Partida Rol por web

El agreste valle

Aventura | 4. Qark

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18/11/2014, 11:01
Morgan, alias Shea

Morgan notó como Lirian la seguía confiando en ella, dado que su vista poco le podía aportar, y asintió interiormente. El combate parecía que había comenzado y la mestiza apoyó la culata de la ballesta en su hombro buscando el mejor objetivo, pero la acción no duró nada. Tal y como los orcos cargaron contra Kraum, y éste recibió una buena herida, el autodenominado 'La Ley' cogió las riendas de su montura y la espoleó para perderse en la espesura de la montaña dejando a sus dos secuaces a merced del enemigo.

Ambos fueron rápidamente ajusticiados por los salvajes orcos, Morgan apretó las manos contra la madera luchando contra las ganas de apretar el gatillo. Sus mandíbulas se cerraron fuertemente haciendo sangrar su labio superior por la presión con uno de los colmillos, y su nariz tembló ligeramente. Deseaba acabar con la vida de esos orcos, debía acabar con la vida de esos sucios orcos.

Con un bufido y un gesto rápido bajó la ballesta y la aguantó mirando hacia el suelo con el brazo tenso, ese no era el momento ni el lugar, si Shóndakul así lo disponía sus caminos volverían a cruzarse en un momento mas propicio. Habían conseguido su objetivo principal: que no se llevasen el libro, el que se llevasen sus vidas era algo a lo que pondrían remedio en cuanto pudiesen. Miró a su alrededor y avanzó hasta una roca tras la cual podrían esperar a que pasasen de largo, ahora quedaba encontrar a Few y a Lad.

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18/11/2014, 15:05
Rivoel Docanto

La lucha entre orcos y pumas a penas duró un suspiro. Vizco huyó en cuanto  derramó la primera gota de sangre, dejando a sus secuaces a merced de sus enemigos, que no tardaron nada en acabar con ellos.

Se desvanecía la imagen de los dos bandos enfrentados y matándose entre ellos, pero al menos nada hacía pensar que los orcos conseguirían el libro, al menos no esa noche. 

~~ -Nos devolvemos al castillo!

Espetó en jefe del grupo justo antes de subir a sus caballos y empezar a volver por donde habían venido. 

Rivoel miró desconcertado a sus compañeros. No sabía si seguirían con el plan de acabar con ellos o lo sucedido habría modificado el plan sin que nadie lo supiera.  En ese mismo instante Morgan bajó su ballesta y se dirigió tras una gran roca que quedaba cerca. El bardo no sabía muy bien las intenciones de la semiorca, pero decidió seguir sus pasos a la espera de algún gesto más claro con el que saber bien qué hacer.

Al fin y al cabo el objetivo de impedir que los orcos se hicieran con el libro estaba logrado, por el momento al menos. Y su cometido inicial de encontrar a sus compañeros seguía pendiente. Rivoel entendió que la intención era dejar que los orcos pasaran de largo y se escondió tras la roca también. Tras un ligero e imperceptible suspiro, el semielfo permaneció atento a cualquier movimiento o señal de sus compañeros. Si decidían enfrentarse a los orcos, todos incluido el jovial y afable bardo, iban a ser más que necesarios.  

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18/11/2014, 17:38
Lirian Ventormenta

Entre gritos y maldiciones por parte de los orcos y de los hombres de la Ley, el sonido del galope tendido de uno de los caballos indicó al norteño que algo extraño sucedía más adelante.- ¿Se rinden? ¿Huyen? - El hecho de que Morgan bajase su ballesta y se dirigiese con paso rápido hacia una gran roca junto al camino  así como las palabras del jefe orco fueron la constatación de sus sospechas. Lirian no tuvo más remedio que hacer lo que los pasos de su compañera dictaban, así pues corrió en busca de refugio siguiendo a Morgan tan cerca como podía.

Una vez a cubierto pegó su espalda contra la roca para tomar aliento y con un encogimiento de hombros y alzando las cejas preguntó a la semiorca qué demonios sucedía más adelante. 

