Partida Rol por web

El agreste valle

Aventura | 4. Qark

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23/12/2014, 02:29
Padre Enethek

Enethek los recibió en el templo, lo sorprendieron orando en la capilla. Era evidente su cara de desconcierto pero no se sabía si era por los cadáveres, la extraña petición o que Kraum los estuviera acompañando, quizá un poco de todo lo anterior junto.

Les dio la bienvenida y aceptó de buen grado la petición.

Gran parte de la noche pasó cavando 2 huecos en el terreno circundante a la capilla, uno más grande que el otro. Enethek ofreció una bebida revitalizante que ayudó a apaciguar el dolor emocional por la pérdida de sus compañeros, y la furia de Vktor Kraum se había convertido en resignación. murmuraba de cuando en cuando para si mismo, hasta que advirtió a los compañeros de la pluma blanca que los vería en la posada a los primeros rayos del sol para partir, advirtió que era necesario partir temprano o perderían la ocasión de vengarse y la oportunidad de adquirir un favor del puma y un poco de oro adicional.

Unas bendiciones se pronunciaron por parte de Enethek y Códice, en ese momento la deidad a la que se rezaba dejó de importar, Dumathoin y Chauntea presenciaban la partida del mundo de ese par de personajes, que serían juzgados por Kelemvor en el reino de los Dioses, allá juntos podrían bailar y hacer de las suyas hasta el resto de los tiempos. Todos mencionaron alguna experiencia o anécdota con ese par y descubrieron que aunque algunos los conocían hace poco, los relatos eran innumerables. Desde el Baile de ladfiena cada vez que acampaban hasta el carácter apático de Drow que escondía un noble corazón.

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23/12/2014, 02:41

El manto de la noche siguió acobijándolos hasta el cansancio, decidieron ir a la posada para descansar algunas horas antes de que Vizko viniera a buscarlos.

Fue un sueño intranquilo, por no decir que inexistente, todos, en especial Códice, recordaban a la pequeña y al Mestizo Drow, todo lo que habían vivido hasta el momento ya era digno de estar en canciones de bardos y baladas de tabernas.

Finalmente los primeros rayos del sol se asomaron por el horizonte y la puerta empezó a sonar con golpes secos, atrás se oyó una voz gruesa y bestial, -Vamos, es hora de partir! -Exigía Kraum desde el otro lado.

Notas de juego

100 px a todos por postear

Próximo post: Jueves madrugada hora servidor

Objetos en la mochila desgastada:
- Espada larga +1 [Rivoel]
- Cota de mallas +1 [Rivoel]
- 2 pociones de fuerza de toro [1 Morgan, 1 Lirian]
- Amuleto de armadura natural +1 [Códice]
- Cuerda de escalada [Códice]
- 6 pociones de curar heridas leves (1d8+5) [2 Códice, 2 Rivoel, 2 Morgan,]
- 3 pociones curar heridas moderadas (2d8+5) [2 Morgan, 1 Lirian]
- 2 pociones de protección contra el mal (1 Rivoel, 1 Códice)

Ya las posesiones están anotadas en sus respectivas fichas por si desean revisar!

@Todos: La idea es que posteen si quieren o no hacer preparativos para la reunión con el puma o hablar al respecto. A menos que se resignen a ir con Kraum, en mi próximo post estarán reunidos con el hombre que controla en las sombras.

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06/01/2015, 21:18
Morgan, alias Shea

Después de una noche en la que la mestiza trabajó con ahínco para agotarse y así poder dormir, llegó a la posada y se tumbó en la cama. A pesar del cansancio de sus músculos, la mente de Morgan le decía que debían hablar, que debían planificar lo que le dirían al Puma. Se incorporó apoyándose en un codo para hablar y miró a las camas vacías de su alrededor, su semblante se entristeció y su voz sonó de acorde a aquel estado.

- Creo que debemos tener claro cuáles son nuestras opciones para conseguir el libro, yo sólo veo dos. - su mirada se movió por las caras de sus compañeros - Por ahora podremos hacer una oferta ya que seremos los únicos postores, pero no tenemos nada con lo que pagar aparte de un trueque con el trabajo en la mina. No tengo ningunas ganas de enfrentarme primero a los orcos y luego al dragón pero no veo otra forma de pago, podemos intentar añadir las cabezas de los orcos responsables de la muerte de... - hizo un corto silencio incapaz de decir sus nombres en voz alta y agregó - como extra por limpiar el puesto de avanzada de orcos. La otra opción es conseguir que el Puma nos enseñe el libro con la excusa de confirmar que lo tiene antes de hacer el trabajo, quitárselo y luego que pase lo que tenga que pasar.

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07/01/2015, 19:43
Códice [PNJ]

Códice apenas recordaría nada de lo que pasó en el lugar de muerte donde encontraron los restos de sus compañeros. Ni siquiera recordaría haberle contestado a Lirian un lloroso “Ahora están con la Madre...” mientras se ponía en pie con el cuerpecito de la mediana acunado en los brazos. Ni el “néctar de Dumathoin” consiguió sacarle completamente del shock. Durante el resto del día, ayudó en silencio a Enethek a preparar los cadáveres mientras sus compañeros preparaban las tumbas. En el servicio fúnebre, Códice, que como clérigo siempre había sido capaz de encontrar palabras sentidas para decir sobre cada muerto, no pudo más que recitar algunas fórmulas chaunteanas.

