Partida Rol por web

No podia estar mas contenta, me lo estaba pasando genial con aquel juguete nuevo entre mis manos. Lo mejor eran las miradas, aquellas miradas lujuriosas, me excitaba solo de pensar en las perversiones que tenian en mente para mi perrita, la mil y una maneras que tocarian y violarian su adorable cuerpo, mientras yo me masturbaba disfrutando del espectaculo. "¡Ah! No, Violet, debes tener cuidado ¿No querras romper a tu juguete nuevo tan pronto?" Pense, relamiendome los labios, dudando de si guardarla para mi sola, o compartirla.

En la taberna no fue diferente, diria que fue incluso mejor. Ante las mandibulas caidas, me sente en un mesa libre, dejando a Klia a mi lado y tumbada en el suelo, mientras levantaba una mano y llamaba a una de las camareras, preferiblemente una de las mas guapas.

-¿Disculpe, camarera?- Llame, señalando mi mesa.- Si es tan amable, por favor, traigan uno de sus mejores pescados, una botella de leche y un filete de carne poco hecho.- Pedi, con una de mis mejores sonrisas.

Una de las mozas que servían se acercó en cuanto vió como llamaban de una de las mesas que mas comentarios suscitaban.

- ¿Si? Su sonrisa se tornó en sorpresa al ver la mascota que acompañaba a Violet  pero hizo lo posible pora disimular. ¿Pescado Leche y...muy bien, tomo nota, ahora se lo traemos.

Lo primero que os sirvieron fueron las bebidas que fue dejando sobre la mesa. - En seguida sale lo caliente. ¿Va a comer..en el suelo? Preguntó al ver como Klia seguia tumbada a los pies de la mesa.

En apenas un cuarto de hora ya disponiais del pescado, una merluza relativamente fresca y un entrecot de ternera.

-Por supuesto que si, espero que no sea ningun problema, que mi querida mascota coma conmigo.- Respondi, como si no entendiera tal desconcierto.

Una vez nos los trajeron, sonrei a Klia con las manos en la barbilla, evaluando si gustaba del plato que le habia pedido.

-¿Te gusta? Espero que si, tendras hambre despues de tan ardua pelea. Puedes comer si asi quieres.- Le ofreci, aunque si intentaba siquiera lamer la carne delante suya, la detendria suavemente con la punta de mi zapato sobre su frente, empujandola suavemente hacia atras.- Siempre y cuando acabes tu leche, como la buena mascota que eres, mi perrita.

Para sorpresa de todos, me levante un poco mi jersey sobre mi asiento, y deslice habia abajo mis medias y mis bragas, dejando a la vista de todos mi gracil cintura y mi depilada entrepierna. Luego, cogi la botella de leche, y poco a poco, en una fina cascada, bañe mi coñito en aquel fluido blanco, mientras miraba fijamente a Klia, con una sonrisa maliciosa.

-Lame, Klia.- Le ordene a mi esclava, delante de todos esos extraños que nos miraban en aquel obsceno espectaculo.

Klia se puso a lamer sin rechistar toda la zona regada con la leche sin dejar un centímetro de piel sin que su lengua lo recorriera, incluso internándose entre los carnosos labios vaginales de Violet. Mucha gente se escandalizó, otra profirió exclamaciones de simple sorpresa y otra parte de la multitud simplemte miró disfrutando de la escena.

Ya parecía que uno de los encargados del local se iba a acercar para amonestar esa actitud tan voyeur cuando algo pasó que se quedó helado en su lugar tras la barra. Y como si fueran una sola manada el resto de voces se apagó al entrar una inquietante figura.

Su figura era la de una fémina, pero las alas a su espalda de murciélago, el par de cuernos de su cabeza y su piel dura y de tono rojizo inquietaban y mucho, como el par de canes que la acompañaban; Enormes, llenos de protuberancias óseas anormales en esos animales Eran como un cruce infernal entre el mas fiero jabalí y un sabueso de las nieves.

- Ah...estabais aqui...Su voz era como un susurro dulce pero cortante. Caminó hasta la mesa de Violet mirando divertida como Klia seguía pese a su aparición a cuatro patas lamiendo a su dueña.

- Es adorable como te entretienes con esta perrita...Pero me la tengo que llevar, el Shogún la reclama para el. Dijo acariciando uno de los canes que gruño lascivamente. - Y tu debes regresar a la posada donde iniciasteis esta mañana. Pasado el alba os llevaran al castillo desde ese lugar para que comenceis el torneo de verdad...

Chascó los dedos y Klia se levantó dejando estar lo que estaba haciendo. Sus ojos se volvieron grises y parecía estar sumida en un trance. Se fue derceha a montar a los lomos de uno de esos feos animales

-!Ah si, magnifico¡- Grite excitada, mientras entrelazaba los dedos en el cabello de Klia, y la empujaba hacia mi, instandola meter su lengua aun mas adentro.

Pero duro poco el momento de felicidad, pues ante mis ojos, aparecio una diablesa acompañada de unas terribles bestias. Por un momento me puse en tension, pero pronto vi que no era una enemiga, mas bien una subordinada o similar del Shogun.

-¿Tan pronto?- Pregunte mientras se llevaba Klia, colocandome la ropa, aunque sin poder controlar mi sonrojo, aun lamentandome no haber podido finalizar en la boca de mi esclava.- Es cierto lo que dicen, de que el tiempo pasa deprisa cuan mas se divierta uno.- Sin mas, volvi a coger los cubiertos y me lleve la boca un trozo de pescado, empezando a comer con tranquilidad, aun teniendo semejante sucubo y pesadillas a mi lado. Una bruja tenia que ser sotisficada, pero aun mas no demostrar nunca miedo.- Muchas gracias por avisar, querida, ire ahi en cuanto finalice mi plato. Ah, y dile al Shogun, que puede hacer lo que plazca con mi querida perrita, siempre que me la devuelva viva y sana. Con el tenedor aun entre mis dientes, le dedique a la diablesa una sonrisa maliciosa y lasciva.- Y vos tambien, si gustais. Decidme, vuestros perritos parecen necesitados ¿Cuanto hace que no le dais el placer de aparearse con una perra?

"Hum, el torneo va a empezar, pero juraria que habiamos alrededor de cincuenta voluntarios ¿Cuantos han caido ya?" Pense, que ya estaba convencida de que al menos tendria un oponente mas con el cual luchar, antes de que el gran torneo empezase.