Partida Rol por web

El agreste valle

Diario (2)

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12/01/2014, 03:01
Códice [PNJ]

Tras su segundo combate juntos, en una cueva de las Colinas de la Daga, los aventureros de Cataratas se encontraron en una pila de despojos una espada mágica, unos pergaminos de conjuros, una poción curativa y un bolsillo con dinero (40 po y 87 pp, concretamente), así como una perla negra. La perla negra se la guardó Códice, el clérigo, para venderla y repartir el beneficio (según dijo). Los pergaminos, la poción curativa y la espada se los quedó lady Isthar, la paladina. El dinero fue repartido a partes iguales.

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15/01/2014, 02:41

Les parece si apunto el tesoro encontrado en la caverna para que después puedan repartirlo equitativamente?, Recuerden que si lo apunto aquí, no se los apunto en la hoja de personaje.
El nombre entre paréntesis es quien la lleva a saco, pero no se apuntará en la hoja de personaje hasta que lo repartan todo.

40 mo - 87 mp.
1 Perla Negra (Códice)
1 poción curativa (Abrahel)
Espada corta mágica con una vaina ornamentada (Fewyhn)
3 pergaminos de conjuros (Ladfiena ["desaparecer"], Klain [no identificado], Beleg [no identificado])

MAPA.

Notas de juego

Este más o menos es el mapa de lo que llevan del Dungeon. Perdonarán lo rústico del dibujo pero es que el tiempo no me deja además que tampoco soy buen dibujante. Las distancias de los pasillos son más largas de lo que pinta el dibujo, se entiende ¿verdad?.

La idea es que se lleven una idea más clara de lo que tienen por delante.

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15/01/2014, 03:45
Abrahel Isthar [PNJ]

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Ahora, mientras veo a mis camaradas descansar tras un angustioso combate contra repulsivas criaturas arácnidas, siento el peso de mi ascendencia infernal. Hacer el bien es una ardua tarea mientras que alejarse del sagrado camino es demasiado sencillo. Cuán fácil resultaría someterme a mis impulsos y seducir a los varones que me acompañan en ésta empresa. A veces desearía dejarme llevar, pero recuerdo el Código de Honor que me convierte en paladina de Torm y me arrepiento de mis oscuros anhelos.

Mis compañeros no me lo ponen fácil. Por un lado Drazth, con su ascendencia corrupta, hijo de un drow con sonrisa picaresca. Por otro, Códice, el semiorco adorador de la Gran Madre, cuya sangre también es mestiza y sabe qué se siente al ser diferente y adorar a una divinidad de rebosante bondad. Ambos suponen un reto a mis aptitudes y a mi devoción, pero he de mantener el control de mi cuerpo y silenciar mis deseos.

He jurado lealtad a Torm y lucharé por cumplir los designios de mi dios. Repudiaré al mal en todas sus formas y no cederé ante sus encantos. Pero, ¿quebrantaría mis votos al entregar mi cuerpo a un varón? Acaso si mi corazón, imbuido en la bondad del templo, sintiera algo por un mortal, ¿traicionaría a mi dios? El miedo atenaza mi alma y me siento perdida en la oscuridad tan atrayente de esta cueva inmunda.

Jamás he retozado con un hombre y mi sangre de súcubo no me facilita estar rodeada de ellos. La lujuria por sí misma es pecado, pero ¿qué hay del corazón? Todos han sido testigos de mi fragilidad ante la idea de ver perecer al clérigo. Mientras que el semidrow despierta en mí deseo, Códice se ha ganado mi respeto… y afecto.

Supongo que la vida enclaustrada que he llevado no facilita mis decisiones. Por ahora protegeré con mi vida a los inocentes y defenderé a todos mis compañeros, pero pido a Torm que proteja al semiorco bajo su Mano Justiciera, o será mi corazón el que sienta el frío acero de la soledad y la pérdida.

Espero hallar la senda correcta antes de sucumbir a mis instintos demoníacos. El futuro pondrá a prueba mi fe y tener a alguien fuerte a mi lado me ayudará, pues el alma del semiorco no alberga maldad y su compañía me es más grata que la de cualquier otro ser>>.

Notas de juego

Abrahel: Has dado justo en el clavo!!!  este tipo de expresiones son las que pretendía que se hicieran en esta escena, profundizar el personaje de esta manera ya sea con reflexiones del presente o del pasado, pero estos posts son justamente los que anhelo para esta escena, así que te lo moví de la principal a esta escena, aquí perdurarán más y no se perderá entre los muchos posts que ya hay (y que habrán) en la escena principal.

Felicidades!! +50 px adicionales por enriquecer la partida.

P.D: Lo dejo en privado y solo para ti, pero es tu desición si decides compartirlo para el resto de jugadores o lo conservas para ti únicamente.

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15/01/2014, 16:35
Fewyhn Drazth
Sólo para el director

Aquí en la cueva parece que han pasado varios lustros desde que vi el sol. Ese sol que odio...me quema la piel y ya sentí en el pasado a sus crías perseguirme, Lanzadas en flechas, atadas en palos. En las cuevas mi parte Drow parece ser la dominante, fácilmente maté a esas dos o tres arañas y fuera no fui capaz de atinar a ninguno de los mercenarios. La parte Drow es más fuerte, su sangre, su odio... Pocas cosas son las que mi parte humana le permito amar. En la superficie todas las cosas son odiosas. Sin embargo...es Lothar, quien con su sonrisa traviesa me enseña todo el amor por las simplezas y cosas banales que yo, a menudo, obvio. Antes de conocerla lo único que gustaba era de ver el maR a la luz de la plata. Viendo su espejo bailar en las olas, muchas veces su reflejo era Eilistraee bailando para mi, Templando mi espíritu, pero en esta cueva no hay plata que atraviese mi armadura y me enseñe algo de amor...
Dentro de estas cuevas siento que no puedo reprimir la sangre. sin darme cuenta me encontré descuartizando a una araña, lo disfruté. Y siento que el bastardo del clérigo lo sabe, ese orco parece ver a través de mi, parece juzgar mis instintos Drows. En más de una ocasión le pillé mirándome severamente, ese malnacido... Sin duda está maldito por su sangre, pero ha sabido encontrar la bondad y sólo por eso se cree en posesión de juzgarme...
Y vivo en esta continua lucha. Odio al maldito de Códice, pero sin embargo le envidio por encontrar la paz en si mismo...
Esta lucha que desencadenó Eilistraee nunca llegará a buen puerto, lo presiento. Comienzo a enloquecer y las profundidades me hacen querer correr, matar y darme un banquete por todos los años de represión. Romper las cadenas que me atan a la superficie, los juramentos absurdos hecho a la luz de la luna. Y matar...
Necesito ver una vez más a Eilistraee, sosegar mi espíritu. Necesito salir de esta cueva...o matar a todos esos orcos. Imaginaré que son Códice...

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17/01/2014, 01:29
Códice [PNJ]

El padre Tunfer dio al grupo algunas pociones mágicas para ayudarlos en su empresa:
-1 poción de fuerza de toro. (Abrahel)
-1 poción de invisibilidad. (Ladfiena o Fewynh)
-5 frascos de agua sagrada (+1 de Códice). (Beleg x2, Ladfiena x2, Fewynh x2)

Además de una poción curativa (1d8+5) a cada uno.