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19/11/2014, 00:40
Códice [PNJ]

Tras los primeros instantes en los que el plan del bardo pareció estar saliendo a la perfección, algo se torció: habían infravalorado la mezquindad, cobardía e instinto de supervivencia de Kraum, quien, en cuanto vio su vida peligrar, procedió a poner pies en polvorosa, y que les dieran a sus secuaces. "¡Por las pútridas astas de Beshaba!", maldijo el fraile internamente, aunque al momento lo lamentó, deseando que ni Chauntea ni la mentada diosa estuvieran prestando mucha atención. Fue entonces cuando escuchó al líder de los villanos ordenar a sus secuaces la retirada. "¡Oh, no! ¡Pasarán por aquí!" Un escalofrío le recorrió la espalda: ¡tenía que esconderse, raudo como un topo! Giró sobre sí y... Alto: ¿dónde estaban sus compañeros...? ¿¡Le habían dejado tirado!? ¡No lo podía creer! ¡No lo creía! Histérico, aterrorizado, Códice comenzó a buscar alguna zanja o arbusto frondoso tras el cual ocultarse. Al momento, localizó la formación rocosa y vio algo moverse... ¡Rivoel! ¡Y detrás estaban Lirian y Morgan! Rezando a la Gran Madre todas las plegarias conocidas, el mestizo llegó hasta el roquedal.

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19/11/2014, 09:52
Morgan, alias Shea

Cuando Morgan llegó a la roca y se pegó a ella se dió cuenta que Lirian la había seguido, y vió que Rivoel también se estaba acercando a ellos, pero la cara de interrogación del guerrero le hizo recordar que él no había visto lo que había pasado. Se acercó a su oido y le susurró unas palabras.

- Después del primer golpe recibido, 'La Ley' - a pesar del susurro se pudo apreciar el tono de burla en su voz - ha huído. Los orcos han matado a sus dos secuaces y se van. - hizo un pequeño parón para aguantar la rabia que sentía por el resto de lo que iba a decir y continuó - Objetivo cumplido, el libro se queda en Qark.

Todavía se podía apreciar que sujetaba la ballesta con mas fuerza de la debida. En ese momento llegó el bardo y la guerrera miró alrededor buscando al clérigo, en su ira había olvidado su autoimpuesto cometido. El agarre de su mano se hizo mas suave y estaba por salir del abrigo de la roca para ir a buscarlo, cuando lo vió venir con gesto apurado -Bien... todos juntos. No deberíamos separarnos- se dijo pensando en los dos amigos perdidos.

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20/11/2014, 23:40

Con gran prisa, el grupo se escondió detrás de la roca gigante, aguantando la respiración cuando el sonido de los cascotes de los caballos se acercaba. 

La tensión se sentía y las manos estaban inquietas cerca de las armas que portaban, afortunadamente no fue necesario sacarlas de su funda y el sonido de los cascos de caballo desapareció rápidamente, dejando al grupo en compañía del aire frío de montaña y el sonido del viento silbando en uno de los agujeros de la roca en la que se escondían.

Buscaron los cuerpos de los semiorcos, pero no encontraron nada de valor, un par de armas en mal estado y el cuero tachonado en el que estaban envueltos, en sus cintos colgaban pequeñas bolsas, pero los orcos habían decidido que ya no las necesitarían.

Un impulso inicial los hizo pensar en subir por el camino, quizá seguir las huellas del caballo de Vizko y llegar a su guarida; eso habría sido posible hace dekhanas, cuando entre Ladfiena, Fewyhn y Klain podrían ayudarse mutuamente a rastrear. Pero donde una vez hubo abundancia en hombres expertos en sobrevivir a la intemperie, ahora solo quedaban guerreros, clérigos y bardos, con conocimientos extremadamente básicos de supervivencia.

Optaron por la opción más sensata: Volver a Qark, era fácil seguir el sendero por el que habían llegado.

Preocupados por La mediana y el semidrow, pero con el corazón aliviado por impedir una tragedia, llegaron a la posada. Como siempre, estaba atestada, y como la noche anterior, las miradas hoscas se hicieron evidentes al entrar. Una mesa estaba libre y mientras pidieron un plato caliente, Rivoel preguntó por noticias acerca de ladfiena y Fewyhn, pero, igual que hace unas horas, nadie supo dar razón.

Así se fueron a la cama, preocupados por los desaparecidos, pero sin mucho que pudieran hacer, quizá quisieran pasar la noche alejados del bullicio y con la llegada del sol, quizá volverían, al menos eso se decían, aunque su corazón albergara un sentimiento oscuro.

El sol salió y los héroes durmieron hasta que el sol tocó lo más alto del cielo (medio día) y los desaparecidos no llegaron aún, ni habían dejado razón. Un sentido de preocupación se apoderó de todos, algunos en mayor medida que otros, pero todos se imaginaron lo peor.

