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El agreste valle

Aventura | 7. El Puma y el libro

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10/01/2017, 00:30
Códice [PNJ]

Me volví hacia Dorn.

Todos lo hemos oído. ¿Qué otro testimonio es necesario? Yo digo que son culpables. ¿Morgan? —La guerrera asintió.— ¿Lirian? —El guerrero asintió.— ¿Rivoel? —Di por hecha la respuesta del bardo y ni le miré.— ¿Qué más queda por decir? Ya han tenido su juicio. —Respiré hondo.— No disfruto cuando se siega una vida, la Gran Madre lo sabe, pero... Que reciban su castigo.

Quedé expectante a la reacción del paladín enano. Recé internamente para que entrara en razón. Al igual que mi compañera, pero por un motivo muy diferente, tragué saliva.

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10/01/2017, 22:53
Rivoel Docanto

Todo se precipitó y sin apenas poder reaccionar ambos paladines se enfrentaron  a punto estaban de llegar al derramamiento de sangre.  Rivoel se unió a Códice en su ánimo por  parar aquella locura . - ¡¡¡ Pero os habéis vuelto locos !! ¿Acaso no os dais cuenta de la barbarie que estáis a punto que cometer?!!! Dos paladines , dos almas puras rectas y ejemplares desafiándose el uno al otro por la vida de cuatro miserables orcos, mientras ahí fuera se prepara un ejército que arrasará todo el valle si no nos damos prisa.

Maese Dorn, creo que no debe negar la evidencia y lo mejor será dejar a los orcos donde están, bastante hemos hecho ya con dejarlos vivir un poco más. Nada ni nadie debe interponerse ya entre nosotros y nuestro vital cometido, que os  recuerdo que es ese libro salvador. Bueno sí, todavía nos queda El Puma. Guardad vuestra ira, honor y fuerzas contra él, pues ese es nuestro verdadero enemigo.

Y acercándose al enano y tomándolo fuertemente del brazo le dijo más calmado - Si soltáis a esos orcos quizás maten a gente inocente. Seguro que esta vez vuestro Dios os perdonará por faltar a vuestra palabra, pero  no sé si os perdonará si la hacéis cumplir.... Y Os recuerdo que habéis dejado un enfermo que espera esa sangre de dragón, no le hagáis esperar más de lo necesario. Os lo ruego por todos los dioses maese Dorn....

Tras su determinante discurso Rivoel quedó a la espera de la respuesta del enano mientras le miraba fijamente a los ojos.

Notas de juego

¿ Y yo puedo usar Convencer con Dorn ? XD

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16/01/2017, 21:19
Dorn Palabrasagrada

El enano se quedo estupefacto ante lo que decían sus compañeros ¿de verdad no se daban cuenta de que era lo que le obligaba a volver y abrir la celda?

Primero, se les concedió perdonarles la vida si se rendían - el enano miró a Rivoel - eso es una promesa, para los siervos de los dioses una promesa es sagrada maese Rivoel en cuanto al enfrentamiento que mencionáis - esta vez miró a la paladina a los ojos - jamas se me ha pasado por la cabeza alzar mis armas contra mis compañeros mucho menos para imponer mi punto de vista a la fuerza ni he dicho desafió alguno - aparto la vista de la paladina para mirar al grupo - tanto me da la vida de esos orcos, por mi pueden pudrirse, matarse entre ellos o saltar al rió por capricho, son culpables, no me cabe ninguna duda, tampoco la tenía cuando se les ofreció vivir - volvió a mirar a la paladina - es la palabra dada y vos deberíais saberlo mejor que nadie y si algo nos retrasa, es una cabeza rodando en nombre de la justicia - esta vez miró a Morgan un momento antes de volver a mirar a Abrahel - era culpable si y también un prisionero indefenso al que se le había prometido la vida ¿donde esta el honor en una ejecución así? 

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16/01/2017, 22:09
Morgan, alias Shea

Las palabras siguieron volando dentro de aquella fortaleza, que hacía tantos años que no oía el común, y la guerrera apoyó sus callosas manos en las empuñaduras de las armas que asomaban por sus caderas, escuchando. Mientras su ceño se iba haciendo cada vez más pronunciado sus brazos cayeron a los costados de su cuerpo, no entendía al enano y cuando se dirigió a ella no pudo si no contestar.

