Partida Rol por web

El Camino del Héroe

5. Sangre bajo la Lluvia.

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25/09/2011, 15:52
Director

Sangre Bajo la Lluvia

Un rayo de un blanco violáceo rasgó el cielo e iluminó el día plomizo. Se sintió el olor de su furia, y el trueno, que llegó antes de que pudierais contar hasta seis, pareció estremecer el bosque. Rugió y retumbó en vuestro derredor, y temisteis que los árboles se os fueran a derrumbar sobre vuestras cabezas. Mo soltó un relincho aterrado, y Rengar tuvo que esforzarse para controlar al animal. Después, rompió a llover con fuerza.

Los sonidos se enmudecieron, ahogados por la humedad del follaje verde y el repiqueteo rítmico de la lluvia contra las rocas y las hojas de los árboles. El viento era un frío puñal, que os hacía tiritar y hacía que el agua os entrara en los ojos. Ponerse el yelmo no ayudaba demasiado, porque el enloquecedor tintineo del agua sobre el metal levantaba un terrible dolor de cabeza. Por si esto no fuera suficiente, el aguacero llenó el terreno de charcos en los que os hundíais hasta el tobillo, y el resto era un cenagal. Aidé no hacía más que protestar, y Ossian estuvo a punto de hacerse un esguince en el tobillo por lo traicionero del terreno. Os esperaba una noche lúgubre, si es que el dragón no os mataba antes.

Al pasar junto a un castaño hendido por un rayo sobre el que crecían rosas blancas silvestres, escuchasteis un grito estremecedor, casi ahogado por el repiqueteo constante del agua.

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25/09/2011, 16:41
Galatea

Sangra Bajo la Lluvia

No sabría decirse si Galatea estaba cómoda o no con aquél clima, la expresión de la elfa era indescifrable, pero el caso es que ni se sobresaltaba con los truenos ni parecía molesta por el aguacero torrencial. Aunque por otra parte, debía estar acostumbrada: la druida vivía en la espesura.

No obstante, estaba calada hasta los huesos, el agua le chorreaba por la cabeza y le pegaba la ropa al cuerpo haciéndola más pesada a la hora de moverse, a veces incluso tenía que apartar algún mechón goteante del rostro para poder ver pero no se quejaba. Caminaba mirando al suelo o a los lados para evitar meter el pié donde no debía y guiar al grupo por las zonas del sendero más razonablemente transitables.
Era un desafío a las leyes de la física pero aquella inexplicable habilidad que tenía para no dejar ni una sola huella a su paso continuaba de manifiesto a despecho del barrizal por el que avanzaban.

Se había detenido un instante junto al castaño y pasaba la mano sobre la madera ennegrecida aunque miraba las rosas... pero en cuanto aquél grito desgarrador hendió el aire, se giró instantáneamente hacia la dirección de la que procedía con los ojos como platos. Aquello no había sido un animal ni estaba muy lejos.

"Qué bien, y eso que todavía no hemos llegado a las montañas... ".

Miró a los demás y señaló con la cabeza la dirección de la que había procedido el grito a tiempo que se llevaba un dedo a los labios indicando sigilo.

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25/09/2011, 17:58
Aidé

Aidé estaba calada hasta los huesos. El vestido de la genasí, de hermoso terciopelo anaranjado, no era lo más adecuado para la fría lluvia de los valles. Se arrebujaba en la capa de marta negra, pero tiritaba. Nadie se atrevía a acercarse tanto a la hechicera, pero si lo hubiesen hecho hubiesen comprobado que tenía las manos frías como el hielo. Con el flamígero cabello lacio y pegado al rostro, de pronto pareció muy pequeña, frágil y menuda.

Como no les des órdenes más explícitas, se van a quedar ahí como pasmarotes, en silencio, todo el día —gruñó entre el castañear de dientes.

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25/09/2011, 18:05
Ossian

Ossian esbozó un gesto agrio.

¿Por qué eres siempre tan desagradable? ¿Tanto te cuesta tener al menos un poco de respeto?

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25/09/2011, 18:06
Aidé

¿Apuntas eso en ese estúpido libro de gestas tuyo?

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25/09/2011, 18:07
Ossian

No. Eso lo apunto en el libro de cosas que me importan una mierda.

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25/09/2011, 18:08
Aidé

Aidé se mordió la lengua y le lanzó una mirada furiosa al bardo.

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25/09/2011, 18:11
Áscalon

Áscalon había levantado la cabeza como impulsada por un resorte al escuchar el sonido y se había quedado tan quieto como una estatua, pero al escuchar la charla entre Aidé y Ossian giró la cabeza y aplanó las orejas. No es que entendiese ni media palabra lo que decían pero tal vez el tono de las voces le inspiraba hostilidad y lo asociaba a que algo no iba bien.