Notas de juego

Resumen:

CÓDICE: 1 perla negra.
ABRAHEL: 1 poción curativa (a mayores).
FEWYNH: 1 espada corta mágica, 1 vaina ornamentada, 2 frascos de agua sagrada, 1 poción de invisibilidad.
LADFIENA: 1 pergamino de conjuro "desaparecer", 2 frascos de agua sagrada.
BELEG: 1 pergamino de conjuro no identificado, 2 frascos de agua sagrada.
KLAIN: 1 pergamino de conjuro no identificado.

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25/02/2014, 01:40

Amigos, esta escena queda habilitada para utilizarse como diario, escena de expresión o de relatos para todos los Personajes.

Notas de juego

A PARTIR DE AQUÍ INICIA EL CAPITULO 2.

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26/02/2014, 19:14
Fewyhn Drazth

Y Fewyhn maldició en su lengua. Unos trasgos huyeron despavoridos ante su presencia, pero en ese instante el acero recorrió su pecho... En el trayecto al suelo, vio a Ladfiena recibir unos horribles flechazos, Beleg huía ¡¡¡RATA!!!COBARDE pensaba Fewyhn agarrando la arena desesperado. Sus ojos iban a Abrahel que yacía junto a él, el gordo del semiorco también caía. No había compasión ni siquiera para familiares. Su pecho era un torrente de sangre, la arena estaba empapada y Fewyn casi no podía respirar, sus ojos se cerraban sin poder evitarlo. El dolor se apoderaba de todo su cuerpo y el odio comenzaba a crecer. Miró con ira a su agresor. Orco... me vengaré M-m vennn...ga...r-é. Susurraba débilmente escupiendo sangre. El orco reía y su ira iba en aumento. Como puedo estar en el suelo...¡YO! FEWYHN DRAZTH, derrotado por un orco. Intentó ponerse en pie, pero la caída hizo que se diese en la herida y perdiese automáticamente el conocimiento.

Al despertarse el pecho el ardía, le picaba. Un intento por paliar ese picor le hizo comprender que estaba atado con grilletes. El recuerdo era aún más doloroso. La impotencia que había sufrido y la humillación que estaba sintiendo. ORCOS... Semidesnudo su irá ya desbordaba su ser y lo que parecía su sargento le instaba a odiar aún más a los orcos. Comida rancia y más de animales que de un Drow. ¿Cómo puedo ser prisionero? Si mi padre me viera, me arrebataría mi apellido. Me arrancaría la piel de la espalda... me torturaría placenteramente. Sus ojos no daban crédito a lo que vivía y la vida orca sólo le hacía odiar más a esa raza de infrahumanos. Un arco y una flecha...un arco y una flecha... Un arco... pensaba una y otra vez en la oscuridad atado a los grilletes, forcejeando una y otra vez. 

Daré caza del primero al último de los orcos. Extinguiré a la raza entera. Temerán haberme tocado, temerán a Fewyhn Drazth. Me vengaré... Lo juro. LO JURO POR SARENRAE! pensó mirando a la mediana. Sus ojos parecían inyectados en sangre y su rostro estaba tan oscuro y demacrado... 

 

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01/03/2014, 16:05
Ladfiena Correestepa

Los cuatro compañeros avanzaban por el bosque con el sudor todavía humeando en su piel, un paladín con una armadura demasiado sucia y golpeada como para resultar impresionante, un semielfo vestido de guardabosques(Rog), la sangre surcaba su brazo proveniente de una fea herida, al menos la hemorragia estaba contenida, el siguiente miembro con la piel de aspecto extraño(Grwoëw) era un dragón transformado, sus ojos duros no podían ocultar del todo su verdadera naturaleza y por ultimo, la mujer(Senoa), a pesar de tener el labio partido y un ojo hinchado su hermosura era notable, en sus brazos cargaba un bebe apenas poco mas grande que su mano, ya no lloraba quizás por estar demasiado cansado para hacerlo y eso era bueno pues aún los seguían.

El paladín sacó su espada  y se dirigió a su compañera hay que matarla, debimos hacerlo abajo, ha sido un error cogerla la mujer apretó a la criatura entre sus brazos mirando desafiante al paladín ella es una victima inocente, no tienes derecho Grwoëw se acerco a ellos ¿te das cuenta que ahora tiene sangre de demonio? acabara consumiendola, dominándola la mujer miro con tristeza y preocupación la cara del bebe mediano, demasiado cansada para hacer nada mas dormía placidamente mientras su pecho subía y bajaba hay formas, lo sabes, su sangre hizo una pausa si la diluimos protegeremos su mente, sera libre el paladín levanto su espada déjala, le ahorrare el sufrimiento Rog se interpuso en el camino del paladín es inocente y podemos salvarla, por los dioses ¿que no ves eso? merece una oportunidad  enfurecido el paladín empujo al semielfo quien se levanto de inmediato presto a plantar batalla pero el paladín guardo su espada es vuestra responsabilidad, tendréis que vigilarla, toda vuestra vida.

Con los ánimos mas calmados Rog guardo sus armas y se acerco a ver el bebe ¿como le llamaras? pregunto Ladfiena respondió la mujer conozco una familia de medianos cerca de Hultail que la acogerán encantados, nosotros podemos vivir en el bosque, a apenas dos o tres millas Grwoëw había permanecido callado observando todo os acompañare, si al crecer manifiesta herencia demoníaca, alguien debe enseñarle a canalizarla adecuadamente.

El grupo partió rumbo a Cormyr, les esperaba un largo viaje y tenían que dejar atrás a sus perseguidores.

Notas de juego

Primero de una serie de incisos sobre la historia de Ladfiena que ire poniendo conforme gane experiencia

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01/03/2014, 20:07
Códice [PNJ]

Durante los días que pasaron entre su captura y el ritual del chamán orco, Códice trató de ayudar a sus tres compañeros de calabozo (¡incluso al mestizo oscuro!) tanto como le fue posible: en los momentos en los que les traían la asquerosa comida, por ejemplo, el fraile secretamente la purificaba y conjuraba agua con sus poderes, por lo que, pese a todo, los cuatro aventureros pudieron ir recuperando la salud. La Diosa estaba de su lado. Lamentablemente, los guardias de Reklag estaban prevenidos y preparados para eludir sus encantamientos, y no podía realizar muchos conjuros sin su símbolo sagrado. Una vez descubierto el terrible destino de Beleg, y determinado a salvarle o darle un fin digno, a Códice sólo le quedaban dos dudas: qué harían con ellos y cuál habría sido el destino de lady Isthar.

