Partida Rol por web

El agreste valle

Aventura | 4. Qark

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30/10/2014, 19:06
Códice [PNJ]

¡Orcos!”, se sorprendió Códice cuando identificó a los jinetes encapuchados. “¿Qué hacen aquí, tratando con los Pumas Negros? ¿Serán estos los villanos a los que paga tributo la gente de aquel molino?”, se preguntó, recordando a la familia que les había acogido en su camino. No le dio tiempo a pensar nada más, pues inmediatamente Kraum y el jefe de los pielesverdes comenzaron a hablar y le sacaron de su error. De los cuatro aventureros, fue Códice el único capaz de escuchar la conversación, y al momento se puso lívido.

—¡Han venido a por un libro...! —susurró histérico cuando los conspiradores se hubieron alejado lo suficiente—. ¡Tiene que ser EL libro!

Cuando sus compañeros consiguieron que se calmase, les explicó:

—¡El jefe...! ¡El jefe de los orcos ha dicho que... que vienen a por... a por un libro! —exclamó, sin preocuparse por las caras de incomprensión de Lirian y mucho menos por explicarle nada—. Y Kraum... ¡Kraum ha dicho que sí! Que lo tiene su jefe, arriba, en la montañas... ¡Ahora van a por él!

En sus nervios, olvidó decir que los orcos habían sido atacados en el camino. ¿Qué importancia podría tener esa información.

—¡Debemos ir tras ellos! —dijo cogiendo a Rivoel por la pechera—. ¡Si no, será demasiado tarde!

No es que le hubieran dejado de preocupar Ladfiena y Fewynh, pero no tenían noticias del libro desde que habían encontrado el carromato. Sok Ul Makum, Beleg, los campesinos sacrificados a Yurtrus, Ighnomer, lady Isthar, el viaje por el subsuelo, la hermosa Shaibar Trahel... De pronto, toda su aventura desde que habían salido de Cataratas hasta el momento presente se condensó frente a sus ojos: ¡para eso estaban allí! ¡Debían ir tras el libro! Sus compañeros sabían cuidarse solos y, más importante, Códice estaba seguro de que comprenderían la decisión.

Lástima de nervios: si Códice hubiera pensado con más calma, se habría percatado de que los cuatro solos no tenían nada que hacer.

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30/10/2014, 22:03
Lirian Ventormenta

Orcos traba...trabajando para la la la Ley. - Subrayó el norteño tan pronto percibió que aquellos que mantenían la conversación en el camino eran orcos. Hacía tanto tiempo que no hablaba la sucia lengua de los orcos que ya prácticamente la tenía olvidada, de ahí que le hubiese costado tanto distinguir el acento y que para cuando lo consiguió ya hubiesen cesado de hablar.

Lirian esperaba que las primeras palabras del veterano Códice fuesen de preocupación acerca de que aquellos malnacidos hubiesen hecho algo a sus compañeros pero cuan grande fue su sorpresa que lo primero que mencionó fue algo acerca de un libro. ¿Un libro? La obsesión de este hombre para con los libros ya roza lo obsesivo! - Algo debía haberse perdido el norteño porque no se enteraba de nada de lo que allí acontecía. ¿Un li...libro? - Preguntó extrañado tanto para sí como para el resto. No cre... no cre...no creeeo que sea momento...mento de leer, ¿no no? - Lirian nunca había visto a alguien tan sumamente preocupado por un montón de papeles. Bueno sí, sí que lo había visto, concretamente hacía ocho o nueve años en Diez Ciudades, cuando una tienda que vendía pergaminos, libros y esas cosas para magos comenzó a arder debido a una vela colocada demasiado cerca de unas cortinas. Nunca olvidaría las luces y exposiones de miles de colores que salían despedidas por las ventanas cada vez que alguno de esos mágicos pergaminos ardía hasta consumirse. Aún podía escuchar los gritos del tendero echándose las manos a la cabeza y corriendo de lado a lado de la calle. Qué años aquellos... - Recordó con nostalgia. 

Céntrate Lirian! - Se reprendió. ¿Ir a por el libro libro? ¿Y tus compa...compañeros? - Preguntó consternado. Disculpen pero no enti...entiendo nada. - Comentó como punto final mientras miraba a los tres extraños compañeros sin poder evitar poner cara de circunstancia. 

