Partida Rol por web

Preocupado de que me haya pasado, corro hacia donde esta mi rival, temeroso de que haya hecho mas daño del que puedo curar el bracalete. Pero para mi sorpresa, cuando me arrodillo al lado de ella, veo que el bracalete ya esta funcionando y curandola por completo. "Wow, yo ni con mi magia la hubiera curado tan rapido y deprisa ¿De donde procede toda esta energia curativa?"

-¿H-hey, estas bien?- Pregunte preocupado, examinandola con mis manos y ojos, y comprobando que el bracalete no se habia dejado nada. Lo bueno que este desnuda, es que no tengo pedir que se desvista, o eso intento pensar, intentando ignorar la rojez de mis mejillas al examinar una mujer tan bonita como esa.

Veo como me coge de la mano examinando que esté bien, algo que me habría incomodado antes al estar en ropa interior pero ahora extrañamente no me importa tanto.

- Desilusionada, avergonzada por perder y por estar con poca ropa pero no me duele nada. Aunque ...con fatiga. No se porque he sido tan precisa contestando, me he sentido como...obligada. 

- Ahora que soy tuya, que planes tienes para mi?. No habia podido evitar fijarme que tenía un cuerpo muy sugerente y bien definido.

Cuando me hizo la pregunta, incline a un lado la cabeza, pensativo "¿Planes?" Sabia lo de los esclavos y tal, pero no era algo que hubiese prestado mucha atencion.

-Supongo que si fueras una criatura del mal, te "castigaria" por tus crimenes.-Le respondi, despues de meditarlo unos segundos.- Pero no lo eres, asi que no hare nada que tu no quieras.- Sonrei, dandole una palmaditas en la cabeza, para que se tranquilizara al respecto.

Me levante y me fui adonde estaban mis pantalones y mi martillo, volviendo a equiparme con estos, y aparte fui a donde estaba mi equipaje y busque en su contenido, hasta sacar una de mis capuchas que llevaba para infiltrarme en los pueblos sin que la gente viera mi extraño aspecto. Suerte que tenia un monton de estas.

Me acerque a la chica, y le ofreci una de estas, para que se tapara.

-Es lo unico que tengo, pero servira hasta que lleguemos al proximo poblado.- Le dije, fijandome en el horizonte, estabamos cerca, y tenia esperanza de llegar antes de la noche. -Vamos, er... ¿Como te llamabas?- Pregunte algo avergonzado ofreciendole la mano para levantarse del suelo, preguntandome si me lo habia dicho, y tonto de mi, lo habia olvidado entre golpe y golpe.

Un carraspeo interrumpe vuestra conversación. Es un anciano, con ropas de peregrino que sentado sobre el muro del puente parece haber observado vuestro combate.

- Buena pelea jóvenes,,cof, cof (Tosiendo). Bonitas palabras, si fueras una criiatura del mal te castigaría, algo extrañas para ser alguien que combate por el entretenimiento del Shogun. Decidme, ¿Que opinión os merece vuestro Rey y su corte?

Miro al extraño, sorprendido y confundido por sus palabras ¿Es un aliado o un enemigo? Lentamente, saque un cigarrillo y lo encendi, tomando unas cuantas caladas mientras miraba al anciano. Al fin, me decidi a ofrecerle uno al extraño.

-¿Conoceis este simbolo?-Le pregunte, en el dorso de la mano que le ofrecia el cigarillo, habia un simbolo, una guadaña y un reloj de arena, el simbolo de "La Segadora", el dios de mi orden.

- Puede..Dijo atusando la barba de su mentón afilado. Aunque yo pregunté antes joven. Entonces el anciano se fijó mejor en ese tatuaje.

- Ahhh..ya veo. Hijo, solo te puedo decir que si sigues ganando combates llegará un momento que sereis tentado y debereis elegir... Le dio una calada al cigarro que le había ofrecido y después exhaló su humo quedando de pie sobre el muro de piedra.

- Manteneos con vida señor Spade..volveremos a vernos...dijo divertido, tirandose por el puente de forma inesperada y cuando os asomasteis ya no estaba, ni tan siquiera las aguas estaban revueltas. Lo que mas llamó la atención de Rack s que el no le había dicho su nombre,

-¿Gracias?- Respondi, a aquel extraño anciano que ya no estaba. Muy agil para un hombre de su edad, debe mantener una dieta muy saludable.

-Tentado.- Repeti, llevandome a los dedos el cigarrillo en mi boca, mientra reflexionaba en sus palabras. Dirigi una mirada a Lei Lei, su palida y suave piel, sus largas piernas terminada en unas sensuales y maternales caderas, y aquellos ojos verdes que parecian brillar.

