Partida Rol por web

El Camino del Héroe

11. Unas Botas Poco Comunes.

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11/01/2012, 12:41
Galatea

Galatea se quedó mirando un momento a Khaila, luego siguió su trayectoria de la vista como si esperara algo, algo que no llegó porque en cuanto se largó a fuera y se desentendió de las botas, la elfa suspiró y hundió los hombros.

Me alegra tanto contar con tu aprobación...

Por el tono desapasionado estaba claro que la alegría precisamente no es que la estuviese desbordando. Se quedó un rato en silencio mirando al suelo y finalmente volvió a coger aire. Con una paciencia similar a la de las piedras, se dio la vuelta, caminó detrás de Khaila y salió fuera.

Ella no se metió debajo del saliente, sino debajo de la lluvia. Más que nada porque se había parado delante de la guerrera limitándose a mirarla como quien mira un cuadro. Puso los brazos en jarras y ladeó la cabeza, aunque sin fruncir el ceño.

¿Voy a ir yo sola al pueblo para encargarme de él ?

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11/01/2012, 14:33
Rengar

Rengar la siguió fuera.

-Está bien, Galatea, puedo ir contigo.

Quería evitar un enfrentamiento en lo posible y hablar en privado con la elfa. Y quizá tomar un baño, también.

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11/01/2012, 15:12
Galatea

Galatea dejó caer los brazos abandonando la postura en jarras, giró la cabeza para mirar a Rengar durante unos instantes y luego volvió a girarla para mirar a Khaila con expresión ligeramente interrogante. Como quien está conforme pero aún quiere oír una respuesta.

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12/01/2012, 10:47
Khaila

Khaila miró a Galatea con el ceño fruncido. No entendía aquella pregunta, si... Sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de Rengar. No había dado tiempo a que la guerrera respondiera cuando el paladín le dijo lo que ella ya sabía, que sería él quien fuera con la elfa. 

El semiorco parecía el perrito faldero de la druida. Siempre estaba mirándola con ojos de corderito. La guerrera nunca había sido muy lista para esas cosas, pero era tan evidente, que por poco que ella entendiera se daba cuenta de la situación. 

- ¿Sola? Ya tienes a tu apuesto caballero... - Empezó a decir clavando su mirada irónica en el paladín. Tan sólo fue un gesto sutil, al momento volvió a mirar a Galatea. - Alguien tendrá que quedarse con Aidé. Si va él me tendré que quedar... Anda id, y vosotros que podéis, disfrutad de un plato caliente - . Les dijo apartando la mirada y observando el cielo oscuro.

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12/01/2012, 13:06
Aidé

Aidé no necesita una niñera —silabeó la hechicera, destilando veneno, mientras brotaba del interior de la caverna—. Khaila, querida, la próxima vez que vayas a hablar de mi a mis espaldas no lo hagas junto a una cueva. El sonido rebota en las paredes en una cosa llamada "eco". Incluso tú sabrás lo que es el eco, ¿no?

Los ojos de la genasí relampagueaban brillantes como las lenguas de fuego de una pira, contrastando fuertemente con los ojos oscuros de Khaila. Giró sobre sus talones.

Si me lo permitís iré con vosotros. Podríais necesitar mis conocimientos.

 Aidé: rivalidad +2 (Khaila)

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12/01/2012, 13:13
Ossian

¡Yo también voy! No me gustaría perderme el final de esto. Ven, Drizzt, prepara las cosas.

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12/01/2012, 13:15
Khaila

Al escuchar la voz de Aidé, la guerrera se volvió para mirar el interior.

- Sé lo que es el eco. Pero creo recordar que TÚ no eres bienvenida en el pueblo. Mataste a un guardia y ellos se hicieron responsables de ti -. Dijo señalando a Galatea y Rengar. - No, no creo que sea buena idea que te vean por la zona. Y por cierto, no soy tu niñera, y si hablo claramente no tengo por qué esconderme - .

Khaila se volvió a mirar nuevamente a sus dos compañeros. - Si queréis tener buenas relaciones con Velaburgo mejor que no vaya Aidé. Y sería buen momento para buscarle un lugar al enano... - Les dijo refiriéndose al niño, sin ocultarse ni mostrar ninguna inflexión en su voz.