(No cayó en la cuenta de lo extraño que era que Enethek no tuviera noticias sobre la cita que supuestamente les iba a concertar.)

Cuando todos se retiraron a descansar, y aún sabiendo que lo necesitaba Códice no pudo conciliar el sueño: tenía un nudo en el corazón que le mantenía despierto y desconsolado. Por ello, cuando el ruido de la posada dejó paso al silencio, y sin más vestidura que un taparrabos, Códice salió discretamente de la habitación y descendió a la sala: necesitaba el consuelo, la fuerza y la sabiduría de la Diosa... Necesitaba orar, y necesitaba sentir la tierra. No atreviéndose a salir de la posada, buscó un rincón disimulado bajo las escaleras, escarbó con sus zarpas en el sucio suelo de paja y, cuando encontró tierra, se la restregó por las manos, la cara y el cuerpo. Estuvo orando así hasta que cayó rendido de sueño, sus manos apretadas con fuerza sobre la rosa de madera que Ladfiena había tallado para él.

Encogido contra el muro de las escaleras, Códice soñó. En un sueño, Códice llegaba al lugar del combate cuando la mediana y el drow aún combatían a los orcos. Unos rosales le impedían moverse, así que trataba de gritar, pero de su boca sólo salían plumas blancas. Justo antes de decapitar a Ladfiena, el jefe de los orcos se quitaba su máscara de puma y resultaba ser... ¡El propio Códice! En otro de los sueños, Códice estaba tratando de recoger del suelo los pedazos de Ladfiena, que no paraba de reír. Códice, a su vez, no dejaba de pedirle perdón. En un momento, una voz sonaba tras él: “Demando justicia para dos viajeros”. Códice entonces se giraba para descubrir a Morgan señalándole con un dedo acusador antes de alejarse de él en la oscuridad. Otras veces era Klain. Otras, Rivoel y otras incluso, Fewynh. A veces era Beleg quien estaba despedazado, y otras veces era Abrahel. Finalmente, la incómoda postura despertó a Códice, que se levantó medio dormido y se arrastró hasta su camastro.
 


 

Cuando a la mañana siguiente la luz del alba le despertó, Kraum aún no había llegado, así que aprovechar para realizar sus rezos. No pasó mucho tiempo antes de que tuvieran noticias del rufián. Antes de salir a su encuentro, discutieron sorbe qué hacer.

En ambos casos, desvelaremos que venimos a por el libro —contestó Códice, sereno, a las propuestas de Morgan. En su voz, grave y rugiente, se notaba la tristeza.

Códice no pretendía contrariar a su compañera, sino sólo poner sobre la mesa lo evidente: aunque sea un "hombre de palabra", el Puma inevitablemente les relacionaría con el ataque que había desbaratado sus negocios. ¿Estaría dispuesto a dejarlo pasar? ¿Sería hasta tal punto caballeroso y deportivo con quienes quizás le hayan hecho perder una importante suma de dinero como para hacer negocios con ellos? Mirando a las camas vacías, Códice explicó sus dudas a sus compañeros.

—Es muy probable que nos vea como enemigos y que no acepte un trato con nosotros. Incluso aunque acepte, no es seguro que volvamos de las minas con vida —añadió. Hizo una pausa antes de alzar la vista y desvelar su conclusión.— Creo que debemos aprovechar la más mínima oportunidad que tengamos para destruir el libro. En la audiencia. Aún al coste de nuestras vidas.

Códice no tendría problema en exponerles su razonamiento: bajar a las minas era una locura, mientras que sólo necesitaban contener a unos cuantos pumas mientras trataban de prenderle fuego al libro. El único pequeño problema: era un suicidio en toda regla.

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07/01/2015, 19:49
Códice [PNJ]
Sólo para el director

Notas de juego

1) Códice ora en busca del consejo de su Diosa, máster: ¿Chauntea le revela algo?

2) Por cierto: pones que Enethek cava tumbas toda la noche. ¿No es un poco excesivo? Quiero decir: los aventureros se encuentran con Kraum a mediodía, ven los cuerpos un poco después, llevan los cuerpos al templo... ¡Esto no puede haber llevado toda la tarde! Al escribir, he llevamos los cuerpos, preparamos todo y realizamos el funeral antes de la noche. Como para que nos dé tiempo a dormir, vamos.

3) Por lo demás, hago notar que Enethek no nos ha dicho nada de la cita incluso cuando Kraum se ha largado.

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10/01/2015, 23:55
Rivoel Docanto

El elocuente bardo se quedó sin palabras. Ni durante el camino al templo ni durante la emotiva ceremonia  pudo deshacer Rivoel el nudo que tenía en la garganta. Cabizbajo y taciturno se dirigió a la posada junto a sus compañeros y tan solo el cansancio fue capaz de hacer que el semielfo conciliara el sueño, ya bien entrada la noche.

A la mañana siguiente Rivoel seguía mudo. Tan solo abrió la boca tras escuchar a sus compañeros.

Nada tenemos ya que ocultar. Sabemos que tiene el libro y ese es nuestro único objetivo. Ahora somos menos y meternos en esas minas sería un suicidio. Códice, ojalá tengas razón y nos vea como a unos enemigos, eso lo haría todo más fácil. Solo habría un camino posible. ¿ Estás seguro que debemos destruirlo? ¿ No debíamos entregárselo a nuestra señora? Tenemos que  salir de la reunión con el libro por las buenas o por las malas...