-Nunca hay honor en una ejecución, pero alguien tiene que hacerla. No me arrepiento de lo que hice, era un 'prisionero indefenso' -pronunció las dos palabras con rabia -que consiguió una muerte rápida en vez de la lenta agonía que se merecía por lo que le hicieron a Abrahel. Id maese Dorn, id y liberad a los cautivos. Cumplid vuestra promesa y cargar sobre vuestra conciencia a sus futuras víctimas... si eso es lo que vuestro dios quiere que hagáis, hacedlo.

Negó con la cabeza con incredulidad, menos mal que era devoto de un dios bondadoso si no... Se acercó a la paladín y le intentó transmitir con la mirada que dejase hacer al enano, el tiempo de ajustar cuentas llegaría. 

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19/01/2017, 17:26
Fortaleza enana abandonada

Pese a las palabras de Rivoel sobre el peligro que amenazaba al valle, el caballero Dorn se mantuvo imperturbable. Lo entendí: la palabra era sagrada para un paladín. No dudé ni por un momento de su compromiso en la búsqueda del libro y en la salvación de su amigo enfermo, pero también supe que no cedería. Para Dorn, el riesgo de que los orcos causaran más daño, o la injusticia de dejarles sin castigo, era algo que firmamos cuando les dijimos -él incluido- que les dejaríamos vivir. El mal ya estaba hecho y no había marcha atrás. Sólo restaba liberarles.

En aquel momento, Abrahel, cuya espada -gracias a los dioses- yo ya había soltado y que aún parecía -a diferencia del enano- bastante dispuesta a llegar a las manos, hizo un rápido movimiento que me hizo temer lo peor, así que cerré los ojos y levanté los brazos para defenderme. Sólo los abrí cuando oí el característico chirrido de una espada entrando en su vaina: había guardado el arma. Su rostro seguía estando muy serio, pero mostraba calma.

Vos ganáis, Dorn —declaró, y soltó un largo y trémulo suspiro. Una gran tensión emocional se fue en ese suspiro.— No renuncio a mi propósito: castigaré a esos orcos, tarde o temprano. Lo juro. Pero dimos nuestra palabra, así que la cumpliremos.

Su cambio de actitud me pareció extraño: sin duda, no lo había dicho todo. Quizás el haber estado a punto de cruzar aceros con otro paladín le hizo caer en la cuenta de hasta qué punto la rabia le había nublando el juicio, haciendo que empuñara la espada de la justicia con la mano de la venganza, y decidió que podía esperar. O quizás las palabras de Dorn realmente le habían convencido y ahora se daba cuenta del error de haberse comprometido de tal manera. O quizás fueron las de Rivoel, sobre el peligro en el Valle, o el apoyo de Morgan. Quién sabe. Lo único que sé es que la paladina se dio la vuelta y se internó en la montaña.

*          *          *

Poco después, sacábamos a los orcos de la jaula. El jefe, al que Dorn había tumbado de un sólo martillazo en el cráneo -justicia poética, dado el nombre de aquel arma suya-, había fallecido y ya sólo quedaban tres. Cuando los tres estuvieron fuera, quietos, preguntándose quizás qué pretendíamos hacer con ellos, Abrahel desenvaino una daga. Dorn rápidamente se interpuso entre ella y los orcos.

No voy a matarles ni a mutilarles.

Dorn la dejó hacer. Todos la dejamos hacer.

Вы, сильный —ordenó Abrahel, señalando a uno de los orcos—. Подойди ближе.

No hizo falta que le tradujera nada a Dorn: uno de los orcos, el que había blandido un hacha contra nosotros, y que sacaba cabeza y media a la paladina, dio un paso al frente con una duda en el rostro y el gesto desafiante. Ella -con movimientos tan provocativos, lascivos y sugerentes que habrían conmovido a un súcubo- se acercó a él hasta que ambos cuerpos quedaron pegados. Su rostro serio no dejó de mirar al orco en ningún momento. Entonces retrocedió, alzó con calma la daga y realizó sobre el pectoral derecho del orco unos profundos surcos. El orco apretó el gesto de dolor, pero no se movió. Cuando la tiflina se apartó, la sangre manaba de ellos. Un esquemático diseño era visible: una mano en alto con el pulgar a la derecha. Lo reconocí: «La mano del Leal».

Abrahel hizo lo mismo con los otros dos orcos. Luego, limpió la daga con sus propias ropas harapientas. Los orcos se limpiaron con mantas viejas que cogieron de los camastros.

