Partida Rol por web

EL BLOQUE III

ALMACÉN (Planta -3)

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26/11/2013, 23:21
Anette

Seguís a Anette a dentro de aquel laberinto lleno de lotes de varillas metálicas, unas encima de otras formando lo que bien podrían ser enormes pilares metálicos con apenas pasillo entre ellos. No están ordenados unos delante de otros, así que el espacio que dejan entre ellos es desigual. Entre algunos podéis pasar caminando, entre otros de lado, como si os metieseis dentro de estrechas grietas.
Hay un momento en que miráis hacia los lados y solo veis oscuros pasillos. La luz del techo prácticamente es engullida por los montones de varillas. Os detenéis un momento y Anette se gira hacia vosotros. Juraría que me he perdido. Dice claramente violentada y algo roja de vergüenza. ¿Como ha podido pasar? La respuesta a sus pensamientos es que uno de esos enormes montones se desmorona sobre vosotros.

Notas de juego

El tiempo de reacción (o sea, de tardar a responder xD) es muy importante para salir de esta, un buen post también hará lo suyo ;)

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27/11/2013, 00:18
Alex

Así pues,Alex se internó en el almacén junto a Shan Mei, Duarte y Anette. Aquello parecía un laberinto, lleno de varas metálicas por todas partes. Alex caminaba mirando a todos lados, aunque la luz era tenue y en ocasiones se perdía en ese bosque metálico,que podía ser igual de grande que su salón o como un campo de fútbol. No había forma de saberlo.

Caminaban siguiendo a Anette, hasta que la muchacha se paró y admitió que se había perdido..."¿Perdido?¿Cómo puede haberse perdido?", fue un pensamiento fugaz porque casi no tuvo tiempo ni de abrir la boca. Uno de aquellos fajos de varas metálicas se avalanzó sobre ellos.

Alex instintivamente gritó "¡¡CUIDADO!!" y saltó hacia adelante para esquivar el fajo que se les venía encima. Pero todo pasó muy rápido y  la premura de la situación le hizo actuar sin pensar, y como resultado acabó estrellándose contra otro fajo delante de ellos. Su instinto actuó de nuevo y pudo colocar el brazo derecho para no estrellarse de cara...el golpe fue fuerte y estaría dolorida durante un tiempo...rezó porque sus compañeros estuvieran bien y que hubiera conseguido librarse de esa avalancha de hierros.

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27/11/2013, 00:52
Alex
Sólo para el director

Notas de juego

Gasto un bloque pa librarme de quedarme paralítica o algo peor O_o

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27/11/2013, 01:09
Pedro Duarte Salinas

Pedro avanzaba tras la mujer que habría de servirles de guía. Los estrechos pasillos formados por las pilas de barras que se elevaban hacia el techo, formaban un haz de luz rodeado de sombra, un pasillo blanco bordeado de negro y que era el camino sobre el que pisar. Lo angosto del lugar no le molestaba especialmente, aunque la precaria luz le ponía nervioso. Sudaba, sus axilas y el pecho manchaban de oscuro una vez más el mono de trabajo y sentía la adrenalina recorrer su cuerpo. Las suprarenales, algo que Duarte ignoraba siquiera que existieran, parecían estrujarse como dos ciruelas extrayendo hasta la última gota de hormona. Su corazón latía acelerado, sus pupilas se habían dilatado hasta volver casi negros sus oscuros ojos, su respiración era rápida y todos y cada uno de sus músculos parecían listos para entrar en acción. Sus sentidos, alertas. Era un depredador. O una presa. Un león. O una gacela. Todo dependería de aquel maldito almacén.

La mano en el bolsillo se aferraba a la sierra haciendo que los nudillos del mexicano estuvieran blancos. Algo imposible de ver. Como el camino por los pasillos adyacentes. El vello de Duarte se erizó en una reacción instintiva, puramente animal. Y ante las palabras de Anette, un escalofrío recorrió su espalda.

-Juraría que me he perdido.

