Partida Rol por web

El laberinto del bufón

III - Hacia La Vieja Senda

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20/12/2016, 21:01
Aldar

Escuché las explicaciones de Freya enternecido. Se resistía a mostrar su lado benévolo, pero de sus palabras se desprendía que era buena parte de su motivación, que sentía la necesidad de no dejar a los demás a su suerte. Nuevamente, como hiciera en voz alta con Balakar, me vi reconociendo que quien tenía delante era mejor persona que yo.

No me tenía por un mal hombre, no era eso. Pero era un hombre que se ocupaba de sus propios asuntos, tratando de no inmiscuirse en los de otros si no le concernían. Sin embargo, no siempre había sido así. De lo contrario, nunca habría conocido a Freya.

Ese pensamiento me distrajo un instante, pero se quedó en la parte más oscura de mi mente mientras me acercaba a la bárbara de mi corazón, sonriendo al ver cómo me amenazaba con lo que debería hacer... y no hizo. Lo que sí hizo fue tomarme entre sus poderosos brazos y llevarme hasta ella, para fundirnos en un apasionado y salvaje beso, tras el que me soltó entre bromas que no le dibujaron una amplia y genuina sonrisa, esa de felicidad que yo deseaba ver en su adorable rostro.

Al contrario, cariño, has hecho que crezca... -Repliqué con una sonrisa lleva de picardía- Ah, y la sonrisa también. -Añadí guiñándole un ojo- Luego tendremos tiempo para terminar lo que hemos empezado, ¿de acuerdo? -Le dije, ya más seriamente, acariciando su mejilla con ternura- Pero ahora tenemos que hablar todos de lo que nos espera mañana. Vamos dentro, ¿vale?

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20/12/2016, 21:16
Aldar

Tras compartir unas palabras en confidencia con Freya, asuntos privados que tuve a bien no compartir en público, decidí que ya era hora de acceder al interior y saludar a la compañía y a nuestro anfitrión. La puerta estaba abierta, de modo que no me molesté en llamar siquiera. Además, Asdra ya habría avisado de mi llegada, de modo que para nadie sería una sorpresa. Lamento la tardanza... -Me disculpé, soltando mi equipo y depositándolo apoyado en una pared cerca de la mesa, en la que me fijé inmediatamente con una sonrisa esperanzada- ¿Me habéis dejado algo que llevar al buche? -Pregunté recorriendo los rostros de los presentes- Traigo nuevas acerca del camino que nos espera, y propuestas para hacerlo algo más seguro, también. Ese explorador ha sido generoso en detalles, Corum, algo que debemos agradecerte...

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21/12/2016, 01:06
Corum

De milagro queda algo. Tus amigos tienen buen apetito.... - El hombretón suspiró quedamente y se incorporó con pesadez, apoyando sus dos gigantescas manos sobre la mesa y apartando a continuación un par de dados que habían quedado desperdigados frente al espacio en el que pensaba que se sentaría Aldar.

No tienes nada que agradecer muchacho, me vale con que mañana salgáis de mi casa, - bromeó, -  antes de que acabéis con todas mis provisiones. - Con una sonrisa, el anfitrión se dirigió hacia el caldero de estofado, el cual hacía mucho que había dejado de humear, y rellenó un cuenco utilizando el mismo cuenco a modo de cucharón.

Supongo que Durián te habrá comentado los...inconvenientes que un viaje en esa dirección conlleva en esta época del año. ¿Verdad? - Corum volvió a la mesa, depositó el cuenco rebosante de estofado frente a Aldar, y se dirigió a la puerta para situarse bajo el quicio de ésta. - Durián es perro viejo, y conoce bien estas tierras. Si tuviese que apostar entre él y un zorro para que me guiase por esos bosques... no tendría duda alguna en quién depositar mi confianza. - Comentó echando una fugaz mirada al exterior, donde los tonos anaranjados de la tarde habían quedado desplazados por las sombras de la noche, instaurada como dueña y señora del lugar.

Se aclaró la garganta y permaneció un par de segundos en silencio. - Bien, creo que saldré a cortar algo más de leña para la noche. Descansa y tómate tu tiempo para informar a tus compañeros, una vez dejéis Venatus atrás, será mejor que todos seáis conscientes de lo que os espera. - Enigmático en ese punto, Corum dejó la sala.

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21/12/2016, 03:57
Bosque de Venatus

Con la noche encima y poco conocedora pese a su condición de druida del bosque por el que se movía, localizar a druidas pertenecientes a otras arboledas se le antojó demasiado difícil a Amaranta. Lo primero y más importante para esa noche, tanto para ella como para cualquiera que se encontrase en su situación, era localizar un lugar para dormir. Había dejado atrás Saduj y aunque los caminos se patrullaban con relativa frecuencia los alrededores de Venatus no eran un lugar alejado de los peligros propios de las tierras agrestes: bestias, animales y bandoleros.