Sentenció Rivoel justo antes de que Kraum comenzara a aporrear la puerta...

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11/01/2015, 21:06
Códice [PNJ]

Códice discrepaba con Rivoel en algunos aspectos.

Al revelar nuestras intenciones, los ojos de los Pumas Negros y quién sabe de quién más se volverán sobre nosotros —expuso monótonamente mientras recogía sus pertrechos—. Con dos partes interesadas, el Puma pedirá más dinero que el que pedía cuando había una sola. Eso suponiendo que no tenga otros intereses que los monetarios en la oferta de los orcos. Pero no tenemos otra opción: sin... —Se le atragantó la voz al recordar a sus dos compañeros caídos—. Sin ellos, un robo discreto es impensable, y sin el poder necesario para vencer a los Pumas Negros o para cumplir su encargo, nuestra única opción es engañarles para que nos muestren el libro y... destruirlo allí mismo.

Sentado en el catre, se colgó el amuleto del alcalde al cuello, con lo que terminó de prepararse. Suspiró. Parecía estar asumiendo un destino fatal.

Lo único que temo es que no sepamos reconocer el libro cuando lo tengamos delante o que no podamos destruirlo. —Miró a sus compañeros y agarró con fuerza su símbolo—. Es por esta razón que tenemos que luchar y vencer.

Notas de juego

(¡No olvides mis preguntas, máster!)

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16/01/2015, 01:34

La discusión quedó en el limbo en cuanto el fortentoso semiorco irrumpió en la habitación de la posada, los rostros de los compañeros de la pluma blanca hablaban por si mismos: Un rostro que blandían el cansancio por el que atravesaban y es que un bardo una semiorca guardia y un simple sacerdote de Hondonada de Anathar se habían inmiscuido en una misión que los había atrapado sin estar preparados, solo el norteño se salvaba de la pesadez que se cargaba a cuestas, él no había viajado junto al grupo más que unos kilómetros montaña adentro, él no le había cogido cariño a la pequeña mediana y no había compartido con el drow, él no había sido impactado emocionalmente por la pérdida de otros compañeros caídos.

El sol empezaba su trayecto ascendente por el lado opuesto a las montañas cuando el grupo escoltado por Vizko Kraum empezó su ascenso por el camino que habían recorrido dos noches atrás, todo el mundo iba en silencio, ensimismado por la situación actual. El frío viento que descendía de las montañas era el único susurro audible, junto a la melodía de algunos pájaros nativos.

El cielo poco a poco empezó a opacarse y el sol quedó oculto tras un velo blanco y gris de nubes esponjosas, fue imposible determinar la hora del día en que llegaron por fin a la entrada de la guarida de el famoso Puma.

La entrada estaba oculta sobre un risco montañoso, a simple vista parecía una gran roca perfilada que habría caído desde lo alto de la montaña, pero cuando Vizko sacó su silbato, el suelo se estremeció y la gran roca empezó a moverse hacia un lado, dejando descubierta una estrecha entrada hacia la oscuridad.

Un hombre con la cara sucia y descuidada llegó a su encuentro sosteniendo una antorcha en una mano, una ballesta enfundada en su espalda y una espada en su cinto. Observó de arriba a abajo a cada uno de los héroes y luego de sorber mocos en un sonoro ruido porcino, los guió dentro.

El largo pasillo era estrecho, a menudo paraban cuando la barriga de códice envuelta en su camisón de anillos de acero se atascaba, pasó un par de veces antes llegar al salón principal.

Se trataba de un gran espacio abierto de roca natural, una pequeña cascada caía desde el techo en la parte norte y bañaba un pequeño lago que se había formado de no más de 6 metros de diámetro, sus aguas seguían la corriente de un riachuelo que se adentraba en las paredes de la sala.
Sobre la pared oeste había una pequeña rampa natural que ascendía hasta un pequeño balcón natural cerca de la cascada a unos 3 metros sobre el suelo, dos rufianes que jugaban cartas en una mesa se levantaron de sus puestos y observaron al grupo mientras entraba.
Sobre la pared este había otro balcón ubicado a unos 6 metros del suelo, el acceso a este era mediante una improvisada escalera de maderos. Otro hombre se paraba amenazante sobre el borde. Un poco más allá se abría una entrada a la oscuridad y muy cerca de esa entrada, habían 2 hombres parados, escoltando a otro hombre que se sentaba sobre un trono hecho de piedra: El puma.

Toda la habitación estaba iluminada por antorchas y a pesar de la corriente de aire que generaba la cascada, no parecía hacer mucho frío en el interior del salón. En el centro de la habitación había una enorme fogata con un jabalí empalado y asándose. Algunos barriles y cajas selladas decoraban el resto del salón.

Notas de juego

Perdón por el insípido esquema, mis habilidades con el dibujo no son precisamente buenas ni con el paint XD XD

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23/01/2015, 14:52

Los dioses son caprichosos, eso no era una novedad para el buen códice. Sabía que su amada madre nunca lo había abandonado y siempre había encontrado consuelo en ella incluso en sus momentos de mayor angustia y desesperación, siempre había atendido sus súplicas y siempre había respondido sus plegarias, pero en esta ocasión, Códice estaba al borde de quebrarse.