Un violento taco brotó de los labios de Duarte, pero quedó ahogado por un sonido creciente. Una mirada a lo alto y el mexicano vio el alud de metal que se les avecinaba. No hubo tiempo al pensamiento, a la camaradería voluntaria, a la ayuda. Solo a la reacción básica, a la supervivencia, al instinto. El cerebro superior aún trataba de asimilar y procesar lo que los sentidos le proporcionaban. Los músculos actuaron en base al cerebro reptiliano encerrado bajo capas de evolución. Las piernas de Duarte se tensaron en una milésima de segundo, los músculos ebrios de adrenalina explotaron quemando glucosa como un borracho bebería alcohol el día del apocalipsis. Corrió, agarrando violentamente por la cintura a la mujer que le precedía, a Anette, no por ayudarla, sino por necesidad, porque entorpecía su camino en línea recta, a lo largo de aquel pasillo que conservaba la luz. La arrastró consigo, sin otro objetivo que escapar hacia adelante, como siempre lo había hecho, y para mantenerse vivo. 

 

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27/11/2013, 01:10
Pedro Duarte Salinas
Sólo para el director

Notas de juego

Gasto dos bloques en esta carrera en medio de la luz.

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27/11/2013, 01:42
Shan Mei

Shan Mei seguía a sus tres compañeros a través de aquel extraño "bosque" metálico. Cualquiera de ellos advertiría de un posible peligro que encontraran por delante, así que la chica asiática se concentraba en lo que tenía a los lados y en todo aquello que dejaban atrás. Angostos pasillos, por llamarlos de alguna manera, les rodeaban y hacían que orientarse fuera dificil, casi imposible. Pero Mei dejó de pensar en eso. Era Anette la que debía de preocuparse por no perderse en ese laberinto. 

Respiró hondo un par de veces y se tranquilizó. Utilizando una antigua técnica que su padre le enseñó, hacía años, allá en el gimnasio, en casa, Mei entrecerró los ojos lo justo para seguir viendo por donde iba y se concentró en su respiración. Al poco, notó que todos los sonidos se hacían más claros. La respiración agitada de sus compañeros y sus pasos, firmes algunos, vacilantes otros. Los latidos de su propio corazón resonaban fuertemente en su pecho. Estaba tranquila y alerta. Nada le cogería por sorpresa.

No podía estar más equivocada, ya que, tras unos pocos pasos más, Anette se paró y se giró hacia ellos, justo antes de decir:

-Juraría que me he perdido.

Si no hubiera utilizado la relajación tan solo hacía unos instantes seguramente Mei hubiera dicho algo de lo que después se arrepentiría, pero no tuvo ocasión. El vello de la nuca se le erizó y se dió cuenta de que algo pasaba segundos antes de que un estruendo por encima de sus cabezas les sorprendiera. Un montón de varillas metálicas, probablemente muy pesadas, caía hacia ellos. La chica asiática no se quedó quieta. Sus compañeros intentaron ponerse a salvo como pudieron, sobretodo saltando hacia delante, así que ella hizo todo lo contrario, esquivó saltando hacia atrás, justo por el sitio por el que habían venido. Si salía de aquella, puede que acabaran separados entre amasijos de varilla de metal, pero al menos estarían vivos.

Notas de juego

Utilizo un bloque a ver si Mei consigue tener los reflejos necesarios para salir de esta.

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27/11/2013, 23:28
Director

Caos y lluvia de metal. Gritos. Varillas cayendo como lanzas alrededor, aquel pilar lleno de metales plateados impactando sobre el de al lado y haciéndolo desmoronar a su vez sobre otros, provocando una reacción en cadena, un mortal efecto dominó que tapa las luces del techo con una ola de metal. Algunas varillas te golpean la cabeza y la espalda, como guardas macabros machacándote en una manifestación. Otras varillas te caen encima golpeándote con sus puntas. Solo la fuerte fibra del mono azul había evitado que se te ensartaran como flechas. Te quedarían moratones sí, pero en aquellas condiciones aquello ni te preocupa. Cuando todo queda en silencio estás medio sepultado en aquellas varillas.
Te quitas media docena de varillas de encima para verte rodeado de montones desiguales de varillas,de los cuales sobresalen aún pilares de varillas que amenazan con desplomarse. No hay rastro de los demás...ni de Anette, pero ella debería estar realmente cerca. Lo único bueno es que no has escuchado a nadie gritar de dolor, lo cual en principio debería ser una buena señal.

Notas de juego

Responde Solo para el director.