Porque os lo prometimos, hoy viviréis —comenzó a explicarles en orco. Yo lo traduje para Dorn al común.— Viviréis y abandonaréis estas cuevas. Pero vuestro crimen contra mí ya ha sido juzgado, y juro por el dios cuya marca ahora lleváis en la piel que yo, Abrahel Isthar, os buscaré, os cazaré y os daré vuestro castigo. —Luego, se dirigió a nosotros, en la lengua común.— Podemos irnos.

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19/01/2017, 17:38
Fortaleza enana abandonada

Notas de juego

Lo que dice Abrahel en orco la primera vez:

—Tú, el fuerte. Acércate.

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23/01/2017, 00:07
Lirian Ventormenta

Ya está bien...bastante tiempo hemos perdido por vuestros dioses. Espero que se lo estén pasando bien y hayan quedado satisfechos allí donde estén. - Se dijo una vez que la tiflina se mostró dispuesta a continuar. La próxima vez que se viesen en una situación como la que originó toda aquella pérdida de tiempo, que no era otra que la rendición de los orcos, dejaría bien presente a todos que él se desmarcaba de aquellos juramentos. En la mente del norteño, aferrada a las enseñanzas que había recibido desde pequeño, no existía el perdón posible para seres de semejante ralea.

Espe...esperemos no tener que lamen...lamentar este re...re...retraso. - Comentó el norteño situándose al lado de Códice. - Los Dioses no qui...qui...quieran que esto se...se convierta en cos...cos...costumbre. - Lo dudaba; según creía, semejante compañía estaría avocada irremediablemente a encontronazos como el que acababa de presenciar cada vez que aquellos firmes defensores de sus respectivas fes resolviesen que lo más razonable y lógico no sería aceptado por sus Dioses. 

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23/01/2017, 20:46
Dorn Palabrasagrada

Ahí estaba la viva prueba de que el camino del paladín era duro, no había mas razón para que aquellos orcos conservaran la cabeza sobre sus hombros que la promesa de respetar sus vidas.

Observo estoicamente como Abrahel dejaba su marca en la piel de los orcos, tan solo podía imaginar lo que la tiflina había soportado durante su cautiverio y tener delante a los autores sin poder castigarles era casi una tortura en si, cerró el puño con fuerza para evitar coger su martillo mientras los bigotes se movían al mantener la cara sin expresión, el metal se quejo ante la presión del puño del enano.

Cuando la paladina termino su quehacer y paso a su lado Dorn le dijo sin apartar la mirada de los orcos - cuando vayas a cumplir esa promesa puedes contar con mi acero - estaba orgulloso de la sierva de Torn, aquello era lo que definía a un paladín, seguir la senda del honor incluso cuando dejaba un sabor amargo.

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25/01/2017, 10:14
Morgan, alias Shea

Morgan asistió incrédula a la liberación de los orcos, no sólo les dejaban vivir sino que los dejaban campar a sus anchas por el mundo. El destino de los tres estaba claro para la guerrera: se unirían al ejército que había entregado a Abrahel como regalo, engrosarían las filas del enemigo al que ellos estaban tratando de debilitar negándole la obtención del libro.

Sintió deseos de matarlos antes de que se fuesen, de acabar con sus miserables vidas antes de que ellos acabasen con las de otros pero se contuvo, no era el momento, no cuando por fin avanzaban hacia el Puma y su objetivo. Escupió al suelo cuando pasaron por delante de ella. Los brazos cruzados sobre el pecho para evitar que sus manos actuasen por su cuenta y estrangulasen a los indultados. Cuando se fueron sus ojos miraron de nuevo a Dorn y a la tiflina. 

-No os entiendo. La promesa era que dejasen la lucha a cambio de su vida, ahora los dejáis marchar para que sigan matando y violando a cuantos se les crucen en su camino ¿hasta dónde llega ese indulto? ¿por todos sus crímenes o sólo por los que vos decidáis? ¿por toda su vida o por un día? En esa celda hubiesen vivido hasta que la 'justicia' de Qark hubiese venido a reclamarlos, ya que parece que no os sirve 'la Ley' que ya está presente. Eso no es lo que me enseñaron que hacían los hombres buenos, eso no es proteger al indefenso. 

Le temblaba todo el cuerpo, si no supiesen que era imposibe podrían decir que era ella la insultada por esos actos y no Abrahel. Apretó las mandíbulas mientras negaba con la cabeza y se daba la vuelta para emprender el camino a la guarida del Puma, ya había visto que era imposible intentar hacer entrar en razón al enano y no iba a perder más tiempo intentándolo. 

