Partida Rol por web

El Camino del Héroe

5. Sangre bajo la Lluvia.

Cargando editor
17/10/2011, 14:49
Khaila

La guerrera sintió el cálido hocico de Áscalon rozando su mano. Bajó la cabeza y se quedó mirando al lobo. El animal pudo ver como Khaila estaba llorando, las lágrimas corrían por sus mejillas, mezclándose con las gotas de lluvia. Delante de él no hizo ningún esfuerzo por aparentar ser más fuerte de lo que era, y arrodillándose se abrazó al cuello del cánido. 

- ¡Oh, amigo! - Le susurró al oído mientras entrecortados sollozos sacudían su pecho. La fuerte guerrera finalmente se había venido abajo, pero no tenía a nadie más con quién hablar, sentía que no le importaba a nadie... - Creo que la he jodido... Yo... Yo quiero a Rengar y a Galatea... Pe... Pero no... no entiendo qué les he hecho... - Así se sentía Khaila, nunca había sabido tratar con la gente, llevaba muchos años sola, y ahora que había encontrado unos amigos, sentía que los perdía... Khaila continuó llorando mientras apoyaba la cabeza en el empapado pelaje de Áscalon.

Cargando editor
17/10/2011, 15:05
Áscalon

Lo siguiente que sintió Khaila fue una lluvia de lametones en la mejilla y lo único que oía era el chaparrón y los jadeos del animal. O Áscalon trataba de beberse el agua de lluvia o trataba de "quitar" las lágrimas porque las asociaba a que algo no iba bien.

Teniendo en cuenta lo último que le había dicho Galatea a su lobo antes de irse, casi parecía lo segundo. A fin de cuentas, la elfa siempre se expresaba de forma críptica, o comentaba las cosas de modo que pareciesen triviales y luego no lo eran. Lo que había parecido una broma, tal vez no lo fuese tanto.

El caso es que el lobo seguía moviendo la cola, puede que no entendiese lo que Khaila le estaba diciendo pero sabía que cuando los humanos le hacían caricias y le daban abrazos era porque había hecho algo bueno por ellos así que continuó "animando" a la guerrera a su manera. A la inocente manera de un animal.

Cargando editor
18/10/2011, 11:54
Khaila

Durante un rato más Khaila continuó llorando. La orgullosa guerrera estaba abriendo su corazón a un lobo, que la miraba con aquellos ojos dorados y le daba lametones intentando lavar las lágrimas que corrían por sus mejillas. Le habló de su hermano, de aquella desgraciada tarde en que llegó a casa junto a dos amigos y le destrozaron la vida. De como junto a la sangre de su padre juró vengarse. Le habló de aquellos años oscuros, en los que tan sólo el deseo de venganza había sido su motor para levantarse cada mañana. Había viajado y se había entrenado para cuando llegara el día de encontrarse delante de él. Le habló y le habló, sin darse cuenta que tan sólo era un inocente animal que no entendía sus palabras. Poco a poco fue liberando su corazón de aquella carga que tanto le hacía sufrir. 

Le habló del día en que conoció a Galatea. Ella, sin conocerla siquiera, se había ofrecido a ayudarla a encontrar una cura para la maldición que corría por sus venas. Una sonrisa triste, añorada, asomó a sus labios... - Ja... Si no hubiera sido por ella, ahora sería como tú... - Le dijo mientras le rascaba las orejas. Se había sentado junto a él, bajo la lluvia. En ningún momento se planteó si Áscalon era o no el mejor ser al que abrirle su corazón. Había estado allí cuando ya estaba apunto de derrumbarse, y ella se había cogido como a una tabla salvavidas. 

Tras hablar tanto se quedó en un silencio relajado, sintiendo como el agua caía sobre ambos. Sus ojos oscuros se quedaron mirando a lo lejos, perdidos en sus pensamientos... Suspiró profundamente y volvió a mirar al lobo. - Gracias... - Le susurró sin plantearse en ningún momento que tan sólo era un animal. Sabía escuchar mejor que muchas personas...