Bajó al salón principal, acompañado del silencio de la noche y amparado bajo el velo de la oscuridad, rezó y rezó, suplicó e invocó a chauntea, pero los dioses son caprichosos y nada respondió a su llanto y sus súplicas, nada excepto el silbido que hacía el viento tras adentrarse a la posada mediante una pequeña abertura.

Los dioses con caprichosos.... y códice, víctima del cansancio sucumbió ante la fuerza del sueño.

...

...

...

Los dioses son caprichosos y parece que se divierten con los mortales, a veces responden a sus fieles siervos en los momentos más extraños y de las formas más enigmáticas posibles y este caso no fue la excepción. La respuesta al semiorco llegó por medio de uno de los tantos sueños que tuvo esa noche.

Una imagen, una horripilante imagen de Shaibar Trahel llorando sangre, rodeada de diablos y demonios, amordazada y un gran cuervo negro con sus alas extendidas sobre su cabeza amenazante.

Cuidado con lo que vendrá
La hija hay que salvar
Los demonios no deberán entrar
Y el valle deberás salvar
Códice... códice... el Códice......

 

Y de repente, los ojos de códice se abrieron de par en par, dejándolo de nuevo en el lugar donde había orado, en el salón de la posada con el sol aún oculto.

Notas de juego

1) Códice ora en busca del consejo de su Diosa, máster: ¿Chauntea le revela algo?

Ver arriba ;)

2) Por cierto: pones que Enethek cava tumbas toda la noche. ¿No es un poco excesivo? Quiero decir: los aventureros se encuentran con Kraum a mediodía, ven los cuerpos un poco después, llevan los cuerpos al templo... ¡Esto no puede haber llevado toda la tarde! Al escribir, he llevamos los cuerpos, preparamos todo y realizamos el funeral antes de la noche. Como para que nos dé tiempo a dormir, vamos.

Se me olvidó mencionar el hecho de que desde Qark hasta el lugar del asesinato, habían 3 horas de viaje. Igual con todo y ese viaje si es verdad que no podían haberse tardado toda la noche en esas, de todas formas fue algo interpretativo y mecánicamente no los castigaré por eso. Así que en términos mecánicos estás descansado y puedes memorizar nuevos conjuros, no se te olvide ponerlos en el próximo post.

3) Por lo demás, hago notar que Enethek no nos ha dicho nada de la cita incluso cuando Kraum se ha largado.

No ha mencionado nada porque no tenía nada que mencionar, quizá haya hablado con Kraum y él le haya dicho que ya tenían una cita 'pactada' o quizá se le haya olvidado, quizá decidió mantenerse al margen... Who knows?

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23/01/2015, 15:11
El Puma

El hombre sentado en el trono de piedra era un hombre de tez morena con cicatrices adornando su rostro además del insípido bigote que a pesar de todo estaba bien mantenido. Su pelo era negro como el ala de un cuervo y una cola de caballo lo atenazaba sobre su espalda. Vestía con pieles de oso y multiples joyas adornaban su cuello y dedos y una cimitarra enfundada con un pomo decorado con gemas preciosas se apoyaba a sus pies.

-Bienvenidoz zean -Dijo efusivamente mientras se levantaba y alzaba sus manos -Quería conozerlos de hazía rato, pero hazta ahora tengo el plazer, ¿Zaben a qué han venido, verdad?, mi nombre ez el Puma a propózito y creo que ya me reconozen y zabrán quien zoy. -Guñó el ojo y esgrimió una sonrisa fingida.

Notas de juego

200 px a todos (excepto Lirian) por postear

Próximo post: Esto se manejará como una conversación a tiempo real, yo iré contestando a medida que vayan posteando, sin embargo, para el martes todos deberán haber posteado al menos una vez!

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24/01/2015, 23:33
Rivoel Docanto

La noche no había sido nada placentera, pero probablemente comenzaba el día más importante para los intereses de los compañeros de la pluma blanca desde que dejaron las montañas y Rivoel lo sabía . Parecía inevitable  pasar por El Puma para conseguir el libro y el momento de encontrarse con el cruel personaje se acercaba a cada paso que daban tras Vizco.

Durante gran parte del camino, Rivoel avanzaba con la mirada perdida recordando a la pequeña mediana y al indomable elfo oscuro. A penas fue consciente de por dónde andaban hasta que llegaron frente a la puerta oculta en la montaña. Solo en ese momento El bardo volvió en sí y con su nuevo gesto serio y recio, empezó a avanzar por el pasillo fijándose en cada pulgada que dejaban atrás, sin perder detalle de nada, sobre todo cuando llegaron a la gran sala, donde en tan solo un instante examinó la situación para saber qué hacer en caso de que algo sucediera. Mientras llegaban y El Puma se presentaba la cabeza de Rivoel analizó fríamente las posibilidades que tenían... Ellos son siete soldados, más el Puma, más su puma, que probablemente esté más allá del túnel que se abre a su lado. En caso de combate hay que luchar en el pasillo, para que no se note nuestra inferioridad. No sería mala opción poder subir a ese balcón por la escalera y hacernos fuertes allí defendiéndonos con armas de proyectil. Y en caso de huida desesperada seguro que ese riachuelo lleva al exterior.....