Hasta el momento, Amaranta había sido afortunada y había conseguido seguir al grupo de expedicionarios desde una relativa distancia sin llamar demasiado la atención y sin toparse con peligro alguno pero, tal y como Aldar había dicho, si se adentraban en el bosque en dirección a las estribaciones que rodeaban al Colmillo Roto, lo más seguro es que tarde o temprano acabaría por toparse con algo que pondría en peligro su vida. Bandidos, osos lechuza e incluso espíritus...¿estaría realmente preparada para hacer frente a todas esas amenazas en solitario? Es más, ¿lo estarían Aldar y los suyos sin su compañía? Aquellas preguntas estaban lejos de hallar respuesta por el momento pero lo cierto era que no pocos habían muerto en aquellas tierras por sufrir lo que muchos llamaban «un exceso de confianza».

Notas de juego

Necesito saber:

- Dónde piensas pasar la noche.

- Hechizos preparados para el día siguiente.


Como nota sobre la distancia que separa la cabaña donde se cobijan Aldar y los suyos de Venatus, es aproximadamente de tres millas, que andando te llevaría al menos una hora.

 

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21/12/2016, 08:58
Jake O'Sullivan "Sully"
Sólo para el director

Levanté la vista hacia la puerta al escuchar el sonido de los caballos. Vaya, parece que ya ha vuelto Aldar pensé sin mucho entusiasmo. En mi foro interno esperaba que no volviera o que le hubiera ocurrido algo de camino, pero, ¿qué le vamos a hacer?

Seguí disfrutando de la comida mientras los demás acudían a ver que noticias tenía. La puerta se abrió y entró Aldar. No había que perder las formas, así que le saludé con un gesto de la cabeza mientras masticaba un trozo de pan. Ahora tocaba esperar que explicara qué había encontrado por el camino y cual debía ser el paso más seguro a tomar, pero creo que tendré que esperar, Aldar venía hambriento.

Corum salió de la cabaña. Parecía como si ya supiera lo que Aldar tenía que explicarnos.

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21/12/2016, 15:42
Zafira 'Ithildin
Sólo para el director

 

Zafira decidió que estaría siguiendo de cerca al grupo de Aldar, así que emprendió camino hacia donde ellos estaban.  Al llegar a sus inmediaciones buscaría un árbol bien alto y dormiría ahí, entre sus ramas.  Quizá le haría saber a éste su presencia con un signo, quizá no.   

¿Una cabaña? ¿Quién quiere dormir en una cabaña cuando tiene todo el bosque para que sea su casa?  

Reconocería la parte de la comarca donde estaban, pensaría en los animales y otros peligros naturales que había cerca para estar prevenida, y cuidarlos.  De hecho, al llegar cerca, buscaría alguno de esos viejos árboles para que algún ser faérico la cuidara esa noche.  Nunca falta la driada hospitalaria, que le pide a una unos hongos a cambio de velar por ella

Aún no sabía que quería ese grupo que seguía, apenas los conocía, pero sabía que la gente que luchaba por la libertad en Saduj la había mandado a espiarlos y tendría necesariamente que mantenerse cerca de ellos si quería saber qué era lo que habían venido a buscar.  Tal vez valiera la pena unírseles con el pretexto de ser su guía mientras atravesasen el bosque.

Sería justo cuando el sol manda sus primeros rayos a las nubes arriba de ella que la buena de Zafira-Amaranta le pediría a la naturaleza sus favores. Meditó a esa hora sobre la forma de ver magia en todo, pidió guía a la naturaleza, y luego pidió a las ramas y vegetación que la socorriera amarrando a sus enemigos cuando lo necesitara, y que cerrase las heridas de sus aliados si desangrándose estuvieran.  Recogió en el camino todos los componentes que necesitaría para ello, y algo más para comida y medicina, acomodó sus cosas en su mochila hecha de hojas entretejidas y continuó hacia algo que no conocía bien del todo.

¿Pues cómo mirar al horizonte si no se sube una a la colina?   - pensó al subir una colina de verdad, de piedra y tierra y matorrales.  Y en ella, a un árbol.  

Descansó, en las ramas, en esa meditación que es frontera del sueño para los elfos.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

* Nivel 0: 

Detect Magic, Guidance(2)

* Nivel 1: 

Entangle, Cure light wounds.