-Vizko, cuál es la mejor manera de llegar al Puma sin que sus hombres se den cuenta. Te sigo. -dijo palmeando su hombro al pasar por su lado.

No incluyó a nadie más en su frase, no pensaba hablar por nadie y esperaba que nadie hablase por ella.

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26/01/2017, 02:51
Fortaleza enana abandonada

El malestar de Lirian y -especialmente- Morgan ante el cambio de actitud de la paladina fue evidente. Incluso yo me sentí asqueado por dejar libres a esos tres violadores y asesinos, y tuve que aferrarme a mi fe y a mi entrega a nuestra causa para no protestar. Sin embargo, también sentí un renovado respeto por Abrahel: sólo una auténtica paladina sería capaz de asumir semejante martirio para honrar la palabra dada. Hacía falta ser de una pasta única.

Es el precio de su poder —respondí a Lirian, aún sumido en mis pensamientos.

Al oír la promesa de Dorn a Abrahel, la hice mía. «Si es que salimos con vida de todo esto». Abrahel agradeció escuetamente las palabras del enano. Pese a su abnegación, aquello tenía que estar siendo una dura prueba para ella. La protesta de Morgan no debió de ponérselo más fácil.

La palabra es la palabra —fue lo único que salió de los labios de la paladina mientras se dirigía a la salida tras los orcos, sin mirarnos. Su rostro sombrío me dio la medida de su sufrimiento. 

Kraum asintió a la petición de Morgan, pero pospuso sus indicaciones hasta que estuvimos una vez fuera. Nadie dijo nada sobre estos temas mientras abandonábamos la fortaleza. De camino al exterior, tomamos todas las precauciones posibles para que los orcos no pudieran dañarnos. No pudieron, o ni lo intentaron. Una vez cruzamos el puente de cuerda, lo cortamos. «La expedición va a encontrar su bastión muy cambiado». Por primera vez, reparé en que no habíamos visto hembras, ni niños, ni viejos. No lo comenté en voz alta.

Una vez fuera, los tres orcos se marcharon juntos tan pronto les dimos la oportunidad. Sólo llevaban unas pieles consigo.

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26/01/2017, 02:55
Vizko Kraum

Ya sin los tres «prisioneros», Kraum tomó la iniciativa. Desde el umbral de la fortaleza, en la ladera de la montaña, el alguacil señaló hacia el rudimentario sendero que descendía hasta Qark, paralelo a un riachuelo que partía del lago.

Pa' irse d'aquí, el viejo camino por el que vinimos es la manera normal —explicó—, así que va'ber hombres vigilándolo. —Ahora señaló hacia el norte, siguiendo el perímetro de la montaña.— La otra es rodear al Colmillo y bajar por el riacho al norte. No hay camino ninguno, así que es más difícil y se tarda más, pero no hay otra forma d'ir a Qark sin que nos vean. 

Kraum también calculó que por ambos caminos llegaríamos de día a Qark. Todos sabíamos que, por ambos caminos, lo primero que encontraríamos serían algunas granjas. Manifesté mis dudas de que (todos) pudiésemos llegar al templo de Dumathoin o a donde fuera sin ser vistos a plena luz del día. Él explicó que la gente de las granjas no eran «almiradores» del Puma, precisamente.

Si no queréis pasar por Qark, se pué llegar a la guarida del Puma monte a través. —Se encogió de hombros.— Llevará su tiempo —dijo, y quedó a la escucha, con los brazos en jarras.

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05/02/2017, 23:33
Lirian Ventormenta

Aunque le pesara tener que posponer la llegada a Qark y poder disfrutar de su parte del tesoro. lo cierto era que, para Lirian, la mejor opción que tenían era ir a por el Puma ahora que se encontraban descansados y era improbable que hubiesen llegado noticias de su éxito contra Escamanegra.

Creo...creo que lo...lo mejor sería ir a por...a por el Pu...Puma. - Comentó una vez el semiorco expuso las posibles opciones. - Tenemos tiempo de...de...de so...sobra, Vizko. No po...podemos dejar que se entere de...de...de que lo hemos conse...conseguido. - Añadió a continuación.

