Partida Rol por web

Lobo deja escapar una especie de risa ahogada ante el primer comentario de Noa pero ésta se muestra tan seria como siempre así que enseguida borra la sonrisa y presta atención a sus explicaciones. La verdad es que empieza a sentirse como un maldito alumno o algo así y no es algo que le haga demasiada gracia... pero no le queda más remedio que resignarse, tendrá que ir aprendiendo poco a poco.

-La verdad es que no tenía ni idea de que podía pasarle eso por intentar ayudarle. Menuda ironía, ¿no? Por el momento prefiero que se queden tal y cómo están, por eso lo sacamos del Seto cuando le vimos no queríamos que se convirtiera en algo peor o más torturado que nosotros mismos- se cruza entonces de brazos y arruga un poco el ceño, mirando de reojo a la doctora y de vez en cuando a los críos. Siempre ha pensado que lo que le brinda más placer es la pasión pero ver a esos niños jugando... tampoco está tan mal.
Después sucede algo extraño con el rostro de Noa y no puede evitar parpadear varias veces, aturdido. No sabría si quiera decidir si por un instante ha resultado hermosa o escalofriante pero desde luego no entiendo como ha llegado a suceder tal cosa de repente. ¿Por el glamour de los niños? Tal vez sí, parece ser lo que más la inspira.

-No te preocupes, no me aburres. Supongo que los Perdidos más mayores empiezan a degenerar aunque da un poco de miedo pensar en ello... Aún así los colegas que vinieron el otro día a pedirte ayuda son buena gente, también puedes desahogarte con ellos si pasan por aquí- después se gira de forma definitiva hacia ella y sonríe a su agradecimiento, pero antes de decir nada el sonido del teléfono le hace dar un pequeño respingo, como si acabara de salir de una ensoñación.

-Err... disculpa...- musita un poco fastidiado antes de decolgar el teléfono -¿Sí?, ¿Eckhart?- pregunta bastante extrañado al otro lado de la línea.

Voy hacia el nuevo con una gracia que parecía una hoja al viento, pasando por  los "obstáculos" como si estos no existiesen para encontrarme cara a cara con él.

¿Qué pasa, acaso tienes miedo? Aprietas muy fuerte el barandal, te ha hecho su prisionero. Suéltalo, se libre... o si lo prefieres ver de otra manera, el es una extensión de tu cuerpo y te ayudara a no tocar el suelo

Doy un salto de 180 grados apoyándome del balcón con ambas manos para quedar al otro lado de él aun sujeto e instante después vuelvo al interior del balcón.

Apoyo mi mano en su espalda mientras trato de que saque todo su miedo interior

El miedo es algo que nos ayuda a preservar nuestra vida, pero solo es eso una ayuda y no quien nos controla.

quedamos unos momentos en silencio y prosigo la conversación

¿Aun no estas convencido? ¿Preferirías algo más... sencillo? 

-¿Sí?, ¿Eckhart?- Oyes por la linea, es Lobo, con un tono que denota sorpresa.

Eck se echó a reir:

- ¿Tan raro resulta que llame a un colega para ver si quiere tomar un café? - Recapacita dos segundos.- ¿Lobo?... ¿Que haces con el telefono de Kim?

La materia que esta estudiando el estudiante son incompresibles para ti, y solo verlas te da dolor de cabeza, no crees que pudieras sacar nada sobre el tema de sus estudios sin decir alguna tonteria y quedar como un analfabeto. Aunque has tenido mas suerte con la gotica, ya que has oido hablar mucho de "Bloody Mary" por la universidad, siempre que algun estudiante le pasaba algo extraño y bizarro como despertarse por la mañana con los pies rasguñados con trozos de cristal, "Bloody Mary" era la solucion mas logica dentro de la supersticion, y era habitual entre las novatadas desafiar a los recien llegados con alguna prueba que requeria nombrarla tres veces delante de un espejo a oscuras, o lo era hasta que un chico le dio un infarto al corazon y de sus labios habia marcas de sangre humana, o quizas esta anedocta no era otra cosa que un mito mas en la paranoia producida por la creciente influencia de esa leyenda urbana en la poblacion de Miami.

Eck mira el telefono y se echa a reir:

- Perdona Lobo, fallo mio... Me equivoque de numero. Aun asi, ¿Quieres tomar algo?

Viendo que las probabilidades estan en contra tuya, vuelves a tu casa con las manos vacias, pero con el consuelo de que por lo menos nadie te ha pegado una paliza y abandonado en algun callejon oscuro. Aunque quien sabe, quizas mañana tengas mas suerte y encuentres lo que buscas, o quizas el te encuentre a ti.

Lobo se quedó un tanto aturdido. No sabía si sentirse ofendido o agradecido por la invitación por error, lo cuál también le llevaba a preguntarse para qué querría Eckhart reunirse precisamente con Kim.

-Sí, supongo que no estaría mal... Podríamos reunirnos e ir a preguntar por ahí acerca de Jenny y demás- aguarda a que Eckhart le diga el lugar en cuestión y tras afirmar que llegará ahí en 15 minutos se gira hacia su acompañante colgando el teléfono.

Para el dire:

Eck asintió:

- Si, seria bueno ir movilizándonos... Quiero respuestas sobre lo ocurrido y aparte tengo que presentarme ante el viejo. ¿Donde te recojo?