 

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30/10/2014, 23:27
Rivoel Docanto

Rivoel estaba a merced del nervioso Códice, tan sorprendido estaba por lo que el sacerdote había contado que por un instante la mirada del bardo se perdió en el horizonte. El libro, vienen a por el libro...  mil pensamientos le vieron a la mente en un segundo:La huida,  el dolor de las cavernas, la esperanza en las montañas, la mujer alada de plumas blancas, el carro , los pumas... No sabía como pero todo parecía confluir en aquel momento en una sola palabra... El Libro...Tan anonadado estaba  que apenas opuso resistencia cuando el robusto semiorco lo tomó por la pechera, zarandeándolo como si de la vela de un barco se tratara. Los pensamientos se desvanecieron de golpe y Rivoel volvió en sí

~~—¡Debemos ir tras ellos! — ~~ ¡Si no, será demasiado tarde!

Sí , sí , debemos ir tras ellos.... Y el bardo comenzó a andar precipitadamente hacia las puertas de la ciudad. Su paso comenzó acelerado, pero a cada paso que daba el ritmo del semielfo decaía con cada pensamiento hasta que, justo antes de cruzar las puertas se detuvo .

Pero qué hacer, son demasiados para nosotros. Necesitamos saber más ¿ Dónde van? ¿ cuál es el pago?... Deberíamos adelantarlos y llegar al libro antes que ellos. Quizás contra un solo rival tengamos más posibilidades...

Necesitaban un plan, el enfrentamiento directo los ponía en desventaja, pero no tenían mucho tiempo para pensar

¿ Qué más han dicho? ¿ Por qué parecían enfadados, Códice?

Notas de juego

~~solo Chauntea sabe como el buen códice haya sido el único en escucharlos mientras Morgan y Lirian se esforzaban por escuchar murmullos indescifrables que se esparcían con el viento

¿ Y qué hay de Rivoel? Él también sabe idiomas!!!! 

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31/10/2014, 18:51
Códice [PNJ]

Códice todavía agitaba a su compañero, como tratando de exprimirle una solución, un plan, cuando Lirian intervino. Sus preguntas hicieron que Códice se percatase de lo que acababa de suceder: había hablado abiertamente de la misión delante del norteño. Códice tragó saliva y comenzó a pergeñar una nueva excusa.

—Verás, compañero... Yo... Nosotros...

En ese momento, Rivoel se soltó de la presa del medioorco y comenzó a avanzar discretamente en la dirección por la que habían desaparecido los jinetes, hacia la montaña, consciente como Códice de lo que todo aquello suponía. Sin embargo, al llegar al límite del pueblo, el bardo se paró. A diferencia de Códice, había decidido usar la cabeza antes de jugársela. El clérigo tuvo que reconocer que debían pensar un plan antes de salir disparados.

—Al parecer, fueron atacados en el camino antes de llegar —fue la respuesta de Códice a la última pregunta de su compañero.

Detenidos ambos casi fuera del pueblo, Códice podía sentir la arena del reloj cayendo sobre su cabeza y ahogándole. Para encontrar un plan, volvió su atención hacia sus otros dos compañeros, pero entonces se encontró con el rostro de Lirian. “Está confundido y comienza a desconfiar de nosotros: si no somos honestos con él, nos dejará, y entonces sí que tendremos problemas. ¡Le necesitamos!” Códice se puso muy serio, se acercó a Lirian y le puso una mano en el hombro.

—Señor Lirian, hay algo muy importante que debemos decirle —dijo, abandonando cualquier intento de parecer lo que no era y adoptando de nuevo sus rimbombantes formas de hablar—, pero antes... Dígame, mi amigo: ¿a qué dios rinde usted adoración?

"Oh, Gran Madre... ¡Que sea uno bueno!" Estaba visto que el destino no le iba a permitir escoger aliados.

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31/10/2014, 21:16
Lirian Ventormenta

Aquel hombre sin lugar a dudas era un sujeto extraño, desde luego muy alejado de la idea preconcebida que Lirian tenía acerca de los semiorcos.

En en en Diez Ciudades todo el mun...mundo adora a Tempus. - Comenzó diciendo - Pe...pero en mi mi casa ssssiempre hemos rezado a Eldat, la Señora Silenciosa. - Contestó ahora sin titubear en ningún momento al mencionar el nombre de la Diosa de los arroyos, manantiales y por encima de todo, de la paz. Era normal en los hombres que se ganaban la vida en los lagos o en los ríos encomendarse a la diosa para que los protegiese en su faenar. Siempre le había resultado curioso esa dualidad en su familia, por un lado adoradores de Tempus, el Martillo de Enemigos, y por otro lado fieles seguidores de la Diosa de la Paz. Lirian, a pesar de su porte y su aspecto, siempre se había sentido más inclinado hacia la segunda ya que para nada era una persona violenta. De hecho, debido al primer brote de violencia que había sentido en su vida mató sin querer a una persona, lo que le obligó, por decisión propia, a abandonar su tierra y recorrer mundo intentando olvidar o más bien expiar aquel terrible incidente. Lo que no sabía cuando abandonó Brynn Shander es que los Reinos más allá de las Columnas del Mundo, para su desgracia, eran más violentos e incivilizados que su antiguo hogar.