¿Sabes cuán...cuántos hombres tiene vigi...vigilando esa en... esa entrada de la que hablaba Ri...Rivoel? - Jugando con la baza del factor sorpresa, si los centinelas no eran muchos, el norteño confiaba en que podrían deshacerse de ellos antes de que diesen la voz de alarma y así ganar el acceso hasta el interior de su guarida. Lo único que le incomodaba, pues habían dejado honda impresión en él la primera vez que los vio, fue los sabuesos que el Puma tenía consigo. - D...d...dicen que un pu...puma negro están siempre con el Pu...Puma... ¿Es ci...ci...cierto?

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06/02/2017, 19:29
Montañas de Qark

Con sus tartamudeos, Lirian había roto el pesado silencio que había seguido a las palabras del alguacil, diciendo lo que todos sabíamos y nadie quería decir: por mucho que quisiéramos posponer nuestro destino y volver a dormir en un lugar caliente y seguro -quizás por última vez-, debíamos aprovechar la oportunidad e ir directos al encuentro con el Puma. Morgan y Rivoel no dudaron en apoyar la idea. Interpelado, yo también la acepté. El silencio de los dos paladines confirmó la decisión.

Entonces vamos. Es por aquí —explicó Kraum lacónicamente a la vez que comenzaba a rodear la montaña.

*          *          *

La noche nos protegía contra espías humanos, a la vez que la luna y las estrellas ayudaban a Lirian y a Rivoel a caminar. Kraum fue respondiendo a nuestras preguntas.

Esa entrada no la vigila naide —reveló el mestizo, en respuesta a la pregunta del norteño. Su tono era sombrío, sin alegría, el de quien ha aceptado un futuro incierto—. Sólo el jefe y sus tres más leales la conocen. Bueno… —Titubeó.— y yo. Pero eso nadie lo sabe.

Interrogado al respecto, Kraum nos explicó que supo de la entrada porque uno de esos tres hombres de confianza del Puma (un tal Baxtor) se lo contó por accidente estando borracho. Si Baxtor lo recordaba -dijo Kraum-, lo cierto es que nunca había dicho nada, probablemente para evitar el temible castigo del Puma. También nos contó que dicha entrada «al Cubil» llevaba a las estancias privadas del Puma, a las que sólo tenían acceso libre esos tres hombres tan leales. Kraum y muchos otros habían sido llamados allí alguna vez, pero siempre por orden y consentimiento expreso del jefe. Al parecer, consistían en unas pocas cavernas conectadas.

El libro ese que buscáis estará ahí —afirmó, sin dudarlo—. Lo del puma negro es cierto: el jefe le llama Xaquicum, pero nosotros le llamamos «el Príncipe». —Kraum suelta una risilla ahogada que al momento desaparece.— Y sí, suele estar siempre con el jefe... Normalmente no hace na', pero es un bicho con mu' mala leche y mu' cruel —añadió, estremeciéndose.— Hace lo que le da la gana y ay de ti si le molestas y no está el jefe cerca. To' el mundo le tie miedo, menos el jefe: él y ese animal son como amigos o algo. El animal defiende al jefe y el jefe le deja cebarse con quien le desobedece o se l'enfrenta...

Aquello sumió a Kraum por un rato en el mutismo más absoluto.

*          *          *

Durante el descenso del Colmillo de Piedra, nos enteramos de cómo de largo iba a ser nuestro camino: si bien habíamos tardado sólo un día en subir desde Qark, y medio día de Qark al Cubil, por las montañas nos llevaría casi el doble -dos días y medio de marcha- llegar allí. Durante el primer día, dijo Kraum, descenderíamos por el río «de la Roca del Enano» hasta donde recibe las aguas de un afluente menor, por el que seguiríamos montaña arriba. Durante el segundo día, bajaríamos hasta el «río de Hoggens» y lo cruzaríamos para también remontar su principal afluente. Al día siguiente, caminaríamos un trecho más por las montañas hasta la base del pico «de los Pumas Negros». Allí, Kraum nos instruiría sobre el sendero secreto y nos separaríamos.

Fue un poco después cuando surgió un dilema: ¿qué debíamos hacer con la sangre de dragón, que podía suponer la diferencia entre la vida y la muerte para Gódin, y que podía perderse con nosotros si fracasábamos? Se barajó que Kraum se separa un poco antes para hacerlo, pero Kraum se negó: no quería volver a pisar Qark. El riesgo era muy alto. Antes de que Rivoel -que tenía una relación más cercana con Kraum- hablara para insistirle, Abrahel también se opuso: si le encontraban a él, o cambiaba de idea y decidía traicionarnos, nuestra búsqueda habría fracasado sin remedio.