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12/01/2012, 13:37
Galatea

Galatea abrió tanto los ojos que casi se le volvieron totalmente redondos, es más, se quedó boquiabierta (literalmente) Lo siguiente ocurrió sin obtener reacción alguna; la protesta de Aidé, la adhesión de Ossian, la réplica de Khaila a la genasí, y entonces...

¡¿Mi qué?!—en el tono de la pregunta había cierto timbre entre tirante y ofendido, el de alguien que no tiene muy claro lo que acaban de "llamarle", y aquello no podía presagiar nada bueno—. ¡Con qué derecho me hablas así, humana!

Tan rápido y tan repentino había sido que ni ella sabía de dónde había salido aquél arranque de mal genio, más que nada porque en más de cien años no le había pasado tal cosa nunca. Ni había usado aquél término.

Puestas a dar moralinas, Aidé está con nosotros y tiene el mismo derecho que nosotros a pasear por el pueblo desde que juró que nos ayudaría a matar al dragón. Juramento que, por cierto, TÚ no has hecho—le dio un par de golpecitos en el esternón con el índice—. ¿En aquél momento no se te ocurrió pensar en cómo afectaría eso a nuestra relación con Velarburgo?

La elfa había procurado no tenerle el en cuenta el asunto del juramento a Khaila, prefiriendo achacarlo a que simplemente era que la guerrera tenía un mal día y ya está. Sin embargo aquella actitud había terminado por romper definitivamente la ya ceñida cincha de paciencia con la que había estado sujetando cada uno de los contratiempos el día. No sabía a qué demonios venía tanto resentimiento, ni sabía qué se suponía que había hecho para tener que tragárselo.

Disculpa si tuve la estúpida idea de que tal vez mi "amiga" quisiera dignarse a acompañarme para que pudiera ayudarla a resolver SU problema en lugar de desentenderse de él—se apartó como si ya no quisiera saber absolutamente nada más del tema—. No sé qué demonios pasa, Khaila, ¡pero no soy adivina, maldita sea!

Galatea respiró hondo con auténtica frustración, como si tras aquello hubiera recuperado las riendas de su indignación y estuviera otra vez esforzándose por mantenerla controlada. Entonces gruñó y encogió la cabeza frotándose un hombro, como a quien le ha dado un tirón en el cuello o algo así.

.......

Se dio la vuelta y entró en la cueva a paso tan rápido que parecía imposible que estuviera caminando en vez de corriendo.

Vuelve a cambiar de forma, Chiban. Nos vamos a hablar con alguien que te quite esa maldición.

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12/01/2012, 15:51
Rengar

Rengar se quedó helado ante la salida de tono de Khaila. Todavía no se había hecho a la idea de todo lo que suponían sus palabras y las que no decía, pero algo en todo aquello le hacía sentirse bastante ofendido. Más que con Aidé: la genasí era una extraña y había entrado en el grupo de un modo bastante atropellado. La disculpaba. Pero... ¿Khaila? ¿Su amiga?

Pese a todo, no se dejó llevar por la rabia, como Galatea. Alguien debía mediar entre las dos y ese iba a ser él. El paladín se interpuso entre la elfa y la humana para evitar que hubiese más gestos hostiles.

-No discutáis. Se puede arreglar hablando, ¿vale? -Miró a Galatea apenado. Nunca había visto a la elfa así de enfadada, pero lo comprendía. Él también se estaba enfadando (para empezar, todavía no había podido hablar con ella a solas), pero sabía que en esas situaciones era mejor respirar hondo y contar hasta diez-. Galatea, id vosotros al pueblo. Me quedo con Khaila. Deberíamos hablar de algunas cosas -dijo a la guerrera.

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12/01/2012, 16:09
Chiban "Las Botas de Khaila"

Tras pensarlo unos momentos, Chiban se transformó en sortija y esperó a que Galatea se lo llevara de allí.

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13/01/2012, 10:56
Khaila

Khaila apretó con fuerza la mandíbula ante la reacción de Galatea. Había querido hacer una broma, quizás un tanto ácida, pero sólo había sido eso. Además, había sido dirigida hacia Rengar y la elfa se lo había tomado como si hubiera sido con ella. Pero lo que más le molestó a la guerrera fue su tono de voz y el desprecio con que le habló. 

