Partida Rol por web

El laberinto del bufón

III - Hacia La Vieja Senda

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16/12/2016, 20:39
Freya

Trataba de mantenerme lo más calmada posible después de lo sucedido con Balakar y la sola presencia de Asdra realmente ayudaba a ello. Siempre tan tranquila, tan comedida… Podía decirse que éramos muy diferentes, pero algo me decía que era una buena chica víctima de las circunstancias, ¿Y acaso no era yo algo parecido? Creía firmemente que con ella sería más sencillo llegar a un entendimiento que con Jake, pero tampoco las tenía todas conmigo.

Escuché en silencio sus palabras, fijándome en cómo jugueteaba con aquel cascabel, algo nerviosa. Me pregunté si sus nervios se deberían a mí, pero en realidad tampoco tenía motivos. Podía ser bastante bruta, pero trataba de no dejar aflorar esa parte de mí a menos que fuera necesario.

Por sus palabras, entendía que la mujer pudiera sentirse en parte en deuda con aquel monstruo, pero estaba equivocada en varias de sus afirmaciones. Le dejé acabar, antes de replicar algunas cuestiones.

- Queremos acabar esta misión, eso no es un problema… - le confirmé, retomando su pregunta final. – El problema es lo referido a terminar con ese hombre. – fui directamente al grano, dando un paso hacia ella, no con la intención de intimidarla, sino de mostrar confianza y cercanía; por lo que me esforcé en hacerlo despacio y con gesto amable. – No te estoy pidiendo que nos ayudes… A menos que quieras. – dejé la oferta en el aire, por si la quería tomar. – Pero ahora que lo sabes, quisiera pedirte al menos que te mantengas al margen, que no le digas nada a Heinrich…

Hice una pausa, tratando de recordar todo lo que me había dicho, dispuesta a retomar todo con lo que no estaba de acuerdo.

- Ese hombre no sólo es despiadado y cruel, hace cosas horribles por más motivos que mantener el orden. En los fosos se oyen muchas cosas, y no terminé ahí precisamente por necesidad de orden. Nada tenía que ver con Heinrich, sólo quería que formara parte de su macabro jueguecito… - por un instante bajé la mirada, recordando lo sucedido en aquel lugar. – No sabes lo que tuve que pasar allí. – volví a mirar a Asdra a los ojos, reflejándose una tremenda impotencia en los míos. – No lo sabes. ¿O sí? – le pregunté, sin esperar recibir una respuesta. – Eso es ser cruel y despiadado, Asdra, al menos así lo llamamos entre los míos.

Resoplé, con mis brazos en jarra, dispuesta a continuar.

- Entiendo que te sientas en deuda con él, pero te equivocas en algo. Dices que cuando acabemos el trabajo no tendremos que verle más, y que tienes la certeza de que no nos hará nada durante la misión… Pero, ¿Y después? Ya nos siguen sus hombres, cuando consigamos lo que quiere, ¿Qué le impedirá acabar con nosotros? – apoyé mis grandes manos en los hombros de la mujer, tratando de ser lo más delicada posible. – Dices que tienes allí tu vida, también Jake, pero no tiene por qué ser así, ¿Por qué no buscar un futuro mejor que trabajar para ese hombre?

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16/12/2016, 21:00
Asdra

Asdra negaba con la cabeza como si sólo plantearse la idea fuera una locura o algo muy peligroso.

- No entiendo. ¿Para qué acabar con la misión, entonces?- No entendía porqué la pelirroja había aceptado la misión sabiendo de quién era el encargo. La imponente mujer se le acercó un paso y a punto estuvo ella de recular otro, pero se mantuvo firme. Después de todo, Freya siempre la trataba bien. - No, no quiero. No puedo...Es...es una locura.- La humana bajó el tono y miró alrededor como si tuviera miedo de que alguien pudiera estar escuchando su conversación. ¿Cómo se había complicado aquello tanto? Ella sólo quería terminar el trabajo que le habían encomendado. Cuando Freya interpeló a Asdra acerca de su pasado en el foso la joven soltó el colgante que tintineó al golpearse con su pecho y abrió la boca para contestar. Claro que no sabía lo que había pasado Freya, ni siquiera la conocía. Sin embargo ninguna palabra salió de su boca y bajó la mirada al suelo. Tras unos segundos que se le antojaron eternos volvió a hablar.