Con todo, no perdía la esperanza: su fe sin fisuras en Chauntea le mantenía a flote. De no haber sido así, su espíritu se habría roto en mil pedazos al contemplar el impío ritual en el que el chamán, Sok Ul Makum, siervo del Putrefacto Señor de las Larvas, arrebató con crueldad la vida de aquellos pobres campesinos y sus malogrados salvadores. Su fe ni siquiera flaqueó cuando se enteró de que serían enviados como prisioneros ante “el gran rey”. La muerte de los campesinos le había dolido en lo más profundo, pero Códice se dijo: Los caminos de la Gran Madre son inescrutables. No sabía si la Diosa le depararía un destino épico, como había dicho Rivoel el día que se conocieron, pero no le cabía duda de que tenía un destino para él. Códice no tardó tardado en hacer buenas migas con este Rivoel, pues el bardo era de natural parlanchín y se hacía querer. El guerrero, de nombre Lance, parecía honorable, mientras que el mediano, Benen, era un tipo más bien huraño, y Códice no simpatizó con él.

La fe de Códice se vio recompensada días más tarde, cuando volvieron a respirar aire libre (aunque fuera encadenados) y se reencontraron con Abrahel, aunque a Códice sufrió al abandonar a Beleg y condenarlo a su suerte. Durante los dos días siguientes, Códice aprovechó cualquier instante de luz solar para rezar a su diosa y rogarle que su aliado elfo hubiera tenido una muerte rápida e indolora. Quizás debería haberle pedido también que protegiese a su noble aliado animal, Krisslar, el poni: para horror de todos, aquel hermoso animal fue brutalmente asesinado y devorado por los orcos. Ni siquiera los fuertes brazos del medioorco fueron suficiente para detenerla al enajenado enano, pero entre todos pudieron detenerle y que no se arrojara a su propia muerte.

Notas de juego

No es exactamente una contribución como la que han hecho Lady, Durgeoble o Kormack... Esa ya llegará (espero). Esto es simplemente un resumen de los últimos días desde el punto de vista de Códice. Ya lo tenía medio escrito en formato directo con vistas a publicarlo antes de la última actualización masteril, así que lo he terminado para compensar mi ausencia y para darle continuidad a Códice, y lo he colgado aquí, que es donde creo que molesta menos... Es un "diario", ¿no? ; P

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02/03/2014, 19:19
Fewyhn Drazth

Interior de la cueva después de salir del carromato. Fewyhn forcejea con las cuerdas.

El viaje en el carromato ha sido deplorable, el traqueteo del carro, el olor a orco... Y encima ese estúpido semielfo escupió al suelo Todo el viaje cantando y contando estupideces. Si hubiese mirado mi rostro vería que no tengo ganas de escuchar sus elevados pensamientos... Sin duda pertenezco al inframundo mientras miraba un charco que estaba al lado de la cueva, su forcejeo disminuye. Mira al semiorco Como te detesto...¡no sabes cuanto! Siempre haciéndose el bonachón y el simpático. Nadie te pidió que tocaras mi comida. Seguro estaban mejor con los gusanos y la podredumbre... Su corazón cada vez era más negro y parar ese avance resultaba casi imposible para el semidrow que cada vez era más drow. Como si fuese una enfermedad contra la que no pudiese luchar... A menudo tenía pesadillas. En los sueños su parte Drow hacía de las suyas y muchas veces estaban llenas de orgías y matanzas. Llenas de su parte más violenta y lasciva. Se levantaba en sudores y aterrorizado por lo que inevitablemente parecía estar presenciando. Su piel era oscura, eso todos lo sabían. Estigma de ser un drow, pero era blanco su interior, era su parte humana y ahora el negro entraba por sus poros, reclamando el interior. Creando un reino de infraoscuridad. Apagando la luz de su corazón... A ratos luchaba y conseguía deshacerse de la maldad, pero cada vez tenía nuevas manías que le apartaban de la humanidad para acercarle a los Drows. Respira hondo y cierra los ojos. Sarenraee, ¿por qué me abandonas? Ya no noto tu calidez, debería sentirme bien por estar acompañado. Me siento aún más sólo. La angustia me invade. Los humanos me odian y los drows me repudian. Puedo ver en sus ojos ese odio, ese reproche de odio. Puedo ver como miran mi piel asqueado y sólo puedo reaccionar de igual manera... Semielfo ag! vuelve a escupir. Y cuando bajé... ese gordo orco sólo vio a la tiefling... y el humano y el otro también. FUI YO QUIEN PROPUSO SEGUIR A LA CRIATURA! ¿Eran 50? ¡ESTÚPIDOS! Y sólo es un bicho inofensivo... da igual la apariencia que tenga... Aparta esos pensamientos. Sólo te hacen daño, sólo ME hacen daño. Sólo me hacen daño...

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04/03/2014, 21:17
Fewyhn Drazth

Ensimismado mirando la seta.

Hace días que no pruebo bocado. Debería engullirte y no escuchar necedades. Nada hace más daño que el hambre. Esa es la muerte que nos espera. cierra los ojos. O esta, estas paredes. Estos ojos... ver en la oscuridad me es tan fácil. Andar por esta cueva, el olor de la tierra... Revive viejas épocas. La sangre nunca olvida. Y cada vez es más pesado luchar y enfrentarse a su ser. Sólo escucha al orco ordenar. Sus palabras son un látigo que chasquean su espalda. oooOOH...Mi cabeza...Necesito comer algo. ¿Qué puede ser peor que 50 orcos? ¿Por qué volver? Si están allí nos encontrarán, nos cazarán y moriremos sacrificados. pensaba Fewyhn Son un lastre el corazón del semidrow bombea tan fuerte que sus ojos no pueden evitar abrirse a su máximo, una gota de saliva se desprende de su boca. Esa voz-esa voz. Sonaba igual que la suya, la ha escuchado incluso como si le susurraran en la espalda. Fewyhn mira como sin darle importancia. No hay nadie...Me estoy volviendo loco. Su corazón sigue latiendo con fuerza y el susto ha sido desmesurado pero algo de razón tenía esa voz... si, si no hubiesen sido tan imprudentes no nos hubiesen visto. Yo no quise entrar, quise parar aquí, desarme y seguir. Ser libre...Tanta chatarra... nos descubrió , descubrió nuestra posición... Yo no quise andar tanto y ahora. ¿Ahora dice "volver"? No...no...NOOO...AAAAAAh! uf! No le des más vueltas Fewyhn, piensa en el rostro de tu madre... siempre con una sonrisa, esa sonrisa capaz de tranquilizar a cualquiera. Su sonrisa. tan blanca. Si, era blanca. Y su pelo castaño. Sus ojos... sus ojos. ¿Az-ules? Si, si, si azules... Acuérdate de todo. No caigas, mira a la luna... Fewyhn hace un vano intento por mirar al cielo, pero recuerda donde está. Y como si un golpe de calor se tratase cae fulminado al suelo, intenta disimular apoyándose en la pared y sentándose ahí. Es esta cueva... es este hambre... son esos olores. Ese esa vozzzz...y mira a Códice. Su respiración se vuelve más pesada y vuelve a contemplar la seta.

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08/04/2014, 23:14

CONOCIMIENTOS DE MORGAN...

Tuviste noticias de que Puente de la serpiente es ahora un pueblo fantasma luego de una breve ocupación de unos Hobgoblins. Los habitantes originales no volvieron a ocupar el pueblo por miedo a que volvieran criaturas desde el bosque o de las colinas. Los sobrevivientes fueron refugiados en Hondonada de Anathar.