Quizá lo mejor sería salir en grupo buscarlos, en eso pensaron y hablaron mientras tomaban una comida en la solitaria posada, pero entonces una sombra apareció en el Umbral de la entrada.

- Tiradas (1)
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21/11/2014, 00:08
Vizko Kraum

La figura del semiorco apareció en la posada.

No tenía heridas, pero su rostro reflejaba una mezcla de enojo y cansancio extremo. 

-Es hora de partir, es ya o nunca! -Dijo evidentemente malhumorado y con cierta impaciencia, como si estuviera a punto de explotar por dentro.

Pero sus compañeros estaban aún perdidos ¿Se irán con Vizko de todas formas? ¿Se negarán a ir sin sus compañeros, arriesgando perder la oportunidad de reunirse con el puma? ¿Intentarán negociar? ¿Se echarán encima de Vizko y huirán de Qark? ¿Dejarán esta vez a códice en plan "(...)Alto: ¿dónde estaban sus compañeros...? ¿¡Le habían dejado tirado!? ¡No lo podía creer! ¡No lo creía!(...)"?. Es su turno!

Notas de juego

100 px a todos por postear

Próximo post: El lunes habrá turno SI o SI, pero si postean antes, puedo postear durante el fin de semana además del lunes. 

Objetos en la mochila desgastada:
- Espada larga +1 [Rivoel]
- Cota de mallas +1 [Rivoel]
- 2 pociones de fuerza de toro [1 Morgan, 1 Lirian]
- Amuleto de armadura natural +1 [Códice]
- Cuerda de escalada [Códice]
- 6 pociones de curar heridas leves (1d8+5) [2 Códice, 2 Rivoel, 1 Morgan,]
- 3 pociones curar heridas moderadas (2d8+5) [2 Morgan, 1 Lirian]
- 2 pociones de protección contra el mal (1 Rivoel, 1 Códice)

Objetos que aún faltan por escoger:
- 1 pociones de curar heridas leves (1d8+5)

Aún no he actualizado estos objetos en las fichas, en cuanto tenga algo de tiempo (el fin de semana), lo haré!

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21/11/2014, 00:32
Rivoel Docanto

Rivoel se levanto casi inmediatamente terminando de masticar su último bocado. Debía hacer algo par aganar tiempo, pues no podían ir sin saber donde estaban sus compañeros desaparecidos. Pero tampoco podían desaprovechar la oportunidad de ir ante el puma, pues además ahora se había quedado sin compradores para el libro y algo tendría que hacer con él.

El bardo engulló rápidamente antes de contestar:

Sr. Kroum, seguiremos sus pasos, pero antes.... Ha surgido un contratiempo. Dos de nuestros compañeros llevan desde ayer desaparecidos. No han venido a dormir a la posada y ni  siquiera han disfrutado de su invitación. Necesitamos encontrarlos para poder realizar la misión que nos encomiende. Siendo vos la ley aquí, seguro que sabe a quién o a dónde debemos dirigirnos para saber de ellos. No pasan desapercibidos en absoluto. Hacen una peculiar pareja, pues son Un elfo oscuro y una mediana... seguro que alguien de su confianza los ha visto y nos puede dar razón de ellos....

Rivoel esperó que sus palabras no le hubieran caído  del todo mal al descortés Vizco y atendiera su petición.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Aprovechando la tirada le digo que nos traiga el libro inmediatamente y sin poner objeciones, es una orden!!

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21/11/2014, 19:31
Códice [PNJ]

¡Los orcos habían pasado sin percatarse! “¡Chauntea nos ha salvado! ¡Alabada sea la Diosa durante mil y una primaveras!”, había exclamado para sí mismo. No sólo eso: gracias al plan del bardo, los cuatro aventureros habían impedido que el libro saliera de Qark y llegara a manos de Ighnomer y Vhazror, el malvado caudillo orco de Castillo de la Daga. La sensación combinada de triunfo y alivio fue tan grande que el resto de la noche la había pasado como en una nube. Sólo la persistente ausencia de la pareja de exploradores había oscurecido sus pensamientos.

Para cuando se despertó al día siguiente, después de dormir como un bebé, la mañana ya estaba muy avanzada. ¡Otro día más que faltaba a sus obligaciones matutinas! Compungido, dedicó lo que restaba hasta mediodía a sus rezos, pidiendo y agradeciendo a su diosa los poderes y milagros del día. Fewynh y Ladfiena no habían aparecido durante la noche ni aparecieron esa mañana. La cosa ya era inquietante y Códice imaginó lo peor: “Nos han abandonado.” Cuando estuvieron todos listos, bajaron a almorzar al salón de aquella posada sin nombre. Mientras comían, Códice y Rivoel respondieron a las preguntas de Lirian sobre la empresa en la que había aceptado ayudarles* y todos juntos discutieron qué hacer respecto a los dos desaparecidos.