- No lo entiendes, Freya. Heinrich impone un orden. Puede que duro y cruel, pero orden al fin y al cabo. Si...si lo matarais...¿qué crees que pasaría? Otro ocuparía su lugar. Quizá uno peor. Dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer. Quizá vosotros, mercenarios errantes, podáis permitiros algo así. Pero...¿sabes cuánta gente podría pasarlo mal si lograrais descabezar su mandato? Se instauraría el caos y en el caos todo es ...es...horror y muerte.- Volvió a callarse mientras daba vueltas una y otra vez a las posibilidades. El problema era que, a pesar de sus palabras, la bárbara había sembrado una semilla en su mente y quizá, de sopesarlo, estuviera regándola hasta que germinara. Volvió a negar con la cabeza y su rostro no sólo expresaba seriedad sino enfado.- ¡Oh, Freya, estáis locos!¡Cómo pensáis hacerlo!¡No! Ni siquiera quiero saberlo.No tenéis ni idea de a qué os enfrentáis. No diré nada pero...¿y si Jake se entera? No, no, no, no. Acabemos el trabajo.  Hay opciones para vuestro regreso, sólo tenemos que pensarlas.- Ni siquiera sabían si acabarían regresando con éxito de su misión.

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16/12/2016, 21:22
Asdra
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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18/12/2016, 23:54
Freya

Separé mis manos de Asdra, aguantando más de un suspiro durante sus palabras. Me removía el estómago escuchar que Heinrich no era el monstruo que estaba convencida que era, pero llegando a la parte de su discurso en la que hablaba sobre el caos, creí comprender parte de sus miedos. Ni mi desaparecida aldea, ni yo, concebíamos el aceptar un yugo en vida antes que luchar por la libertad, pero lo primero era algo que lamentablemente había visto en más de una ocasión; y cada vez me quedaba más claro que esa era la posición de Asdra. No era el agradecimiento o realmente creer que Heinrich no era cruel lo que le mantenían a su lado, sino el miedo.

- Puede que estemos locos, eso no lo sé. – esbocé media sonrisa, algo amarga. – Lo que sí sé es que ese hombre, por llamarlo de algún modo, tiene a mucha gente que no se merece eso bajo su bota. Y da la casualidad de que ahora intenta pisar a alguien demasiado grande. – bromeé, más valía reír que llorar, y aún lograba mantener a raya la furia desatada por el enano. – Es mejor que no se entere Jake, en eso estoy de acuerdo, y vamos a realizar el encargo, no te preocupes por eso… Pero piénsalo, Asdra. No tienes, no tenéis, que seguir bajo su yugo. A veces tras lo malo conocido hay mucho bueno por conocer. Los que se conforman no avanzan. – puse una mano en su hombro, en señal de apoyo. – Puede que no seas una gran guerrera, pero tienes otras virtudes, y aquí nadie mejor que tú conoce los dominios de Heinrich, podrías sernos de mucha ayuda… Piénsalo, por favor. – le pedí una vez más, apretando ligeramente su hombro antes de soltarlo.

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19/12/2016, 03:34
Cabaña de Corum

Las respuesta  de Asdra tendría que esperar. De pronto, desde detrás de ambas mujeres, llegó el leve sonido de unos arbustos al moverse. Había sido algo demasiado fugaz, de poco peso, pero lo suficientemente pesado como para que ambas mujeres tuviesen claro que algo se movía por uno de los laterales de la cabaña.