La despierta y siempre activa mente del bardo le permitió poder valorar varias opciones mientras El Puma se presentaba además de realizarles una pregunta que Rivoel no tardó ni un instante en responder. El bardo dio  un paso al frente y con una valentía jamás conocida en él dijo con seguridad: 

Claro que os conocemos. Sabemos bien quién sois. Y claro que sabemos a lo que hemos venido. Lo que no sé es si su lacayo Vizco se lo habrá dicho. Venimos a que nos digáis Quién y porqué mató a nuestros compañeros. Para eso hemos venido aquí y no hablaremos de nada más ni nos iremos de aquí hasta saberlo.

Rivoel era consciente de la inferioridad numérica en la que se encontraban y por eso intentaría sacar  todo el partido posible al encuentro por las buenas. Pero no se iba a dejar amedrentar por la situación. Con esta calaña la simpatía y las buenas maneras servirían de poco. Lo importante era hacerse  respetar y no mostrarse asustado. Eso era signo de debilidad. Si mostraban seguridad y confianza, sus rivales dudarían si serían capaces de derrotar a alguien que no les tiene miedo y se lo pensarían dos veces antes de atacarles.

Vizco nos dijo que sabéis quién lo hizo y  esa ha sido la condición para venir hasta aquí. ¿ Quién  y por qué...?

Terminó Rivoel concisamente y sin una pizca de miedo en sus palabras. Sin duda los espíritus de Ladfiena y Fewyhn estaban presentes dándole al bardo la valentía que necesitaba para tratar con estos bandidos. Ahora era su turno, El Puma debía hablar... 

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25/01/2015, 18:55
El Puma

El Calishta pareció sorprendido por la actitud del Bardo, no cualquiera tenía los huevos de ir en sa actitud y hablarle de esa manera al Puma.

Por un instante pareció que cualquier cosa podría pasar, la tensión se apoderó del ambiente y los guardias de aquel bandido parecían nerviosos, observando a los recién llegados de arriba a abajo con las manos listas para desenfundar sus armas ante la menor señal de su líder.

-JAJAJAJAJAJ -Rió sonoramente el anfitrión, mientras se acercaba unos pasos más a los héroes -Vaya! no zabía que querían llegar directamente al grano JAJAJA -Volvió a reir, pero esta vez sonó más fingido que la anterior risotada.

-No muchoz tienen el valor de exigirle al Puma nada -Se peinó la cola de caballo con su mano decorada con anillos y pulseras de piedras preciosas. -Pero ezo me guzta, joven meztizo, eso me guzta! Ezo zirve, eso zirve!

Permaneció callado durante unos instantes mientras se sobaba los ojos con los dedos índice y pulgar, intentando organizar sus palabras. -Zi joven amigo, zi ze quién mató a tuz amigoz, zé donde ze ocultan y zé porque lo hizieron, pero ez que zi lez digo ahora ¿Qué rezibiré a cambio?.... No, no, no, mi pequeño amigo meztizo uno ziempre debe tener algo para negoziar. Yo nezezito un favor de uztedez y yo puedo darlez lo que quieren, eztá claro que el dinero no ez tan importante para uztedez como lo ez para mi.

Observó a uno de sus guardias que tenía cerca y levantó una ceja para darle una orden. El guardia se dirigió detrás del trono y cogió un pequeño cofre de madera reforzado con tachas de acero y lo puso a los pies de su líder.

-Ezto zerá de uztedez -Dijo el puma mientras abría el cofre y dejaba ver el interior cargado de monedas de oro y plata y algunas joyas y gemas -Ez máz de lo que lez ofrezí al prinzipio, mucho máz, pero zerá de uztedez a cambio de la cabeza de la beztia negra!

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25/01/2015, 23:05
Rivoel Docanto

¿ Y por qué una persona que valora tanto el oro y que además es la más poderosa de Qark, va a desprenderse de tanta riqueza Cuando puede enviar a varios de sus hombres a realizar el trabajo? Es evidente de que  esa bestia es demasiado  peligrosa para vosotros. Por tanto también  será muy peligrosa  para nosotros y más ahora que hemos perdido a dos de nuestros compañeros... De nada nos servirán esas monedas y joyas si morimos para conseguirlas. No lograrás convencernos solo con unas riquezas que difícilmente podremos disfrutar. Queremos la información...

Notas de juego

Continuo intentando negociar con El Puma, pero recuerdo que Rivoel es mucho más persuasivo que yo. Lo digo porque en una situación tan delicada seguro que el bardo sabe como salir adelante, para eso tiene grandes dotes de  negociación. Pero solo recurriré a la tirada de dados cuando el director lo requiera. Por ahora seguiremos intentando negociar "a pelo"

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25/01/2015, 23:38
El Puma

-No lo haría zi no tuviera miz razonez, meztizo -Dijo con su habitual sonrisa sarcástica dibujada en su rostro. -Zolo quiero contratar zuz zervizioz y pagarloz bien, eztoz perroz lamebotaz no zon capazez de organizarze en una empreza como ezta, zon zolo lacayoz que obedecen al látigo, pero cobardez al fin y al cabo.

Aún con las palabras que el Puma lanzaba, sus esbirros parecían no inmutarse ni molestarse por lo que les correspondía. -Apenaz ezcuché que un grupo de aventureroz había llegado a Qark, penzé que podrían encontrar trabajo rápido conmigo, un trabajo bien pago, pero creo que me he equivocado, uztedes no son mercenarios cualquiera, uztedez tienen prinzipioz y no ze dejan zegar por el brillo del oro. Ezo me guzta, ezo me guzzzta!!