¿Por por qué lo preguntas? - Preguntó más intrigado si cabe.

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31/10/2014, 22:30
Rivoel Docanto

Debían hacer algo y debían hacerlo pronto. Pocas veces el destino  te da una oportunidad   de una forma tan clara.

Pero debían hacerlo pronto. Rivoel seguía pensando, aunque una cosa tenía bien clara. Hiciesen lo que hiciesen, no podían perder de vista a Vizco y los orcos, de modo que, ocultándose bajo el manto de la noche, el bardo salió tras ellos, siguiendo su ritmo a una distancia suficiente como para impedir ser descubiertos por el grupo que les precedía.

Mientras los observaba en la distancia era cada vez más consciente que por su número sería imposible derrotarlos en combate, pero ¿ Y si conseguía que se pelearan entre ellos...? Por como habían actuado cuando se encontraron, no parecían tenerse mucho amor. Quizás si consiguiera hacer saltar una pequeña chispa entre ellos,  sus ánimos podrían prenderse en una fogosa riña.

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31/10/2014, 22:58
Morgan, alias Shea

No tuvieron que esperar mucho para ver con quién se reunía Vizko -Cinco jinetes con una montura vacía- contó mentalmente Morgan, y no fué hasta que se saludaron que se dió cuenta que los encapuchados eran orcos -Malditos malnacidos- fué un pensamiento reflejo. Después de eso comenzaron a murmurar y por mas que la guerrera aguzó el oído, no logró entender dos palabras seguidas. Se quedó esforzándose por conseguirlo hasta que unas palabras brotaron de los labios de Códice, al menos había alguien que se había enterado de lo que hablaban.

Ante esas afirmaciones la mestiza se puso en pie y comenzó a seguir el camino que habían tomado. Estaba claro que no podían perder de vista la pista que tenían pero no acababa de entender el histerismo del clérigo. Con las prisas no se habían acordado que con ellos había una persona que no sabía nada del verdadero motivo de su presencia en Qark, y Lirian comenzó a preguntar al respecto y a recordarles el por qué de su salida de la posada.

- Es verdad, Few y Lad no han aparecido- y entonces el bardo comenzó a preguntarse cómo iban a conseguirlo -Seguro que esa pareja están bien- se autotranquilizó. Mientras Códice comenzaba a poner al día al otro guerrero, a su manera claro, Morgan siguió a Rivoel con todo el cuidado del que era capaz.

- Van a las montañas a reunirse con El Puma para comprarle el libro. No podemos llegar hasta el jefe antes que ellos, ya nos han pasado por encima - dijo recordando que la cita de esa noche debería haber sido la suya pero La Ley la había pospuesto -, además según todos dicen El Puma es un hombre de palabra, si ya ha cerrado el trato con ellos seguirá adelante y no nos hará caso.

El pensamiento de la guerrera se desvió hacia la respuesta de Códice al por qué del enfado de los orcos, escupió en el suelo a un lado del camino y siguió caminando.

- Si han sido atacados tal vez desconfíen de Vizko, o podamos hacer que lo hagan.

Notas de juego

¡No veas cómo rajáis 'marujas'!  XD

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03/11/2014, 11:36
Códice [PNJ]

 “Ah, muy bien: la diosa de la paz que odia la violencia y el dios de la guerra que anima a resolver toda disputa por las armas”, pensó Códice, no sin cierta sorpresa. “¡Menuda combinación! Esas diez ciudades deben de ser un sitio bien curioso...” Sin embargo, no tardó en encontrar la manera de sacar partido a la información.