Al volverse, el impacto de una piedra contra el viejo y castigado tocón del que Corum se servía para cortar leña hizo que sus corazones comenzaran a latir con ritmo redoblado. ¿Habían rodeado la cabaña sin que nadie se diese cuenta? La respuesta llegaría antes de que ninguna de las dos diese la voz de alarma.

Aldar emergió del extremo norte del claro a lomos de su montura, la cual piafaba animoso por el agradable olor de las yeguas. El trote tranquilo del animal, contenido firmemente por la mano derecha del explorador al sujetar con fuerza las riendas, permitió a Freya y Asdra disponer de varios segundos para examinar a su compañero antes de que éste estuviese encima de ellas. El explorador se acercó erguido sobre la montura, con aire satisfecho y jugueteando con una piedra en la mano libre. Las facciones de su rostro, mucho más nítidas ahora que abandonaba las sombras ocres con que los abetos que rodeaban el claro le envolvían, reprimían con dificultad una sonrisa burlona.

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19/12/2016, 04:06
Cabaña de Corum

Durante unos minutos los compañeros disfrutaron del agradable sabor del estofado escuchando únicamente el constante batir de sus mandíbulas triturando los trozos de zanahoria que acompañaban a los pedazos de carne que llevaban a sus hambrientas bocas; por supuesto, siempre que la voz de Avlin, sumido ahora en las divagaciones de otra de sus eternas historias, se lo permitía. 

Corum, con aire pensativo pero sin ocultar que en el fondo disfrutaba de aquella inesperada compañía, no volvió a abrir la boca. En vez de ello, dejaba que sus ojos trabajasen al ritmo de su boca, lanzando fugaces pero constantes miradas entre cucharada y cucharada a cada uno de los comensales, estudiándolos, queriendo sonsacar los entresijos de la mente que aquellos que tenía frente a sí.

Las mujeres, que habían abandonado la cabaña para mantener una charla privada, parecía que aún seguían conversando cuando Balakar terminó su segundo cuenco de estofado. Sus voces no eran más que un débil murmullo al otro lado de la desvencijada puerta, pero el sonido de los pasos de Freya llegaba de forma alta y clara, como si un gigante bailase de forma animada sobre el huerto de Corum. Los tres compañeros podían imaginar sin dificultad alguna a la mujer pelirroja llevando el peso de la conversación a la vez que se caminaba de un lado a otro frente a Asdra. No obstante, en un momento dado, los cuatro comensales no pudieron evitar el levantar la vista de sus cuencos. El impacto de alguna clase de objeto contundente contra el tocón donde su anfitrión cortaba la leña sacó a todos de su trance alimenticio.

Antes de que el mismo Corum llegase a ponerse en pie, el piafar de un caballo y el rumor de sus cascos aproximándose hacia la cabaña con trote tranquilo, confirmó a los compañeros de que el explorador estaba de vuelta.

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19/12/2016, 11:14
Avlin Tuercegris

- ¿Eh?- Avlin levantó la cabeza del cuenco, confundido. Las barbas se la habían manchado con el susto. Aquel golpe seco le había pillado totalmente desprevenido.

Sus compañeros se habían puesto en pie casi diría que prestos para el combate y el gnomo tardó apenas unos pocos segundos más en imitarlos.

- ¿Aldar?- Avlin sabía que todos esperaban que la respuesta fuera afirmativa. Era una buena señal que no llegaran a sus oídos sonidos de combate. Freya y Asdra estaban en el exterior y era de suponer que se hubieran dado cuenta si no hubiese sido el explorador... o no.

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19/12/2016, 11:30
Balakar

El sonido del piafar de un jamelgo hizo que levantase la cabeza del cuenco de estofado, dejándolo sobre la mesa mientras que, con un movimiento ensayado y perfeccionado por los años, limpiaba mis babas con el dorso del antebrazo y echaba pie a tierra.

Eché un vistazo a nuestras pertenencias, amontonadas en un rincón, y solté un reniego de los que hacían que el pelo se te volviese blanco. Podía ver el extremo desencordado de mi pequeño arco sobresaliendo como un arbolito en mitad de una montonera de estiércol.