En Hondosauce hay un rumor sobre una gran criatura que se roba el ganado de las granjas más alejadas pero hasta el momento no han habido muertes humanas.

En Fuertenuevo llegó un paladín de Helm, hace 3 Dekhanas, se la pasa bebiendo en la taberna y parece todo menos un paladín. En sus borracheras alega que tiene visiones del Valle de la Daga quemándose por completo, sus habitantes esclavizados por orcos y goblins liderados por demonios extraplanares. Nadie le hace mucho caso y llegó a fuertenuevo porque sus visiones señalaban las montañas Boca del desierto

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12/04/2014, 10:54
Morgan, alias Shea

Los Hobgoblins abandonaron Puentedeserpiente hace dos dekhanas. ¿Los echaron o se marcharon? Los Hobgoblins se marcharon del lugar, se estaban haciendo gestiones en Hondonada de Anathar y en Fuertenuevo para mandar algunos combatientes y expulsarlos pero antes de que pudieran hacerlo, los exploradores informaron de la huída de los Hoobgoblins en dirección a las colinas.

Unos Orcos arrasaron el monasterio de los quebrantados, actualmente está tomado por ogros y orcos.

Un rey orco llamado Vhazror está cobrando fuerza en el castillo de la daga, el castillo es inexpugnable y cada orco combatiente que luche dentro de sus murallas, valdrá al menos por cuatro hombres de armas que intente tomar el castillo mediante el asedio. Apoyado por el nigromante Sok Ul Makum, está empezando a formar un ejército de orcos con el que no tardarán en poner en serios problemas al valle entero.

El carromato en particular había pasado por Fuerte Nuevo, intacto. Fueron los integrantes de la caravana quienes advirtieron de la situación en Puente de la serpiente y los Hobgoblins. Lograron pasar tras pagar unas monedas de oro y algunas provisiones. Su destino era el monasterio de los quebrantados. Llevaban provisiones de comida y telas especialmente, algunas botellas de vino también. Pero la lengua de un borracho es más larga que sus brazos. Llevaban otra cosa consigo: Un libro. Un tal Haladar Bosquelado de hondonada de Anathar, pagó muchas monedas de oro por llevar ese libro al monasterio aparentemente para que le hicieran una o varias copias. Lo llamativo fue la gran cantidad de monedas que el conductor del carromato, el hombre las mostró y eran cientos! Eso fue hace ya tres dekhanas y del carromato no se volvió a saber nada desde que partió al monasterio, solo iban dos guardias escoltándola y el conductor y dueño. No se sospecha de su desaparición y los lugareños creen que con esa cantidad de monedas el hombre pudo haber dejado el carro en el monasterio y haber tomado rumbo directamente a Cataratas de la Daga a tomarse un buen descanso.

... un grupo de bandidos pudo enterarse de la gran cantidad de oro que había en el carro y lo asaltaron antes de llegar al monasterio. Por eso los orcos no se hicieron con el libro. Deberíamos partir cuanto antes por el camino de las montañas. Si el carro es tan grande como cuentan,  en algún momento lo veremos , o parte de él o algún signo evidente de su paso. Y otra cosa, como estamos predestinados a ser un grupo de leyenda, no podemos ir por ahí sin un nombre que nos identifique. ¿ Qué os parece LA COMPAÑIA DE LA PLUMA BLANCA…

Ya en la noche, a solas en su camastro, Morgan hizo un repaso de las noticias de las que se había enterado durante estos dos días, de las nuevas que había oído en la fortaleza y de lo que le habían contado sus nuevos compareros, cada vez se ponía mas de manifiesto que se estaba cociendo algo gordo en el Valle de la Daga. ¿Al final el paladín borracho iba a tener razón y todo el Valle sería esclavizado por demonios extraplanares? Cuando lo oyó le pareció la mayor ida de cabeza que había presenciado y se había reído para sus adentros, pero ahora no lo tenía tan claro, quizás su Dios le estaba enviando esas visiones de verdad y él sólo podía hacer frente a los horrores que veía ahogándolos en alcohol. Según el paladín el 'problema' tenía su origen en las montañas Boca del Desierto, pero la que parecía ser la peor amenaza para el Valle se encontraba en el Castillo de la Daga, con el rey orco Vhazror y el nigromante Sok Ul Makum; tendría la teoría del hombre en mente por si acaso, "nunca se sabe cuándo un poco de información inconexa puede ser de utilidad", solía decir el amo allá en Cimbar, y le había ido muy bien en la vida y en los negocios como para no tener en cuenta sus palabras.

Fuese como fuese ella no iría al castillo, al menos no por el momento; en su lugar iba a acompañar a un grupo de aventureros, e ir tras el rastro de un carromato cargado con comida y telas que había partido hacía unas tres dekhanas hacia el Monasterio de los Quebrantados, en las montañas. ¡Uhm! las montañas... Aunque según decían portaba algo más que avena, el carretero llevaba una buena suma de oro por el encargo especial de llevar un libro para que lo copiasen. ¿Qué diantres puede tener un libro para que valga tanto asegurar su traslado?, se preguntó la guerrera abriendo los ojos y mirando a su alrededor, ¿buscan ellos a unos amigos como han dicho? o están mas interesados en el oro o el libro; el resto del grupo dormía plácidamente, después de los últimos acontecimientos que habían vivido no le sorprendía que, en un lugar seguro, cayeran rendidos de agotamiento. Recordó la charla en la taberna, cuando unos y otros contaron algo de sus vidas, y tuvo la sensación de que había algo que Códice no le había dicho; en la penumbra, que no era tal para ella pues seguía viendo casi con total normalidad, dirigió su mirada al clérigo de la deidad de la naturaleza y no pudo evitar que una sonrisa asomase a sus labios. No sabe mentir, pensó con sorna recordando los vanos intentos del mestizo de evitar que se le notase como la miraba, ha tenido una buena infancia y no le ha hecho falta, su tono fué cambiando hacia la melancolía conforme avanzaba el pensamiento; ella siempre tuvo que esconder sus ideas y sentimientos, donde vivia no era bueno para la salud decir lo que uno pensaba. A lo mejor es algo relacionado con las torturas a las que fué sometido, siguió pensando sin dejar de mirar su contorno bajo la manta, pasará un tiempo antes de que pueda hablar de ello, no es fácil dejarlo salir.

