La casa de la familia de Salva

Traspasáis el portal y aparecéis en un campo verde, a unos cien metros delante vuestra se alza una casa. Parece ser una antigua posta real, y teniendo en cuenta que está situada cerca de la carretera general seguramente lo sería en tiempos del Antiguo Régimen. Su estado no es precisamente óptimo, pero aún se mantiene en pie. Algunos árboles lo rodean, sobre todo en la parte trasera que debe dar a un patio donde dará la sombra.

No hay nada que os impida acercaros, salvo la prudencia que ambos pudierais tener. 

Mira hacia la casa y te comenta:

- Joder...he de reconocer que tu poder de abrir portales es una pasada...Y perdona la pregunta pero ¿puedes ir a cualquier parte del mundo sólo con desearlo? Es que si eso te pido que me abras uno hacia Hawaii en cuanto todo esto pase... - te pregunta para luego añadir - ...el sitio parece tranquilo, ¿quieres que nos acerquemos directamente o prefieres tomar un atajo y aparecer dentro de la casa?

La posición en que nos dejó el portal me dejó satisfecho. Lo bastante cerca para ver bien el lugar y los alrededores, no tan cerca como para alertar de nuestra presencia antes de tiempo y de forma alarmante. A veces la apertura de aquellos pliegues en el espacio de la aparentemente inalterable realidad tenían un cierto componente de intuición, una especie de comprensión inconsciente de difícil control. Desde aquel campo se veía la casa, una antigua postal real seguramente, en no muy buen estado. Saqué un cigarrillo y lo encendí mientras miraba alrededor, por si se veía a alguien, y dejé el encendedor prendido unos instantes más, contemplando la llama en busca de una posible advertencia. Nunca estaba de más ser precavido.

Mira tú, no se me había ocurrido abrir una agencia de viajes. Seguro que ganaría más pasta. -Reconocí con desgana, a pesar de que no estaba en aquel oficio por la pasta precisamente- Hawaii está a medio mundo de distancia, tal vez algún día pueda hacer algo así, pero a día de hoy está demasiado lejos. Además, allí no tienes edificios para saltar de uno a otro... -Bromeé, con gesto serio- ¿Sabes lo que hacían los antiguos vikingos cuando llegaban a un puerto amigo? Se quedaban en el barco esperando, para que la gente del lugar les viera y supiera que no eran un espejismo de la bruma. Nos acercaremos andando, que nos vean, no sea que a Salva o su familia les de un infarto...

Parkour se queda quieto aunque en un estado de alerta por si las cosas se tuercen.

- Los edificios dan igual si hay sol y playas de aguas cristalinas...además conozco a una pelirroja que no le importaría acompañarme... - dice pensando en Lena.

El joven decide separarse de ti unos metros para no ser un blanco fácil los dos juntitos y camináis hacia la casa tranquilamente. 

Josu mira su encendendor pero no hay magia en los alrededores lo que le tranquiliza. Cuando estáis a unos diez metros de la casa una voz conocida se oye desde su interior.

- Joder Josu...menudo susto me has dado. Ya pensaba que erais asaltantes...

Una puerta se abre y sale Salva sosteniendo un arma que rápidamente identificáis como una escopeta de balines. 

- Contaba regresar mañana a la ciudad pero si estás aquí me ahorro el viaje...vienes a por el ritual ¿no? - en ese momento se fija en Parkour y pregunta - ¿Quién es ese? Tiene pinta de problemático...

Os hace gestos para que avancéis hacia la casa aunque no deja de mirar a Parkour.

No pude responder a Parkour con ningún mordaz comentario ácido de los míos. El tío sólo anhelaba disfrutar un poco la vida, además en buena compañía, y eso sólo hacía recordarme todo lo que yo nunca podría tener. No mientras no lograse librarme de la maldición que arrastraba conmigo. Porque yo no tenía una pelirroja a quien no le importaría acompañarme, sino una morena que aparecería allá donde fuera, para convertir mi vida en un infierno.