¡Eldath! —exclamó Códice con satisfecha sorpresa, aunque cuidándose de elevar mucho la voz—. ¡Por la Gran Madre, ahora sé que estoy con un amigo! —añadió, y con la mano libre maniobró para sacar torpe y rápidamente el símbolo que llevaba colgado al cuello, oculto por las ropas desde que habían llegado al pueblo: una tosca rosa de madera—. Bien, señor Lirian: sepa que no está ante un guerrero, y tampoco un aventurero, sino ante un orgulloso siervo de la Diosa de la Cosecha. —Eldath y Chauntea, en tanto que diosas de la naturaleza, cada una a su manera, eran deidades afines en muchas cosas—. Y sepa que no me mueve la codicia ni la emoción de la aventura, sino algo mucho más elevado, algo que la diosa de su devoción apoyaría sin dudar: ¡la paz y el bienestar de las gentes sencillas de este hermoso valle! —dijo emocionado. Sus verduzcas mejillas se ruborizaron, pero nadie pudo verlo en la oscuridad de la noche—. Y esta es la verdad —continuó—: que mis amigos, los presentes y los ausentes, hemos llegado a este pueblo siguiendo la pista de un objeto, un libro mágico que puede significar la diferencia entre la paz y el sufrimiento de este gran país bajo la bota del Orco, y que ese libro no es otro que el que la gente de Kraum está a punto de vender a esos monstruos, condenándonos a todos. —Códice hizo una pausa y reafirmó el apretón en el hombro de Lirian.— Señor Lirian: si no se lo dijimos antes es porque no podíamos poner en riesgo la misión confiando en un desconocido, por honorable y valiente que este pareciera. —Tragó saliva y soltó a Lirian.— Ahora, confío en que entenderá por qué el libro es más importante que las vidas de nuestros amigos, por mucho que nos pese. —De nuevo, la emoción.— Y ahora, en nombre del Bien, le pido su ayuda.

Durante los segundos siguientes, sólo se oyeron los sonidos de la noche: el ulular del búho, el viento en las hojas de los árboles, la respiración de los presentes. Rivoel y Morgan habían discutido algunas ideas sobre qué hacer, pero Códice no había podido atenderlas. Rivoel incluso había salido tras el rastro de los jinetes, para no perderlos de vista. Pese a las prisas, Códice no podía seguir sin ser honesto de una vez por todas con Lirian. Ya correría luego tras el bardo.

Notas de juego

Disculpad que haya retrasado la resolución, amigos ^^: ¡es que no daba decidido cómo escribir esto!

En tu próximo post, Lirian, puedes asumir que, tan pronto me respondas, Códice (y tú, si aceptas) correrá tras Rivoel.

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03/11/2014, 22:07
Lirian Ventormenta

Con la palma de la mano abierta golpeó su frente. Ahora encaja todo! Un sacerdote! - Lirian respiró aliviado al conocer la verdad acerca de de aquellas personas a las que acompañaba. Escuchó perplejo las palabras de Códice acerca de aquel extraño libro y de cómo era imperativo el recuperarlo de las garras de aquellos seres que ahora se alejaban por el camino. Lo co...co...comprendo padre Có...có...Códice.- Contentó con una sonrisa sincera en su rostro. Los ayudaré en to...en to...en todo cuanto esté a mi alcance...cance. - Contestó devolviendo el apretón en el hombro al semiorco y mirándolo sin pestañear a lo más profundo de sus ojos. Será un autén...auténtico placer padre.

Una vez hubieron dejado las cosas claras Lirian palmeó el costado del sacerdote y con un gesto de cabeza le indicó que debían ponerse en marcha y seguir a sus amigos. Ambos, norteño y semiorco, corriendo en pos de Morgan y Rivoel que aguardaban varias yardas más adelante al abrigo de las sombras. 

 

Notas de juego

Asumido :D

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06/11/2014, 01:53
Rivoel Docanto

Mientras perseguían al nutrido grupo de guerreros a cierta distancia, Rivoel y sus compañeros fueron trazando un plan para poder deshacerse de los orcos sin correr muchos riesgos, llegando a la conclusión de que lo mejor era que los orcos, Vizco y sus hombres se peleasen entre ellos.
Llegado el momento oportuno, cuando más vegetación había tras la que ocultarse y estando a cierta distancia, pero la oportuna  para que el hechizo tuviera efecto, El bardo empezó a lanzar un sortilegio mágico que le permitiría hablar con los orcos mediante susurros.
Eligió al que parecía el jefe de los orcos y 2 más de su raza siendo que ninguno de ellos fuera el que llevara el caballo con el oro.
En idioma orco y con una voz profunda y autoritaria Rivoel empezó a susurrarles 
- En nombre de Ighnomer y Sok Ul Makum os hablo y os ordeno que matéis de inmediato  al semiorco y sus hombres. Van a tenderos una trampa para robaros el oro. Hacedlo ya, antes de que sea  tarde. Pronto os emboscarán más hombres. Mataaadlosss… mataaaaadlos… Tras vuestro cometido os daré nuevas instrucciones. Mataaaadlos… mataaaadloooooos……. Si no lo hacéis moriréis y nuestro enfado será tan grande que el propio Ighnomer utilizará sus poderes para causaros dolor y sufrimiento por toda la eternidad. Mataaaadlos… mataaadlooos…..
Rivoel trató de engañarlos diciendo hablar en nombre del Nigromante y el saman de los orcos, pues sin duda ellos les habrían enviado hasta aquí y esperaba que  obedecieran sin remilgos, pues eran hombres de armas acostumbrados a recibir órdenes.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lanzo susurrar mensaje al jefe orco y 2 de los más fuertes, siempre que ninguno sea el que porta el caballo sin jinete pero con el oro.