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21/12/2016, 18:22
Asdra

Cuando Aldar entró triunfante en el comedor, Asdra ya había vuelto a tomar sitio en la mesa, indiferente. Justo en el momento en que Corum informaba al explorador del apetito de sus compañeros ella jugueteaba con la cuchara de madera en su cuenco de estofado, falta de apetito. La idea de abandonar a un fiel amigo como Corum y ponerse de nuevo en camino no es que le hiciera mucha gracia pero al menos una travesía así mantendría su mente ocupada. Con un poco de suerte estaría tan cansada que ni pensar podría. Se mantuvo callada esperando a que alguien preguntara a Aldar pues éste parecía hacerse de rogar.

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21/12/2016, 20:39
Freya

La pícara chanza del hombrecillo del bosque me sacó una suave risa, aunque igualmente le golpeé en el hombro por ello, mientras él me guiñaba un ojo. El alegre gesto en mi rostro lamentablemente duró poco, pues debíamos volver a temas más serios.

Con la fuerte mano de Aldar acariciando mi mejilla, me pidió que postergáramos aquella conversación, apremiando compartir con el resto lo que había averiguado. Asentí, sintiendo aún más lo áspero de su piel en mi cara, antes de coger su mano para besar sus dedos con cariño.

- Claro, vamos dentro. - dije al soltar su mano con cuidado. - Pero… - mi mirada se dirigió un momento hacia la entreabierta puerta. – Que no te extrañe mi actitud, luego te lo explico. – le advertí para que no se preocupara, ahora era crucial que se centrara en compartir aquella información.

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21/12/2016, 20:41
Freya

Nos dirigimos dentro, y mientras Aldar se disculpaba y anunciaba que el viaje había sido exitoso, yo guardé silencio, acercándome a por algo para beber. Pude escuchar a Corum hablando de Durián, y ver por el rabillo del ojo cómo servía la comida a Aldar antes de anunciar que iría a por algo de leña.

Mientras lo hacía puse una jarra con agua y un vaso frente a Aldar, así como una cuchara con la que poder degustar más cómodamente la cena. Entonces cogí un cuenco y me dirigí al puchero, rebañando con un cucharón lo que en este quedaba para poder cenar yo también. Me senté frente a Aldar y puse el cuenco delante de mí, evitando mirar a Balakar y a Avlin, y echando una fugaz mirada a Asdra.

- Privilegios de ser el sacrificado explorador. – bromeé dirigiéndome a Aldar, en referencia a que a él le habían servido la cena, mientras hundía la cuchara en aquel estofado. – Dinos, ¿Qué te ha contado ese tal Durián? – pregunté sin más rodeo, llevándome una cucharada a la boca sin dejar de atenderle.

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21/12/2016, 22:04
Aldar

Lo cierto es que, a pesar de las bromas y de haberlo propuesto yo en un principio, me sorprendió enterarme de que realmente sí que habían cenado ya. No por parte de todos, había gente entre los presentes de la que no esperaba gran cosa, y en seguida pude comprobar que Freya no había probado aún bocado. Pero el enano sí, y había sido él precisamente quien con tanta determinación había afirmado que me esperarían. No he sido nunca un verdadero experto en el pueblo enano, pero pensaba que su palabra valía más. Y si no valía para algo tan sumamente sencillo como eso...

En efecto, Corum, me ha hablado de los pros y contras de esta incursión. -Confirmé a nuestro anfitrión antes de que abandonase la cabaña, cogiendo la funda con los mapas antes de acercarme a la mesa- Con la información que me ha suministrado, creo que podremos minimizar un poco los riesgos.

Freya me acercó algo de agua y una cuchara para el estofado, que me despertó un hambre voraz. Habituado a las vituallas propias del camino, cualquier puchero caliente acostumbraba a saberme a gloria bendita. Sin embargo, antes siquiera de intentar probarlo, extendí debidamente el mapa más adecuado para inspeccionar el recorrido que teníamos por delante en el centro de la mesa, justo entre Freya y yo, invitando a los demás a acercarse. Ni siquiera tomé asiento, permanecí en pie con el cuenco en la mano izquierda, observando las indicaciones del mapa. Cogí la cuchara y me llené la boca con ella, dejándola de nuevo en el cuenco y masticando con los ojos cerrados un instante, disfrutando del sabor. Después, comencé a explicarme.