Fue entonces cuando Kraum apareció. Códice pudo ver un ensangrentado y amplio vendaje medio oculto bajo la camisa del alguacil**. Su rostro era un poema. El desastre de la noche anterior le había puesto del peor de los humores. Con malos modos, les reclamó una decisión. “¡Pero no podemos enfrentarnos al Puma nosotros cuatro solos!” Antes de que pudiera hacer nada, Rivoel intervino. ¿Era la mejor estrategia? A Códice no se le ocurrió otra cosa. Calló, expectante a la reacción de Kraum.

Notas de juego

* En el off topic. XD // ** Licencia poética.

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23/11/2014, 01:00
Vizko Kraum

Kraum desvió la mirada ante la pregunta de Rivoel y vaciló durante unos instantes si contestar o mentir.

Creo que sus compañeros no podrán acompañarnos -Dijo con frialdad en sus ojos, entendió que le preguntarían el por qué, asi que se adelantó a dar respuesta a una pregunta que aún no surgía.

-La pareja salió de Qark muy entrada la noche, y fuera de la villa es muy peligroso, me informaron esta misma mañana que fueron hallados los cuerpos de un Drow y una mediana sin vida a unas cuantas millas al sur de aquí. -Finalizó con su mirada clavada en la expresión de los aventureros, como esperando disfrutar de lo que estaba a punto de ver.

-No podemos perder más tiempo, debemos ascender a la montaña para que no nos caiga la luna y suframos el mismo destino de sus compañeros.

Notas de juego

Hay turno el lunes!

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23/11/2014, 07:18
Lirian Ventormenta

La sorpresa por el comentario y el tono del semiorco pilló totalmente desprevenido a Lirian, quien no tuvo tiempo de pensar su siguiente movimiento y retener los sentimientos que bullían en su cuerpo cuando vio a aquella sucia rata de Kraum mostrar tal actitud, después de lo que habían sido testigos la noche anterior. Se incorporó de la silla dejando caer ésta hacia atrás con el consiguiente estruendo en el abarrotado local. Er..er...errr...- Por suerte aquel defecto en su dicción actuó en su favor ya que le permitió reflexionar en el último segundo acerca de lo que iba a decir. - ¡Eres una rata miserable! !Argggggg miserable! ¡Que mal anzuelo se te clave en el gaznate!

 No conocía en absoluto al drow o a la mediana pero Lirian no soportaba la mentira y mucho menos ser apremiado así por un ser que había dejado vendidos a los guardaespaldas que le acompañaban a manos de los orcos. Tal falta de valor, compañerismo y arrogancia fue demasiado para el norteño, quien al igual que Códice acusaba el haber pasado una mala noche. La mesa de donde comían fue lo suficientemente fuerte como para soportar la presión que sus dos fuertes brazos hacían sobre ella. Miró a sus nuevos compañeros y bajó la cabeza avergonzado por su comportamiento impulsivo. Respiró hondo y acto seguido se agachó a recoger la mochila que había caído al suelo por estar colgando del respaldo de la silla. Lo...lo siiiiento. Ha sido el do...do...dolor de una herida...rida re...reciente en...en...en  la essspalda. - Se excusó como buenamente pudo sin mirar al representante de la Ley.

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23/11/2014, 12:03
Rivoel Docanto