Y si me libraba de ella, ¿cómo viviría? Ni siquiera me había parado a pensarlo...

¿Cazando gorriones, Salva? -Pregunté mirando aquella escopeta de balines, algo que dudaba fuera a ser efectivo contra asaltantes de verdad- ¿Problemático? Eres tú quien nos apuntaba con ese arma Fisher Price... -Me burlé, caminando a su lado mientras les presentaba- Salva, Parkour. Parkour, Salva. Investigador, hombre de acción. Hombre de acción, investigador. Parkour y yo colaboramos para tratar de pillar a los hijos de puta que han dejado el país en la maldita edad de piedra. Y el primer paso es quitar de en medio al angelito ese, así que... Sí, vengo a por el ritual. ¿Es muy complicado?

Baja el arma y le dice a Parkour.

- No es nada personal, es que tienes pinta de pandillero... - Parkour se encoge de hombros y sonríe, parece que no es la primera vez que le pasa algo similar. - Ah...el ritual...pues es sencillo la verdad no es nada complicado lo que me sorprendió porque pensé que para parar a un ángel caído como éste sería algo más complejo; lo único que tiene más o menos tres fases y el problema es que necesitarás algunos componentes como sal, cenizas y algunas hierbas...y lo más difícil debilitarlo...

Deja la escopeta en un rincón y te comenta las fases del ritual mientras pasáis a una habitación, se escuchan voces en el primer piso pero no baja nadie de momento.

- La primera parte es convocarlo y necesitas un resto suyo que aún tenga esencia. Con eso lo llevarás al lugar donde estés tú, si preparas un círculo de contención con la sal, las cenizas y las hierbas podrías mantenerlo en esa área pero debería ser un círculo amplio para evitar que lo destruya ya que en esa fase deberías debilitarlo de alguna forma para que puedas separar su alma de su cuerpo y devolver la primera al infierno. Para hacer esto hay que gastar energía mágica y recitar un conjuro de exorcismo...te dejará fuera de combate porque absorbe mucha energía...así que no puedes fallar porque si no el tipo estará muy cabreado y libre...

Hace una pausa y añade:

- ¿De cuánta sal podrías disponer? A mayor cantidad más fuerte será el círculo. Las cenizas deben ser de hueso que reposa en camposanto y las hierbas son acebo, ortiga y hierba gatera. Cuanto mayor cantidad mejor...

Te entrega una libreta con los tres conjuros: el de llamada, el de exorcismo y el tercero es para poder contenerlo en un círculo de contención y ya lo conoces aunque parece que Salva lo ha reforzado con algunas frases mágicas más.

Atendí a las indicaciones de Salva con suma atención, sabiendo que aquel tipo de rituales eran sumamente complejos, y cualquier detalle podía m darlos a freír espárragos. Y lo que era peor, llevarte con ellos en su fracaso. 

Me sorprendió que Salva afirmase que era sencillo, llegando a plantearme que hubiera algún tipo de error. Pero no, mucho me hubiera extrañado que un tío como el no hubiera tomado las debidas precauciones para no errar en algo así. Si él decía que era ese rito, es que era ese rito. Claro que, un vez entró en faena, lo que me pareció es que era demasiado optimista.

Joder, pues menos mal que dices que es fácil... -Renegué, cogiendo la libreta y echándole un buen vistazo a los tres conjuros- La madre que me parió... La sal no debería ser problema, tiene que haber algún almacén por ahí donde "confiscar" un cargamento si hace falta. -Alcé el rostro, mirando a Parkour con humor- "Confiscar", ya hablo como un picoleto, ¿te lo puedes creer? -Sin embargo, la tenía sonrisa que había aflorado a mis labios se desvaneció pronto, sumergiéndome en la lista de componentes- De eso podría encargarse Valladares, que envíe unos hombres y lleven un camión de sal a ese campo de pruebas. Nosotros tendremos que saquear una herboristería o dos... y un cementerio. ¿Supersticioso, Parkour? -Pasé las hojas, analizando lo necesario en cada uno de los conjuros, y finalmente cerré la libreta y me la guardé en el bolsillo- Con esto será suficiente, Salva, muchas gracias. ¿Hay algo que pueda hacer por ti? Supongo que has podido traer a la familia, espero que estén bien. Podría pedirle a mi jefe que envíe un par de agentes, si quieres, para evitar saqueadores o lo que sea. Ya veo que te las apañas con ese juguete, pero... 

