa. Rió con Bennett ante la promesa de devolverle el favor.

-No te preocupes Bennett, ya me encargaré de recordartelo. Ya sabes, hoy por ti mañana por mi.-Había captado y entendido el significado de la sonrisa de Bennett. La mención de París dicha despreocupadamente, la idea de encontrarse ya ahí, se antojaba como alcanzada, y eso siempre daba fuerzas.

Se dirigió hacia el soldado que se había presentado familiarmente, y que atendía como Herbert. -Archie, un placer Bob.-Dijo estrechadole la mano que le ofrecía.

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26/03/2010, 00:13
Archie T. Avner

Apurando el cigarro, se dirigió hacia el grupo de soldados.-Y bien señores, ¿De donde venís?. Apostaría mi BAR, Reynolds, a que eres del sur, ¿de Tenessee tal vez? ¿O más bien Texas?. Pasé allí una temporada.-Dijo dirigiendose al joven soldado que amablemente le había rechazado el cigarro. Bennett por el contrario tenía un ligero acento francés.

 

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26/03/2010, 12:17
James William Reynolds

James sonrió ante la expectativa de tomar París juntos y sin sufrir apenas bajas, algo imposible ya que normalmente le tocaba morir al de al lado y era muy difícil hacer migas. Otro hombre se unió a la partida de carta, ya eran cuatro, perfecto para jugar cualquier cosa.

¿Doc? ¿Eres el médico del pelotón? —preguntó el sureño sorprendido arqueando ambas cejas. La verdad es que no parecía un médico sino que el típico tío de explosivos con cara de duro.— 

Archie se dirigió esta vez al joven soldado de primera en un intento de intuir su procedencia lo que provocó una pequeña risa.

¿Dónde hay que firmar para ganarse tu bar? —Añadió con sorna mientras se frotaba las manos.— Soy de Alabama, pensaba que las apuestas venían con el juego y tú ya empiezas a perder...— Añadí entre risas.—

 

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26/03/2010, 12:48
Archie T. Avner

Archie rió con el grupo ante su propio fallo de zona de nacimiento del joven soldado. -Hay que arriesgarse, y los del territorio de Chicago tenemos esa mala fama. Pero veremos si en las cartas continúa esa suerte, Reynolds de Alabama... No creas que te saldrá fácil ganarte el BAR...-

Sonrió mientras observaba a su alrededor. A los soldados más jovenes de las demás compañías se les notaba tranquilos. Muchos no tendrían más de 20 años, con toda la vida por delante. Miró la escena de como varios disputaban una partida de dados mientras otros leían despreocupadamente tendidos en las literas. El día en que debían dejar los barracones y adentrarse en el conflicto se acercaba, y no pudo evitar tener aquellos pensamientos que siempre tenía antes de un combate.

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26/03/2010, 18:23
Robert J. Herbert

- Preeemio para el caballero, sí, soy el médico del grupo, aunque también se hacer alguna cosilla más aparte de curar, je je. y vosotros ¿hacíais algo en especial antes de entrar en el ejército? o siempre os habéis dedicado a ésto. - dijo mientras se desperezaba estirando el cuerpo.

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26/03/2010, 21:37
Albert Bennett Lévesque

Albert estrechó la mano de Robert Herbert, el último que se había aventurado a entrar en la partida.

- Un placer Bob, mi nombre es Alberte Bennett.

Un vez concluido el saludo, se encendió el cigarro que aún tenía en la boca y le dio una larga calada como si pretendiera acabárselo de un solo tiro.

- Pues sí doc, por lo menos en mi caso, antes de que comenzara esta maldita guerra me dedicaba a trabajar en un taller de reparación de automóviles. Aunque siempre he tenido maña en lo que a reparaciones mecánicas se refieren. -añadió, mientras recogía las cartas de su litera. -pero podemos contarnos nuestras vidas mientras voy repartiendo ¿no? que ese se suponía que sería el cometido inicial, ja ja ja... -dijo mientras empezaba a bajarar los naipes que tenía en las manos.

Sin duda alguna, el juego había pasado a un segundo plano, era la situación del momento. Siempre se ha dicho que un hombre no muere hasta que la memoria de sus recuerdos se apaga. Quizás fuera eso, quizás se aferraban a esa idea, o simplemente quisieran el dar sentido a sus vidas y no ser más que un simple nombre en las listas del ejercito.

- En los últimos años conseguí un trabajo estable, y decidí terminar el instituto, y entrar en la universidad. Llevaba dos años estudiando Telecomunicaciones cuando el deber de la guerra llamó a mi puerta... ¿y vosotros dos, a qué os dedicabais? -preguntó a Archie y James mientras empezar a repartir las carta.

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27/03/2010, 01:01
Robert J. Herbert

Susurra Rovert mientras va siguiendo las explicaciones de albert. Luego mira a los otros dos esperando ver qué responden.