- Malditas sean mis barbas...- "Tanto hubiese dado que se tratase de un arco élfico de maderaoscura, decorado en plata y con una cuerda trenzada de cabellos de virginales doncellas de orejas puntiagudas."- Malditas sean dos veces...

Eché mano de mi fiel hacha, mientras me parapetaba con la mesa. A las malas bien se podía volcar, pero quizás no hiciese falta. Agachado como estaba, pude oír como el sonido del caballo había cambiado, como si estuviese de pie sobre el mismo sitio.

"Y lo más importante, ya no se oye a Freya paseando, nerviosa"

Alcé un poco la cabeza, agudizando el oído...

- ¿Esa no es Freya loca de alegría por el regreso de Aldar?- pregunté a mis compañeros, dejando que la hiel rezumase por cada una de las palabras.

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19/12/2016, 12:09
Aldar

Mi pequeña chanza obtiene el resultado deseado. Apenas un ligero sobresalto para las dos mujeres, que en seguida se ponen tensas y alerta debido a los sonidos que las rodean. Reprimiendo las ganas de echar sencillamente a reír, espoleo suavemente a mi montura, haciendo que el jamelgo avance tranquilo para surgir de la espesura e internarnos en el claro donde el resplandor de la luna es suficiente para divisarme.

Buenas noches, chicas... -Digo en cuanto estoy lo bastante cerca para hacerme oír sin tener que gritar, retirando la capucha de mi cabeza- ¿Todo bien por aquí? Espero que hayáis dejado algo de cena, estoy famélico... -Desciendo del caballo deslizándome por un lateral, y tomo las riendas para llegar tirando de él hasta el porche, donde a pesar de haber saludado a ambas mujeres es a Freya a quien dedico un guiño de complicidad, debiendo elevar mi mirada para disfrutar de la expresión de su rostro. Suelto los amarres de la silla del caballo y la retiro dejándola en un costado, liberándole de las riendas para que pueda pacer con calma al lado de las yeguas- ¿Me has echado de menos? Tampoco he tardado tanto, ¿no? -Bromeo acercándome a Freya.

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19/12/2016, 20:06
Asdra

- ¡Qué susto!- La conversación había quedado interrumpida y, a pesar de que le hubiera gustado tratar de seguir convenciendo a Freya, la llegada de Aldar se lo impedía. Por ello Asdra dirigió al explorador una mirada airada, fruto del enfado doble. Por una parte interrumpía la conversación y, por el otro, las había asustado, sabiendo en la situación en la que se encontraban. Cuando Aldar comenzó a dirigirse sólo a FReya, Asdra bajó la mirada pudorosa y se hizo a un lado.

- Yo...os dejo a solas.- Con tranquilidad, para no parecer ofendida, se dio la vuelta y se dirigió a abrir la puerta para entrar con los demás y avisarles de que Aldar por fin había regresado.

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20/12/2016, 01:50
Freya

Tras hacerle aquella petición a Asdra, sin que tuviera tiempo de responderme, un sonido tras nosotras nos alertó a ambas. Parecía provenir de unos arbustos, e hizo que me girara hacia ellos de forma instintiva, cubriendo a mi compañera con mi propio cuerpo. Entonces escuchamos otro ruido, como si algo hubiera caído cerca nuestro, descubriendo pronto de qué se trataba. O mejor dicho, de quién.

Mi ceño se frunció, molesta, al ver a Aldar emerger de la espesura para adentrarse en el claro jugueteando con aquella piedra y con su característica pícara sonrisa dibujada en su rostro. Sin embargo, el gesto molesto me duró poco, pues no veía la hora de que regresara. Aun así, cuando nos saludó y retiró su capucha, preguntando por la cena, apenas emití una especie de gruñido en respuesta.

