Partida Rol por web

 Un par de años han pasado desde aquel oscuro momento de traición, todabia puedes sentir el puñal de tus supuestos amigos siendo empujado tambien por tu amada. Varias veces estuviste tan deprimido que habias contemplado el suicidio como la mejor salida para esta terrrible pesadilla. Pero algo siempre te detenia, no sabias exactamente que, pero encontrabas las fuerzas para seguir adelante, o almenos seguir viviendo. Talves era la ira , el odio o simplemente el deseo de venganza lo que te impulsaba, no lo sabias pero sentias que podia llegar a serlo.

Incontables noches has pasado sin dormir, recordando aquellos dias cuando todo estaba en su apogeo, cuando todo parecia perfecto, pero luego se derrumbaba como un castillo hecho de cartas que se lo lleva el viento.

Lo que alguna vez fue el dinero que habias ganado se habia evaporado, en parte por tu malgasto en bebidas, que te servian para mitigar tu dolor y olvidar el pasado, pero eso no daba el resultado que esperabas por lo que algo en tu sano juicio te hizo dejar el vicio antes que se arraigara mas en tu sistema. A  veces no sabes en que pero tu capital desaparecia conforme pasaban los dias, sentias como si ese mismo dinero te quemara las manos.

Deprimido, solo, en bancarrota y sin tener a donde ir te encuentras en el peor momento de tu vida, habitando uno de los peores lugares posibles, La Zona Oeste.

El constante sonido de disparos inunda esta pequeña porcion de la ciudad y la hunde en un interminable caos, fuerzas de seguridad mantienen a raya los conflictos, pero es casi un sector sin ley.

Es ahi donde has vivido todo este tiempo, en tu afan de salir de tu depresion has logrado arreglarlo un poco por dentro, y tienes la suerte que estas en una de las partes mas alejadas de la zona, opr lo que casi nadie va ahi, y usualemente te dejan en paz.

Habían sido dos largos años desde aquél maldito día en que toda mi vida se había venido abajo, no me permitía olvidar los rostros de aquellas personas involucradas en mi hundimiento, cada día que seguía viviendo sólo gracias a los recuerdos aún nítidos en mi memoria a pesar de todo el tiempo que había pasado... Al principio sólo había dolor, no podía creer lo infortunado que había sido, puse todo el esfuerzo por mi parte para superar aquella traición, sobre todo olvidar el amor que sentía hacia esa mujer, y convertirlo todo en odio, en rencor, el mismo que seguramente todos ellos sentían por mí, sólo así concebía explicar lo que había pasado, sólo así podía comprender su comportamiento hacia mi...

Fue duro sobrevivir el primer año, no conseguía superar mi pérdida y decaí hasta el punto de perder todos los empleos que me fueron posible conseguir después de ser expulsado de la comunidad científica, así terminé en aquél lugar de la zona oeste, vagué mucho hasta encontrar un sitio donde pudiera quedarme alejado de los problemas, donde pudiera dar forma a las ideas que cruzaban por mi cabeza hacía pocos meses.

La mayor parte del tiempo que pasaba en aquél lugar, lo empleaba en hacer arreglos y acomodar para que mi estancia fuera lo más humana posible... por las noches sólo me quedaba vaguear por las calles sucias llenas de mendigos y delincuentes, muchas veces en busca de comida, otras simplemente para despejar mi mente de otros pensamientos...

Habia conseguido hacerme con algunos utensilios para mi guarida, los recogía del basurero local y los acomodaba para poder utilizarlos alguna vez, la mayoría eran ollas, algunas maderas, cables y partes de robots, nunca las usaba, pero tal vez un dia me servirían de algo, después de todo era un científico y eso no lo podría olvidar nunca...

Cuando intentaba dormir sólo veía pesadillas una y otra vez con aquellos rostros... tenía que idear planes, ingeniarmelas para poder llegar hasta donde éllos estaban, quería vengarme, todo el odio acumulado estos años me dominaba, pero cómo podría hacerlo si no tenía dinero?, toda la zona oeste estaba protegida y bloqueaba el paso hacia el centro, y más importante aún, hacia la zona este, y si pudiera llegar alli de alguna forma? Cómo llevaría a cabo mi venganza? Asesinatos por doquier sólo me llevarían a la cárcel, así no disfrutaría de lo que había conseguido; aún así, sabía que no sería capaz de llevar a cabo ningun plan sin ayuda de nadie... tal vez si contactara algún conocido... o me ganara el favor de alguien aunque fuera un poco influyente

tendría que mantener la mente fría y planear con más seguridad y cautelosamente lo que haría, por ahora, me encontraba dando otro paseo por las horribles calles de la zona, llevaba todo el día hambriento y necesitaba fuerzas para continuar y poder pensar algo claramente...

