Partida Rol por web

Un par de doncellas entraron en la sala en silencio, sin tratar de buscar conversación con los campeones que estaban ahi reunidos, ocupadas en recoger platos vacíos o llenar aquellas fuentes de comida que estuvieran ya escasas en contenido.

Una de las jóvenes, algo nerviosa se acercó hasta Mina y carraspeo para llamar su atención.

- Perdone, me han dicho que sus gustos alimenticios son diferentes a los del resto y me han enviado por si podía ser de ayuda.

Poco antes que las muchachas recogieran se cruzaron al salir con un anciano que justo entraba en el salón. No mediría mas de metro y medio, flacucho, con ropas de peregrino y sombrero de bambú.

Sonrió con picardía al dar una palmada en el trasero de la mas rezagada de ellas que protestó con un gemidito antes de salir corriendo.

- Estas jóvenes, se hacen hermosas tan rápido, quien tuviera unos años menos..... jijiji. Se sentó justo en el hueco que había quedado libre frente a la mesa, con uno de los grandes ventanales por donde se veían nubes a su espalda.

- Así que vosotros sois los pocos que quedan, junto a los del otro barco en el torneo...uhm...Os miró a todos, pero en alguien reparó mas que en los demás de la sala y sonrio*.

- No se si sabreis que ahi abajo, en los reinos las cosas estan algo revueltas. Desde que vinisteis al torneo ha habido varios levantamientos en contra del shogún. Mas organizados que los típicos campesinos descontentos, algo que ha obligado al Rey a sacar al ejercito y mover su castillo...de ahi que vuestro viaje se ahora mas largo. Hizo una pausa buscando tabaco para su pipa.

- Os teneis que estar preguntando quien es este viejo y porque os esta contando a vosotros estos chismes...Pronto el humo comenzó a brotar de su boca en espiral tras la primera calada.

- Soy ..el cocinero de a bordo...espera, o ¿era el médico? Jijii.....Estaban indagando si hay espias entre los participantes, mientras combatíaais se registraron las pertenencias de los 50 y finalmente arrestaron por  traición a un gran número. Seguramente viajan en las bodegas de ambos zépelins, prisioneros para que ser ejecutados a donde vais......, el resto, vosotros,  habeis sido excluidos como sospechosos...de momento. Y es que pensar...posiblemente sereis los únicos humanos, los únicos campeones, representantes de los reinos que se estan sublevando ahi abajo que pisen en estos momentos el inaccesible Gran castillo, y que tengan tan..tan cerca al Caudillo de sus manos...Tosió de golpe, como si se hubiera atragantado.

-Mostrar lo que realmente son, con lo divertido que es ocultar y sorprender mas tarde. Cuando vio como Yagami escupía la manzana a Katsu casi esperaba una batalla en aquel lugar, habría sido divertido ver la capacidad de ambos contrincantes pero le interrumpieron, una verdadera lastima. -La educación no abunda en estos lugares, algo parecido le paso a mi antigua contrincante. Mas humildad Yagami, nunca se sabe quien sera tu próximo contrincante. La sangre se calienta de mas con la venganza.

Miro contenta como una de las doncellas se ofrecía para alimentarla como era debido, ya estaba bastante hambrienta y asqueada por la comida humana que la rodeaba. -Vaya, un placer entonces, seras adecuada para el servicio de esta noche. Hizo un gesto para que se acercara mas a ella. -Puedes escoger, no tengo remilgos, puedes ayudarme en publico o si lo prefieres me alimentare de ti en privado. Aunque ya te aviso, cuando empiezo. Deja escapar una pequeña risa. -No suelen pedirme que pare precisamente.

Fue escuchando atenta el problema de las rebeliones en el territorio del shogun, era curioso pero no del todo raro. Después de todo, el poder llama a las guerras y el tener territorios tan extensos como los suyos era inevitable. No dijo nada al respecto, pasando los dedos distraída por el cabello de la que seria la sustituta de Ona en esta travesía.

Miro a Mina, mientras aprieto la mandíbula -seguramente,es muy educado y humilde el decir de tu amigo verdad?- mientras brindo una sonrisa sarcástica a la joven-Tienes razón, nunca sabes quien será tu próximo contrincante- recita, mirando al chico de cabello verde y doy el último mordisco a mi manzana.

Cuando termino de limpiarse puso a un costado su comida que seguramente tendria algo de lo escupido por Yagami, por lo que simplemente coguio otra copa y empezo a servirse vino. Empezo a pesar como se distraeria para no vengarse en ese momento de Yagami, pero para su suerte un anciano junto a unas chicas entro la habitacion.