El lobo emitió un sonido resoplado por la nariz que sonó a "rufff" (o igual es que simplemente había estornudado) seguido de un gañido largo mientras los miraba a ambos desde abajo con sus ojos dorados. Como si quisiera que lo que fuese que estaba mal, dejara de estar mal.

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25/09/2011, 23:58
Rengar

A Rengar le chorreaba el pelo y la barba. El semblante del semiorco era bastante sombrío. Se había intentado cubrir de la lluvia con su capa, pero estaba tan desgastada y rota que apenas hacía nada por remediar el problema. El paladín resoplaba cada vez que su peso hacía que se hundiera en charcos embarrados. Odiaba la suciedad y el barro. Si antes había deseado poder bañarse plácidamente en la posada, ahora era el motor que le ponía en marcha, recordándose continuamente lo cómodo que estaría cuando todo eso terminara... para bien o para mal.

Sumido en sus pensamientos continuó la marcha sin apenas hablar, siguiendo a Galatea como un cachorro fiel. Pero, al escuchar el grito, sus sentidos se pusieron en alerta. Tomó el escudo y el hacha y se acercó a la zona desde la que provenía a largas zancadas, sin preocuparse del sigilo.

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27/09/2011, 11:36
Khaila

Khaila se apartó un mechón chorreante de delante de los ojos. Caminaba pesadamente, sus pies se iban hundiendo en sucesivos charcos que se iban creando por la lluvia. Continuó sin detenerse. Su rostro, pálido y ojeroso, se encontraba ceñudo, como si estuviera enfadada hasta con la misma naturaleza. Pero en ningún momento se escuchó queja alguna, ya estaba Aidé para eso y la guerrera se mordió el labio inferior mientras iba dando una paso detrás de otro.

Al escuchar el grito ahogado, los ojos de Khaila parecieron volver a la vida. Antes de que Galatea les recomendara sigilo, la guerrera ya estaba llevando su mano a la empuñadura del espadón. Se detuvo un momento, indecisa. Pero Rengar tomó la iniciativa y empezó a dirigirse hacia el sonido, sin importarle que sus gruesas botas fueran retumbando al caminar pesadamente. Khaila se encogió de hombros mirando a Galatea, y sin pensarlo más, con espada en mano, se encaminó detrás del paladín...

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27/09/2011, 19:10
Director

Os precipitasteis hacia donde el bosque se hacía más espeso, en la dirección en la que provenía el grito. Teníais que ir zigzagueando para esquivar los troncos de los árboles y de tanto en cuanto resbalabais por la precipitación y el terreno blando por el que discurría el agua negra. Pero al menos las ramas tejían un dosel sobre vuestra cabeza, y podíais despreocuparos de que el agua os entrara en los ojos. Volvisteis a escuchar el grito otra vez, más cerca, agudo, aterrorizado... e infantil.

Ante vuestros atónitos ojos, un hombre de barba bruna arrojó a un niño al suelo y le colocó la bota en la espalda de modo que apoyara la garganta sobre una piedra grande.

¡Deja de lloriquear! —le dijo el hombre, y alzó un hacha de dos manos sobre su cabeza para decapitar al chaval.

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27/09/2011, 19:42
Galatea

Galatea siguió la trayectoria de Rengar con la mirada mientras se preguntaba si Aidé no estaba pensando ya en matizar su puya agregando que debería haber especificado el silencio a "no gritar y además no hacer ruido" o algo así. Por suerte la hechicera no dijo nada.

Miró a Khaila y le devolvió el encogimiento de hombros, luego la siguió serpenteando entre los árboles con Áscalon a la zaga. Correr por el bosque era una cosa, pero correr por el bosque calada de arriba abajo era otra muy distinta... Lo primero hasta le gustaba, lo segundo resultaba harto extenuante.

No tuvo mucho tiempo para meditar aquello, el segundo grito la hizo parpadear extrañada, ¿la voz de un niño? Rengar iba delante pero en el momento en que alcanzó a ver lo que estaba pasando, abrió los ojos de par en par. La reacción que en cualquier otro caso tal vez habría pensado una o dos veces en este fue automática.

¡Áscalon!—gritó señalando hacia adelante—. ¡Defiende!

- Tiradas (1)
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27/09/2011, 21:05
Rengar

Rengar no pensó. Su instinto de protector fue más rápido. Con un grito ensordecedor se abalanzó sobre el hombre barbudo y le embistió para alejarlo del chico, como quien hace un placaje en un juego de pelota.