Mientras Aldar descendía del caballo y lo dejaba pacer, dedicándome un gesto cómplice en el proceso, mi mirada se posó en Asdra, que parecía molesta por el susto que nos había dado. Me disponía a decirle algo cuando Aldar nos dio alcance, preguntándome si le había echado de menos y haciendo referencia al tiempo que le había llevado su salida.

Pero antes de que respondiera, la mujer se pronunció, diciendo que nos dejaba solos.

- Vale, pero… Recuerda lo que te he dicho. Piénsalo. – volví a pedirle, mientras comenzaba a alejarse rumbo a la puerta.

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20/12/2016, 01:52
Aldar

No me pasa desapercibida la tensión en el ambiente, reflejada en una expresión en el rostro de Asdra que no había visto hasta ahora. Mientras la veo agachar la mirada y anunciar que se marcha, extraigo de mis ropas el paquete en que guardo mi pipa y el tabaco, golpeando el hornillo de ésta contra la baranda de madera del porche un par de veces para desprender cualquier desecho.

En seguida entraremos, Asdra. -Le digo, apoyándome en esa baranda- Tengo nuevas que compartir con todos.

Guardo silencio ante las enigmáticas palabras que Freya le dedica, alzando una ceja y apartando un mechón de mi melena de la frente con la propia pipa.

¿De qué habéis estado hablando, chicas?

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20/12/2016, 02:29
Freya

Me quedé observando unos segundos como la mujer se alejaba, mirando después a Aldar de forma repentina y con serio semblante.

- Te he echado de menos, sí… - admití al quedarnos solos. – Han pasado muchas cosas en tu ausencia. – anuncié con preocupación y cierto gesto de molestia, dejando claro que no le había echado únicamente de menos por el deseo de estar a su lado. - Cada vez le veo menos sentido a todo esto. - resoplé.

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20/12/2016, 02:36
Aldar

Introduzco cuidadosamente una pequeña cantidad de tabaco en el hornillo de la pipa, y aprieto para darle una consistencia uniforme. Freya aprovecha para confirmar que me ha echado de menos, pero no me gusta el tono de su voz. No desprende lo que dicen sus palabras. Hastío, preocupación, y esa frase. ¿Qué es lo que ha pasado?

¿Sentido? -Repetí, confuso- ¿A qué no le encuentras sentido? ¿Qué ha acontecido en mi ausencia?

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20/12/2016, 03:06
Freya

Retrocedí, apoyando mis codos y mi cuerpo en aquella baranda, pensando en cómo responder a las preguntas de Aldar mientras miraba al suelo. No sabía por donde empezar, pero por algún lado debía hacerlo.

- A qué hago aquí, jugándome el pellejo por gente que pone en peligro el nuestro… - alcé la mirada, mirándole a los ojos, aunque pudiendo ver cómo preparaba su pipa. – Bueno, supongo que tú eres la razón de que no me haya largado hace un rato. – eché mi cabeza hacia atrás, volviendo a resoplar.

Dejé entonces de apoyarme en aquel madero, irguiéndome dispuesta a dar las explicaciones pertinentes, aunque parecía no haber mucho tiempo para ello.

- No quiero quitarte mucho tiempo, si tienes nuevas que compartir… Pero he de ponerte en antecedentes. – comencé a explicar son seriedad, sin haber sido capaz aún de sonreír a pesar de su vuelta. – Asdra sabe lo que pretendemos con Heinrich. – solté sin más dilación, tratando de esconder mi furia, aunque no con gran éxito. – Bebimos, jugamos… Se me ocurrió preguntar de forma soterrada por lo que les habías dicho a Balakar y Avlin, después de que el enano dijera que todo esto iba a acabar mal… Fallo mío, lo sé. – dije con un evidente sentimiento de culpabilidad. – Pero ese viejo loco terminó de estropearlo, comenzó hablando de desconfianzas para de repente hacerlo de poner las cartas sobre la mesa, y se puso a soltar cual era nuestro propósito. – apreté mis puños. – Y a partir de ahí todo fue a peor…

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20/12/2016, 03:17
Aldar

El inicio de la explicación de Freya me lleva a alzar las cejas, sorprendido. Sin embargo, el retorno a su lado me ha concedido un envidiable humor que no se verá empañado por esto. Muy al contrario, verla resoplar de ese modo con su cabeza echada hacia atrás y su melena de fuego cayendo por su espalda sólo me inspiran un pensamiento.

