Partida Rol por web

El Camino del Héroe

1. Tenemos Compañía.

Cargando editor
12/06/2011, 16:59
Galatea

Oh, pues tendría que vernos cuando nos da por ser atacados por un enjmabre de cuervos No-Muertos. O mejor aún, arañas gigantes—dijo la voz de Galatea a espaldas de Rengar, mientras se acercaba a Khaila la elfa miró al bardo y sonrió de forma tan encantadora que era evidente que lo que estaba queriendo decir en realidad era que no protestaría si por una vez dejasen de aparecer bichos raros a la vuelta de la esquina—los encuentros con alimañas sobrenaturales últimamente se nos están convirtiendo en algo a la orden del día.

"Y eso sin contar cuando huyes en el último momento de unas ruinas embrujadas mientras éstas se derrumban épicamente a tus espaldas... si es que somos el sueño de todo bardo".

Pensó aquello sintiendo una punzada agridulce en su interior que no dejó que se le reflejara en el rostro. Pese a todo, por una vez no había timbre sarcástico en el tono de la druida, más bien parecía algo a medio camino entre un comentario para quitarle hierro al asunto y uno para quitarle pomposidad. Ella desde luego no se sentía como una heroína de leyenda de esas que vagan por el mundo haciendo poco más que milagros.

Galatea de los Lobos, encantada de conocerle, Ossian—añadió con una expresión ya más neutray más serena, habitual en ella—¿qué le ha ocurrido para terminar perseguido por un nirbolg?

Puso las dos manos sobre el brazo herido de Khaila pero sin llegar a tocarlo.

No te muevas.

Las palmas de la elfa se iluminaron con un tenue fulgor verdoso y saludable. La guerrera pudo sentir alivio acompañado de una sensación revigorizante y las tres heridas que había recibido por parte del nirbolg comenzaron a cerrarse hasta desaparecer, dejándola únicamente con la sensación magullada de alguien que ha recibido un golpe fuerte.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Curar Heridas Leves x2 a Khaila: 16

Cargando editor
12/06/2011, 17:38
Áscalon

 

Al cerciorarse de que ya no existía peligro, Áscalon había perdido la tensión y ahora olfateaba el cadáver del nirbolg con curiosidad. Cuando Rengar le acarició la cabeza, el lobo movió la cola y siguió al semiorco trotando alegremente, al parecer a la espera de que recayera sobre él alguna atención más.

No obstante, al ver que el paladín interactuaba con el humano desconocido de una forma que no parecía agresiva, ladeó la cabeza. Debió de asociarlo a "amigo" puesto que se acercó dócilmente con el hocico al ras del suelo para olfatearlo a él también.

Cargando editor
12/06/2011, 23:31
Khaila

 

Al ver como la criatura aguantaba su mandoblazo, Khaila renegó entre dientes. Consiguió esquivar el primero de los golpes, pero el segundo no lo vio venir y casi se mordió la lengua al sentir un nuevo garrazo en su costado. Esta vez si que evitó el coletazo. En el momento que se volvía con la intención de descargar un nuevo golpe, vio brotar nuevas llamas de las manos de Galatea, impactando sobre la criatura y haciendo que cayera destrozada. 

La guerrera bajó el espadón y apoyándolo en el suelo se secó con el dorso de la mano que no lo sujetaba, el sudor de la frente. Se volvió mirando a la elfa cuando ésta le preguntó por su estado... - Estoy bi... - Antes de terminar de responderle, ya se había acercado y colocando las manos sobre sus heridas, sin llegar a tocarlas, éstas empezaron a sanar. Haciendo que la guerrera sintiera un gran alivio.

El rostro de Khaila empezó a recuperar un poco su color normal, miró a Galatea a los ojos y sonrió levemente. - Gracias... - Le dijo sintiéndose ya más recuperada. Recogió el espadón y se volvió hacia el hombre que acababan de salvar. - Mi nombre es Khaila... - Se presentó desde donde se encontraba, levantando la mano a modo de saludo. 

Cargando editor
12/06/2011, 23:48
Rengar

-Gracias -dijo Rengar a las palabras del bardo, sonriendo algo sonrojado, pero henchido de orgullo por sus palabras-. Creo que nadie ha cantado sobre mí nunca. Me gusta.