Creo que ninguna vida individual vale ese riesgo —sentenció con la boca pequeña, mirando con firmeza, pero también con súplica y compasión, a su compañero paladín.

Más tarde, Morgan señaló también que debíamos dejar nuestro tesoro en algún lado antes de enfrentarnos con el Puma, para que no nos estorbara. Quizás enterrado en algún lugar. No concretamos los detalles: yo no me fiaba del todo de Kraum. Creo que los demás pensaban lo mismo.

Notas de juego

Actualizo con esto en base a lo que habéis dicho en el off topic.

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14/02/2017, 10:11
Morgan, alias Shea

Morgan escuchó a sus compañeros sin emitir ninguna palabra, se la veía taciturna y lanzaba furtivas miradas hacia todos lados, sólo asentía de vez en cuando a las ideas que consideraba buenas y bufaba frente a las que pensaba eran inadecuadas. En vez del acostumbrado lugar en la vanguardia que había adoptado durante su periplo por las cuevas, la guerrera se posicionó la última del grupo. No miró a nadie a los ojos, con los paladines se podía entender que era por no reavivar la discusión, pero el motivo de esquivar también al resto era un misterio para sus compañeros. Sólo rompió su silencio para recordar a todos que deberían dejar el peso extra a buen recaudo, pues luchar en esas condiciones sería tomar muchos boletos para perder, dijo algo de enterrarlo pero en realidad ella pensaba dejarlo en un lugar elevado. Nadie suele andar por un bosque mirando hacia las copas de los árboles a no ser que quiera acabar con sus huesos contra el suelo. 

Desde su lugar oyó fragmentos de las explicaciones de Kraum, pero no pareció importarle no enterarse de todo, seguía encerrada en su mutismo e intentaba que su paso por el bosque se notase lo menos posible. Tenía pensado hablar con el mestizo cuando parasen para descansar, le preguntaría por las dimensiones y la distribución de la habitación privada del Puma, si había alguna puerta u otra cosa que lo separase del resto de cuevas y aprovecharía para explicarle el significado que había querido imprimir en el grabado de la escama que le había entregado.

- Tiradas (2)
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16/02/2017, 23:19
Rivoel Docanto

Kraum estaba colaborando más de lo imaginado por muchos. Sin duda el trato con Rivoel durante los pocos pero intensos días habían afectado para bien en el mestizo, o al menos eso parecía. La hasta ahora mano derecha de El Puma parecía haber cambiado de bando y tanta colaboración no podía significar otra cosa que el deseo de Vizco por redimir sus pecados y ganarse la libertad. A pesar de todo eso  la desconfianza hacia Kraum era más que palpable, incluso Rivoel desconfiaba de tanta sinceridad y mano tendida Quizás esté intentado ganarse nuestra confianza para que le dejemos ir y poder así traicionarnos.... Por eso, durante el camino hacia la base del pico de los Pumas Negros, el bardo se pegó al mestizo más que nunca. Entabló con él conversaciones aparentemente banales, aunque en el fondo, Rivoel pretendía usar su astucia dialéctica para averiguar las verdaderas intenciones de Kraum. Si de verdad quería separarse de ellos y desaparecer para siempre sin pisar Quark siquiera o si en realidad estaba ganando tiempo y confianza para un traicionero final con el que ganarse la confianza eterna de El Puma. Pues en todo esto había algo que a Rivoel le faltaba para encajar el puzle de las intenciones de Vizko... Se va a ir sin más, con una mano delante y otra detrás, sin pedir nada a cambio por toda la información a sabiendas del tesoro que portamos....? 

Vizco, has elegido el camino correcto. Quédate luchando a nuestro lado para que nadie nunca más pueda dudar de tus intenciones.... ¿ Y a donde te dirigirás, a qué piensas dedicarte...? Qué bello el piar de los pájaros, espero poder seguir escuchándolo cuando terminemos  con esto..... Podemos dejarte atado fuera mientras recuperamos el libro. Si lo conseguimos serás libre y si fracasamos verán que todo fue en contra de tu voluntad... *

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Sí, ya se que no son tan banales, pero ahora no se me ocurre otra cosa. Las enumero así sin más, cocmo parte de las conversaciones que tendrán Vizco y Rivoel durante esos dos días.