Bien, os comento. Nosotros estamos en este punto de aquí, Venatus. -Les indiqué para ponerles en situación, poniendo un dedo sobre el punto donde estaba la aldea- Siguiendo esta línea de aquí, la calzada real nos llevaría a nuestro destino de forma rápida y directa. Durián dice que esta época del año no es mala, y que la calzada no se mantiene mal a pesar de ser bastante vieja. Esas son las buenas noticias, las malas son que hay que evitar este punto, Argentea, una aldea donde lleva unos años establecida una banda de bandidos. Puede que su número sea algo reducido en este momento, pues con la feria de primavera podrían haber aprovechado para ir unos cuantos a Saduj, pero aún así no conviene arriesgar. -Me llevé otra cucharada a la boca, dejando que la idea se asentase en sus cabezas- Otra opción es remontar el río, hay una ruta de guardabosques a una legua al oeste de la calzada. Pero esa ruta entraña varios riesgos. Alguna parte puede ser intransitable si el río ha crecido, los animales pueden tener problemas para avanzar en condiciones, y los guardabosques destinados a la zona podrían vigilarnos y, según vean, tomar medidas contra nosotros, al menos hasta Argentea. A mí, personalmente, no me convence mucho. -Reconocí, aunque era una verdad a medias. Realmente, la discreción de esa ruta me gustaba, y seguramente me adaptaría bien a ella, en caso de ir en solitario. Lo que no quería era meterles a ellos en un sendero tal- A eso se suma el problema al que creo se refería Corum. Hay osobúhos en la zona, y en esta época despiertan de su hibernación. Estarán hambrientos, rabiosos, y somos extraños en su territorio. Esos bichos son grandes y peligrosos, lo digo muy en serio. -Les advertí- Es muy probable que hasta Argentea no haya demasiados, si los guardabosques han hecho bien su trabajo, pero de esa aldea en adelante las posibilidades de un encuentro aumentarán mucho, al menos hasta Dorwinion. -Señalé el punto en el mapa- De ahí en adelante, nuestro problema no serán los animales... -Indiqué con gesto torcido, llevándome otra cucharada a la boca- Lo que yo propongo es lo siguiente: salimos de Venatus por la calzada, y la seguimos hasta estar relativamente cerca de Argentea. A una distancia prudencial, abandonamos la calzada y damos un rodeo para evitar ese lugar. Eso supone aproximadamente una legua campo a través hasta encontrar esa ruta de guardabosques. Luego la seguimos remontando el río y una vez dejemos Argentea suficientemente atrás, volvemos a la calzada. Esas dos leguas campo a través serán duras, pero creo que merece la pena si minimizamos riesgos con ello.

Guardé silencio un segundo, no para seguir comiendo, sino por simple incomodidad. Aún me restaba una última cosa por explicarles, y era la que más se alejaba de cuanto yo controlaba por mis viajes.

Una vez en Dorwinion... Bueno, de ahí en adelante los animales desaparecen, el sitio debe ser un erial. No se si creéis en historias de fantasmas, yo no las descarto, y Durián me ha hablado de ello con demasiada seriedad como para no dar credibilidad a esa posibilidad. Y en la ciudad élfica, Noradian, la cosa debe ponerse peor. -Señalé el lugar en el mapa- Si ese lugar está infestado de no-muertos, deberíamos ir prevenidos. No se si en Venatus hay una iglesia que nos ofrezca tal posibilidad, pero si la hubiera, algunos pergaminos de defensa ante fantasmas podrían sernos muy útiles. Avlin, tú puedes usar ese tipo de cosas, ¿no?

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21/12/2016, 23:15
Avlin Tuercegris

Avlin esperaba impaciente. El gnomo escuchó un insistente ruido molesto, como un golpeteo que se repetía insistentemente. Toc...toc...toc. ¡Maldita sea! Era su propio pie.

Se riñó a sí mismo por su inocente actitud. Ya no era un chiquillo al fin y al cabo pero las tensas esperas nunca habían sido su punto fuerte.

Al fin el explorador hizo acto de presencia, finalmente, y explicó todo el plan que había venido pergreñando por el camino.

- Parece un buen plan- asintió el gnomo- No creo que ninguno de nosotros tenga dudas de quién debe elegir la ruta. ¿Una iglesia? No sé si tendremos tanta suerte. Sí, creo que yo podría utilizar cualquiera de esas cosas. Pero, si realmente intentamos adentrarnos en una ciudad, o incluso una región dominada por no-muertos...- el gnomo trataba de hacer cálculos mentales- no sé si una iglesia podría darnos todo lo que podríamos llegar a necesitar... agua bendita...pergaminos de dispersión... un clérigo es lo que necesitaría este grupo en caso de verse en una situación así. O eso, o somos capaces de movernos entre los muertos.

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21/12/2016, 23:46
Balakar

Guardé silencio mientras Aldar tomaba asiento a la mesa y Corum le servía la cena. Dejé el hacha con cuidado a mi vera y continué cenando, impasible ante la mirada que me había dedicado el hombre de los bosques, e incapaz de descifrar su significado. Freya se sirvió su ración, mientras el hombre de los bosques nos ponía en antecedentes sobre lo que nos podía esperar de ahora en adelante.