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27/03/2010, 04:42
James William Reynolds

El joven James iba asintiendo a todo lo que decían escuchando con atención y enterándose de cada especialidad. Así que Rob era el Doc y Albert un mecánico también instruido en telecomunicaciones, a estos tíos no suelen mandarles al frente a la primera, incluso a veces son los típicos chupatintas de oficina, pero como dijo aquél: quién juzga Dios le arruga...

Agarré la primera carta, genial, un siete de corazones, con eso no se puede empezar nada.

Interesante, tenemos a los dos cerebritos del cuartel. Un médico y un teleco. Vais a hacer que me se sienta un poco paleto—apuntó con una sonrisa sin saber que el "se" sobraba en aquella frase—. Yo en verdad soy mitad granjero, mitad cazador. Lo mío es atinar a un conejo a quinientos metros con una escopeta de feria. —aclaró el primera entre risas—. Na, es mentira, estoy exagerando pero más o menos es para lo que sirvo. Así que ahora es el turno de Archie. —se giró para escuchar a su compañero del mismo rango con unos ojos interesantes, en unos pocos metros cuadrados estaban reunidos una gran variedad de habilidades.—

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27/03/2010, 09:24
Archie T. Avner

Archie asintió ante todo lo que comentaban sus compañeros. El médico, el experto en telecomunicaciones, el francotirador... Poco a poco, las vidas comenzaban a tomar forma, a tener rostro,un nombre. Sacó una carta del montón con aire pensativo, pero aún no miró lo que le había tocado.

-Bueno, para ser sincero, no era muy interesante, ni universidades ni na parecido.-Sonrió y se estiró.-Vivía en Chicago, arreglando aparatos mecánicos, automóviles, armamento ...y otras cosas de las que no me siento, digamos, muy orgulloso.....Me alisté en el ejército muy pronto, supongo que estaba cansado de esa vida. No se me daban mal los explosivos en los entrenamientos. Ante vosotros, tenéis al artificiero, ese es más o menos mi cometido.

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29/03/2010, 23:05
Director

El ambiente en los barracones era similar al del pequeño grupo que habían formado los cuatro soldados de primera alrededor de la cama de Bennet. Muchos conversaban, había risas y el jolgorio se apoderaba de aquel sitio. Se habían formado pequeños grupos que también jugaban a algún juego o simplemente dialogaban. Los que no se conocían trataban de conocerse.

De pronto uno de lo soldados que estaba junto a la puerta del barracón mirando hacía fuera se puso firme como una estaca y con voz potente y firme gritó:

-¡Ateeeeeención!. Todos sabían lo que eso significaba, un superior se acercaba. Cosa habitual en los campamentos pero sin embargo les resultó extraño aquel día teniendo en cuenta que ya les habían dado las instrucciones de lo que debían hacer tras el desembarco. Pero todavía fue más extraño cuando el oficial cruzó la puerta.

Todos pudieron ver los galones de su hombro y la insignia de su cuello. Era un capitán. Algunos lo conocían de vista, era el capitán Lewis.

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29/03/2010, 23:16
Frank Lewis

Frank Lewis era uno de los capitanes destinados en Upottery para combatir en el desembarco. Según las instrucciones que les habían dado, además se trataría de su capitán, ya que todos los miembros de aquel barracón estaban bajo su mando directo e irían a Normandia con él. Según lo estipulado.

El capitán Lewis era además uno de los oficiales más queridos por los soldados. Se había ganado sus galones a pulso en la batalla y había ido ascendiendo desde sargento hasta su rango actual. Además era un hombre simpático y generoso con los hombres, aunque tambián severo y disciplinado cuando debía serlo. El hecho de que hubiera ido ascendiendo por meritos propios le hacía ser más respetado por los hombres.

Era un hombre alto y delgado, de pelo cobrizo y ojos verdes. Su cara era alargada y su boca pequeña. Entró portando un papel en la mano izquierda. Junto a él había un par de sargentos con los que siempre iba.

Buenas tardes. Descansen por favor. Dijo con voz neutral, algo más seco que de constumbre. Miró el papel y empezó a leer lo que este tenía escrito. James William Reynolds y Albert Bennet Lévesque. Levantó la vista del papel y espero a que aquellos dos soldados contestaran.

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30/03/2010, 02:23
James William Reynolds

Dejé las cartas sobre la cama tras escuchar el aviso de nuestro compañero. Cuadré todo mi cuerpo y en cuanto entró nuestro superior, el capitán Lewis, le saludé con mi mano estirada cuanto a mi cabeza tal y como nos enseñaron en las instrucciones militares de los primeros meses. En cuanto escuché el descansen relajé mi rostro y mis brazos cayeron lacios a los lados de mi cuerpo y cuando escuché mi nombre un hormigueo recorrió mi estómago entre el nerviosismo y la incertidumbre: "¿Qué habré hecho mal esta vez?"

Dí un paso al frente acompañado de mis palabras:

¿Si señor?

Notas de juego

Vaya mierda! Se me borró el primer post y ya no ha quedado igual que antes ¬¬