Escuchando las palabras del viejo resistió el impulso de sonreír para no causar una impresión equivocada de lo que le parecía entretenido de las palabras del viejo. Espero el momento adecuado mientras lo veía toser al anciano antes de preguntar.

“Un verdadero problema tiene nuestro Shogun, rebeldes abajo en la tierra y traidores en el torneo que organizo….” Comento jugando con su copa antes de tomar un poco. “En especial si aún cree que entre nosotros hay algún traidor o traidores.” Tal vez por eso les avisaba y trataba de ver ahora como reaccionábamos cada uno con la noticia, por su parte Katsu cerro sus ojos como si pensara aquel problema pero no era mucho de su importancia.

- Mucho silencio..parece que poco os importa a algunos de vosotros el destino del pueblo del que provenís..vuestro propio destino...El anciano levantó una ceja algo molesto para poco después sonreir por algo que le ha venido a la mente. 

- ¿Sabeis?. Otro de los rumores que he escuchado son inquietantes. Y si fueran ciertos demostrarian que nuestro Rey es muy astuto y despiadado. Hace un torneo para llamar a los héroes mas fuertes de los reinos. Llegan y se los lleva a todos juntitos a su castillo...bajo su control.....Y al hacerlo casualidad que sus ejércitos son enviados a esos mismos reinos para aplacar una supuesta rebelion, masacrando a aldeanos y campesinos hambrientos. Ahora solo le faltaría hacer desaparecer a esos héroes para evitar que alguno se alzara guiando a la rebelión...jijijij

- M-me... alegra ver que soy de su agrado. Dijo algo cortada mientras se acercaba hasta Mina. - Como usted prefiera, no tengo inconveniente. Algo tensa se sentó a su lado y se desabrochó los botones de su camisa que la oprimían la nuez.

Parecía ajena a la charla del anciano y solo abrió un poco los ojos cuando dijo que iban a masacrar a los aldeanos, aunque se contuvo de decir nada. Tan solo, al notar las caricias de a quien tenía que servir, ladeó un poco su barbilla para dejar libre y a su alcance su cuello y su pecho.

- Puede beber si tiene sed..susurró avergonzada por lo bajo a Mina, estando recostada de lado sobre su hombro.

Cuando vi que le escupió en toda la cara las pepitas de su manzana no pude evitar reirme. Jajajaja. lo siento...estais muy graciosos los hombres cuando os peleais...

Ese vejete que me parecía gracioso llegó a tocarme un poco la moral. Y es que sus ideas comenzaban a darme muy mala espina.

- Que quieres decir, ¿Que nos han traido hasta aquí para asesinarnos?. Le digo levantando del asiento para dar una vuelta por la sala.

 Y me fijo en la sirvienta que han traido para la niña. - Oye monina, ¿que pasa, eres especial?. A las demás no nos traen servicios extras..Ya podría venir uno de los guapos marineros para ser mi esclavo..

.Y al hacerlo casualidad que sus ejércitos son enviados a esos mismos reinos para aplacar una supuesta rebelion, masacrando a aldeanos y campesinos hambrientos

*Screeeeeech*

Al oir eso, no pude mas, y sin quererlo, me vi arañando con angustia la mesa con mis garras y apretando los colmillos hasta el punto de tener la sensancion de estar a punto de quebrar algun incisivo. Esto era demasiado para mi, primero tenia que soportar aquella mala compañia, mezclada entre ellos abominaciones y herejes ente los corruptos. Y ahora oia esta masacre planeada para los perdedores y nuestros reino. Notaba como la bilis se revolvia en mi garganta.

-Es injusto, nos sacrificamos para salvar nuestros reinos.- Dije casi en un gruñido, bajando la vista a la mesa, no me sentia con fuerzas para ver esa abominacion bebiendo de su presa y contenerme.- ¿Y El shogun nos lo paga provocando mas muerte y caos entre los nuestros?

Encogió los hombros, como un gesto de total indiferencia ante las palabras del anciano acerca de la muerte de los pobladores de las tierras de las que venia cada uno. “Esperas que me importe de los pueblos de los demás? Si bien me llama la atención que el shogun ataque el lugar donde vengo, deberá poner mucho esfuerzo si desea exterminar a mi familia y si igual lo logra no es mi problema, ya que eso solo probara que no merecían vivir.” Le explico al anciano con frialdad y su clara sonrisa maliciosa, sin mostrar el mínimo interés por el bienestar de sus conocidos.