Pero habíamos regresado a la edad media, y son comunicaciones tampoco había demasiada ley. Los hijos de puta podrían campar a sus anchas, y aquella escopeta de balines parecía poca cosa para lo que había en las calles.

- Acuérdate de debilitarlo...esa es la parte complicada... - te recordó Salva mientras seguías leyendo el rito. 

Cuando le comentas lo de enviar a un par de agentes te responde:

- No hace falta...no estaremos aquí mucho tiempo. Mi tío y sus dos hijos han ido a buscar una furgoneta para irnos todos a la casa de un conocido que tiene en la sierra. Allí estaremos bien o eso creemos...ahora mismo esas zonas son las más seguras...ya que están aisladas y de noche hace demasiado frío para arriesgarse a vagar por el monte. - mira para la escopeta y te dice - ...yo es que no soy de armas y con eso da el pego a distancia...además si las cosas se ponen feas mi tío y mis primos tienen escopetas de verdad...no creo que tengamos demasiados problemas...

Te mira y te comenta en voz baja aunque audible en toda la sala:

- Ten cuidado...porque ella podría intentar ayudar a Ángel Negro...

Parkour estaba atento a todo lo que comentáis pero sin intervenir hasta que le das pie.

- No soy supersticioso tranquilo, y por el saqueo no te preocupes...además con tus habilidades no creo que nos cojan...

Escucha cuando Salva menciona a una mujer y en ese momento os pregunta a ambos.

- ¿Quién es ella? ¿Y por qué querría ayudar a Ángel?

Salva se encargó de recordarme, o quizás recalcarme, la importancia que tenía debilitarlo antes de proceder con el exorcismo. Según él era algo vital, y posiblemente sería algo del todo imposible si no contase con ayuda numerosa y cargada de recursos. Ya no era sólo que fuera necesario distraerle mientras lo ejecutaba, iba a ser necesario hacerle daño, daño de verdad. Esperaba que las dos Minipimer y el armamento que Valladares les diera a los justicieros fuera suficiente, aunque no podía estar seguro. 

Parkour, respecto a eso de que quedaré fuera de combate... Ni una palabra al resto, ¿vale? -Solicité sin mirarle aún, desviando mi mirada un instante en su dirección antes de proseguir leyendo las libretas- No quiero que nadie arriesgue una mierda por sacarme de allí. Eso te incluye a ti.

Salva parecía tener todo bajo control, puesto que estaba a punto de irse a la sierra con su familia. Un lugar más aislado, mejor protegido, y con armas. Pintaba bien. Habría sido casi tentador irme con ellos, si no hubiera tenido trabajo. Una casita en la sierra, noches frescas, chimenea, una copa de orujo... O dos... La botella entera... 

¿Q-qu...? ¡¿Qué?! -Me quedé helado, mirando a Salva con los ojos como platos y un nudo en la garganta. Parkour, que se había mostrado decidido a ayudar sin problemas a recolectar el material, también se interesó por el asunto, pero aparte de mirarle un instante antes de devolver mi atención a Salva, no fui capaz de decirle nada. Ella. Sorgina. No la chica que amé, sino el demonio que había tomado su cuerpo. ¿Podía estar allí? No... No estaba preparado para eso, para ella. Aún no. No era lo bastante fuerte, no podía enfrentarme a ella- ¿P-por qué? -Pregunté tras tratar saliva. La voz me temblaban, necesitaba una copa para sosegarme- ¿Por qué iba a... ayudarle? 