-Guau, haces que parezca facil, ojala...- El novato se muestra impresionado con tu valentia, y se muestra mas tranquilo desde que llegaste, lo cual no sabes si es bueno o malo para tu cosecha.- ¿Algo mas sencillo? No sabria decir, soy bastante nuevo en esto de "ser libre" y aun no me quito de encima de vertigo ¿Tu que dices?

Si vas alimentarte de su Glmaour, vas a necesitar que sufra miedo y panico, asi que lo recomendable es que le sugieras y le sigas en un trayecto que ponga su adredalina a cien y sienta el riesgo al cruzar obstaculos peligrosos, otra via mucho mas rapida seria engañarle para que haga tu truco pero de mala manera, resbalandose de la barandilla y cayendo hasta el suelo, quizas se rompa una pierna, quizas se abra la cabeza, pero de todos modos seguro que el terror a la muerte le invadiria el cuerpo.

-¿Jenny, Blue Jenny de la corte de invierno? Si, he oido hablar de ella, pero solo rumores, nada a tener en cuenta.- La doctora saca una pequeña nota en blanco y pluma, escribiendo un numero de telefono.- Pero conozco alguien que si te puede ayudar, toma, se llama Amanda Knox y este es su numero de telefono. Es amante de la comida exotica, asi que te recomiendo invitarla a un restaurante asiatico o japones.- La doctora deja sobre tu mano el numero, y guarda su pluma otra vez en el bolsillo.- Espero que te haya servido de ayuda, señor Lobo.

-¿Rumores? Seguro que ya es más de lo que sé yo...- admite mientras observa a Noa apuntar algo en un papel, hasta que se lo tiende y distingue un número de teléfono. Su primera reacción es arquear ambas cejas, sorprendido, aunque la expresión cesa en cuanto queda claro que no es el de la doctora. Hubiera sido demasiado raro que se fijara en alguien como él.

-De acuerdo, gracias, la verdad es que ya me estás haciendo tantos favores que no sé como te los voy a devolver... pero ya encontraré la forma- le dedica una sonrisa amigable y guarda el papelajo a buen recaudo en algún bolsillo interior -Sólo dos últimas cosas: ¿Quién es esta Amanda? Y la segunda... Deja de llamarme señor, ni que tuvieras que respetarme o algo así- dice esto último con un tono despreocupado y de cierta confianza. No es muy dado a las formalidades que digamos.

-Es una perdida de la corte de invierno, pero no estoy seguro de saber a que se dedica, aparte de que suele ser una cliente habitual y su cordura se ha visto mermada, yo de ti, evitaria preguntarle nada que pueda hacerte complice de un crimen.- Por el tono de voz de la doctora y el regreso del asqueroso irritacion de sus brazos, podrias afirmar que tambien es mala idea preguntar mas la doctora sobre cosas que hagan romper su juramento hipocatrico.- Aparte de eso, su aparencia es de una zorra, y por favor, tambien evite hacer chistes faciles delante de ella, si quiere conservar el rostro, asi que si la presionais, puede que os la meta doblada, quiza lo haga incluso cuando no habeis hecho nada para enfadarla. Tiene un temperamento muy radical. Y eso es todo, señor... quiero decir, Lobo.- Corrijio la doctora, igual de amigable que con todos su clientes, pero en un tono mas sincero y relajado que antes.- Ahora si me disculpa, tengo trabajo que hacer y ya he perdido demasiado tiempo, pero siempre estoy dispuesta a recibir visitas en mis horas libres, sobretodo si trae unas amigas conquien pueda "desahogarme". Cuidese Lobo, ha sido un placer su visita.

Mientras la doctora se aleja de la puerta con paso firme y evitando la atencion del personal como si realmente trabajara alli, no puedes evitar pensar que por un momento, que la frase de la doctora sobre traer amigas, sus ojos habian brillado con algo de lo que eres bastante familiar, pasion y lujuria, pero no por ti, ni tu genero. Ahora que tu mente se ha llenado de imagenes obscenas y gores con la doctora de por medio y alguna mortal de turno, y una cita con una zorra psicopata, decides que es buen momento para irte del hospital si quieres llegar a tiempo con tu cita con Eckhart.

 Entonces andando

Hehe, y ahora ¿qué vault será el más indicado? con el Kash es muy posible que se tropiece y con el kong seguro se golpeara en toda la cara, ¿un giro de 360 en la pared o un wall run horizontal? hay tantas posibilidades que...

-Una zorra, lo que faltaba- por un momento se plantea si podría llegar a ser divertido pero la doctora deja claro que no será así. La mujer debe de ser aún más harpía que la propia Blue Jenny así que será mejor andarse con ojo... aunque probablemente no la visite a solas, en cuanto se lo explique a Kim y Eckhart es probable que quieran acompañarle.

-Gracias por todo. Supongo que volveremos a vernos...- se despide de ella y finalmente sale del hospital con rumbo a la cafetería donde han quedado, no demasiado preocupado por el hecho de ser puntual o no.

Eck se arregló y salió para la cafeteria en la que habían quedado. Por el camino iba pensando en el embrollo en el que se estaban metiendo lentamente pero a paso seguro... Si esa chica intentaba engatusarles o les jodia, iba a cerciorarse de que su cabeza y su cuerpo fuesen a direcciones distintas. Una vez en el lugar, se acercó al camarero:

- Perdone, una mesita en un lugar tranquilo si pudiese ser... - Queria un sitio alejado de oidos indiscretos.