Me incliné sobre el mapa, teniendo cuidado de no mancharlo. Entrecerré los ojos tratando de seguir las indicaciones del vejestorio, y memorizando los pros y los contras de cada opción.

"Esto se complica por momentos... El plan parecía solido. Aunque sólo lo parece, como todos los planes. "

Aldar me sacó de mis pensamientos al interpelar a Avlin sobre los problemas con los muertos vivientes y sus capacidades contra ellos. Aquella cuestión hizo que me rascase la barba, pensativo, en particular sobre el tema de los sacerdotes, las iglesias y acercarnos a Venatus.

- Siento ser yo quien os lo diga, pero los servicios clericales no son baratos...- Tercié sin contemplaciones.- Y, lo que es mi bolsa, contiene más cobre que oro... Si es que contiene algo de eso.

Resoplé, molesto.

- Me parece que vamos a tener que pasar sin las bendiciones oportunas y hacerlo a la antigua.- El rictus que se formó en mis labios a duras penas podía llamarse sonrisa y, aún así, traté que lo pareciera.- Fuego y acero. Receta tradicional. Satisfacción garantizada. ¿No os parece?

Giré la cabeza para escudriñar a los silenciosos miembros de nuestra compañía e interpelarlos secamente.

- ¿Y bien?

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22/12/2016, 17:54
Asdra
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Te dejo tirada pro si sé algo de Dorwinion del cono. de bardo.

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22/12/2016, 19:42
Villa abandonada de Dorwinion

Notas de juego

Conocimiento de Bardo:

Aunque si bien es verdad que muchos hablan de los fantasmas de Dorwinion en Saduj y que los hombres del barón no suelen patrullar por aquella zona, lo cierto es que Asdra nunca ha visto ninguna prueba sólida que avale tales afirmaciones.

De lo que puede extraerse sobre Dorwinion a partir de los rumores e historias es que la población, una vez se agotó el tráfico mercantil con Noradian, cayó en la más absoluta de las miserias. Los pocos lugareños que trataron de agarrarse a aquella egoísta y dura tierra acabaron siendo olvidados por el resto de los vecinos de la región.

Para Asdra, todo tiene pinta de tratarse de meros rumores.

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23/12/2016, 18:16
Aldar

Torcí mi gesto hacia un costado, apretando los labios, con el ceño fruncido. Quizás... no, seguro que me había expresado mal, y había dado a entender lo que no era, o al menos una versión exagerada de lo que me habían contado. Sin embargo, eso me sirvió también para valorar las reacciones de los presentes. Asdra y Sully se mantenían en silencio, un silencio que resultaba molesto dadas las circunstancias. Pues suponía una incógnita peligrosa. También el silencio de Freya me incomodaba, pero más por preocupación hacia ella que otra cosa. Nuestra breve conversación de ahí fuera no parecía haberla calmado demasiado. Avlin en seguida opinó respecto a nuestro último problema, y parecía ser de la opinión de que todo el material que pudiéramos reunir no sería suficiente, y que precisábamos de un clérigo en la compañía.

Un poco tarde para eso, me temo... -Murmuré mirando el mapa. Eso debía ser algo que hubiera valorado nuestro "patrón" al contratar la compañía. Encontrar un hombre al servicio de dios alguno dispuesto a acompañarnos, aquí en Venatus, sería todo un milagro. Además, tal como bien apuntó Balakar, no contábamos con fortuna con que iluminar sus ojos ante la perspectiva de afrontar esta aventura- Creo... que esto se está yendo un poco de madre, y es culpa mía. -Reconocí- Me he expresado mal. Durián no me ha dicho que aquello sea un completo reino de muerte y espectros, exactamente. Más bien ha dicho que el lugar es inquietante, y que aventureros que se han adentrado en esas ruinas han descrito una sensación, una presencia que les vigilaba, incluso el lamento del guardián de las ruinas. Ningún encuentro directo. Podría ser perfectamente posible que entrásemos allí, hiciéramos lo que hemos ido a hacer, y saliéramos sin mayores contratiempos. Sólo digo que, ante la posibilidad de encontrarnos con un espectro, estaría bien contar con algún as bajo la manga. De ahí la idea de visitar una iglesia antes de salir, no tardaríamos demasiado si vamos a primera hora, de camino a la calzada, aunque lo ideal sería que no acudiéramos todos juntos, para no llamar la atención.