¿Llegarían a casa las canciones sobre su gesta? A su familia le gustaría saberlo, sobre todo a su madre. Y Medina, quizá. Después de la pérdida de tantas vidas y bienes, quizá sus habitantes se sintieran algo reconfortados al saber que alguien de allí, que los había defendido, seguía su carrera de aventurero.

-Khaila, tienes algún rasguño. ¿Quieres ayuda?

Cargando editor
12/06/2011, 23:55
Ossian

Es un placer conoceros a ambas —respondió Ossian con una sonrisa. Hizo una reverencia a las dos mujeres antes de hacer una pausa y continuar:—. En mi tierra tu segundo nombre suscitaría equívocos, Galatea. Y quizá algún que otro mamporroPero no estamos en Rashemen, claro. Parece un apelativo muy adecuado en ti.

Ossian ensanchó la sonrisa e hizo una elocuente caricia a Áscalon.

Y respecto al nirbolg... lo cierto es que él me encontró a mi. Me adentré en el bosque buscando un sitio seguro en el que acampar. Dicen que son tiempos oscuros, que los Jinetes Grises no dan a basto a echar de los caminos a los bandidos que asaltan a los viajeros solitarios como yo. Y supuse que el bosque sería más seguro. Esperaba un par de estirges, como mucho, no un nirbolg —el bardo suspiró—. Como veis mi historia no es tan interesante ni tan heroica como lo que se intuye en la vuestra, con todas esas arañas gigantes y enjambres de pájaros no muertos. Si me lo permitís, podría viajar con vosotros y componer alguna canción sobre vuestras hazañas.

Cargando editor
13/06/2011, 00:33
Galatea

 

Galatea ladeó la cabeza con una ceja  levemente enarcada, cosa que hizo que la melena le cayera toda por el mismo lado del cuello dejando asomar ligeramente una oreja puntiaguda en el lado contrario.

¿Equívocos?

No parecía abismalmente sorprendida pero sí algo extrañada, de hecho, los ojos azules de la elfa estaban abiertos con toda inocencia. Suponía que cada región tenía sus costumbres y sus lacras pero precisamente aquello sonaba tremendamente irónico teniendo en cuenta el orígen de aquel "apodo". Origen que el bardo no tenía por qué saber, claro está, pero aún así sonaba tremendamente irónico.

"Si yo le contara... ".

Cuando Ossian propuso acompañarles para escribir "sobre sus hazañas" empezó a pensar si realmente aquél nirbolg no le había golpeado demasiado fuerte... ¡si tenía que haber cientos de aventureros por el valle que hiciesen cosas de esas o peores a diario! aun así no la molestaba. 

Claro, si quiere... supongo que no hay problema.

Miró a los demás encogiéndose de hombros en un genuino gesto de "¿no?". En ese momento el lobo emitió un aullido bajo y la miró anhelante, cosa que la hizo primero observarlo y luego sonreir tenuemente, como si supiera con exactitud qué era lo que echaba en falta.

Ah, y él es Áscalon.

Cargando editor
13/06/2011, 10:23
Khaila

 

Khaila se giró al escuchar a Rengar y negó con la cabeza. 

- No te preocupes, son tan solo unos rasguños. Mejor ahorra la curación por si la necesitamos más adelante - . La verdad es que se sentía mucho mejor, le escocían un poco los rasguños que le habían quedado, pero eso no le iba a retrasar en el camino. 

Las palabras de Ossian llamaron la atención de la guerrera. ¿Un bardo que cantara sus gestas? Ella disfrutaba con el fragor de la batalla. ¿Qué había de heroico en ello? Por un momento se quedó turbada, sin saber qué decir. Era un intruso y si ya le había costado llegar a congeniar con Rengar y Galatea, no era propicia a tener más compañía. Aunque, por otra parte, en el fondo sentía que les podía ayudar. No sabía qué clase de magia había hecho con aquel instrumento, pero, la verdad, le había hecho sentir más corage a la hora de batallar.

- Haz lo que quieras... - Dijo finalmente encogiéndose de hombros. No iba a saltar de alegría, y menos decirle que se pudriese. Había observado la ilusión ejercida en el paladin, así que no iba a ser ella quien le negara la oportunidad de ser recordado en alguna estúpida canción. 

