Partida Rol por web

Desde los diferentes rincones del Reino vais llegando hasta el paso fronterizo a las tierras volantes. Contemplarlas desde abajo se hace extraño e impactante. Diferentes regiones de enormes hectáreas que levitan junto a las nubes, conectadas entre si mediante la magía.

Hay mucha gente reunida, soldados, curiosos, participantes al torneo y embajadores y diplomáticos que vienen a mostrar sus respetos al Shogun.

Un aparato similar a un barco con una gran vela hinchada como si fuera tripa de animal es vuestro medio para alcanzr tan lejanas tierras.

Pronto ganais la suficiente altura en un viaje que dura unas pocas horas. Desde la cubierta del Zeppelin podeis admirar vuestro destino. Es mucho mas grande de lo que vierais desde tierra firme. Un enorme valle con varias edificaciones donde sus montañas se hacen mas escarpadas. Cascadas rios e incluso un gran lago en su centro.

El Zeppelin desciende hasta un extremo de ese curioso reino, lo que parece a simple vista una gran posada donde tomar tierra y podias bajar.

Personal civil de la posada os atiende y os aloja dándoos una habitación a vuestro gusto. Incluso os llegan a insinuar si necesitais alguna otra cosa, como compañia para pasar la noche.

Os anuncian que tras pasar la noche, de madrugada os harán llamar junto al resto de participantes. El resto de invitados estan excluidos y podrán seguir descansando. 

El lugar de reunión justo al amanecer es una gran sala en la planta baja donde se reunirán multitud de guerreros y magos.

Hay unos cuantos guardias de armadura roja que escoltan a un hombre que tiene mas pinta de erudito que de guerrero.

Llega hasta una tarima alta donde hay un púlpito en el que se yergue para dirigirse a todos.

- Bienvenidos y gracias por acudir a la llamada de vuestro Rey, el mágnanime Shogun Zhu Wen de forma tan rauda. Como vereis sois muchos para tan pocas plazas y para ello se va ha hacer una preselección de candidatos a través de combates en las tierras bajas, que es donde nos encontramos. se detiene un segundo para tomar algo de aliento antes de proseguir.

- Se os va a entregar un amuleto como el que llevo puesto a cada uno de vosotros. No os lo podeis quitar una vez puesto. Después partireis por separado y os desperdigareis por este vasto reino. Cuando Os toque luchar ese brazalete se iluminara y os dará el nombre de vuestro contrincante y en cierta forma os guiará hasta el.

- Las reglas del torneo creo que son claras. Gana quien acaba con su rival a no ser que este se rinda. En estas tierras sagradas no morireis, tras el combate vuestras heridas sanaran en segundos. Pero el perdedor será eliminado del juego y pasará a disposición de quien le ha ganado mientras dure el torneo como si fuera su lacayo. El hombre sonrio con la idea como si algo macabro se le pasara por la cabeza.

-!UAAAAH¡- Bostece en voz alta, en mitad de aquel gentio. La verdad es que no me enteraba muy bien de que iba todo ese lio de torneo, y estaba demasiado cansado para siquiera molestarme a prestar atencion.

El viaje hasta aqui habia sido bastante tranquilo pero mareante, y mas de una vez habia potado por la cubierta, aunque lo peor era la enorme cantidad de gente ¿Porque habria tantos?¿Acaso con ocho no hubieran bastado al shogun? De cualquier forma, me era dificil sentirme comodo ante tanto extraño, aun llevando la capucha que siempre usaba cuando queria pasar desapercibido.

Solo una cosa me quedo en claro, brazalete llevar, si brilla hay que ir y luchar contra tu rival. Incluso para mi, era facil de comprender. Lo que no tenia tan claro es que ibamos a hacer entre combate y combate.

"Hum, supongo que siempre puedo preguntar al tabernero por un mapa y donde hay el mejor pescado del reino." Pense para mi, colocandome el brazalete."Aunque antes deberia informarme si hay armerias y tiendas cerca de aqui. Y cañas de pescar, por supuesto que si." Tomando una decision, me fui con brazalete en mano, directo al posadero para preguntarle mas sobre este reino.

-Interesante.- Fui apuntando uno a uno varias preguntas que me hacia en mi libreta, con ya brazalete en muñeca, mientras aquel hombre explicaba, osea, explicaba fatalmente las reglas del torneo.

Habia un monton de cosas que debia aclarar, por ejemplo, ¿Se podia tener mas de un lacayo?¿Si perdias o ganabas, los lacayos del perdedor pasaban al ganador?¿Podemos usarlos para combates o usar sus propiedades?¿Habia alguna limitacion en cuanto que podiamos hacer con el?¿Uno tenia que ir obligatoriamente a encontrarse el rival, o podia esperar que el rival viniera?¿Que pasaba si se rompian?

¡Tantas preguntas, y no podia hacer alguna a temor que los demas me escucharan! Despues de todo, era una competicion, y no queria darles ventaja a mis rivales, pero tenia que informarme de alguna manera, o quizas no ¿Quien me impedia probar yo misma mis teorias?

Si, mejor, de todas maneras dudaba que ese hombre se fuera a molestar a responder a una sola contendiente sin importancia, ademas debia darme prisa, si queria tener ventaja debia ir pronto al lugar mas ventajoso para mi, el lago. Ademas me moria por bañarme, tanto tiempo en forma humana sin contacto del agua me hacia que me picara y se me secara la piel como un bacalao salado. Un pensamiento, que me hizo tiritar de escalofrio.