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27/11/2013, 23:41
Director

Caos y lluvia de metal. Gritos. Varillas cayendo como lanzas alrededor, aquel pilar lleno de metales plateados impactando sobre el de al lado y haciéndolo desmoronar a su vez sobre otros, provocando una reacción en cadena, un mortal efecto dominó que tapa las luces del techo con una ola de metal. Algunas varillas te golpean la cabeza y la espalda, como guardas macabros machacándote en una manifestación. Otras varillas te caen encima golpeándote con sus puntas. Solo la fuerte fibra del mono azul había evitado que se te ensartaran como flechas. Te quedarían moratones sí, pero en aquellas condiciones aquello ni te preocupa. Cuando todo queda en silencio estás medio sepultada en aquellas varillas.
Te quitas media docena de estas de encima para verte rodeada de montones desiguales de varillas,de los cuales sobresalen aún pilares de varillas que amenazan con desplomarse. No hay rastro de los demás... Lo único bueno es que no has escuchado a nadie gritar de dolor, lo cual en principio debería ser una buena señal.

Notas de juego

Responde Solo para el Director.

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27/11/2013, 23:43
Director

Te metes rápidamente dentro del almacén, la puerta al cerrarse con una fuerza inusitada te lanza una pequeña ola de viento sobre tu espalda. No deben estar muy lejos, así que te adentras en aquel laberinto lleno de lotes de varillas metálicas, unas encima de otras formando lo que bien podrían ser enormes pilares metálicos con apenas pasillo entre ellos. No están ordenados unos delante de otros, así que el espacio que dejan entre ellos es desigual. Entre algunos puedes pasar caminando, entre otros de lado, como si te metieseis dentro de estrechas grietas.
Hay un momento en que miráis hacia los lados y solo veis oscuros pasillos. La luz del techo prácticamente es engullida por los montones de varillas. Estas pensando hacia donde ir ahora (además de "esto parece mucho más grande de lo que debería") cuando escuchas un enorme estrépito de hierros chocando contra hierros. Desde algún lugar uno de aquellos pilares cede, cayendo sobre el que tienes delante tuyo y lanzándolo sobre ti como un mar de lanzas de hierro.

Notas de juego

Responde SOLO PARA EL DIRECTOR.
El tiempo de reacción (o sea, de tardar a responder xD) es muy importante para salir de esta, un buen post también hará lo suyo ;)

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27/11/2013, 23:46
Pedro Duarte Salinas
Sólo para el director

Corrió, saltó, rodó y finalmente se detuvo, para sentir sobre su cuerpo la violenta fuerza de aquella tempestad de varillas. Fue lluvia y fue granizo. Y entre sus brazos no había nadie. La mujer que debería haber hecho todo aquello más fácil había desaparecido, posiblemente impulsada hacia otro lado, quizá sepultada bajo las varillas a un escaso metro, pero invisible a su vista.

Jadeó, tendido en el suelo, sintiendo el peso del metal y su frío contacto pese al mono. Se fue incorporando, lentamente, dejando que las varas cayeran al suelo, sobre las otras derramadas en torno suyo, comprobando que no se hallaba herido. Se palpó, sintiendo un sordo dolor en algunos puntos, nada que no pudiera soportar, nada que no le recordara que seguía vivo. Y consciente. Se miró las manos, miró el mono. Ninguna herida abierta pues no había nada de sangre. Por el momento, Pedro Duarte seguía respirando y estaba dispuesto a seguir haciéndolo. Se pasó una mano por el rostro, secándose el sudor.

Su mirada registró los alrededores. La amenaza de nuevo derrumbe le llevó a mostrarse precavido, a no hacer ningún movimiento brusco que pudiera provocar otras caídas de aquellos pilares de metal y de las que quizá no saliera incólume. No vio a nadie. Sin embargo, ellas debían estar cerca. No había oído gritar a nadie, ni ahora escuchaba nada. Tal vez, como él hasta hacía un momento, estaban sepultadas bajo el metal plateado. Quizás inconscientes pero vivas. Quizás muertas. Tomó una de las varas en su mano derecha y empezó a tantear entre las del suelo, introduciéndola lentamente en los resquicios, hasta tocar el suelo, con la esperanza de encontrar a Anette. Si se hallaba bajo ellas, la vara le indicaría dónde pues la dureza de un cuerpo nunca sería la del piso. En su mano izquierda aferraba la sierra médica. No deseaba sorpresas.