Se encogió de hombros y se forzó a apartar la mirada de la silueta, debía reconocer que era el primer mestizo como ella que conocía y sabía hilar mas de dos frases coherentes; y eso, a pesar de su corpachón, de la bondad que se le intuía, y del hecho de ser un pacífico clérigo, era algo que la atraía. Su vista se deslizó por el resto de componentes del variopinto grupo del que ahora formaba parte; el humano guerrero apenas habia despegado los labios en toda la tarde y cuando lo hizo se dirigió a ella con poco respeto, espero que en el campo de batalla sus armas hablen mejor, era una pena, allí en su tierra los grandes guerreros eran aclamados como héroes y éstos siempre correspondían a la gente con saludos y algún que otro guiño de complicidad; el elfo oscuro sólo miraba ceñudo a todos lados y no parecía tener lazos con nadie que no fuese la mediana, no debo juzgar por el aspecto, eso es lo que no me gusta que hagan conmigo, pensó que intentaría entablar una conversación con él cuando estuviesen en el camino, si era amigo de la mediana no podía ser malo; la mediana era como un soplo de aire fresco y caótico en mitad de un desierto, rezaremos para que no sea demasiado caótico, había oído habladurías sobre la gente de su raza y su 'despiste' a la hora de coger cosas ajenas, pero ella no se veía de ese tipo; el mediano era de un temperamento tan afilado como las dagas que se había guardado por todo el cuerpo, no mide sus palabras y muchas veces es hiriente con ellas, seguro que también lo será con las dagas, supuso que había tenido una infancia dura y que así había salido su carácter, eso no significaba que no fuese a ser un magnífico compañero; y el bardo... a pesar de ser elfo era un bardo y eso parecía que lo salvaba pues había bromeado con Códice y con ella con agudo ingenio y moderación, sigue sin juzgar a primera vista Morgan, parece que es de buena madera, habitualmente los elfos con los que se había cruzado la habían mirado por encima del hombro o directamente con desprecio, pero había conocido a varios bardos en su corta vida y éstos siempre habían resultado ser buenas personas, a veces un poco cargantes pero buenos en el fondo. Con un suspiro volvió a cerrar los ojos, acabo de conocerlos y ellos a mí, después de las últimas dekhanas es lógico que no confíen en extraños, con ese último pensamiento se dió la vuelta y se quedó dormida, esperaba que con el tiempo la considerasen parte de su grupo, aunque esperaba que el tiempo necesario no fuese mucho.

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26/04/2014, 17:16
Morgan, alias Shea

Por la mañana, cuando había salido a recabar información, Benen la había acompañado y le volvió a preguntar por el fragmento de poesía, no la presionó pero se notaba que había llamado la atención del mediano; agradeció su interés y le aseguró que durante el camino le contaría algo mas.

Después de llevar un rato caminando, el pueblo había quedado atrás hacía mucho, fué Rivoel el que se acercó y se interesó por el relato; bueno, por el relato y todo lo que la guerrera supiese. Era normal, para un bardo los relatos eran la fuente de su vida; dejó escapar el aire lentamente, en lo que podría decirse un suspiro, viendo el interés suscitado en el mediano ya había previsto que tendría que decir algo. Después de dejar al elfo sudar un poco entonando un poema para ganarse su respuesta, por fin habló; al fin y al cabo no era ningún secreto, allí en su tierra era de dominio popular.

- Es el final de una gran batalla narrada desde el punto de vista de un héroe ya olvidado, - comenzó a hablar con su voz grave - es muy larga y ahora mismo no me acuerdo de lo que dice exactamente. Tengo algunos trozos pero otros me son esquivos, seguro que esta noche ya he logrado recordarla entera. - sonrió con un recuerdo mientras miraba al frente - Una buena obra, para poder apreciarla, ha de oirse entera.

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27/04/2014, 16:16
Morgan, alias Shea

... sonrió con un recuerdo mientras miraba al frente - Una buena obra, para poder apreciarla, ha de oirse entera.

Mientras pronunciaba las últimas palabras su mente ya vagaba hacia una tarde de hacía muchos años. Era a comienzos de Mirtul, las lluvias que siempre caían durante el Verdor habían cedido el paso a un sol radiante y el amo, de un humor espléndido, hizo que llamaran al mejor bardo que se hallase en la ciudad.

En cuestión de poco tiempo, el que tardaron en acondicionar la sala para la audición, se personó en la villa un anciano humano. Su atuendo, en contraposición con lo que había visto Morgan hasta el momento, era de lo mas discreto; calzas de color marino metidas por dentro de unas grandes y altas botas negras, camisa crema debajo de un chaleco verde oscuro, cubiertos ambos por un manto marino también, y el único atisbo de cuál era su profesión se hallaba en su mano. Sujeto casi con ternura de su mano derecha se hallaba un viejo pero lustroso laúd.

El primer pensamiento de la guerrera fué que el amo se enfadaría, ya que ese abuelo no podía ser mas que un charlatán, pero vió algo en su mirada cuando sus ojos se encontraron, y enseguida retificó esa primera impresión; el ser que tenía delante era el mas viejo y mas sabio de cuántos había conocido en su corta vida, sería interesante lo que tuviese que decir.

El humano se despojó con florido ademán del manto y rasgó descuidadamente las cuerdas, la corta melodía que surgió del menudo instrumento hizo estremecer a todos los presentes y captó de inmediato su atención. Con una voz para nada acorde a su apariencia, pues era jovial y fresca, empezó la narración.

- En esta agradable tarde de Mirtul, con los magníficos rayos del astro rey calentando tan honorable casa, les voy a contar la historia de un gran guerrero. No grande por la cantidad de gestas que llevó a cabo, si no grande por la sabiduría de su alma. Cojan asiento y pónganse cómodos, tengan a mano cuantos dulces y refrescos puedan necesitar, pues una vez comience ya no podrán marchar.

Ante las últimas palabras Morgan salió del trance en el que se había sumido escuchando al anciano, le habían sonado a amenaza y todo su cuerpo se tensó buscando un objetivo. Su sobresalto no pasó desapercibido, y el orador la miró directamente mientras aclaró la frase.

- No es que les vaya a hacer nada, - dijo con media sonrisa tan cautivadora que hasta desaparecieron de su rostro las arrugas - es que las buenas obras hay que oirlas enteras y sin descanso para apreciarlas como es debido.

Dicho lo cual adoptó un aire distinto y comenzó el relato mas fascinante que la mestiza hubiese escuchado jamás, tanto fué el impacto que le causaron las palabras que, habiendo acabado la actuación, le pidió al bardo si se la podía volver a contar y memorizó los versos.

Notas de juego

Ya en la noche, con el peligro pasado, delante de una exigua cena, y con el ánimo enrarecido; Morgan se decidió a narrar la epopeya de la que había tomado los últimos versos el día anterior. Carraspeó un poco para aclarar la garganta y bebió un buen trago de la cerveza que le quedaba en el odre, el ambarino líquido no pasaría de esa noche; su mirada recorrió las caras de los Compañeros de la Pluma Blanca, ¿podía decir ya que era uno de ellos? Se encogió de hombros mentalmente y comenzó a hablar.

- Si no hay inconveniente y como os prometí, - su mirada vagó del adusto rostro de Benen, al siempre sonriente y positivo Rivoel - os voy a contar una historia. No sé quién la escribió, pues su nombre se perdió en un antiguo incendio junto con el manuscrito original, pero gracias a los maestros oradores - hizo una leve inclinación hacia el elfo - es una gran obra de dominio popular.