También le echó en cara lo de aquel absurdo juramento. Ya lo había explicado en el pueblo y parecía que no la habían entendido. Ella cuando hacía un juramento tenía que salir de lo más profundo de su corazón. No soportaba que se lo impusieran, y más cuando ellos no habían hecho nada contra Velaburgo. Allí no les habían tratado bien. Pero eso, y ya se lo había dicho a ellos, no significaba que no les acompañara. Iba a estar a su lado, pero parecía que eso no les importara, lo único que valoraban eran las apariencias, y las relaciones con el pueblo. Desde entonces se había roto la relación entre ellos tres, aunque habían estado poniéndole parches para intentar mantenerla... 

La guerrera no miró hacia la elfa, tan sólo asintió con un brusco movimiento de cabeza a la petición de Rengar y se quedó fuera, esperando a que el resto saliera. 

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13/01/2012, 12:02
Galatea

Galatea se quedó un momento mirando la sortija, luego se agachó para recogerla. Lo hizo sin brusquedad, aunque tampoco se la puso ni nada por el estilo, simplemente la cogió en la mano. Se frotó de nuevo el hombro como si quisiera estirar el cuello y echó a andar bajo la lluvia, en dirección a Velarburgo.

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13/01/2012, 12:07
Áscalon

Áscalon no hizo ademán de seguir a Galatea esta vez, ni de hacerse de rogar para conseguir que esta le dedicase algunas caricias antes de irse. Su compañera había levantado la voz, Galatea nunca levantaba la voz, así que algo malo debía haber pasado. Aunque, como animal que era, él no supiera el qué.

Emitió un gañido triste y se acercó con la cabeza gacha y las orejas planas a donde Rengar y Khaila se había quedado. Hociqueó la mano del semiorco y le dio un solo lametón, luego miró hacia arriba para observarlo con ojos suplicantes, moviendo la cola tenuemente con las orejas aún planas. Casi parecía estar diciendo: "No sé lo que pasa, pero esto lo arreglas tú, ¿verdad?".

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13/01/2012, 16:28
Rengar

Rengar le acarició la parte plana del morro y luego le rascó detrás de las orejas. Siempre le hacía gracia la cara que ponía Áscalon cuando le rascaba. Se notaba que en algunos sitios no llegaba bien y que una ayuda le sabía a gloria. Pero no perdió mucho tiempo con el lobo. Tenía cosas más importantes que hacer y estaba poniéndose nervioso.

-Vamos a sentarnos dentro -dijo el semiorco, y esperó a que Khaila le siguiera para tomar asiento junto al fuego. Su relación con la guerrera no era tan estrecha como con Galatea, y tampoco despertaba su admiración. Pero eso no significaba que le importase menos. Estaba disgustado-. ¿Qué pasa? No hablas con nadie. Yo lo entiendo. Tampoco me gusta hablar de mis problemas. Pero somos amigos, los tres. Sé que estás triste. No es cosa mía sacártelo, pero si quieres puedes contármelo. Lo que no puede ser es que pagues lo que tienes aquí -se señaló la cabeza-, con esto -se llevó el dedo al lado derecho del pecho, pero rectificó rápidamente.

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13/01/2012, 16:47
Áscalon

Áscalon levantó las orejas y movió la cola con más animo cuando Rengar lo acarició. También abrió la boca y comenzó a respirar así, con la lengua colgando de lado.

Cuando el paladín y Khaila se dirigieron al interior de la cueva, los siguió hasta que se sentaron. El lobo dio varias vueltas sobre si mismo, olfateando el suelo, y finalmente se tumbó a los pies de Rengar con la cabeza entre las patas, al calorcito.

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14/01/2012, 14:14
Khaila

Khaila siguió a Rengar al interior de la cueva. Se sentó junto al fuego y estiró las manos para sentir el calor de las llamas mágicas. Era una sensación agradable y más tras el frío que había sentido en el exterior. 