-Señorita Anette -dijo en voz no demasiado alta pero firme-. Señorita Anette -repitió una y otra vez mientras hurgaba en las varillas del suelo, constante y metódico, atento siempre a las infames e inestables pilas que se erguían alrededor. La adrenalina seguía circulando por su riego. El almacén lo había convertido en presa y había reaccionado a tiempo. Ahora, era un depredador buscando su pieza, a Anette. Si la hallaba pronto y entera, serían dos y las posibilidades de dar con las otras mujeres aumentarían. O de salir de allí con vida.

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28/11/2013, 00:40
Alex
Sólo para el director

-¡¡GYYYYAAAAAHHHH!! - solo un grito salió de su boca. Durante unos minutos que a Alex le parecen interminables todo es caos. El bosque de varillas se derrumbó sobre ella golpeándola por todos lados. Todo cayó como unas fichas de dominó dispuestas para ello, unas varillas golpean a otras y estas a otras...y todo cae sobre ella. Se protegió como pudo la cabeza con los brazos y pudo sentir los duros golpes que le propinaban y por unos instantes le pareció estar siendo torturada en la Edad Media.

Finalmente todo acaba. Cuando dejó de sentir los golpes sobre su cuerpo aún tardó unos segundos en reaccionar, y poco a poco fue abriendo los ojos, lentamente...si, parece que todo había cesado, pero se encontraba enterrada bajo una pila de esas varillas. Empujó sus brazos hacia arriba y se libró de algunas y poco a poco consiguió ir apartándolas hasta que consiguió salir de ese revoltijo metálico. Le dolía cada milímetro de su cuerpo, se miró y vio que milagrosamente no se había clavado ninguna (cosa extraña) ni se había roto nada...tan solo le saldrían unos cuantos de cientos de moratones mañana y le dolería todo el cuerpo dos semanas enteras, pero eso no le importaba...y el mono..ni siquiera se había hecho un rasguño...¿podría el mono haberla protegido? era la única explicación...Y entonces cae en la cuenta...

Miró alrededor, y solo vio hierros por todos lados, ni rastro de Shan Mei, Duarte o Anette...ni los veií ni los oía...y no sabía discernir si eso era buena señal o no. De repente el corazón se le aceleró, una sensación de impotencia y miedo la invadió por completo..."Qué hago...qué hago...qué hago...tranquila Alex, cálmate, te has decidido a no dejarte llevar por estas emociones tan espontáneas, no seas tan emocional y piensa, piensa..."

- Joder...¡¡HEYYY,ALGUIEN, ¿ESTÁIS BIEN? - comienza a gritar a voz en vivo, aunque el único sonido que recibe es su propio eco - ¿HAY ALGUIEN POR AHI?..- y su voz se convierte en un susurro casi inaudible -...por favor..constestad...- y se puso a apartar las varillas que tenía debajo con la esperanza de encontrar a alguno de sus compañeros...

Notas de juego

gasto un bloque más para encontrar a alguien

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28/11/2013, 01:53
Mich
Sólo para el director

Miro durante unos instantes con un pensamiento de "nonononono" esperando que se desvíe hacia otro lado y empujando el aire con las manos como si pudieras desviarlo con solo tu fuerza de voluntad. Nada de eso sirve evidentemente y tengo sólo un momento para decidir hacia donde escapar, esto puede ser una enorme caída de fichas de dominó.

El pilar va perdiendo su estructura y las varillas empiezan a caer de punta. por un segundo abro los ojos y me lanzo de cabeza hacia la derecha, intentando un ángulo lo más cerrado posible a la base de la columna y salir del amplio abanico mortal.

- ¡¡¿¿ESTAS DE COÑAAA??!!- le pregunto a esa deidad endemoniada, que parece dispuesta a putearme hasta mi último suspiro.

Ruedo fuera de las afiladas varillas.