- Tiradas (1)

Notas de juego

19

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28/09/2011, 10:27
Khaila

Khaila abrió los ojos sorprendida al ver a aquel hombre con la clara intención de cortarle la cabeza al muchacho. No esperó a ver el resultado... Sin pensarlo, exponiéndose a recibir un buen tajo del hacha, se lanzó contra el hombre para tirarlo al suelo. 

Cargó directa hacia él con la esperanza de poder golpearlo con su hombro antes de que el hacha alcanzase al chaval. Ya habría tiempo después de averiguar qué es lo que ocurría. 

- Tiradas (1)
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29/09/2011, 10:34
Director

El hombre de la barba oscura se volvió con un gesto contrariado por la interrupción de la elfa, pero su rostro cambió a la sorpresa primero y al pavor un segundo después cuando vio las dos masas de músculo y acero que salían proyectados desde la espesura y las cortinas de agua.

Me rind... —empezó a decir, mientras arrojaba el hacha al suelo.

¡Un latido de corazón demasiado tarde! Propulsada por sus botas mágicas, Khaila adelantó a Rengar y lo embistió con la potencia de un ariete. Al hombre se le despegaron los pies del suelo y, manoteando, se estampó contra un charco de barro en el suelo con un gruñido estrangulado.

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29/09/2011, 10:34
"Drizzt"

El niño rodó por el suelo, se levantó como un resorte y agarró una piedra para blandirla como arma arrojadiza. No debía tener más de diez primaveras. Tenía el pelo castaño y lacio, y unos ojos aguamarina llorosos más viejos que lo que correspondía a su edad. Su rostro vulgar, lleno de churretes, era cambiante y expresivo como el de un monito.

¡Toma esa! —La voz del niño se alzó vengativa y chillona, preñada aún de miedo.

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29/09/2011, 13:55
Áscalon

Áscalon llego a donde el chiquillo y le dio la espalda. Siguiendo la orden de "defiende", el lobo no había atacado al tipo, sino que se había quedado entre el niño y donde ahora se encontraba el hombre de la barba al que miraba con las orejas pegadas a la cabeza hacia atrás mientras emitía un gruñido ronco de lo más amenazante.

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29/09/2011, 14:00
Galatea

Galatea suspiró aliviada al ver cómo Khaila placaba a aquel tipo alejándolo del chiquillo y se detuvo jadeante al legar a la escena mirándola aún como si le pareciese una broma de mal gusto. El vaho fruto del ambiente de tormenta formaba volutas en torno a sus mejillas con la respiración.

¡Shevarash!—gruñó haciendo un aspaviento con los brazos—. ¿Se puede saber qué demonios está pasando aquí?

Por una vez había cierto tono indignado en su normalmente serena voz, había mirado en la dirección del hombre del hacha al decir aquello pero luego suspiró y relajó el gesto de nuevo. Se inclinó un poco hacia adelante con las manos apoyadas en las rodillas para mirar al chaval que no sabía si estaba herido, magullado, o simplemente sucio.

¿Estás bien, muchacho?

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30/09/2011, 09:09
Khaila

Khaila no reaccionó a tiempo cuando aquel desconocido tiró el hacha y se rindió. Preocupada por llegar demasiado tarde, y gracias a las botas que había adquirido, y eso que dudó en comprárselas, adelantó a Rengar y arrolló al hombre lanzándolo por los aires.

Se detuvo y tras comprobar que no se encontraban en peligro guardó el espadón en su funda para no asustarles más. Dudaba que aquel hombre fuera a intentar nada, se le veía asustado, y todavía se encontraba recuperando el aliento tras el embite de la guerrera.

Se apartó dejando que Rengar fuera el que se encargara de él. Cruzó un momento su mirada con la del paladín y asintió con la cabeza. Él, con su temple, sabría manejar mejor la situación. Khaila todavía temblaba tras haber presenciado como aquel hombre había estado a punto de cercenar la cabeza a un pobre crío. Y era consciente de que si hablaba podía llegar a ser cruel e irracional. Así que se mantuvo en un segundo plano mientras Galatea y Rengar se encargaban de averiguar qué era lo que había pasado...

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30/09/2011, 10:17
"Drizzt"

El niño le tiró una pedrada al hombre de la barba que interpuso los brazos para que no le acertara en toda la cara. Lo que le faltaba de fuerza, el crío lo compensaba con puntería.

S-sí, estoy bien. Gracias a vosotros. Le recé a Lathánder y a Ilmáter que me salvaran ¡y habéis venido, me han escuchado! —le dirigió una mirada ansiosa al símbolo sagrado que lucía Rengar—. ¿Eres un paladín?