Parkour asintió a tus palabras aunque no lo estabas mirando, no iba a decir nada. Lo poco que sabías de él era que cuidaba de los suyos y parece guiarse por las leyes del barrio así que no abrirá el pico para comentarle nada al resto hasta que tú le permitas.

Salva se quedó sorprendido al verte la cara a mencionar a Sorgina. Espero unos segundos a que te recobraras y comentó:

- Ya sabes que mi madre tiene contacto con el más allá, escuchó que Ángel Negro no puede matarte por miedo a ella...pero que ella con tal de joderte podría echarle un cable siempre para atormentarte...si ella entra en juego estamos jodidos...así que deberías tomar precauciones extra...agua bendita por ejemplo...en cantidades industriales...

Parkour observa intrigado la escena queriendo saber algo más, pero de momento no abre la boca para preguntar.

Salva no tardó en explicar cómo se había enterado del sucio asunto a través de su madre, quien yo ya sabía que era una especie de médium. Mi corazón se aceleraba y notaba como si dentro de mi cabeza hubiera mil tambores atronando mis sienes. La existencia de Sorgina, su maldición sobre mí, jugaba a favor y en contra al mismo tiempo. Ángel Negro no se atrevía a matarme por miedo a ella, pero al mismo tiempo ella podía tratar de ayudarle para machacarme aún más.

¿En qué situación me dejaba eso?

Di un paso atrás, con la mirada perdida en el suelo. Me giré, dándoles la espalda a los dos, y me pasé la mano por el pelo, hasta la nuca, tratando de pensar. Estaba en un puto atolladero, del que era imposible salir. Si la muy puta se inmiscuía para atormentarme, lo mejor para todos sería alejarme, desaparecer. Cuanto más tiempo pasase cerca de todos ellos, más les ponía en peligro. No me mataría a mí, pero si aparecía para ayudar a Ángel Negro no dudaría en acabar con Parkour, con su amiga la rubia, con Rafita si aparecía, con... Joder, algo me decía que Adele sería la primera en atraer su atención. La morena incluso estaba decidida a permanecer cerca mío para protegerme... ¡¡ERA UNA PUTA LOCURA!!

No, tenía que largarme, esfumarme, desaparecer...

Sin embargo, me pasé ambas manos por el rostro, desesperado al ver que no había solución posible. No había nadie más que pudiera celebrar el ritual, y eso les dejaba a todos a merced de Kruger y de Ángel Negro, su mercenario y asesino. Era cambiar una muerte por otra. ¿Existía la posibilidad de que Valladares tuviera a alguien capaz de celebrar un rito así? Había dicho algo de un equipo de estudiosos del tema...

Mierda, mierda, mierda... ¡MIERDA! -Terminé exclamando, desesperado, volviéndome hacia ellos- Ella es... -Comencé a explicar a Parkour, deteniéndome para corregirme a mí mismo- Era, era mi novia, cuando sólo éramos unos críos. Se llamaba Edurne, y fue... poseída. -Me atreví a reconocer, con un nudo en la garganta, agachando la mirada. Nunca me atrevía ya a especular acerca de si fue contra su voluntad, o realmente ella lo deseaba. Quería creer que aquello era únicamente una forma de torturarme, pero la duda había calado profundamente en mi interior- Me ha estado torturando desde entonces, tratando de hundirme lo bastante para aceptar unirme a ella. Ha matado a todo el que me ha importado en este mundo, hasta hacer que no me importe nadie, ni yo mismo. Me metí en el mundo de la magia para poder hacerle frente, y aún a día de hoy sigo sin poder acabar con ella. -Sorbí por la nariz, negando con la cabeza. Iba a volver a pasar, otra vez. Iba a aparecer para destruir lo que quedaba de mi mierda de vida- Gracias por todo, Salva. Pon a salvo a tu familia... cuídate.