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28/11/2013, 17:47
Shan Mei
Sólo para el director

Mei se quedó unos segundos parada. Su respiración estaba agitada, y su corazón iba a mil, disparado seguramente por la adrenalina que debía circular a la velocidad del rayo por todo su cuerpo. Tras el estruendo del derrumbamiento, el silencio era aún más aterrador. Sin perder más tiempo, se quitó de encima las varillas que la aplastaban y se quedó mirando el espectáculo que la rodeaba. Un amasijo de hierro era todo cuanto podía ver, ya que el suelo estaba cubierto por toneladas de metal, y cientos de esas varas seguían en sus precarias posiciones, como árboles en un extraño bosque artificial.

La chica oriental decidió moverse con cautela, para evitar que otra situación como la que acababan de vivir segundos antes volviera a repetirse. Pensó entonces en sus compañeros. No había oido nada hasta ahora, pero eso podía significar cualquier cosa, así que, se puso como pudo de pié, intentando no hacer movimientos bruscos. Cada parte de su cuerpo se quejaba de dolor, como agujas que tuviera bajo la piel. Cuando consiguió ponerse en pié, miró a su alrededor y dijo:

- Alex, Pedro, Anette. ¿Alguien puede escucharme?

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28/11/2013, 21:14
Director

Ves aparecer una mano entre uno de los montones de varillas y caminas hundiéndote hasta las rodillas entre aquel mar de plata. Rápidamente apartas las varillas para descubrir bajo de ella a tu madre, tiene una barra clavada justo en el lugar que recibió la bala perdida que acabó con su vida. Apenas respira, sus ojos lloran por el dolor y su pronta pérdida pero...cuando te ve una brizna de esperanza empapa sus ojos. ¿Hi...jo?

Notas de juego

Responde SOLO PARA EL DIRECTOR

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28/11/2013, 21:18
Director

Ves aparecer una mano entre uno de los montones de varillas y caminas hundiéndote hasta las rodillas entre aquel mar de plata. Rápidamente apartas las varillas para descubrir bajo de ellas a tu hija Emily. Tiene el cuerpo lleno de heridas, y corte, que bien podrían haber sido causados por cristales o por aquellas varillas. Está muy débil, en las puertas de la muerte...pero el verte...es como un deseo hecho realidad para ella en aquel momento de dolor y oscuridad. Mama... dice medio llorando por el dolor, con ojos desorbitados llenos de lágrimas y miedo pero con el reflejo de su madre dibujado en su iris.

Notas de juego

Responde SOLO PARA EL DIRECTOR

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28/11/2013, 21:29
Director

Camináis metidos hasta las rodillas en aquel mar de varillas metálicas. Enormes pilares plateados que amenazan con desmoronarse os rodean, buscáis a los demás -no pueden estar tan lejos- hasta que topáis uno con el otro.
Alex y Mich se encuentran y se iluminan con las linternas. No es que no haya luz, el problemas es que hay demasiadas sombras.

Notas de juego

Mich sigue con la parte de arriba del mono azul quitada, le debe haber pillado lejos el desmorones -al menos el importante- porque apenas tiene alguna herida.
Poc contra Alex parece salida de una pelea de gatos...con muchos gatos.

Postead normal, SIN el solo para el director ni na....

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28/11/2013, 21:25
Pedro Duarte Salinas
Sólo para el director

Al ver la mano, avanzó hacia ella, surcando el mar de varas como un rompehielos. Esperaba ver a Anette o en su defecto a cualquiera de las otras mujeres que lo acompañaban. A cambio, lo que vio fue el rostro de su madre. Lo que escuchó fue su voz llamándolo. Duarte permaneció inmóvil, sin hacer ni decir nada. Su rostro era una máscara inexpresiva.

Duarte era un hombre básico. La vida no lo había convertido en una persona de éxito y sofisticada. Al contrario. Su experiencia, su día a día había sido la propia de quien no tiene un mañana. Muchos habían pasado por su lado. Algunos habían muerto. Ninguno regresaba. Y Duarte sabía que su madre estaba muerta y bien muerta. Si ahora la veía era por el almacén, por aquella extraña magia que ejercía, metiéndose en la cabeza, extrayendo los peores recuerdos.

Y ahora miraba a su madre, con aquella vara atravesando su herida de bala, como el ateo que ve una virgen en la iglesia con su corazón atravesado por siete cuchillos. Con una impresionante frialdad. Escupió a un lado un grueso gargajo que resbaló pegajoso entre las varillas y se dio media vuelta. Su dedo corazón, con el puño cerrado, se elevó hacia el techo en un inconfundible gesto y siguió buscando. No era una madre muerta lo que necesitaba, sino a Anette o en su defecto a cualquiera de las otras dos mujeres. De modo que siguió tanteando el suelo, con cuidado, repitiendo la cantinela de un nombre.