“Tu segundo rumor si me preocupa…” comento dejando ver su molestia a la insistencia del viejo para hacerlos sentir incomodos. No me levanto como la mujer aunque bajo mi mano buscando uno de mis cuchillos que llevo encima. “Muy astuto. Pero si era esa su idea porque no simplemente nos mato antes cuando estábamos todos reunidos? Para que se preocuparía ahora mismo que tengamos lo que necesitamos si planea matarnos?” pregunto pensando en una posibilidad para mostrar falso su rumor.

Pero su atención fue al demonio que hasta el momento habia permanecido callado. Sonrio con malicia ante el sujeto que al final probaba ser mas bueno de lo que mostraba su apariencia.

-¿Para que se iba molestar, cuando es mas sencillo dejar que nos matemos entre nosotros sin mover siquiera un dedo?- Comente, de brazos cruzados, mirando con desconfianza al anciano.- Antes tenia que preocuparse de 50 campeones que podian hacerle frente, ahora solo de alrededor de una docena mas o menos, y cuando termine el torneo, solo tendra que enfrentarse a uno de nosotros, con su ejercito y otros 49 a su servicio. Al parecer nuestro shogun no solo es astuto y cruel, sino ademas demuestra una eficiencia perezosa digna de aquellos para gobernar desde un trono.

Envidiaba a Katsu, su orgullo familiar y su pragmatismo era algo que yo misma hubiera esgrimido en el pasado, convencida de que mi linaje podria con cualquier amenaza, pero ahora solo quedaban tumbas que rezar y un puñado de debilitadas y aterradas brujas como compania. El shogun no era una amenaza que uno pudiera luchar solo, al igual que uno no podia dar puñetazos a un maremoto.

-Hablas mucho anciano, pero solo con palabras uno no demuestra su lealtad. Por lo que sabemos, perfectamente podriais ser un siervo del shogun venido aqui para probar que somos traidores a la corona.- Le regañe, mientras levantaba y le mostraba mi muñeca, donde lucia aquel brazalete que todos nosotros teniamos como grilletes.- Si quieres que hablemos con absoluta franqueza, demuestra que puedes liberarnos del yugo del Shogun. Debe haber alguna manera de impedir que nos convirtamos en esclavos sin mente, como hicieron nuestros anteriores contendientes.

Los gestos de la joven no hacían mas que hacer crecer el hambre en el interior de Mina, incluso podía oler su nerviosismo. -Tranquila, no te va a doler, te prometo que te gustaran todos y cada uno de los besitos que te de. Sintiendo el calor y el peso sobre si misma, se colocan en una especie de abrazo y pasa suavemente su lengua por el cuello de la joven, como si marcara un recorrido. -Me considero bastante especial a diferencia de los que están aquí, mi habito alimenticio podría ser bastante diferente, ya estaban avisados cuando me trajeron aquí. Así que como puedes ver a la dulce niñita le traen un buen servicio. Dicho esto pasa los labios por una zona del cuello y clava sus dientes para comenzar a beber su sangre. Al contrario del dicho popular Mina se tomo su tiempo, haciéndolo suavemente y dejando que con cada mordisco, la joven ardiera un poco mas por dentro ya que su mordisco no hacia daño, mas bien al contrario.

Con parte de la barbilla manchada y sin dejar de ir pasando la lengua por la herida para saborear el dulce sabor de la sangre Minas e dispuso a participar en la conversación. -Sin duda el Shogun no tiene unos pensamientos muy buenos con nosotros, mi reino sin mi se alzaría sin dudarlo si vieran peligro en mis tierras. Adema, de golpe las normas han cambiado bastante, de no tener al vencido todo un día nos los han quitado, al menos a mi, de mala manera. Ademas me parece que no se han ido, están bajo el servicio del Shogun, algo que tampoco nos habían comentado, un traslado inusual hacia un castillo diferente al que deberiamos estar. Tan simple como que tendrá a los mejores guerreros bajo su mando y nadie para detenerlo. Sin duda alguien inteligente. Pasa uno de los dedos por los labios de la joven para ahogar un poco sus gemidos. -Una situación verdaderamente interesante.

Pues si el shogun, ha hecho tales atrocidades con nuestra gente y familias, dudo mucho que sean casualidad...digo ante las intervenciones del anciano señor...mientras lanzo un guiño a Nyobe...

Por otra parte Rack, no se te haga raro; después de todo, ya hemos sido testigos nosotros mismos del poder que tiene, solo nos queda rezar para que soporten los ataques, dado el caso eventual de que estos existan termina diciendo, al ver semi desfallecida a la chica que acaba de ser succionada por la chica vampiro.

Esperemos a ver que nos depara el destino próximo digo mirando al techo.