 

Por todos los dioses.... las tiradas predestinan un desastre. Lo positivo es que por estadística ahora empezarán las buenas tiradas.

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06/11/2014, 16:24
Lirian Ventormenta

Tratando de distinguir qué sucedía al frente Lirian entornaba los ojos con fuerza. No hay manera. ¿Qué estará pasando? - Se preguntaba al ver a Rivoel susurrar palabras ininteligibles y a continuación después hablar en idioma orco. Viendo que desde esa distancia el norteño iba a servir de bien poco, optó por descolgar su ballesta y cargarla en silencio con un grueso virote. No quería hablar por miedo a que los descubriesen o a echar a perder el conjuro del bardo semielfo por lo que con un gesto ofreció su ballesta a sus compañeros. - Al menos ellos verán a quien disparan.

Notas de juego

Cedo la ballesta ligera cargada al que mejor le venga.

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07/11/2014, 10:52
Rivoel Docanto

Y el bardo añadió :  Estos bandidos dominan la ciudad por encima de la ley ¿ A caso no os extraña que os alejen tanto para hacer el intercambio?  mataaadloooos, mataaadlos...!!

Tras eso Rivoel se separó unos metros de sus compañeros con todo el sigilo que pudo y escondido tras unos arbustos sacó la honda esperando que el plan tuviera efecto.

Notas de juego

Aprovechando esta prórroga y un hueco en mi trabajo he añadido algo más al susurro.

 

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08/11/2014, 15:26
Morgan, alias Shea

Con el plan mas o menos decidido se acercaron todo lo prudente al grupo al que perseguían y, cuando Rivoel hizo la señal, la guerrera comenzó a tomar posiciones. Estaba por sacar la honda, ya que las lanzas no llegarían a su destino, cuando Lirian alargó la mano ofreciendo su ballesta. Morgan la cogió con un asentimiento para dar las gracias, estaba tan acostumbrada a ver en la oscuridad que había veces que olvidaba que no todos sus compañeros podían hacerlo y apenas veían a un par de  metros de su cara.

Miró y vió que ya estaba cargada, le hizo un gesto al otro guerrero para que se pusiese a su lado y así poder coger un virote de ser necesario, o devolvérsela. Luego clavó la lanza en el suelo a su lado, para tenerla a mano en caso de ser necesaria, y apuntó hacia el que parecía el jefe de los orcos.

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08/11/2014, 16:54

El grupo avanzó detrás de los orcos guiados por Vizko y sus dos esbirros, desde una distancia prudencial, donde no pudieran verlos, pero corrían con la desventaja que tampoco podían ver bien, salvo las siluetas oscuras que resaltaban bajo la luz de la luna y las estrellas.

Empezaron a subir las montañas, sin encontrar el momento propicio para ejecutar el plan que habían discutido en medio de susurros durante la persecución, Rivoel no podía ver bien y eso era un problema para hacer lo que tenía en mente...

La calma era absoluta, solo se escuchaban los cascos de los caballos mientras ascendían y el silbido del viento frío que bajaba desde las montañas para impactar en la cara de todos los viajeros. Las nubes se abrieron y la luna iluminó ligeramente, lo suficiente para que con gran esfuerzo, Rivoel pudiera distinguir entre orcos y semiorcos, hizo una seña a sus compañeros; Sabía que el momento había llegado.

Se concentró para determinar los objetivos del mensaje: El líder y sus dos mejores hombres. los otros dos orcos (uno de ellos arrastraba el caballo del oro) no captarían el mensaje.

- En nombre de Ighnomer y Sok Ul Makum os hablo y os ordeno que matéis de inmediato  al semiorco y sus hombres. Van a tenderos una trampa para robaros el oro. Hacedlo ya, antes de que sea  tarde. Pronto os emboscarán más hombres. Mataaadlosss… mataaaaadlos… Tras vuestro cometido os daré nuevas instrucciones. Mataaaadlos… mataaaadloooooos……. Si no lo hacéis moriréis y nuestro enfado será tan grande que el propio Ighnomer utilizará sus poderes para causaros dolor y sufrimiento por toda la eternidad. Mataaaadlos… mataaadlooos…..Estos bandidos dominan la ciudad por encima de la ley ¿ A caso no os extraña que os alejen tanto para hacer el intercambio?  mataaadloooos, mataaadlos...!!