Entrecruzó los dedos de su mano y dejando la cimitarra atrás se acercó a Rivoel, sus dos hombres cercanos dieron un par de pasos al frente. El olor de fuertes especias invadió la nariz de Rivoel cuando el puma se le acercó lo suficiente como para poder alcanzarlo con la mano.

El Calishta posó su mano sobre el hombro del bardo y continuó -La informazión la tengo yo, y yo ze laz daré a cambio de lo que pido. -Levantó su mano del hombro y golpeó suavemente la mejilla de Rivoel en lo que se podría tomar como un gesto desafiante, bufó antes de proseguir -De nada lez zervirá la informazión zi mueren allá abajo, ¿zierto? -Sonrió de nuevo y dio la espalda al grupo de aventureros.

Era claro que el Puma no tenía intención de dar el brazo a torcer, no tenía una razón para darles la información al grupo (si es que en verdad la tenía), al menos no antes de que trajeran la cabeza de la bestia.

Notas de juego

Si, no e preocupes que si fuera otro el que estuviera hablando en ese tono, probablemente ya se habría ganado un flechazo XD XD XD

De todas formas, aún espero posts del resto, o al menos que opinen en el Off

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26/01/2015, 00:01
Rivoel Docanto

Rivoel tragó saliva cuando El Puma se le acercó hasta tocarlo... Pero no se amedrentó. Sabía que no podía mostrar miedo si quería hacerse respetar y que no les tratara como lo hacía con sus propios hombres.

Y decidnos ¿ Qué ganáis con la muerte de esa bestia? la gloria sería para nosotros, para sus ejecutores. Y además nos pagaréis bien por ello... NO llegamos a entender tanto interés... ni siquiera os dedicáis a explotar las minas. Nada de lo que haga esa bestia allá abajo interfiere en vuestros negocios... No podemos negar que todo eso nos hace desconfiar....

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26/01/2015, 01:21
El Puma

-JAJAJAJAJAJAJA -Esta vez su risa no pareció fingida, hasta sus ojos empezaron a aguarse un poco, alguien con visión aguda pudo haberlo notado.

- Amigo mio, la fama y la gloria ez lo que menoz me intereza -Se volteó de nuevo a sus invitados -Zoy un hombre de negozioz y lo que hay dentro de la mina ez lo que me intereza, una mina de plata puede darme el dinero zufiziente para jubilarme y jubilar a miz hombrez, la mina eztá plagada de mineral de plata y hay documentoz que afirman que podría encontrarze algo de Mithril.

El Puma empezó a soltar la lengua, él era astuto y de lengua afilada, pero nada podía hacer al lado de Rivoel que le había demostrado que podía sacarle información que no quisiera develar.

Apenas terminó de hablar, el Puma se dio cuenta de lo que había ocurrido, había sido engañado y presionado por Rivoel, había aceptado entrar a un juego en el cual tenía las de perder.... y efectivamente perdió. Su gesto cambió drásticamente y se tornó sombrio, de repente su sonrisa sarcástica se había borrado y su entrecejo se estrechó.

-Zuficiente charla con uztedez, azepten o lárguenze! -Sentenció con evidente molestia.

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26/01/2015, 02:30
Códice [PNJ]

Como bien ha sido narrado, Códice no habló durante el viaje, en parte debido al duro ascenso por la montaña, que le dejaba sin aliento, pero también porque no paraba de darle vueltas a uno de sus sueños, uno especialmente nítido, que él sentía que era un mensaje divino. Había querido contárselo a sus compañeros en la posada, pero la interrupción de Vizko lo había impedido.

En algún momento del día, llegaron al escondite. Códice se preocupó al ver la entrada mágica: era sabido que el Zhentarim tenía poderosos magos en sus filas, pero había rezado para que el Puma no. De pronto, su idea de conseguir el libro a sangre y fuego le pareció bastante ingenua. La cosa fue a peor cuando llegaron al lugar de la cita: media docena de curtidos secuaces rodeaban al Puma. El libro no estaba por ninguna parte. Al mirar los ojos del calishita, Códice entendió que no podrían engañarle.

El hombre habló y, como ya era un pacto tácito, Rivoel dio la respuesta en nombre de todos. Para sorpresa del clérigo, el bardo habló con notable agresividad y firmeza, algo tan audaz como arriesgado. Se preocupó: o Rivoel creía tener la situación muy controlada o estaba afectado por la muerte de sus dos compañeros más de lo que el medioorco había sospechado. El momento de silencio que siguió a sus palabras se le hizo eterno. Por suerte, al Puma pareció gustarle esa muestra de valor. Por desgracia, lo que contestó era cierto: ciertamente, ellos tenían poco con qué negociar. Lo que era peor: ahora que sabía el profundo interés del grupo por la identidad de los asesinos, algo que él tenía, la posición del Puma era incluso más fuerte.

Cuando se les repitió la oferta y se les enseñó el oro, Códice ni lo miró: estaba demasiado asustado para recordar que debía fingir codicia. Además, empezaba a no entender la estrategia de su compañero: ¿de qué servía hacer notar al Puma que probablemente no serían capaces de encargarse del trabajo? ¿De qué preguntarle su interés por la mina de plata? ¡Era obvio! No veía qué podían ganar con la pregunta y eso le puso nervioso, pero fue la repentina ira del Puma la que hizo que el pobre sangreverde perdiera los nervios y, olvidando la superior habilidad de su compañero en estas lides, diera un paso al frente.