Cargando editor
13/06/2011, 11:35
Ossian

Ossian enarcó las cejas ante la efusividad de la guerrera de ojos oscuros.

Me alegra contar con tu aprobación —gruñó—. En fin, ¿dónde teníais pensado acampar? Te lo contaré de camino, Galatea.

Mientras decidíais dónde hacerlo, el bardo le contó a la druida lo que quería decir. Cuando hablaba, al bardo le brillaban los ojos, como alguien orgulloso de su tierra natal.

Rashemen es conocida por las Wychlaran, y por la ferocidad en batalla de nuestros guerreros bersérker. Quizá hayáis oído hablar del vino de fuego, el jhuild, que toman antes de lanzarse a la batalla —explicó Ossian—. Lo que no sabe la mayoría de extranjeros es que se organizan en sociedades guerreras. Cada sociedad está bautizada con el nombre de una criatura de nuestro país. Son como grandes familias; un miembro de una sociedad guerrera concreta en una villa siempre puede encontrar amigos y un lugar donde dormir en la casa de la sociedad guerrera apropiada de otra villa. Cada sociedad guerrera también se concentra en habilidades, armas o estilos de lucha especiales, basados en la criatura de la que toman nombre. Las sociedades más grandes y conocidas son la del Gran Ciervo... y la de Los Lobos. Si una extranjera fuera a Rashemen usando el apelativo "de los lobos" recibiría, como mínimo, las burlas del pueblo. Eso si los bersérker de Los Lobos no toman cartas en el asunto y la atacan, pensando que se está tratando de pasar por una de ellos.

Notas de juego

Pues eso, ideas de cómo acampar, qué precauciones tomáis, cómo organizáis las guardias y esas cosas.

Cargando editor
13/06/2011, 13:50
Galatea

Como ya había terminado la inspección olfativa al nuevo compañero de grupo y como parecía que no iba a caer ninguna caricia más por el momento, Áscalon volvió junto a Galatea y caminó junto a ella durante la marcha. Al otro lado de la elfa iba Ossian que relataba entusiasmado las tradiciones de su tierra.

Galatea por su parte escuchaba en silencio, no interrumpía ni hacía ningún gesto ante cualquier frase que la sorprendiera o algo así, pero sus ojos permanecían fijos en el bardo y aquello delataba que éste tenía toda su atención. A la elfa le gustaban las historias sobre otros lugares, el conocer otras tierras u otras gentes. El saber no ocupaba lugar en su filosofía y resultaba evidente que el humano disfrutaba con aquello.

No obstante, cuando Ossian hubo concluido, pareció como si la impresión global que aquello le había causado aflorarse finalmente, traduciéndose en unas cejas ligeramente levantadas. Luego cambio el gesto a una sonrisa muy tenue.

¿Berserkers que usan estilos de lucha especiales, basados en la criatura de la que toman nombre? vaya—había cierto brillo divertido en los ojos de la elfa cuando miró al lobo que de nuevo andaba frotando la cabeza contra su costado y le acarició las orejas—no sé quién podría ser capaz de asociarme a tal cosa...

A un bersérker definitivamente no, pero el resto... bueno, del resto prefería no decir nada.

El animal movió la plumosa cola, contento con que su compañera le hiciera caso. Ésta se quedó unos segundos observándolo con la mirada perdida. Enseguida recuperó la expresión normal y volvió a levantar la cabeza hacia el humano.

Supongo que todo tiene una razón de ser—dijo sonriendo tenuemente y refiriéndose al apelativo de los guerreros rasehmíes—es un relato sorprendente, Ossian, gracias por contármelo.

La verdad es que la forma de hablar de Galatea siempre resultaba críptica hasta para quienes viajaban con ella, que bien podrían haber entendido la primera frase como que igual no estaba pensando precisamente en los berserkers de Rashemen.

Notas de juego

Por mí, lo standard: Las armas de cada uno cerca de su dueño, la hoguerita de turno y que uno/dos me cubra/cubran las 4 primeras horas de guardia. Luego yo cubro el resto de horas (qué chollo es esto de ser elfa... para quienes te acompañan, claro xD)

Cargando editor
14/06/2011, 13:25
Khaila

 

Durante el resto del camino, Khaila se mantuvo en silencio. Iba caminando por delante, atenta a cualquier sonido que pudiera indicar que estaban en peligro. La voz del bardo se escuchaba por detrás, animada, mientras le explicaba a Galatea algo sobre gente de sus tierras. La guerrera no estuvo muy atenta, tan sólo miró un par de veces hacia atrás con el ceño fruncido. Acababan de luchar contra una bestia reptiliana y aquel hombre parecía haberse olvidado de que aquellas tierras podían ser peligrosas.