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23/12/2016, 19:14
Asdra

Asdra observaba la conversación con gesto taciturno. De vez en cuando arrugaba el ceño y torcía la naricilla o lanzaba furtivas miradas a Jake. La reacción de su compañero ante las palabras del explorador le intrigaba. Por su parte estaba de acuerdo con la ruta pero no dijo "esta boca es mía" pues ella era una mandada. En su opinión la palabra usada por Aldar, "infestado", llevaba a error a sus compañeros.Aunque si bien es verdad que muchos hablan de los fantasmas de Dorwinion en Saduj y que los hombres del barón no suelen patrullar por aquella zona, lo cierto es que Asdra nunca había visto ninguna prueba sólida que avale tales afirmaciones. Afortunadamente el propio Aldar rectificó sus primeras apreciaciones sobre el tema trayendo de nuevo la calma a los comensales. Seguramente Jake fuera a poner un poco de orden al respecto, pues él era al que Heinrich le había nombrado para formar el grupo. La verdad es que no habían tenido mucha información al respecto pero, si Heinrich hubiera considerado que un clérigo fuera necesario para el éxito de la misión, les hubiera proporcionado uno y no a Jake y Asdra. 

- Todo tiene pinta de tratarse de meros rumores.- La mujer habló aun con la mirada en su plato de estofado, en un tono que no era un susurro pero casi. Cuando se dio cuenta de que lo había dicho en alto se mordió el labio, miró a Jake como pidiendo permiso y después a Aldar por si sus palabras pudieran haberlo ofendido.-Lo que dice la gente de Dorwinion  es que la población, una vez se agotó el tráfico mercantil con Noradian, cayó en la más absoluta de las miserias. Los pocos lugareños que trataron de agarrarse a aquella egoísta y dura tierra acabaron siendo olvidados por el resto de los vecinos de la región. Algo así siempre trae consigo rumores de todo tipo.- Estaba de acuerdo con ir a esa iglesia pero no sabía si había hecho lo correcto en intervenir.- Yo...yo puedo acercarme si queréis. -Asdra no llamaba nada la atención, mucho menos que cualquiera del resto de integrantes del grupo. Además, aunque nadie le había preguntado nunca, ella quizás pudiera utilizar esos pergaminos clericales también. Heinrich la había tenido de un lado a otro, aprendiendo de distintos de sus secuaces. Aprendía rápido aunque nunca había tenido tiempo de profundizar en nada pues Heinrich era caprichoso y siempre se le ocurría un nuevo cometido para ella.- Una vez escoltamos a un clérigo y me enseñó muchas cosas. Bueno...lo básico, no me dio mucho tiempo a más. Pero creo que podría identificar aquello que necesitemos.- Lo que dudaba es que hubiera dinero para hacerse con ello.

 

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23/12/2016, 19:48
Jake O'Sullivan "Sully"

Me limpié la boca con la manga cuando acabé de comer y miré a Aldar. Lo primero y más importante es acabar la misión así que veo bien evitar el poblado de bandidos. Podrían tener algo interesante en su poder pero es un riesgo innecesario. La opción de rodearlo es lo mejor. Lo que no me gusta es eso de los osobuhos pero bueno, podemos arriesgarnos. No quería darle a Aldar el gusto de dirigir el asunto per o tampoco era estúpido. El tenía la información así que de momento le haría creer que estaba al mando. No me importaba estar unos días a la sombra. Estábamos cerca y debía planear bien mi siguiente paso. Además, tenía las cosas de las que preocuparme durante el resto de la misión.

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24/12/2016, 02:39
Región de Eltsembar

Aunque de los allí presentes ninguno había frecuentado aquellas latitudes de un modo que le diese un amplio conocimiento sobre Venatus o sus alrededores, lo cierto era que al ser ésta una población importante, relativamente cercana, y paso obligado para las caravanas comerciales que se dirigían al este en busca del tan preciado añil de Fliermar - tinte azulado con que se trataba los paños que se tejían en Saduj y que hacían que estos alcanzasen precios desorbitados entre la nobleza de Inebar - las noticias sobre la villa y su gentes eran algo que estaba al alcance incluso de más despistado de la región.

Sin embargo, no podía decirse lo mismo sobre Argentea o Dorwinion, prácticamente olvidados o traídos a la memoria únicamente en los casos en que era necesario asustar a los más pequeños de la casa. Sobre ambas poblaciones, las dos abandonadas desde los tiempos en que la decadencia de Noradian hizo que las caravanas optasen por rutas comerciales más lucrativas, se había extendido un velo de misterio que no debería haber sido distinto del de otros pueblos abandonados de no haber sido porque, de vez en cuando, llegaban noticias de que alguien había desaparecido en sus inmediaciones y no se había vuelto a saber de él. Salteadores, bandidos, osobuhos, presencias misteriosas, partidas de caza de los orcos del Martillo Rojo… la mención de cualquier peligro era válida para ganarse la atención de los parroquianos y unas cuantas cervezas gratis en las sórdidas tabernas de Saduj. Pero, para ser sinceros, por mucho que porfiasen unos y otros acerca de ser los conocedores de lo que allí sucedía, nadie, absolutamente nadie, ya fuese en la populosa Saduj o en la altiva y orgullosa Inebar, sabía a ciencia cierta lo que pasaba una vez se deajaba atrás Venatus para continuar por la Vieja Senda, que era como se había bautizado al tramo que se dirigía hacia el norte y que antiguamente había sido una parte más de la Calzada Real.