Caminas por las calles del sector, o lo que alguna ves pudieron serlo, escuchas todo tipos de sonidos a tu al rededor y en la lejania y ninguno de ellos es placentero.

 La simple escena de del lugar en el que te encontrbas te hacia pensar que no existia ninguna forma de caer mas bajo, que ya habias tocado fondo y que estabas tan profundo que no existia forma de ver la luz en la superficie. Hmabriento y melancolico continuas tu caminata hacia ningun lugar, como si tu cuerpo estuviera en piloto automatico. 

Despues de recorrer un par mas de cuadras ves refugiandose en lo que queda de una construccion a un grupo de personas al rededor de un gran tambor en llamas. No hace exactamente frio en en esta epoca del año pero dormir a la intemperie no era recomendable tampoco, en especial ahora que comienzan las lluvias.

Tu mente en blanco los observa, no sabiendo procesar lo que ve, pero tu cuerpo si, logra distinguir el olor a comida proveniente de esa gran llamarada y como un zombie caminas hacia ellos con tal de solo poder oler mas de ese precioso olor a comida.

Camino instintivamente hacia aquél lugar donde se reunian , el olor a comida era irresistible, no podía distinguir qué se cocinaba, pero también sentía que no quería saberlo, al acercarme más puedo entrever los rostros de las personas, envejecidos, sucios y con cierta demencia en los ojos, me preguntaba si no tendría ese mismo aspecto desgraciado. 

No se habían dado cuenta de mi presencia, estaban entregados a la fogata que tenían al frente, no apartaban la vista ni hacían ningún gesto, a veces volteaba brúscamente creyendo que alguno de los hombres se hubiera percatado y estuviera a la defensiva; nunca se podían buscar problemas en aquella zona, probablemente no saldrías vivo, me fuí hacercando poco a poco a la hoguera, pero no lo suficiente para que los hombres que la avivaban se dieran cuenta de mi intrusión, hasta ahora no sabía si sería bienvenido ni qué se estaba cociendo allí, desde donde estaba podía ver la hoguera pero no lograba ver la comida, por lo que me quedaba perplejo con la vista fija, atontado por el olor y el hambre que me azotaban...

Las pobres alama que se encontraban ahi, tenian unos rostros cansados, y demacarados por su situacion, pero no sentias una pesadez en el aire, es como si ellos ya hubieran aceptado su situacion y simplemente se dedicaran a vivirla lo mejor posible.

Uno de los hombres que ponia sus manos al fuego para calentarse, te observa mientras te acercas, pero sin ningun tipo de empocion, el simplemente te ve venir. Unos segundos despues el resto notan tu presencia, pero ellos siguen preparando la comida mientros otros juegan alguna especie de domino con piezas de basura que encontraron por ahi, pero ellos tampoco sienten que deban temerte o viceversa.

El hombre que calentaba sus manos, movió sus cansados labios para hablarte.

Si tambien tienes hambre acércate, no te haremos daño.

Sus palabras sonaban como si al pobre hombre le quedaran minutos de vida.

Escuché aquella voz del hombre envejecido como un leve eco, era muy débil y apenas parecía real, estaría mi mente jugandome una mala pasada? no, aún no estaba loco, había visto moverse sus labios y tenía la vista fija en mi dirección, ante la propuesta no puedo más que decir un débil y sincero Gracias algunos otros también habían vuelto su vista hacia mí, pero ya no sentía que debía temerles, simplemente eran personas en la misma situación que yo...

Me acerco más hacia el fuego, y hacia el anciano que se había dirigido a mí, quería calentarme un poco, tal vez conciliara así un mejor sueño más tarde... Luego de unos momentos en silencio, vuelvo a fijarme en el anciano y, solo por pasar el tiempo pues no era muy conversador, le pregunto Se reúnen en este sitio con frecuencia?, cómo es que estas personas son tan generosas? me refería a las personas que cocinaban, asumiendo que eran ellos los que habían conseguido la comida, seguramente las demás personas sólo habían sido atraidas por el olor o por el calor del fuego.