Pronunció, pero el silencio reinó el ambiente, por un par de segundos Rivoel se frustró: Su plan había fracasado y ahora los había alertado con quien sabe que consecuencias, apretó su puño de frustración mientras observaba las figuras negras sin saber con exactitud lo que ocurría.

Otro segundo pasó y esta vez, Rivoel pudo suspirar de alivio: Su plan había sido fructífero.

El ruido del metal saliendo de la funda fue lo que se escuchó en medio del silencio, seguido por una orden en idioma orco que sonó como el rugido de un león -Matadlos, matadlos a todos! -Dijo el líder y sus dos mejores hombres lo siguieron. Los tres desmontaron sus caballos y desenfundaron sus armas, dispuestos a cumplir las misteriosas órdenes que habían recibido en su mente. Los otros dos combatientes orcos no sabían lo que ocurría, pero seguro seguirían las órdenes de su líder.

Vizko y sus dos hombres no entendían nada, y en medio de la oscuridad, Rivoel pudo imaginarse la cara de espanto de ese hombre cuando los orcos se habrían vuelto para atacarlo....

Notas de juego

100 px por postear
100 px a c/u por el plan
50 px a Rivoel por ejecutar bien el plan

Próximo turno: Martes o miércoles.

@Todos: Acaba de pasar el asalto sorpresa ¿Desean intervenir o prefieren seguir esperando a ver que sucede?

COMBATE:
Asumo que están a una distancia aproximada de 100 pies.

 

Objetos en la mochila desgastada:
- Espada larga +1
- Cota de mallas +1
- 2 pociones de fuerza de toro [1 Morgan]
- Amuleto de armadura natural +1 [Códice]
- Cuerda de escalada 
- 6 pociones de curar heridas leves (1d8+5) [1 Códice, 1 Rivoel, 1 Morgan]
- 3 pociones curar heridas moderadas (2d8+5) [2 Morgan, 1 Lirian]
- 2 pociones de protección contra el mal (1 Rivoel)

Objetos que aún faltan por escoger:
- Espada larga +1
- Cota de mallas +1
- 1 poción de fuerza de toro
- Cuerda de escalada
- 3 pociones de curar heridas leves (1d8+5)
- 1 poción de protección contra el mal.

Aún no he actualizado estos objetos en las fichas, en cuanto decidan repartir el botín en su totalidad lo hago. Sin embargo, ya pueden hacer uso de ellos.

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09/11/2014, 12:01
Rivoel Docanto

La persecución se alargó hasta las montañas. La oscuridad se puso a favor de los orcos una vez más y Rivoel a penas podía distinguir tan solo las siluetas, sin distinguir quién era cada uno. Pero al fin el cielo se abrió y la luz de la luna los dejó ver, momento en el que el bardo aprovechó para lanzar su conjuro, iniciando así el plan que habían tramado durante la persecución.

Por un momento la desolación se apoderó de Rivoel al ver que tras emitir su mensaje a los orcos apenas ni reaccionaron. El terror invadió al semielfo, pues no veía otra forma de recuperar el libro si esto  fallaba. Pero tras un instante, El jefe orco sacó su arma y  dio la orden de atacar. !!! El plan había funcionado!!!! La satisfacción de Rivoel fue doble al ver como finalmente su conciso pero directo mensaje había causado el efecto deseado. Ya solo quedaba esperar a que se mataran entre ellos y aprovechar la confusión para hacerse con el caballo que cargaba el oro. Sobre ese animal puso animal toda su atención y esperó a que se entablara el combate para, aprovechando el desconcierto de la lucha,  acercarse sigilosamente hacia el animal, con su honda preparada por si la necesitaba.

- Tiradas (1)

Notas de juego

En el asalto sorpresa cargo la honda. En el siguiente asalto espero a  que se inicie el combate para empezar a acercarme sigilosamente hacia el caballo con el oro.

No sé muy bien a cuánto me muevo haciendo sigilo, pero supongo que tardaré al menos un par de asaltos en llegar.

Los modificadores al sigilo por la situación los dejo a criterio del director, pero si no me equivoco tengo +5 por estar distraídos y +1 por cada 10 pies de distancia.

Como he jugado mucho en mesa me entiendo mejor por casillas ¿ 5 pies = 1 casilla?

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10/11/2014, 10:14
Morgan, alias Shea

El combate empieza y, al ver como Códice comienza a acercarse, Morgan deja de apuntar, coge la lanza y lo sigue a unos pasos de distancia* en silencio. No piensa dejar que el clérigo se aleje mucho de ella, parece que no ha perdido los viejos hábitos y ya ha elegido un nuevo objetivo al que proteger.