Cerró los ojos un momento, poniendo en orden las estrofas, y cuando los abrió su mirada se perdió en la oscuridad de la noche mientras comenzaba el relato con lenta cadencia:

No ha salido el sol y ya me hallo despierto,

el camastro extraño nada ha tenido que ver;

la noche ha transcurrido tranquila,

parece que el mundo aguanta el aliento;

pero los sueños eran inquietos,

parece que mi cuerpo anhela la contienda.

 

Ya no aguanto estar tumbado,

me levanto y me preparo;

primero mis ropas cómodas,

que han de guardar la piel;

después la armadura prestada,

que ha de guardar mi cuerpo.

 

Todo mi ser arde en deseos de empezar;

blandir la espada con gracia y soltura,

para eliminar a un enemigo mas;

elevar el escudo con rapidez y elegancia,

para protegerme de un tajo mortal.

Ser aclamado por las gentes, como su adalid y salvador;

ser envidiado por los compañeros, como el mejor.

 

Han dado la orden de atacar y avanzamos,

codo con codo, escudo y espada, hacia la victoria;

gritos enardecedores y salvas de júbilo,

resuenan en nuestras gargantas ufanas.

En el primer choque de espadas,

ya han caído quienes iban a mi lado;

cerramos filas los que quedamos,

y seguimos con el arma golpeando.

 

Gritos, relinchos, chocar de las armas;

es la música de la guerra, es la oda de la libertad.

Avanzar, cortar, proteger la cabeza;

es el ritmo de la lucha, es vivir un poco mas.

Sangre, muerte, ojos secos de lágrimas;

es lo que queda, es el precio que se ha de pagar.

 

El sol hace tiempo que subió a lo alto,

a mis espaldas un reguero de cuerpos dejo;

muchos eran mis enemigos,

caidos por enfrentárseme, caidos por mi filo;

otros son de mis amigos,

caidos por protegerme, caidos para mi hastío.

 

Ya no hay gritos de ánimo,

todo a mi alrededor enmudece;

ya no hay amigos que me envidien,

todo se llena de caras sin vida;

ya no hay sol que me ilumine,

toda mi luz la he perdido en el camino.

 

Mi boca está reseca,

no hay agua capaz de saciarla;

mi lengua se ha quebrado,

no hay nada que pueda curarla;

sólo una parte de mí está húmeda,

mis manos manchadas de sangre.

 

Mis ojos están resecos,

no hay agua que mane de ellos;

mi cuerpo se ha quebrado,

no hay cura para su herida;

sólo una parte de mí está a salvo,

mi alma que se eleva hacia el cielo.

 

El retorno al hogar es el retorno ansiado;

multitudes gritando mi nombre,

niños corriendo tras mi estela,

ancianos aplaudiendo a mi paso,

doncellas ofreciéndose a ser mias,

reyes regalándome lo que pida.

 

Abro los labios ajados,

y trago con la lengua rota;

miro con los ojos tristes,

y me inclino con cuerpo tenso;

extiendo las manos mojadas,

y dejo salir las palabras.

 

"A veces, cuando canta el metal,

sobran las palabras;

a veces, cuando habla el corazón,

el oro no vale nada;

a veces, cuando el espíritu se eleva,

la vida parece vacía."

ANGHARA.

Al finalizar parpadeó varias veces, como saliendo de un trance; había pensado en indagar un poco mas sobre la misión que tenían, ahora que los 'amigos' que iban a rescatar estaban muertos era claro que ese no era el objetivo, pero después de la narración no tenía ganas de ello. Se quedó en silencio, contemplando las llamas en su danzar, viéndolas perseguirse unas a otras en un baile sin final, eterno...

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30/05/2014, 16:57
Morgan, alias Shea
Sólo para el director

Nuevos conocimientos:

Rivoel: Compañeros de la Pluma Blanca, os recuerdo  que ésta es una misión de búsqueda contra el tiempo, pues los orcos andan también tras el libro… y deberíamos intentar hacerlo todo  lo más rápido posible. Somos muchos y digo yo que alguno  puede tener la suerte de encontrar algo que nos de alguna pista sobre el libro o sus actuales dueños. Básicamente lo que debemos encontrar es el libro,  aunque sinceramente, dudo que esté aquí. Más bien lo que debemos buscar es el rastro de los asaltantes, pues deben ser sus actuales portadores. Aunque no creo que lo sean por mucho tiempo. Sabiendo que se pagó tanto dinero por el valioso manuscrito, seguramente intentarán venderlo cuanto antes para de paso deshacerse de la prueba de su crimen.

... había algo muy extraño en el modo en que operaban estos goblinoides. No eran normales.

Rivoel: He oído hablar de Los pumas negros. Se llaman así por que su líder se hace llamar El Puma y tiene como mascota uno de estos feroces animales de color negro. El Puma fue aliado de los Zhentarims y se dedicaba al tráfico de esclavos y objetos robados. Tras la llegada de Randal al poder, no tardó en instalarse en Qark, donde es el verdadero dueño y señor. Al parecer viene del sur, del reino de Amn y los pocos que lo han visto cuentan que es de tez oscura y marcado acento.

"Uno no busca a los pumas negros, ellos lo encuentran a uno..." es lo que se dice sobre ellos.

Creo que deberíamos dirigirnos directamente hacia Qark  campo a través, en línea recta justo hacia el norte llegaremos allí. Y quizá sea un buena idea entrar sin más y llamar la atención si lo que queremos es contactar con ellos. Nadie posee una daga bañada en oro así como así. Pienso que esa daga dorada debe ser de algún cabecilla importante o del propio Puma. Podríamos intercambiarla por el libro...

... en Qark no son mal vistos los semiorcos, al contrario, debido a las actividades mineras, los semiorcos son vistos con buenos ojos para el trabajo pesado. Después de los humanos, los semiorcos son la raza predominante en ese lugar.

Eso si, es bueno que sepan que los aventureros o mercenarios no son bien vistos por allá, de hecho los extraños siempre llaman la atención, quizá los acepten durante un par de días, pero más tiempo levantará más suspicacia de la que desearían.

Deberíamos presentarnos como una compañía de mercenarios que han oido de las alimañas que pueblan los nuevos túneles y se han acercado para ver si hay un poco de trabajo honrado y remunerado para ellos.

Códice: ...vamos tras un libro: el libro de familia de los Bosquelado, de Hondonada de Anathar... De ahí la propuesta de plan de la señorita Correestepa —indicó, señalando a la mediana—. ¿Por qué es importante este libro...? —Miró a las brasas del hogar, pensativo: quería ser prudente en sus revelaciones. Tras unos segundos, volvió a mirar a Morgan.— Por lo que sabemos, un arcanista* que trabaja para el caudillo orco de las Colinas va tras él. —Volvió a meditar sus siguientes palabras.— Este hombre es el que destruyó el monasterio, en su búsqueda del libro. El libro guarda poderosos secretos... —Duda.— Magia. Es un arma. —Tragó saliva, incorporándose de nuevo, midiendo sus palabras.— No debe caer en manos de ese hombre ni de su señor.