¡No! ¡Esperad! —exclamó , dirigiéndose al Puma—. ¡Hay...! —Trató de contenerse—. Hay algo que queremos por el trabajo.

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26/01/2015, 07:06
Lirian Ventormenta

El hecho de tener delante a alguien que padecía un problema de dicción tan evidente y que se veía acentuado enormemente además por su constante verborrea hizo que Lirian se sintiese extrañamente seguro de sí mismo. Estúpidamente sonrió tras imaginarse a ambos conversando animadamente en una taberna a altas horas de la noche aunque no tardó en borrar la mueca de su cara al percatarse de que no era el mejor momento ni lugar para mostrar aquel gesto. Aún tenía muy presente los sentimientos de sus compañeros tras la reciente pérdida de los dos miembros de su grupo.

Cuando no sepas qué decir con palabras mejor guarda silencio y habla con tus gestos chico . - Solía aconsejarle su padre cuando era momento de negociar  con los mayoristas el precio de las capturas de pescado en las lonjas de las orillas del Dinneshere o del Maer Dualdon, y eso mismo fue justamente lo que hizo durante toda la marcha hasta la guarida de aquel extraño hombre que le recordaba más a una rata que a un puma. Como señal de duelo y de respeto hacia sus compañeros prefirió no decir mucho más aparte de unos sinceros "lo siento" y algún que otro fuerte apretón en los hombros para transmitir su apoyo.

Sus ojos, claros como las mañanas en el corto verano de su tierra natal, examinaban a los hombres que lo rodeaban y más concretamente al Puma y a los dos que lo acompañaban. Qué fácil hubiese sido trinchar a aquel bastardo desde tan cerca cuando se detuvo frente a Rivoel en un momento de su dura negociación, sin embargo imaginó que, por muy rápido que acabasen con él, no saldrían con vida de aquella especie de cueva. Por suerte el semielfo demostró su poderío lingüístico y acabó postrando de rodillas, en lenguaje figurado, al Calishita. La boca de Lirian se abrió enormemente hasta casi desencajarse como la de un pez gato al ver semejante cantidad de dinero y gemas. - ¿Cuántas barcas y tripulaciones podría pagar con eso? Sin duda muchas, las suficientes para crear una pequeña flotilla y vivir de las rentas durante el resto de mi vida. - Costó recuperar la compostura, pero lo consiguió. 

El...el libr...Comenzó a susurrar a sus compañeros para que intentasen sacar el libro como parte del pago, ahora que aún tenían agarrada a la trucha por las agallas pero Códice, probablemente pensando lo mismo que el norteño, tomó la palabra.  

Bien padre Códice...dele duro. - Lirian quiso pensar que el hecho de que el Puma aceptase su petición no era del todo descabellado puesto que si los cuatro compañeros morían en las minas se ahorraría el entregarles el libro y siempre podría contratar a otros aventureros. Si por el contrario no era así, si regresaban victoriosos con la cabeza de la criatura dentro de un saco, siempre podría hacer valer su superioridad numérica y recursos para matar a los supervivientes - y Lirian ciertamente deseaba enormemente y esperaba ser uno de ellos - y quedarse con el maldito libro, las minas y todas las riquezas que consiguiesen extraer de de las profundidades. Tras pararse un instante a reflexionar sobre lo que acababa de pasar por su cabeza suspiró resignado. - Oh Orejudo...no sabes la suerte que tienes amigo viviendo sin preocupaciones en tu establo... - Recordó a su mulo imaginando que en esos momentos estaría tranquilamente comiendo alfalfa ajeno al destino que podía correr su dueño.

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26/01/2015, 10:20
Morgan, alias Shea

Morgan siguió a Vizco en silencio, todavía sentía el pesar por la muerte de los dos compañeros y no había descansado bien, pero realmente iba atenta al camino que seguían. Si lograban salir de Qark con vida, la información de dónde estaba la guarida de 'El Puma' podría ser muy bien recibida por las fuerzas de la ley. Cuando por fin pararon ante lo que parecía una pared de roca, la mestiza arrugó el ceño, entonces oyó el silbido producido por La Ley y se fijó especialmente en dónde guardaba el silbato. Si como habían dicho iban a luchar, tenían que saber sónde estaba la llave de 'la puerta' para poder salir.

Nada mas comenzar a entrar Morgan ya empezó a verle fallos al 'plan' que habían comentado, el pasillo no iba a facilitar nada la huída y cuando llegaron a lo que supuso era la sala principal, se vino abajo como un castillo de naipes. Sus ojos avezados en tales lides recorrieron prestas todo el perímetro que los rodeaba -Seis matones, Vizco y el Puma- contó mentalmente -Y el puma que estará dormitando, y a saber qué más puede haber por ese pasillo-. Su mirada fué a los ojos de sus compañeros en un intento de transmitirles el suicidio que sería enfrentarlos, aunque esperaba que ellos hubiesen llegado a la misma conclusión.