Las palabras de Vizco fueron como una losa para Rivoel, que cayó desolado sobre su silla. Con la mirada perdida empezaron a pasar por su cabeza imágenes de momentos vividos junto a Fewyhn y Ladfiena… Prisioneros, escapando a través de las grutas, atravesando las montañas, con Shaibar Trahel,  las plumas blancas … Momentos que se habían grabado en su memoria en los que sus dos compañeros le ayudaron a seguir adelante, ahora volvían a ser recordados en tan solo unos segundos. Y la  mirada del bardo se humedeció, como el rocío humedece las plantas al alba…
Durante esos instantes Lirian se había levantado precipitadamente de su asiento y pronunciaba algo, pero Rivoel a penas le pudo prestar atención, pues su mente estaba en otro lugar, junto a sus queridos compañeros.
Tras eso los ojos llorosos del entristecido bardo se tornaron cada vez más rojos, hasta que se inyectaron en sangre por completo. Al mismo tiempo sus vellos se erizaron, sus finos músculos se hincharon, sus puños, cejas y labios se apretaron y el gesto siempre risueño de Rivoel se tornó rabioso, crespo y furioso en tan solo un instante. Un sentimiento hasta ahora desconocido para él invadió cada pulgada de su cuerpo y cada gota de su sangre. La ira se adueñó por completo del ya colérico medio elfo y dominado por su furia se levantó con firmeza hasta llegar frente al semiorco. A no más de un paso de él, la ensangrentada mirada de Rivoel se clavó en los ojos de Vizco y con una bravura hasta ahora desconocida en el bardo le dijo:
No moveremos un dedo hasta recuperar los cuerpos de nuestros compañeros y saber quién y por qué lo hizo. Vizko Kraum, si de verdad eres la ley aquí demuéstralo y descubre quién tiene que pagar por la muerte de  nuestros amigos. Nada conseguirás de nosotros hasta que sepamos  con seguridad  lo que ha pasado con ellos. A ver que opina de ti  tu señor cuando vuelvas por segunda vez con el rabo entre las piernas sin nadie para entrar en las minas. 

Si Rivoel se viera a sí mismo  en ese momento  a penas se reconocería, pero estaba claro que la muerte de sus dos compañeros había logrado desmoronar por completo la siempre afable personalidad del bardo. Sin duda sus amigos había significado mucho para él, mucho más de lo que él mismo sabía y la noticia de la muerte de ambos despertó sentimientos hasta ahora desconocidos en Rivoel. Seguramente habría sido más adecuado para el cometido del grupo seguir a Kraum hasta la guarida de El Puma y dejar atrás a sus compañeros, pero hay ocasiones en las que  lo más adecuado a veces no es lo más apropiado....

- Tiradas (1)

Notas de juego

La tirada es para "obligar" a Kraum a que confiese lo que sepa sobre la muerte de nuestros compañeros y para que nos consiga los cuerpos.

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23/11/2014, 16:28
Morgan, alias Shea

Con todos a salvo tras la gran roca los jinetes pasaron de largo y los compañeros se quedaron solos, registraron los cuerpos de los caídos pero no hallaron ninguna pista por lo que dejaron todo como estaba y, sin saber qué rumbo tomar para encontrar el paradero de sus amigos, al final decidieron volver a la posada.

-Al menos la escapada ha dado un buen fruto- pensaba Morgan mientras desandaban el camino hacia Qark, aunque seguía preocupada por Few y Lad nada podía hacer por encontrarlos -el libro sigue en las manos del Puma y ahora no tiene compradores. Aunque nosotros no tenemos con qué pagar. Parece que tendremos que bajar a la mina pues es lo único con lo que podremos negociar-. Llegaron a la posada y la guerrera dejó resbalar sobre su coraza las miradas hostiles, no miró a nadie en particular pues no estaba segura de poder guardar la compostura.

Después de una cena caliente, bastante parecida a la del día anterior, se fueron a descansar. Entre susurros la mestiza preguntó a Códice y Rivoel si ese comportamiento era normal en la pareja desaparecida, todos coincidieron en que si bien muchas veces iban por su lado no era algo que hubiesen hecho desde que se conocían. Con esa premisa para Morgan solo había dos posibles situaciones para lo que estaba pasando. La primera era que se hubiesen ido, que hubiesen visto que la misión era demasiado peligrosa y hubiesen abandonado el grupo, dado los carácteres de ambos dudaba que fuese ésta pero la alternativa le gustaba aún menos. Y es que la otra opción era que no pudiesen volver, había muchas causas para esa imposibilidad y la guerrera deseaba que fuese la primera opción antes de tener que barajar las causas de la segunda.

...

Al despertar, con el sol en lo alto ya, y bajar a llenar los estómagos se enteraron que nadie sabía nada de ellos, comenzaron a hacer planes para salir en su búsqueda cuando la figura de Vizko se recortó en el dintel de la puerta. El semiorco no estaba de humor. Si era debido a la herida recibida, de la que no se apreciaban secuelas, o si era por el recibimiento que debió de tener por parte de su jefe, eso Morgan no lo pudo saber. Lo que sí supo fué que el ver su cara y recordar los hechos de la noche anterior, hizo que su sangre se calentase.