No fui capaz de decir nada más. Me giré y comencé a caminar hacia el exterior, sacando la cajetilla de tabaco. Me costó varios intentos extraer un puto pitillo, y cuando al fin salió, fueron dos y el temblor de mis manos hizo que se me cayeran al suelo. Me arrodillé para recogerlos, y me llevé uno a los labios, tratando sin éxito de encender el mechero, pero tras varios intentos me detuve, mirando en dirección a aquel campo, el precioso paisaje que tenía ante mí. Para muchos, un paisaje idílico era la demostración pura de la existencia de Dios. Para mí, era la demostración de que al Altísimo le importábamos una mierda. El cigarro se agitaba entre mis labios temblorosos, mientras me obligaba a pensar en la posibilidad de enfrentarme a ella. Pero ante mis ojos se presentaban una y otra vez imágenes del funeral de mis padres, del profesor Baskerville pidiéndome que me marchase de su lado, de aquella chica... ¿Cómo se llamaba? Ya ni era capaz de recordarla... ¿Ainize?

Agua bendita. Era eso o una pistola en la sien. Quizás sería lo mejor, el truco final de Pactar con el Diablo, arrebatarle lo que tanto ansiaba. Pero seguía teniendo que enfrentarme a Ángel Negro. No, agua bendita, mucha agua bendita. Mangueras, aspersores de agua bendita. Y si todo salía mal, una pistola en la sien.

Parkour se queda en silencio, asimilando la información. Tras un par de minutos de tenso silencio se decide a abrir la boca:

- Vale... - dice escuetamente  - ...así que tienes una ex poseída que quiere joderte la vida...se podría decir que es toda una bruja... - una sonrisa aparece en su cara y te dice - ...que no se entere Rafael o te hará un especial de dos horas sólo con eso y eso sí que sería una auténtica tortura... - parece que se lo ha tomado a la ligera o no quiere echar más leña al fuego - ...no te preocupes ahora por lo que pueda suceder si no por lo que está sucediendo. Ángel Negro es nuestro objetivo y si hay que tener alejada a esa arpía la tendremos...como dice mi santa madre: los problemas de uno en uno. - mira para Salva y le pregunta - El agua bendita la aleja ¿no? - Salva asiente y Parkour sonríe -Entonces conseguiremos toda la posible, conozco al cura de mi parroquia...es un buen hombre y nos ayudará a bendecir el agua fijo. Sólo necesitamos afanar unos cuantos camiones cisterna y creo que conozco al teniente que nos los puede facilitar.

No parece preocupado, seguramente porque no conoce el poder de Sorgina o porque confía en tus capacidades, quién sabe tampoco es que lo conozcas demasiado.

- Y sobre tu ex, cuando terminemos esto ya me contarás la historia completa y veremos como ponerle fin. Invito yo a las copas...y ahora arreando que es gerundio. Tenemos que conseguir esos camiones cisterna y encontrar al cura que los bendiga...

Te da una palmadita en la espalda y se despide de Salva.

- Gracias Salva, cuídate y cuida de los tuyos.

Dicho esto sale por la puerta esperando que le sigas y abras un portal hacia la base del CNI. Ahora toca ayudar al resto e ir preparando todo incluido el plan B por si tu ex furiosa decide ayudar a Ángel Negro.

Finalmente logré encender el puto cigarro, aunque al encenderse la llama del mechero no fui capaz de apartar mi vista de aquel diminuto fuego, como tantas y tantas otras ocasiones en que había dependido de aquella mínima luz para conocer la presencia de su poder en las cercanías, rondando mi alma para empujarla el mínimo paso al que estaba de la perdición. Porque eso es lo que ella ansiaba, mi alma, y era lo único que ya me quedaba.

Parkour lo veía todo muy sencillo. Tenía claro que era por desconocimiento, porque no había tenido que arrastrar aquella maldición tantos años como yo, viendo el mundo descomponerse a su alrededor, marchitarse las vidas que amabas y las relaciones que tenías o podías llegar a tener, viendo el gris y el negro más oscuro y tenebroso adueñarse del mundo. Pero lo cierto era que aquella forma de pensar, tan positiva, era gratificante. Ayudaba ver que alguien lo veía menos negro que yo, y sobre todo ayudaba a ver soluciones donde yo tan sólo veía problemas.