Pero qué hermosa eres, barbara mía...

Vaya, te agradezco el detalle de esperarme. -Bromeo con socarronería- No sabía que hacíamos esto por salvar a otros, ahora me siento mucho más... heroico. -Concluyo, riendo entre dientes. No, desde luego esta no es una misión altruista. Siempre lo he dicho, yo no soy un maldito héroe. No disfruto viendo sufrir a otros, pero ¿por qué tendría yo que jugarme la vida por otros? No, si hago esto es porque tengo que hacerlo por mí. Y por ella. Por nadie más- Nos jugamos el pellejo por nosotros, Freya, por nadie más. Sencillamente les necesitamos para lo que tendremos que hacer.

Es un resumen escueto, directo, crudo. Temo que pueda verme como un cínico por esto. Continúa hablando, explicando lo sucedido. Agacho la mirada, pensativo y preocupado. No pinta bien. Que Asdra lo sepa... ¿Eso significa que si Sully no lo sabe ya, lo sabrá pronto? No me gusta nada el cariz que toma todo esto.

Y supongo que sigue creyendo que Heinrich es justo y honorable... -Me aventuro a asumir, recordando mi conversación con ella durante la guardia nocturna- En fin, está claro que la discreción no es nuestro fuerte... -Reconozco mostrando una triste y resignada sonrisa. Alzo la mirada, clavándola en Freya, y me aparto de la baranda con mi pipa en la mano- Bueno, puede que sea menos grave de lo que parece. Además, estamos cansados, una buena cena y un sueño reparador, y veremos todo este asunto con mayor claridad, ¿no crees, "caderas perfectas"? -Bromeo, acercándome a ella y propinándole un cachete en la nalga- ¿Me vas a besar, o tengo que golpearte? -Me atrevo a amenazarla, bromeando con palabra que usara anteriormente contra mí. Me planto ante ella, ascendiendo de puntillas hasta mirarla a la cara de frente, sonriendo con descaro.

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20/12/2016, 18:23
Freya

Al responderle a qué no le veía el sentido, Aldar me respondió con ironía, para después dejarme clara su postura respecto a qué hacíamos allí. Sabía sus motivos, no muy alejados de los míos, pero dicho de aquella manera sonaba demasiado crudo.

- No me considero ninguna heroína. Sobrevivir es lo que he hecho todos estos años, pero cuando veo algo que no me gusta un pelo me cuesta mirar hacia otro lado, llámame cabeza hueca si quieres. – dije rotunda. – Como ya te dije, tú eres mi principal razón para lo que sea… - reconocí, mirando hacia otro lado algo avergonzada. – Pero tampoco quiero que esos caigan por necios. – añadí volviendo a mirarle. - Y si podemos hacer algo por la gente que Heinrich tiene amedrentada… - Ojalá alguien hubiera ayudado a mi aldea.

Cuando le expliqué lo importante del asunto, Aldar se mostró tranquilo, demasiado, y aquello me comenzó a irritar.

Como si una cena y dormir solucionara las cosas.

La furia que había logrado enterrar para hablar calmadamente con Asdra parecía querer resurgir, apretando aún más mis puños mientras Aldar bromeaba llamándome caderas perfectas. Se acercó a mí, permitiendo que aquel intenso olor a tabaco invadiera mis fosas nasales mientras me daba aquel azote, y aflojé mis manos junto a un profundo suspiro.

- Demonios… - musité, mirándole con mala cara mientras me preguntaba si pensaba besarle o darle un golpe; cuando se situó justo frente a mí, alzándose para dejar su descarada sonrisa frente a mis labios. – Debería golpearte. – sentencié.