- Tiradas (2)

Notas de juego

*A poder ser, no detrás de él sino hacia un lado para que no me tape la visión

Dejo tirada de Sigilo por si fuese necesaria (que supongo que sí)  n__n

Editado: Siguiendo a Códice, añado tirada de Iniciativa ^_^

P.T. Y siguiendo a Códice saco una mierd# de ini  <_<   La verdad es que dejamos que actúen ellos primero para movernos durante el combate por lo que las iniciativas tienen razón   XDDD

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12/11/2014, 07:12
Lirian Ventormenta

Vamos allá. - Se dijo al ver avanzar a Morgan agachada con la lanza lista para ensartar enemigos. El norteño no tenía en mente quedarse atrás y lejos de sus compañeros ya que, aunque había suficiente luz de la luna como para saber dónde pisaba, desconocía la disposición de los orcos a los que sólo podía escuchar maldiciendo y desenfundando sus armas. Parece que ha comenzado el baile. He de felicitar al semielfo cuando tenga oportunidad y por las barbas del pez gato del Dinneshere que saldré vivo de ésta para poder hacerlo. - Pensó colocándose tan sólo a unos pasos por detrás de la mujer semiorca y procurando pisar únicamente donde los pies de su compañera lo hacían. Pronto hasta su paladar llegó el característico sabor amargo que precedía a la batalla. Ya lo había notado días atrás luchando contra los elfos salvajes y allí hubo de dejar en el húmedo suelo cubierto por las hojas de los árboles a los cadáveres de varios de los que lo acompañaban. Escupió en el dorso de su mano con cuidado y lanzó la saliva bien lejos. - Espero que acabemos mejor que la última vez amiga mía. - Tras ello besó la hoja de su afilada e impoluta cimitarra y aferró su escudo con fuerza.

Oh Madre de los Manantiales y las Aguas por favor protege a este humilde pescador. Oh Reina del Silencio y Dulce Señora de las Arboledas que las corrientes nos devuelvan a la orilla y que nuestros brazos no desfallezcan. Nos dejes que nos hundamos. - Repitió lo que su padre y su tío tantas veces rezaban cuando las nubes de tormenta los sorprendían lejos de la orilla, en el interior de los grandes lagos. Luego pareció recordar. Aunque bueno Tempus..si estás por ahí tampoco estaría mal tu ayuda. - Se apresuró a añadir esta vez una plegaria de su propia cosecha.

 

Notas de juego

Acompaño a Morgan a 5' por detrás de ella.

Preparo acción para cargar al primer orco que aparezca frente a nosotros, siempre y cuando mis compañeros decidan atacar.

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12/11/2014, 13:43
Códice [PNJ]

Mientras observaba expectante el desarrollo del brillante plan de Rivoel, el hermano Códice trataba de buscar un ángulo desde el que poder disparar a sus enemigos, por si fuera necesario. El clérigo agarraba su ballesta con fuerza, tenía miedo... Sin embargo, ahora que le habían contado a Lirian la verdad y este les había dicho que les ayudaría (y parecía que de corazón), se sentía liberado: si su larga búsqueda iba a resolverse en aquella noche oscura y fría, en aquellas montañas, para bien o para mal, lo afrontaría sin lamentos. Las cartas estaban sobre la mesa; los dados, echados.

Por el rabillo del ojo, el mestizo vio a Morgan moverse cerca de él, lo que le dio confianza y le reconfortó. Recordó en aquel momento lo que había sentido al verla por primera en el salón de audiencias del señor de Fuertenuevo: atractiva, fuerte, víctima como él mismo de la cruz de los medioorcos... En aquellos primeros días la había visto como alguien a quien cortejar, alguien con quien intimar carnalmente, pero esos pensamientos habían quedado en un segundo plano a medida que se acercaban a Qark y al libro. Sin embargo, en aquella hora, mientras sus vidas pendían de un hilo, Códice se dio cuenta de que esos sentimientos volvían a aflorar: comenzó a hacer cábalas sobre lo que podría hacer si salían vivos de la situación en la que estaba para permanecer con ella, lo que podía hacer para conocerla mejor y que ella le conociera... ¡Hasta llegó a plantearse abrazar definitivamente la vida de aventurero! ¿Qué diría el hermano Bistro o la hermana Breeza...?