No tardaron en buscar un sitio para poder acampar. Mientras montaban el campamento, Khaila se alejó un poco para recoger algunas ramas caídas de los árboles y poder hacer un buen fuego. 

Notas de juego

 

Por mi no hay problema, si queréis hago la primera guardia ^^

Cargando editor
22/06/2011, 21:44
Rengar

El semiorco se quitó la coraza para tener más libertad de movimiento a la hora de preparar el campamento. Ayudó a Khaila a recoger la leña e insistió en hacer él la primera guardia con el argumento de que la guerrera había sido herida y necesitaba descansar. Rengar no había sufrido ningún daño, casi ni había luchado. Lo menos que podía hacer era quedarse despierto un poco más. Le gustaba el silencio de la noche. Después de viajar solo tanto tiempo, estar con tanta gente le hacía desear, de vez en cuando, volver a sus antiguas costumbres. Pero no mucho. Pronto sentía deseos de preguntarle algo a Galatea o de comentar lo último que habían visto con Khaila. Los amigos eran mucho, mucho más valiosos que el tiempo que podía disfrutar a solas.

Cargando editor
23/06/2011, 15:36
Galatea

Galatea había seguido con aquél poco habitual mutismo durante el camino aunque cuando encontraron un buen claro para acampar fue ella la que se encargó de preparar un círculo en el suelo para la hoguera, despejándolo de ramitas, hojas o de cualquier cosa que pudiese arder e iniciar un fuego no deseado (cosa que, en medio de un bosque, no era una perspectiva nada divertida) al acabar hizo un cerco de cantos rodados en torno al espacio limpio para delimitar la hoguera y dejó que Khaila y Rengar lo fueran llenando con la leña que hallaban por el suelo.

Había sido un día bastante completo y eso teniendo en cuenta de que en teoría lo único que se habían propuesto al alba había sido sido recorrer el Sendero de la Hachuela... al atardecer habían terminado luchando con una bestia monstruosa para salvar el pellejo de un desconocido que, agradecido, ahora se había unido a ellos. Lo que eran las cosas.

Al pensar en el bardo, recordó algo y miró al cielo nocturno cuajado de estrellas que se veía perfectamente desde el claro. Frunció ligeramente el ceño: no había luna. Ni cuarto creciente, ni menguante, ni llena, esa noche estaba en la fase nueva. Vaya, qué casualidad con tan poca gracia.

Galatea no tarareó aquella noche la cancioncilla que solía tararear siempre.

Cuando Rengar propuso hacer él la primera guardia le pareció bien y le dijo que la despertara pasadas cuatro horas (aunque técnicamente ya se despertaría ella sola, que para algo era elfa) dio las buenas noches al resto y se acercó a los pies de uno de los árboles que se alzaban en torno al cerco luminoso de la hoguera. Áscalon ya se había enroscado allí hecho una bola y la miraba silencioso. Galatea, como siempre, se tumbó cerca de él de tal manera que apoyaba la cabeza y parte de los hombros sobre el suave lomo del animal.

El lobo permanecía despierto, por lo visto se trataba de la costumbre. Al parecer, desde su posición inmovil, iba a ser el único acompañante del semiorco en las primeras cuatro horas de guardia.

Cargando editor
23/06/2011, 15:45
Ossian

Ossian dejó que hiciérais los preparativos a vuestra manera. Al fin y al cabo, él era en ese momento "el nuevo". Pese a su entrenamiento como rastreador, no encontró nada que objetar a los preparativos del grupo que el azar (o el destino) había reunido.

El bardo se ofreció a acompañar a Galatea en la primera parte de su guardia. El turno partido era el más incómodo, pero el rashemí aclaró que nunca había tenido problemas para conciliar el sueño rapidamente.

Claro, que cabía preguntarse si no había elegido ese momento para hablar con Galatea a solas mientras Rengar durmiera...

Notas de juego

Fin del primer capítulo.