Los habitantes de Venatus, en su mayoría leñadores, fabricantes de carromatos, tenderos o mercaderes con ínfulas de grandeza cuyos ahorros no les permitían instalarse en alguna de las dos grandes urbes de Eltsembar, habían optado por volver la espalda a sus dos vecinos del norte y alimentar las numerosas leyendas sobre ellos con la esperanza de que las caravanas comerciales se viesen obligadas a pasar por allí y dejasen de lado la posibilidad de tomar otra ruta más al norte que les llevase directos a Inebar sin hacer escala en sus posadas, tabernas y puestos de reparación de carros.

Que esto fuese así, no obstante, no ocultaba el hecho de que en efecto algo extraño sucedía en aquellas tierras aparte de los peligros propios de los entornos naturales, como era el caso de los osobuhos. La señal más obvia era que las patrullas del barón habían dejado de patrullar las llanuras que se extendían más allá de Venatus. La versión oficial al respecto se escudaba en la falta de hombres para cubrir tan vasta extensión de territorio, sin embargo aquella explicación se hundía por su propio peso cuando uno había vivido durante un par de meses en Saduj, donde multitud de jóvenes en edad de portar armas se veían abocados a vagabundear o delinquir por falta de trabajo. En definitiva: ni los propios soldados eran capaces de dar una argumentación convincente sobre la postura de sus superiores, por lo que se limitaban a encogerse de hombros cuando se les preguntaba o bien a repetir de forma mecánica las mismas palabras que el resto de ciudadanos había escuchado cientos de veces. Era por ello que, para los compañeros, salir de las rutas habituales y protegidas acabaría convirtiéndose en un viaje a lo desconocido.

De entre las rutas planteadas por Aldar, lo cierto era que la elección de rodear Argéntea era la más lógica y menos arriesgada, si hacía caso a los rumores sobre bandidos. A medio día de Venatus, en la bifurcación donde la Calzada Real adoptaba el nombre de la Vieja Senda, podrían dejar Argéntea a la izquierda y tomar un amplio rodeo a campo traviesa para adentrarse en los tupidos sotobosques que precedían a una pequeña cadena de modestas colinas.

El río Stearen, crecido tal y como había afirmado Durián, quedaría siempre a su derecha, lo que impediría que en un momento dado se desviasen demasiado hacia el este. Tarde o temprano, acabarían topando con las rutas forestales que los exploradores y guardabosques utilizaban para sus movimientos por la región; una vez la hallasen no debía ser difícil volver a localizar la Vieja Senda y seguir sobre ella hasta cruzar las colinas. A ojo, y sólo contando como referencia con los mapas que Heinrich les había proporcionado, el viaje de ida a caballo no debería llevarles más de diez u once días si no sufrían contratiempos, una cifra nada desdeñable si tenían en cuenta que necesitarían provisiones suficientes también para la vuelta. Con eso presente, y sabedores de los pocos fondos con que disponían, tendrían que apretarse mucho el cinturón si no querían acabar muriendo de hambre una vez dejasen atrás Venatus. En aquellos momentos, más de uno no pudo evitar mirar al caldero, prácticamente vacío, pensando si no sería aquella la última comida caliente de sus vidas.

Notas de juego

Podéis ampliar el mapa si pincháis en la imagen.


Leyenda

3 - Saduj
4 - Venatus 
5 - Argentea (Villa abandonada)
6 - Dorwinion (Villa abandonada)
7 - Colmillo Roto
9 - Bosque del Olmo Gris (Territorio de la tribu orca del Martillo Rojo)
12 - Cabaña de Corum


Para visión completa de la región tenéis el mapa grande en la Escena de Mapas.

 

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24/12/2016, 18:34
Freya

En pie, con el mapa a la vista de todos y con el cuenco en la mano, Aldar fue dando las explicaciones pertinentes mientras señalaba los puntos clave cuando era preciso. Aprovechó los interludios para ir llenando el estómago, momentos en los cuales los demás nos afanábamos en comprender la información dada.