La tirada es para averiguar sus intenciones. Por cierto, alguien más lo podría intentar también.

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17/02/2017, 00:54
Montañas de Qark

Caminamos hasta que amaneció, y entonces... seguimos caminando. Tal y como había dicho Kraum, durante la primera mitad de ese primer día, descendimos siguiendo el río. Aquí y allá, Morgan se detenía para ir cubriendo nuestro rastro, aunque sólo lo supe más adelante. Algo antes de la media mañana, paramos para descansar, no sólo porque estábamos derrengados, sino porque durmiendo durante el día no necesitábamos encender un fuego y no nos arriesgábamos a ser descubiertos por los pastores y cazadores locales. Cuando ya caía la tarde, comimos algo y nos volvimos a poner en marcha.

Durante ese día, Rivoel buscó con frecuencia la compañía y la conversación del esquivo y huraño Kraum. Intuyendo que el bardo pretendía algo -quizás conocer los pensamientos del alguacil, quizás convencerlo de que nos nos dejara-, me sumé a la tarea. Kraum reaccionó como habíamos esperando, relajándose y hablando. De este modo le sacamos que pretendía viajar al Mar de la Luna, donde nadie pudiera reconocerle y donde pudiera comenzar una nueva vida. «En toas partes hay alguien que necesita a un tipo como yo», nos dijo con complicidad, e incluso buen humor, en uno de esos momentos de confianza. Si estaba siendo sincero o aquello era parte de una argucia, no habría sabido decirlo, pero sí sabía que Kraum había cogido algunas cosas del tesoro de Escamanegra, lo suficiente para mantenerse por un tiempo, mientras buscaba trabajo. Antes de echar un sueño, Morgan le preguntó por las estancias del Puma. Kraum no supo decir mucho, aparte de que se trataban de un puñado de cuevas medianas y estaban separadas del resto del complejo por un pasillo y una puerta de madera, que normalmente no se cerraba. «La más fuerte protección del Puma son sus propias manos», había declarado, tragando saliva. Cuando Rivoel le habló de atarle, Kraum reaccionó como si se tratase de una broma de mal gusto. Más ridícula aún le pareció la sugerencia de que luchase con nosotros.

Cuando el Puma os descubra, pretendo estar a mil putas millas d'aquí —dijo, y sonrió con cansancio—. Y si vencéis, ya m'enteraré y vendré a visitaros.

Poco antes del ocaso, entendimos al fin por qué llamaban a aquel río «de la Roca del Enano»: en una peñasco colosal con forma de huevo, donde el río recibía las aguas de un afluente menor -del que había hablado Kraum-, manos artesanas habían tallado la figura de un guerrero enano de gran tamaño, orientado río abajo, sereno pero firme, con las manos cruzadas sobre el mango del arma y el otro extremo de la misma, como los pies, bajo el agua. Y no sólo eso: también en la roca había sido tallada una escalera, de forma que se podía subir a lo alto del peñasco, rodeándolo, hasta lo que sin duda eran los restos de un mirador. Desde allí, pudimos ver el humo de los hogares de Qark. Era una atalaya perfecta y aquel fue un momento para recordar.

- Tiradas (1)
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17/02/2017, 01:22
Vizko Kraum

Tras un día entero charlando con Kraum, tu mente y tus tripas te decían que no había doblez en Kraum, no al menos en esta ocasión. Por encima de todas las manías, ideas y maneras del medioorco, el miedo al Puma guiaba sus actos, podías verlo. Por eso no se enfrentaría a su antiguo jefe. Por eso pretendía irse lejos -lejos de Qark, del Valle de la Daga, de los Valles incluso-. Por eso huiría en cuanto tuviera ocasión. Y con todo, debías de tener su amistad, o algo parecido. Sólo eso podía explicar que no os hubiera dejado tirados ya.

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17/02/2017, 01:42
Montañas de Qark

Mientras anochecía, remontamos el afluente. Debía de ser medianoche cuando llegamos al paso en lo alto del valle, por encima de donde los arroyos de los neveros invernales y los manantiales se juntaban para crear aquel riachuelo de montaña. Los cálculos de Kraum habían sido muy precisos, demostrando que el alguacil realmente conocía la zona. No pararíamos para dormir hasta el mediodía, pero nos detuvimos para descansar, comer algo y reponer fuerzas. Lirian y Rivoel, que necesitaban luz para ver, seguramente lo agradecieron.