De inmediato bajó los brazos por debajo de la mesa y cerró las grandes manos en puños, su mirada fija en el plato que descansaba vacío delante suyo, su voluntad centrada en controlar su respiración. Las siempre acertadas palabras del elfo hicieron que se relajase un poco pero el sentimiento duró poco, la respuesta y el tono desapasionado de las palabras de 'La Ley' la golpearon con fuerza y mas por las prisas que les metió después de la funesta noticia. Morgan oyó como Lirian se incorporó de golpe, como impulsado por un resorte, aunque el guerrero no pudo decir nada coherente y volvió a sentarse, y vió como los pies de Rivoel se acercaron a Vizko.

Se levantó detrás de él, su rostro serio y su mirada clavada en el pecho del otro semiorco, su silueta enmarcando la mas menuda del elfo. A pesar de no saber qué es lo que diría apoyando todas y cada una de las palabras que saliesen de sus labios. Dispuesta a pasar a la acción si la situación lo requería.

Notas de juego

La ballesta se la devolvió a Lirian por la noche.

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24/11/2014, 16:17
Códice [PNJ]

Códice quedó mudo ante las noticias de Kraum. La idea de que la pequeña mediana estuviera muerta le revolvió las entrañas. Incluso la noticia de la muerte del problemático y oscuro drow le indignó, pues inconscientemente había acabado cogiéndole aprecio. ¡No! ¡No pensaba creer semejante afirmación sin ver los cuerpos sin vida ante sus ojos! ¡No tan fácilmente! Dos personas tan llenas de vida como esos dos, cada uno a su manera, no podían dejar el plano mortal de un día para otro, como si nada. Hasta a un clérigo de la Dueña del Ciclo de la Vida como era él le resultaba antinatural una cosa así.

Entonces Lirian estalló, para al momento controlarse. Lamentablemente, su sangre fría sólo le sirvió para verse relevado inmediatamente por el propio Códice, que se puso rápidamente de pie, los puños firmemente apretados y los ojos clavados en Kraum, y lanzó un profundo rugido de león como sólo alguien de herencia monstruosa podría lanzarlo. Mientras el bardo y la guerrera hervían por dentro a fuego lento, Códice prorrumpió en gritos y negó repetidas veces la veracidad de las informaciones de aquel gángster. Sólo se calló cuando vio que Rivoel se colocaba a escasas pulgadas de éste y, visiblemente enfurecido (una visión que Códice no había presenciado nunca y que más tarde deseó no volver a presenciar) y respaldado por la imponente presencia de la hembra, le lanzaba un ultimátum: los cuerpos y la identidad de los responsables o, si no, no habría trato alguno. Era una amenaza que el propio Códice suscribiría, pero... ¿Surtiría efecto? ¿De verdad tanto deseaban los Pumas Negros la mina y tan peligrosa era que no podían liberarla sin ellos?

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25/11/2014, 22:56

En el rostro de Vizko se reflejó sorpresa y tambaleó un poco mientras se alejó un paso del Bardo, no solo eran las palabras de Rivoel lo que hacían mella en "la ley", sus amenazas se combinabn con los gestos y el lenguaje corporal del grupo con el que se encontraba. A eso se le sumaba el percance que había tenido la noche anterior y quizá el miedo que le tuviera a su líder en caso de llevar noticias de un nuevo fracaso.

Todos esos ingredientes se juntaron para formar un caldo espeso dentro de la mente del semiorco que no tuvo más efecto que ablandarle la decisión y seguridad implacable que lo caracterizaba.

-Eh, tra.. tranquilo -Se le quebró la voz mientras sus grandes palmas monstruosas apuntaban en dirección al portavoz de los compañeros de la pluma blanca, en un reflejo de protección preventiva. No entendía cual era la importancia que le daban a un par de cadáveres que ya nada podían hacer, sin embargo accedió a la petición de los héroes.

-Muy bien, muy bien, los llevaré a donde están esos cuerpos, síganme!

A grandes zancadas presurosas, Vizko Kraum salió de la posada, seguido por supuesto, de los cuatro forasteros. Salieron de la villa y avanzaron al sur un par de millas, lo que encontraron finalmente les revolvió el esstómago y ciertamente golpeó el corazón.