Tras ello, Aldar nos planteó cuál sería su opción, y los demás comenzaron a intervenir; pero yo me quedé mirando el mapa unos minutos más, sopesando las distintas posibilidades. La ruta del río hubiera sido buena en otras circunstancias, pero dudaba que algunos de los presentes pudieran con algo así. Lo mismo venía a mi mente al pensar en los bandidos, eran algo a evitar. La ruta propuesta por Aldar parecía la mejor opción, y de todos modos tratándose del explorador no sería yo quien propusiera una ruta alternativa. Aun así, aquella opción no estaba exenta de riesgos, siendo dos cosas las que me preocupaban.

Por un lado estaba el tema de los no-muertos y fantasmas, que al parecer también había preocupado bastante al resto. Discutieron alternativas para afrontar esto, haciendo Aldar alguna aclaración e informando también Asdra de que había grandes opciones de que fueran simples rumores.

- Una información que habría estado bien que nos hubieras dado antes. – apunté, mirándola con suspicacia. – No es buena idea que vayas tu sola, creo que Aldar, Avlin o Balakar deberían acompañarte; podría ser peligroso. – añadí seria. – Por cierto, estaría bien que nos hablaras de tus habilidades. - Comenté en un tono más amable. – Supongo que Jake las conoce, pero no sé el resto, y si puedes hacer cosas como las que un clérigo te haya podido enseñar, creo que sería de bastante utilidad que lo compartieras.

El otro problema, el que más me preocupaba, parecía haber pasado más desapercibido.

- Los oso búhos no son una opción. Si no he entendido mal, entre Argentea y Dorwinion es más que probable que nos encontremos a esas hambrientas y fieras criaturas. – aclaré a Jake, antes de mirar a Aldar en busca de su confirmación. – Me preocupa más ese peligro real que un posible fantasma o algunos no-muertos, aunque no está de más ser precavidos; si de verdad nos encontramos con ellos podríamos vernos envueltos en una situación más que delicada... Aun así, creo que habría que pensar algo también contra estos animales. - comenté antes de comenzar a cenar.

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25/12/2016, 16:39
Aldar

Asistí a las primeras impresiones de los demás en silencio, apurando mi cuenco de estofado con gran agradecimiento por su sabor y el calor que reportaba a mi cuerpo. Y también, por qué no decirlo, meditando el tiempo que habría de pasar antes de volver a disfrutar de algo así.

Asdra parecía ciertamente escéptica ante la posibilidad de presencia fantasmal al final de nuestro camino. Cuando su mirada se cruzó con la mía, me encogí de hombros. Ojalá estuviera en lo cierto, de hecho esa posibilidad estaba ahí. Lo que yo temía, realmente, era la posibilidad contraria. Que fuera real, no estuviéramos preparados, y llegado el momento no hubiera forma de remediarlo. Por ese motivo me interesaba tanto partir con algo en nuestras alforjas, aunque luego resultase inútil, finalmente. De modo que descubrir que Asdra disponía de conocimientos para emplear ese tipo de recursos, así como su predisposición a acudir en su busca, me resultó en cierto modo una buena noticia.

Jake habló justo después, mostrando su conformidad con el plan a grandes rasgos. Sus apreciaciones acerca del campamento de los bandidos me hicieron enarcar una ceja, curioso. ¿Qué clase de persona, al oír hablar de un campamento de bandidos, se plantea lo que podría conseguir de ellos? Ese hombre seguía siendo un misterio para mí, uno que difícilmente desentrañaría jamás.

Freya en seguida corrigió alguna de las palabras de Jake, dejando claro que había comprendido mejor que él mis explicaciones. Asentí, sonriente, cuando la bárbara me miró, confirmando sus palabras. Los osobúhos no eran una opción, eran un riesgo por cualquier ruta posible.

Los animales son animales, yo optaría por el método tradicional que plantea Balakar como segunda opción. -Propuse, dejando el cuenco sobre la mesa bien apartado del mapa- Lo mejor, sin duda, es mantener las distancias si es posible. He estado practicando el trato con las bestias, algo que a mi maestro se le daba muy bien, pero aún disto mucho para tenerlo dominado. Él era capaz de apaciguar fácilmente a cualquier animal, en mi caso es más... como tirar una moneda. -Reconocí humildemente, algo avergonzado de mis escasos progresos en ese aspecto- Pero, llegado el momento, si una de esas bestias se cruza en nuestro camino, dejad que lo intente. -Propuse, aguardando en silencio a que se diera respuesta a la propuesta de Freya- Conocer las capacidades de los miembros de la compañía nunca está de más, eso es cierto. -Comenté, aunque mi apreciación iba más allá de la propuesta de Freya. Tampoco Jake nos había mostrado un ápice de sí mismo, no contábamos con conocimiento alguno acerca de qué esperar de él y cómo podía ayudar al equipo.