Estaba preparada para el sermón del paladín, levantó la mirada y la clavó en los profundos ojos del semiorco. Pero para lo que no se sentía para nada preparada fue para las palabras que salieron de sus labios. Abrió la boca para protestar, pero aquella protesta murió en su garganta y bajó la mirada. 

Suspiró. Sus duras facciones se suavizaron un momento, dejando entrever la chiquilla asustada que una vez fue. No podía explicarle por qué tenía aquella coraza a su alrededor. No podía abrir su corazón, era la única armadura que tenía. Era algo con lo que moriría. No soportaría ver el horror teñir los ojos del paladín si algún día se enteraba de los secretos que guardaba la guerrera. Pero a su vez era consciente de que no podía seguir así... Todo le molestaba, a la mínima se sentía ofendida y saltaba para defenderse, para que nada llegara a tocarla. 

- Tienes razón... Hay algo de lo que no puedo hablar y sin darme cuenta os causo problemas - . Levantó la oscura mirada, en lo más profundo de sus ojos se podía ver las llagas que dañaban su alma. - No te preocupes... Cuando... - Tragó saliva. Las palabras le salían como susurros entrecortados. Le costaba tomar aquella decisión, pero era la única posible... - Si salimos con vida después de acabar con el dragón, me iré... Sois los únicos amigos que he tenido en muchos años. Pero soy incapaz de manteneros. Tengo algo que hacer y hasta que no lo haga no conseguiré estar en paz conmigo misma... - Por un momento pareció que la hosca guerrera iba a ponerse a llorar. Pero contuvo aquellas lágrimas que amenazaban con salir y clavó la mirada en las cálidas llamas de la pequeña hoguera, apretándose las manos con fuerza.

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14/01/2012, 17:13
Rengar

-Podemos ayudarte -ofreció el paladín con tono compasivo-. Entre los tres podremos hacer las cosas mucho mejor.

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15/01/2012, 12:58
Khaila

Khaila abrió los ojos por la sorpresa ante el ofrecimiento de Rengar. Pero no quería su compasión, y más sabiendo que lo que ella quería no estaría bien visto por él. 

- No puedo pediros eso... Es... complicado. Rengar, te lo agradezco, te lo agradezco mucho. Sé que estaríais a mi lado - Igual que sé que intentaríais detenerme llegado el momento... - Pero créeme si te digo que no es buena idea. Podré cuidar de mi misma, ja... Así lo he hecho durante muchos años - . Por un momento dejó de hablar, sus ojos seguían prendidos de las llamas rojizas de aquel cálido fuego. Esos últimos días en su compañía habían servido para darse cuenta de que tenía que alejarse de ellos. Sentía como últimamente, desde que había descubierto que su hermano pertenecía a la iglesia de Shar, el odio había vuelto a prender dentro de su pecho. - Pero no os voy a dejar ahora. Tranquilo que os ayudaré con ese dragón... - Apartó la mirada de las llamas y la clavó en los ojos del paladín. - Siento que las cosas terminen así. Por un tiempo creí que podía olvidarme del pasado, y mirar hacia delante. Pero me doy cuenta de que no es así, y lo único que consigo es crear mal rollo en el grupo. Todo me molesta y no puedo evitarlo. Así que porfavor, te pido que cuando llegue el momento no intentes retenerme. Será lo mejor para todos - .

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15/01/2012, 13:45
Rengar

-Me da pena -dijo Rengar con tristeza-, pero te prometo que no intentaré que no te vayas. Cuando quieras volver, búscanos, ¿vale? Aunque ya hablaremos de eso cuando toque.

Hay otra cosa que me gustaría pedirte. Entiendo que estés mal, pero no puedes ir ofendiendo a todo el mundo. Galatea y Aidé se merecen una disculpa. Pero una disculpa de verdad.

Rengar sabía que Galatea aceptaría las disculpas de Khaila sin dudar, pero Aidé era harina de otro costal. La genasí podía negarse a que le pidiese perdón y eso desembocar en otra trifulca.

-No es necesario que les cuentes nada, sólo explica cómo te sientes y que no quieres pelearte con tus compañeros. Ya verás cómo te vas a sentir mejor después.

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16/01/2012, 18:14
Director

Galatea ha completado la búsqueda: un mago en mi bota

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