Podrias decir que si nos juntamos con frecuencia, despues de todo, todos nosotros pertenecemos a este sector, por alguna u otra razon, no tienes que decirme la tuya si no quieres, no es de nuestra incunbencia.

Y ahora que lo dices no creo que seamos generosos, tampoco egoistas, somos lo que somos, nos juntamos aqui para comer, charlar, jugar algun juego, etc, todos tenemos algo que dar, y al mismo tiempo todos buscamos recivir algo. Tu tienes cara de buscar compania, o por la forma en la que miras la comida, alimento, talves ambas.

Podras comer si eso buscas, y obtendras nuestra compania si eso quieres, pero a acambio, tendras que contribuir con algo, no necesariamente tiene que ser un objeto, Jimmy, el de alla. Notas su decrepita y fragil mano apuntando en direccion a un hombre con un destruido cuaderno. Le encantan las historias, no importan si son tristez o felices. Busca en ti lo que creas sea el pago por lo que deseas.

Eres libre de quedarte sentado en silencio tambien, si acaso buscaras eso, nadie aqui te darà ordenes o te obligara a nada. Notaras incluso si llegaran a pasar mas personas por aqui, que algunos nos ignoran, otros nos saludan, y otros simplemente hacen lo miso que tu.

Ecuchaba al viejo hombre en silencio mirando las llamas, pronunciaba despacio y yo me tomaba mi tiempo para asimiliarlas, ahora sólo deseaba obtener un poco de aquella comida, pero quería saber las intenciones de aquel sujeto que habia señalado el hombre.

Levanto la vista hacia el hombre para mirarlo a los ojos ya veo, muchas gracias de todos modos

vuelvo a mirar hacia el fuego y despues de una pausa me muevo hacia el hombre que había señalado, relatarle mi historia dejaría constancia de lo ocurrido, aunque fuera en aquél sucio y envejecido cuaderno...

Te levantas de la sucia piedra en la que te encontrabas sentado y con un paso dudoso te aproximaste ante aquel otro hombre desterrado de la sociedad. Inseguro sobre si contar o no tu historia, tu pasado, te sientas junto a el con la esperanza de poder contarle alguna otra cosa

Sin mirar directamente al rostro de aquél hombre, ni fijarme demasiado en su apariencia, le hablo con la voz un poco menos hosca

Eres tú a quién se puede dar un pago? no tengo nada que ofrecerte pero un hombre me ha dicho que te interesan las historias... y a mi me gustaría contarte la mía.

Comienzo a relatarle mi pasado a aquél extraño, esperando que en aquellas lineas perdurara esa amarga historia, tal vez era la única y última vez que le contaba a alguien los acontecimientos completos, pues no serviría de nada si no me creían...

Así transcurre un buen rato mientras yo hablaba mirando hacia el cielo, algunas personas se habían movido de sitio y otras se acomodaban en sus lugares, los que jugaban habían sido desplazados por otros y el olor a comida inundaba el lugar, termino mi historia y me quedo en el sitio un momento más antes de despedirme.

Ahora con tu permiso, iré a alimentarme y volveré a mi hogar, espero que no se expanda esa historia, por favor no la relates a nadie más...

No te hagas ningun problema, postea cuando tu puedas,

Observbas al hombre escribir palabras salteadas sobre lo que ibas relatando, talves era su meto de escribir poco y recordar mucho. pero si podias ver como te escuchaba con suma intensidad, y devoraba cad auna de las palabras que salian de tu boca. Una vez termiando el relato, el viejo y cansado hombre esuchas tus ultimas palabras y contento cierra su pequeño libro rojo.

Muchas gracias por tu historia.

Eso es todo lo que exclama aquel hombre y mientras te alejabas a servirte un plato de comida, podias ver como lentamente el iba cerrando sus ojos como intentado dormirse.

Disfrutas de aquel plato de comida como si fuera la primera vez en varios meses que proababas vocado, podria decirse que no era muy lejos de la realidad e incluso esa comida que no parecia a la vista muy apetitosa y de seguro no querias saber de que estaba hecha, parecia convertirse en un manjar en cuanto la saborabas.