Códice: Mis compañeros y yo no huimos de nuestros captores sin ayuda: una hechicera nos ayudó. Una hechicera que, gracias a sus artes, había descubierto el peligro que crece en las Colinas y, en particular, los planes de un humano, un tal Ighnomer*, que se ha aliado con el caudillo orco y pretende encontrar y usar el libro de los Bosquelado para sus propios fines malignos. Nuestra benefactora y patrona, la hechicera, cree que impedir el éxito de este Ighnomer es clave para la supervivencia del Valle y nosotros... —Y echó un rápido vistazo a los rostros de los demás antes de seguir.— ...confíamos en ella. —Quizás se esté preguntando por qué no le contamos todo esto a lord Escudodecuervo... —Se encogió de hombros.— Temimos que esta historia le pareciera absurda y nos tomara por unos locos, ignorando nuestras advertencias acerca del ejército de monstruos que se está reuniendo en el Castillo de la Daga. —Suspiró, pensativo.— Si hicimos bien, juzgue usted misma. —Pausa, esta vez reflexiva.— Es más: si ahora que conoce la historia decide no acompañarnos, lo entenderé, pero...

¿Los Bosquelado saben de las propiedades del libro? / ¿cuáles son exactamente los poderes que tiene?

Esa hechicera que os ayudó, ¿porqué no viene con nosotros? sus habilidades nos vendrían muy bien / ¿por qué confiais en ella? / ¿cómo sabe todo eso?

Ese tal Ighnomer, ¿sabéis dónde está? / ¿está en el Castillo de la Daga? / ¿Puede que esté en Qark? / ¿Os reconocería a alguno si os viera?

Notas de juego

EN CONSTRUCCIÓN

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24/08/2014, 19:55

SOBRE LADFIENA Y SUS "DEMONIOS".

Lo que nadie nunca supo jamás, es que desde ese día que Ladfiena vio al pequeño demonio en aquella caverna, cuando era prisionera de Ighnomer y sus secuaces, allá en las colinas de la Daga, desde ese día nunca dejó de verlo!

Rakatar Kalintar era su nombre, y utilizaba el disfraz de demonio para protegerse cuando salía de su hogar en las montañas, era una criatura impactante para Ladfiena y desde el primer instante quedó impactada, más aún cuando lo veía convertirse en lechuza. Era un ser maravilloso y así lo dejó ver la mediana.

Ese día que partieron de la morada de Shaibar, los maravillosos seres quedarón atrás. Ladfiena inició su viaje encogida de hombros, siempre mirando atrás con la esperanza de que aquella hermosa y amable hechicera apareciera junto a su fantástico familiar, pero no fue así. Todas las noches se acostaba con la pluma que le habían regalado, imaginando ser un día como ella, como Shaibar. Ella se lo había prometido y sus pensamientos se centraban en recuperar el libro para volver con ella y aprender la magia arcana.

Pero no fueron muchas las noches que durmió con la pluma, tan solo tres lunas después de partir, Rakatar se le volvió a aparecer a ella y solo a ella, la llamó a un lado mientras todos dormían.

Le pidió la pluma y realizó un ritual intrincado que terminó en un pequeño grano parecido a un frijol. "Comete eso" le dijo la criatura en ese acento extraño y divertido, y Ladfiena obedeció más que nada guiada por su característica curiosidad. Inmediatamente sintió un calor que crecía dentro de su cuerpo, sintió algo raro, pero no supo que era.

A partir de esa noche y el resto de noches Rakatar se le aparecía y le enseñaba a canalizar un poder que solo unos pocos portaban. 

Pero ese poder no vino gratis, Ladfiena se obsesionó con eso y algo en su naturaleza jovial cambió. Su falta de sueño la volvió malhumorada y callada, ya no era la misma que una vez fue, ahora le interesaba su nuevo poder. Se había vuelto individualista y con un toque oscuro.
Solo de vez en cuando, la verdadera personalidad de Ladfiena, aquella pequeña mediana alegre y curiosa, se manifestaba, pero cada vez era menor la regularidad con lo hacía.

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29/08/2014, 17:53
Morgan, alias Shea

NUEVOS DATOS:

CÓDICE:

-La verdad... No sé mucho acerca de las cuestiones que me pregunta, Morgan, pero le diré lo que sé... Quizás alguno de nuestros compañeros sepa algo más. -Respiraba con fuerza, pero era obvio que el ejercicio le vendría bien.- Del libro, por ejemplo, sólo sabemos que es semilla de grandes poderes y que ese hombre malvado, Ighnomer, sabe hacerlos germinar. No sabemos si los Bosquelado conocen su secreto, aunque podemos deducir que, de haberlo sabido, quizás habrían tomado más precauciones... -Respecto a nuestra patrona... -La piel parduzca y velluda de su cara se puso colorada.- Es un misterio, se lo confieso: no sé cómo sabe exactamente lo que sabe, pero es obvio que su magia es fértil y frondosa. Si la hubiera visto, entendería nuestra confianza: es hermosa, ¡que la Diosa me perdone!, como un majestuoso manzano y su voz es como el rumor del viento entre la cebada. -Era evidente la devoción en las palabras del clérigo: la mujer, fuera quien fuese, le había impresionado.- Sus razones tendrá para no venir, pero sé que tiene un ojo vigilante sobre nosotros y su mano nos protege, como nos protegió en las colinas, cuando nos salvó de la muerte. -En cuanto a esa mala hierba, Ighnomer, sólo le vimos en las colinas, justo antes de escapar, pero sé que era él porque oí como el chamán orco pronunciaban su nombre. -Aquello pareció traerle de nuevo malos recuerdos. Los apartó de su mente para seguir con su explicación. Miró directamente hacia Morgan.- Una plaga en sí mismo, puede creerme: se veía a la legua. -Luego volvió a mirar hacia el camino.- No sabemos dónde está, aunque sabemos dónde estuvo: ¡él y sus secuaces fueron los jabalíes que destruyeron la viña de los Quebrantados! -La ira había aflorado, pero pudo reconducirla.- Así que, sí: quizás nos reconozca si nos ve... -Se encogió de hombros.- Sólo la Gran Madre sabe. Pero, bueno: conozco a bastante gente en los valles... ¿Usted conoce a muchos mestizos como yo... como nosotros, que sirvan a la Señora de la Cosecha? Sólo nos queda fingir, confiar y rezar.

—Enanos —aclaró. Se giró a sus compañeros—. Aquel templo pertenece a Dumathoin, su dios minero. —Compañeros, creo aún que la mejor forma de movernos por Qark sin atraer a los pajarracos a nuestro sembrado es fingir que somos aventureros interesados en la nueva mina. —Pausa para leer las caras de los demás. Al momento, prosiguió:— Al fin y al cabo, si la noticia se ha extendido ya por los valles, deben de estar llegando forasteros al pueblo con cierta frecuencia: unos pocos más no deberían llamar la atención. —Se tomó unos segundos antes de seguir.— Una vez dentro (mientras mantenemos la mascarada, claro), alguno de nosotros puede fingir, como quien no quiere la cosa, estar buscando... no sé... —Miró al suelo por un segundo.— ...libros de las ruinas enanas de Tethyamar, por ejemplo. —Se encogió de hombros, como invitando a hacer nuevas sugerencias.— De este modo, tal vez algún puma nos vea como potenciales compradores de libros y nos lleve hacia el fruto que buscamos...