-Señorita Anette, señorita Anette.

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29/11/2013, 12:05
Alex

Alex apartaba varas y más varas...pero no encontraba a nadie. En su interior rezaba para encontrar a alguno de sus compañeros...a ser posible vivo.

Y fue entonces cuando una luz la cegó. Levantó la mirada y ahí estaba Mich, linterna en mano y apuntándola a la cara.

- ¡¡MICH!! DIOS MIO!!Cuanto me alegro de ver a alguien por fin...empezaba a pensar que me había quedado aquí sola.- lo miró y vió que no tenia ningún rasguño, nada de nada, mientras Alex parecía que había sido atropellada varias veces por un tren de mercancías. Y se extrañó...pero fue algo rápido,que pasó en un segundo. - Ven, échame una mano a buscar a los demás, tienen que estar en alguna parte.-

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29/11/2013, 14:21
Shan Mei
Sólo para el director

Shan Mei se quedó bloqueada unos instantes. Emily... Era ella, pensaba la chica oriental. Sus ojos, su preciosa carita... No sabía como podía ser, pero era ella sin duda. Notaba como las lágrimas acudían sin tardanza a sus ojos y se dispuso a cogerla y a consolarla, acunarla en su pecho y decirle al oido que todo iba a ir bien... Aunque lo más probable es que no fuera verdad. Justo cuando iba a mover sus manos hacia ella se quedó pensando en el lugar en el que estaba y en que puede que la estuvieran engañando. Que algo estuviera utilizando la forma de su querida niña para torturarla de alguna manera... Pero no le importaba. Si había una mínima posibilidad de que aquella fuera su hija, no iba a jugársela haciéndo algo malo contra ella. Notaba un nudo terrible en el estómago, y las lágrimas surcaban ya su rostro, pues había sido incapaz de contenerlas.

Mei coge con toda la delicadeza del mundo a su pequeña, coge su cabecita y se mueve, arrodillada como está, para que la apoye en sus piernas. Le susurra palábras dulces, las cosas más bonitas que puede recordar y que sabe que le encantaban a su hija. Ninguna de las dos puede contener las lágrimas, aunque Mei sigue calmando a la pequeña, intentando que se relaje y que, al menos, deje este mundo en paz.

La chica oriental recordó entonces una de sus poesías que nunca había podido utilizar sin romper a llorar. Se la sabía de memoria, pero el tema, el recuerdo de un ser querido ya fallecido, siempre le había resultado doloroso, muy doloroso. Con la voz quebrada, pero intentando sonreir por su niña, dijo en tono de arrullo:

Anoche soñé que regresaba a casa.

Te veía a través de la ventana de tu cuarto.

Te peinabas y me veías pero no hablabas.

Nos mirábamos, llorando.

Yo sé el lugar donde se rompe mi corazón:

La cima de cipreses bajo la luna.

Shan Mei cerró los ojos, y abrazó como pudo a su pequeña, a la espera de que reaccionara... O de que dejara de moverse para siempre...

Notas de juego

Utilizo un bloque para que nada estropee el momento madre hija. Más que un uso para algo en concreto pido una especie de deseo, como Emily: Que esa sea Emily de verdad despidiéndose de su madre justo antes de morir en el "accidente de autobús" o de "pasar al otro lado" o lo que sea que le este pasando.

Por supuesto, la decisión final la tienes tu master ;)

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01/12/2013, 22:03
Director

La vida va abandonando el cuerpo de tu hija, a medida que va siendo sustituído por la paz.
No hay horrorosos cambios de voz o aspecto entre medias, ni presencia de maldad alguna. Su cuerpo, y solo una vez lo dejas en el suelo, se va hundiendo entre las varillas, como si estas fuesen ingrávidas ojas flotando sobre un lago que lentamente enguyese a tu hija. Llevándosela a un lugar mucho mejor que el que tu te encuentras, de eso no te cabe ninguna duda.

Notas de juego

Apúntate un bloque por utilización original, y muy coherente, de un bloque.
Responde Solo para el Director.