Mientras masticaba algo de cecina, oí de pronto el sonido de unas botas sobre la roca cercana. Todos los oímos. Sin dudar ni un segundo, me levanté de donde estaba sentado y me giré, para no dar la espalda a quien fuera que acababa de aparecer.

¡Luz, por la Gran Madre! —oré, alzando por instinto el trozo de cecina frente a mí.

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17/02/2017, 01:48
Snarruk Magmadulce

A la luz de mi cecina, subido en aquella roca que nos daba cobijo, por un momento creí ver un gran carnero, pero pronto me di cuenta de mi error: se trataba de un enano ataviado con una capa de pieles y un casco con dos cuernos retorcidos, similares a los del animal. También vestía una armadura de placas, de aspecto anticuado y envejecido. Su barba blanca parecía sucia, polvorienta, a la luz cálida de mi conjuro. Sus manos se cruzaban sobre el mango de una maza pesada que a su vez se apoyaba en el suelo. Obviamente, el conjunto me evocó de golpe el antiguo relieve que habíamos visto unas horas atrás, como si estuviera viendo un fantasma. Nos miraba a unos y a otros en silencio, con calma y con el cansancio de quien ha visto pasar muchos años. ¿Cómo era posible que no le hubiéramos oído acercarse? ¿Cómo podía haber esquivado a Abrahel y a Morgan, que vigilaban los alrededores?

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19/02/2017, 07:48
Rivoel Docanto

Guiados por Kraum los Compañeros de La Pluma Blanca y sus acompañantes comenzaron su camino a través de las montañas. Durante toda la jornada Rivoel estuvo bien cerca del alguacil, charlando con él sobre  cuales eran sus intenciones y qué pretendía hacer cuando se separara del grupo. Quizás se diera cuenta , quizás no, pero lo que el bardo pretendía en realidad era descubrir si la mano derecha del Puma había dejado de serla o si por el contrario la lealtad hacia su señor era tan fuerte como para traicionarlos. Códice también se interesó los las intenciones de Vizco y los tres amenizaron la jornada charlando sobre el futuro cercano. Aparentemente Kraum pretendía iniciar una nueva vida lejos de allí. Llegar hasta el Mar de la Luna donde nadie lo conociera, para olvidarse de su pasado y comenzar de nuevo. 

Poco a poco fueron pasando por todos y cada uno de los lugares que Vizco había descrito, dando más veracidad a la idea de que su  intención era ayudar a los aventureros a deshacerse de El Puma. Tras toda una jornada de viaje el grupo paró a descansar en un hermoso lugar y Rivoel esperó a que el alguacil estuviera distraído para hablar con Códice y confirmar así lo que él había descubierto sobre sus verdaderas  intenciones...

Maese Códice, sus palabras son sinceras, no nos traicionará. Dejémosle ir... ayúdame a informar a los demás discretamente  Y uno a uno y con gran disimulo, incluso utilizando el idioma enano que sabía otros hablaban, fueron informando al resto  Kraum no nos traicionará. Sus palabras son sinceras. Deberíamos dejarle ir sin condiciones pues ya hemos obtenido de él mucho más de lo que habíamos podido imaginar...

Justo en ese momento y para sorpresa de todos se escucharon unos pasos. Temiendo lo peor todos se pusieron alerta. Códice reaccionó rápidamente y creó una luz mágica gracias a la cual todos pudimos ver con claridad la figura de un recio e imponente enano que calmadamente miraba uno a uno a los presentes.

Rivoel quiso evitar un posible enfrentamiento y acercándose con la manos en alto tratando de calmar a sus compañeros, tomó la palabra Y en el propio idioma del enano comenzó a hablar...

—고귀한 난쟁이 보호자 : 나는 아무것도 눈 앞에 여기 두려워해서는 안 모험가의 그룹이 있습니다. 우리는 화이트 깃털이 곳에서 우리의 의도 친구들이 귀족으로 비밀로되어 있습니다. 놀랍게도 우리는 그들이 우리 사이에 나쁜 일부 문자의 회사를 관찰 할 수있다하더라도, 당신은 내 말을 믿어야한다 ... 그렇다면 이동 선하심과 공의 경로를 따라 우리의 단계를 안내하는 좋은 두 성기사 동반하지 명성. 나는 우리가 당신이 알고 싶은 것에 대해 친절 채팅에 참여할 수 있도록 우리의 작은 휴식을 공유하는 평화에 가서 초대합니다.