- Venga, vuelve al campamento que aquí hace mucho frío... Ahora iré... - Le dijo señalando hacia atrás. Desde donde se encontraba no los veía, pero sabía que estaban tras aquellos árboles que se encontraban algo alejados, a sus espaldas.

Cargando editor
18/10/2011, 13:32
Áscalon

Como era de esperar, Áscalon no interrumpió a Khaila pero fue de una forma curiosa. El lobo no perdía su atención en otros elementos del entorno como suelen hacer los animales que enseguida se aburren de una cosa y curiosean otra, era como si literalmente la estuviese prestando atención. Por supuesto no se debía a que entendiese lo que le decía, pero era como si intuyera que la humana grande se dirigía a él porque lo estaba mirando cuando hablaba.

Galatea muchas veces hablaba con su lobo, tal vez el animal estuviese acostumbrado a identificar que cuando un humano te mira y emite sonidos es porque quiere tu atención. Aunque sí había palabras que asociaba a acciones, "Defiende" le había ordenado la elfa cuando habían encontrado a Drizzt y Áscalon había seguido la instrucción al pie de la letra, "Junto" y había vuelto con ella.

"Gracias" parecía ser otra porque cuando la guerrera la pronunció, el lobo le lamió la punta de la nariz y se la quedó mirando fijamente con las orejas enhiestas al parecer contento (porque seguía moviendo la cola)

Sin embargo, cuando Khaila señaló el campamento, el lobo miró en esa dirección, emitió un gañido interrogante y miró a la guerrera otra vez ladeando la cabeza. Luego se aproximo y ni corto ni perezoso se tumbó con al lado de ella con la cabeza sobre sus piernas, como una peluda manta polar. Miró de reojo hacia arriba para observar la cara de Khaila y se lamió la punta del hocico, luego sopló por la nariz y se quedó allí.

Si los amigos no abandonan, al parecer el "perro pastor" no iba a irse sin su "oveja" de vuelta al campamento.

Cargando editor
22/10/2011, 11:51
Khaila

Al ver que Áscalon se mantenía a su lado, Khaila suspiró y se levantó del suelo. Estaba empapada, igual que el animal que fielmente se había quedado a su vera. 

- Volvamos, chico. Como cojas una pulmonía Galatea no me lo va a perdonar... - Le dijo sonriéndole. Su rostro se veía algo más relajado. Se apartó unos largos mechones que caían sobre sus ojos y empezó a caminar de nuevo hacia donde había dejado a los otros. 

Al llegar y ver a Aidé tan encogida bajo su manta, un pequeño sentimiento de culpabilidad la turbó. Empezó a buscar las ramas más secas que pudo encontrar. Bajo la copa de aquel enorme árbol casi no entraba agua, quizás podría encender un pequeño fuego... 

Cargando editor
22/10/2011, 14:27
Áscalon

Áscalon se levantó y siguió a Khaila solo que en vez de ir pegado a ella como hacía con Galatea, trazaba ochos amplios a su alrededor mientras trotaba suavemente con la lengua colgando de lado, contento de volver con los demás.

Estaba mojado pero parecía darle lo mismo (a fin de cuentas, era un animal y la lluvia para él era rutinaria) con aquel tupido pelaje y a despecho del chaparrón, seguramente fuera el miembro con menos frío de todo el grupo en aquél momento.

Cargando editor
02/11/2011, 08:47
Aidé

Déjalo —te dijo Aidé en tono amargo, arrebujada en tu capa—. Ya lo he intentado yo. La madera está demasiado húmeda para prender.


Lo siento, Salma y Esti se están alargando por el otro lado.

Cargando editor
10/11/2011, 11:45
Khaila

El agua corría por el rostro de la guerrera, pero aún así, no cejaba en su empeño por encender aquel fuego. Finalmente, cuando Aidé le hizo ver lo inútil de su misión, desistió. Se sentó en el suelo, cerca de la hechicera, y se quedó en silencio, observando como la lluvia continuaba incesante...