No... no puedo no preocuparme por lo que va a suceder. -Reconocí, consumiendo aquel cigarro con desesperación- La muy hija de puta ha asesinado o puteado a todo el que se me ha acercado, hasta dejarme sólo en el mundo, hasta lograr que yo mismo busque estar sólo. Si os ve cerca de mí... os convertirá en su objetivo. -Le advertí, sin mirarle siquiera- ¡A la mierda! -Exclamé arrojando la colilla del cigarro acabado al suelo, suspirando antes de levantarme del suelo- Tendré que decírselo a todos, y luego que cada palo aguante su vela. -Afirmé, tratando de engañarme a mí mismo, como si el hecho de ofrecerles elección, quedarse o dejarlo, me liberase de la responsabilidad de sus posibles muertes- Vamos a la base, tenemos curro para nosotros y para unos cuantos hombres se Valladares...

- Pues pongámonos en marcha que tenemos que cazar a un angelito... - dice Parkour animado y contento de verte recompuesto tras tu instante de dudas - ...pero sigo pensando que no se lo cuentes a Rafael, haría un seria sobre tu vida... - vuelve a bromear.

Salís al exterior y os alejáis de la casa andando hasta que decides abrir el portal y regresáis a la base del CNI. A la misma sala sólo que ahora se encuentra vacía y no están ninguno de los presentes en la reunión anterior.

- Habrá que avisar a Valladares y empezar a mover esto, puede que esté en la sala de interrogatorios junto a Adele pero bueno podemos mandar que lo avisen...

Parkour ve a un agente y le hace un gesto para que avise a Valladares y que se dé prisa.

- En cuanto venga el jefe le diremos que mueva el percal y avise a varios curas y traiga camiones cisterna...lo de las cenizas que comentó Salva te acompañaré pero no creo que mucha gente quiera ir a una incineradora de cadáveres a recoger polvo de muerto...

El chaval estaba decidido y seguramente de todos los que se habían metido en esto era el menos poderoso junto con Inezumi que parecía ser sólo una justiciera local.

- ¿Algún plan más que estés formando en tu cabeza? - te pregunta mientras se sienta en una silla a esperar.

Entendía perfectamente las reticencias de Parkour sobre contarle todo el asunto a Rafael. Toda mi mierda no sería para él más que material para lograr audiencia, y el muy gilipollas no sería capaz de comprender lo que había en juego, o lo jodido que sería para mí que todo eso saliera a la luz. Sin embargo, algo debía contar, porque lo que no podía permitir era que se jugase el tipo, ni él ni los demás, sin saber a lo que se exponían. Estaba cansado de ver caer a todo el que se me acercaba. Como mínimo, quería engañarme y creer que no era culpa mía.

Ya en el cuartel del CNI, comprobamos que la cosa estaba demasiado tranquila, seguramente porque todo el mundo estaba muy ocupado encargándose de cosas importantes en otro sitio. Parkour envió el recado al jefe a través de uno de sus agentes, y mientras esperábamos me preguntó si estaba creando un plan al respecto. Me dejé caer en una de las sillas, acercándome un cenicero. Esperaba que aquella mierda de diseño fuera un cenicero, al menos, porque pensaba usarlo como tal.