 ******************************************************************************************

... Morgan esperaba que no se demorasen mucho mas, cuanto antes entrasen en Qark y averiguasen dónde estaba el libro antes podrían salir de allí.

Durante el trayecto de bajada hasta la ciudad minera de Qark, Morgan se mantuvo callada como en el resto del camino pero su mente recordaba inquieta todo lo que sabía del tráfico de esclavos, aunque su tierra natal estuviese muy lejos en distancia, suponía que los traficantes eran básicamente iguales en todos los lugares. Escupió al suelo ante sus pies para acto seguido pisar donde había caído.

- Malditos carroñeros - pensó con cara de concentración mientras intentaba asegurar cada paso que daba para no perder pie y caer colina abajo - no importa dónde vayas, siempre hay gente que se lucra con la desgracia ajena, o que directamente la provoca -. De los llamados Zhentarims, había oído hablar algo a sus compañeros de batalla allá en Cormyr; no decían cosas muy alegüeñas de ellos. - El Puma, proveniente de Amn; - recapituló para sus adentros haciendo memoria de las clases recibidas por su protegida a las que debía asistir ella también - región del suroeste del continente, sus gentes son de piel negra, su política es difusa y no gustan de los arcanistas. - El maestro había dicho mucho mas acerca de la ciudad pero la verdad es que cuando comenzaban las clases, la mestiza solo lograba prestar atención durante un corto tiempo; luego se dedicaba a dejar vagar su mirada mas allá de la ventana abierta y admirar los jardines. - Menos mal que no viene ningún mago con nosotros - ese pensamiento le devolvió a la mente a la misteriosa benefactora de sus compañeros.

No es que ella no se fiase de los magos, pero no sabía por qué se imaginaba a esa mujer envuelta en un gran manto que le ocultaba el rostro y con su bella voz encantaba a sus amigos para que hiciesen lo que ella quería. Por otro lado las agoreras palabras del paladín borracho volvieron a su mente, y su determinación en encontrar el libro y destruirlo creció en su interior hasta darle nuevas fuerzas para acabar el camino que aún le faltaba por recorrer en su misión.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro por Saber ¿Local? (en realidad da igual los tengo todos iguales) por si se me ocurre algún dato de interés sobre los traficantes.

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17/09/2014, 20:17
Fewyhn Drazth

Notas de juego

RIVOEL/SIR EDRICK:
1. RIVOEL quiere investigar sobre las telas robadas.
2. RIVOEL aceptará la oferta de Vizko para ganar tiempo y para poder hablar con el Puma y negociar por el libro.
3. RIVOEL le dirá que hemos sido contratados para recuperar lo robado y que limpiaremos la mina a cambio.
4. RIVOEL prefiere no tener que bajar a la mina, pero lo hará si hace falta.
5. RIVOEL quiere ajusticiar al Puma una vez le saquemos lo que necesitamos.

MORGAN/ANGHARA:
1. ANGHARA apoya la idea de Durgeoble de buscar a alguien con daga dorada.
2. MORGAN aceptará la oferta de Vizko para poder negociar con el Puma.
3. MORGAN le dirá que hemos sido contratados para recuperar lo robado, que alguien quiere traicionarle y que le diremos quién a cambio del libro.
4. MORGAN se opone a bajar a la mina.
5. (...)

FEWYHN/KORMACK:
1. KORMACK quiere tratar de infiltrarse entre los Pumas e investigar qué más sabe el alcalde.
2. KORMACK aceptaría la oferta de Vizko no es vinculante... así que...
3. (...)
4. KORMACK no quiere bajar a la mina sin saber bien qué hay
5. KORMAKC no le importa que maten al PUMA

LADFIENA/DURGEOBLE:
1. DURGEOBLE quiere investigar el tema de las dagas e investigar las intenciones del Puma.
2. (...)
3. (...)
4. (...)
5. (...)

CÓDICE/XERBUD:
1. CÓDICE quiere hacerse pasar por un interesado en los libros.
2. CÓDICE aceptará la oferta de Vizko para ganar tiempo.
3. CÓDICE le diría al Puma lo mismo que Rivoel.
4. CÓDICE se opone a bajar a la mina, a menos que sea necesario para conseguir el libro.
5. CÓDICE se opone a matar al Puma, al menos hasta que el libro esté en manos seguras.

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17/09/2014, 23:56
Códice [PNJ]

Notas de juego

RIVOEL/SIR EDRICK
1. RIVOEL quiere investigar sobre las telas robadas.
2. RIVOEL aceptará la oferta de Vizko para ganar tiempo y para poder hablar con el Puma y negociar por el libro, pero le pedirá un adelanto o pertrechos y se asegurará una entrevista con el Puma.
3. RIVOEL le dirá que hemos sido contratados para recuperar lo robado y que limpiaremos la mina a cambio.
4. RIVOEL prefiere no tener que bajar a la mina, pero lo hará si hace falta.
5. RIVOEL quiere ajusticiar al Puma, pero una vez le saquemos lo que sepa.

MORGAN/ANGHARA
1. ANGHARA apoya la idea de Durgeoble de buscar a alguien con daga dorada y fingir interés en meterse en la organización. MORGAN ayudará a Códice.
2. MORGAN aceptará la oferta de Vizko para poder negociar con el Puma.
3. MORGAN le dirá que hemos sido contratados para recuperar lo robado, que alguien quiere traicionarle y que le diremos quién a cambio del libro.
4. MORGAN se opone a bajar a la mina.
5. A ANGHARA le da igual lo que le pase al Puma.

FEWYHN/KORMACK
1. KORMACK quiere tratar de infiltrarse entre los Pumas e investigar qué más sabe el alcalde.
2. KORMACK aceptaría la oferta de Vizko no es vinculante... así que...
3. (...)
4. KORMACK no quiere bajar a la mina sin saber bien qué hay.
5. A KORMACK no le importa que maten al PUMA.

LADFIENA/DURGEOBLE
1. DURGEOBLE quiere investigar el tema de las dagas e investigar las intenciones del Puma, pero apoya que cada miembro del grupo haga sus pesquisas.
2. DURGEOBLE aceptará, pero haciendo ver a Vizko que no somos unos suicidas, que tenemos que explorar la zona y prepararlo todo para atacar a los orcos con éxito, que algo de ayuda no vendría mal...
3. DURGEOBLE quiere que hablen sus puños.
4. DURGEOBLE quiere marcha y la mina parece divertida.
5. DURGEOBLE quiere enfrentarse al Puma, pero mejor enjuiciarle si es posible.

CÓDICE/XERBUD
1. CÓDICE quiere hacerse pasar por un interesado en los libros.
2. CÓDICE aceptará la oferta de Vizko para ganar tiempo.
3. CÓDICE le diría al Puma lo mismo que Rivoel.
4. CÓDICE se opone a bajar a la mina, a menos que sea necesario para conseguir el libro.
5. CÓDICE se opone a matar al Puma, al menos hasta que el libro esté en manos seguras. En caso de que el combate sea inevitable, prefiere que el Puma sobreviva para ser juzgado.