El fraile se obligó a dejar esos pensamientos de lado y centrarse en el ahora: si Kraum conseguía detener el combate siquiera por unos instantes, o si los orcos tomaban demasiada ventaja, tendrían que disparar. Era lo que habían acordado. Códice también percibió el movimiento del norteño, unos pasos detrás de él, y al bardo, en la dirección opuesta: ambos iban prácticamente a ciegas. Como no podía ayudarles con su milagrería en ese momento, el chaunteano rezó para que la Gran Madre les protegiera, les guiará a todos en la oscuridad... y les acogiera en su seno si perecían.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uso este primer asalto para acercarme, con el máximo sigilo, hasta una distancia donde el disparo contra el orco más débil (que supongo que irá de últimos, cerca de nosotros) no esté penalizado. Durante el trayecto hasta el lugar donde estamos, cojo de la mochila otra poción Curar heridas leves y sugiero a Lirian que coja una poción Fuerza de toro. Tiro Iniciativa.

(Tanto rezar, tanto rezar... Mierda de Iniciativa! XD)

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15/11/2014, 00:25

El sargento de los orcos cargó vehementemente contra Vizko, su alfajón rompió el aire y se estrelló en el pecho de la ley, sacando esquirlas de la armadura por los aires y a juzgar por el fuerte grito, una fea herida se había llevado. Como pudo, Vizko no dudó dos veces en coger las riendas de su caballo y clavarle las espuelas para arrancar a correr, el orco lanzó otro ataque, pero este solo rozó la cabeza del que huía a toda marcha.

Los orcos de montaña, con sus grandes hachas desenfundadas, hicieron lo mismo con los secuaces de Vizko, ninguno golpeó a su víctima. Despavoridos, los semiorcos se unieron a su líder y emprendieron carrera con la esperanza que no los siguieran, pero solo uno de ellos logró salir victorioso, al menos durante unos cuantos metros, el otro perdió la cabeza.... literalmente. Al ver que no podía huir, el semiorco que aún quedaba arrojó su arma al suelo, se arrodilló y pidió clemencia. Pero era más fácil pedirle a Shar que se reconciliara con Sune, que unos orcos enfurecidos tuvieran clemencia sin alguna razón de peso para hacerlo. Un espadazo del sargento fue suficiente para acabar con su vida, no tenían tiempo para jugar con sus víctimas, así como lo habían hecho hacía un par de horas con una pequeña mediana y un oscuro SemiDrow.

Los orcos no tenían la mínima intención de perseguir al sobreviviente, sus caballos estaban cansados y los de su presa estaba fresco, Vizko conocía esas montañas y ellos no, no eran tan estúpidos después de todos. Todo quedó comprobado tras la orden del sargento a sus esbirros -Nos devolvemos al castillo! -Dijo severamente y evidentemente enfadado.

Montaron sus caballos y empezaron a devolverse por donde llegaron, eso implicaba que pasarían cerca de donde el grupo se encontraba. Afortunadamente, a unos pocos metros había una gran roca que sobresalía del suelo, pero también tenían la opción de emboscarlos. ¿Organizarán una emboscada rápida como héroes (requiere tirada de sigilo)? ¿o dejarán que pasen escondiéndose tras la roca y sin hacer nada como no-tan héroes (no requiere tirada)?

- Tiradas (12)

Notas de juego

100 px por postear

Próximo turno: Martes.

@Todos: Perdón por el post, sé que todos se esmeran por hacer el suyo. Pero es que el tiempo está en mi contra y prefiero avanzar :( :'( por favor no cambien! ='(

COMBATE:
Uds. Están a una distancia aproximada de 80 pies.

15- Sargento:
15- Vizko:
14- Orcos de montaña [2]:
12- Semiorcos [2]:
7- Codice:
6- Orcos matones [2]:
3- Morgan:

 

Objetos en la mochila desgastada:
- Espada larga +1
- Cota de mallas +1
- 2 pociones de fuerza de toro [1 Morgan, 1 Lirian]
- Amuleto de armadura natural +1 [Códice]
- Cuerda de escalada 
- 6 pociones de curar heridas leves (1d8+5) [2 Códice, 1 Rivoel, 1 Morgan]
- 3 pociones curar heridas moderadas (2d8+5) [2 Morgan, 1 Lirian]
- 2 pociones de protección contra el mal (1 Rivoel)

Objetos que aún faltan por escoger:
- Espada larga +1
- Cota de mallas +1
- Cuerda de escalada
- 2 pociones de curar heridas leves (1d8+5)
- 1 poción de protección contra el mal.

Aún no he actualizado estos objetos en las fichas, en cuanto decidan repartir el botín en su totalidad lo hago. Sin embargo, ya pueden hacer uso de ellos.

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15/11/2014, 01:45
Lirian Ventormenta
- Tiradas (2)

Notas de juego

7 de iniciativa... Se me olvidó tirarla cuando hice el post, aunque mi acción, si es que mis compañeros prefieren emboscarlos, será actuar cuando estén a distancia de carga. De ahí que esté preparando acción.

13 en sigilo para el caso de que mis compañeros quieran emboscarlos.