Entonces alcé mis manos. Una fue hacia su parte trasera, rodeando su cintura para empujarle desde la espalda hacia mí, mientras mi otra mano alcanzaba su cuello y subía hasta su nuca, llevando su rostro a encontrarse irremediablemente con el mío. Le besé. Apasionada, salvaje, vaciando parte de mis sentimientos en aquellas caricias de mis labios. Y tras unos segundos le solté de forma repentina.

- Me has obligado a borrarte esa sonrisa. – bromeé, consiguiendo al fin sonreír, pero de forma demasiado tenue. – No he terminado de hablar… Pero después ya puedes emplearte a fondo. O voy a acabar explotando. – le advertí también en tono jocoso, aunque aún necesitaba desatar aquella rabia y no sabía cómo.

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20/12/2016, 19:57
Asdra
Sólo para el director

En cuanto dio la espalda a los dos tortolitos el rostro de Asdra cambió por completo. Como si se hubieran estado aguantando todo el tiempo que hablaba con Freya y, ahora que ya no podían ver su cara, los músculos faciales de Asdra adquirieron la posición que se les antojaba de verdad, y no la que les obligaba, con mucho esfuerzo la bardo. El resultado era un  rostro completamente desencajado que reflejaba perfectamente cómo se sentía por dentro. Frustrada, asustada, desolada, perdida. Maldecía su suerte y no entendía cómo aquel grupo de mercenarios podían tener ideas semejantes. Ideas peligrosas, que posiblemente les llevara a una dolorosa e ignominiosa muerte a manos de Heinrich. Lo peor de todo es que, si no lograba arreglarlo, muy posiblemente la arrastraran con ellos, a ella y a su hijo.

Aún hay tiempo, tiempo de convencerles.- Si lo que le había dicho Freya era cierto, y el grupo trataba de lograr la misión para la que habían sido contratados, Asdra podría tener tiempo para quitarles de la cabeza esas ideas locas. Las venas de las sienes le palpitaban con fuerza inusitada, cual tambores al compás de los latidos de su corazón acelerado.

¡Puta mierda!- Lo que iba a ser una misión para congraciarse con Heinrich por su metedura de pata anterior se estaba complicando por momentos. Puso la mano en el picaporte de la puerta y se detuvo un instante para tomar aire y respirar hondo. No podía permitir que Jake la viera alterada.

Pon tu mejor sonrisa...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro escuchar con mi super bono por si pillo algo de lo que hablan Freya y Aldar.

Te dejo que me introduzcas tú con los demás.

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20/12/2016, 20:25
Corum

No fue difícil para los miembros de la compañía que descansaban en el interior de la cabaña reconocer el tono de voz de su camarada Aldar cuando éste detuvo a su caballo a pocos pies de la puerta y se dirigió a sus dos compañeras. Poco tiempo pasó desde el intercambio de saludos entre las dos mujeres y el explorador hasta que una Asdra, de semblante indiferente y mirada clara, entró en la cálida estancia.

Ya era hora de que apareciese ese muchacho... - Protestó Corum - Bien pensaba que iba a tener que salir a buscarle a estas horas.

¿Qué demonios le ha retrasado tanto? - Inquirió, perdiendo su mirada a través del hueco de la puerta que en ese momento era lo suficientemente amplio como para tener una visión perfecta de Freya y Aldar manteniendo una conversación no muy lejos de la entrada. 

Notas de juego

Al estar la puerta abierta podéis veros a la perfección unos a otros.

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20/12/2016, 20:42
Cabaña de Corum

Notas de juego

Resultado de Escuchar:

El hecho de que la puerta de cabaña no se abra con facilidad y que Corum ha comenzado a hablar con su vozarrón nada más verte cruzar la puerta te ha impedido escuchar sobre qué hablan tus compañeros. De todas formas, y teniendo en cuenta la distancia que os separa, han bajado demasiado el tono de voz como para considerar que sólo estén hablando de temas triviales.