Dos lanzas improvisadas se clavaban en el suelo, en el extremo de cada lanza se habían clavado dos cabezas cersenadas de sus cuerpos, no tenían ojos y el cuero cabelludo había sido arrancado, pero era evidente que se trataba de la pequeña Ladfiena y el enigmático Fewyhn. Los recuerdos empezaron a caer como cataratas a las mentes de los que habían convivido con ellos. Algunos desde hacía Dekhanas y otros un poco menos, pero ciertamente ambos habían dejado alguna impresión en todos.

Un par de metros más alejados, se encontraban dos cuerpos completamnete desnudos, uno de piel oscura y otro de un mediano. Los cuervos pululaban y se daban un banquete. Poco de lo que una vez dieron sus cuerpos se podía rescatar, la mayoría de la carne se encontraba en las víceras de las decenas de cuervos que se daban el festín y de otros tantos que aguardaban saciados en las ramas de un árbol seco sin hojas.

-Fueron orcos -Interrumpió Kraum -Sus amigos descansaban y unos orcos descendieron de las montañas y los emboscaron! -Mintió para no tener que dar explicaciones y era obvio que ni se imaginaba que los héroes habían estado cerca aquella noche. 

Impaciente, Vizko esperará a que los héroes hagan lo que tengan que hacer con los cuerpos, pero advertirá la urgencia de la reunión.

Ya nada se podía hacer por los caídos más que darles una digna despedida, pero siempre se podían presentar sorpresas ¿Revelarán la verdad de la noche anterior? ¿Irán a la cita con el puma? ¿Cancelarán la cita con el Puma? ¿Decidirán que es una misión que ya ha tomado varias vidas y se retirarán permanentemente?..... Es su decisión.

Notas de juego

100 px a todos por postear

Próximo post: Regreso el 06 de diciembre, ese fin de semana intentaré actualizar.

Objetos en la mochila desgastada:
- Espada larga +1 [Rivoel]
- Cota de mallas +1 [Rivoel]
- 2 pociones de fuerza de toro [1 Morgan, 1 Lirian]
- Amuleto de armadura natural +1 [Códice]
- Cuerda de escalada [Códice]
- 6 pociones de curar heridas leves (1d8+5) [2 Códice, 2 Rivoel, 2 Morgan,]
- 3 pociones curar heridas moderadas (2d8+5) [2 Morgan, 1 Lirian]
- 2 pociones de protección contra el mal (1 Rivoel, 1 Códice)

Aún no he actualizado estos objetos en las fichas, en mi regreso lo haré!

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26/11/2014, 12:22
Códice [PNJ]

A cada silencioso paso que daban detrás de Kraum, un enorme y negro nubarrón se iba formando sobre el ánimo de Códice. Por cómo había reaccionado el alguacil a las amenazas de Riveol, nuestro fraile no temía trampa alguna: temía la verdad. La escena que encontraron superó con creces los peores recuerdos de Códice de los peores momentos del Valle de la Sombra, y también sus peores expectativas: aquellos orcos -si podían creer a Kraum, y, por lo que había dicho anoche el líder orco, podían- no sólo habían asesinado a sus compañeros, sino que habían profanado horriblemente sus cuerpos. No le salió gritarle nada más al alguacil: tras un momento de shock, el hombretón sangreverde se lanzó sobre el pequeño cuerpecito descarnado de la mediana, espantando a los cuervos a manotazos, lo abrazó y rompió a llorar desconsoladamente.

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05/12/2014, 12:56
Morgan, alias Shea

Las palabras del elfo cogieron un poco desprevenida a Morgan, no lo conocía desde hacía mucho tiempo pero no se esperaba eso de él. A pesar de todo nada en su expresión ni en su postura cambió y se mantuvo a la espera de la contestación de Kraum, por suerte para todos accedió, al menos a la primera exigencia. Morgan salió a paso ligero detrás del semiorco pero sin alejarse del resto de compañeros, cuando apenas llevaban recorridas unas millas su zancada se detuvo de golpe.

Hubiese querido interponer su cuerpo entre sus amigos y la visión que tenían delante, pero para cuando quiso reaccionar el grito que oyó a su espalda le indicó que ya era demasiado tarde. El corpachón del clérigo avanzó raudo hasta donde estaba el cuerpo de la mediana o lo que quedaba de ella, espantando a los pajarracos que lo rondaban y, entre sollozos, lo abrazó acunándolo como haría un padre con una hija.

Las palabras de Vizko retumbaban junto a la sangre en la cabeza de la mestiza mientras su vista se desplazaba por el macabro cuadro, durante la guerra había visto cosas atroces hechas en el fragor de la lucha pero esto que tenía delante había sido hecho con evidente desprecio por la vida y los cuerpos de los fallecidos. Sin mover su postura, Morgan se dirigió a Kraum con una voz hueca y desprovista de emociones, esas ya vendrían luego, en la soledad.