Luego de haber comido, intento memorizar la calle donde me encontraba, recordaba haber pasado por allí en algún otro momento, pero tendría que saber volver para encontrar de nuevo a estas personas, observo denetidamente las ruinas de los edificios, y otro que aún se mantenían en pie, intentando localizar algo que fuera característico de aquél lugar, aunque seguro que por el simple olor a comida lo encontraría rápidamente.

Ahora, con algo en el estómago, podía pensar y ver  las cosas con más claridad, me sentía ya reconfortado y fuerte, es entonces cuando decido ir hacia los límites de la zona norte con el centro de la ciudad, tenía que salir de aquél lugar como fuera si quería recuperar mi vida anterior, o al menos la sombra de lo que fué.

Tal vez alguna de estas personas ya habían intentado salir y pudieran darme alguna información. Me dirijo nuevamente hacia el viejo con el que había hablado por primera vez, y en voz un poco baja y con un tono que quería hacer parecer casual le pregunto

¿sabes de alguna persona que haya intentado salir de esta zona?

Intentado? pues si, creeria que casi todos los que hemos caido aqui hemos intentado salir de este lugar, pero para muchos esto no sera mucho pero es nuestro hogar. No podrian adaptarse a volver al caos que es la ciudad, ademas, dudo mucho que si lograras volver a los otros distritos dures mucho. Voy a contarte un secreto, si no estas registrado como ciudadano activo de la ciudad te detectarian facilmente y te arrestarian o peor. Cada vez que cruzas una cuadra, entras a un edificio publico o pasas por algun lugar importante en la ciudad, unas pequeñas camaras de vigilancia ayudadas por Drones centinela que patrullan la ciudad, escanean a toda las personas. Pueden detectar facilmente si eres parte de la ciudad o no, y no importa que lo hallas sido en algun momento, deseguro en cuanto caiste en este sector tu numero de serie junto con toda tu vida fue borrado y catalogado como muerto.

El anciano que parecia muy entusiasmado hablandote de esto, no se molestaba en bajar su voz para que tu solo y no los demas a su alredor no lo escuchar, pareciera que ya habia contado esa historia mas de una vez, por lo que los demas no parecian prestarle atencion.

No sabes de nadie que haya logrado incorporarse a la sociedad nuevamente? alguien que haya logrado hacerse con una identificación robada o algo? mierda, y como te dan una? estas cosas de los suburbios me parecían totalmente ajenas, tanto tiempo encerrado y concentrado en mis estudios me había hecho perderme de varias cosas, sobre todo este ultimo año...

"pues de hecho si se de alguien que logro salir y logro
reincorporarse, lo que no sabría decirte es como lo logro. Cada tanto nos
topamos con algún periódico holográfico o los nuevos residentes nos comentan
las últimas noticias. Es por eso que se que logro reincorporarse

Hace un par de años alguien similar a ti estuvo sentado donde tu te
encuentras escuchando y preguntando las mismas cosas que tu. En cuanto escuchó
todo lo que le intereso, nos dio las gracias y se marcho, si mal no recuerdo su
nombre era Max....Max....Logan, si ese era su nombre o al menos con el que se
presento aquel día, pero cuando vimos las noticias, ahí estaba el, hablando con
una reportera acerca de los problemas de la ciudad. No podía creerlo pero al
mismo tiempo tampoco podía dudarlo, el estaba ahí y yo aquí, solo que su nuevo
nombre era algo extranjero, Remy algo,”

El anciano hizo una pequeña pausa como intentando calmarse por la emoción de
la historia y al mismo tiempo para recuperar el aliento. Por mas emocionado estuviera
por contar la historia, podías notar un cierto aire de tristeza en su rostro.

Max Logan... no me suena de nada ese nombre, pero si alguien lo logró, entonces no es imposible.

Tras un minuto de meditación, me despido del anciano, dándole las gracias y asegurandole que pronto volvería, y era verdad, ya estaba planeando algo, y ese hombre sin saberlo, habia encendido una llama de esperanza en mí, habia partido de aquella casa ruinosa, sin esperar nada, pero ahora tenía mas claros los pensamientos.

Con la menor vacilación posible, me dirijo hacia los límites de la ciudad, quería encontrar un lugar donde pudierse divisar las barreras y la vigilancia sin ser visto.