No es que haya mucho que planear. –Dije, encendiéndome un cigarro, y aspirando su humo con satisfacción, de los pocos placeres que podía permitirme- Repartirnos la búsqueda de componentes, preferiblemente en cantidades industriales, y preparar los rituales en el campo de pruebas ese que nos facilita la tostadora con patas. No soy precisamente un militar experto en estrategia, y ni siquiera estoy acostumbrado a trabajar en equipo. Nunca he tenido equipo… Pero tendréis que repartiros por el lugar y bombardear a Ángel Negro con todo en cuanto aparezca. Hay que hacerle daño para que la expulsión funcione. Yo tendré que estar relativamente cerca para finalizar el ritual, pero vosotros tendréis libertad de movimiento. Y deberéis atraer su atención… -Medite en voz alta, dando una nueva calada, hasta que una idea cruzó mi mente, quedándome con la mirada perdida en la pared un instante- Aspersores. Eso sería lo ideal, si aparece Sorgina. Aspersores conectados a camiones cisterna llenos de agua bendita. Y hay que rociar los propios camiones con esa agua, para evitar que los sabotee. Si aparece en el campo de pruebas, conectáis los aspersores y que la bañen. Huirá o caerá, debilitada. O eso espero. –Me quedé con el cigarro en la mano, observando sin ver aquella pared, imaginando un escenario en que, por una vez en mi vida, todo me saliera bien- Quién sabe, si cae Angel Negro… podría ser que Sorgina quedase a nuestra merced, y pudiera cargarme a esa hija de puta…

Valladares no aparece pero sí el general Saavedra que conocisteis de manera breve antes. 

- Buen día caballeros, Valladares está en el área de interrogatorios y esa zona está aislada en estos momentos por movimiento de un preso metahumano. En su ausencia me han encargado ayudarles, según me comentó estaban preparando un plan para detener a Ángel Negro. - espera unos segundos para que asintáis con la cabeza y luego pregunta - ...¿Qué puedo hacer para ayudarles? 

El general no se anda con rodeos y parece al menos no tirar de rango, en su cara notáis preocupación por la situación lo que es lógico por todo lo que está pasando en las principales capitales del país.

Un plan, sí, menuda forma de decirlo. Se notaba que el general era militar, valga la redundancia. Se habría notado incluso sin el uniforme y esa forma de tirar de rango para imbuirse de autoridad. Esas ganas de ir al grano le delataban.

Sí, bueno, resulta que nos hemos encontrado con algunos... contratiempos. -Expliqué tomando asiento, con el cigarro en los labios- Es posible que cuando vayamos a por el Ángel, no esté sólo. -Reconocí con un gesto de asco, pasándome la lengua por los dientes mientras sostenía el cigarro en la mano- Y eso es culpa mía. Tengo una... "vieja amiga", cuyo pasatiempo es joderme la vida. Y por lo que me han dicho, es muy probable que si trato de hacer el ritual para quitar de en medio a ese asesino, aparezca para impedírmelo. Eso significa que todos los que participen en la operación se convertirán en objetivos suyos, y es muy poderosa la muy hija de p... -Carraspeé con incomodidad, conteniéndome por una vez al estar en presencia de un general del ejército. Di una calada al cigarro y continué- Si tenéis a alguien capaz de celebrar el ritual en mi lugar, os será todo más fácil. Si no... necesitaremos agua bendita en cantidades industriales para mantenerla alejada. Camiones cisterna, unos cuántos hasta arriba de agua limpia. Aquí el colega conoce un sacerdote capaz de bendecirla. -Expuse señalando a Parkour- También necesito todo lo de esta lista. -Afirmé poniendo la libreta sobre la mesa, mostrando la página en que venían los componentes- De las cenizas nos podemos encargar nosotros...

Escucha en silencio, aunque cuando dices que Ángel Negro tendrá ayuda parece entrar en pánico pero aguanta la compostura y os dice:

- El sacerdote no hará falta, tenemos varios capellanes militares. Los traeré a todos y por el agua no se preocupen...enviaré ahora mismo a dos brigadas a incautar todos los camiones cisterna que encuentren en la zona y los llenen de agua para bendecir. - dicho esto os comenta tras leer la lista - ...traigan las cenizas lo antes posible. Mis hombres se ocuparán del resto...por la sal no creo que haya problema...

Sale de la habitación y escucháis como grita a varios de sus subordinados. Al menos acelerará las cosas todo lo que pueda y parece que puede acelerarlas bastante. Ahora sólo os queda recoger las cenizas y desplazaros hasta el lugar de la trampa para preparar la cosa.