No era estupido, bueno, no del todo estupido, sabia a que se referia el anciano con tentacion. Mi orden en si, aunque promulgaba castidad, no la prohibia, y si habia una razon de peso por la que fuera virgen, era por mi demoniaco aspecto, no por otra cosa. Ninguna mujer iba a querer o sentirse atraido por un bastardo como yo, aun menos casarse y formar familia conmigo, es muy posible que este torneo era mi unica posibilidad de cometer tal acto carnal.

Aun asi... No me podia imaginar haciendo tal perversion a una criatura inocente.

-Dime.- Le dije a mi rival, mientras esperaba que se vistiera.- De haber ganado tu ¿Que habrias hecho conmigo?¿Y porque te apuntaste al torneo?- Le pregunte sin malicia, solo curiosidad por saber su respuesta.

. ¿Uh?. Me giré ante su pregunta, No era tonta me había fijado como me miraba. ¿Que hubiera hecho si hubiera ganado?. Medité con una sonrisa picara.

- Depende, si hubieras sido un contrincante sucio te habria castigado haciendo que hicieras algo vergonzoso. Pero no tengo interés...pero te habria obligado a que te desnudaras para verte la cosita. Me tapé la boca tarde. No se porque siempre  tengo que decir la verdad.

- El Shogun es un tirano y un esclavista de mujeres. Vine con la idea de ganar y liberar a la Reina de mi pueblo que ahora se encuentra entre sus mujeres.

-Hum, lo sabia, tu alma es pura y tu meta justa. Ahora lo se.- Dije tirando la colilla al rio, y emprendiendo la marcha hacia el pueblo.- El shogun debe caer, sino es por mi mano, debe ser por la de otro. Si pudiera, intentaria forzar el destino para que solo ganasen aquellos con una causa noble, aunque me temo que lo unico que puedo hacer por ahora es sobrevivir.

Mientras saliamos del puente, arma en espalda y manos en los bolsillos, algo rondaba por mi cabeza. Algo que no llegaba a comprender, y en parte, tenia la sensacion de que algo se me pasaba por alto.

-Hey.- La llame, algo incomodo, porque aun no sabia su nombre.- Si puedo preguntar... ¿Que es una "cosita"?¿Y porque exactamente tienes que desnudarme para ello?- Pregunte, cabeza inclinada a un lado, sin tener mucha idea de que estaba hablando exactamente.

El puente quedó ya lejano en vuestra memoria adentrandoos en el pueblo que discurría a lo largo de ese rio que hañia sido testigo de vuestro encuentro, como lo había sido del extraño encuentro con un anciano misterioso.

Comisteis algo de mida de uno de los puestos ambulantes que afloraban ese mediodia en la plaza del mercado y continuasteis vuestra amena charla sentados en un pequeño muro bajo uno de los chopos que lindaban con las casas.

Un escalofrío os recorrió como si fuera un mal presagio y casi en ese momento las flores cercanas se marchitaban lentamente. Os pusisteis en pie en un acto reflejo, como esperando un enemigo o mas bien sin saber a que ateneros ya que el brazalete de Rack no se había iluminado.

Las sombras de la arboleda parecieron moverse solo para revelar que una figura salia entre ellas. La luz directa dejó ver por fin de quien se trataba; un ser grotesco producto de las pesadillas y los cuentos para no dormir que las ancianas contaban a los niños. Se asemejaba mas a un cadaver andante que a una persona, donde su piel estaba hecha jirones y uno de sus brazos deformado en una grotesca garra.

- La mujer debe venir conmigo. La reclama el Shogun- Su apestoso aliento os golpeó a pesar de la distancia.- Y tu, mortal, debes regresar a la posada, pronto te enviaran al Castillo para que de comienzo el torneo.

Lei lei parece entrar en un trance y sin mediar palabra camina torpemente hacia el inquietante ser.

"Abominacion." Pense, al ver aquella herejia a la vida, si necesitaba una prueba fidedigna de que el shogun jugaba con fuerzas peligrosas, la tenia delante de mi.

-Es mi esclava. La he ganado justamente en un duelo.- Indique, llevandome las manos a mi martillo de combate, preparandome para lo peor.- ¿Que ocurre si me niego a dejar que te la lleves fuera de mi lado?

No iba a dejar Lei Lei sola con el Shogun, no sabiendo sus razones para estar aqui. Si el shogun descubria que era una asesina ¿Que seria capaz de hacerle?