Ante las primeras palabras del Puma, la ceja izquierda de Morgan se elevó hasta casi el nacimiento del pelo, ese fué el único gesto que se permitió al oirlo hablar. Como era ya un acuerdo tácito, Rivoel fué quien tomó la palabra y Morgan se quedó a su lado respaldando con su presencia las palabras del enjuto elfo. Si le sorprendieron o no las palabras y el tono del bardo nada en su pose ni en su rostro lo dejó entrever, estaba acostumbrada a oír sin juzgar, o al menos sin que se notasen sus pensamientos. Cuando la risa del moreno llenó los recovecos de la caverna Morgan siguió en tensión, aquello no había hecho mas que empezar y ella no se relajaría un poco hasta estar de vuelta en la posada. Se mantuvo así por el resto de la conversación, apuntando mentalmente los detalles importantes como el aumento en el oro ofrecido, lo cobardes que decía que eran sus hombres y que sólo obedecían al látigo, o la posible existencia de mithril.

Ahí se acabaron las buenas maneras y las risas, eso era lo que realmente le interesaba, de inmediato Códice intervino para recordar al bardo un aditivo al pago. Antes de que el bardo tomase de nuevo la palabra, Morgan se adelantó un poco agachándose y metiendo la mano en el cofre del oro, como si quisiese confirmar que realmente todo el cofre estaba lleno de oro y no era solo la parte de arriba, mientras comentaba unas palabras.

- Una suculenta recompensa, - dijo y luego elevó la mirada hasta el calishita - pero me temo que deberíamos pedir mas. - se levantó de nuevo volviendo a su lugar un poco por detrás de Rivoel - Las nuevas circunstancias así lo indican.

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26/01/2015, 23:25
Rivoel Docanto

  Al ver como El Puma se incomodaba tras haber contado más de lo que él mismo hubiera querido, Rivoel relajó la expresión seria y empezó a utilizar un tono más afable y conciliador ahora que había conseguido demostrar  que no eran unos simples mercenarios. Esperaba que después de haber dejado claro que no se les podía convencer tan solo con oro, el puma no tendría más remedio que tener en cuenta otras peticiones.
Tranquilo Puma, no os enfadeis. Tan solo estamos negociando. Os agradecemos tanta sinceridad por vuestra parte y te corresponderemos del mismo modo. Y vosotros -dijo mientras miraba  a sus compañeros-  no os pongáis nerviosos tampoco… aún faltan por concretar algunos términos del trato... Continuó Rivoel con  tono ya amistoso para que el Puma no se sintiera engañado.
Por ahora ya ha quedado claro lo que queréis de nosotros a cambio del trabajo. Y podéis estar tranquilo. Estamos dispuestos a realizarlo. Pero aún no hemos hablado de lo que nosotros  queremos por hacerlo…  Y correspondiendo a  vuestra sinceridad, le confesaremos que no nos interesa que nos diga quién mató a nuestros compañeros, porque la verdad es que ya lo sabemos. Sabemos que fueron atacados por unos orcos  enviados aquí por el temido Sok Ul Makum, para conseguir algo que tenéis en vuestro poder. Nuestros amigos se interpusieron y lo pagaron con la muerte. Pero su muerte no será en vano… Y como os podréis imaginar, eso es lo que queremos a cambio de la cabeza de la bestia negra. Enseñarnos el objeto tan solo para asegurarnos que sigue en vuestro poder y todo seguirá su curso… Pero no le pedimos solo eso, el trato sería injusto, pues nosotros corremos con todo el riesgo. Como bien ha dicho mi compañera, las circunstancias  han cambiado desde la primera vez que se nos ofreció el trabajo... ahora somos dos  menos. Seguro que en algún momento de la misión necesitaremos las dotes que solo nuestros compañeros poseían.  Uno era  buen cazador y luchador, el  otro escurridizo, silencioso  y perspicaz. Seguro que entre vuestros hombres  hay  dos con estas cualidades que nos acompañaran si así se lo ordenáis.  Así tendréis hombres de vuestra confianza en la empresa, que podrán asegurarse de que cumplimos con nuestro cometido y nosotros podremos contar con las dotes de nuestros compañeros cuando sean necesarias. De este modo todos nos aseguramos del éxito del trabajo.

Y bueno, una vez cumplida la misión ya no os hará falta el contenido de este cofre. Nosotros tan solo cogeremos lo que necesitemos para continuar nuestro viaje. El resto lo repartiréis entre los ciudadanos de Qark, a los que habéis oprimido durante tanto tiempo. Pero no os lo toméis como un castigo, sino como una redención. De este modo os ganaréis a las gentes de aquí... Se acabarán las extorsiones y las amenazas, les daréis trabajo en las nuevas minas y os convertiréis en un hombre de negocios de verdad, comerciando con la plata y el Mitrilh extraído lícitamente. Así  limpiaréis  vuestro nombre  y podréis vivir en la mejor casa, en el centro de la ciudad... Y no escondido en esta húmeda cueva, como un vulgar bandido. Vuestra astucia merece mucho más que esto. De nada sirve la riqueza si no se puede disfrutar libremente.
Aceptar el trato y así será - Terminó Rivoel mientras extendía su mano  con gesto amable y sincero, esperando un apretón de manos por parte de El Puma que sirviera de rúbrica a lo pactado…

 

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo que las peticiones están bastante bien argumentadas, pero llegados a este punto,  creo necesaria una tirada de convencer, pues  sin duda Rivoel es mejor negociador que un servidor. 

Y el resultado no ha podido ser mejor. Si lo llego a saber le pido un porcentaje de lo extraído de las minas de por vida.... jejeje