- Demando justicia para dos viajeros muertos dentro de tu territorio. Las cabezas de los responsables en una pica.

La segunda palabra la remarcó especialmente, si el semiorco se consideraba 'La Ley' que actuase en consecuencia. -¡Orcos! los que dejamos escapar...- su mandíbula se apretó y por fin dirigió su mirada a Kraum, una mirada inyectada en sangre que no prometía nada bueno.

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09/12/2014, 21:59
Lirian Ventormenta

A medida que se aproximaba al lugar el vuelo de los cuervos y otras aves carroñeras auguraban que lo que estaban apunto de contemplar no iba a ser fácil de asimilar para el norteño y mucho menos para los compañeros de las dos víctimas.  Y así fue, más horroroso si cabe que lo peor que podría haber imaginado Lirian. Un bufido escapó de su boca sin saber muy bien qué hacer en ese momento. Sólo el grito de auténtico dolor del Códice consiguió sacarlo de su ensimismamiento. 

Que venga Eldath y lo vea... - Se dijo totalmente sobrecogido. No los conocía puesto que prácticamente no había compartido con ellos más que cuatro frases, pero aún así era un destino que no se lo deseaba ni a sus enemigos. La falta de humanidad de aquel que se hacía llamar La Ley ya era odiosa, pero el verlo allí, imperturbable por aquello que habían hecho esos mismos orcos con los que mantenía tratos, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Lirian. Asió con fuerza la empuñadura de su cimitarra listo para rebanar el gaznate Kraum a menos que contase todo lo que sabía cuando Morgan se dirigió hacia el semiorco. Ello le hizo detenerse y replantearse su acción. Primero, lo primero... - Cambió de dirección y se dirigió hacia Códice para acto seguido echar un brazo por encima de los hombros del clérigo. Du...du...duermen en paz a...a...amigo. - Susurró intentando inútilmente consolar a su compañero. Pe...pe...pero te juuuro que...nos vengaremos. - Sentenció firmemente para que Vizko pudiese oírlo.

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19/12/2014, 01:31
Rivoel Docanto

Sin asimilar la noticia de la muerte de sus compañeros siguieron a Kraum. Apesadumbrado, Rivoel avanzaba tras el semiorco esperando que éste no pudiera demostrar lo que les había contado, pero al poco se fueron acercando hacia algo que el bardo jamás desearía haber visto. Dos estacas mostraban clavadas 2 cabezas. Rivoel frenó en seco incapaz de dar un paso más hacia la macabra imagen. Atenazado por la desolación se mantuvo en pie a duras penas mientras el resto se acercaban hacia allí. Cuando vio  al hermano Códice abrazar a un pequeño cuerpo tendido en el suelo, El bardo se desmoronó. El mundo se le vino encima y sus rodillas tocaron el suelo mientras sus ojos se humedecían hasta que varias lágrimas brotaron, resbalando  lentamente por su mejilla hasta que cayeron al suelo sellando la tristeza de Rivoel sobre la tierra.

Con un nudo en la garganta esperó a que sus  compañeros volvieran con los restos de la pareja para darles la sepultura que merecían. Pero Rivoel fue incapaz de mirar los cuerpos. No tenía el valor suficiente para ver lo que habían hecho con ellos. Tan solo  imaginar lo que podría ver le helaba el alma.

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23/12/2014, 02:21
Vizko Kraum

En otra circunstancia, Kraum hubiera echado a reír con sonoras carcajadas burlas e insultos ante la demanda de la semiorca, pero eran momentos oscuros para él y un error más y perdería su cuello o tendría que huir a las montañas, donde de todas formas perdería su cuello.

-Sabemos quien lo hizo, el Puma lo sabe, pero necesitamos reunirnos con él ahora mismo -Insistió -Así podrán hacer justicia con sus propias manos!

Fue entonces que fue interrumpido la voz cortada pero gruesa y bestial de Códice, demandando un funeral propicio para sus compañeros. Eso enfureció a la Ley y no tuvo reparo en disimularlo, pero aún así no dijo nada. Su irritabilidad llegó casi al extremo cuando supo que no enterrarían los cuerpos en la tierra que los vio morir, sino que demandarían un funeral junto al único templo de Qark, el único sitio donde los dioses hacían presencia en ese lugar.