Sin mas reglas o noticias de los encargados del torneo, me fui a mi habitacion a recoger mis cosas y marchar hacia el lago, y si acaso, antes de marcharme le preguntaria al posadero por un mapa y proteccion corporal. Odiaba usar armas, pero no diria que no a una armadura de cuero si eso evitaba que me destriparan a la primera cuchillada, siempre y cuando fuera ligera y no me hundiera. Aunque no pueda morir ahogada, podria morirme de hambre si me quedara dias atascada dentro una coraza de metal en el fondo del lago.

- ¿Armas y armaduras? Esto es una posada, solo encontrará habitaciones cómodas y calientes, algo de comida así como licor de diferentes rincones del reino. La camarera deja su bandeja de cervezas sobre una de las mesas antes de proseguir.

- Abajo, en el valle, en las pequeñas aldeas creo haber oido que hay algunos herreros. Probad por preguntar en ese lugar.

Cansancio, aburrimiento, monotonía. Aquellas palabras eran el día a día de la reina de los vampiros Como cada mañana, Mina se coloco su gel de oscuridad, preparado especialmente para que la luz del día no dañara su blanca piel, un gran invento y progreso para los vampiros. Su meta, simple y fácil. Llegar al torneo y vencer. No existía ser alguno que pudiera enfrentarse al decreto de la reina, pero siempre tuvo el miedo de que la gente normal fuera a por su reino y para su desgracia el sol estaba del lado de los humanos. Su deseo era el de tener sus propias tierras, unas tierras en las cuales los humanos o cualquier otro ser que no fuera invitado de la reina de la oscuridad no pudieran entrar. Un reino seguro en el cual sobrevivirían. Pero claro eso no era mas que un deseo, las ansias de probar la sangre de sus victimas era suficiente aliciente para levantarse de su aburrida vida.

Vestida con su traje largo tal como su de una gotic loli se tratara, Mina se embarco en su viaje, dispuesta a luchar en el torneo. Aunque en su mente mas bien estaban las palabras “vencer en el torneo con suma facilidad”. Se maravillo con lo que vio pero no mostró emoción alguna en su rostro infantil. La mayoría de los que estaban alli serian sus contrincantes, con la comida no se jugaba.

Al llegar a la posada tuvo su petición. -Traedme a una buena mujer virgen. Dijo con una sonrisa divertida dejando que sus ojos del color del rubi observaran al personal. -Y que sea joven, son mas dulces. Aquella noche disfruto de su cena, con moderación por supuesto, su acompañante también lo disfruto. El mordisco de la reina es un gran honor para cualquier mortal. Aunque no considero adecuado el transformarla.

Por la mañana se sentó con las piernas cruzadas escuchando el discursito aburrido de aquel hombre. Casi antes de que acabara el brazalete ya estaba en el brazo de Mina. -Bien, entonces haré tiempo mientras preparan a mi contrincante. Fueron las palabras de la vampiresa antes de buscar algún sitio cómodo en el cual esperar, quizás una biblioteca. Era su sitio favorito. Empezaria por ir al norte a ver que encontraba.

Luego de un largo viaje por fin había llegado junto al resto de los combatientes, había sido mas largo y extenuante de lo que se había planteado en un principio, seguramente por su poca costumbre hacia los viajes. Pero desde el principio se notó que había valido la pena obedecer en ese momento las órdenes de nuestro rey.

Si no de que otra forma podría ver esta maravillosa ciudad estado flotante o podría disfrutar de tan distinguido servicio de compañía que no tarde en exigir ni bien estuvo la opción. Aunque eso no le evito estar lo suficiente descansado para la reunión de mañana.

En la reunión observo sin mucha atención a las demás personas aunque notaba que no era difícil ver que eran una gran cantidad, pero como suponía el Rey se habia preparado para esta eventualidad. Mientras explicaba las instrucciones del amuleto no podía evitar mirar a supuesto rey demonio con una sonrisa divertida, se encontraba cerca pero al estar tan vigilado era mejor no hacer ningún movimiento estúpido para acercársele o al menos no hacerlo hasta poder comprobar si es posee la capacidad que todos dicen. Su discurso le volvió a interesar cuando escucho la ultima parte y como el propio rey sonrio de forma macabra ante la posibilidad que con seguiría con alguna de las bellezas que participaban de esto.
 

Finalizada la reunión y dejado a su juicio la exploración de esta isla, se quedo pensando donde ir. Escucho sobre las armas que se producían en el valle, pero eso a él no le interesaba demasiado. Al partir asi afuera se decidio primero por explorar la pequeña aldea en la que se encontraba como si no tuviera objetivo, pero habia pensado en buscar un cementerio para ver si existía algo asi en este lugar.

 Yagami contempla con asombro, lo ostentoso del palacio donde acaba de entrar, si tan solo en casa tuviéramos un poco de esto...

Puedo tomar la palabra señor? dice el chico con reverencia, esperando que le den autorización de hablar.

Ahora te la activo para que la puedas ver y puedas escribir. Pero antes de eso leetela bien y ten en cuenta que yo escibí un post como Ryu, para que sigas la coherencia.

ok, gracias